Translate

viernes, 29 de mayo de 2020

El farsante de Galapagar.

La coherencia es posiblemente la cualidad que mejor puede medir la calidad de una persona y, en especial, de un político. La concordancia entre lo que uno dice y luego hace, entre lo que se predica y lo que se ejecuta, entre los principios que se enarbolan y el modo de vida es el mejor reflejo de honestidad personal. Una persona coherente es, al menos, una persona honesta intelectualmente. Pero, cuando se da la circunstancia contraria, es decir, que se hace todo lo contrario a lo que se dice, cuando no existe coherencia tampoco hay honestidad con uno mismo y cuando un político carece de honestidad personal, difícilmente podrá ser honesto con la sociedad a la que dice servir. Más bien se servirá de ella.

Pablo Iglesias, actual Vicepresidente del Gobierno de España, es un buen ejemplo de incoherencia y de falta de honestidad. Sus bonitas frases y proclamas que durante años ha venido desgranando con diarreica intensidad a través de tertulias televisivas o mítines no tienen nada que ver con lo que luego él hace. Cuando se habla tanto y de todo se deja un extenso rastro que permite a cualquier persona con un mínimo de objetividad y de sentido común hacer un retrato bastante exacto de la catadura moral del personaje, de su absoluta falta de coherencia y de honestidad intelectual. Hay algunos pasajes verdaderamente memorables que así lo evidencian aunque sorprendentemente para una parte del electorado no suponen un obstáculo para seguir prestando su voto a semejante caradura.

Allá por el año 2014, en un programa de la Sexta, Pablo Iglesias dijo que “Ana Botella representa todo lo contrario de lo que han representado las mujeres valientes a lo largo de la historia”, encarna ser "esposa de""nombrada por", “sin preparación...Una mujer cuya única fuerza viene de ser esposa de su marido y de los amigos de su marido”. Y se quedó tan ancho, el pollo. Ana Botella, licenciada en Derecho en la Universidad Complutense de Madrid, funcionaria del Cuerpo de Técnicos de Administración Civil del Estado desde 1977 trabajando en el Ministerio del Interior, el Gobierno Civil de Logroño, el Ministerio de Obras Públicas, la Delegación de Hacienda de Valladolid y el Ministerio de Hacienda, hasta 2003 cuando es elegida Concejala del Ayuntamiento de Madrid, llegando a ser la primera Alcaldesa de la Capital en 2011, resulta que para el macarra bolivariano de Pablo Iglesias no tenía preparación. 

Trayectoria profesional y política que nada tiene que ver con la de la pareja sentimental del Sr. Iglesias, Irene Montero, quien se licenció en 2011 en Psicología y que entre 2010 y 2011 trabajó unos meses como dependienta en la cadena de electrodomésticos Saturn 10. Trayectoria y curriculum que como todo el mundo sabe son más que suficientes para que se haya convertido en Ministra del Gobierno de España en 2020 sin que se pueda atribuir tal circunstancia a ser "esposa de""nombrada por", “sin preparación...Una mujer cuya única fuerza viene de ser esposa de su marido y de los amigos de su marido”.

Allá por el año 2012, el Ministro de Economía del Partido Popular Luis de Guindos se compró un ático por 600.000 €. Don Pablo Iglesias, entregado por entonces a demonizar a lo que él calificaba como casta, escribió el siguiente “tuit” “¿Entregarías la política económica del país a quien se gasta 600.000€ en un ático de lujo?” Tres años después en 2015, en el programa de TV de Ana Rosa el moralista sin moral predicaba lo siguiente “A mí me parece más peligroso el rollo de aislar a alguien. Este rollo de los políticos que viven en Somosaguas, que viven en chalets, que no saben lo que es coger el transporte público o el precio de un café”.

En un mitin celebrado el 17 del mismo año el reverendo laico Iglesias llamaba a sentirse “orgulloso de mirar a los ojos a la gente de tu piso, que ven que sigues viviendo en el mismo sitio”, añadiendo que cuando no se te olvida de dónde vienes, cuando estás orgulloso de haber crecido en un barrio, de mirar a los ojos de la gente de tu piso, que ven que sigues viviendo en el mismo sitio, y saludas al panadero, al que vende el periódico, y comprendes muy bien el significado de la palabra patria..." Pero, he aquí que en 2018 se vio obligado a abandonar, no ya Vallecas que ya lo había hecho antes, sino Rivas-Vaciamadrid para trasladarse a morar en Galapagar donde se había visto obligado a adquirir por 660.000 € una casa de 268 m2 sobre una parcela de 2.000 m2 y casa de invitados. ¿La razón? Pues la necesidad de desarrollar su proyecto vital y criar a sus vástagos en un entorno diferente a Vallecas o Rivas. Pero que nadie piense mal, no fue por vicio, fue una decisión obligada por las circunstancias que le ha supuesto una profunda depresión al no poder seguir saludando a diario al panadero o al vendedor de periódicos de toda la vida.

Son tan solo dos circunstancias las aquí descritas que sirven perfectamente para ejemplificar el nivel de coherencia y de honestidad del nuevo mesías del materialismo histórico aunque también serviría mucho analizar su comportamiento respecto a las retribuciones de los políticos y sobre determinados comportamientos de “la casta” que tan bien ha asimilado el sujeto. Nada mejor que terminar estas líneas que con el refranero ay algunas citas interesantes:

“Del dicho al hecho hay un trecho”.  
“El infierno está empedrado de buenas intenciones”. 
“Obras son amores, que no buenas razones”. 
“Las voluntades débiles se traducen en discursos; las fuertes, en actos.” (Gustave Le Bon) “La palabra tiene que estar de acuerdo con la conciencia y el discurso con el ejemplo.” (Miguel Ángel Revilla). 
“Cuanto mejor es el orador, peor es el hombre.” (Karl Liebknecht).
“Es más fácil luchar por unos principios que vivir de acuerdo con ellos.” (Alfred Adler). 
“En la vida no puedes decir una cosa y hacer otra, los niños aprenden mucho más viendo que escuchando tus palabras.” (Andy García). 
“Sin coherencia no hay ninguna fuerza moral”. (Robert Owen)

Santiago de Munck Loyola