Todo sigue igual e
incluso peor. Con el paso del tiempo, los viejos hábitos, los vicios políticos
y las conductas cuasifeudales de los señoritos de la izquierdona ripense no
sólo no se suavizan, sino que se consolidan y acrecientan. El Ayuntamiento es
suyo y la calle es suya. A su histórico sentido patrimonialista de las
instituciones se ha sumado, con el paso del tiempo, una profunda confusión entre
lo público y lo privado. La macedonia rojiverde ripense no admite objeción o
enmienda. La “gauche divine” nunca se equivoca y ¡ay! de quien lo dude, lo
lleva claro y si se trata del líder de la oposición será sometido a
linchamiento plenario, como le acaba ocurrir, al actual portavoz popular por
atreverse a pedir la dimisión de un concejal comunista sorprendido conduciendo
el coche sin carnet que hace unos meses se le había retirado por conducir superando
las tasas de alcohol permitidas.
D. José Manuel Castro
Fernández, concejal de Izquierda Unida y secretario de organización del PCE
ripense, fue multado hace unos meses por conducir mientras superaba la tasa de
alcoholemia permitida. La sanción que se le impuso, además de la
correspondiente multa económica, fue la retirada del carné de conducir. Hace
unos días, fue sorprendido por la Policía Local circulando sin carnet, hecho
por el que deberá comparecer en juicio el 4 de noviembre, ya que ello podría
ser constitutivo de otro delito contra la seguridad vial (conducir ebrio ya lo
es), previsto y sancionado en el artículo 384 del Código Penal con penas de
entre 12 y 24 meses de cárcel. Parece que no era la primera vez que conducía
sin carnet según fuentes populares que aseguran que muchos vecinos denunciaron
esta circunstancia en Internet “haciendo una campaña de denuncia en Twitter con
el hashtag #PonleFreno”.
Pero, claro, estamos
hablando de Rivas-Vaciamadrid y de la conducta de un dirigente de la
izquierdona ripense. Si se tratase de otro municipio y de otra ideología no
habría duda alguna del camino a seguir: la dimisión de interesado y, en caso de
resistencia, un escrache, una marea burdeos o cualquier “manifa” al uso para
poner de patitas en la calle al antisocial edil. Pues no, en Rivas no. Según el
Portavoz de IU, Pedro del Cura, lo primer que hay que hacer es esperar a que se
celebre el juicio, a que haya una condena y que ésta sea firme. O sea que eso
de pedir la dimisión de cualquier político por hechos que están sub iudice solo
se puede hacer cuando se trata de políticos de derechas. Ya sabe que la presunción
de inocencia es relativa, sólo es aplicable cuando el sospechoso es de
izquierdas y que en los demás casos es una tontería. ¿Responsabilidad política?
Otra estupidez si el sospechoso es de izquierdas. En Rivas solo hay
responsabilidad política si hay responsabilidad penal previa o, en su caso, si
el acusado no es de los suyos. Y rizando el rizo, según los portavoces de la
izquierdona ripense, conducir bajos los efectos del alcohol o sin carnet es un
asunto privado que nada tiene que ver con la actividad política y, por tanto,
no se deben exigir responsabilidades políticas. Claro, como no habremos caído
en ello, la calle “es suya” también, ¿habrán privatizado las calles? ¿Poner en
peligro los bienes y la integridad física de terceros es un asunto privado?
Así las cosas ¿qué era
lo procedente? Pues lo de siempre en Rivas. Dar la vuelta a la tortilla y
“linchar” políticamente a quien se atreve a afearles una conducta que en
cualquier otro sitio sería inaceptable. Y es lo que hicieron en el Pleno del
Ayuntamiento en el que se debatía la moción popular reprobando al edil
comunista: centrar el debate en la poca ética de los populares por pedir la
reprobación del concejal comunista, por no esperar a que hubiese una sentencia
firme y por cuestionar una conducta “privada” de un cargo público comunista. Lo
de siempre. No es la primera vez. Que, como consecuencia de las llamadas de los
vecinos, se pilla a un médico de la izquierdona sustrayendo material médico a
altas horas de la madrugada del centro de salud, no pasa nada, desaparece el
informe policial y se lincha al portavoz del PP por cuestionar ese
comportamiento. Que se vulnera la Ley de incompatibilidades y se otorgan
contratos millonarios a la cónyuge de un ex cargo de confianza, no pasa nada,
se lincha al portavoz del pp que lo denuncia. Que se procesa a un Concejal de
IU por presuntos delitos de prevaricación y contra el Medio ambiente, no pasa
nada, se impone la omertà y la subvencionada y dócil prensa local la acata.
Hay cosas que no
cambian y tantos años de poder han ido perpetuando los peores hábitos políticos
imaginables. La ejemplaridad, la transparencia, la austeridad y la democracia
real son lejanos conceptos para una izquierdona convencida de estar en posesión
de la verdad absoluta y destinada a impartir credenciales democráticas en su
entorno. Si hay un sitio donde de verdad sea imprescindible una profunda
regeneración democrática es en Rivas – Vaciamadrid porque el mal olor, lejos de
extinguirse, se acrecienta año tras año.
Santiago de Munck Loyola