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jueves, 9 de febrero de 2023

Aguas de Alicante sube ilegalmente la tarifa del agua potable un 14,5% y el servicio de alcantarillado hasta un 950% en Monforte del Cid.

COMUNICADO DEL PAR.
8-2-2023.
El Boletín Oficial de la Provincia de Alicante N.º 26 de fecha 07/02/2023 publicó la “Modificación de las tarifas de abastecimiento de agua, alcantarillado, conservación de contadores, contratación y reposición en Monforte del Cid”. Esta modificación, según esta publicación, se justifica así “De conformidad con lo dispuesto en el contrato mixto de concesión de la gestión integral del servicio municipal de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y obra pública del municipio de Monforte del Cid…”.

Sin embargo, el contrato mixto de concesión de la gestión integral del servicio municipal de abastecimiento de agua potable, alcantarillado y obra pública del municipio de Monforte del Cid fue anulado en la Sentencia N.º 717/2020 de fecha 9-9-2020 de la Sala Quinta del TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DE LA COMUNITAT VALENCIANA en la que se falla lo siguiente:

“1.- ESTIMAR el recurso de apelación que Aguas de Valencia S.A. ha presentado contra la sentencia 775/2018, de 28 de diciembre, del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo N.º 1 de Alicante (proceso 377/2017). El Juzgado no accede a la pretensión de invalidez jurídica que la sociedad apelante formuló contra una decisión, de 2 marzo 2017, del Pleno del Ayuntamiento de Monforte del Cid. Esta decisión acuerda:
"Primero. Aprobar el expediente de contratación sujeto a regulación armonizada, mediante procedimiento abierto, oferta económicamente más ventajosa, varios criterios de adjudicación, para la concesión del Servicio Público de Agua Potable y mantenimiento del Alcantarillado, así como de Concesión de Obra Pública convocando su licitación".
"... Tercero. Aprobar los Pliegos de Cláusulas Administrativas Particulares y de Prescripciones Técnicas que regirán el contrato".
2.- REVOCAR esta decisión judicial.
3.- ANULAR el acuerdo de dos marzo 2017, al contrariar el ordenamiento legal aplicable. También quedan afectados por la invalidez la adjudicación del vínculo y el contrato firmado con el óptimo contractual”.

A pesar de ello, AMAEM con la aquiescencia del Gobierno Municipal de IU de Monforte del Cid ha aprobado una escandalosa subida de tarifas del 14,5 % que afectan al abastecimiento de agua potable, a la conservación de contadores, a la contratación y reposición del servicio. Y lo que es más escandaloso aún es el incremento de las tarifas por el servicio de alcantarillado que oscilan entre el 225% y el 950 % según el diámetro del contador.

A juicio del Partido Alicantino Regionalista de Monforte del Cid “estas escandalosas subidas responden a la necesidad de AMAEM de tratar de amortizar el sobreprecio de más de 1,5 millones para gastos generales que pactó con el Gobierno Municipal tripartito de IU, PSOE y C’s para hacerse con la adjudicación y que está denunciado ante la Agencia Valenciana de Anticorrupción. Pero, es que, además, estas subidas carecen de respaldo jurídico pues, tal y como se enuncian en el BOP, se hacen de conformidad con lo dispuesto en un contrato que fue anulado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en septiembre de 2020. Es evidente que la alcaldesa comunista y su Gobierno Municipal no miran por los consumidores, sino por los intereses de las poderosas empresas y por los suyos propios, porque no hay otra manera de interpretar su falta de oposición y de denuncia a este abuso del monopolio del agua”.





lunes, 26 de agosto de 2019

UNA “ESTAFA” POLÍTICA CON EL AGUA POTABLE.



En ocasiones y sobre todo cuando examinamos decisiones políticas parece que el sentido común brilla por su ausencia. En otras, da la sensación de que resulta indiferente que gobierne la derecha o la izquierda porque a la hora de tomar decisiones ni la ideología, ni los principios, ni tan siquiera el sentido común se vislumbran por sitio alguno y, menos aún, cuando don dinero anda por medio.

Vayamos por partes. Cuando tenemos que tomar decisiones cotidianas como qué televisor comprar, qué colegio elegir para nuestros hijos o qué ropa adquirir nos basamos en el sentido común y el sentido común nos señala que hay que escoger la mejor relación posible entre la calidad del producto o servicio y el precio. ¿Ocurre lo mismo cuando las decisiones las toman los políticos? Pues lamentablemente en muchos casos no es así. Recuérdese, por ejemplo, el famoso Plan E del Sr. Zapatero en el que se dilapidaron miles de millones de euros en obras, muchas de las cuales fueron inútiles. Baste citar, por ejemplo el aeropuerto de Huesca, que costó 40 millones de euros y recibió 1 pasajero cada cuatro días durante el año 2016. Y así con otras 30 infraestructuras que costaron un total de 6.000 millones de euros. ¿Sentido común? Evidentemente no. Pero no hace falta remontarse tanto en el tiempo ni ceñirse al Estado. 
 ¿Tiene sentido común que un pequeño ayuntamiento como Monforte del Cid, con apenas 8.000 habitantes, en vez de reponer los contenedores de residuos deteriorados se gaste decenas de miles de euros en sustituir todos los existentes por otros más pequeños y que en el plazo de dos años no servirán por no ajustarse a la normativa?
Pues no, no hay sentido común en esa decisión, aunque quizás si exista tras la misma algún interés concreto.

Tampoco parece que la ideología del gobernante sirva para explicar determinadas decisiones que adoptan a la hora de gestionar el dinero público, nuestro dinero. Nos hemos acostumbrado a identificar a la izquierda con la gestión pública de los servicios públicos y a la derecha por preferir la gestión privada de determinados servicios públicos. Sin embargo la realidad es distinta. ¿Qué explica, por ejemplo, la decisión de un gobierno municipal de izquierdas, como el de Monforte del Cid, de privatizar servicios esenciales como los servicios jurídicos municipales? ¿Qué razón se esconde para que este Ayuntamiento bata records con la contratación de falsos autónomos para el desempeño de trabajos que deberían ser cubiertos por funcionarios públicos? Y en este caso hablamos también de decenas de miles de euros anualmente. No parece que sea por motivos ideológicos, ni por sentido común.

Y si intentamos acudir a los principios políticos que entonan muchos gobernantes para tratar de marcar su sesgo político distintivo, entonces, apaga y vámonos. Hablan de transparencia, de participación, de honestidad, de defensa de los más débiles o de adalides del medio ambiente y, en la mayoría de las ocasiones, ni rastro de esos supuestos principios a la hora de gestionar el dinero público.

Ni acudiendo al sentido común, ni a la ideología, ni a los principios se encuentra una justificación razonable para explicar el caso del rimo del agua potable en el Ayuntamiento de Monforte del Cid. Veamos. El suministro de agua potable y la prestación del servicio de alcantarillado son dos competencias básicas de cualquier Ayuntamiento. En la mayoría de los casos, las administraciones locales deciden prestar dichos servicios de forma indirecta, es decir, mediante concesión administrativa. El agua potable es un bien de primera necesidad que es objeto de protección y ordenación jurídica incluso a nivel internacional. No es un bien sobre el que una administración pública pueda o deba especular para obtener beneficios económicos. Sin embargo la realidad es muy distinta gobierne la derecha o la izquierda. Tras dos intentos fallidos por prosperar recursos judiciales de adjudicar el contrato con el ciclo integral del agua, es decir, comprendiendo el suministro del agua potable y la red de alcantarillado, en 2015 el gobierno de Izquierda Unida y sus socios en Monforte del Cid decidió volver a licitar dicho concurso.

Volviendo al inicio de este artículo cualquier persona normal y decente pensaría que la forma de adjudicar dicho contrato para un período de 25 años sería hacerlo a la empresa que hiciese la oferta con una mejor relación entre calidad y precio. ¿Precio? Sí, pero no como cualquier persona normal y decente podría pensar. El precio es el canon que la empresa ganadora debería pagar a Ayuntamiento para prestar el servicio en su nombre. Contra toda lógica, tanto el PP con anterioridad como la izquierda ahora, la preferencia a la hora de adjudicar es la empresa que preste el servicio más caro, la que pague un canon más alto al Ayuntamiento. En resumen, obtiene el contrato la que cobre más caro por suministrar el agua potable. Y ello es así, porque la empresa adjudicataria cobrará el canon que paga al Ayuntamiento a los consumidores, en sus recibos del agua. Un negocio redondo para el Ayuntamiento: a cambio de adjudicar el servicio recibe el canon, una forma de préstamo que no tiene que devolver el Ayuntamiento, sino los consumidores que se ven sometidos así a una doble “fiscalidad” sobre un bien de primera necesidad como es el agua potable. Como se ve, da igual la derecha o la izquierda en este caso. Ambas han especulado con el agua. Pero en la adjudicación del año 2017 realizada por IU, PSOE y tránsfugas se ha ido más lejos, se ha vulnerado el Código Penal porque se ha amañado el concurso para que resultase adjudicataria la empresa Aguas Municipalizadas de Alicante. La Alcaldesa y el asesor de la misma negociaron con los directivos de AMAEM para incrementar el canon prestablecido de 3.500.000 euros en un 1,5 millones de euros de más de modo que el concurso se adjudicó por 5.000.000 de euros. Casi nada. 5 millones que los consumidores pagarán religiosamente en sus recibos hasta que AMAEM los recupere. Así de sencillo y así de claro. La izquierda se ha convertido en una máquina especuladora sobre un bien de primera necesidad, como el agua, superando con ello al PP y pasándose el sentido común, la ideología y los principios por el arco del triunfo. Éste es su modelo: adjudicar un servicio público básico y esencial a la empresa más cara. Ver para creer.

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 27 de diciembre de 2017

Carta abierta a Francisco José Lifante Martínez, asesor de la Alcaldesa de Monforte del Cid.

Estimado Fran:

Hace ya más de 14 años que tú y yo nos conocemos. 14 años en los que, aun cuando dejaste de ser concejal, seguimos manteniendo una estrecha relación. Durante estos años tú y yo hemos compartido muchas confidencias, hemos mantenido extensas y enriquecedoras conversaciones sobre política, sobre religión o sobre Monforte del Cid. Fuiste de las primeras personas que me llamó a finales de 2009 cuando supiste que estaba gravemente enfermo. Y desde que empezaste a trabajar en 2015 como asesor de la Alcaldesa hemos venido manteniendo una relación más estrecha aún. Durante estos dos años has sido testigo de primera fila de la persecución a la que sido sometido, de las humillaciones, de las discriminaciones, de los ataques a mi dignidad profesional, del entorpecimiento de mi trabajo y culpabas siempre al Concejal de Personal, Vicente García Saiz, me decías que tus compañeros de partido y la Alcaldesa no eran los responsables, que eran buenas persona, que tú estabas siempre en medio intentando apaciguar las relaciones, buscando consensos, suavizando posiciones y yo, ingenuo de mí, te creía porque confiaba en ti, en tu amistad y en tu integridad personal.

Muchos me decían que no me fiara de ti, que tú solo ibas a lo tuyo, que tras tus buenas palabras solo había falsedad y oquedad moral. Y yo, erre que erre, que no, que no era así, que eras mi amigo, que eras, ante todo, buena persona y que estaba seguro que siempre prevalecerían tus principios de libertad, igualdad y fraternidad sobre las conveniencias partidistas o las flagrantes injusticias… Y resulta que, al final, tenían razón. No, ni eras mi amigo, ni tus autoproclamados principios eran tales. Y si lo eras me has traicionado ¿por 30 monedas? No sólo no has impedido que se siguieran cometiendo injusticias contra mí, sino que, además, has sido y eres colaborador necesario de las mismas. Desde mediados de septiembre estoy de baja porque tras dos años continuados de acoso laboral habéis quebrado seriamente mi salud. Y tú, que te decías mi amigo, no es que no me has llamado para interesarte por mi estado de salud en estos largos meses, es que ni te has atrevido a enviarme un simple mensaje con un protocolario ¿qué tal estás? ¿Por qué? ¿Por vergüenza? ¿Quizás porque ya no te intereso como persona? ¿Por disciplina de partido? Mira, Fran, sigo siendo la misma persona, con los mismos defectos y virtudes de siempre, la misma persona que, independientemente de las distancias ideológicas, te brindó su amistad, su confianza, su apoyo y su afecto.

Los tuyos, la Alcaldesa, los concejales de IU, junto a los concejales del PSOE y los ex de Ciudadanos están intentando rematar su objetivo: conseguir echarme del Ayuntamiento, haciendo que pierda mi condición de funcionario, dejándome sin trabajo, sin sueldo, sin prestación por desempleo y poniendo en riesgo mi pensión de jubilación. Es así de claro y nítido el objetivo: destruir a una persona en todos los ámbitos, en el profesional y en el económico, sólo porque no es de vuestra cuerda ideológica. Y tú, Fran, eres tan responsable como los demás o quizás más, porque has sido testigo de primera mano de la evolución de este acoso y, sobre todo, porque tu simple testimonio público sería suficiente para invalidar todo este proceso. Tu palabra, Fran, la verdad de lo ocurrido durante estos dos años sería suficiente para acabar de un plumazo con esta deleznable situación. Y lo sabes. No sé Fran cómo puedes dormir tranquilo, qué clase de conciencia puedes tener para no impedir semejante atropello a la verdad y a la justicia.

Me conoces bastante, Fran, y sabes que soy una persona de mentalidad abierta, tolerante, capaz de comprender y de justificar muchas acciones u omisiones pero te puedo garantizar que me es prácticamente imposible encontrar una justificación que no sea abyecta para entender que una persona como tú, abanderada de valores universales, pueda abstenerse de impedir daños injustos e irreparables a un tercero.

Que tengas unas felices fiestas, Fran, y que Dios te ilumine.


Fdo. Santiago de Munck Loyola

viernes, 22 de diciembre de 2017

Relato de una purga ideológica en Monforte del Cid (Capítulo 9).

Y llegamos al año 2017, el año en que el acoso y la discriminación llegan a su máxima expresión. A primeros de febrero de 2017 estuve de baja 8 días por una infección pulmonar. Cuando a final de mes percibí mi retribución comprobé con sorpresa que me habían descontado casi 300 euros como consecuencia de la baja. Presenté un escrito adjuntando las normas de aplicación que prohibían dicha minoración de la retribución. Lo hablé con la Alcaldesa de IU, Mª Dolores Berenguer Belló, y me dijo que si no me habían devuelto ese dinero era culpa de la tesorera que estaba muy liada. Mentía, como es habitual en ella. En agosto me notificaron un decreto de la Alcaldesa, fechado en julio, en el que reconocía mi derecho a percibir el sueldo íntegro de febrero y en el que ordenaba que se me devolviera dicho dinero. Pues bien, estamos acabando el año y la Sra. Alcaldesa que también es concejala de hacienda todavía no ha tenido tiempo de disponer que se me devuelva mi dinero. Sólo este hecho refleja perfectamente la forma de actuar y de mentir de la Alcaldesa. Debe pensar que con mentiras, medias verdades o culpando siempre a un tercero de sus errores es como debe comportarse un “político” y es evidente que le queda grande intelectual y moralmente esa palabra.

Pero no es ésta la única anécdota que pone de relieve la catadura moral y política de este personaje. Tengo que decir que pocas veces en mi vida me he topado con una persona tan mala y tan falsa. El 5 de noviembre de 2015 el Pleno del Ayuntamiento había acordado modificar la plantilla de personal suprimiendo la plaza de Gerente de Servicios Municipales que tenía el nivel 30 y que yo había venido ocupando y modificando el nivel de la Plaza de Técnico de Administración General (TAG), la plaza que ostentaba en propiedad, y la del Ingeniero de Caminos, Canales y  Puertos (ICCP), de D. Ignacio Gutiérrez Hernández, para que ambas plazas pasasen al nivel 30. Sin embargo, en el Pleno del Ayuntamiento de 4 de mayo de 2017 el gobierno social-comunista acordó anular el anterior acuerdo, volviendo ambas plazas al nivel original que tenían asignado, el nivel 22, con un recorte salarial de 464 euros mensuales. Aunque recurrí el acuerdo y sin que fuera por tanto firme la Alcaldesa se apresuró a ordenar que ya a partir de la nómina de mayo se me quitasen esos 464 euros, pero sólo a mí, ya que aunque el acuerdo afectaba también a la plaza de D. Ignacio Gutiérrez a él le empezó a abonar mensualmente una productividad de 540 euros para que no sufriera pérdida económica alguna. Y un par de meses después le subió el nivel de su complemento de destino al 28, a mí no, evidentemente.


El 5 de mayo se publicó en el Boletín de la Provincia la aprobación inicial del Presupuesto municipal del año 2017. Cuando examiné el documento publicado aprecié muchos errores y algunas posibles ilegalidades en el Capítulo correspondiente al personal, único capítulo que en mi condición de representante del sindicato CSIF examiné en profundidad. Redacté ocho posibles reclamaciones que directamente podría haber presentado y registrado sin decir nada en la fase de exposición pública de dicho documento. Hacerlo es un derecho que asiste a cualquier ciudadano. No obstante, no metí por registro dichas reclamaciones y se las entregué a la Alcaldesa y al Secretario para que las estudiasen y corrigiesen si fuere preciso el documento. El 23 de mayo, la Alcaldesa me llamó a su despacho y, desde luego, la transcripción de la conversación no deja ninguna duda sobre su integridad ética, moral y política. Me vino a decir que si presentaba formalmente alegaciones al presupuesto como representante sindical me ganaría más enemigos y que, claro, estando pendiente de resolver algunas solicitudes mías profesionales como el reconocimiento de trienios o el reconocimiento del nivel 28 que había solicitado, no me convenía hacerlo. Llegó incluso a ofrecerme ser el interventor Accidental del Ayuntamiento, algo que rechacé. Y lo más llamativo es que mientras me hacía ese inusitado ofrecimiento me ocultaba que ya un mes antes había firmado un decreto para iniciar un expediente con el fin de intentar anular mi nombramiento como funcionario y dejarme en la calle.

Así se las gasta. Ese es su nivel de sinceridad. Luego con culpar de todo al Concejal de Personal tiene suficiente. Y no es la única que usa esa táctica, no es la única que se envuelve en la bandera de la progresía para su propio beneficio y el de su entorno a costa de sacrificar cualquier principio ético. Pero tiempo habrá de detallar más hechos que revelan su auténtica naturaleza.

Accedí en esa reunión con la Alcaldesa a mantener una posterior reunión para estudiar las reclamaciones al presupuesto que les había entregado. Días después se celebró dicha reunión a la que asistieron la Alcaldesa, el Concejal de Urbanismo, D. Ángel Gutiérrez, el asesor de la Alcaldesa, D. Francisco José Lifante, el Secretario Accidental D. José Fernando Mullor y el Interventor Accidental, D. José Manuel González. No fue una reunión de estudio, fue un auténtico consejo de guerra destinado, no a detectar los errores del presupuesto, sino a fusilarme. Y dejaron el presupuesto tal cual, plagado de incorrecciones.

Pero ya el colmo del disparate fue la propuesta que en el mes de julio me hizo llegar el asesor de la Alcaldesa, Francisco José Lifante, que siempre había fingido ser mi amigo. Lo dejo para el siguiente capítulo.

Santiago de Munck Loyola