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viernes, 29 de marzo de 2013

Las cuentas del PP de la ciudad de Alicante.



Durante las últimas semanas se han venido sucediendo noticias relacionadas con la financiación o la contabilidad del Partido Popular, de sus sedes locales o de las últimas campañas electorales. De una parte, el juez José Ceres, que instruye el caso Gürtel en Valencia, ha ordenado varias diligencias para desentrañar las cuentas de la campaña electoral de las autonómicas de 2007. El magistrado ha solicitado a nueve empresas, radicadas en Valencia, Castellón y Alicante, información detallada sobre la contratación de vallas publicitarias del PP durante las semanas anteriores a los comicios celebrados el 27 de mayo de 2007. Hay también, al parecer, dificultades para conocer los gastos electorales populares en las municipales de la ciudad de Alicante. De otra, parece que está bastante extendida en sedes del PP de Alicante la costumbre de llevar un sistema de "contabilidades paralelas" a nombre de particulares o de asociaciones y no la contabilidad oficial del Partido. Una anómala práctica a la que, tras hacerse público por los medios de comunicación, ha decidido poner fin la Dirección Provincial Alicantina quien lo venía consintiendo desde hace tiempo, incumpliendo los Estatutos Nacionales del Partido Popular (http://www.diarioinformacion.com/politica/2013/03/29/pp-regulara-finanzas-juntas-locales-atajar-descontrol-dinero/1358435.html).

Esta forma de proceder, conocida y consentida al parecer por la Dirección Provincial, resulta más que sorprendente para cualquiera que haya tenido responsabilidades en el Partido Popular en otras zonas de España. La ausencia de una contabilidad oficial del Partido en una localidad, la inexistencia de cuentas bancarias a nombre del propio partido, el manejo de fondos a través de asociaciones paralelas y la opacidad contable para los propios militantes no sólo vulnera los Estatutos del propio partido, sino que además constituye una práctica absolutamente fraudulenta que debería saldarse con la exigencia y depuración de responsabilidades, tanto de los autores como de los consentidores o encubridores. Un servidor que durante catorce años presidió una junta local en un municipio madrileño nunca conoció semejantes prácticas. El partido local contaba con una cuenta bancaria abierta con la presentación previa del apoderamineto de la gerencia regional (el equivalente a la provincial en Alicante). Los militantes eran informados anualmente de los ingresos y gastos de la sede local y aprobaban en asamblea el presupuesto anual. Periódicamente, el tesorero local se reunía con el gerente regional que fiscalizaba los libros y las cuentas de la Junta local. Un funcionamiento que nada tiene que ver con la práctica vivida en la Junta Local de Alicante durante los últimos diez años. 

Aquí no se da cuenta a los militantes de los gastos e ingresos de la Junta local, eso sí, desde la provincial se pide un euro por afiliado sin explicar nada a los interesados. ¿Será ésta una de las razones para acabar con la Junta Local de Alicante y sustituirla por Distritos? ¿No será multiplicar por diez el descontrol económico existente? Resulta lógico que estando tan ocupados en la provincial en perseguir a los militantes que pedimos transparencia, honradez y participación en el Partido no hayan tenido tiempo ni para cumplir ni para hacer cumplir los propios Estatutos del Partido, ni para poner en limpio las cuentas de las juntas locales de Alicante.

No necesitan inventarse nada, ni improvisar supuestas medidas de control para contentar a la prensa. Todo ya está inventado y previsto. El Artículo 54.2 de dichos estatutos señala que los recursos del Partido estarán constituidos por las cuotas de todos los afiliados y por las aportaciones voluntarias de éstos; por las contribuciones económicas de los cargos públicos en el porcentaje que se determine por el Comité Ejecutivo Nacional; por las subvenciones oficiales que las Administraciones Públicas aporten al Partido y a todos los Grupos Institucionales; por los rendimientos de su propio patrimonio, por el producto generado por las actividades que se organicen y por las donaciones, herencias o legados que reciba.
Y el Artículo 55 de los mismos Estatutos señala por su parte que 1.- Los ejercicios económicos de todas las organizaciones territoriales tendrán la duración del año natural y se cerrarán a 31 de diciembre con el visto bueno del Presidente, autorización del Secretario e intervención del responsable correspondiente de finanzas.
2.- El Presupuesto anual de cada organización territorial deberá ser aprobado por el Comité Ejecutivo de ésta dentro de los cuarenta y cinco primeros días hábiles del nuevo ejercicio. Cuando en el transcurso de un ejercicio corresponda la convocatoria de elecciones se elaborará también un Presupuesto Especial en el que se contemplen las previsiones de ingresos y gastos necesarios para la concurrencia del Partido a dichos comicios.
3.- Anualmente se someterán las cuentas del Partido a una auditoría externa.

¿Se han cumplido estas disposiciones en todas las Juntas locales de la Provincia? ¿Y en la Junta Local de Alicante? Si es así, nada que objetar. Y si no se han cumplido los Estatutos ¿se abrirán expedientes disciplinarios a los responsables o éstos sólo se reservan a los llamados críticos? Dado que en diez años de pagar puntualmente la cuota de afiliado un servidor nunca ha sido informado, a pesar del derecho que le asiste a ello según los propios Estatutos del partido Popular, sobre el estado de gastos e ingresos de su Junta Local, la de Alicante, ni de los presupuestos de la misma aprobados conforme a la norma antes citada, es por lo que el pasado 15 de marzo solicitó por escrito al Presidente local, D. Julio de España, la información económica pertinente. Y, a pesar de haber pasado quince días desde entonces, mutismo total, silencio absoluto, nada de nada. Luego dicen que les molesta tener que enterarse de estas cosas por la prensa. ¿Y cómo creen que nos sentimos los militantes cuando nos enteramos por la prensa de sus decisiones? ¿Cómo creen que nos sentimos cuando comprobamos, día a día, que se pasan por el arco del triunfo los Estatutos del Partido y que nos niegan a los afiliados los derechos de información y de participación? Pues nada, ahora le reitero en público, a ver si lo lee, la misma petición: copia de los presupuestos anuales, balances y acceso a la documentación económica de mi Junta local porque quiero saber cómo se ha gestionado mi dinero y porque me preocupan tantas noticias negativas sobre las cuentas de mi partido. ¿Hay algo de malo en ello?

Santiago de Munck Loyola

sábado, 16 de febrero de 2013

Inauguración del local del Foro Esperanza Popular.


Intervención de Santiago de Munck:

Buenas noches:

Gracias a todos los que os habéis animado a participar en este sencillo acto y gracias también a los que con vuestro desinteresado trabajo y vuestras aportaciones lo habéis hecho posible.

Con la inauguración y puesta en marcha de este local culminamos un largo proceso iniciado hace muchos meses en las redes sociales. El Foro Esperanza Popular no es ya sólo un lugar de encuentro virtual en Internet, sino un espacio físico y concreto en el centro de nuestra ciudad, un lugar en el que nos podemos dar cita los vecinos, los votantes y los “populares” para hablar, para debatir y para proponer soluciones a los problemas de nuestra ciudad.

Por primera vez en muchos años, los vecinos, los votantes, los simpatizantes y los afiliados populares tenemos un lugar de encuentro. Ya veis. No era tan difícil. Hoy es una realidad que demuestra que cuando hay voluntad política, que cuando se cree de verdad en la participación de la gente en la política se puede conseguir.

Y como también podéis apreciar, es un local sencillo y austero, sin moquetas ni lujos, pero que tiene mucho más valor político y moral que cualquier otro porque ha surgido desde abajo, desde la militancia, desde la voluntad de regenerar la desprestigiada política desde y por la calle.

“Esperanza Popular” no es, pese a lo que puedan decir, ni un nuevo partido político, ni una nueva familia o corriente dentro del Partido Popular. ¡Bastantes hay ya!  “Familias”, “sensibilidades”, “clanes”… las llaman de muchas maneras. Sabemos que existen en el PP de la ciudad de Alicante. Son las que lo han destrozado. Son las que lo controlan y las que impiden, año, tras año, que los afiliados puedan ejercer sus derechos de participación dentro del mismo. Son las que ha decidido por su cuenta que la Junta Local de Alicante deje de existir y en su lugar aparezcan la Junta de Benalúa o la Junta de la Albufereta privando con ello al Partido Popular de una única voz en la ciudad frente a los socialistas. “Esperanza Popular” es un foro de debate y reflexión para impulsar valores y principios básicos dentro del Partido Popular y en la política de la ciudad, valores como la libertad, la participación, la eficacia, la honradez, la austeridad y la ejemplaridad de los cargos públicos, el diálogo y la cercanía los problemas del ciudadano. Y si alguien encuentra en ello motivo para echarnos de nuestra casa que actúe en consecuencia. Quedará perfectamente retratado.

Hoy, habréis podido leer la noticia de que en la Dirección Provincial del PP tienen intención de expedientarnos por este acto de apertura del local. Hace unos días recibí esta carta amenazadora del Secretario Provincial requiriéndome para que no inaugurásemos una oficina electoral porque según él “estaríamos anticipándonos a un proceso electoral interno con actos que dañarían la imagen del Partido” y eso era vulnerar los Estatutos del Partido Popular. Pues bien, le obedecimos. Este local no es una oficina electoral. Sin embargo, la semana pasada pudimos leer en el Diario Información el siguiente titular: El PP pide apoyo a Castedo para apuntalar la nueva estructura del partido en Alicante. La cúpula provincial popular reúne a la alcaldesa y a los principales ediles para garantizar su respaldo el proceso  interno en la capital. Nadie desmintió la noticia. Y yo me pregunto ¿quién se está anticipando a un proceso electoral interno para “apuntalarlo”? ¿Reunirse con imputados para “apuntalar” o amañar una elecciones internas no es dañar la imagen del Partido? Una vez más ¿sólo los afiliados de base estamos obligados a cumplir los Estatutos y la Dirección Provincial no? Pues, expediente por expediente, si nos lo abren pediremos que abran otro paralelo a los que se anticipan a las elecciones internas para “apuntalarlas”. Por cierto, de paso, a ver si el Comité Regional de Derechos y Garantías resuelve antes la impugnación que hicimos sobre la supresión de la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Queridos amigos, quienes compartimos los valores y principios que antes he mencionado no somos el enemigo, ni el adversario de quienes rigen el Partido Provincial. Se equivocan. Si en vez de mirarse el ombligo y de vigilar sus privilegios mirasen de verdad a su alrededor lo comprobarían perfectamente. Antes de que estallase el montaje de Bárcenas, las encuestas señalaban que la intención de voto del Partido Popular en la Comunidad Valenciana había caído más 15 puntos, un 50 % más que a nivel nacional, y que en concreto, de celebrarse elecciones municipales en Alicante, el PP perdería la mayoría absoluta en el Ayuntamiento. Y eso significa que algo se está haciendo especialmente mal aquí. No puede justificarse apelando al desgaste de las necesarias medidas del Gobierno de España porque la pérdida de votos es muy superior aquí. Y ante esta grave situación sólo hay dos caminos:

El primero, intentar silenciar cualquier voz crítica interna y cualquier iniciativa regeneradora que propugne la extirpación de lo que se está haciendo mal con el silencio, la sumisión y la complicidad de las bases.

El segundo, rebelarse contra la pasividad, contra el cómodo estatus político de la organización y promover el debate, el análisis y la participación para encontrar entre todos soluciones que nos hagan acreedores otra vez de la confianza ciudadana. Yo apuesto por el segundo camino.

Y lo hago, al igual que los demás compañeros de “Esperanza Popular” porque me siento muy orgulloso de los principios y valores del Partido Popular, aunque en ocasiones, sienta una absoluta vergüenza por las noticias escandalosas que protagonizan algunos compañeros. Quiero a mi partido y por eso quiero que cambie lo que se esté haciendo mal.

Y lo hago también porque quiero a esta hermosa y acogedora ciudad que es mi hogar desde hace diez años y que se merece todos los esfuerzos necesarios para ofrecerle lo mejor y no los vergonzosos titulares que casi a diario manchan su nombre.

Queridos amigos, en política, como en la vida, hay que luchar, trabajar y apostar por lo que uno quiere de verdad. Es cierto que el éxito no depende sólo de uno mismo y que, a veces, la vida es injusta, pero solo se gana cuando se arriesga. Ánimo y a seguir trabajando. Gracias a todos una vez más.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 20 de enero de 2013

Las cuentas del PP claras en Madrid y en Alicante también.



El revuelo organizado por las informaciones periodísticas sobre las cuentas suizas del ex tesorero del PP, Sr. Bárcenas, y sobre las acusaciones de pagos de sobresueldos entre miembros de la cúpula del Partido Popular mientras este señor se ocupaba de las cuentas del partido es más que evidente. Estas informaciones escandalizan a cualquiera y aunque es necesario mantener cierta prudencia sobre su veracidad porque tienen que ser probadas y porque están siendo difundidas por el entorno de Bárcenas dentro de su estrategia defensiva, no es menos cierto que su verosimilitud se deriva de la tradicional opacidad de los partidos políticos en torno a sus ingresos y sus gastos. Los partidos políticos se han organizado un sistema legal de fiscalización a su medida. Entregan sus cuentas al Tribunal de cuentas y éste emplea 4 o 5 años en revisarlas y si detecta cualquier anomalía en la financiación suele ser cuando la posible infracción ya ha prescrito.

Ayer, la Secretaria General del Partido Popular, Mª Dolores de Cospedal admitía, como no puede ser menos, que las informaciones de los últimos días sobre el caso Bárcenas “pueden provocar escándalo” y “son de tal de gravedad” que el Partido Popular ha decidido “revisar sus cuentas” de los últimos años. Afirmó, además, que “vamos a revisar la gestión, de ahora y de hace tiempo, para enseñársela a todos los españoles con las manos limpias y demostrar que la inmensísima mayoría de los cargos y militantes del PP son honrados”. Pues bien, no parece necesario, por obvio, demostrar que la inmensa mayoría de los cargos y militantes del PP son honrados. Lo que hace falta demostrar y denunciar ante la opinión pública y la Justicia quiénes son los cargos y militantes populares que no son honrados, hay que demostrar que las cuentas del Partido Popular están impolutas y que no hay financiación ilegal del partido.

Pero lo que de una vez deberían hacer es enseñar las cuentas del partido a los propios militantes y afiliados porque es impresentable que no tengamos acceso a las cuentas de nuestro partido. Es estupendo que se quieran enseñar a los españoles en general, pero ¿por qué se ocultan año tras año a los afiliados? En la inmensa mayoría de las asociaciones o en cualquier comunidad de vecinos, sus miembros reciben anualmente el balance con los ingresos y gastos detallados. Sin embargo, eso no ocurre en la inmensa mayoría de los partidos políticos y desde luego no ocurre en el Partido Popular. Y resulta más llamativa esta falta de transparencia cuando se supone que los ingresos de un partido político son, en su inmensa mayoría de origen público, vía subvenciones, y por tanto aportados por los contribuyentes. A estos ingresos hay que sumar los provenientes de las cuotas de afiliación y donaciones. Si sólo existen estas tres fuentes de financiación ¿por qué se ocultan a los afiliados? ¿Tenemos que esperar 4 o 5 años para acudir al Tribunal de Cuentas a ver si nos dicen en qué se ha gastado nuestro dinero nuestro propio partido político? Ridículo. No caben excusas, no pueden seguirse amparando en las especiales características de un partido político para ocultar sus cuentas a quienes forman parte del mismo o a los contribuyentes. Los partidos políticos son instrumentos de participación, cauces de canalización, de conformación de la voluntad política, son importantísimos instrumentos sobre los que se asienta la democracia, pero son también “empresas” que ingresan y gastan, que usan el dinero de los contribuyentes y de sus afiliados y deben rendir cuentas a los mismos.

Los afiliados queremos saber y lo exigimos. Se trata de un derecho estatutario, obtener información, y de un deber político de los dirigentes políticos. Y descendiendo al ámbito local de la organización popular, los afiliados, cuando leemos en la prensa que los dirigentes provinciales nos piden un euro por cabeza para saldar deudas de la organización provincial, también queremos saber por qué. No sólo no nos envían el balance correspondiente, sino que además tienen la poca vergüenza de pedírnoslo por la prensa, ni una carta explicando las razones. Y lo más sangrante es que nos lo pidan a los afiliados de la ciudad de Alicante que llevamos años pagando nuestras cuotas sin que ni tan siquiera dispongamos de una sede propia, ni de una simple página Web para ser informados. ¿En qué se han empleado nuestras cuotas? ¿Cuáles son las cuentas del PP de la ciudad de Alicante? ¿Quién es el tesorero? ¿Cuánto se debe? ¿A quién? Queremos saber y lo exigimos, sí, porque es nuestro derecho. Le moleste a quien le moleste.

Santiago de Munck Loyola

jueves, 13 de diciembre de 2012

Populares de la “casa” y para la “casa”.



Tras la presentación del Manifiesto por la Regeneración del PP de Alicante promovido por el Foro Plataforma Popular ( https://www.facebook.com/pages/Foro-Plataforma-Popular-de-Alicante/142778659189545?fref=ts ) y la candidatura a la Junta Local del PP “Esperanza Popular” parece que algunos miembros del “aparato” del partido están haciendo correr toda clase de rumores sobre las intenciones de quienes participamos y promovemos este movimiento con el único fin desacreditarnos y de impedir la expansión de nuestras propuestas.

Lo primero que hay que dejar claro es que no existe la más mínima intención de promover ninguna candidatura independiente de cara a las futuras elecciones municipales, ni de provocar una escisión interna, ni, por supuesto, de crear un nuevo partido en la ciudad de alicante. Quien afirma lo contrario sencillamente miente.

Somos un grupo, cada día más numeroso, de afiliados del Partido Popular, algunos por ejemplo desde mucho antes de que lo fuese nuestro Presidente Provincial, que compartimos una misma preocupación por la forma de funcionar nuestro partido, que creemos que hay muchas cosas que mejorar internamente y que propugnamos una forma de hacer política sustentada en determinados valores y principios bastante ausentes, hoy por hoy, en la vida política de nuestro entorno. No es tan difícil de entender: queremos mejorar nuestro partido, corregir errores y ofrecer a los ciudadanos un proyecto político basado en la honestidad, la ejemplaridad, la austeridad, la transparencia y la eficacia en la gestión pública. ¿A quién le puede parecer mal eso?

Sabemos, porque lo sufrimos y porque así nos lo reconoce la inmensa mayoría de nuestros compañeros, que durante años los afiliados y los militantes de la ciudad de Alicante no han tenido el papel protagonista que legítimamente les corresponde. El PP de la ciudad de Alicante no ha funcionado como una organización política participativa y democrática. Por no tener no ha contado ni con una sede propia, ni tan siquiera con una simple página web. Ha sido un gueto, un coto cerrado en el que determinados grupos y “familias” se han repartido los puestos y en el que el militante sólo ha sido llamado para llenar mítines, cenas o realizar funciones de apoderados o interventores en las elecciones. Unos pocos han hecho y desecho a su antojo. ¿A quién puede molestarle que queramos acabar con este panorama? Evidentemente a quienes se han servido de nuestro partido, a los acomplejados que temen la competencia que la participación de cientos de afiliados más preparados que ellos les pudiera suponer y a quienes no creen en los principios y valores que inspiran el ideario político del Partido Popular. Así de sencillo, así de fácil y, por ello, tratan de de descalificarnos adjudicándonos objetivos e intenciones falsos.

Queremos que restituyan a los afiliados alicantinos todos sus derechos, empezando por la propia Junta Local de la Ciudad eliminada, sin consultar por supuesto con los militantes, en contra de lo establecido en los Estatutos Nacionales del PP y con el único fin de impedir un proceso interno democrático que pudiera poner en peligro el estatus de quienes de siempre han venido controlando la organización local y se han servido de ella.

Queremos que, una vez restituida, se convoquen elecciones internas con todas las garantías democráticas para lo que es imprescindible que se depure el censo de afiliados que está artificialmente inflado como consecuencia de las cainitas y estúpidas guerras internas entre campistas y zaplanistas.

Queremos presentar una candidatura sustentada en las bases de militantes, sin padrinos políticos ni tutelas, ofreciendo un programa y unos compromisos de actuación para la Junta Local basados en la democracia interna, en la participación permanente de los afiliados, en la formación política, en el debate interno, en la colaboración con los agentes sociales de la ciudad y en la exigencia a nuestros afiliados en cargos públicos de conductas honestas, ejemplares, transparentes y austeras. ¿A quién le parece mal esto? ¿Quiénes y por qué combaten con insidias estos objetivos?

Porque somos vecinos alicantinos comprometidos con nuestro partido y con nuestra ciudad nos duele profundamente el panorama muchas veces bastante desolador que se ofrece ante nosotros. No queremos permanecer inactivos ni pasivos, porque no podemos ser cómplices de una realidad que no nos gusta. Las cosas se pueden corregir desde dentro y si hubiese canales internos de debate y participación no haría falta salir a los medios de comunicación, muchos de los cuales por cierto nos ignoran, para expresar estas ideas. Cada uno de los militantes del PP de la ciudad de Alicante tenemos una responsabilidad que no podemos, ni debemos eludir por comodidad, cobardía o simple desánimo. En nuestras manos está poder cambiar las cosas.

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Sin capacidad de elección no hay libertad.




Según nos cuentan últimamente todos los estudios sociológicos, cada día es mayor el número de ciudadanos que se aleja de la política y de los políticos. El rechazo a la clase política va creciendo y con ello la distancia entre la gente y los políticos. Se está generando un caldo de cultivo cuyo desarrollo está aún por ver pero que, vistas otras experiencias en países similares, puede generar consecuencias negativas impredecibles para nuestro sistema. La clase política y la partitocracia no están a la altura de las circunstancias, ni responden a las expectativas que la mayoría de los ciudadanos ha depositado en ellos. No puede olvidarse que la actual situación de crisis con toda su larga lista de consecuencias negativas para la vida diaria del ciudadano tiene unos claros culpables: la clase dirigente española, la política, la sindical y la empresarial. Unos y otros y cada cual en su ámbito de competencia son los que por acción u omisión nos han llevado donde estamos. Y son precisamente los responsables de este desastre los que ahora tienen que sacarnos del agujero al que nos han conducido. Es normal, por tanto, que confundiéndose culpables con salvadores se extienda cada vez más esa desconfianza. Pero es que, además, en muchos casos la clase dirigente parece vivir una realidad muy distinta a la que diariamente percibimos los ciudadanos y esta afirmación se comprueba cuando vemos las tardías reacciones a la hora de abordar graves problemas como el de los desahucios, por citar sólo uno. Es evidente que existen dos realidades paralelas: la de la clase dirigente y la del ciudadano.

Circulan también algunas encuestas que, en el caso del PP de la Comunidad Valenciana, vaticinan una grave pérdida de confianza electoral, pérdida que curiosamente no es recogida por su rival electoral directo el PSPV, lo que, sin ninguna duda, viene a confirmar ese distanciamiento ciudadano hacia la clase política. Sería suicida para las formaciones políticas y para el propio sistema que, analizada la situación presente, no se abordasen de forma inmediata determinados procesos internos para recuperar valores y posiciones que sintonicen mejor con los problemas y aspiraciones del ciudadano.

En este contexto, un problema que afecta a muchas organizaciones y en especial a los partidos políticos, y más aún cuando sus estructuras internas se institucionalizan, es la tendencia a la entropía, a cerrarse sobre si mismos, sobre sus cuadros y sus discursos internos estrangulando los flujos entre la sociedad y su vida interna. Un claro reflejo de este problema se pone de manifiesto en los procesos de renovación interna. Los poderes territoriales superiores intentan siempre que los inferiores sean “de su cuerda” para lo que no dudan en controlar y, si es preciso, manipular los procesos electorales internos de los órganos inferiores. Se consigue así una organización monocolor, cómoda, dócil y manejable, pero se ahonda en el principal problema, en la desconexión con la realidad social. Son los militantes de estas organizaciones quienes están en la calle, quienes a diario viven y sufren lo mismo que el resto de los ciudadanos y son, por tanto, quienes podrían elegir mejor en sus ámbitos territoriales a las personas idóneas para liderar esa realidad. Pero desgraciadamente no ocurre así.

Un claro ejemplo de ello es el proceso de renovación de las Juntas Locales del PP en la Provincia de Alicante. La primera e incomprensible obsesión del Comité Provincial de Alicante es que en estos procesos electorales internos no haya más de un candidato a Presidente por localidad y entienden, y así se lo trasladan a la prensa, que cuando hay más de uno es que hay conflicto. Pues, no señor, el problema de verdad es cuando no hay más de un candidato, cuando el militante no puede elegir libremente entre varias opciones. Pero ¿por qué esta enfermiza obsesión? ¿Por qué entienden que es malo que haya más de un candidato y que los militantes puedan elegir al que más les convenza? Nada hay más bonito en democracia que poder elegir y la capacidad de elección solamente se realiza plenamente cuando hay más de uno en la competición. Lo contrario no es elegir, es ratificar. No hay democracia sin libertad y la máxima expresión de la libertad es la capacidad de elección. No es tan difícil de entender. 

Decía John Stuart Mill que “el genio sólo puede respirar libremente en una atmósfera de libertad” y es cierto. Por ello, el reino de la mediocridad es lo que han conseguido estos últimos años los partidos políticos y con la mediocridad, la incompetencia, la ineficacia, el despilfarro y la corrupción. Más que nadie, los dirigentes del PP deberían abrir las puertas del partido a los que constituyen la mayor riqueza del mismo, los militantes, y deberían hacerlo sin miedos, con grandeza de miras, con generosidad y absoluta confianza porque son ellos los que mejor pueden elevar a la organización lo que pasa en la calle de verdad y romper así con esa tendencia casi suicida de no saber o no querer reaccionar ante unas perspectivas poco halagüeñas.

Santiago de Munck Loyola

sábado, 17 de noviembre de 2012

Impugnación contra la supresión de la Junta Local del PP de Alicante.


El jueves, día 15 de noviembre, los miembros del Foro Plataforma Popular de Alicante presentaron el Manifiesto por la Regeneración Interna del PP de la ciudad de Alicante. Entre los asistentes a dicho acto, se encontraba un compañero de Partido, Francisco Mestre, que tomó la palabra al finalizar el acto para expresar su sentimiento de pena por muchas cosas que se habían dicho. Dijo que era cierto que en 21 años de militancia en la ciudad sólo había recibido dos cartas de la organización popular alicantina, pero que éso nunca le había impedido participar en la vida interna del partido. Como prueba de su afirmación señaló no sólo que había podido participar en las reuniones previas en las que se discutieron los textos de las ponencias del último Congreso Provincial, sino que además formaba parte de la nueva Comisión Jurídica que se había constituido pocas semanas atrás. Preguntado entonces por qué no se había contestado a la impugnación que varios militantes habían presentado en octubre contra de decisión del Comité Provincial de suprimir la Junta Local de Alicante, contestó que no tenía conocimiento de ninguna impugnación y que nadie les había dado traslado de la misma, pero que exigiría de inmediato que se trasladase dicho documento. 

¿A éso le llaman participación? ¿Éso es transparencia? Bueno, pues aquí tienen el texto de la impugnación, por si se lo siguen ocultando a los miembros de la Comisión Jurídica.

Santiago de Munck Loyola.

A/a Sr. Presidente Provincial de Alicante.
A/a Comité Ejecutivo Provincial.

Los abajo firmantes, afiliados del Partido Popular, con domicilio a efectos de notificaciones en la C/ __________ de Alicante,

EXPONEN

Que han tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de la decisión del Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante, adoptada el jueves 11 de octubre de 2012, de cesar a la Junta Local de la Ciudad de Alicante, de nombrar una Gestora, de suprimir la Junta Local de la Ciudad, no convocando por tanto las preceptivas elecciones internas a la Presidencia de la misma, y de crear entre diez o doce Juntas de Distrito.

Que, al parecer y según se desprende también de declaraciones de los dirigentes Provinciales, la desaparición de la Junta Local de la ciudad de Alicante y su sustitución por Juntas de Distrito se haría siguiendo el modelo de la ciudad de Madrid y no el de Valencia donde sí existe una Junta Local.

Que, considerando esta decisión contraria al espíritu y la letra de los Estatutos Nacionales del Partido Popular y a los principios de democracia interna, participación e información, es por lo que solicitamos su anulación sobre la base de las siguientes

CONSIDERACIONES

El Art. 18 “Principios de organización interna” señala lo siguiente:

La organización y estructura general del Partido Popular se configura en orden a los siguientes principios básicos:
b) La promoción de cauces para el debate en el seno del Partido, como expresión de su democracia interna.
c) La participación, en igualdad de oportunidades,  de todos y cada uno de los afiliados, como eje fundamental de vertebración del Partido.

Es evidente que la decisión de la Junta Provincial, legitimada por una interpretación literal del Art. 14.3 de los Estatutos Provinciales, afecta de forma directa a la organización y estructura del Partido Popular de la ciudad de Alicante que inexorablemente debe estar configurada por la promoción del debate en el seno del partido como expresión de la democracia interna y, además, con la participación de todos los afiliados en igualdad de condiciones. Suprimir la Junta Local de la ciudad de Alicante supone modificar la estructura y la organización local e, ignorando los principios de organización interna, la dirección provincial ha adoptado esa decisión sin debate de los afiliados afectados, sin la más mínima consulta a los mismos y, por supuesto, sin participación de los afiliados de la ciudad de Alicante. Esta decisión, por tanto, ha prescindido de la democracia interna como eje fundamental de la vertebración del partido y además, con ello, quiebra la igualdad de oportunidades de los afiliados de Alicante que no han gozado, ni gozarán de los mismos derechos que ostentan los afiliados de las organizaciones locales vecinas.

Además, tomar una decisión de tanta trascendencia a pocos meses de la celebración del Congreso Provincial en el que el entonces candidato y hoy Presidente Provincial no anunció su intención de suprimir la Junta Local más importante de la Provincia es absolutamente injustificable: o bien entonces se tenía decidido tomar una decisión como ésta y se ocultó deliberadamente a los compromisarios o bien se está improvisando ahora. En cualquier caso no es admisible desde una perspectiva democrática y transparente y exige una explicación formal a los miles de afiliados de la ciudad de Alicante.

El Artículo 19.3 de los Estatutos Nacionales del Partido Popular señala que “el Partido Popular, a través de sus estructuras territoriales, procurará su presencia permanente en todos los municipios mediante la creación y potenciación de las Juntas Locales”.

Por su parte, el Artículo 20.5 de los Estatutos nacionales, al igual que el Artículo 14.3 de los Provinciales, señala que “en los municipios cuyo número de habitantes o afiliados así lo exija, podrán constituirse Juntas de Distrito por acuerdo del Comité Ejecutivo Provincial, insular o Regional, en el caso de las demás Comunidades Autónomas Uniprovinciales, correspondiente”.

Es evidente que el principio de jerarquía normativa lleva a poner de relevancia, en primer lugar, el contenido del Artículo 19.3 de los Estatutos Nacionales. Del mismo se deduce que las estructuras territoriales, en este caso, la dirección de la Provincia de Alicante, debe procurar la presencia permanente del Partido Popular en todos los municipios mediante la creación de Juntas Locales en aquellos en los que no exista y mediante la potenciación de las Juntas Locales que ya existen, como es el caso de la Ciudad de Alicante. Y, como cualquiera puede entender, potenciar una Junta Local no es precisamente suprimirla, ni sustituirla por Juntas de Distrito. Éstas, las Juntas de Distrito, son órganos auxiliares y descentralizados de las Juntas Locales, pero no órganos sutitutorios. Si ésa fuese la finalidad prevista en los Estatutos Nacionales, es más que evidente que sobraría, en su actual redacción, el Artículo 19.3. Y, además, si ésa fuese la finalidad del Artículo 20.5 de los Estatutos Nacionales lo que establecería sería la posibilidad de sustituir las Juntas Locales por Juntas de Distrito. Por tanto, no cabe más remedio que deducir que la decisión de la dirección provincial de Alicante se sustenta en una interpretación forzada de los Estatutos del Partido Popular, contraria al espíritu y la letra de los mismos que, además, no se basa en motivos objetivos, ni mucho menos, en principios democráticos de participación de los afiliados afectados.

No cabe alegar, por otra parte, que la decisión obedece al número de habitantes o de afiliados porque de ser así habría que plantear los mismos motivos y aplicar la misma decisión a la ciudad de Elche, si no se quiere seguir profundizando en agravios comparativos para los afiliados de Alicante a los que se relega a una categoría inferior en sus derechos políticos.

Y tampoco es de recibo tratar de importar el modelo de la ciudad de Madrid que, ni por habitantes, ni por número de afiliados, es comparable a la ciudad de Alicante. Madrid cuenta con 3.200.000 habitantes (10 veces la población de Alicante) y el Partido cuenta con 21 Juntas de Distrito que se corresponden prácticamente con las Juntas Municipales del Ayuntamiento de Madrid. Es decir, que al partido está estructurado en torno a las Juntas Municipales, algunas de las cuales hasta hace unas décadas eran municipios independientes y, como tales, conservan ciertas particularidades. Existe pues una lógica administrativa y política en la estructuración del Partido Popular en la ciudad de Madrid que no se da, ni por casualidad, en la ciudad de Alicante. Por tanto, es evidente que tras la decisión de suprimir la Junta Local de la ciudad y de sustituirla por Juntas de Distrito no hay una razón políticamente lógica y coherente y que obedece a otras causas y razones públicamente injustificables.

La Junta de la Ciudad de Alicante ha estado prácticamente inactiva durante los últimos años, tal y como ha venido denunciando los medios de comunicación, y los afiliados de la misma han sido ignorados políticamente, sin participación en la vida del partido salvo para ejercer de apoderados e interventores, asistir a mítines o cenas del partido.

Sin embargo, existencia de la Junta Local de Alicante es imprescindible para que el Partido Popular tenga una presencia única en la vida política y social de la ciudad. La sociedad alicantina necesita un interlocutor popular, no diez, que aborde de forma global y con visión de conjunto los problemas y las necesidades de la ciudad. Y esa interlocución sólo puede constituirse y nacer desde la voluntad democráticamente expresada por los afiliados de la ciudad, únicos depositarios y titulares de derechos políticos en el Partido Popular.  Y eso sólo se puede alcanzar a través de un proceso interno limpio, transparente y democrático.

Resulta incomprensible el objetivo y los esfuerzos de la dirección provincial por impedir que el PP de la ciudad de Alicante exista y funcione como el instrumento político y territorial que los Estatutos Nacionales configuran y que no vuelque sus esfuerzos en el requisito previo y fundamental en todo proceso democrático: la depuración del censo de afiliados de la ciudad. De todos es sabido que dicho censo está enormemente inflado, que contiene muchas anomalías e irregularidades y que debe ser puesto al día de forma inmediata y urgente.

Por último, es preciso considerar que, al parecer, la decisión de suprimir la Junta Local de Alicante no estaba incluida en el orden del Día del pasado jueves 11 de octubre por lo que dicha decisión está además viciada en cuanto a su tramitación.

Por todas estas consideraciones, es por lo que

SOLICITAMOS

Que sea anulada la decisión del Comité Ejecutivo Provincial de Alicante de suprimir la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Que sea anulado el nombramiento de la Gestora y que sean repuestos en sus cargos, hasta la celebración de elecciones locales, aquellos que fueron elegidos por los afiliados de la Ciudad de Alicante, salvo que hayan cometido infracción estatutaria penada con la destitución.

Que se abandone la decisión de crear Juntas de Distrito y que dicha posibilidad quede en manos de los afiliados a través del debate interno y, en su caso, que dicha posibilidad sea respaldada mediante la elección de una Junta Local que la incluya en su programa electoral.

Que se proceda a constituir urgentemente una Comisión técnica que en el plazo de dos meses proceda a la depuración del censo de afiliados de Alicante o que, en su caso, se remita esta tarea a los órganos nacionales del partido habida cuenta la gravedad de las posibles irregularidades existentes.

Que, depurado el censo de afiliados, se proceda a convocar las elecciones a la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Que se entregue copia del Orden del Día del Comité Ejecutivo del día 11 de octubre de 2012 en el que se aprobó esta decisión así como copia certificada del acta de dicha reunión.

En Alicante, a dieciocho de octubre de 2012.

viernes, 26 de octubre de 2012

¿Miedo o alergia a las urnas en Alicante?




Durante años la mayor parte de los afiliados y simpatizantes del Partido Popular de la Ciudad de Alicante hemos asistido atónitos a las peleas entre diferentes grupos y clanes del partido agrupados en torno a determinadas personalidades. No se trataba de rivalidades o diferencias en torno a unas u otras ideas políticas, a debates ideológicos sino a personalismos egoístas con todas las consecuencias que ello conlleva. ¡Quítate tú para ponerme yo y, de paso, a los míos! Y “los que no están conmigo están contra mí”, obligando con ello a muchos afiliados a tomar partido, a ponerse una etiqueta con tal de tener cobijo en una determinada facción. El espectáculo indigno y bochornoso se completó, no hace mucho, con espectaculares cambios de chaqueta y de lealtades de algunos dirigentes locales. Es cierto que un árbol fuerte y grande puede ser arrancado por un vendaval y por eso algunos han preferido siempre ser simples juncos para inclinarse en la dirección del viento dominante.


Ni una palabra, ni una idea, ni un solo debate ideológico durante años. En muchos lugares, al alcanzar el poder, el Partido Popular se ha ido transformando paulatinamente pasando de ser un Partido de fuerte y abnegada militancia a un partido dominado por los cuadros, por el cuerpo de “profesionales” de la política. A ello hay que añadir un curioso y significativo proceso de absorción de “medradores”, de gente que no habiendo nunca militado en el Partido, y habiéndolo hecho a veces en otros, se ha ido incorporando o ha sido invitada a incorporarse y la generosidad del Partido ha sido tal que han terminado ocupando cargos públicos pasando por delante de la vieja militancia, e incluso dando lecciones sobre lo que debería ser el PP, a pesar de una evidente carencia de capacitación profesional y política. Y todos conocemos muchos casos con nombres y apellidos.

Lo cierto es que estos procesos han sido posibles porque mientras se han venido sucediendo los triunfos electorales pocos se han atrevido a cuestionar unos métodos bastantes alejados de lo que se supone debe ser un partido en el que impere la democracia interna real, no sólo la formal, un partido basado en la voluntad exclusiva del afiliado, y no de los cuadros, y un partido sustentado en el debate interno, la participación y la información. En cualquier partido político, los mediocres, los inseguros, los líderes apadrinados desde arriba y los “medradores” siempre temen a la democracia interna y al debate porque sus vergüenzas podrían quedar al descubierto.

El Partido Popular de la ciudad de Alicante ha sido durante los últimos años un claro ejemplo de lo que no debe ser un partido político realmente democrático y al servicio del afiliado y de los ciudadanos. Ha sido un partido con una existencia nominal, sobre el papel, con muchos supuestos afiliados que le otorgaban un teórico peso que se compadecía poco con la realidad pero que servía perfectamente al reparto de cuotas de poder entre las distintas familias y clanes que lo dominaban, mejor dicho, que lo dominan. Los afiliados no eran convocados salvo para votar, en pocas ocasiones, listas en papeletas previamente marcadas, para cubrir las mesas electorales como apoderados o interventores o para asistir a cenas o mítines. En años no han sido convocados a una sola reunión ni para participar en el programa electoral, ni para hablar del PGOU, ni para tratar cualquier tema sobre la ciudad. Participación nula, información nula, debate nada de nada. El Partido gobernante de la ciudad no tiene ni sede propia ni, tan siquiera, una mísera página web para comunicarse con los ciudadanos o los afiliados. Algo increíble, pero absolutamente cierto.

Muchos pensábamos que con el cambio producido con la elección de José Ciscar como Presidente Provincial el panorama iba a cambiar. De sus palabras en el Congreso Provincial se desprendía un deseo de cambio profundo que, entre otras cosas, iba a suponer la devolución de la palabra a los únicos depositarios de la soberanía dentro del partido, los afiliados. Y le votamos. Sin embargo, parece que aquello fue un espejismo. La decisión de su Equipo de suprimir la Junta Local del PP de la ciudad de Alicante es una vuelta al pasado, a unos hábitos que pensábamos que iban a ser desterrados. Pese a algunas declaraciones a los medios de comunicación intentando suavizar el alcance de esta decisión lo cierto es que:

1º Se suprime la Junta Local del PP de Alicante, es decir, que el PP de la ciudad deja de existir como tal  al copiar el modelo de la ciudad de Madrid.
2º Se crean diez o doce Juntas de Distrito del PP con lo que el Partido Popular de la Ciudad no tendrá una única voz frente a la sociedad alicantina.
3º Se baja de categoría a los afiliados de la ciudad en comparación con localidades como la de Elche en la que incluso sería más adecuada la división en distritos dada su configuración territorial.
4º Se hace sin contar, una vez más, con la opinión de los afiliados.

Y ¿por qué han tomado semejante decisión? ¿Porque hay muchos afiliados? ¿Porque hay muchos habitantes? No, no es por eso y lo sabemos todos. Se toma esta decisión porque el Presidente Provincial no ha encontrado el candidato a Presidente de la Junta Local del PP de Alicante a su medida o si lo ha encontrado no tiene la seguridad de que pueda ganar. Y éso es escandaloso por la sencilla razón de que desde una perspectiva democrática a los únicos que debe preocupar encontrar al candidato idóneo es a los afiliados, no al Comité Ejecutivo Provincial. La democracia va de abajo a arriba, no a la inversa y eso lo sabemos los que militamos en el PP de toda la vida. Son los afiliados los que deben elegir un Presidente para el PP de la ciudad de Alicante y no el Presidente Provincial. ¿Tan difícil es de entender? Creo que para cualquier demócrata no lo es.

https://www.facebook.com/pages/Foro-Plataforma-Popular-de-Alicante/142778659189545?fref=ts
La supresión del PP de la ciudad de Alicante y su sustitución por Juntas de Distrito es una burda maniobra para controlar, una vez más, al PP de Alicante que estaba empezando a despertar. Que no intenten engañarnos. En los Estatutos Provinciales aprobados en el último Congreso se aprobó un artículos que preveía la posibilidad, no la obligación de crear distritos pero ese artículo es una simple transcripción de los Estatutos Nacionales del PP y, desde luego, nadie en aquel Congreso anunció su intención de “cepillarse” al PP de Alicante. O se mintió entonces o se improvisa ahora. En Política nunca hay nada definitivo y cuando se comete un error es mejor rectificar cuanto antes. ¿Por qué no dejan que los afiliados de la ciudad decidamos lo que queremos para nuestro partido? ¿Por qué tienen tanto miedo a las urnas? Sinceramente, un servidor no lo entiende.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 21 de septiembre de 2012

Las cuentas del PP de Alicante.




Hay que ver las sorpresas que se llevan los afiliados del Partido Popular cuando echan un vistazo a la prensa. Hoy, 21 de septiembre, hemos sabido por dos periódicos, El Mundo y el Diario Información, que nuestra organización Provincial arrastra una deuda de 104.000 euros. Bien está que se sepa pero ¿la información y la transparencia no debería empezar con los afiliados antes que por los medios de comunicación? Parece que un mínimo de respeto al afiliado así lo exigiría y más aún cuando se trata del dinero que muchos ponemos mensualmente para que nuestra organización local funcione.

Bueno es también que la nueva dirección provincial quiera poner orden y sanear las cuentas de la organización provincial y que revise el coste de los medios e infraestructuras de la misma. Sin embargo, hay algunas cosas que no cuadran si las noticias aparecidas son absolutamente exactas.

En ambos medios de comunicación se señala que la dirección provincial va a solicitar a cada junta local que aporte un euro por afiliado para sanear las arcas provinciales del Partido Popular, pues la recaudación de las cuotas de afiliación corresponde a las organizaciones locales. De ello se desprende un hecho importante: la organización provincial no recauda directamente cuotas de afiliación y hasta el día de hoy no se ha articulado ningún mecanismo oficial para costear los gastos provinciales. ¿Y cómo pues se ha venido sosteniendo hasta ahora? Pues parece que la clave la proporciona el Diario El Mundo. La organización local de Alicante, con más de 7.000 afiliados, está “desactivada”, carece de estructura y de funcionamiento interno, está diluida en la organización provincial. Esto quiere decir que la organización provincial, al margen de otros ingresos que pudiera tener (un auténtico misterio pues a los afiliados no se les proporciona información económica) se nutre fundamentalmente de las cuotas de afiliados de la Ciudad de Alicante. Es decir, que los afiliados de la Ciudad de Alicante carecen de organización propia, de sede propia y de funcionamiento interno y, simultáneamente, son los que sostienen económicamente la organización provincial. Este hecho constituye, sin ninguna duda, un agravio comparativo respecto a los afiliados de las demás localidades de la Provincia.

Es evidente que la Junta local del PP de Alicante, que por su número de afiliados debería ser la más importante e influyente de la Provincia, es una organización muerta y lo es así porque durante mucho tiempo a algunos dirigentes locales y provinciales les ha interesado que así sea. Con ello, tras el paraguas nominal de una organización local, han podido esgrimir una cuota de poder interno en sus cambalaches políticos, en sus conflictos de familias políticas y en sus repartos de cargos públicos. Como es lógico, en una organización política “desactivada” no existe ni democracia interna ni participación, sencillamente porque no hay vida política interna.

Dos cuestiones preocupantes se deducen también de las informaciones publicadas. De una parte, el Secretario General Provincial afirma que son las Juntas Locales las que recaudan las cuotas y que aunque los afiliados pagan religiosamente “hay múltiples posibilidades de exenciones del pago para jubilados, parados, etc. que cada Junta establece. Es verdad que el Artículo 5.9 de los Estatutos Provinciales establece que es un deber del militante “Abonar con la periodicidad señalada las cuotas correspondientes. Corresponderá a cada Comité Ejecutivo Local, de acuerdo con la recomendación de la cuota orientativa fijada por la Junta Directiva Nacional, determinar el importe de las mismas atendiendo a la capacidad económica de cada militante”. Pero lo cierto es que a los afiliados de la ciudad de Alicante no se les ha comunicado ni cual es la cuota orientativa ni qué exenciones están establecidas y que, teniendo en cuenta que en los próximos congresos locales sólo podrán votar los afiliados al corriente de pago de la cuota, se está instalando una peligrosa incertidumbre jurídica que puede oscurecer el desarrollo de dichos procesos electorales.

Por otra parte, la afirmación del Diario Información señalando que los censos de afiliados del Partido Popular de Alicante “están hinchados” supone, de ser cierta, una mala noticia para que se puedan abordar las elecciones internas con absolutas garantías para los diferentes aspirantes que puedan presentarse. De ser cierta esta afirmación constituiría una obligación prioritaria de la nueva dirección provincial proceder a la depuración y actualización de dichos censos de forma previa a la convocatoria de los Congresos Locales. Demorar esta revisión no sería nada positivo para la salud democrática y económica del Partido y para ello deberían empezar por nombrar una Gestora en la Ciudad de Alicante que se ocupe de poner al día el censo de los afiliados y la cuentas de la Junta Local antes de que los afiliados nos veamos obligados a reclamarlo formalmente y por las vías legales procedentes.

En definitiva, parece que se ha abierto una nueva etapa en la vida del PP provincial, pero queda aún mucho camino por recorrer para mejorar una organización política clave para el desarrollo de la Provincia de Alicante. Y si hay una organización local donde ha de iniciarse una nueva etapa de regeneración de forma urgente es precisamente en la Junta Local de Alicante. Los afiliados de la ciudad no podemos seguir permitiendo que se encuentre “desactivada” nuestra organización local. No podemos tolerar que siga siendo usada como un instrumento al servicio de otros intereses que no sean los de los afiliados y de los ciudadanos de Alicante. Necesitamos una organización local fuerte, con autonomía como las juntas de otras ciudades, con sede propia, a pie de la calle, abierta a los vecinos, enraizada en los barrios y las organizaciones y movimientos sociales. Necesitamos un Partido Local regenerado, participativo, con voz propia en la Provincia y basado exclusivamente en la voluntad política de los afiliados. Y quieran algunos o no, lo vamos a intentar.

Santiago de Munck Loyola

jueves, 26 de julio de 2012

Hacia la regeneración del PP de la ciudad de Alicante.


Hace casi 15 días se celebró el XIII Congreso Provincial del Partido Popular de Alicante en el que se eligió a José Ciscar como Presidente y se ratificó el nuevo equipo que habrá de dirigir durante los próximos tres años la organización popular. Se notó tanto en la intervención del nuevo Presidente como en el tono de muchos intervinientes un esperanzador cambio de discurso, que además se plasmó en algunos cambios estatutarios, apelando por una parte a la participación de los militantes y por otra a la superación de diferencias internas que tanto daño han hecho a la unidad del Partido. La partitura congresual dibujaba una melodía de integración, de participación y de ejemplaridad en la gestión pública. Falta ahora ver cómo la nueva orquesta es capaza de interpretar con fidelidad y virtuosismo esta partitura o si con el tiempo desafina como la orquesta anterior.

Hace tan sólo tres días, José Císcar presidió su primera reunión de la nueva directiva alicantina y durante su intervención pidió a los altos cargos del partido una mayor proximidad a los ciudadanos, para que se sientan escuchados y atendidos por el PP. Tras la reunión, el nuevo Secretario General del PP, José Juan Zaplana, subrayó la necesidad y la importancia de la ejemplaridad de los cargos públicos, insistiendo con ello en una de las principales líneas argumentales del pasado Congreso provincial.

Se ha abierto, por tanto, una nueva etapa en el Partido Provincial que intenta, por una parte, superar la vieja y absurda división entre campistas y ripollistas (aunque algunos de estos últimos han sido sonora e injustamente marginados en el cónclave provincial) y, por otra, impulsar un nuevo estilo marcado por las ideas de participación y ejemplaridad. Por cierto que la única consecuencia positiva que puede sacarse de la superada contienda entre campistas y ripollistas es poder comprobar cuanto chaquetero anda suelto por la casa y que ruin y deshonesta puede llegar a ser la condición humana. Tan deshonesto es el chaquetero como quien le recompensa la traición.

Ahora, tras el Congreso Provincial se abrirá el período de renovación de las Juntas Locales con las consiguientes tensiones internas en cada localidad para hacerse con la Presidencia local. En una gran organización como la del Partido Popular siempre que se abren períodos electorales internos, “los de arriba” suelen caer en la tentación de intervenir en los procesos locales para tratar de “colocar” a los suyos y lo que debería ser una fiesta democrática en la que todos los militantes pueden optar a liderar o a colaborar con su organización local termina por convertirse en el paso de una “apisonadora” sobre la democracia interna. Habrá que confiar en que el talante y las palabras de los nuevos dirigentes provinciales se traduzcan en hechos y que, por tanto, la democracia interna brille esta vez con fuerza en todos los procesos electorales de las Juntas Locales alicantinas.

También, como no, los militantes de la ciudad de Alicante tendremos dentro de poco tiempo la oportunidad de elegir a nuestro Presidente Local y a nuestra Directiva Local. Y si hay una Junta Local donde tienen que cambiar las cosas en profundidad es en la ciudad de Alicante. Los militantes de la ciudad de Alicante no han tenido en los últimos nueve años, al menos, la ocasión de participar en reuniones sectoriales, ni en la elaboración de los programas electorales, ni tan siquiera en los procesos electorales para los Congresos del Partido. Ni una reunión para afiliados en nueve años, ni circulares informativas, nada de nada. Los militantes de la ciudad sólo han sido convocados para cubrir las mesas electorales como apoderados e interventores, para acudir a cenas del Partido o para rellenar los mítines y poco más. Y eso no puede seguir así.

Es muy probable que desde las “familias” y “clanes” que hasta ahora han venido controlando y estrangulando la vida interna del PP de la ciudad de Alicante se promueva una candidatura seudo oficial a la Presidencia, pero es casi seguro que no va a ser la única.

Poco a poco se han ido organizando reuniones de quienes aspiran a un PP local renovado, abierto, participativo y conectado con los barrios de la ciudad, de quienes aspiran a una organización local que sea algo más que una maquinaria electoral y de las mismas va a salir una candidatura a la Presidencia Local. Se está organizando una plataforma popular cuyo objetivo es la regeneración democrática del PP de la ciudad de Alicante y cuyos principales ejes de actuación pasan por dotar a la organización local de autonomía funcional, por promover la participación de los militantes, por implantar la ejemplaridad y la responsabilidad ante la organización local de los cargos públicos locales, por hacer presente al PP en todos los barrios y en todos los segmentos sociales, por servir de cauce de comunicación entre los ciudadanos y las instituciones y, en definitiva, por servir al conjunto de la sociedad alicantina.

Los aires de cambio del XIII Congreso Provincial tienen que llegar al PP de la ciudad de Alicante y no podrán hacerlo de la mano de quienes hasta ahora han consentido, han impulsado o se han aprovechado del actual estado semicomatoso de la organización local. Democracia interna, participación, debate, integración, pluralidad, ejemplaridad y responsabilidad son conceptos esenciales para el PP de la ciudad de Alicante.

Santiago de Munck Loyola