Translate

viernes, 21 de septiembre de 2012

Las cuentas del PP de Alicante.




Hay que ver las sorpresas que se llevan los afiliados del Partido Popular cuando echan un vistazo a la prensa. Hoy, 21 de septiembre, hemos sabido por dos periódicos, El Mundo y el Diario Información, que nuestra organización Provincial arrastra una deuda de 104.000 euros. Bien está que se sepa pero ¿la información y la transparencia no debería empezar con los afiliados antes que por los medios de comunicación? Parece que un mínimo de respeto al afiliado así lo exigiría y más aún cuando se trata del dinero que muchos ponemos mensualmente para que nuestra organización local funcione.

Bueno es también que la nueva dirección provincial quiera poner orden y sanear las cuentas de la organización provincial y que revise el coste de los medios e infraestructuras de la misma. Sin embargo, hay algunas cosas que no cuadran si las noticias aparecidas son absolutamente exactas.

En ambos medios de comunicación se señala que la dirección provincial va a solicitar a cada junta local que aporte un euro por afiliado para sanear las arcas provinciales del Partido Popular, pues la recaudación de las cuotas de afiliación corresponde a las organizaciones locales. De ello se desprende un hecho importante: la organización provincial no recauda directamente cuotas de afiliación y hasta el día de hoy no se ha articulado ningún mecanismo oficial para costear los gastos provinciales. ¿Y cómo pues se ha venido sosteniendo hasta ahora? Pues parece que la clave la proporciona el Diario El Mundo. La organización local de Alicante, con más de 7.000 afiliados, está “desactivada”, carece de estructura y de funcionamiento interno, está diluida en la organización provincial. Esto quiere decir que la organización provincial, al margen de otros ingresos que pudiera tener (un auténtico misterio pues a los afiliados no se les proporciona información económica) se nutre fundamentalmente de las cuotas de afiliados de la Ciudad de Alicante. Es decir, que los afiliados de la Ciudad de Alicante carecen de organización propia, de sede propia y de funcionamiento interno y, simultáneamente, son los que sostienen económicamente la organización provincial. Este hecho constituye, sin ninguna duda, un agravio comparativo respecto a los afiliados de las demás localidades de la Provincia.

Es evidente que la Junta local del PP de Alicante, que por su número de afiliados debería ser la más importante e influyente de la Provincia, es una organización muerta y lo es así porque durante mucho tiempo a algunos dirigentes locales y provinciales les ha interesado que así sea. Con ello, tras el paraguas nominal de una organización local, han podido esgrimir una cuota de poder interno en sus cambalaches políticos, en sus conflictos de familias políticas y en sus repartos de cargos públicos. Como es lógico, en una organización política “desactivada” no existe ni democracia interna ni participación, sencillamente porque no hay vida política interna.

Dos cuestiones preocupantes se deducen también de las informaciones publicadas. De una parte, el Secretario General Provincial afirma que son las Juntas Locales las que recaudan las cuotas y que aunque los afiliados pagan religiosamente “hay múltiples posibilidades de exenciones del pago para jubilados, parados, etc. que cada Junta establece. Es verdad que el Artículo 5.9 de los Estatutos Provinciales establece que es un deber del militante “Abonar con la periodicidad señalada las cuotas correspondientes. Corresponderá a cada Comité Ejecutivo Local, de acuerdo con la recomendación de la cuota orientativa fijada por la Junta Directiva Nacional, determinar el importe de las mismas atendiendo a la capacidad económica de cada militante”. Pero lo cierto es que a los afiliados de la ciudad de Alicante no se les ha comunicado ni cual es la cuota orientativa ni qué exenciones están establecidas y que, teniendo en cuenta que en los próximos congresos locales sólo podrán votar los afiliados al corriente de pago de la cuota, se está instalando una peligrosa incertidumbre jurídica que puede oscurecer el desarrollo de dichos procesos electorales.

Por otra parte, la afirmación del Diario Información señalando que los censos de afiliados del Partido Popular de Alicante “están hinchados” supone, de ser cierta, una mala noticia para que se puedan abordar las elecciones internas con absolutas garantías para los diferentes aspirantes que puedan presentarse. De ser cierta esta afirmación constituiría una obligación prioritaria de la nueva dirección provincial proceder a la depuración y actualización de dichos censos de forma previa a la convocatoria de los Congresos Locales. Demorar esta revisión no sería nada positivo para la salud democrática y económica del Partido y para ello deberían empezar por nombrar una Gestora en la Ciudad de Alicante que se ocupe de poner al día el censo de los afiliados y la cuentas de la Junta Local antes de que los afiliados nos veamos obligados a reclamarlo formalmente y por las vías legales procedentes.

En definitiva, parece que se ha abierto una nueva etapa en la vida del PP provincial, pero queda aún mucho camino por recorrer para mejorar una organización política clave para el desarrollo de la Provincia de Alicante. Y si hay una organización local donde ha de iniciarse una nueva etapa de regeneración de forma urgente es precisamente en la Junta Local de Alicante. Los afiliados de la ciudad no podemos seguir permitiendo que se encuentre “desactivada” nuestra organización local. No podemos tolerar que siga siendo usada como un instrumento al servicio de otros intereses que no sean los de los afiliados y de los ciudadanos de Alicante. Necesitamos una organización local fuerte, con autonomía como las juntas de otras ciudades, con sede propia, a pie de la calle, abierta a los vecinos, enraizada en los barrios y las organizaciones y movimientos sociales. Necesitamos un Partido Local regenerado, participativo, con voz propia en la Provincia y basado exclusivamente en la voluntad política de los afiliados. Y quieran algunos o no, lo vamos a intentar.

Santiago de Munck Loyola