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jueves, 27 de octubre de 2011

Se ha ido Omar Cuadrado Reyes.

Hoy 27 de octubre de 2011 se ha muerto un amigo, Omar Cuadrado Reyes. Nació en Uruguay, en Maldonado, Pan de Azúcar, en 1947. Dejó su tierra y vino a España para estudiar Bellas Artes. Pero la vida encaminó su formación hacia el mundo empresarial y terminó fundando con muy pocos medios una pequeña empresa en Arganda del Rey que terminaría por convertirse en una gran y pionera empresa química, Satecma, que se consolidó en Rivas-Vaciamadrid.

Le conocí en 1990 a través de un compañero de Partido y desde entonces siempre mantuvimos una relación, primero limitada al ámbito político, y que con el paso de los años terminó por convertirse en amistad. Fue concejal del Partido Popular en Rivas-Vaciamadrid entre 1999 y 2003 demostrando  una gran lealtad política y una enorme capacidad de diálogo y acuerdo, fruto, sin duda, de un carácter abierto y tolerante.


La última vez que le ví fue el año pasado. Vino a Alicante y pasó a verme y a interesarse por mi salud, detalle que agradecí profundamente. Hacía años que no nos veíamos. Salimos a cenar junto con su compañera Noemí y mi mujer y nos pusimos al corriente de nuestras vidas.

Omar fue, sobre todo, un hombre emprendedor, un hombre de empresa que supo ver mucho antes que otros las posibilidades y el futuro que Rivas-Vaciamadrid, un municipio entonces intentando despegar, podía tener. Apostó por Rivas y acertó. Apasionado del mar y de la naturaleza disfrutó cuanto pudo de la pesca y de los paseos en barco, su Princesa, que durante años estuvo en el puerto deportivo de Torrevieja.





Hombre de ideas y de iniciativas también impulsó la cooperación con su Uruguay natal y promovió numerosos proyectos sociales para mejorar la calidad de vida de sus conciudadanos. En diciembre de 2009 fue nombrado Ciudadano Ilustre de Montevideo y ostentaba con orgullo además el cargo de Agregado Civil Honorario para Asuntos Económicos y Comerciales de la Embajada de Uruguay en España. Entrevista en TV a Omar Cuadrado Reyes.

Se ha ido para siempre un hombre que supo triunfar y que nunca se olvidó ni de sus orígenes ni de sus amigos. Mi cariño y afecto para Noemí y sus hijos Tabaré y Omar en estos duros momentos. Descansa en Paz, querido amigo.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 23 de octubre de 2011

Collège Notre Dame de Basse-Wavre.

Acababa de terminar 4º de bachillerato en el seminario de Alcalá de Henares. Había sido un curso duro entre otras cosas por la disciplina del Centro, muy diferente al ambiente familiar que había vivido en Rozas de Puerto Real. Un día del mes de julio de 1972, mis padres me preguntaron si me gustaría ir a estudiar un año en Bélgica en casa de unos conocidos suyos, la familia Lambot. Me pareció una buena idea pero no estaba seguro. Concertaron una comida con el matrimonio para que les conociese, pero sin mis padres. Un día, cogí el autobús, el 43, y me dirigí al encuentro. Llegué al Hotel Cuzco, en la Plaza de Lima de Madrid, y allí me esperaban Jean Paul y Gabi, el matrimonio Lambot. No fue fácil la comunicación: ellos no sabían nada de español y yo tan sólo conocía algunas palabras en francés. Pero todo fue bien. Acepté y a primeros de septiembre con 14 años recién cumplidos llegué a su casa. Estaba situada en el campo, en un pequeño pueblo llamado Limal.

Y empecé mis estudios, 5º Latín Griego, en el Colegio de Notre Dame de Basse-Wavre. Fue un cambio radical de forma de vida, pero muy aleccionador. Todas la mañanas debía andar, todavía de noche, un par de kilómetros hasta la parada del autobús. Llegaba a Wavre, a la Plaza de la Estación, y debía recorrer andando otros cuatro kilómetros hasta el colegio. Se trataba de un gran y antiguo edificio que, en tiempos, había sido seminario y en el que también había cursado algún año mi padre. El colegio contaba con unos campos de fútbol espectaculares, laboratorios, un moderno gimnasio y aulas audiovisuales para los idiomas. Había también alumnos en régimen de internado. En la clase éramos 23 alumnos y contábamos con un tutor, el padre Cornet. Los primeros meses fueron muy duros. A la lejanía familiar tenía que añadir la dificultad del idioma y unos hábitos escolares completamente distintos. El rigor y la disciplina eran las características básicas del colegio.

Teníamos clase de lunes a sábado por la mañana y por las tardes de lunes a viernes, excepto los miércoles. Casi la mitad de los alumnos acudía en bicicleta al colegio y muchos de ellos acudían los sábados por la mañana con su uniforme Scout pues al terminar se iban a las actividades de su Grupo Scout. A mediodía las clases se interrumpían para comer. La mayoría llevábamos unos sándwich y lo acompañábamos con una sopa de verdura, siempre la misma, que nos daban en el comedor. Los miércoles a las 8 de la mañana teníamos natación en la Piscina Municipal. La puntualidad era estricta. No se podía entrar en clase si había empezado sin antes ir al despacho del “prefecto” quien, si encontraba razonables las explicaciones sobre la causa del retraso, te entregaba una autorización para entrar en clase.

Para entrar en clase debíamos formar en el patio en dos filas dejando una baldosa libre entre nuestros pies y el de delante y a la indicación del profesor subir en silencio a clase. Los bolígrafos estaban prohibidos, había que usar estilográfica. Cada uno teníamos una agenda en la que debíamos anotar las tareas para casa de ese día y de cada asignatura. En casa nos la tenían que firmar cada día. Los sábados por la mañana se la entregábamos al tutor quien nos la devolvía el lunes a primera hora debidamente revisada. Todos los días nos preguntaban por escrito la lección en unas fichas. Las fichas evaluadas nos las entregaban los sábados por la mañana y el lunes las teníamos devolver con las firmas de los padres. Cada 15 días un examen de las materias dadas. Cada mes un examen de todo lo estudiado hasta la fecha y al finalizar el curso otro examen total. Y las notas consistían en la acumulación de puntos de cada ficha o cada examen de modo que al acabar el curso a lo mejor había que reunir 2.500 puntos para aprobar una materia. Era una evaluación permanente que exigía trabajar a diario y no bajar la guardia. Durante el primer trimestre me permitieron hacer las fichas y los exámenes en español, pero enseguida dejé de hacerlo. Memorizaba las lecciones en francés aunque no terminase de comprenderlo y las escribía, así fui aprobando. Nunca había tenido que ejercitar tanto la memoria. Había asignaturas como geografía o las ciencias naturales en las que no se usaban libros de texto. Las materias se iban desarrollando a través de un sistema de participación colectiva, aportando experiencias y redactando los textos de la propia asignatura. Me eximieron de las clases de inglés y de holandés pues no podía llegar al nivel de los demás.

Guardo un especial recuerdo del tutor, l’abbé Cornet, siempre serio y exigente que nos enseñaba latín y gramática francesa y del profesor de griego, Mr. Royer, hombre muy culto y alegre. Philippe Henry, Paul Têcheur, Vincent Lohisse, Patrick Proot fueron mis mejores amigos y excelentes compañeros de clase. También recuerdo a otros compañeros como Pascual, Fanelli, Lartigue, Berlier, etc. Todos ellos me ayudaron a integrarme, a conocer mejor la mentalidad y hábitos belgas y fueron muy pacientes con mis dificultades iniciales con el idioma.

Aquel curso, 1972-1973, fue realmente especial. Adquirí conocimientos, hábitos y técnicas de estudio nuevas que me permitieron continuar el bachillerato en España con una mejor base. ¡Qué diferencias de mentalidad respecto al sistema educativo español! El Colegio de Notre Dame de Basse-Wavre era un gran colegio y supongo que lo seguirá siendo. El pasado mes de marzo volví por allí y visto desde fuera parece que nada ha cambiado en 40 años.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 21 de octubre de 2011

¿Pedirá la PParaca Inmaculada Sánchez Ramos el voto para Rajoy?

Sírvase el lector examinar el rostro de la Portavoz del Partido Popular de Rivas-Vaciamadrid, paraca impuesta desde Madrid a los sufridos militantes del Partido Popular de la localidad, vulnerando los más elementales requisitos de democracia interna, y observe el gesto de la misma.

Está posando junto a Mariano Rajoy y no es una foro cualquiera, no. Dª Inmaculada Sánchez Ramos le ha estado poniendo verde durante mucho tiempo en diversos Blogs. Bueno, a Mariano Rajoy y al Partido Popular en general. Y, no sólo éso, ha estado impartiendo lecciones de ética a todo el que se le ha puesto por delante. Ha conseguido eliminar de la red algunos artículos, ahora que se ha hecho con un sillón de concejal en Rivas-Vaciamadrid, pero han quedado suficientes rastros como para poder evaluar la catadura moral del personaje.

Se la nota como cohibida, ¿no? O como si se tratase de una foto de compromiso, no sé. Tiene el gesto raro, poco natural. Juzgue por si mismo el lector.
Dª Inmaculada Sánchez Ramos, con contenida emoción, posando junto a Mariano Rajoy.
Ya se sabe que alguien como ella, que le exigía públicamente a Mariano Rajoy democracia interna a propósito del Congreso de Valencia, no tiene ningún empacho en vulnerarla y aceptar un puesto de paraca con tal de hacerse con un cargo electivo sin poseer ningún mérito ni capacidad para ello. Ética y principios para los demás. Para ello no, por favor. Tampoco tiene esta señora, como puede apreciarse, ningún reparo en hacerse una foto con su despreciado y descalificado Mariano Rajoy.

Dª Inmaculada Sánchez Ramos, con contenida emoción, posando junto a Mariano Rajoy.
Pero, se plantea ahora una duda, ¿se atreverá a pedir el voto el 20-N para que Mariano Rajoy, el tibio gallego según ella, alcance la Presidencia del Gobierno? ¿Tendrá tanta cara dura para hacerlo sin antes retractarse de sus escritos y de pedir perdón a los afiliados del Partido Popular por sus descalificaciones? ¿A cambiado tanto Rajoy o es ella la que ha cambiado?

Dª Inmaculada Sánchez Ramos, con contenida emoción, posando junto a Mariano Rajoy.

Es fácil obtener la respuesta a estos interrogantes. Basta con conocer la trayectoria y la catadura moral de este curioso personaje, especialista en la Ley del Embudo, en satélites y paracaídas.

Santiago de Munck Loyola.

jueves, 20 de octubre de 2011

La ETA sigue.

Ojalá se pudiera decir otra cosa del comunicado de hoy de la banda terrorista, pero a la vista del mismo no es posible hacerlo. Ojalá pudiera decirse que la ETA ha desaparecido pero no es éso lo que anuncia este comunicado. El anuncio de un “cese definitivo de la actividad armada” está siendo interpretado como el final de la ETA confundiendo un anhelo generalizado con la realidad textual de dicho anuncio. El 22 de marzo de 2006, la ETA anunció un “alto el fuego permanente” y después del mismo volvió a matar. Del “alto el fuego permanente” se pasa ahora al “cese definitivo de la actividad armada” y no es una variedad al azar o casual de los términos empleados. La banda asesina siempre ha medido muy bien las palabras empleadas en cada uno de sus comunicados. En el comunicado de hoy lo que se anuncia no significa que ETA vaya o quiera desaparecer porque, si se tratase de comunicar ese hecho, la organización terrorista habría anunciado simple y llanamente su disolución y la entrega de las armas. Es evidente que si la ETA no anuncia su disolución es porque desea seguir existiendo y si la ETA no anuncia la entrega de las armas es porque las guarda para poder a volver a usarlas si ello conviene a sus intereses. Tampoco puede pasarse por alto la dosificación estratégica que la ETA hace de sus comunicados y, vista la coincidencia con la proximidad de un proceso electoral, parece deducirse que la finalidad del mismo es volver a allanar el camino político a sus ramas políticas para su acceso a un nuevo nivel de las instituciones del Estado. Relacionar como hace la organización terrorista en su comunicado el “cese definitivo de su actividad armada” con exigencias tales como el reconocimiento a Euskal Herría o el llamamiento a que los gobiernos español y francés negocien la agenda que ETA exige plantea serias dudas sobre la auténtica finalidad y el verdadero alcance de dicho comunicado.

Es tan sencillo y tan claro que resulta preocupante la alegría de muchos dirigentes políticos a la hora de valorar este comunicado. Se equivoca el Presidente del Gobierno al hablar de un “triunfo definitivo y sin condiciones” sobre los terroristas. Tiene razones el Presidente para ser optimista pues posiblemente la banda esté más débil que nunca gracias a la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero de ahí a hablar de un triunfo definitivo sobre los terroristas hay todavía un largo trecho.

El triunfo definitivo sólo llegará cuando la ETA sea disuelta o aniquilada. Cuando la organización terrorista anuncie su disolución y entregue las armas. Y mientras eso no ocurra no habrá triunfo definitivo de los demócratas. Y no hay que olvidar que, si se habla de triunfo, hay que hablar de vencedores y de vencidos y que éstos últimos no pueden ser equiparados, en modo alguno, con los primeros. Las víctimas del terrorismo merecen el reconocimiento general, la solidaridad del conjunto de la sociedad, dignidad y justicia. No podemos olvidar que nuestro régimen de libertades está en deuda con todas las víctimas de los etarras.

Santiago de Munck Loyola




martes, 18 de octubre de 2011

La “conferencia” de paz: quid prodest?

Resulta asombroso comprobar la disparidad de criterios existentes entre las fuerzas democráticas a la hora de valorar la iniciativa y los resultados de esa llamada “conferencia” de paz celebrada este fin de semana en San Sebastián. Que existan criterios contrapuestos entre demócratas y el entorno etarra sobre la misma sería lo normal y lo saludable; que existan valoraciones contrapuestas entre partidos nacionalistas y partidos nacionales también lo sería (no hay que olvidar la frase de Arzallus “ETA sacude las ramas y nosotros recogemos los frutos”); pero que estas valoraciones totalmente contrapuestas se produzcan entre los partidos parlamentarios nacionales ya no lo es tanto.

Hay quien ve en este acto propagandístico del entorno etarra indicios de una solución al impropiamente denominado “conflicto”, es decir, del terrorismo. Puede que se trate de una visión “buenista” que desea, más que otra cosa, creer que algo ha cambiado y que se puede llegar a una paz negociada. O puede que se trate, simplemente, de una identificación con los planteamientos de los etarras que, en definitiva, legitima el uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos prescindiendo, por tanto, del alcance y significado del estado de derecho. Sea cual sea la causa lo cierto es que produce una coincidencia con el entorno etarra y con sus fines que debería, al margen de estrategias partidistas, promover una reflexión profunda sobre el acierto o error de esa actitud para conseguir la paz.

Se diga lo que se diga nada ha cambiado en el panorama político vasco. Bueno, algo sí ha cambiado; la ETA ha conseguido un triunfo propagandístico de proporciones internacionales y las víctimas de los terroristas y los demócratas una humillación más.

Los cinco puntos de ETA, debidamente filtrados y edulcorados por la conferencia y sus invitados estelares, no contienen novedad alguna respecto a lo que ya se conocía sobre los objetivos de la organización terrorista. No se condena la violencia, no se anuncia una disolución de la banda armada y no se pide perdón a las víctimas. En el comunicado leído se requiere a dos estados democráticos para que se sienten a negociar lo que los asesinos quieren que se negocie. Y en un alarde delirante de cinismo se equipara a las víctimas de los terroristas con los propios terroristas y sus familiares. Las víctimas de los terroristas y sus familias han sufrido y sufren porque unos desalmados así lo han decidido para imponer unos objetivos al margen de la ley. Los terroristas y su entorno sufren, si es que han sido condenados por la justicia, porque voluntariamente han decidido quebrantar la ley asesinando, mutilando, robando o extorsionando. La diferencia moral y ética ante ambos sufrimientos es clara y evidente y los intentos de equiparación emanados de esta declaración son repugnantes.

Habrá quien no lo vea así por convencimiento o por interés, pero se trata de una posición irreconciliable desde principios éticos mínimos. La paz no se puede conseguir desde la abdicación de los principios básicos de un estado de derecho o desde la renuncia a su defensa. La paz no se puede conseguir a cualquier precio y menos aún cuando los objetivos políticos de los terroristas y sus cómplices o beneficiarios se pueden alcanzar a través de las instituciones democráticas.

Quid prodest? ¿A quién beneficia esta conferencia? ¿A las víctimas? ¿Al estado de derecho? ¿A la democracia? No, a ninguna de estas partes. Beneficia a la ETA y a su entorno, no nos engañemos. No beneficia a nadie más. El diálogo con los terroristas sólo sirve para legitimar su violencia porque demuestra que a más dolor y daño causado más fácil es obtener del estado lo que se quiere. El diálogo con la ETA y su entorno es abrir la puerta a que nuevas manifestaciones de violencia puedan producirse. Si unos pueden ¿por qué no cualquiera?

Santiago de Munck Loyola


viernes, 14 de octubre de 2011

¡Manda huevos! Con la candidatura alicantina del PP.

La elaboración de las candidaturas de los partidos políticos, sean para la convocatoria que sean, siempre conlleva tensiones en las organizaciones políticas y terminan deparando, en muchas ocasiones, sorpresas, unas agradables y otras no tanto.

Y sorpresa, no precisamente agradable, es la que más de uno se ha llevado al conocer las informaciones que en el día de hoy se han publicado en torno a la candidatura del PP para las próximas elecciones generales del 20-N (http://www.diarioinformacion.com/alicante/2011/10/14/pp-auna-sectores-lista-20-n/1178496.html) y ello a pesar de la presencia en la misma de personas de contrastada capacidad y experiencia como Macarena Montesinos.

Pase que no se considere la opinión de los afiliados y militantes del Partido Popular de Alicante para elaborar las listas. Así lo establecen los Estatutos del Partido y cuando uno se afilia debe conocerlos y respetarlos. Ya se sabe, los afiliados y militantes del Partido Popular de Alicante o de cualquier Provincia están para pagar la cuota, para ser apoderados e interventores el día de las elecciones y para rellenar los actos públicos cada vez que se les convoca. Pero no valen ni para opinar sobre quién ha de representar a los alicantinos en el Congreso o el Senado ¡faltaría más! Y, en ocasiones, los afiliados o militantes no pueden opinar en libertad porque te pueden eliminar de la página del Partido de Facebook y ya se sabe lo que ocurre con Facebook: o estás o es como si no existieras o, al menos, eso creen algunos mentecatos.

Para hacer la lista están los que están, aunque no sean ni siquiera miembros del Comité electoral pertinente. No son pocos los que intentan, y en ocasiones consiguen, meter la cuchara en el plato de la lista electoral. Unas veces es Madrid, desde la Calle Génova, quien decide quien encabeza la lista de una Provincia. Siempre hay alguien al que colocar y aunque su vinculación con la Provincia sea escasa o su dedicación al partido provincial sea nula se les sitúa en cabeza. Es de suponer que por razones de estado que al común de los mortales se nos escapan. Otras veces es desde las Casas Consistoriales con peso desde donde se procura buscar un hueco en la lista para algún conocido o amigo. Otras es desde Valencia. En definitiva que desde muchos sitios distintos se procura, se intenta y se consigue un puesto para alguien afin. Claro que todo ello sería asumible, un amargo cáliz que tragar, si las razones a tan variopintas intervenciones fueran la defensa mejor de los intereses de los alicantinos.

Pero cuando se constata que un determinado nombre es incorporado en la lista para compensarle por haber cedido el puesto del puerto a Ripoll, otro porque es familiar de no sé quienes, otra como Amparo Ferrando porque hizo el trabajo sucio que alguien le encomendó pidiendo el voto contra el PP en las últimas elecciones municipales y finalmente, la guinda, porque se trata de la secretaria de Federico Trillo y éste la ha impuesto pues ¡manda huevos!

Ya en tiempos Federico Trillo nos obsequió con el fulgurante ascenso de la pluriempleada Adela Pedrosa que, afortunadamente y vista su labor en el Congreso, no repite esta vez y ahora nos coloca a los alicantinos a Dª Julieta De Micheo Carrillo de Albornoz, con tan largo e ilustre apellido como inexistente curriculum profesional, al menos, en las redes sociales. ¿Su mérito? Ser Secretaria de D. Federico. ¿Su vinculación con Alicante? Muy escasa. ¿Con el PP de Alicante? Ninguna.

Sinceramente, la utilización de los cargos públicos representativos para satisfacer cuestiones y agradecimientos personales y no para servir a los ciudadanos representados resulta deleznable y constituye la antitesis de lo que una sana regeneración democrática debería suponer. Estas prácticas caciquiles merecen la máxima repulsa y rechazo. Pase tener que admitir candidatos paracas o semiparacas, pero tener que admitir además a su equipaje resulta demasiado. ¿No se merecen un mínimo de respeto las bases del Partido Popular y los alicantinos en general? Esta vez y por primera vez un servidor se va a replantear su voto para la lista del Congreso. ¡Qué remedio!



Santiago de Munck Loyola.

jueves, 13 de octubre de 2011

Negociación política con la ETA = traición.

España goza de un régimen de libertades como nunca ha tenido. Nuestro sistema democrático, con sus defectos que indudablemente los tiene, es uno de los más avanzados del mundo. Los derechos humanos y las libertades públicas están garantizados como nunca lo han estado a lo largo de la historia española. Todas las libertades políticas tienen su amparo en nuestra Constitución. Cualquier posición política, incluso aquellas que buscan de destrucción de la propia Constitución o de la Nación española, puede ser públicamente defendida y puede concurrir en las elecciones democráticas que se celebran. Los independentistas participan en las convocatorias electorales y reciben el respaldo electoral que todos conocemos. Bien es cierto que estas afirmaciones pueden aplicarse al conjunto de la sociedad española sin reservas y que en el País Vasco, al menos sobre el papel, también lo son. Subrayo lo de “sobre el papel” porque teóricamente y con la Ley en la mano en las provincias vascas rigen los mismos principios y normas democráticas que en el resto de España, pero, lo cierto, es que la democracia en el País Vasco no es del todo real pues, como todo el mundo conoce, la realidad diaria es que allí las libertades públicas están condicionadas por el clima de temor que la existencia de los pistoleros y asesinos de la ETA impone a determinados ciudadanos. Sería absurdo proclamar sin matices que en el País vasco hay plenas libertades públicas cuando más de 200.000 ciudadanos vascos han tenido que exiliarse por miedo a perder la vida, cuando la libertad de prensa está limitada o cuando la gente no puede expresar públicamente sus simpatías políticas. Son los etarras y su red de simpatizantes, la izquierda abertzale, los que precisamente pisotean las libertades públicas. Hay un déficit de legitimidad en las instituciones vascas y eso es un hecho más que evidente.

Y, en este contexto, esta izquierda nacionalista y antidemocrática ha convocado esa farsa  denominada pomposamente como la "Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco" que se reunirá el próximo lunes en la Casa de la Paz de San Sebastián. Esta farsa contará con la presencia de mediadores internacionales elegidos por la ETA, con políticos vascos y lo que es más sorprendente con la presencia de representantes del PSOE. Este bodrio teatral tiene dos objetivos claros: lavar la cara al mundo proetarra de cara a las elecciones generales y, en su caso, poder diseñar una especie de final pactado entre víctimas y sicarios, todo ello sin que los asesinos se apeen ni un milímetro de sus reivindicaciones políticas, sin rendirse entregando las armas y sin pedir perdón a los centenares de víctimas inocentes que han causado en estos años.

Hay quien piensa que hay que negociar con los asesinos para que dejen de matar y parece que la única razón para ello es que estos tipos han asesinado a mucha gente durante mucho tiempo. Es decir, que se trata de una cuestión de cantidad. Negociar con ellos supone legitimar el uso de la fuerza y de la violencia asesina. Es reconocer que cuanta más violencia se ejerza contra la sociedad democrática más oportunidades hay de que el estado se siente a negociar con los asesinos. Ni más, ni menos. Si el Grapo hubiese seguido operativo matando, torturando, robando y secuestrando ¿también habría que negociar con ellos?

En un país como el nuestro, donde cualquier opción política goza de todas las libertades públicas posibles para captar el apoyo popular en las urnas, resulta inadmisible aceptar que, quienes han escogido la vía de las armas en lugar de la de las urnas para reivindicar sus ideas políticas, pueden negociar con el Estado esas mismas ideas. Si éste va a ser el resultado final de la estrategia de ETA ¿para qué y por qué ha muerto tanta gente?

Aquí no puede haber un empate entre los asesinos y la sociedad española. Resultaría indecente de todo punto. Aquí sólo puede ganar la democracia, el estado de derecho y las víctimas. Y lo que no sea así huele a traición.

Santiago de Munck Loyola.

domingo, 9 de octubre de 2011

La puja electoral: escaparate de ofertas cosméticas.

En el zoco electoral acaban de aparecer dos ofertas destinadas a hacer un guiño a los que se sienten indignados con el funcionamiento de nuestro sistema democrático. De una parte, el candidato socialista P. Rubalcaba ha propuesto (http://www.laverdad.es/alicante/rc/20111008/espana/rubalcaba-propone-reducir-parlamentarios-201110081405.html) que los políticos sólo cobren un sueldo y, además, no le hace “ascos” a la propuesta (la segunda oferta) de su adversario, Mariano Rajoy, de reducir el número de diputados y concejales en España (http://www.larazon.es/noticia/3192-rajoy-asegura-que-el-pp-sabe-como-se-sale-de-la-crisis-aunque-llevara-tiempo).

Se deduce claramente de la propuesta del candidato socialista que hay políticos, y no deben ser pocos, que cobran más de un sueldo de las administraciones públicas y no sería, por tanto, un mal ejercicio de transparencia democrática que los ciudadanos pudiéramos conocer los nombres y las cuantías que están cobrando de los presupuestos públicos.

La propuesta de Mariano Rajoy parece guardar una finalidad exclusivamente económica: reducir el gasto de las administraciones públicas ahorrando sueldos de cargos electos, de políticos. Reducir el número de diputados del Congreso supone un importante ahorro pero si la reforma que ha de hacerse de la Ley electoral no entra a fondo en los criterios que determinan la representatividad para corregirlos, la reducción del número de diputados llevará, inevitablemente, una importante pérdida de representatividad de nuestros diputados y un aumento de la desigualdad del voto entre los ciudadanos. Y ¿por qué no reformar la Constitución y suprimir el Senado? Hay prácticamente unanimidad a la hora de valorar como inoperante el actual funcionamiento del Senado. Llevan años nuestros políticos hablando de la necesidad de reformarlo y no lo hacen. El Senado nos cuesta casi 10.000 millones de las antiguas pesetas al año. Suprimirlo supondrá un gran ahorro y seguro que su inexistencia no será echada de menos, salvo por los que viven de él.

Estas ofertas que salen ahora al mercado electoral no terminan de entrar en el fondo del asunto que no es otro que la mala imagen de la clase política y la desconfianza que genera, tal y como señalan todos los estudios sociológicos. La brecha entre el ciudadano y el político es cada vez mayor y, por consiguiente, la identificación ciudadana con el sistema.

Nuestro sistema político presenta síntomas de agotamiento y de ahí que sea necesario ir planteando medidas que impliquen su regeneración democrática. Medidas que implican reformas profundas de las instituciones, de las leyes y un cambio profundo de la mentalidad de la clase política. No se trata pues sólo de ahorrar, sino de algo mucho más profundo.

Buena parte del origen del problema radica, en el fondo, en la aplicación del principio constitucional de igualdad ante la ley de los españoles. Es evidente que a lo largo de los últimos años la clase política ha ido construyendo todo un sistema que permite a sus componentes eludir el principio de igualdad ante la ley y dotarse a si mismos de numerosos privilegios y excepciones. Si los ciudadanos no pueden percibir por ley más de un ingreso proveniente de las administraciones públicas ¿por qué los políticos sí pueden? Si los ciudadanos somos los que teóricamente decidimos ¿por qué nuestro voto no vale igual dependiendo su valor de la provincia en la que residamos?

A las ofertas anunciadas por lo candidatos bien podrían añadirse muchas otras que contribuirían, sin duda, a sanear la economía de las administraciones y, lo que es más importante, a regenerar nuestro sistema político:

1º Reforma constitucional eliminando el senado.

2º Reforma constitucional para eliminar duplicidades de competencias entre las administraciones.

3º Reforma de la Ley Orgánica del Régimen electoral para reducir el número de cargos públicos, reformar las Diputaciones y mejorar la representatividad del voto.

4º Aprobación de un Estatuto de los Cargos Públicos que incluya, entre otras, las siguientes medidas:

-          Establecimiento de incompatibilidades absolutas (prohibición de ostentar más de un cargo público).
-          Prohibición de percibir más de un ingreso económico (sueldo, dietas, pensiones, indemnizaciones, etc.) proveniente de las administraciones públicas.
-          Dedicación exclusiva de diputados nacionales y regionales.
-          Prohibición de dedicaciones exclusivas de los ediles (salvo los alcaldes) en los municipios de menos de 100.000 habitantes.
-          Sometimiento de los cargos públicos al régimen general de la seguridad social en las mismas condiciones que el resto de los ciudadanos.
-          Sometimiento de los cargos públicos al IRPF en las mismas condiciones que el resto de los ciudadanos.
-          Supresión de pensiones o indemnizaciones especiales de los cargos públicos.
-          Prohibición del ejercicio de la política para miembros del poder judicial o, en su caso, de retorno a la carrera judicial.

5º Eliminación de las subvenciones a los partidos políticos, sindicatos y asociaciones empresariales.

6º Remover los obstáculos legales que impidan la igualdad de derechos y obligaciones de los españoles en los diferentes territorios.

7º Reforma del poder judicial reforzando los mecanismos que aseguren su independencia del poder político.

8º Reforma del Tribunal constitucional en cuanto a la designación de sus miembros y su competencia.

La lista de medidas que podrían adoptarse puede ser muy larga. Sirvan las anteriores a modo de ejemplo, pero no conviene olvidar que no se trata de un arreglo cosmético y superficial de nuestro sistema, sino que es preciso y urgente revisarlo en profundidad.

Santiago de Munck Loyola


sábado, 8 de octubre de 2011

La crisis de los Ayuntamientos: manos a la obra.

La crisis económica afecta a todos los países y a todas las administraciones en mayor o menor medida. No hay dinero o como diría Esperanza Aguirre “no hay un puto duro”. Es época de poda o de recortes. Se suele empezar por los gastos superfluos y, a veces, sin eliminar éstos se sigue por otros gastos más importantes. Sin embargo, subsiste la necesidad de seguir prestando servicios básicos a los ciudadanos y las administraciones públicas se las ven y se las desean. La crisis hace que las administraciones recauden menos dinero y que aumenten los gastos de carácter social. Así que no queda más remedio que echar imaginación para salir adelante.

Hoy, algunos medios de comunicación se hacen eco de una noticia que, cuando menos, debe ser valorada con atención: el Gobierno belga en funciones está estudiando la posibilidad de sustituir las bajas laborales de los profesores con profesores voluntarios jubilados. Habrá quien se eche las manos a la cabeza rechazando de plano esa posibilidad porque impide la contratación de interinos para las sustituciones pero si no hay dinero para contratarlos ¿qué hay que hacer? ¿dejar a los escolares sin profesor?

Hace ya muchos años, en Rivas-Vaciamadrid, un grupo de voluntarios jubilados, tras recibir la oportuna formación, se dedicaban en las horas de entrada y de salida de los colegios a ordenar y a regular el tráfico en las inmediaciones de los mismos. Con ello, contribuían a mejorar no sólo el acceso a los centros escolares, sino también a destinar a la Policía local a otras funciones más relevantes.

Se acaba de conocer que el Alcalde de Esparraguera, en Barcelona, ha dictado un bando solicitando a los vecinos que colaboren con el Ayuntamiento limpiando sus tramos de acera ante la difícil situación económica del mismo. Hay quien rápidamente se niega argumentando que ya paga sus impuestos, pero también hay muchos vecinos que apoyan la iniciativa y se muestran dispuestos a ser solidarios.

Estos ejemplos evidencian que para ayudar a salir de la crisis hay que buscar fórmulas imaginativas y apelar al enorme potencial de solidaridad que existe en nuestro entorno. Los Ayuntamientos, especialmente los pequeños, atraviesan momentos muy malos. Con menos ingresos tienen que hacer frente a más gastos sociales quieran o no. Y cuanto más se apele a la solidaridad, cuanto más se delegue en el voluntariado más fácil será poder destinar recursos a quienes peor lo están pasando. No se trata sólo de eliminar gastos superfluos, de racionalizar y optimizar los recursos existentes, sino, también, de liberar recursos poniendo en pie y apoyándose en el enorme potencial que el voluntariado puede proporcionar.

Siempre habrá quien se niegue, pero en toda comunidad vecinal, en todo pueblo siempre habrá jóvenes, jubilados, desempleados y ciudadanos en activo dispuestos a regalar su tiempo y su esfuerzo en beneficio de la Comunidad. Todo dependerá de la capacidad de liderazgo y de la ejemplaridad de los líderes sociales del lugar.

Colaborar en las tareas de limpieza es un ejemplo, pero hay más. Nada impide por ejemplo que voluntarios puedan atender en una Biblioteca pública o que se delegue el cuidado de una pequeña zona ajardinada a los vecinos colindantes voluntarios o que voluntarios regulen el tráfico en los accesos de los colegios o que colaboren en la vigilancia de los cultivos o que se organicen talleres de formación para el empleo con monitores voluntarios o que vecinos con la preparación y vocación precisas lleven las escuelas deportivas municipales o que los miembros de una asociación juvenil regenten y organicen el centro juvenil o determinadas instalaciones deportivas. Las posibilidades y los beneficios para la comunidad vecinal pueden ser muchos y variarán en función de las características de cada pueblo. Todo lo que los voluntarios puedan hacer supondrá un ahorro de recursos en esas facetas y dichos recursos podrán ser destinados a paliar las situaciones de verdadera emergencia social que día a día se plantean en todas partes.

Esperar soluciones mágicas venidas del gobierno o simplemente a que escampe es la alternativa. A mi no me gusta.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 7 de octubre de 2011

Por la dación en pago, ahora o nunca.

El Consejo General del poder Judicial acaba de hacer públicos los datos relativos a los desahucios del primer semestre del presente año. Los datos son estremecedores: más de 30.000 nuevos procedimientos, es decir, un 28,5 % más que en el mismo período del año 2010. 30.000 familias españolas más que pierden sus casas y lo que es peor, en la mayoría de los casos, pierden sus casas y siguen manteniendo deudas millonarias con las entidades financieras que se quedan con sus viviendas (http://www.eleconomista.es/economia/noticias/3433226/10/11/vivienda-los-desahucios-crecen-un-285-en-el-primer-semestre-hasta-los-32010-procesos.html ).

Hace ya varios meses que el Congreso de los Diputados rechazó la iniciativa para que la deuda hipotecaria de las familias que no pueden hacer frente a sus obligaciones económicas con el banco pudiera ser saldada con la entrega de la vivienda ( http://santiagodemunck.blogspot.com/2011/02/me-parece-asombroso-y-me-produce.html ). Nuestros representantes parlamentarios decidieron que la dación en pago no era buena idea porque con ello se ponía en peligro la solidez de nuestro sistema financiero y que, por tanto, era preferible que los españoles afectados no sólo perdieran su casa sino que, además, una vez en la calle, siguieran siendo deudores de los bancos de modo que tuvieran muy difícil, por no decir imposible, poder reiniciar su vida y conseguir una nueva vivienda. Así de claro, los representantes de los ciudadanos se pusieron del lado de los bancos, de los poderosos, y no de sus representados en un ejercicio de inmoralidad política sin precedentes.

No me cabe la más mínima duda de que la decisión del Congreso de rechazar la dación en pago supone perpetuar un sistema profundamente injusto e inmoral diseñado a la medida del capital, del beneficio sin escrúpulos de los bancos. Las entidades financieras, los bancos son empresas que buscan el máximo beneficio para sus accionistas y, por tanto, en un sistema de libre mercado deben estar sujetos a los mismos riesgos a los que se somete cualquier empresario. Si uno monta un negocio y no tiene suerte o lo gestiona mal o no hace bien los deberes pierde y no hay red para la caída. Es el libre mercado, se puede perder o ganar. Pero no ocurre lo mismo con los bancos, con las entidades financieras que tienen una excelente red para las caídas sujetada con mimo y fuerza por la clase política. Si en plena crisis se pone de manifiesto que los bancos han hecho mal sus deberes con las hipotecas concedidas, les toca perder, al igual que le ocurre a todo el mundo. Si los bancos han sobrevalorado los bienes para prestar más dinero y, por tanto, ganar más y ahora resulta que dichos bienes valen menos de la tasación que en su día hicieron, les debe tocar perder al igual que le toca perder a todo empresario que ha metido la pata.

Pero no, nuestra clase política ha decidido que no sea así, ha decidido, amparándose en grandilocuentes argumentos, que los bancos no sólo no pueden perder sino que, además, deben seguir obteniendo beneficios a costa de las familias sin recursos de modo que las entidades financieras se quedan con la vivienda y, además, con un desorbitado crédito a las espaldas del desahuciado. Más inmoral no se puede.

Claro que, bien pensado, la culpa la tenemos los ciudadanos porque, por una parte, somos incapaces de ponernos de acuerdo para boicotear a aquellas entidades financieras que se están aprovechando de la crisis para hacer caja, a aquellos bancos que, además, retribuyen escandalosamente a sus directivos y, por otra parte, somos incapaces de exigir a la clase política, a los partidos políticos que acaben de una vez con esta insostenible situación.

Las elecciones del 20 de noviembre son una excelente ocasión para exigir a los partidos políticos, a todos, que incluyan en sus programas el compromiso de hacer realidad la dación en pago de la vivienda para poder permitir que miles de familias españolas puedan rehacer sus vidas. Tenemos los instrumentos y la oportunidad para exigirlo. Yo, desde luego, me apunto.

Santiago de Munck Loyola


miércoles, 5 de octubre de 2011

Pepiño ¡campeón!

Hay que ver cómo se ponen algunos por nada o por casi nada. Enseguida saltan como fieras a la yugular del adversario y todo por una tontería como la copa de un pino. De pronto ha saltado a los medios de comunicación la denuncia de un empresario gallego que afirma que ha pagado sobornos a distintos políticos para que le ayudasen en la obtención de suculentas subvenciones y entre los presuntos beneficiarios de la generosidad de este señor figuran un diputado autonómico del Partido Popular, que ha presentado su dimisión, otro del BNG que también ha dimitido y el mismísimo Sr. Ministro de Fomento D. José Blanco, Pepiño para algunos, azote de la oposición y perpetrador de la pronunciación del idioma español.

Los presuntos beneficiarios de los sobornos se han apresurado no sólo a negar tales “untamientos”, sino también ¡cómo no! A anunciar la interposición de las correspondientes querellas contra el denunciante. Hasta ahí, lo normal en estos casos.

El Sr. Blanco ha negado las acusaciones y ha admitido que, a petición de un primo suyo, ordenó parar el coche oficial en el que viajaba cerca de la ciudad de Lugo para reunirse dentro del coche con este empresario quien le pidió que se interesase y agilizase las subvenciones pendientes lo que, según el Ministro, no se llevó a cabo.

Y van estos de la oposición y piden que el Ministro dimita. Pero, vamos a ver, ¿en qué país estamos? ¿Acaso no es lo más normal del mundo que los Ministros se citen en las gasolineras y se reúnan en los coches oficiales con aquellos empresarios que quieren pedirles algo especial? ¿No es lo más normal del mundo que se haga así? ¿Para qué están los coches oficiales si no es para reunirse con los empresarios necesitados de favores oficiales? ¿Para que están sino las gasolineras? ¿Y los primos? ¿Quién no tiene un primo o, en su caso, un hermano en Sevilla que se ocupa de concertar citas y encuentros con los Ministros del Gobierno de España?

Ya son ganas de sacar las cosas de quicio. La oposición no puede comprender que la cercanía a los ciudadanos consiste precisamente en éso, en ser tremendamente accesibles, en poder despachar la concesión de subvenciones en cualquier sitio, incluso, en el coche oficial, en una gasolinera a 600 kilómetros de la sede del ministerio de turno.

Mala leche es lo que tienen los de la oposición, una mente calenturienta y perturbada. Que a uno le pillen mintiendo como un bellaco en relación al colegio de sus hijos, vale. Pero que intenten convertir la campechanía, la amabilidad y la cercanía en algo sospechoso es de todo punto intolerable. ¡Que dimita la oposición por favor! ¡Animo, Pepiño! Blanco y en botella. Tú sí que eres un campeón.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 2 de octubre de 2011

El acuerdo de Guernica: un documento firmado con manos manchadas de sangre inocente.

Hace una semana, los presos de la ETA, se adhirieron al llamado Acuerdo de Guernica, un documento suscrito hace ya un año por la Izquierda Abertzale, EA, Aralar, AB, Alternatiba, LAB... y así hasta treinta agentes políticos, sindicales y sociales del País Vasco. El documento es más de lo mismo, las viejas reivindicaciones etarras aderezadas con frases grandilocuentes. La visión paranoica de unos colectivos que reivindican derechos políticos, ya existentes, y beneficios para los asesinos y sus cómplices.

El domingo pasado, los presos de la ETA suscribieron este documento que entre otras cosas reclama la amnistía para ellos, como si aquí no hubiese pasado nada, como si se tratase de hacer “borrón y cuenta nueva” aún por encima de los centenares de víctimas que su paranoia ha generado estos años.

Y, he aquí, que el colectivo de presos etarras no ha encontrado representante más digno para firmar en su nombre este panfleto que el infanticida Jon Aguirre Aguiriano, el asesino en 1981 del niño de 13 años José María Piris. Este tipejo, excelente representante de lo que la ETA significa, como bien recuerda hoy el Diario El Mundo, observó desde una ventana próxima como aquel niño, junto con dos amigos, se acercaron a la bomba que había dejado para un Guardia Civil y no hizo absolutamente nada para impedirlo, no avisó a los niños y dejó que les explotara. Este valiente “gudari” de alcantarilla ni siquiera ha pedido perdón por su hazaña a la familia del niño asesinado ni a los otros niños heridos. Hoy se pasea libremente, recibe una pensión del estado, es objeto de felicitaciones y homenajes y firma pomposas y huecas declaraciones en nombre de los presos de la mafia etarra. Y tan execrable es él como quienes le jalean. Ésa es la verdadera naturaleza de este mundo de paranoicos y bandoleros independentistas.

Para que no se olvide, para que todo aquel que tenga la desgracia de encontrarse con este sujeto pueda reconocerlo, aquí dejo la foto de este individuo.























Santiago de Munck Loyola