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jueves, 21 de febrero de 2019

Por fin a las urnas.


Por fin: el 28 de abril los españoles podremos votar. Pedro Sánchez, cumpliendo involuntariamente la promesa que hizo para llegar al gobierno, se ha visto obligado a convocar elecciones generales. Pocas veces se habrá visto a un político como éste. Un tramposo que llegó a intentar un fraude electoral dentro de su propio partido y que tuvo que dimitir cuando le pillaron con el carrito de los helados. Un embustero contumaz capaz de decir una cosa hoy y mañana la contraria. Un farsante sin paliativos capaz de plagiar su tesis doctoral o de suscribir un libro escrito por una subalterna. Un amoral capaz, con tal de llegar a la Moncloa, de aceptar sin ningún tipo de escrúpulos los votos de los representantes políticos de la banda terrorista que asesinó a muchos de sus compañeros socialistas. Un sujeto sin estilo, sin clase, sin elegancia que se jacta de que su primera decisión como Presidente del Gobierno, nada menos, fuera la de cambiar el colchón de la cama matrimonial del Palacio de la Moncloa. Vamos, un dechado de defectos y vicios políticos incompatibles con la visión de la política como una vocación generosa al servicio de los demás. Pedro Sánchez sólo ha sabido estar al servicio de sí mismo sin reparar en los medios por muy deleznables que fueran.

Por fin, el 28 de abril, los españoles podremos poner punto y final a este negro período democrático consumado por Pedro Sánchez y sus socios podemitas, independentistas y batasunos o, por el contrario, prorrogarlo. Se trata, sin ninguna duda, de la cita electoral más importante y con más trascendencia de las últimas décadas. El 28 de abril el eje del debate principal no será económico, de será un debate entre políticas de derechas y de izquierdas. El eje fundamental del debate será territorial. Algo más, será nacional. La confrontación será entre quienes optan por la defensa de la Nación española y quienes postulan su desaparición. Y, por primera vez, el PSOE del doctor Sánchez anuncia que no tiene inconveniente alguno en pactar con los enemigos de la existencia de España como Nación, es decir, los independentistas. Es evidente que la mayoría de los socialistas no comparten esta posición y que inconscientemente tratarán de soslayarla con otras prioridades políticas, pero en el fondo lo que se va a dilucidar es la constitución de un gobierno sólidamente asentado en los valores de la Constitución del 78 o por el contrario un gobierno rehén parlamentario de los enemigos de España.

Y en este contexto tan trascendental quienes defendemos a la Nación española y quienes propugnamos la igualdad real entre todos los españoles con independencia del territorio en el que habiten, nos encontramos con que las tres principales opciones políticas que asumen lo anterior no están siendo capaces de estar a la altura del momento histórico, de traducir su patriotismo en generosidad para llegar a acuerdos que permitan rentabilizar al máximo, provincia por provincia, las peculiaridades de nuestro sistema electoral. Ninguno de los tres partidos ha realizado ni tan siquiera un llamamiento para llegar a acuerdos con partidos minoritarios cuando cada voto va a ser trascendente para que la mayoría se incline hacia uno u otro lado. 

Parece que ni siquiera se han planteado en llegar a acuerdos entre ellos para que el Artículo 155 tenga posibilidades de prosperar en el próximo senado que se constituya. Cada Provincia cuenta con cuatro escaños: tres para la lista más votada uno para la segunda. Si los tres partidos que defienden la Nación española no concentran su voto en una sola candidatura, en la mayor parte de las provincias los tres senadores irán a parar al PSOE según las encuestas. Y así será inviable la aplicación del Artículo 155 aunque haya en España un gobierno de las mal llamadas tres derechas o de la derecha “trifálica” que diría la culta Ministra de Justicia.

Ojalá se produzca ese acuerdo y no nos obliguen a los ciudadanos a tirar el voto en determinadas provincias o en el senado. El patriotismo no requiere banderas para su demostración. El patriotismo exige generosidad, el sacrificio de lo particular en beneficio de lo general, de España.

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com


domingo, 18 de septiembre de 2016

Puig, un impresentable Presidente.


Vaya por delante que defiendo desde hace mucho el apartamiento de los imputados de los cargos públicos. Pero dicho ésto me parece impresentable la necesidad de algunos de exagerar hasta la hipérbole sus declaraciones sobre los adversarios políticos. Hoy, el Presidente de la Generalidad Valenciana el Sr. Puig ha dicho que Rita Barberá "representa lo peor de la política: la financiación ilegal de un partido para ganar elecciones". Pensaba que lo peor de la política es servirse de ella para el enriquecimiento personal y de los allegados apoderándose de los recursos públicos. Pero parece que no, que para el Sr. Puig lo más execrable es la financiación ilegal de los partidos, algo que, por cierto, es moneda corriente en nuestro país. 


Y el Sr. Puig, el Presidente de la Generalidad Valenciana menos votado de su historia, lo dice el mismo día en que el Fiscal pide 6 años de cárcel para su compañero del PSOE Griñán por el asunto de los ERES falsos: 741 millones de euros malversados para construir una red clientelar. ¿Y para qué se han malversado esos 741 millones? Pues para seguir ganando elecciones con el dinero que estaba destinado a ayudar a empresas en crisis. Ni más ni menos que otra forma de financiar ilegalmente al PSOE. 


Del Sr. Griñán y del Sr. Chaves, para el que se piden 10 años de inhabilitación, responsables del reparto ilegal de esos 741 millones de euros, el Sr. Puig no dice ni pío. Claro son coleguitas. Ni dirá nada cuando toque hablar de los cientos o miles de millones de euros de los cursos de formación en Andalucía. Pero por los 1.000 euros supuestamente blanqueados por Barberá el Sr. Puig se rasga las vestiduras y se arranca el peluquin. No hay para la Sra. Barberá ni siquiera presunción de inocencia, el protofascista de Puig ya la ha enjuiciado y condenado: "representa lo peor de la política: la financiación ilegal de un partido para ganar elecciones", sin juicio ni nada. Ya está. ¡Sr. Puig, váyase usted a la mierda! ¡Usted es un déspota, un cínico, un mentiroso y un hipócrita! ¡La Generalidad Valenciana no se merece un Presidente como usted incapaz siquiera de respetar los derechos procesales más básicos! ¡La Generalidad Valenciana no se merece un Presidente que toma por tontos a sus conciudadanos! ¡Sr. Puig menos aspavientos y más intelecto!

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com.es

sábado, 16 de enero de 2016

La traición socialista.


Sin duda, la noticia política de la semana ha sido la decisión del líder del PSOE, Pedro Sánchez, de ceder senadores socialistas a dos formaciones independentistas, Esquerra Republicana de Cataluña y Democracia y Libertad, la heredera de la corrupta Convergencia Democrática del Sr. Mas, para que puedan formar grupo parlamentario propio en el Senado y, con ello, que puedan contar con más tiempo y más dinero para seguir atacando a la unidad de España. Esta decisión socialista, que debería marcar un antes y un después en la historia del PSOE, no puede analizarse fuera del contexto actual en el que nos movemos, un contexto excepcional en el que el desafío a la soberanía nacional y a la unidad de España es más fuerte que nunca y en el que la búsqueda de un gobierno estable, tras los resultados de las elecciones generales del 20 de diciembre, no puede justificar semejantes trapicheos con los enemigos de España.

Pedro Sánchez y algunos portavoces socialistas se han apresurado a justificar esta sorprendente decisión apelando a los antecedentes existentes y a la llamada "cortesía parlamentaria" que, en realidad, no es otra cosa que un fraude de ley, burlando el Reglamento de la Cámara Alta para conceder lo que las urnas no han concedido. Y la desfachatez llega a su cima con la justificación esgrimida por el número dos socialista, César Luena, cuando vincula esta decisión a los “anhelos de los españoles”. Pero ¿de dónde ha salido este individuo? ¿cómo se puede tener tanta cara dura?

El primer y gran reto que tiene España es la defensa de la soberanía del pueblo español, el fundamento de la legitimidad de todas sus instituciones democráticas, que está siendo sistemáticamente atacada por los independentistas poniendo con ello en juego todo lo demás, recuperación económica incluida. Resulta incomprensible que partidos políticos como el PSOE no sólo no sean capaces de subordinar sus políticas partidistas a esa defensa de la soberanía de los españoles, sino que además colaboren activamente con quienes quieren dinamitarla. Se trata de una traición en toda regla. No caben los matices.

Y ante esta espuria maniobra socialista no basta con su denuncia pública como reiteradamente vienen haciendo los dirigentes del Partido Popular, sino que hay que utilizar o intentar utilizar todos los medios y mecanismos legales de los que se dispone. El Partido Popular dispone de una amplia mayoría absoluta en el Senado y puede y debe usarla porque estamos ante una situación excepcional. Si una interpretación fraudulenta del reglamento del Senado es la que facilita que los socialistas consuman esta traición al electorado y a España, refórmese ese mismo Reglamento para impedir o, en su caso, disolver aquellos Grupos Parlamentarios que se constituyan con senadores prestados. Es una cuestión de decencia y de voluntad política que, además, se ajustaría mucho más a los resultados de las urnas que, con las reglas de juego vigentes, no otorgaron a los independentistas la posibilidad de tener Grupo Parlamentario propio en el Senado.

Los 124 senadores del Partido Popular tienen la obligación política y patriótica de anunciar e intentar la reforma del Reglamento del Senado para deshacer la inaceptable decisión de Pedro Sánchez. No basta con lloriquear ni con rasgarse las vestiduras, hay que transformar en decisiones políticas lo que es de sentido común y devolver así al Senado y a los votantes la dignidad que los socialistas les han arrebatado. Los principios se demuestran con hechos. Y, si no lo hacen, mejor que se callen.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 18 de diciembre de 2015

No votar a Adela Pedrosa, candidata del PP al Senado por Alicante, cuestión de higiene democrática.


En la mayor parte de las ocasiones, a la hora de votar, una gran parte de los ciudadanos eligen la papeleta de la candidatura que presenta el partido de sus preferencias sin conocer a los candidatos que forman parte de la misma. Por ello, muchos partidos y, en especial el Partido Popular, nos proponen listas elaboradas e impuestas desde Madrid sin contar con sus bases e incluyen en las mismas incluso a personas sin vinculación en la provincia por la que se presentan. Tienen que colocar a alguien y lo colocan sin cortarse situándolo en cualquier Provincia tenga o no vinculación con ella. Después no hay que extrañarse cuando esos diputados electos pasan olímpicamente de las necesidades de su circunscripción electoral. Al fin y al cabo su compromiso no está con los electores, sino con el partido y con quienes a base de “dedazo” les han situados en las listas.

Buen ejemplo de ello han venido siendo las sucesivas candidaturas que el PP ha venido presentando por la Provincia de Alicante. La presencia de “cuneros”, candidatos que se presentan a las elecciones por un distrito electoral al que no pertenecen, ha sido una constante en las candidaturas del Partido Popular de Alicante. Así, la candidatura popular al Congreso por Alicante estará de nuevo encabezada por un cunero, José Manuel García-Margallo y Marfil, que lo mismo vale para ser diputado por Valencia que por Alicante, y en la misma se incluye a personas como Julieta de Micheo Carrillo-Albornoz, amiga y colaboradora de otro ilustre cunero por Alicante, Federico Trillo, y cuyo paso por el Congreso en esta legislatura como diputada por Alicante se ha caracterizado por sus ausencias parlamentarias (tenía que ayudar a D. Federico en la embajada en Londres) y por no haber presentado ni una sola iniciativa sobre Alicante. Y es que la larga mano del Sr. Trillo aún llega lejos.

Y llega tan lejos la “opusina” mano de D. Federico Trillo que ha conseguido situar como nº 1 al Senado por Alicante a otra protegida suya, a Dª Adela Pedrosa, prototipo del pluriempleo político, del oportunismo y de la incompetencia. Tras perder la Alcaldía de Elda en mayo pasado, el “regenerador” del PP, Sr. Ciscar, la colocó rápidamente (no fuera que tuviese que buscar un trabajo fuera de la política) a través de la Diputación en un cargo de confianza. Todo ello con el inestimable apoyo de Ciudadanos de Alicante, otros presuntos regeneradores de la política. 

Hay que recordar que Dª Adela Pedrosa, ahora candidata al Senado por el PP, inició su vida política en 1995 como concejala de fiestas y participación ciudadana en Elda. En 1999 CC OO denunció en los tribunales que el Hospital de Elda había contratado de forma irregular a la edil, Adela Pedrosa, como auxiliar administrativa y tras varias sentencias Adela Pedrosa tuvo que dejar el trabajo que había conseguido de forma irregular. El PP la premió entonces con el puesto de Asesora de Medio Ambiente de la Diputación de Alicante, colaborando con el diputado provincial José María Rubio. No es que fuera una especialista en medio ambiente, pero eso no importa.

Sin estudios superiores ni especialidad técnica alguna Dª Adela Pedrosa ha sabido moverse, trepar, medrar y acaparar cargos a costa de las siglas del PP. Y fue capaz de simultanear los siguientes cargos públicos sin despeinarse:

-          Diputada en el Congreso por la Provincia de Alicante.
-          Vicepresidenta Segunda de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio.
-          Alcaldesa del Ayuntamiento de Elda.
-          Vicepresidenta de la Mancomunidad intermunicipal del Valle del Vinalopó.
-          Presidenta de la “Fundación Museo del Calzado”.
-          Presidenta de la Empresa Pública IDELSA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMUDESA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMIDESA.
-          Diputada Provincial de Alicante.
-          Vicepresidenta Primera de la Diputación de Alicante.
-          Diputada Responsable del Área de Recursos Humanos de la Diputación de Alicante.

El pasado mes de junio, Pedrosa tuvo que declarar como imputada por un presunto delito de injurias y calumnias. Es una de las personas citadas en los informes de la UDEF como pagadora en dinero negro a la trama Gürtel, pero todo ello no ha sido obstáculo alguno para que siga en política activa y ahora pretenda, y lo conseguirá lamentablemente, representar a nuestra Provincia en el Senado (una razón más para promover su cierre).

Si esta es la regeneración política que el Sr. Ciscar, Presidente Provincial del PP, y los demás líderes populares pretenden vender a los ciudadanos, que venga Dios y lo vea. Sólo por decencia e higiene democrática, los alicantinos que no somos de izquierdas tenemos que tener especial cuidado a la hora de elegir a los senadores y no olvidar que lo mejor que podemos hacer es, desde luego, no votar a la candidata nº 1 al Senado por el Partido Popular, Dª Adela Pedrosa Roldán. Se merece un buen descanso en su casa y los alicantinos también.

Santiago de Munck Loyola


martes, 12 de noviembre de 2013

La indecencia política sobrevive en medio de la crisis.


Decididamente hay que rendirse a la evidencia, nuestra clase política, sea del color que sea, es muy especial. Sigue instalada en sus privilegios y pase lo que pase en el país no está dispuesta a modificar sus costumbres, ni siquiera por el “qué dirán”. Es evidente que no todos nuestros representantes políticos son iguales pero muy pocos se atreven a disentir y a expresarlo públicamente cuando se toman algunas decisiones, aunque no las compartan, no sea que por ello dejen de “salir en la foto”.

Mientras se habla de los recortes también en las becas Erasmus, del cierre de televisiones ruinosas, del cobro de medicamentos hasta en los hospitales, de la desnutrición de muchos niños en Cataluña, de los centenares de niños que acuden al colegio sin desayunar por falta de recursos o de la desaparición de cientos de plazas asistenciales, nuestros políticos siguen a lo suyo, como si no pasase nada y éso de apretarse el cinturón no fuera con ellos. Cuando se trata de dar ejemplo poco importa el color, coinciden en no darlo los que arruinaron al país y quienes para salvarlo están arruinando a las familias.

Ayer, sin ir más lejos, el Congreso de los Diputados escenificó como nunca lo anterior. Sus señorías dejaron claro que padecemos una casta política privilegiada, derrochadora e insolidaria. El Partido Popular, una vez más, rechazó la propuesta presentada por UPyD para suprimir en los Presupuestos Generales de 2014 la partida de 350.000 euros para los servicios de traducción de lenguas cooficiales en los Plenos del Senado. Para que nos entendamos, que el Partido Popular con el beneplácito de todos los grupos se opuso a dejar de gastar 350.000 euros en pinganillos para los caprichosos e inútiles senadores. ¿La excusa? Que como está así regulado en el Reglamento del Senado el Congreso tiene la obligación de dejar intacta esa partida. Vamos, que como el PSOE fue el autor de semejante despilfarro y estupidez, el PP que ahora tiene mayoría absoluta para poder cambiarlo no lo hace. ¿Puro seguidismo? ¿La habitual cobardía popular? ¿“Maricomplejines” en estado puro? ¿No estará pasando lo mismo con la hoja de ruta de Zapatero respecto al terrorismo? No cabe la más mínima duda de que más de un diputado popular o socialista no compartirá ese rechazo pero en éste, como en tantos otros asuntos, se callarán y acatarán lo que les manden a la hora de pulsar el botón de votaciones. Y tampoco cabe la más mínima duda de que los dirigentes populares saben perfectamente que decisiones como éstas molestan profundamente a sus votantes pero una vez más es evidente que la opinión de los mismos, hoy por hoy y dada la lejanía electoral, les importa un pimiento. Ellos a lo suyo.

Y es que tiene su miga que el sentido común, la lógica y la decencia política sigan ausentes de las instituciones. Tiene lo suyo empecinarse en mantener un guiño zapateril inútil y costoso a los independentistas que lo único que pretenden es la voladura de España a la que por negarle le niegan incluso el uso normal de su idioma, del idioma común hablado por más de 400 millones de personas, en una de las cámaras depositaria de la soberanía popular, el Senado. La Constitución no puede ser más clara. En su Artículo 3.1 señala que “el castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla”. Y que se sepa, el Senado es una institución del Estado, aunque no sepamos muy bien para qué sirve, no de las Comunidades Autónomas en las que, además del castellano, pueden ser cooficiales las demás lenguas propias. Y que se sepa también los senadores, aunque a algunos les pese, siguen siendo ciudadanos españoles y, por tanto, también tiene el deber de conocer la lengua castellana. Y si no la conocen pues a su casa, que ya está bien de burlas, desprecios y humillaciones hacia todo lo que sea español. Todos sabemos que todos los senadores hablan y entienden perfectamente el castellano, entonces ¿a qué viene lo del pinganillo, lo de tener que usar traductores para traducir una lengua que conocen sobradamente? ¿Por qué entonces hay que seguir tirando a la basura todos los años 350.000 euros? 

Las cuentas públicas no están para pagar los caprichos de nadie, por muy senadores que sean y ésto no es otra cosa que un capricho indecente que no tiene, además, ningún efecto político para buscar acercamientos hacia quienes sólo quieren alejarse. Lo de los pinganillos, se mire por donde se mire, no sólo es una payasada que provoca risas más allá de nuestras fronteras, sino que, además, es un auténtico insulto y desprecio hacia los sufridos ciudadanos que ven, día a día, cómo sus recursos disminuyen y sus dificultades crecen. ¿Qué clase de políticos tenemos que son capaces de tirar así 350.000 euros al año mientras hay miles de ciudadanos, a los que presuntamente representan, pasando hambre? Sencillamente no tienen vergüenza y se están burlando de los ciudadanos y de lo español. Perdóneme el lector, pero ¡que les den!

Santiago de Munck Loyola


miércoles, 7 de noviembre de 2012

Ellos se lo guisan, ellos se lo comen y los demás lo pagamos.




Al que madruga Dios le ayuda. Es lo que seguramente han pensado los diputados más despistados, los treinta primeros diputados que en los últimos nueve meses han “perdido” su iPad porque a partir de ahora la Mesa del Congreso ha decidido dejar de reponer las tabletas que pierdan sus señorías ya que en lo que llevamos de legislatura el Departamento de Informática del Congreso ha agotado las reservas que tenía para atender estas incidencias.

La austeridad ha asomado tímidamente su patita en el templo de la Democracia, el Congreso, y a partir de ahora no se van a reponer las tabletas que los sufridos diputados pierdan. Sus Señorías dicen haber perdido 30 de las 350 tabletas que recibieron al principio de legislatura y las 30 han sido repuestas a razón de 700 € por cada una. Se ve que algunos diputados no son muy cuidadosos con los bienes públicos que les confían y que, acabado su mandato, debían devolver y eso que en este caso se trata de bienes para su uso y disfrute personal, eso sí por exigencias patrióticas. Y es que como el sueldo de sus señorías es escasito, según parece, al ser elegidos, los diputados reciben un 'kit tecnológico', a saber, un móvil de última generación, tipo iPhone, línea ADSL en su domicilio para estar conectados a Internet y, desde esta legislatura, una tableta iPad. Hay que ser comprensivos, sus señorías no pueden desempeñar correctamente sus altas funciones sin Internet a costa del contribuyente, la democracia correría peligro si tuvieran que pagarse la línea con sus magros sueldos.

Pero como todo es poco para que sus señorías nos representen como nos merecemos nos gastamos 6.750.000 € al año en los desplazamientos de los diputados, es decir 19.285 € al año por cabeza en billetes de avión, dietas, taxis o aparcamientos pagados en los aeropuertos. Ah y otros 1.714 euros por diputado al año en concepto de kilometrajes. Y para hacer más llevadera su sacrificada labor, los españoles contribuyentes les subvencionamos la comida y la bebida que consumen en la cafetería del congreso con 850.000 € al año, es decir, que pagamos más de 2.400 € por diputado al año para subvencionarles comida, café y copa (se supone que el tabaco corre por cuenta del parlamentario). Para que luego se diga que no somos rumbosos los españoles a pesar de la crisis y del hambre existente en las calles. Y para el año que viene aumentaremos esa subvención en 42.500 €. ¿Para qué aumentar otras partidas sociales? ¿Acaso hay algo más social que subvencionar el sustento de los representantes de todo el pueblo? Claro que siempre hay quien se lo monta mejor porque sus correligionarios de la Asamblea de Madrid tienen el Menú a mitad de precio, a 4,25 €, más barato como bien han señalado muchos que el precio del menú de los escolares.

Pero volviendo a las Cortes Generales y a las nuevas tecnologías hay que subrayar la abnegada y nunca suficientemente reconocida labor del Senado. El Senado, reserva espiritual de la inutilidad institucional, “invierte en democracia” según sus máximos representantes. Eso es, al menos, lo que han manifestado para justificar los 437.000 € del ala que se han gastado en su nueva página web a la que, por cierto, todos los grupos parlamentarios han ensalzado por ser un "instrumento de transparencia e información". Conociendo los precios del mercado parece que esa cantidad es desorbitada, claro, que un servidor se reconoce desconocedor de la rentabilidad de las “inversiones en democracia” como la presente y confía plenamente en que no se encuentre al nivel del “bono basura” que últimamente es el que más se prodiga en las administraciones de nuestra sacrificada clase política.

Todo es poco para nuestros excelsos parlamentarios: kits tecnológicos, menús anticrisis, viajes gratis total, sueldos, dietas (y no la Dunkan precisamente), tributación en hacienda como mileuristas, cotizaciones privilegiadas para sus pensiones, etc. Todo a cargo del contribuyente, todo. Ellos se lo guisan y ellos se lo comen. ¿Sacrificios? Los justos. ¿Austeridad? Para los demás. ¿Ejemplaridad? ¿Ejem… qué? Visto lo visto, la Indecencia política ocupa el grupo parlamentario más grande de la democracia… casi 350 escaños.

Santiago de Munck Loyola


martes, 18 de enero de 2011

EL SENADO: UNA CÁMARA SIN VERGÜENZA.

Para ser barrendero municipal o peón hay que saber leer y escribir y aprobar una oposición que incluya conocimientos sobre la Constitución. Para ser Alcalde, Diputado, Senador o Ministro no hace falta. Basta que un partido te designe candidato y que resultes elegido en las urnas. Paradojas del sistema. Nuestros representantes no tienen que poseer conocimiento alguno de la gestión y de la administración pública. Parece que las urnas les confieren la suficiente sabiduría para el desempeño del cargo. Lo que no parece que las urnas les otorguen es vergüenza, sensibilidad social o dignidad a la vista del panorama de nuestra nación y del ejercicio que desarrollan de sus tareas institucionales.

En una sociedad como la nuestra en donde hay gente pasando hambre, donde hay personas rebuscando alimentos en los contenedores de basura, donde no hay recursos públicos suficientes para atender con dignidad a miles de personas dependientes, donde hay más de ocho millones de españoles por debajo del umbral de la pobreza, donde los pensionistas y empleados públicos pierden poder adquisitivo un año más, donde más de un millón y medio de familias no tienen ningún ingreso para subsistir o donde más de 100.000 familias se han quedado sin vivienda en el año 2010 por no poder hacer frente a sus hipotecas, por citar sólo algunos datos, resulta que la clase política vive de espaldas a esa realidad y disfruta de privilegios y prebendas derrochando el dinero de los contribuyentes.

Más de 35.000 coches oficiales circulan por nuestras carreteras transportando es esta clase política situando a España en el sexto puesto del mundo en cuanto al número de coches oficiales. De ellos, 1.637 en Extremadura, dato especialmente relevante. Aviones oficiales utilizados por los más altos cargos para usos particulares, como participar en mítines. Ordenadores portátiles para los parlamentarios, como si con sus ingresos no tuviesen suficiente para adquirir uno. Pluralidad de ingresos públicos, privilegios fiscales y pensiones de jubilación de lujo al margen del sistema general para sus señorías. Y, ahora, 350.000 euros anuales para la traducción simultánea de los senadores que quieran utilizar la lengua de su comunidad autónoma en los Plenos de la Cámara. ¡Claro, pobrecitos! Como no tienen que saber leer y escribir para acceder al escaño, seguramente tampoco conocerán algunos de ellos esa lengua que usan 400 millones de personas en el mundo, el español.

En una situación de crisis como ésta, gastar ese dinero en intérpretes y traductores entre un grupo de representantes de los ciudadanos es inmoral, sencillamente impresentable. Podrán esgrimir toda clase de justificaciones políticas para avalar esta decisión, apelar grandilocuentemente a las señas de identidad de su región, etc. pero una cosa es cierta, sus señorías no tienen vergüenza, ni sensibilidad social, ni dignidad. Con esta conducta, el Senado, pretendida Cámara de representación territorial, no es más que un crisol de frívolos irresponsables.

Santiago de Munck Loyola