Según un reciente informe de la
OCU, nuestra ciudad, Alicante, ocupa el segundo lugar entre las ciudades más
sucias de España. Este informe, evidentemente, sólo refleja el estado de la
suciedad física, la que vemos y padecemos en nuestras calles y zonas verdes.
Pero lamentablemente o afortunadamente no evalúa esa otra suciedad mucho más
preocupante que desde hace tiempo se ha instalado en muchos ambientes políticos
y en buena parte del entramado social e institucional que intenta mover, y en
ocasiones lo consigue, mover los hilos del poder.
Por eso, hoy más que nunca hace
falta abrir las ventanas de la política y de las instituciones municipales para
que entre aire fresco, limpio y renovado. Hoy más que nunca, Alicante necesita
un cambio profundo de hábitos políticos y sociales, un cambio de personas que
sin más ataduras que el amor a la ciudad y a su gente sepa y quiera introducir
una nueva forma de entender el servicio público a la sociedad.
Sí, Lisardo Gabarre Motos es un
líder vecinal, un hombre que lleva muchos años ayudando a los demás, trabajando
por mejorar las condiciones de vida de sus vecinos, luchando por el deporte de
base, por la vivienda digna, por el empleo y por las oportunidades para todos.
Willy es gitano, es un hombre religioso comprometido con la Fe evangélica, es
un padre de familia que dedica mucho tiempo a promocionar el deporte de base
entre los chavales para ayudarles a encontrar valores humanos de siempre hoy
desterrados en gran medida en nuestra sociedad, es un hombre solidario que
trabaja ayudando a los más necesitados y es un hombre comprometido con la
solución de los problemas de nuestra ciudad.
Lisardo es una persona abierta y dialogante
que ha intentado colaborar con los principales partidos de la ciudad, de
derechas o izquierdas, y que finalmente ha apostado y ha decidido dar la cara
por la única opción política, el PAR, que defiende los derechos de todos los
alicantinos sin sometimiento alguno a las instrucciones provenientes de Madrid,
Valencia o Barcelona, que denuncia el proceso de catalanización y de imposición
lingüística impuesto desde Valencia así como la discriminación que sufren los
alicantinos por parte de la Generalidad y el Estado y que se traduce en una
infrafinanciación sistemática, la única opción política que esgrime la
regeneración política y ética frente al escandaloso pasteleo de los partidos de
siempre y de los partidos aspirantes a mimetizarse con ellos y la única opción
política que defiende un modelo de ciudad urbanísticamente integrada y
socialmente integradora.
El Partido Alicantino
Regionalista ofrece a los alicantinos una candidatura sólida, sin profesionales
de la política, con gente normal y corriente cansada de que el Ayuntamiento
siga siendo un mercadillo de intereses ajenos a los verdaderos intereses y
problemas de la gente, una candidatura encabezada por una persona comprometida
con la libertad, el progreso y la justicia social, con los valores y principios
que defiende el PAR y con un programa con soluciones para que Alicante alcance
el lugar y el prestigio que le corresponde como capital de la quinta provincia más
importante de España. Lisardo y el PAR quieren más Alicante y más España.
Santiago de Munck Loyola
Presidente del PAR.