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domingo, 2 de marzo de 2014

España ausente de su debate.


Aburrido y decepcionante, así fue el debate sobre el estado de la Nación celebrado la semana pasada. Los datos publicados sobre el seguimiento que el debate tuvo entre los ciudadanos ponen de manifiesto que la brecha existente entre los ciudadanos y sus representantes cada día es más grande. La audiencia, que ya era baja el año pasado, cayó a la mitad. Muy pocos españoles siguieron el mismo y llama poderosamente la atención que sea así cuando la mayoría de los españoles seguimos padeciendo, y lo que nos queda, los desastrosos efectos de esa recesión en la que unos nos han mentido y otros no terminan de sacarnos.

Era de esperar que el Presidente del Gobierno se aferrase a los datos macroeconómicos tímidamente positivos que empiezan a conocerse y que, por tanto, vendiera a bombo y platillo las supuestas bondades de su gestión que, dígase lo que se diga, todavía no es perceptible en el bienestar de la ciudadanía. Cuando sigue habiendo más de cinco millones de desempleados, cuando la clase media está fiscalmente machacada y cuando los recortes en todos los campos se hacen notar sobra cualquier autocomplacencia. Los esfuerzos para salir de esta desastrosa situación los están llevando a cabo los ciudadanos, no los políticos y entre tanto aplauso en las bancadas del congreso parece que esto se olvida.

Y era de esperar, cómo no, que el frágil líder de la oposición, el socialista Pérez Rubalcaba ofreciese un discurso catastrofista, demagógico y, por supuesto, exento de cualquier autocrítica o reconocimiento de su responsabilidad en la grave situación que hoy padecemos. Es evidente que los socialistas no pueden ofrecer alternativas políticas y económicas para señalar un camino diferente al del Gobierno para salir cuanto antes de la recesión y de la crisis. De una parte, no pueden plantear como alternativas las mismas políticas que siguieron durante sus ocho años de Gobierno porque los resultados de las mismas a la vista están. De otra, plantear alternativas diferentes a sus políticas de los últimos ocho años sería tanto como reconocer que no lo hicieron bien, que se equivocaron y que, por tanto, son los responsables del desastre, algo que, por otra parte, percibe la inmensa mayoría de los electores como indican todos los sondeos electorales que sitúan al PSOE en caída libre. Pero es que, además, el PSOE sigue anclado en un especial síndrome de doble personalidad, un síndrome disociativo de la personalidad que le impulsa a mantener un doble discurso y una dualidad del comportamiento. Mientras en Ferraz se desgañitan proclamando que con Bildu nada de nada, sus correligionarios navarros beben los vientos por hacerse con el poder con los votos de los defensores de los terroristas. Mientras que los portavoces socialistas intentan por todos los medios que la E de sus siglas no se les caiga y afirman con solemnidad su compromiso con la unidad de España, sus socios catalanes realizan su doble juego respecto a la ilegal consulta independentista. Mientras que los voceros socialistas sacan pecho hablando de primarias y se exhiben como los campeones de la democracia interna, el dedazo de Rubalcaba, al igual que el de Rajoy en el PP, designa a Elena Valenciano ¡vaya fichaje! como cabeza de lista para las elecciones europeas. Está claro que por su banda izquierda, Rajoy puede estar tranquilo.

Y de los demás grupos intervinientes en el debate para qué hablar. Rosa Díez sigue encantada de haberse conocido. Y los independentistas catalanes y vascos a lo suyo. Los primeros, erre que erre, insisten en que el Gobierno tiene que mover ficha (algo que incomprensiblemente también propugnan los socialistas) y dialogar. Ya se sabe que para los independentistas, aunque se disfracen de nacionalistas moderados, dialogar o mover ficha es acatar sus propuestas, es “cepillarse” la soberanía del pueblo español e ignorar la legalidad. Y los vascos a lo suyo también, a dar carta de naturaleza, a elevar al rango de tratado de paz la farsa del presunto desarme etarra. ¿Será que también cobran de la misma fuente que paga a los farsantes de los autodenominados mediadores internacionales?

Es más que llamativo y de ahí quizás el desinterés ciudadano por este debate que una de las mayores preocupaciones de los ciudadanos, los partidos políticos con su corrupción, apenas ocupase tiempo en los discursos de los intervinientes y que uno de los mayores problemas que enferma el estado de nuestra Nación, la inviabilidad e insostenibilidad del estado autonómico, tampoco tuviese un lugar preferente entre las preocupaciones del Gobierno y de la oposición. Está claro que nuestro parlamento sigue instalado en su realidad virtual y que los ciudadanos tenemos que sufrirlo.

Dice la mayoría de los comentaristas políticos que el debate lo ganó Rajoy y el País que el ganador por la mínima fue Rubalcaba. Y se centran en discutir quién ganó o no, como si eso nos importase mucho a los ciudadanos. Pero la verdad es que, una vez más, el perdedor del debate fue el pueblo español.

Santiago de Munck Loyola




martes, 25 de febrero de 2014

Alberto Fabra ¿un mentiroso compulsivo?


Si hace unos días era José Ciscar el que se veía obligado, a instancias de los periodistas, a pronunciarse sobre la corrupción y los imputados y entonaba, una vez más, su falso discurso sobre lo que le preocupaban estos temas, procupación debida más al desgaste electoral que a una cuestión de principios éticos, ahora ha sido el Presidente del PPCV y de la Generalitat Valenciana el que ha entonado su peculiar lamento al respecto. Mal deben andar las encuestas y peor deben ser las relaciones con la C/ Génova, no en balde, merced a la actuación de estos dos personajes, el PPCV se ha convertido en motivo de preocupación y de escándalo en la sede de los populares.

Y aunque a algunos pueda parecerles que la insistencia desde estas páginas por denunciar los inmorales comportamientos de algunos dirigentes populares resulta cansina, no por ello hay que renunciar a ello. Si lo de José Císcar eran lágrimas de cocodrilo, lo de Alberto Fabra en el Club Siglo XXI ya es de nota. Dicen que se puede mentir por omisión, ocultando parte de la verdad, o por acción, es decir, faltando o falseando deliberada e intencionadamente a la verdad. D. Alberto Fabra ha hecho en su comparecencia las dos cosas a la vez. No se trata ya de que algunos hechos sean más o menos ciertos o que puedan ser susceptibles de interpretaciones. De lo que se trata aquí es que el Sr. Fabra es un auténtico embustero, un descarado mentiroso que no ha tenido empacho alguno, no ya en ocultar algunos hechos que desmontan su supuesto repudio a la corrupción, sino de afirmar cosas que son absolutamente falsas y que son muy fácilmente demostrables.

Este inconsistente, pusilánime y melifluo Presidente autonómico no se ha limitado en su intervención a lanzar propuestas como la peregrina idea de resucitar el famoso “tercio” familiar de los procuradores de las Cortes franquistas, sino que, además, y hablando de la corrupción en la política de nuestra Comunidad ha intentado sacar pecho, presentándose como el Mr. Proper levantino de la lucha contra la corrupción. Ha vuelto a exhibir su permanentemente incumplida, especialmente en Alicante de la mano de Císcar y JJ Zaplana, línea roja en virtud de la cual los imputados no ostentarán cargos públicos en la Generalitat ni cargos orgánicos en el seno de la estructura organizativa del Partido Popular. Y todo ello bajo la mirada complaciente, nada menos, del otro Zaplana, el ex presidente de la Generalitat.

Se le olvidan, oculta, esconde y falsea muchas cosas Alberto Fabra. Para empezar se le olvida que el problema de la corrupción y del descrédito de la política va mucho más allá de dónde estén y qué se haga con los imputados, al fin y al cabo, inocentes mientras no se demuestre lo contrario. La falta de principios, de criterios y de formación política y jurídica le ha llevado a adoptar una medida, la de la línea roja, bastante incoherente e incumplida permanentemente. La corrupción tiene muchas causas, pero una de peso es la falta de democracia interna en los partidos, entre ellos el PPCV, que propicia la ascensión de los amiguetes, de los arribistas, de los aprovechados y de los incompetentes a puestos de responsabilidad que escapan de la elección de las bases y, por supuesto, de su posterior control. Forma parte de la corrupción financiar al PPCV a través de asociaciones paralelas como ha venido ocurriendo hasta hace dos días en Alicante o que las campañas electorales se financien oscuramente a través de ciertas empresas, como en el 2007 en Alicante, y que se niegue a los afiliados, como han hecho el Sr. Ciscar y su ayudante JJ Zaplana, el control y la información de la contabilidad a los afiliados. Forma parte de la corrupción no cumplir los programas electorales, llenar de personal una RTV autonómica y tener que cerrarla de malas maneras, construir infraestructuras innecesarias e inútiles como el aeropuerto de Castellón, hacer licitaciones de 420 millones de euros de tal manera que sólo se presente un licitador, etc.

Y forma parte de la corrupción meter en el gobierno, como mano derecha, a la novia que además está denunciada por "malversación de caudales públicos"  por el uso de habitaciones de hotel a precios mucho más elevados de los previstos por la ley de austeridad que dictó el propio presidente Fabra y, presuntamente, en fechas sin agenda oficial de la Generalitat en aquellas localidades. Y para qué mencionar las facturas de la compra por 3.000 euros cargadas a la Generalitat.

Pero si hay una afirmación del Sr. Fabra que permite sin ningún género de dudas poder calificarle de mentiroso es la de que ningún imputado ostenta con él cargo orgánico alguno dentro del PP. ¿Cómo se puede tener tanta cara dura? En estas páginas se ha denunciado repetidamente: en Alicante el Sr. Fabra, de la mano de Ciscar y Zaplana, ha sustituido la Junta Local del PP de la ciudad a cuya presidencia no podía aspirar formalmente la Alcaldesa Sonia Castedo por estar imputada y lo ha hecho por cinco distritos, ahora encabezados por los concejales de confianza de la Alcaldesa, y se ha inventado un Consejo de Dirección (que no existe en los Estatutos) para que lo presida Sonia Castedo. Por tanto, Fabra miente y lo sabe. Y, además, su mentira, su falta de compromiso con la regeneración y con la honestidad se compadece perfectamente con lo que ha hecho con los afiliados que reclamábamos precisamente eso, más honradez pública, regeneración y más democracia interna. Y no se trata de una suposición, sino que, para colmo, el PPCV así lo ha escrito en el documento de expulsión de los militantes que propugnábamos unos valores bastante ausentes en las actuaciones del PPCV. D. Alberto Fabra no es el campeón de la higiene política, ni mucho menos. Es cómplice, cuando menos, del profundo descrédito de la política en nuestra comunidad y de la mala imagen que los votantes perciben del PP. Alguien cuyos actos son los que son, alguien que miente tan descaradamente, alguien que se deshace de la gente que propugna la regeneración no puede, de ninguna manera, encabezar ningún proyecto regenerador. No se puede poner a la zorra a cuidar de las gallinas.

Santiago de Munck Loyola



domingo, 23 de febrero de 2014

Ciscar y sus lágrimas de cocodrilo.


Desde hace tiempo, las encuestan indican que entre las preocupaciones que más importan a los ciudadanos españoles se encuentran la corrupción y los comportamientos de una buena parte de la clase política. Parece que en la C/ Génova empiezan a darse cuenta y por ello se van anunciando algunas medidas, a todas luces necesarias pero insuficientes, encaminadas a tratar de frenar esos comportamientos y, por tanto, a mejorar la percepción ciudadana sobre estos problemas. No parece sin embargo que en la rama popular valenciana se esté percibiendo de igual manera la gravedad y el alcance de la indignación de los ciudadanos. Hace tan sólo dos días, el vicepresidente del Consell y Presidente del PP alicantino, José Císcar, a preguntas de los periodistas llegó a reconocer que los imputados del PP sentados en su escaño de Las Cortes “perjudican” la imagen del partido, pero que les corresponde a ellos decidir si entregar el acta o si, por el contrario, prefieren aferrarse a ella. El Sr. Ciscar añadió que la permanencia de imputados y procesados “perjudica a la imagen pública del conjunto de políticos en general, y por supuesto también” del PP, algo que “preocupa” al partido. Y con ello, con expresar su supuesta preocupación da por zanjado el asunto y da a entender a los ciudadanos que ni él ni el PP pueden hacer otra cosa que preocuparse por la mala imagen que se proyecta ya que no pueden obligar a nadie a que deje su escaño o su acta de concejal.

Sin embargo, semejante obviedad no significa que no se pueda hacer algo más que preocuparse. El Sr. Ciscar lo sabe, pero lo oculta. Si estas personas dañan según él la imagen del PP, lo hacen porque están imputadas o procesadas y siguen permaneciendo en el Grupo Parlamentario Popular o en los Grupos Municipales Populares de los distintos Ayuntamiento y ahí sí que puede actuar el Sr. Ciscar y el PPCV. ¿Y Cómo? Pues excluyéndolas de dichos Grupos institucionales que con los reglamentos en la mano es factible. ¿Y por qué si está tan preocupado el Sr. Ciscar no lo hace o no pide que se haga? Por varias razones. En primer lugar porque peligrarían las votaciones en dichas instituciones ya que los así excluidos podrán revolverse y tumbar con su voto las propuestas populares. Los actuales dirigentes del PPCV no se mueven por principios éticos sino por pragmatismo. Yen segundo lugar, porque dicha preocupación no se corresponde con la realidad. Hay que recordar que hace pocos meses, estando imputada por tres presuntos delitos la Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el Sr. Ciscar manifestó públicamente que seguía siendo el mejor activo electoral del PP de la ciudad de Alicante, lo que da una idea del nivel de los activos electorales populares.

Pero es que, además, la falta de principios y, por tanto, de preocupación sincera y honesta de algunos dirigentes populares se pone perfectamente de manifiesto en el documento del PPCV por el que se expulsa a varios militantes del PP. En dicho documento redactado por el exdiputado Felipe del Baño, acusado por cierto de corrupción y promovido por el Sr. José Ciscar y su ayudante el Sr. José Juan Zaplana, se dice que no se pueden criticar públicamente las actuaciones de la alcaldesa imputada, Sonia Castedo, porque sus actuaciones son las del Partido Popular y que no se puede pedir públicamente honestidad y regeneración democrática porque eso es tanto como dar a entender que todo el PPCV es corrupto. Es, por tanto, más que evidente que el Sr. Ciscar y todos los demás dirigentes del PPCV, al avalar y apoyar esta tesis, actúan en connivencia con la corrupción y son, por consiguiente, corresponsables del daño que la imagen pública del PP sufre.

Y, por si fuera poco, la connivencia del Sr. Ciscar y de su equipo con el daño a la imagen del PP que ocasiona la corrupción se puso no hace mucho de manifiesto con la antidemocrática maniobra orquestada para que la alcaldesa imputada pudiera seguir controlando la organización popular de la ciudad de Alicante, sorteando con descaro la inexistente línea roja de Fabra. Para ello suprimieron la Junta local de la ciudad, la dividieron en distritos y sin elecciones democráticas situaron en la cúspide a la alcaldesa como directora de un órgano de coordinación recién inventado. ¿Qué credibilidad puede tener por tanto el Sr. Ciscar y todos cuantos participan y consienten silenciosamente estas sucias maniobras? Ninguna. La corrupción y la desafección ciudadana les trae al pairo. Sólo les preocupan los efectos electorales y no mucho porque para lo que les queda en el convento…

Y, a todo esto, vuelve a surgir con fuerza el rumor de que la Alcaldesa, Sonia Castedo, podría estar organizando su propio partido para concurrir a las próximas elecciones municipales. No es nuevo el rumor pero hoy en el Diario El Mundo, en la Sección de Alicante, se publica un interesante artículo al respecto (http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/02/23/5309d86bca47415d108b4572.html). Hay que decirlo: hoy por hoy, Sonia Castedo, Alcaldesa de Alicante es inocente. Está imputada por varios delitos, pero es inocente y es normal que intente actuar como tal. Otra cosa es que a la luz de las grabaciones publicadas y de los distintos testimonios conocidos hasta la fecha pueda afirmarse con rotundidad que su comportamiento con algún proveedor municipal diste mucho del que debería haber tenido quien representaba la dignidad de esta ciudad y de los alicantinos. Y otra cosa muy distinta, también, es que siendo inocente, por el momento, las acusaciones existentes contra ella dañan y mucho a la imagen del PP, de la clase política en general y de la propia ciudad que regenta. Considerándose inocente es lógico que no dimita, pero siendo consciente del daño que su situación procesal causa, no es tan lógico que no haya tenido un gesto de generosidad o de grandeza personal y haya suspendido voluntariamente su militancia o haya abandonado temporalmente el Grupo Popular.

Si es cierto que está “montando” su propio partido, y algo debe haber cuando el río suena, no es posible creer que en la Dirección Provincial del PP no sepan nada o que la estén dejando actuar con toda libertad. Organizar un partido desde la Alcaldía de Alicante, con los inmensos recursos a su disposición para hacerlo, es relativamente sencillo y, desde luego, no se puede llevar en secreto. Lo que sí es evidente es que si se consuma será gracias a la pasividad, cuando no complicidad, de muchos ediles que hoy son del PP y de la funesta dirección provincial popular encarnada en ese tétrico dúo compuesto por los Sres. Ciscar y Zaplana.

Santiago de Munck Loyola


martes, 18 de febrero de 2014

¡Cuánta porquería!


A veces ciertas noticias que son importantes pasan bastante desapercibidas en medio de la vorágine informativa en la que los ciudadanos nos vemos inmersos. Estos últimos días por ejemplo hemos presenciado, una vez más, el funcionamiento implacable de la digitocracia de los grandes partidos. Por la banda derecha, el divino dedo de Mariano Rajoy ha ungido a su preferido para presidir el PP andaluz, Juan Manuel Moreno, un señor que por lo visto, como tantos otros, ha ido maquillando conveniente su curriculum vitae y por la banda izquierda, Pérez Rubalcaba, con mismo mecanismo digital ha designado a Elena Valenciano, muy aficionada a hacer novillos cuando era europarlamentaria, para encabezar la candidatura socialista a Estrasburgo ya que con los años es posible que haya superado su adición a cobrar sin trabajarse el escaño. Estamos asistiendo igualmente al cruce de acusaciones entre gobierno y oposición en torno a la tragedia de los inmigrantes ilegales africanos fallecidos cuando intentaban entrar a nado en territorio español y a la más que miserable utilización partidista de los muertos por parte del PSOE aunque esta repugnante técnica socialista no es nada nueva. Y también es objetos de portadas la falta de escrúpulos éticos y morales de los socialistas navarros dispuestos a auparse en el Gobierno Foral gracias a los votos de los herederos de ETA. Nada nuevo bajo el sol, en realidad.

Pero entro estas noticias y algunas otras, está pasando bastante desapercibida la noticia del creciente malestar de muchos dirigentes populares de la Comunidad Valenciana por la actuación de Alberto Fabra al frente de la Generalidad Valenciana. Según informan varios medios de comunicación, entre ellos el confidencial.com, el malestar viene motivado por el nombramiento de Esther Pastor como Secretaria Autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales. ¿Y quién es esta señora cuyo nombramiento tanto molesta a algunos? Pues según dichos medios es la pareja sentimental de Alberto Fabra, su colaboradora cuando era Alcalde de Castellón y después Directora General de la Generalidad. No se trata de una afiliada del Partido Popular y, según parece, sus méritos profesionales para alcanzar tan alto cargo radican en su especial relación con el Presidente Fabra y la confianza que en ella tiene ante su falta de liderazgo y de colaboradores leales en el seno del PPCV. Estas cosas suelen ocurrir cuando se hereda una organización política, cuando el liderazgo político es inexistente y cuando la mediocridad política es encubierta por los cantos de sirena de toda una panda de aduladores y oportunistas tan prestos al aplauso como a la puñalada trapera.

Los asuntos sentimentales de nuestros políticos siempre se han mantenido bastante lejos de los focos periodísticos e incluso han sido analizados con bastante benevolencia por la mayoría de la opinión pública. Pero cuando el político, como en este caso ha hecho el Sr. Fabra, confunde su dormitorio con los despachos oficiales y utiliza la administración pública para colocar a su “amiga” la cosa cambia. Alberto Fabra ha roto la frontera entre lo público y lo privado y, por tanto, puede y debe someterse a la crítica de la opinión pública. De todos es sabido que cuando Fabra habla de líneas rojas carece de credibilidad porque las aplica según le conviene y lo ha demostrado claramente en Alicante al consentir que los Sres. Ciscar y JJ Zaplana retorciesen los Estatutos del PP para inventarse un Consejo de Dirección en el que poder situar a la Alcaldesa imputada Sonia Castedo y así saltarse la famosa e inexistente línea roja fabriana. Por cierto, vaya “pasada” de fotos de nuestra Alcaldesa y de su amigote Enrique Ortiz  publicadas por La Sexta. ¡Qué manera de arrastrar por los suelos la dignidad de nuestra ciudad!

El nombramiento de Esther Pastor es impresentable, indigno y humillante para la inmensa mayoría de los militantes populares. No vamos a hablar ya de señas de identidad de un partido como el Popular cuyos valores no encuentran mucho acomodo en determinado tipo de conductas personales sino de principios y valores éticos básicos e irrenunciables en la actuación de cualquier representante político y en el uso que se pueda o no hacer de los bienes y recursos públicos. No son pocos los dirigentes populares en nuestra comunidad que confundieron la hacienda pública con su bolsillo particular como podemos ver en las crónicas de los tribunales que ahora los ciudadanos tenemos que asistir estupefactos a la confusión del colchón con el despacho. No es de extrañar pues que Alberto Fabra, en su condición de Presidente del PPCV, tolere o promueva la expulsión de los militantes populares que reclaman ejemplaridad o la regeneración democrática del partido, tal y como han ejecutado los Sres. Ciscar y JJ Zaplana, dos personajes cuya palabra vale lo que un duro falso. Una vez más, la falta de democracia interna del PPCV está en la raíz de estos escandalosos y repugnantes comportamientos. El nepotismo, la corrupción, el oportunismo, el despilfarro y la ausencia de ejemplaridad están a la orden del día y ni los ciudadanos de esta Comunidad ni los militantes populares se merecen tanta porquería.

Santiago de Munck Loyola


miércoles, 12 de febrero de 2014

Largas vacaciones para sus señorías.


Los ciudadanos de la Comunidad Valenciana podemos dormir tranquilos: la tranquilidad, el sosiego y el descanso de nuestros representantes, nuestros diputados en las Cortes Valencianas está más que asegurado. Podemos tener la seguridad casi absoluta de que sus señorías no se van a estresar en las Cortes y que, por tanto, estarán en plena forma, tras sus prolongadas vacaciones, para abordar sin nervios los innumerables problemas que nos aquejan merced a la incompetencia y a los incumplimientos electorales de quienes nos gobiernan. Y es que en esta nuestra Comunidad somos punteros como le gusta decir al Presidente Fabra: somos punteros en el número de diputados del PP imputados, somos punteros en los casos de corrupción a lo largo y ancho de nuestra geografía, somos punteros en despilfarro y deuda pública y somos punteros también, por algo será, en vacaciones parlamentarias para sus señorías. Todo es poco para nuestros representantes gracias a cuyos desvelos estamos como estamos.

Las Cortes Valencianas iniciaron sus vacaciones de Navidad el 19 de diciembre cuando se aprobaron los presupuestos para 2014. El parto presupuestario debió ser duro, sin epidural ni nada, a pelo y por eso sus señorías no van a reanudar su trabajo parlamentario hasta la semana que viene que  en la que se reanudará la actividad. Pero, que nadie se llame a engaño, la incorporación al trabajo parlamentario requiere calma y tranquilidad, no sea que alguien pueda de nuevo estresarse, y se hará con un Pleno en el que ni el Presidente Fabra va a comparecer, que para eso ya debatió con la oposición el 28 de noviembre y no hay por qué abusar, ni se van a debatir los problemas más importantes que agobian a los ciudadanos de la Comunidad.

Hay que ser comprensivos y entender que nuestros parlamentarios autonómicos necesitan reposo y sosiego para debatir, estudiar y aportar soluciones a los problemas de los ciudadanos. Mens sana in corpore sano. Ya lo decían los romanos y el cuerpo de sus señorías debe estar en forma. Total, si uno se cree, ya hay que ser incauto, los discursos del Sr. Fabra, del Sr. Ciscar, de la Sra. Castedo o los cuentos chinos del Sr. Cotino la cosa no está tan mal, no es para tanto y no hay que ser catastrofista. Vamos, que lo están arreglando todo. Además, mantener las Cortes Valencianas sólo nos va a costar este año a los ciudadanos de la comunidad 23.300.000.- €, eso sí, siempre que no haya desviaciones presupuestarias, algo demasiado frecuente en las prácticas políticas del PPCV. ¿Y qué son 23 milloncitos al lado del aeropuerto de Castellón, de la Ciudad de las Artes, de las facturas de Calatrava o de lo que se debe a Alicante? Una minucia. Todo es poco para una casta política insaciable que con su ejemplo nos invita a los ciudadanos a movilizarnos para concederle unas vacaciones muchísimo más largas.

Pero en medio de tanta mediocridad siempre se eleva un faro de excelencia y brillantez intelectual y para ejemplo ahí tenemos al Portavoz del PPCV en las Cortes Valencianas, Jorge Bellver, que a propósito de la dedicación de los diputados a su actividad parlamentaria ha querido iluminarnos con su sabiduría (aunque alguno se atrevería a calificarlo de mentecato contemporáneo) afirmando que los ciudadanos esperan de sus representantes que trabajen, pero que participen de la vida de estas fiestas. ¡Claro! Para eso les pagamos para que trabajen, aunque sea un poquito, y para que estén de fiesta.

Lamentablemente, no es posible ignorar que lo que subyace tras esta situación es una profunda falta de respeto a los ciudadanos y a su esfuerzo diario, así como un absoluto desprecio a la esencia de lo democracia. Los foros parlamentarios son el núcleo donde se articulan las reglas de juego de la democracia y ésta se caracteriza por el debate, el diálogo, la negociación, el control de las minorías a las mayorías, etc. Un parlamento anestesiado, un parlamento en el que se elude el debate y el control, un parlamento que en medio de una brutal crisis se reúne con cuentagotas es el síntoma más claro y evidente de una democracia enferma. Y una democracia no enferma por casualidad sino por las acciones y omisiones de los políticos que tienen la obligación y la responsabilidad de velar por su salud. Todo ello es una prueba más de que la regeneración democrática, de que la revitalización de nuestra democracia es imprescindible y de que el mayor enemigo de la misma son los políticos y los partidos que se empeñan en negarlo.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 6 de febrero de 2014

El olor a podrido.


Un nuevo informe de la policía judicial ha vuelto a poner de manifiesto la existencia de graves irregularidades en la financiación del PPCV. No se trata de ninguna novedad. Llueve sobre mojado y sorprende mucho la lentitud de la justicia a la hora de enjuiciar y depurar responsabilidades de toda una trama corrupta de la que ha formado parte el PPCV. El último informe de la policía judicial sobre el caso Gürtel añade más acusaciones sobre las irregulares transacciones entre la trama corrupta y la contabilidad del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Según el informe policial el Partido Popular ha manejado abundante dinero negro y con él pagó a las empresas de la trama Gürtel numerosos actos electorales. Este informe saca a la luz también varios regalos efectuados por los responsables de la trama corrupta a muchos políticos que no eran ajenos, desde luego, a la formalización de contratos con las empresas de esta trama. Es cierto que muchos de los hechos denunciados quedan ya lejos en el tiempo como los relativos al Congreso Regional de 2002 que costó  240.582 euros y por el que el PPCV abonó a la empresa Special Events más 150.000 euros en negro, que se dice pronto, o como los 17.429 euros también pagados en negro en 2002 por la Convención Regional celebrada en el Palau de la Música de Valencia. Pero no es menos cierto que la posible prescripción de hechos delictivos o simplemente irregulares no puede en modo alguno esgrimirse como excusa para no depurar las responsabilidades políticas a que hubiere lugar.


Pero sin irnos tan lejos en el tiempo todavía quedan muchas cuestiones que aclarar y es muy importante hacerlo, no ya por la cantidades económicas manejadas, sino porque muchos de los que han manejado dinero negro para pagar actos electorales del Partido Popular ostentan hoy importantes responsabilidades de gobierno. Ya en el informe de la UDEF de 2008 se realizaban importantes y graves acusaciones que, al día de hoy, no han sido respondidas adecuadamente ante la opinión pública. En aquel informe se mencionaban a una serie de personas como pagadores, como personas de contacto para las empresas de la trama corrupta, para los gastos de las campañas de las elecciones de 2007 y las generales de 2008. Entre ellos hay que destacar a los siguientes y por las cantidades en dinero negro que se relacionan:

Adela Pedrosa, Alcaldesa de Elda y Vicepresidenta 1ª de la Diputación: 13.997.- €.
Alfredo Castelló, Alcalde de Sagunto y Presidente del Comité de Derechos y Garantías del PPCV (¡Qué ironía!): 14.554.- €.
Miguel Peralta 5.067.- €.
Mercedes Alonso, Alcaldesa de Elche: 42.131.- €.
César Augusto Asencio, Alcalde de Crevillente y Vicepresidente 2º de la Diputación de Alicante: 39.900.- €.
José Ciscar, Presidente del PP de Alicante y Vicepresidente, Consejero de Presidencia y Hacienda y Portavoz del Consejo de la Comunidad Valenciana: 4.472.- €.
Y respecto a la ciudad de Alicante a la que se asignan en el informe 62.495.- € pagados en negro no figura el nombre del “pagador” de los gastos de la campaña de 2007, aunque todos conocemos quién era la coordinadora de la campaña electoral.

Desde luego tiene lo suyo que el actual Vicepresidente de la Generalitat Valenciana y Consejero de Hacienda, el Sr. Ciscar, pudiera haber manejado alegremente dinero negro para pagar actos electorales. Pues bien, como puede apreciarse del examen de los nombre de esta lista de políticos que manejaron dinero negro destaca el hecho de que la mayoría ostenta en la actualidad cargos de enorme relevancia. Se trata de personas que hoy en día manejan presupuestos públicos y el dinero de los contribuyentes, sin que hasta la fecha se sepa si es o no cierto lo que de ellos dice la policía. Son, en todo caso, políticos bajo sospecha y esa sospecha no despejada debería inhabilitarles, mientras no ofrezcan a la opinión pública una explicación plausible sobre la misma, para seguir ejerciendo responsabilidades públicas y, desde luego, les incapacita para exigir nada a los ciudadanos. ¿Cómo van a combatir estos señores por ejemplo la economía sumergida y el consiguiente tráfico de dinero negro si están acusados de manejarlo? Aquí sólo hay una alternativa: o la policía judicial miente o mienten los políticos.

Es cierto que la inmensa mayoría de los partidos políticos tiene sus “pecadillos” en cuanto a su financiación. Pero también es cierto que si los ciudadanos somos permisivos o tolerantes con estas prácticas la espiral de la corrupción será inacabable. Hace no mucho, algunos afiliados del PP de Alicante tuvimos conocimiento de denuncias de irregularidades en la campaña de las municipales de 2007: actos pagados por empresas, deudas impagadas al día de hoy, etc. Y como en el PP nunca se da cuenta a los militantes de la contabilidad, tuvimos el “atrevimiento” de pedir por escrito información al respecto. ¿Respuesta? Silencio sepulcral. Bueno, silencio del todo, no, algunos fuimos rápidamente expulsados mediante un procedimiento ilegal y leninista.

Mientras los partidos políticos no respondan ante sus afiliados y ante los contribuyentes que son los que ponen el 80 % del presupuesto oficial de los partidos políticos, las prácticas corruptas seguirán siendo el pan nuestro de cada día. Y mientras los partidos políticos sigan funcionando gracias al dinero público y no de las cuotas de sus afiliados seguirán viviendo por encima de sus posibilidades sin tener que responder ante nadie. Siempre vendrán con el cuento chino de que sus cuentas están fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas. ¡Claro! ¡Faltaría más! Y se quedan tan anchos. ¿Fiscaliza el Tribunal de Cuentas la contabilidad B, el dinero negro con el que, al parecer y según la Policía Judicial, el Sr. Ciscar y sus conmilitones pagaban a la trama Gürtel?

Una democracia sana necesita instituciones sanas y unas instituciones sanas necesitan partidos políticos sanos, partidos políticos democráticos, limpios y transparentes. Y desgraciadamente el PPCV hoy por hoy y con estos dirigentes no lo es. Un partido que hace trampa en las elecciones es como un deportista que se dopa. Su triunfo está viciado y cualquier análisis terminará por demostrarlo. Los ciudadanos no debemos mirar para otro lado, ni admitir prácticas semejantes bajo la excusa del mal menor. O somos firmes contra estas prácticas o seguirán arruinando nuestra democracia. Mirar para otro lado, minimizar estos problemas, colaborar con estas personas bajo sospecha o votarles es amparar y proteger la corrupción. Y viendo a dónde nos han conducido no nos lo podemos permitir. Va siendo hora de abrir las ventanas para que el olor a podrido desaparezca.


Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es/

jueves, 30 de enero de 2014

Huelgas y servicios públicos.


El pasado mes de noviembre tocó a los vecinos de Madrid sufrir las consecuencias de la huelga de los empleados de las empresas concesionarias de los servicios de limpieza viaria. El conflicto que enfrentaba a trabajadores y empresas concesionarias tenía su origen en la entrada en vigor el 1 de agosto de un nuevo contrato que integraba los servicios de limpieza y de jardinería y por el que las concesionarias iban a recibir un 16% menos de dinero por hacer el mismo trabajo. Las empresas que voluntariamente habían suscrito el nuevo contrato decidieron plantear un ERE con el despido inicial de 1.400 trabajadores, rebajado posteriormente a 1.134. Y la huelga cuyas consecuencias pagaron los contribuyentes estalló. Tras varias jornadas de huelga y la aparición de la empresa pública Tragsa para paliar los graves efectos de la huelga, empresas y trabajadores llegaron a un acuerdo y la huelga fue desconvocada. La semana pasada le llegó el turno a nuestra ciudad. En esta ocasión, a los cinco meses de que el Ayuntamiento otorgase el traje a medida, perdón, el contrato del servicio de recogida de basuras por 12 años al único licitador, cosa extraña en este país donde a cualquier licitación pública acuden decenas de empresas, la UTE de la que forma parte la empresa ¡Oh casualidad! del Sr. Ortiz, el de la fiesta en pijamas con la Sra. Alcaldesa, se inició una huelga por parte de los trabajadores de este servicio municipal. Tras varios años de recortes en las condiciones de los trabajadores del servicio municipal impuestos por parte de INUSA, empresa que forma parte de la UTE que hace 5 meses se vio agraciada con el suculento contrato municipal, se quería producir una nueva vuelta de tuerca pretendiendo eliminar el convenio vigente. Parece que, al final y gracias a la huelga, el ajuste se va a limitar a tres años sin subida salarial (la empresa quería cinco), media hora más de jornada que antes, un máximo de 40 días anuales de baja por enfermedad común por cada trabajador y mantener 21 días de vacaciones entre octubre y mayo, principalmente. Y, en estos días, también en una importante localidad, Alcorcón, se está desarrollando otra huelga del servicio de recogida de basuras.

La falta de recursos económicos, el despilfarro y la mala gestión está empujando a muchos ayuntamientos a reducir de forma importante las partidas destinadas a servicios públicos básicos y esenciales como la limpieza viaria o el tratamiento de residuos. Pretenden que con menos dinero se sigan prestando esos servicios sin importar, al parecer, que ello repercuta en la calidad de las prestaciones. Y en esta estrategia parece que participan, sin ningún reparo, las empresas concesionarias que, al final, hacen recaer los recortes en los trabajadores con el fin de mantener e incluso incrementar sus beneficios empresariales a pesar de la dureza de la crisis. Hasta ahora al obtener una adjudicación de un contrato para prestar estos servicios públicos, el adjudicatario se subrogaba en las relaciones existentes con los trabajadores que venían prestando el servicio para el antiguo adjudicatario. Sin embargo, los últimos conflictos evidencian que ya no es así. Las empresas licitan a la baja y automáticamente intentan repercutirla en los empleados con el consiguiente deterioro del servicio público prestado mediante la gestión privada.

El debate sobre la gestión pública o privada de servicios públicos siempre ha estado presente entre los partidos políticos y últimamente los ciudadanos hemos podido asistir a la confrontación dogmática entre la izquierda y la derecha. Hay quienes defienden a ultranza la bondad de la gestión privada y tratan de identificarla con una mayor economía y eficiencia y desde posiciones ideológicas contrarias se defiende la gestión pública de los servicios públicos como la única válida. Sin embargo, se trata de un debate falso y tramposo. Los que en un municipio o en una comunidad defienden la gestión pública a ultranza, resulta que en no pocas ocasiones allí donde gobiernan no tienen reparo alguno en apostar por el modelo de gestión privada. Basta recordar que, por ejemplo, en Rivas Vaciamadrid, quizás el municipio más grande gobernado por IU con mayoría absoluta, la Empresa Municipal de la Vivienda está gestionada por una empresa privada mientras el Ayuntamiento se manifiesta una y otra vez contra cualquier iniciativa privatizadora del gobierno regional madrileño.

Sin embargo, la elección entre una fórmula u otra no es tan simple ni puede obedecer simplemente al color político del gobernante. Hay que tener en cuenta que al coste de cualquier servicio público hay que añadirle cuando está privatizado o externalizado, como gusta a algunos denominarlo, el importe del IVA que cada Ayuntamiento ha de abonar a la empresa gestora y el propio beneficio empresarial de la misma. La diferencia entre la gestión directa o a través de un concesionario sería mucho menor si las administraciones públicas no tuvieran que pagar el IVA en los casos de gestión de servicios públicos a través de empresas privadas, pero no es así y no parece que el Ministerio de Hacienda esté dispuesto a aligerar la presión fiscal a los municipios ni a los contribuyentes. La elección entre la gestión privada o pública de los servicios públicos no puede ni debe depender de dogmas políticos, de ideologías, sino del sentido común, de las características propias del servicio a prestar, de la capacidad operativa de la administración, de la capacidad económica y de la cualificación de los gerentes del mismo y, sobre todo, de la obligación política de prestar al ciudadano los mejores servicios con la máxima eficiencia.

Desgraciadamente no siempre impera el sentido común ni gran parte de la clase política dirigente está a la altura para asumir y poner en marcha retos semejantes. Da la sensación que muchas veces se opta por el camino más fácil. Seguramente, nuestro Ayuntamiento cuenta con la capacidad humana y técnica para ofrecer muchos servicios públicos de forma directa y con unos niveles de calidad y eficiencia similares o superiores a los de muchas empresas pero da la sensación de que falta la voluntad, la valentía y la capacidad en sus rectores para apostar por ello o que priman más los intereses particulares que los del conjunto de los alicantinos.

Santiago de Munck Loyola



domingo, 12 de enero de 2014

Rivas: sigue el melodrama “Todo sobre tu ladrillo”.


Tras la tregua de las fiestas navideñas, los ripenses y los ciudadanos en general han podido asistir a un nuevo capítulo del divertido e interesante melodrama que bien podría titularse “Todo sobre tu ladrillo”, interpretado por los dirigentes de Izquierda Unida de Rivas-Vaciamadrid. Las miradas y la atención del público se han dirigido allí donde el Alcalde, José Masa, ha dirigido el foco, al ladrillo de la vivienda de su adversario Pedro del Cura. Hay que reconocer que el Sr. Masa siempre ha sido un político hábil, de principios escasos o mudables, pero hábil. Haciendo uso de esos principios no ha tenido reparo alguno en filtrar o dejar que se filtre al Diario conservador la Razón, y de éste a todos los medios, la situación de la vivienda de su adversario. Todo el mundo anda hablando sobre la vivienda de Pedro del Cura, que si es muy grande, que si es de VPO, que si ha cometido infracciones administrativas, que si se otorgó a si mismo una licencia de obras, etc. Y mientras se habla de ello no se habla de lo fundamental, es decir, del ladrillo del Ayuntamiento, de qué hay del desfase contable de 21 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda.

Y si hábil es Masa hay que ver qué torpes son otros. Por la banda izquierda, el Sr. Pedro del Cura se apresuró a emitir un comunicado lacrimógeno sobre el origen de su patrimonio y el de toda su familia cercana remontándose en el árbol genealógico hasta el segundo o el tercer grado. Penoso, pero sería interesante conocer el nombre del responsable de comunicación de IU para que Masa le proporciones un puesto de trabajo municipal, si aún no lo tiene, y que el PP le condecore. La segunda torpeza por la misma banda no es otra que la de convocar una consulta interna para intentar deslegitimar a un alcalde elegido por mayoría absoluta y conseguir que, pese a la tremenda gravedad del asunto, apenas el 55% de los afiliados de Izquierda Unida acudiese a votar. Realizar una consulta así podrá tener su valor de puertas adentro pero cuando se publicita como se ha hecho, un demócrata no tiene más remedio que recordar que la legitimidad y la soberanía para elegir o destituir a un Alcalde está en el Pleno de la Corporación y que lo que por allí no pase podrá ser muy “caribeño” pero carece de valor alguno. Y para torpeza, por la banda derecha, la del Consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero, que anunció el martes pasado al ser preguntado sobre las presuntas irregularidades en las reformas de la vivienda de Pedro del Cura que su Consejería estaba "abriendo diligencias previas" para "analizar e investigar" dichas obras y que "cualquier obra que se produzca en una vivienda protegida se debe comunicar previamente a la Comunidad de Madrid". Y se ha quedado tan ancho. Debe ser que su Consejería no tiene problema más urgente que investigar las denuncias de La Razón y Pepe Masa. Como es de suponer que el Sr. Consejero no desea hacer una aplicación discriminatoria de la Ley deberá abrir también diligencias a las miles de viviendas protegidas que en Rivas-Vaciamadrid han sido objeto de reformas, la inmensa mayoría sin comunicación previa a la Comunidad y una buena parte de ellas incluso sin licencia municipal. ¿O se va a limitar a la de Pedro del Cura? Todo el mundo sabe que en el municipio hay centenares o quizás miles de viviendas unifamiliares protegidas que rebasan el límite legal de superficie porque cuentan con sótanos, buhardillas o anexos no legalizables ni por las limitaciones del régimen de VPO ni por los parámetros de edificabilidad municipales. Y entre ellas, por ejemplo, seguramente las de muy altos cargos del Gobierno Municipal del sector del Alcalde. Pues nada, que desembarquen decenas de inspectores de la Comunidad y que paseen por la calles del municipio. Se van a poner las botas a multas. Y la cuarta torpeza por la banda derecha, la del Partido Popular local aceptando presidir una Comisión de Investigación sobre la EMV. Dicen que cuando Napoleón quería que un tema se dilatase o no saliese enseguida creaba una comisión. Y la misma táctica ha usado el “Napo” local, crear una comisión y dejar que los participantes se ahoguen en los papeles de la misma. Y el PP encantado de presidir lo que sea, aunque sea esta comisión. Pero no nos engañemos, de lo que se está hablando es de un desfase contable muy importante, de peritaciones, de informes técnicos de mucha complejidad, de aplicaciones presupuestarias y de técnicas financieras que sobrepasan el conocimiento medio de los concejales. El análisis y estudio de lo ocurrido parece que ya está hecho por los técnicos de la Comunidad de Madrid, que de ello algo deben entender, y si no se considera suficiente bastaría con solicitar una auditoría externa. Se mire por donde se mire de esa documentación  y de sus resultados solo cabe deducir dos posibilidades: si se han cometido o no delitos y eso debe determinarlo la justicia o si ha habido o no negligencias o responsabilidades políticas que deben ser depuradas en el Pleno municipal con luz y taquígrafos.

Pedro del Cura y sus seguidores repiten machaconamente que todo este melodrama político obedece a su honesto y sincero objetivo de defender el patrimonio de todos los vecinos e incluso que el referéndum interno que convocaron se hacía para votar la petición de dimisión de Masa y el inicio de acciones legales "para la restitución del patrimonio público que haya podido verse mermado por las irregularidades" en la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Pero no hay que engañarse. Izquierda Unida repite melodrama. Al igual que hace poco más de 20 años, Izquierda Unida utiliza las instituciones democráticas como escenario de sus luchas de poder internas y lo hace sin escrúpulo alguno, por encima de la gobernabilidad de las instituciones y del sentido del voto en las urnas. El poder es el poder y en la lucha por el mismo pueden llevarse todo por delante. Y les importa un pimiento la ética, la estética y el patrimonio municipal. Y si no es así, si de verdad a Izquierda Unida le importa algo el patrimonio municipal y el dinero del contribuyente hágase la prueba del algodón. Pedro del Cura y los suyos tienen una ocasión de oro para demostrar la sinceridad de sus preocupaciones investigando y pidiendo explicaciones no sólo con respecto a la EMV, sino también con respecto al primer Plan de Vivienda Joven en el que el suelo cedido gratis por el Ayuntamiento fue cobrado a los jóvenes por la gestora que se embolsó más de 100 millones de pesetas por la cara o con respecto al expediente nº 407/01, por el que el Gobierno Municipal pagó 48.382.208 de pesetas  a la empresa Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas, participada por los amiguetes de Masa, por un proyecto arquitectónico que nunca se realizó. Y que no vengan con que se trata de asuntos prescritos, que podrán serlo judicialmente pero no políticamente ya que los responsables siguen pululando entre el patrimonio municipal. Verá el lector como estos presuntos defensores del patrimonio municipal no mueven un dedo. Y la explicación está en que han sido cómplices por pasividad de todo lo anterior y beneficiarios constantes hasta en lo personal de un repudiable modo de entender la gestión pública.

Lo que sí está quedando más que patente en este melodrama es que Izquierda Unida es una organización irresponsable institucionalmente que ha venido gestionando a su antojo el municipio como si de un coto privado se tratase, siempre con la inestimable colaboración del PSOE, ya sea a la hora de construir la estructura municipal, convertida en agencia de colocación de afines, o de gestionar el patrimonio municipal dilapidado en oscuras y sucias maniobras y, lo que es peor, es una organización que ha estafado ideológica y electoralmente no sólo a los vecinos, sino a la mayoría de sus honrados militantes, que han tenido que soportar o descubrir ahora el doble discurso, la doble moral de unos dirigentes prestos a denunciar cualquier iniciativa privatizadora de otras administraciones mientras habían privatizado, sin ningún tipo de escrúpulos, la joya de la corona ripense, la gestión del suelo, del ladrillo y de la vivienda pública en pleno boom urbanístico. ¡Vaya joyitas!

Santiago de Munck Loyola


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jueves, 9 de enero de 2014

Comienza el navajeo.


Durante los últimos días los ciudadanos estamos asistiendo a un nuevo espectáculo político, el cruce de navajas entre distintos dirigentes políticos a propósito de las elecciones municipales que habrán de celebrarse en mayo de 2015. Los medios de comunicación están recogiendo casi diario las declaraciones de unos y otros sobre quién habrá de encabezar determinadas candidaturas o sobre quién se postula para ello. Y en el Partido Popular hay, por su peculiar sistema de designación de candidatos, verdaderos especialistas en estas lides. Desde hace semanas en Madrid se están lanzando globos sobre la candidatura popular a la Casa de la Villa madrileña. La designación de Ana Botella parece estar en el aire y el entorno de la Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal, ha filtrado que la preferida para encabezar el cartel electoral es nada menos que la Vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.

Más cerca, en nuestra Comunidad, hemos contemplado con cierta diversión el primer escarceo entre la alcaldesa de Alicante Sonia Castedo y el Secretario General del PPCV Serafín Castellano a propósito de quién habrá de encabezar el cartel electoral en la ciudad de Alicante. Serafín Castellano ha dejado claro que entre sus preferencias no está el que repita Sonia Castedo habida cuenta sus problemas judiciales. Y Sonia Castedo, que según el Presidente Provincial Popular y enemigo político de Serafín Castellano, José Ciscar, es el mejor activo electoral del PP, le ha respondido, vía Twitter, con su ya conocida frase sobre el retorno de los esputos lanzados al cielo. La respuesta del Secretario General ha sido poner de manifiesto su aprecio personal por Sonia Castedo y, simultáneamente, filtrar que su preferido para encabezar la candidatura popular al Ayuntamiento de Alicante es el exvicepresidente de la Diputación y actual director de la Cámara de Comercio, Carlos Mazón, “ripollista” de pro. Así que todo parece indicar que las espadas, mejor dicho, las navajas están en alto mientras que el Presidente Fabra anda autoproclamándose candidato a la Generalitat y promoviéndose a si mismo.

Pero si uno va más allá de estos juegos de esgrima político descubre algo profundamente preocupante. En ninguno de los casos en los que se está debatiendo quién ha de encabezar o no las candidaturas se habla de las preferencias de los militantes, de los afiliados quienes en buena lógica democrática deberían ser en última instancia los que eligiesen a los candidatos. Pero no, no es así. En el Partido Popular siguen anclados en los rancios y antidemocráticos métodos de designación de candidatos que tan malos resultados han proporcionado y a la vista está en las sedes judiciales y en los resultados de la gestión de nuestra Comunidad. Y los medios de comunicación participan con toda naturalidad de esta manera de entender la política. Parece que lo único que importa es saber quién es el preferido por el Presidente Provincial o por el Secretario General para ser candidato y no quién es el preferido por las bases del partido. A nadie le importa, al parecer, qué piensan los afiliados o a quien prefieren. Al fin y al cabo, todo el mundo da por sentado que tragarán, como siempre, apoyarán y votarán a cualquiera que desde la cúpula sea impuesto como candidato. No es de extrañar pues que las listas electorales estén plagadas de falsos liderazgos, de incompetentes y de arribistas y cuanto más sumisos con los de arriba, mejores puestos obtendrán en las candidaturas.

A un demócrata debería importarle poco a quien prefiere como candidato un alto cargo del partido y mucho lo que las bases del partido prefieren. Pero lamentablemente no es así con los resultados que todos padecemos. Una vez más la regeneración democrática y junto a ella la democracia interna brillan por su ausencia en estos “juegos florales” de nuestros presuntos políticos.

Santiago de Munck Loyola

jueves, 2 de enero de 2014

Ciscar ya se ha puesto la venda, por si acaso.



Recién apagados los ecos de las campanadas de fin de año, se ha reiniciado el curso político, a pesar de las largas vacaciones parlamentarias de sus señorías, con encuestas y declaraciones varias. Hay que tener en cuenta que iniciamos un año electoral que tendrá su momento culminante con las elecciones europeas que servirán, sin duda, como termómetro no sólo de las preferencias electorales de los ciudadanos, sino también del grado de afección al sistema político y a las instituciones europeas. Y entre las diferentes declaraciones de responsables políticos cabe destacar y comentar las del Presidente del PP de Alicante y Vicepresidente del Consell Valenciano, José Ciscar, que ha sido difundidas por casi todos los medios de comunicación regionales.

A la frase “en el PP no tenemos miedo al crecimiento de UPyD y Ciudadanos” le ha sucedido la afirmación de José Ciscar, destacada por la prensa, de que el Partido Popular estaría dispuesto a pactar con cualquier formación siempre y cuando “acepte los postulados que pasan por defender siempre el interés general de la Comunitat Valenciana”. Eso es ponerse la venda antes de la pedrada, porque pedrada la habrá con toda seguridad y merecida, por cierto, según vaticinan casi todas las encuestas. Parece poco coherente afirmar que no se teme la irrupción de esos dos partidos y a renglón seguido mostrar la predisposición al pacto con los mismos. Si uno no teme el crecimiento de otros partidos es porque cree que va a ser irrelevante así que carece de sentido estar planteándose la necesidad de formalizar pactos con ellos. Hay que deducir que el Sr. Ciscar da por perdidas las amplias mayorías que hasta ahora venía disfrutando el Partido Popular en una gran parte de las instituciones valencianas.

Según Ciscar a los votantes populares que están hoy en la abstención hay que convencerles de que la alternativa del PP es “la más importante para el futuro de la Comunitat” añadiendo que si se tiene en cuenta que la máxima alternativa posible al PP sería “un tripartito radical y de izquierdas”. Si sólo contempla como alternativa al PP un tripartido “radical y de izquierdas” ¿por qué se plantea pactar con partidos irrelevantes según él?

Más adelante, el Presidente Popular alicantino señala que lo que los ciudadanos quieren es “salir de la crisis, que se genere empleo y se mantengan las políticas sociales” y para ello, aseguró, “no quieren inventos de ningún tipo, solo que se gestione de forma razonada y con sentido común”. Parece que tiene claro lo que quieren los ciudadanos pero lo que no parece tener claro es que el PPCV no ha sabido ni mantener las políticas sociales, ni gestionar de forma razonada ni con sentido común. Si el Sr. Ciscar en lugar de mantenerse en su torre de marfil y de rodearse de aduladores y mercenarios de partido pisase un poco más la calle y palpase lo que a diario viven los ciudadanos no se pondría en evidencia con declaraciones como éstas.

Y para terminar de redondear sus declaraciones, el Sr. Ciscar no ha tenido inconveniente alguno en hacer gala, una vez más, del cinismo e hipocresía que viene caracterizando su gestión política al frente del PP de Alicante al que está conduciendo a un desastre electoral con su autoritarismo y falta de principios éticos. Así ha asegurado que en las listas electorales del PP valenciano “no va a haber personas imputadas por supuestos delitos que tengan que ver con la corrupción”, algo que, según ha dicho, lo dijo el presidente del Partido y de la Generalitat, Alberto Fabra, “y lo mantiene. A lo mejor podría explicar cómo se puede conciliar esa posición que además incluía la exclusión de imputados en los cargos orgánicos del PP con la fraudulenta maniobra que con la inestimable ayuda de su lacayo, el Sr. Zaplana, ha organizado en la ciudad de Alicante con el fin de poner lo que queda del PP alicantino en manos de los imputados del Ayuntamiento. Como sea tan creíble la promesa de que no habría imputados en los cargos orgánicos del PP como la de que no habrá imputados en las listas electorales, los ciudadanos pueden tener la seguridad de que, salvo milagro de última hora, sí los habrá.

Es evidente que estas declaraciones del Sr. Ciscar ponen de manifiesto una tremenda falta de realismo y de sensatez política. El PP está sufriendo un enorme desgaste electoral como consecuencia no sólo de las políticas impuestas por el Gobierno de la Nación, sino también como consecuencia de los resultados de la mala gestión popular en la Comunidad Valenciana, malos resultados debidos a los sistemáticos incumplimientos de los programas y principios del PP en la gestión de la Generalitat. Y a ello hay que añadir la estela de casos de corrupción y la incapacidad de la dirección popular para frenar y atajar en seco esta situación. Si a ello se añade la incapacidad de los actuales dirigentes populares para reconocer y asumir que es imprescindible abordar un proceso de regeneración democrática del Partido Popular y de muchas de las instituciones está completándose el cóctel necesario para cosechar malos resultados electorales. Y especial responsabilidad tiene en ello el Sr. Ciscar y su equipo, enemigos acérrimos de cualquier regeneración y de cualquier proceso democrático que permita al PP volver a conectar con las necesidades reales de los ciudadanos y de convertirse en un referente de participación, de debate, de transparencia, de libertad, de honestidad y de confianza ciudadana. Pero lamentablemente esas suelen ser las consecuencias de una determinada forma de hacer política que termina entregando toda una gran y noble organización al primer chaquetero y arribista que llega, es decir, consecuencia de la ausencia de democracia interna.

Finalmente hay un dato que parece obviar el Sr. Ciscar y es que el previsible crecimiento electoral de UPyD y Ciudadanos se basará, sobre todo, en el voto de los ciudadanos descontentos con el Partido Popular. Pensar que estos partidos traicionarían a la primera de cambio a sus electores para que haya “más de lo mismo” es cuando menos ingenuo. No somos pocos los antiguos votantes del PP los que pensamos que mientras el PP siga en manos de personajes como las actuales, enemigos declarados de la honestidad, de la transparencia y de la regeneración democrática, lo mejor que le puede pasar al PP y a la ciudadanía es que el Partido Popular se marche una temporada a la oposición a ver si, lejos de las moquetas, de los asesores y de los privilegios políticos, inicia una tan profunda como imprescindible renovación y regeneración interna.

Santiago de Munck Loyola