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lunes, 29 de noviembre de 2010

ELECCIONES CATALANAS. UN CRECIMIENTO ESCASO DEL PP.

Ya se sabe que inmediatamente después de unas elecciones nadie ha perdido, todo el mundo encuentra algún motivo de satisfacción y, sobre todo, algún chivo expiatorio al que cargar las culpas. Las victorias siempre tienen paternidad, mientras que las derrotas suelen ser huérfanas. Ayer se celebraron las elecciones al Parlamento catalán que se saldaron con un nuevo triunfo de Convergencia y Unión que, según parece, esta vez sí podrá gobernar y una derrota sin paliativos de los partidos componentes del gobierno tripartito entre los cuales quien ha salido peor parado ha sido Esquerra Republicana de Cataluña al perder más del 50 % de su representación parlamentaria. Ciudadanos aumenta ligeramente el voto y mantiene su representación e irrumpe en el Parlamento catalán el partido independentista de Laporta quien, por cierto, así adquiere inmunidad parlamentaria que nunca viene mal considerando los vientos que corren por el Barça.

Por su parte, los compañeros del Partido Popular de Cataluña están exultantes de alegría. El PPC ha aumentado su representación en 4 escaños pasando de los 14 obtenidos en 2006 a 18. Se habla de resultado histórico al haber conseguido un escaño más que los obtenidos en 1995 con Aleix Vidal Cuadras. El resultado es bueno y me alegro por ello, pero no es como para echar las campanas al vuelo. Es un resultado que merece, y estoy seguro de que se hará, un análisis detallado porque, en todo caso, es un resultado mejorable y preocupante.



Hay que considerar que los 18 escaños sí suponen un resultado histórico desde una perspectiva parlamentaria cuantitativa, pero el resultado no lo es desde una perspectiva electoral cualitativa. El Partido Popular de Cataluña no ha conseguido superar su techo electoral ni en número de votos, ni en porcentajes y ése es un dato fundamental a la hora de considerar futuras estrategias. En efecto, en 1995 el Partido Popular de Cataluña obtuvo sus mejores resultados electorales fijando un techo aún no igualado ni superado. En 1995, con un censo de 5.079.981 electores y con una abstención del 36,36%, el Partido Popular obtuvo 421.752 votos, es decir, el 13,21 % de los sufragios (17 diputados). En 2010, con un censo de 5.230.886 electores y con una abstención del 40,05 %, el Partido Popular ha obtenido 384.019 votos, es decir, el 12,33 % de los sufragios. Casi un punto porcentual menos que hace 15 años y unos 35.000 votos menos. Por tanto, no parece muy exacto hablar sin más de resultado histórico y dormirse en los laureles. Es cierto que las diferencias de contextos entre ambas elecciones son grandes como también lo son la música y la letra utilizada por el Partido Popular en cada ocasión. Los resultados obtenidos en 1995 fueron entonces considerados como el preludio de una victoria del Partido Popular a nivel nacional. Y así fue, en 1996 el Partido Popular ganó, pero “por los pelos”. Ahora, el resultado en Cataluña es peor, en términos cualitativos, que el de 1995. Cabe preguntarse ¿qué está pasando? ¿Cómo es posible que con “la que está cayendo” el Partido Popular no mejores notablemente sus resultados? Porque no hay que olvidar que Convergencia tampoco iguala los resultados que obtuvo en 1995, se queda aún 2 puntos por debajo.

Es evidente que algo no se está haciendo bien desde un punto de vista electoral y de comunicación. Algo está fallando en la música o en la letra del Partido Popular de Cataluña que no hace tan atractiva su canción para una parte del electorado como lo fue hace 15 años y al que no se consigue recuperar pese a los evidentes desastres del gobierno de Rodríguez Zapatero y de sus socios catalanes.

Santiago de Munck Loyola.