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miércoles, 29 de octubre de 2014

Despilfarro y algo más en el Ayuntamiento de San Vicente de Raspeig.


El Ayuntamiento de San Vicente de Raspeig no es, políticamente hablando, un ayuntamiento cualquiera en la Provincia de Alicante. Y no lo es porque concentra, por circunstancias coyunturales, una importante parcela de poder político y económico provincial derivado de la concurrencia de dos circunstancias especiales. De una parte, su Alcaldesa, Dª Luisa Pastor, es a la vez Presidenta de la Diputación de Alicante, circunstancia que por cierto puede estar influyendo en ciertas adjudicaciones en las licitaciones de la Diputación (algo de lo que se hablará en estas páginas en otra ocasión). De otra parte, el concejal responsable del área de informática de dicho Ayuntamiento y Portavoz del Grupo Popular Municipal, el profesional de la política José Juan Zaplana, es a la vez Secretario General del Partido Popular de Alicante, cargo que ha utilizado para proteger y privilegiar a la Alcaldesa de Alicante Sonia Castedo.

Pues bien, ayer la alcaldesa de San Vicente del Raspeig y Presidenta de la Diputación de Alicante, Dª Luisa Pastor, tuvo que saltar al ruedo de los medios de comunicación para tratar de aclarar, infructuosamente por cierto, la relación del Consistorio que preside con uno de los empresarios detenidos en la operación contra la corrupción “Púnica”.

Dª Luisa Pastor explicó que el Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig mantuvo una relación contractual con la empresa Eico Online Reputación Management S.L. del empresario Alejandro de Pedro, detenido en esta operación policial, para la creación de los perfiles del Ayuntamiento en las redes sociales y por los que pagó, unos 25.000 euros en tres años, nada menos.

O sea que, para que nos entendamos, el Ayuntamiento de San Vicente de Raspeig ha gastado en tres años 25.000 euros de sus vecinos para que un señor escogido a dedo, sin concurso ni nada que se le parezca, le hiciese y le mantuviese al Ayuntamiento los perfiles de Facebook y Twitter. Hay que tener poca vergüenza para tirar así el dinero de los contribuyentes sobre todo porque primero todo el mundo sabe que ese trabajo no cuesta ese dinero, segundo porque si se hubiese licitado el contrato en vez de adjudicarlo “a dedo” habría salido por cuatro duros y tercero porque en el Ayuntamiento de Dª Luisa Pastor, además de un concejal dedicado al área de informática (que algo sabrá del tema) hay cuatro cargos de confianza en prensa, que cuestan un potosí a los vecinos, y que ése sería precisamente uno de sus trabajos. Vamos, que era innecesario contratar a nadie y menos a esos precios. A eso, se le llama despilfarrar el dinero público, se mire por donde se mire.

La alcaldesa de San Vicente del Raspeig señaló, además, que el contrato se hizo “sin concurso porque son contratos menores y estos no tienen concurso”, sin aclarar si pidieron tres ofertas o no y que desconocía por qué se había elegido a esa empresa en concreto, algo que, sin duda, debería ser explicado por el derrochador concejal de informática, Sr. Zaplana, capaz de gastarse 25.000 euros de sus vecinos en páginas de facebook y twitter.

El grupo municipal de EU de esta localidad, con buen criterio aunque con cierta ingenuidad, ha pedido explicaciones sobre este vergonzoso asunto al pródigo Sr. Zaplana y para que explique también si se ha valido de su cargo como Secretario Provincial del PP para involucrar en la trama a otros ayuntamientos de la provincia.

Es evidente que este asunto es una muestra más del despilfarro y de la mala gestión que algunos han asumido como una práctica de lo más normal. Una vez más los discursos de ciertos sujetos no se compadecen con sus acciones. Una vez más, y este asunto así lo pone de manifiesto, la necesidad de una profunda regeneración y de una política al servicio del ciudadano y no de los partidos y de sus vividores profesionales se impone. Y mientras sigan liderando al centro derecha popular los mismos que lo han conducido al desastre ético y político no quedará más alternativa que optar por nuevos movimientos limpios y regeneradores.

Santiago de Munck Loyola