Hay que ver las sorpresas que se
llevan los afiliados del Partido Popular cuando echan un vistazo a la prensa.
Hoy, 21 de septiembre, hemos sabido por dos periódicos, El Mundo y el Diario
Información, que nuestra organización Provincial arrastra una deuda de 104.000
euros. Bien está que se sepa pero ¿la información y la transparencia no debería
empezar con los afiliados antes que por los medios de comunicación? Parece que
un mínimo de respeto al afiliado así lo exigiría y más aún cuando se trata del
dinero que muchos ponemos mensualmente para que nuestra organización local
funcione.
Bueno es también que la nueva
dirección provincial quiera poner orden y sanear las cuentas de la organización
provincial y que revise el coste de los medios e infraestructuras de la misma.
Sin embargo, hay algunas cosas que no cuadran si las noticias aparecidas son
absolutamente exactas.
En ambos medios de comunicación
se señala que la dirección provincial va a solicitar a cada junta local que aporte
un euro por afiliado para sanear las arcas provinciales del Partido Popular,
pues la recaudación de las cuotas de afiliación corresponde a las
organizaciones locales. De ello se desprende un hecho importante: la
organización provincial no recauda directamente cuotas de afiliación y hasta el
día de hoy no se ha articulado ningún mecanismo oficial para costear los gastos
provinciales. ¿Y cómo pues se ha venido sosteniendo hasta ahora? Pues parece
que la clave la proporciona el Diario El Mundo. La organización local de
Alicante, con más de 7.000 afiliados, está “desactivada”, carece de estructura
y de funcionamiento interno, está diluida en la organización provincial. Esto
quiere decir que la organización provincial, al margen de otros ingresos que
pudiera tener (un auténtico misterio pues a los afiliados no se les proporciona
información económica) se nutre fundamentalmente de las cuotas de afiliados de la Ciudad de Alicante. Es
decir, que los afiliados de la
Ciudad de Alicante carecen de organización propia, de sede
propia y de funcionamiento interno y, simultáneamente, son los que sostienen
económicamente la organización provincial. Este hecho constituye, sin ninguna
duda, un agravio comparativo respecto a los afiliados de las demás localidades
de la Provincia.
Es evidente que la Junta local del PP de
Alicante, que por su número de afiliados debería ser la más importante e
influyente de la Provincia ,
es una organización muerta y lo es así porque durante mucho tiempo a algunos
dirigentes locales y provinciales les ha interesado que así sea. Con ello, tras
el paraguas nominal de una organización local, han podido esgrimir una cuota de
poder interno en sus cambalaches políticos, en sus conflictos de familias
políticas y en sus repartos de cargos públicos. Como es lógico, en una
organización política “desactivada” no existe ni democracia interna ni
participación, sencillamente porque no hay vida política interna.
Dos cuestiones preocupantes se
deducen también de las informaciones publicadas. De una parte, el Secretario
General Provincial afirma que son las Juntas Locales las que recaudan las
cuotas y que aunque los afiliados pagan religiosamente “hay múltiples
posibilidades de exenciones del pago para jubilados, parados, etc. que cada
Junta establece. Es verdad que el Artículo 5.9 de los Estatutos Provinciales
establece que es un deber del militante “Abonar
con la periodicidad señalada las cuotas correspondientes. Corresponderá a cada
Comité Ejecutivo Local, de acuerdo con la recomendación de la cuota orientativa
fijada por la Junta
Directiva Nacional, determinar el importe de las mismas
atendiendo a la capacidad económica de cada militante”. Pero lo cierto es
que a los afiliados de la ciudad de Alicante no se les ha comunicado ni cual es
la cuota orientativa ni qué exenciones están establecidas y que, teniendo en
cuenta que en los próximos congresos locales sólo podrán votar los afiliados al
corriente de pago de la cuota, se está instalando una peligrosa incertidumbre
jurídica que puede oscurecer el desarrollo de dichos procesos electorales.
Por otra parte, la afirmación del
Diario Información señalando que los censos de afiliados del Partido Popular de
Alicante “están hinchados” supone, de ser cierta, una mala noticia para que se
puedan abordar las elecciones internas con absolutas garantías para los
diferentes aspirantes que puedan presentarse. De ser cierta esta afirmación
constituiría una obligación prioritaria de la nueva dirección provincial
proceder a la depuración y actualización de dichos censos de forma previa a la
convocatoria de los Congresos Locales. Demorar esta revisión no sería nada
positivo para la salud democrática y económica del Partido y para ello deberían
empezar por nombrar una Gestora en la Ciudad de Alicante que se ocupe de poner
al día el censo de los afiliados y la cuentas de la Junta Local antes de que
los afiliados nos veamos obligados a reclamarlo formalmente y por las vías
legales procedentes.
En definitiva, parece que se ha
abierto una nueva etapa en la vida del PP provincial, pero queda aún mucho
camino por recorrer para mejorar una organización política clave para el
desarrollo de la Provincia
de Alicante. Y si hay una organización local donde ha de iniciarse una nueva
etapa de regeneración de forma urgente es precisamente en la Junta Local de Alicante. Los
afiliados de la ciudad no podemos seguir permitiendo que se encuentre “desactivada”
nuestra organización local. No podemos tolerar que siga siendo usada como un
instrumento al servicio de otros intereses que no sean los de los afiliados y
de los ciudadanos de Alicante. Necesitamos una organización local fuerte, con
autonomía como las juntas de otras ciudades, con sede propia, a pie de la
calle, abierta a los vecinos, enraizada en los barrios y las organizaciones y
movimientos sociales. Necesitamos un Partido Local regenerado, participativo,
con voz propia en la
Provincia y basado exclusivamente en la voluntad política de
los afiliados. Y quieran algunos o no, lo vamos a intentar.
Santiago de Munck Loyola