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jueves, 20 de abril de 2017

La pestilente lluvia fina.



Hace ahora 20 años que el entonces Presidente del Gobierno José María Aznar usaba el símil de la “lluvia fina” para defender el balance de su primer año de gobierno. La teoría de Aznar era que gestionar bien acaba calando en la sociedad y, a pesar de las encuestas por entonces adversas, lo cierto es que parece que la “”luvia fina” terminó calando y en el año 2000 logró la primera mayoría absoluta del centro derecha.


Mucho ha cambiado el panorama político desde entonces y lo cierto es que desde hace una década la “lluvia fina” de la corrupción ha ido calando entre los votantes hasta el punto de situarla en un lugar preeminente entre sus preocupaciones. Es indudable que los casos de corrupción afectan a todos los partidos como lo es también el hecho de que poderosos medios de comunicación solo resaltan los que afectan al Partido Popular, pero ello no puede servir de excusa para eludir las propias responsabilidades, para hacer una profunda autocrítica y poner todos los medios posibles para sanear una estructura partidista absolutamente carcomida.


Es cuando menos llamativo que, si uno se fija en la evolución ideológica del Partido Popular, existe una curiosa proporción: a menos definición ideológica más corrupción. Recuerdo perfectamente un acto con Rodolfo Martín Villa en Rivas. Decía “tenemos que construir un gran partido y por ello hemos de abrir las puertas. No debemos preguntar a los se incorporan de dónde vienen, sino a dónde quieren ir”. Muy bonito y generoso, pero poco realista porque, al final, resultaba que tampoco importaba el destino de los nuevos, lo que importaba es ser más, crecer. Y ese crecimiento rápido produjo un progresivo desarme ideológico y un abandono paulatino de los principios. El eclecticismo ideológico vino acompañado de la relajación ética. Y los resultados están más que a la vista. Los militantes fueron perdiendo peso y desde arriba se prefirió conformar cuadros y candidatos por cooptación que durante años han nutrido los cargos públicos.


En partido en el que los candidatos no son propuestos por las bases y que después de elegidos no existen mecanismos de control por las mismas es evidente que cuando salen ranas la responsabilidad de su designación recae en los superiores que los auparon al puesto y que a ello hay que añadir, cuando menos, otra responsabilidad por negligencia “in vigilando”. No puede ser casualidad la existencia de tanto batracio en cargos públicos, algo ha venido fallando y seguirá fallando, porque pocas medidas se han articulado para evitarlo. Y lo cierto es que las ranas se sienten a gusto y se multiplican con facilidad en ambientes húmedos, con la lluvia fina y persistente.


Quizás lo más doloroso de esta situación sea la profunda vergüenza, asco y decepción que deben sentir los militantes populares y los millones de votantes que cada día que se asoman a los medios de comunicación se mojan con una nueva dosis de fina y pestilente lluvia.


Durante los últimos años el Partido Popular ha optado por el pragmatismo ideológico y el eclecticismo ético con unas consecuencias desastrosas, no sólo para su supervivencia política sino para el conjunto de los españoles. Desaprovechó su mayoría absoluta para realizar profundas reformas, no económicas, sino políticas y desaprovechó su último congreso para asumir sus errores, para aprobar mecanismos que democratizaran profundamente su estructura y para cerrar el paso de forma tajante a cualquier atisbo de corrupción. Pero era lógico ¿cómo se iba a pedir a quienes por acción u omisión eran responsables de la actual situación que dieran un paso atrás y saldasen así su deuda con los militantes y votantes? Un pequeño lavado de cara y punto, no hubo más.


De aquellos polvos vienen estos lodos. El crecimiento de fuerzas populistas que ponen en peligro la estabilidad constitucional no es casual. Son un auténtico peligro para las libertades y tampoco son trigo limpio, pero ahí están, al acecho. Pero el miedo que generan es el contrapeso para que el Partido Popular se sostenga como mal menor, como la cesta del voto del miedo. Triste consuelo.


Mucho hay que cambiar y rápido. Todo parece señalar que de seguir así las cosas la lluvia fina de la corrupción terminará calando hasta en el votante más acérrimo y leal. Puede que el Sr. Rajoy se lo pueda permitir, pero España no.

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com.es
 


martes, 12 de julio de 2016

ADIÓS, MIGUEL ÁNGEL. (In memoriam).

Artículo publicado en las revistas locales de Rivas-Vaciamadrid en 1997.

ADIÓS, MIGUEL ÁNGEL.

Nada sabíamos de ti, como nada sabemos de la mayoría, hasta que unos desalmados te secuestraron y te mataron. Y, antes que tú, otras ochocientas personas te precedieron en el mismo final. Anónimas también la mayoría, hombre, mujeres y hasta niños pagaron con su vida el precio impuesto por la sinrazón de unos cuantos. Tú llegaste a ser el objetivo de esos violentos porque el día que asesinaron a Gregorio, en San Sebastián, decidiste echar una mano a tu pueblo, afiliarte a las juventudes del partido Popular y presentarte a las elecciones municipales. Y en el momento en que lo hiciste no ignoraste seguramente los riesgos que tu decisión podía implicar. Tú llegaste a ser su víctima porque alguien te señaló, alguien que te debía conocer y que pensó que por ser una persona normal y corriente, por ser representante del pueblo y por ser demócrata servirías a sus propósitos.

Nada sabíamos de ti y aunque ahora sabemos algo más, seguramente es poco. De tus veintinueve años hemos conocido tus esfuerzos, tu trabajo, tu afición a la música, tu abnegada familia, tus proyectos. Pero poco más hemos podido saber.

Nada sabíamos de ti y ojalá no hubiéramos tenido que saberlo nunca. Hemos sabido de tus últimas cuarenta y ocho horas. Las hemos vivido con tensión, con angustia, con esperanza, con rabia y finalmente con tristeza, con una profunda tristeza y amargura. Hemos imaginado, hemos intentado compartir un poco tu angustia, tu dolor y tu sufrimiento. Pero son intentos vanos porque sólo tú has padecido ese auténtico calvario. Y aunque tus últimas cuarenta y ocho horas de vida han removido los sentimientos y las conciencias de millones de españoles de todas las edades y condición, son sólo tuyas.

Nada sabíamos de ti y poco seguimos sabiendo. Pero sí que podemos imaginar por el dolor de tu familia, de tus amigos y de tus vecinos que eras alguien que merecía la pena. Sí que podemos saber por las lágrimas sinceras, desconsoladas e incontrolables de tu joven compañera de escaño que tu ausencia es la de un hombre justo y bueno.

Es verdad, Miguel Ángel, te has ido para siempre. Los gritos de millones de españoles no lo han impedido, las calles inundadas de buena gente no han sido suficientes para que te dejaran vivir. Sin embargo, algo de ti ha quedado entre nosotros. Te has convertido en flor de esperanza, en un río de libertad que inunda todos los rincones de España, en un clamor de paz que une voluntades. Algo de ti ha quedado entre nosotros, pero seguramente Dios se ha quedado para siempre con lo mejor de ti.

       Fdo. Santiago de Munck Loyola       
Presidente del PP de Rivas-Vaciamadrid

(Julio de 1997)                  

lunes, 15 de febrero de 2016

Hora de Ppasar Ppágina.


No es difícil imaginar cómo se deben de sentir estos días millones de votantes del Partido Popular y miles de sus abnegados y honestos militantes con la lluvia incesante de noticias relacionadas con la corrupción que salpica a diferentes dirigentes del partido. Junto a cierta indignación, por lo que a todas luces es un tratamiento informativo sesgado y comparativamente injusto ante la sordina mediática a los escándalos socialistas tan graves o más que los del PP, la mayoría sentirá desencanto, impotencia y rabia, se sentirán engañados y defraudados por tanto comportamiento político miserable y delictivo.

He sido del Partido Popular durante 31 años hasta que la cuadrilla que dirige el PP de Alicante promovió que me expulsaran en octubre de 2013 por denunciar la corrupción y pedir la regeneración del partido. Fundé el PP en Rivas-Vaciamadrid en 1989 y fui su Presidente Local hasta 2003. He sido concejal del Partido Popular durante 12 años en tiempos muy difíciles. He sufrido insultos, desprecios, descalificaciones y amenazas por ser representante electo del Partido Popular. 

He pasado miedo, no me avergüenza decirlo, y mi familia también lo sufrió. He visto mi nombre pintado en fachadas y he padecido durante años el sectarismo y la violencia verbal de mucha gente de izquierdas en el que era mi municipio, Rivas-Vaciamadrid. He visto como se incorporaban al Partido medradores, espabilados, amigotes de los de arriba, gente sin escrúpulos y sin ideología, he visto como gracias a los “dedazos” ascendían en la estructura del Partido y hoy los veo en los titulares menos edificantes de los medios de comunicación.

No pertenezco al Partido Popular y, sin embargo, siento mucha pena e indignación ante cada una de las noticias que le salpican. Creía y sigo creyendo en unos principios y unos valores que enarbolaba el Partido Popular y es evidente que muchos dirigentes del mismo nunca han creído en ellos. Más bien los han usado y manipulado para alcanzar el poder en beneficio propio. Pensaba y pienso que todos los sacrificios y esfuerzos de tanta gente honesta y trabajadora merecían la pena para ayudar a transformar nuestra sociedad y es evidente que muchos dirigentes los han empleado para su enriquecimiento personal.

Me duele y me indigna cuando algunos aprovechan para pedir la ilegalización del Partido Popular a causa de todos los casos de corrupción que vamos conociendo día a día porque el Partido Popular no es su cúpula pusilánime, el Partido Popular no es el conjunto de cargos públicos corruptos o presuntamente corruptos que se van destapando, el Partido Popular es otra cosa. Son los cientos de miles de afiliados honestos y los miles de cargos públicos decentes a los que unos cuantos han denigrado con sus comportamientos. La corrupción no tiene un ADN político concreto, no tiene ideología. Pero si de algo adolece el Partido Popular, si hay algo que ha facilitado esta escandalosa situación, es precisamente la falta de democracia interna, unos estatutos que impiden al afiliado elegir y controlar a sus representantes. En definitiva, la ausencia de mecanismos internos de elección y de control.

Hoy por hoy, la gente de derechas o de centro derecha está más huérfana que nunca. Muchos votaron al PP el 20D con la nariz tapada. Muchos lo hicieron por miedo a los podemitas y a sus aliados y pocos con una profunda convicción moral y ética. ¿Cuántos votantes del PP el 20D pensaron que su voto iba a servir para situar, por ejemplo, a Celia Villalobos en la Vicepresidencia del Congreso?

Y frente a tanta voz oportunista dentro del propio PP, hay que decir claro que esto no se arregla con una refundación teledirigida del Partido Popular. Muchos de los dirigentes del PP tienen que seguir el ejemplo de Esperanza Aguirre y hacerse a un lado. Hoy más que nunca, España necesita un nuevo proyecto reformista, liberal y conservador que aúne voluntades, que promueva la confluencia de tantos y tantos ciudadanos comprometidos con la defensa de los principios que el PP abandonó y que hoy se encuentran muy lejos de los dictados de Génova 13. Con la pena, con los lamentos o con la decepción el centro derecha no va a ir a ningún sitio. Es hora de ”ppasar ppágina”. Hace falta ya una reacción colectiva para reconstruir un proyecto que sea capaz, desde las bases, de hacer frente a esta izquierda demagoga, revanchista y profundamente sectaria que amenaza el futuro y la propia unidad de España.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 16 de enero de 2015

Los “pucheritos” de Elisa.


La patética reacción de la diputada popular Elisa Díaz González, hija del ex Alcalde popular de Alicante Luis Díaz Alperi, gimoteando ante las cámaras de televisión al tratar de defenderse de las acusaciones de la policía de haberse beneficiado en la compra de su vivienda de dinero procedente del polifacético empresario Enrique Ortiz pone en evidencia el mal de fondo del Partido Popular y de otros partidos políticos que han generado y se nutren de una casta mediocre y parasitaria. El ciudadano normal y corriente espera otro tipo de reacciones de un político ante una situación similar, al menos espera cierta serenidad, firmeza, inteligencia y, sobre todo, unas explicaciones convincentes, pero no un espectáculo semejante. Un político no debe ponerse ante las cámaras si se siente tan afectado como para no poder controlar sus emociones hasta el punto de hacer el ridículo. Y es que estamos hablando de toda una señora diputada, de una representante de los ciudadanos alicantinos con más de seis años de experiencia parlamentaria.
http://www.20minutos.tv/video/hntwERVZ-elisa-diaz-pp-yo-pago-mi-casa/0/


Pero ¿por qué es diputada Elisa Díaz González? ¿Por su reconocido trabajo entre la militancia del Partido Popular? No. ¿Por su acreditada experiencia profesional que ha requerido su incorporación a las Cortes para enriquecer así el debate parlamentario? No. Elisa Díaz González ha llegado a ser diputada en las Cortes Valenciana porque fue incluida a dedo, sin el apoyo de los afiliados populares, en una lista electoral por ser hija de su padre. Ni más, ni menos. 

Es el mismo caso de Tania Sánchez de Izquierda Unida en Rivas-Vaciamadrid o de Andrea Fabra, diputada nacional del PP por Castellón. Tania Sánchez, Diplomada en Educación Social, entró en el Ayuntamiento ripense en 2003, con 24 años, como asesora del Grupo Municipal de Izquierda Unida y de ahí pasó en 2007 a ser incluida en las listas electorales de esa formación. ¿La designaron asesora porque podía realmente asesorar? No. ¿La contrataron por su experiencia profesional o su gran formación? No. Entró sencillamente por ser hija del concejal de Izquierda Unida Raúl Sánchez, uno de los históricos de la izquierda ripense. 

Andrea Fabra, conocida por su fina oratoria parlamentaria (“que se jodan” proclamó refiriéndose a los millones de parados), fue nombrada con 24 años, de forma similar, asesora parlamentaria, nada menos, que del Secretario de Estado de Hacienda y de ahí saltó a dedo a las listas electorales del PP. ¿Por su acreditada experiencia personal? No. ¿Por su brillante currículum?, No. Lo hizo por ser hija del delincuente Carlos Fabra, ex presidente todopoderoso de la Diputación de Castellón y visionario de la aeronáutica sin aviones. ¿Piensa alguien sensatamente que tanto Tania como Andrea estaban en condiciones a sus 24 añitos de andar asesorando a alguien? Tanto el Partido Popular, como Izquierda Unida, como el PSOE y otras formaciones políticas usan nuestro dinero, el de los contribuyentes, para colocar a los familiares y amiguetes en puestos públicos creados al efecto, los disfrazan como asesores, como asistentes o con cualquier ropaje y así mantienen a toda una clientela que forma parte de una casta impresentable. Y ahí están los resultados, una lloriquenado por los pasillos, otra adjudicando contratos a la familia porque no sabía que eso no se podía hacer y otra soltando exabruptos parlamentarios.

El déficit de democracia interna en los partidos políticos permite que logren responsabilidades políticas personas que por méritos propios seguramente nunca serían elegidas por sus compañeros para ello. Y una vez que entran en el circuito político de la mano de papá, de un amigo o de un clan siguen recorriéndolo sin aportar nada sustancial a la dignificación de la vida política. Y pasa lo que pasa, porque del mismo modo que un cargo público debe su puesto al de arriba que lo propuso para la lista y no a los de abajo, a los militantes, no rinde cuentas ante los mismos y no defiende más intereses que los que desde arriba le señalen. Corrupción y falta de democracia interna, falta de control por parte de las bases, suelen ir de la mano en la mayoría de las ocasiones.

Tras el fiasco del mandato de Sonia Castedo que también empezó su carrera política como personal de confianza, es decir, como colocada a dedo en el Ayuntamiento alicantino y que fue designada candidata a la alcaldía en virtud del dedazo superior, tenemos en Alicante un nuevo Alcalde, Miguel Valor. Un sempiterno concejal, también en virtud del dedazo superior, otro miembro de la casta cuya “entronización” se ha realizado sin que los miles de afiliados del PP hayan tenido la oportunidad de manifestarse lo más mínimo. Así no hay regeneración política que valga. Siguen los mismos clanes, las mismas familias políticas, los mismos grupos de presión decidiendo a su capricho el presente y el futuro de la ciudad. Ojalá esta forma de hacer política acabe pronto.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 27 de noviembre de 2014

Ana y Tania.


Dos mujeres están siendo noticia esta semana. Dos mujeres situadas en polos políticos opuestos. Dos mujeres que viven desde hace tiempo de y por la política y a las que las denuncias de conductas inapropiadas o sospechosas de escasa ejemplaridad han unido en los medios de comunicación. De una parte Ana Mato que, al parecer, ignoraba de dónde provenía el Jaguar que su marido tenía en el garaje o cómo pagaba viajes y festejos familiares. De otra Tania Sánchez cuyo padre, concejal de IU en el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, la colocó digitalmente como asesora municipal (algunos malpensantes lo calificarían de nepotismo puro y duro) y le allanó el camino hacia más altas metas políticas. ¡Ay, la familia en ambos casos!

Vaya por delante que Ana Mato a la que conocí personalmente hace casi veinte años nunca ha sido santo de mi devoción ni como Diputada, ni como Ministra después. Siempre ha sido una verdadera incógnita la razón por la que con su capacidad y preparación ascendía en la escala orgánica del Partido Popular. El resultado de su gestión como Ministra de Sanidad o muchas de sus intervenciones públicas son buena prueba de ese misterio. Sin embargo, hoy no queda más remedio que elogiar su decisión de presentar su dimisión, voluntaria o forzada, como Ministra a las pocas horas de conocerse el Auto del juez Pablo Ruz en el que señala que Ana Mato fue "partícipe a título lucrativo" de los beneficios generados por los presuntos delitos cometidos en el caso Gürtel, es decir, que el juez se propone juzgarla por haber disfrutado y haberse beneficiado de servicios turísticos y de regalos pagados por la trama Gürtel y cuyo valor superaría los 55.000 euros. No se trata de que Ana mato haya cometido delito alguno sino de que, según el juez, se habría beneficiado del dinero delictivamente obtenido por otros y, por tanto, podría ser responsable civil de su devolución. Y hay que resaltar que se está hablando de una investigación judicial en curso, de un procedimiento al que aún le queda un largo camino hasta que se produzca una sentencia firme.

A pesar de ello y a pesar de la presunción de inocencia, en el comunicado que ha hecho público Ana Mato afirma que "no quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en esta responsabilidad pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su presidente ni tampoco al Partido Popular". Es decir, que estamos ante una dimisión por responsabilidad política, sin imputación penal alguna, y ante hechos muy anteriores a su gestión como Ministra, algo absolutamente excepcional en nuestro país y entre nuestra clase política en la que abundan los ejemplos contrarios como el de la inefable Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y su palmero número uno, el Vicealcalde Andrés Llorens. Pero, hay algo más que conviene subrayar en el Auto del Juez Ruz, no solo señala a Ana Mato como "partícipe a título lucrativo" en la trama Gürtel, sino que atribuye la misma condición al Partido Popular. ¿Responderá alguien como ha hecho Ana Mato?

El caso de Tania Sánchez es también de “rabiosa” actualidad aunque momentáneamente haya quedado eclipsado por la dimisión de Ana Mato. Tania Sánchez está en el candelero porque está siendo objeto de acusaciones sobre presuntas irregularidades en las contrataciones en el ayuntamiento ripense vinculadas a su etapa como asesora y posteriormente como concejala y sobre la venta de su vivienda de VPO a otro miembro de IU. La existencia de anomalías e irregularidades en muchas contrataciones del Ayuntamiento ripense no sería ninguna novedad como no lo ha sido nunca el fervor por la institución familiar puesto en práctica por los dirigentes de IU durante el largo califato de “los primos” que parece estar llegando a su fin, basta repasar la relación de parentescos entre cargos políticos, empleados públicos y adjudicatarios para darse cuenta de ello, pero es aventurado, hoy por hoy y a la vista de lo publicado, afirmar que dichas irregularidades se han vuelto a reproducir en este caso.


Es evidente que Tania Sánchez está siendo objeto de un concienzudo examen por dos razones: la primera, porque es la pareja de Pablo Iglesias y gracias a ello en parte, goza de un plus que le facilita el acceso a tertulias y debates en los que, con modales y técnicas dialécticas más que cuestionables, se dedica a repartir estopa ética como si ella estuviese libre de “pecado” y ya se sabe que donde las dan, las toman. La segunda, porque es la candidata a la Presidencia de IU de Madrid y tiene rivales. Y también es sabido que el primer enemigo en política está siempre cerca, entre los conmilitones. Y ha sido precisamente el compañero político de Tania, Gregorio Gordo, el que ha señalado que el asunto del piso le parece "poco presentable" y que cree que un hijo de un concejal no puede presentarse a un concurso de vivienda, "por mucho que sea un concurso", rematando sus apreciaciones sobre ella afirmando que "este tipo de cuestiones no favorece los discursos de transparencia, de ser distintos a los demás, sino que favorece otro tipo de discursos, por lo tanto, mi opinión no es nada favorable". ¿Otro tipo de discursos? ¿Cómo el de Podemos? ¡Acabáramos!

Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es

lunes, 27 de octubre de 2014

​Rivas, hace 25 años.


Dentro de pocas semanas se cumplirán 25 años de la fundación del Partido Popular de Rivas-Vaciamadrid que tuve el honor y la responsabilidad de impulsar. Corría el año 1989, un año especialmente intenso para el centro derecha español que se enfrentaba al relevo de su líder fundador, Manuel Fraga, sustituido por un joven político, José María Aznar, como cartel electoral en los comicios que se celebraron el 29 de octubre de aquel mismo año. Rivas-Vaciamadrid, con casi 10.000 habitantes, no contaba con una organización local de Alianza Popular refundada como Partido Popular en aquellas fechas.

Han pasado 25 años desde entonces pero conservo intactos los mismos principios e ideales que me impulsaron a dar aquel paso, fundar el Partido Popular en Rivas-Vaciamadrid, en un entorno político y social francamente hostil. Pocos que no conozcan y hayan vivido allí en aquella época pueden hacerse una idea aproximada de las enormes dificultades que aquella empresa encerró y el coste personal que supuso, tanto para mí como para los pocos vecinos que inicialmente apostaron por ello.              
 
Estábamos convencidos de la necesidad de promover una alternativa política regeneradora, centrada en la búsqueda de soluciones a los problemas de la gente, con un talante abierto, integrador y dialogante; una opción moderna, liberal, reformista, con aires renovados pero anclada en los principios y valores del humanismo cristiano. Y lo hicimos tal y como ya se ha contado en estas páginas ( http://santiagodemunck.blogspot.com.es/2010/06/hace-20-anos.html ). Durante 14 años tuve el honor de presidir el Partido Popular de Rivas-Vaciamadrid y logramos convertirlo en la segunda fuerza política municipal, en una organización viva, dinámica, participativa y democrática que, con sus errores y aciertos, se consolidó como una auténtica alternativa de gobierno.   
 
Han pasado 25 años y hoy ya no milito en el Partido Popular. Paradójicamente he sido expulsado del mismo por defender en Alicante y ante el PPCV los mismos principios y valores que en su día me impulsaron a hacerlo en Rivas-Vaciamadrid. Pero hay que subrayarlo, el PP de Alicante, con su Ciscar, su Ripoll, su Castedo, su JJ Zaplana y demás colaboradores necesarios, y el PPCV, con su Fabra, su Camps, su Cotino, su Del baño y demás, poco o nada tienen que ver con los ideales de responsabilidad política, de renovación de la vida pública, de apuesta por la libertad, la transparencia, la participación ciudadana, la democracia interna o la eficacia en la gestión pública que, con uñas y dientes, defendíamos en 1989.     
 
Han pasado 25 años en los que la militancia activa en el Partido Popular no estuvo exenta de riesgos personales ni de sacrificios de toda índole para lograr que el proyecto político se hiciera realidad. Y, día a día, con profunda pena se comprueba, caso tras caso, que mientras la inmensa mayoría de la militancia popular se dejaba la piel para que los ideales y programas populares se convirtiesen en realidad de gobierno, buena parte de la élite del partido se dedicaba a hacer negocios sucios en la política. Mientras los militantes poníamos nuestro trabajo, nuestro tiempo y nuestro dinero, mientras que buzoneábamos las calles, pegábamos carteles, pasábamos interminables horas en las mesas electorales, o teníamos que mirar cada mañana los bajos de nuestro coche o nos tragábamos interminables mítines para que se cosecharan unos miserables minutos en los informativos, buena parte de nuestros dirigentes se dedicaban a llenarse los bolsillos. La falta de cauces democráticos internos adecuados permitió que fueran medrando en la estructura del partido y en las instituciones,  centenares de personas que se lo han estado llevando crudo, que hicieron de la política un modus vivendi poco ejemplar y cuyas actividades han terminado por corroer las vigas de madera del edificio popular. 

Un partido que no rinde cuentas de sus ingresos ante sus propios militantes (como en Alicante, sin ir más lejos), un partido que decide con el “dedazo” (disfrazado de comités electorales) los nombres de los dirigentes y de los candidatos, un partido que impide que sus afiliados puedan controlar y exigir responsabilidades a sus cargos públicos, un partido en el que la meritocracia ha sido sustituida por el amiguismo y el “borreguismo”, un partido en el que el debate interno y la participación de sus militantes han sido sustituidos por la adhesión inquebrantable y el prieta las filas tenía que encontrarse, tarde o temprano, con la colección de escándalos que día sí, día también, salpican y enfangan al Partido Popular.        
 
Han pasado 25 años y compruebo con profunda pena lo que han hecho líderes y compañeros a los que profesaba respeto y, en algunos casos, admiración. Tanto esfuerzo, tanta entrega, tanta confianza y tanto sacrificio de cientos de miles de militantes tirado por la borda por culpa de la rapiña y la ausencia de escrúpulos y de principios  de unos pocos. ¡Qué gran engaño! ¡Qué monumental estafa! Y, lo que es peor, es que no hay perspectivas optimistas. El centro derecha español decente está huérfano, hoy por hoy, porque no se vislumbra, fuera de retoques cosméticos destinados a tratar de salvar la situación, ni una sólida medida eficaz para corregir el rumbo. Los responsables, por acción o por omisión, no pueden liderar regeneración alguna ni en Madrid, ni en Valencia, ni en Alicante. Hoy, muchos afiliados en Rivas-Vaciamadrid, a los que deseo todo el éxito posible, como en muchos otros puntos de España, estarán sorprendidos, desilusionados o enfadados. Y buenas razones tienen para ello.

Han pasado 25 años y con la misma ilusión que entonces sigo defendiendo la necesidad de un proyecto político de centro derecha renovado para mi ciudad y mi provincia, Alicante. Y como yo, un buen número de amigos y compañeros, que entienden que la lealtad a los principios y a los valores no debe correr en paralelo a la fidelidad a unas siglas concretas monopolizadas por unos aprovechados o unos incompetentes, nos hemos puesto manos a la obra y estamos construyendo un nuevo partido, Esperanza Ciudadana. Es el único proyecto político alicantinista, regenerador, reformista, radical y liberal que puede ofrecer a los ciudadanos una sólida alternativa de gobierno en medio de este páramo de principios y valores en que el Partido Popular de Alicante ha convertido la política de la provincia. No es posible seguir siendo meros espectadores, no es bueno resignarse y quedarse en casa, no hay por qué taparse la nariz para seguir votando al centro derecha por temor a los que puedan venir. Hay que rebelarse y actuar, como hace 25 años, porque nos va a todos mucho en ello.

Santiago de Munck Loyola


domingo, 12 de enero de 2014

Rivas: sigue el melodrama “Todo sobre tu ladrillo”.


Tras la tregua de las fiestas navideñas, los ripenses y los ciudadanos en general han podido asistir a un nuevo capítulo del divertido e interesante melodrama que bien podría titularse “Todo sobre tu ladrillo”, interpretado por los dirigentes de Izquierda Unida de Rivas-Vaciamadrid. Las miradas y la atención del público se han dirigido allí donde el Alcalde, José Masa, ha dirigido el foco, al ladrillo de la vivienda de su adversario Pedro del Cura. Hay que reconocer que el Sr. Masa siempre ha sido un político hábil, de principios escasos o mudables, pero hábil. Haciendo uso de esos principios no ha tenido reparo alguno en filtrar o dejar que se filtre al Diario conservador la Razón, y de éste a todos los medios, la situación de la vivienda de su adversario. Todo el mundo anda hablando sobre la vivienda de Pedro del Cura, que si es muy grande, que si es de VPO, que si ha cometido infracciones administrativas, que si se otorgó a si mismo una licencia de obras, etc. Y mientras se habla de ello no se habla de lo fundamental, es decir, del ladrillo del Ayuntamiento, de qué hay del desfase contable de 21 millones de euros en la Empresa Municipal de la Vivienda.

Y si hábil es Masa hay que ver qué torpes son otros. Por la banda izquierda, el Sr. Pedro del Cura se apresuró a emitir un comunicado lacrimógeno sobre el origen de su patrimonio y el de toda su familia cercana remontándose en el árbol genealógico hasta el segundo o el tercer grado. Penoso, pero sería interesante conocer el nombre del responsable de comunicación de IU para que Masa le proporciones un puesto de trabajo municipal, si aún no lo tiene, y que el PP le condecore. La segunda torpeza por la misma banda no es otra que la de convocar una consulta interna para intentar deslegitimar a un alcalde elegido por mayoría absoluta y conseguir que, pese a la tremenda gravedad del asunto, apenas el 55% de los afiliados de Izquierda Unida acudiese a votar. Realizar una consulta así podrá tener su valor de puertas adentro pero cuando se publicita como se ha hecho, un demócrata no tiene más remedio que recordar que la legitimidad y la soberanía para elegir o destituir a un Alcalde está en el Pleno de la Corporación y que lo que por allí no pase podrá ser muy “caribeño” pero carece de valor alguno. Y para torpeza, por la banda derecha, la del Consejero de Transportes, Infraestructuras y Vivienda de la Comunidad de Madrid, Pablo Cavero, que anunció el martes pasado al ser preguntado sobre las presuntas irregularidades en las reformas de la vivienda de Pedro del Cura que su Consejería estaba "abriendo diligencias previas" para "analizar e investigar" dichas obras y que "cualquier obra que se produzca en una vivienda protegida se debe comunicar previamente a la Comunidad de Madrid". Y se ha quedado tan ancho. Debe ser que su Consejería no tiene problema más urgente que investigar las denuncias de La Razón y Pepe Masa. Como es de suponer que el Sr. Consejero no desea hacer una aplicación discriminatoria de la Ley deberá abrir también diligencias a las miles de viviendas protegidas que en Rivas-Vaciamadrid han sido objeto de reformas, la inmensa mayoría sin comunicación previa a la Comunidad y una buena parte de ellas incluso sin licencia municipal. ¿O se va a limitar a la de Pedro del Cura? Todo el mundo sabe que en el municipio hay centenares o quizás miles de viviendas unifamiliares protegidas que rebasan el límite legal de superficie porque cuentan con sótanos, buhardillas o anexos no legalizables ni por las limitaciones del régimen de VPO ni por los parámetros de edificabilidad municipales. Y entre ellas, por ejemplo, seguramente las de muy altos cargos del Gobierno Municipal del sector del Alcalde. Pues nada, que desembarquen decenas de inspectores de la Comunidad y que paseen por la calles del municipio. Se van a poner las botas a multas. Y la cuarta torpeza por la banda derecha, la del Partido Popular local aceptando presidir una Comisión de Investigación sobre la EMV. Dicen que cuando Napoleón quería que un tema se dilatase o no saliese enseguida creaba una comisión. Y la misma táctica ha usado el “Napo” local, crear una comisión y dejar que los participantes se ahoguen en los papeles de la misma. Y el PP encantado de presidir lo que sea, aunque sea esta comisión. Pero no nos engañemos, de lo que se está hablando es de un desfase contable muy importante, de peritaciones, de informes técnicos de mucha complejidad, de aplicaciones presupuestarias y de técnicas financieras que sobrepasan el conocimiento medio de los concejales. El análisis y estudio de lo ocurrido parece que ya está hecho por los técnicos de la Comunidad de Madrid, que de ello algo deben entender, y si no se considera suficiente bastaría con solicitar una auditoría externa. Se mire por donde se mire de esa documentación  y de sus resultados solo cabe deducir dos posibilidades: si se han cometido o no delitos y eso debe determinarlo la justicia o si ha habido o no negligencias o responsabilidades políticas que deben ser depuradas en el Pleno municipal con luz y taquígrafos.

Pedro del Cura y sus seguidores repiten machaconamente que todo este melodrama político obedece a su honesto y sincero objetivo de defender el patrimonio de todos los vecinos e incluso que el referéndum interno que convocaron se hacía para votar la petición de dimisión de Masa y el inicio de acciones legales "para la restitución del patrimonio público que haya podido verse mermado por las irregularidades" en la gestión de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV). Pero no hay que engañarse. Izquierda Unida repite melodrama. Al igual que hace poco más de 20 años, Izquierda Unida utiliza las instituciones democráticas como escenario de sus luchas de poder internas y lo hace sin escrúpulo alguno, por encima de la gobernabilidad de las instituciones y del sentido del voto en las urnas. El poder es el poder y en la lucha por el mismo pueden llevarse todo por delante. Y les importa un pimiento la ética, la estética y el patrimonio municipal. Y si no es así, si de verdad a Izquierda Unida le importa algo el patrimonio municipal y el dinero del contribuyente hágase la prueba del algodón. Pedro del Cura y los suyos tienen una ocasión de oro para demostrar la sinceridad de sus preocupaciones investigando y pidiendo explicaciones no sólo con respecto a la EMV, sino también con respecto al primer Plan de Vivienda Joven en el que el suelo cedido gratis por el Ayuntamiento fue cobrado a los jóvenes por la gestora que se embolsó más de 100 millones de pesetas por la cara o con respecto al expediente nº 407/01, por el que el Gobierno Municipal pagó 48.382.208 de pesetas  a la empresa Centro de Ocio Comercial La Plaza de Rivas, participada por los amiguetes de Masa, por un proyecto arquitectónico que nunca se realizó. Y que no vengan con que se trata de asuntos prescritos, que podrán serlo judicialmente pero no políticamente ya que los responsables siguen pululando entre el patrimonio municipal. Verá el lector como estos presuntos defensores del patrimonio municipal no mueven un dedo. Y la explicación está en que han sido cómplices por pasividad de todo lo anterior y beneficiarios constantes hasta en lo personal de un repudiable modo de entender la gestión pública.

Lo que sí está quedando más que patente en este melodrama es que Izquierda Unida es una organización irresponsable institucionalmente que ha venido gestionando a su antojo el municipio como si de un coto privado se tratase, siempre con la inestimable colaboración del PSOE, ya sea a la hora de construir la estructura municipal, convertida en agencia de colocación de afines, o de gestionar el patrimonio municipal dilapidado en oscuras y sucias maniobras y, lo que es peor, es una organización que ha estafado ideológica y electoralmente no sólo a los vecinos, sino a la mayoría de sus honrados militantes, que han tenido que soportar o descubrir ahora el doble discurso, la doble moral de unos dirigentes prestos a denunciar cualquier iniciativa privatizadora de otras administraciones mientras habían privatizado, sin ningún tipo de escrúpulos, la joya de la corona ripense, la gestión del suelo, del ladrillo y de la vivienda pública en pleno boom urbanístico. ¡Vaya joyitas!

Santiago de Munck Loyola


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jueves, 5 de diciembre de 2013

Rivas: ¿Corrupción al descubierto?


José Masa Díaz y Fausto Fernández Díaz
Buena la tiene montada Izquierda Unida en Rivas-Vaciamadrid. Parece que el califato familiar de los primos Díaz tejido desde IU, parte de la comunidad escolar y el Ayuntamiento está llegando a su fin. Los hasta no hace mucho tiempo cachorros de IU, criados a los pechos del califato familiar, han crecido, se han hecho con el control de la organización local y, desde la misma, pretenden imponer sus órdenes en el Ayuntamiento, defenestrando de momento al primer primo, Fausto Fernández Díaz, y exigiendo al segundo primo, el alcalde, José Masa Díaz, que cumpla ipso facto las órdenes que desde la organización local se imparten, tal y como ellos (los primos) hicieron hace 20 años cuando defenestraron a dos alcaldes de IU en poco menos de un año. Hay que ver cómo es la vida, el que a hierro mata a hierro muere.

¿Y por qué esta guerra civil en la reserva material de occidente, en el paradigma de la progresía sectaria, intolerante y filoabertzale? Por el ladrillo, por el vil ladrillo y lo que al mismo rodea que tantos sueños y anhelos despertó ya en 2003 en el primo Fernández Díaz cuando ya se veía con coche oficial y como consejero de urbanismo de la Comunidad de Madrid. Parece ser que según un informe de la Cámara de Cuentas de la Comunidad de Madrid más de 20 millones de euros de la Empresa Municipal de la Vivienda del Ayuntamiento ripense no están debidamente justificados y que la gestión de dicha empresa pública no está bien fiscalizada por el Ayuntamiento. Y ante este informe, Izquierda Unida de Rivas ha pedido, entre otras cosas, la municipalización de la EMV. Sí, el lector ha leído bien, porque aunque estemos hablando de una empresa municipal y de un Ayuntamiento gobernado por Izquierda Unida, que en Madrid siempre está a la cabeza de las manifestaciones clamando contra cualquier fórmula de gestión privada de hospitales o de lo que sea, resulta que allí donde gobiernan como  en Rivas Vaciamadrid, la Empresa Municipal de la Vivienda, creada por IU, está privatizada, también por IU.

Pero, claro, hay privatizaciones y privatizaciones. Y la perpetrada por la progresía ripense no tiene desperdicio. Según los técnicos de la Cámara de Cuentas, Habyco (la empresa agraciada en la privatización) sobrefacturó al Ayuntamiento casi cuatro millones de euros por solo dos desarrollos urbanísticos (Planes IV y V) lo que, según el informe, "demuestra la falta absoluta de control sobre las operaciones que realiza esta empresa". Por otra parte, Habyco no pagó nunca el alquiler del edificio que aloja la EMV, ni el mobiliario de oficina que utiliza incumpliendo así el contrato. La Cámara de Cuentas cifra este desvío en 78.000 euros anuales solo en concepto de alquiler. Igualmente, la Cámara de Cuentas ha detectado un "deterioro" contable de 11,1 millones en la valoración de una parcela que el Ayuntamiento cedió a la EMV en pago por la construcción de la Ciudad Escolar en 2009 que los propios técnicos municipales habían tasado en 20,5 millones mientras que la empresa municipal apuntó el 30 de octubre de 2011 un valor 11,1 millones inferior. La EMV justificó la diferencia con una tasación realizada 2012, más de tres meses después de que se realizara la anotación en las cuentas, por un arquitecto contratado por ella misma. ¿Y quien está encima de esta “modélica y transparente” gestión? Pues el consejo de administración todavía lo preside el concejal de Urbanismo y primer teniente de alcalde del Ayuntamiento, el primo del Alcalde, Fausto Fernández Díaz.

Tal y como era de esperar los crecidos cachorros de Izquierda Unida han aprovechado el asunto para saldar viejas rencillas y se han tirado a la yugular del califato familiar. El Alcalde, el primo Masa Díaz, se defiende y lo achaca todo a una confabulación entre la Cámara de Cuentas, según él el PP, y los comunistas que ahora dominan la organización local de Izquierda Unida. Pedro del Cura, el portavoz de IU, exige responsabilidades y habla de defender el sagrado patrimonio de los vecinos. Pero que nadie se engañe. El patrimonio de los ripenses le importa un pimiento al Portavoz de IU, sólo quiere usarlo como arma arrojadiza para saldar sus disputas internas. Si fuera sincero el Sr. Del Cura hace mucho tiempo que debería haber actuado porque ha tenido conocimiento de graves quebrantos al patrimonio del municipio perpetrados por su organización y su muleta gubernamental, el PSOE, y ha callado como una…

Y, si por el contrario, han encontrado la luz en Izquierda Unida y son sinceras sus actuales rasgamientos de vestiduras tienen una ocasión de oro para demostrarlo. No hay nada nuevo bajo el sol y el ladrillo en el municipio siempre ha sido propicio a la proliferación de tentaciones poco ejemplares. En 1998, del patrimonio de todos los vecinos salió gratis el suelo para el primer Plan de Vivienda joven, gestionado también mediante una privatización, eso sí, de izquierdas. Pues bien, habiendo sido gratis el suelo, la gestora se lo cobró íntegro a los adjudicatarios de las viviendas. Más de 9.000 euros por vivienda. Alguien, con el beneplácito de IU, se embolsó más de 120 millones de pesetas de la época. (http://santiagodemunck.blogspot.com.es/2010/08/rivas-alguien-debe-pedir-perdon.html)  E Izquierda Unida y sus juventudes se negaron a investigar el asunto. Y, sin ir tan lejos, en 2003 el Alcalde de Izquierda Unida pagó sin necesidad alguna a la empresa de un amigo 300.000 euros por la “ideo arquitectónica” del proyecto del centro Comercial Rivas Plaza que nuca llegó a ejecutarse. (http://santiagodemunck.blogspot.com.es/2010/07/el-rivas-centro-monumento-la-corrupcion.html)  E Izquierda Unida calló, como también calló cuando en la pasada legislatura uno de sus concejales fue procesado por prevaricación y por un delito contra el medio ambiente.

No engañan a nadie los nuevos talibanes de la progresía. La transparencia, la honradez o el patrimonio de los vecinos les traen sin cuidado, como siempre. Les mueve, una vez más, los rencores, el sectarismo y las malas artes políticas y personales, tan bien asimiladas de sus mayores, y el ansia desmedida por el control del poder y en sus pugnas internas usarán lo que sea y llagarán a destrozar el municipio, sin ningún tipo de reparo, si ello sirve a sus fines espurios. Lo único bueno de todo esto es que parece que el tiempo pone a cada uno en su sitio, que la caída de máscaras, como la llorada caída del muro de Berlín por estos totalitarios, permite ver el auténtico rostro de cada uno y que Rivas- Vaciamadrid podrá, por fin, contemplar la ficción y la farsa que durante dos décadas la ha gobernado.

Santiago de Munck Loyola


domingo, 3 de noviembre de 2013

Rivas: La izquierdona sigue cabalgando (sin carnet).


Todo sigue igual e incluso peor. Con el paso del tiempo, los viejos hábitos, los vicios políticos y las conductas cuasifeudales de los señoritos de la izquierdona ripense no sólo no se suavizan, sino que se consolidan y acrecientan. El Ayuntamiento es suyo y la calle es suya. A su histórico sentido patrimonialista de las instituciones se ha sumado, con el paso del tiempo, una profunda confusión entre lo público y lo privado. La macedonia rojiverde ripense no admite objeción o enmienda. La “gauche divine” nunca se equivoca y ¡ay! de quien lo dude, lo lleva claro y si se trata del líder de la oposición será sometido a linchamiento plenario, como le acaba ocurrir, al actual portavoz popular por atreverse a pedir la dimisión de un concejal comunista sorprendido conduciendo el coche sin carnet que hace unos meses se le había retirado por conducir superando las tasas de alcohol permitidas.

D. José Manuel Castro Fernández, concejal de Izquierda Unida y secretario de organización del PCE ripense, fue multado hace unos meses por conducir mientras superaba la tasa de alcoholemia permitida. La sanción que se le impuso, además de la correspondiente multa económica, fue la retirada del carné de conducir. Hace unos días, fue sorprendido por la Policía Local circulando sin carnet, hecho por el que deberá comparecer en juicio el 4 de noviembre, ya que ello podría ser constitutivo de otro delito contra la seguridad vial (conducir ebrio ya lo es), previsto y sancionado en el artículo 384 del Código Penal con penas de entre 12 y 24 meses de cárcel. Parece que no era la primera vez que conducía sin carnet según fuentes populares que aseguran que muchos vecinos denunciaron esta circunstancia en Internet “haciendo una campaña de denuncia en Twitter con el hashtag #PonleFreno”.

Pero, claro, estamos hablando de Rivas-Vaciamadrid y de la conducta de un dirigente de la izquierdona ripense. Si se tratase de otro municipio y de otra ideología no habría duda alguna del camino a seguir: la dimisión de interesado y, en caso de resistencia, un escrache, una marea burdeos o cualquier “manifa” al uso para poner de patitas en la calle al antisocial edil. Pues no, en Rivas no. Según el Portavoz de IU, Pedro del Cura, lo primer que hay que hacer es esperar a que se celebre el juicio, a que haya una condena y que ésta sea firme. O sea que eso de pedir la dimisión de cualquier político por hechos que están sub iudice solo se puede hacer cuando se trata de políticos de derechas. Ya sabe que la presunción de inocencia es relativa, sólo es aplicable cuando el sospechoso es de izquierdas y que en los demás casos es una tontería. ¿Responsabilidad política? Otra estupidez si el sospechoso es de izquierdas. En Rivas solo hay responsabilidad política si hay responsabilidad penal previa o, en su caso, si el acusado no es de los suyos. Y rizando el rizo, según los portavoces de la izquierdona ripense, conducir bajos los efectos del alcohol o sin carnet es un asunto privado que nada tiene que ver con la actividad política y, por tanto, no se deben exigir responsabilidades políticas. Claro, como no habremos caído en ello, la calle “es suya” también, ¿habrán privatizado las calles? ¿Poner en peligro los bienes y la integridad física de terceros es un asunto privado?

Así las cosas ¿qué era lo procedente? Pues lo de siempre en Rivas. Dar la vuelta a la tortilla y “linchar” políticamente a quien se atreve a afearles una conducta que en cualquier otro sitio sería inaceptable. Y es lo que hicieron en el Pleno del Ayuntamiento en el que se debatía la moción popular reprobando al edil comunista: centrar el debate en la poca ética de los populares por pedir la reprobación del concejal comunista, por no esperar a que hubiese una sentencia firme y por cuestionar una conducta “privada” de un cargo público comunista. Lo de siempre. No es la primera vez. Que, como consecuencia de las llamadas de los vecinos, se pilla a un médico de la izquierdona sustrayendo material médico a altas horas de la madrugada del centro de salud, no pasa nada, desaparece el informe policial y se lincha al portavoz del PP por cuestionar ese comportamiento. Que se vulnera la Ley de incompatibilidades y se otorgan contratos millonarios a la cónyuge de un ex cargo de confianza, no pasa nada, se lincha al portavoz del pp que lo denuncia. Que se procesa a un Concejal de IU por presuntos delitos de prevaricación y contra el Medio ambiente, no pasa nada, se impone la omertà y la subvencionada y dócil prensa local la acata.

Hay cosas que no cambian y tantos años de poder han ido perpetuando los peores hábitos políticos imaginables. La ejemplaridad, la transparencia, la austeridad y la democracia real son lejanos conceptos para una izquierdona convencida de estar en posesión de la verdad absoluta y destinada a impartir credenciales democráticas en su entorno. Si hay un sitio donde de verdad sea imprescindible una profunda regeneración democrática es en Rivas – Vaciamadrid porque el mal olor, lejos de extinguirse, se acrecienta año tras año.


Santiago de Munck Loyola

jueves, 24 de octubre de 2013

La izquierdona irredenta y Estrasburgo.


La sentencia de Estrasburgo sobre la doctrina Parot ha suscitado toda clase de reacciones entre la opinión pública y entre los dirigentes políticos españoles. Frente a la generalizada indignación que supone el hecho de que en virtud de esta sentencia muchos asesinos múltiples, violadores y terroristas sanguinarios vayan a salir de las prisiones y de que, por tanto, les haya salido muy barato el daño que han causado a sus víctimas se han alzado algunas voces, cuando no complacientes, sí profundamente satisfechas con el resultado de la sentencia. Y no, no se trata de la evidente satisfacción y alegría del entorno etarra tanto en su vertiente legalizada por el Constitucional como en su vertiente ilegal y clandestina, sino también de una parte de la izquierda española, la izquierdona irredenta a la que le ha faltado tiempo para congratularse por una sentencia que consagra una profunda injusticia y que propina un doloroso golpe a las víctimas, a sus familiares y a las personas decentes de nuestro país.

Los portavoces del PNV han sido más prudentes que otros a la hora de valorar esta sentencia y han pedido moderación al entorno etarra y le han recordado que no tienen motivos de orgullo que exhibir. No hay que olvidar que aunque excepcionalmente también gente próxima al nacionalismo moderado vasco ha sufrido en alguna ocasión los zarpazos de la banda asesina, pero es inevitable recordar igualmente la famosa frase del Sr. Arzallus “unos sacuden el árbol y otros recogemos las nueces”, para entender esa calculada ambigüedad que siempre ha caracterizado al nacionalismo vasco en relación a la violencia etarra. Las reacciones del mundo proetarra han sido más o menos las esperadas: satisfacción, alegría y ausencia absoluta de arrepentimiento.

Pero en el ámbito de la izquierda, una vez más, se han puesto al descubierto los verdaderos rostros y simpatías de algunos. Llama poderosamente la atención, sobre todo al que no conozca la auténtica trayectoria ideológica de ese furgón escoba que es Izquierda Unida, cómo muchos de sus dirigentes se han apresurado a aplaudir la sentencia de Estrasburgo subrayando su papel defensor de los derechos humanos y su supuesto triunfo sobre el anormal funcionamiento, a su juicio, de nuestro Estado de Derecho. El Diputado de IU, Alberto Garzón, se apresuró a escribir en su twitter lo siguiente “Buena noticia. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reafirmado la condena a España por violar los derechos en la Doctrina Parot. Ni una palabra del Sr. Diputado respecto a las víctimas, ni una línea sobre los derechos humanos de las mismas. Claro que lo de su jefe de filas, el Sr. Llamazares, es también de nota. El diputado comunista pidió lo obvio que el Gobierno acatase el fallo de Estrasburgo y que no buscase subterfugios, como "retenciones ilegales", que pudieran llevar a futuras condenas de Europa. Según él, la decisión de Estrasburgo era “justa” y "ajustada a derecho" y avergüenza al Gobierno y a las instituciones españolas, como el Tribunal Supremo y Tribunal Constitucional, quienes han sufrido un gran "varapalo". Don Gaspar parece no saber distinguir entre una decisión legal, ajustada a derecho, y una decisión justa, ajustada a los cánones éticos y morales imperantes en una sociedad occidental. Al igual que su colega Garzón, Llamazares tampoco dedicó ni un minuto a valorar el dolor de las víctimas, ni el alcance y significado de la palabra Justicia para ellas. Aunque a alguien le pueda sorprender esta actitud no es nueva en Izquierda Unida, viene de lejos. En esta formación siempre ha existido una fuerte tendencia a posicionarse de forma extraña en relación al terrorismo y a su represión. Posición, en cierto modo, antisistema que termina por separarles de las víctimas y a acercarles, en nombre de su peculiar interpretación de la defensa de los derechos humanos, a la coincidencia con los planteamientos, supuestamente antirepresivos, de los defensores de los violentos. En perfecta sintonía con esa tendencia, allí donde gobierna IU, como en el caso de Rivas-Vaciamadrid, se emplea dinero público y se ceden espacios públicos para la organización de conciertos en los que los amigos y cómplices de los violentos encuentran acomodo. En ese municipio, año tras año, IU de Rivas abre las puertas del municipio a Fermín Muguruza, a Berri Txarrak, a Banda Bassotti o Riot Propaganda… ¿por qué será? Es lo de siempre, el mismo maniqueísmo que la izquierdona emplea a la hora de condenar unos regímenes totalitarios porque son de derechas y de bendecir otros porque son de izquierdas es el empleado a la hora de defender los derechos humanos de las víctimas o de los verdugos.

Y si examinamos la reacción socialista ante el varapalo judicial a la dignidad, la memoria y la justicia para las víctimas resalta sobre todo el profundo cinismo de algunos de sus dirigentes. No hay ninguna duda de que la derogación de la Doctrina Parot fue negociada con la banda asesina, así como la legalización del brazo político de la basura etarra. Hoy tenemos a terroristas sentados y subvencionados en las instituciones democráticas y el fin de la Doctrina Parot, fin en el que ha participado un juez designado por el Zapaterismo, el Sr. López Guerra. Aquella negociación, caso Faisán incluido, se hizo siendo Ministro del Interior el Sr. Rubalcaba quien entonces debía saber y haber previsto lo ahora está diciendo en relación a este asunto, que la sentencia va a tener “consecuencias muy dolorosas para mucha gente” y que el Estado “tendrá que estar atento para evitar y paliar el sufrimiento de la gente”. ¡A buenas horas, mangas verdes! Pero, al margen de la repetida simpleza sobre la necesidad de acatar la sentencia ¿alguien ha escuchado a Rubalcaba pronunciarse a favor o en contra de la Doctrina Parot?

Entre la izquierdona irredenta y la pastelera parecen olvidar que la defensa de los derechos humanos pasa, en primer lugar, por los de quienes con el sacrificio de su propia vida han conseguido que unos y otros puedan hoy expresarse con absoluta libertad y en los términos en los que lo hacen. Parece que muchos olvidan el tremendo precio que muchos españoles han tenido que pagar por la libertad y la democracia para todos. Y es que la gratitud no es una virtud al alcance de todo el mundo.

Santiago de Munck Loyola