Estos días, los medios de
comunicación ya dan por hecho quién será el próximo Presidente Provincial del
PP de Alicante, D. José Ciscar, aunque al día de hoy no sea más que el único
aspirante que ha hecho público su deseo de alcanzar dicho puesto. Dar por
sentado que esto va a ser así es perfectamente coherente con la trayectoria
seguida últimamente en algunos cónclaves del Partido Popular pero en modo
alguno puede ser visto como un síntoma de salud democrática de esta organización.
Como tampoco es muy positivo para esa salud la convocatoria de los Congresos
Provinciales los días 14 y 15 de julio, es decir, en medio de un mes de
vacaciones por excelencia en el que muchos afiliados estarán posiblemente de
vacaciones y no podrán participar en dicho proceso, salvo que se trate
precisamente de eso, de no incentivar la participación de la militancia para
que el Congreso se convierta en el tranquilo, en un paseo triunfal. ¿Qué es eso
de que D. José Ciscar presenta su candidatura en un “Congreso pactado”?
¿Pactado entre quién? Entre los afiliados no, desde luego. http://www.diarioinformacion.com/alicante/2012/05/24/ciscar-anuncia-candidatura-presidir-pp-alicante-congreso-pactado/1257030.html

En cualquier caso y a modo de
humilde sugerencia para la Comisión
Organizadora , una vez asumida esta fecha de celebración tan
disuasoria de la participación interna, no estaría de más que, entre otras
cosas, adoptasen las siguientes:
- En el caso de aprobar un Reglamento para el
Congreso Provincial que se haga público y no se oculte a los afiliados como
ocurrió en el XIII Congreso Regional del PPCV.
- Que se comunique de forma fehaciente a los
afiliados y por todos los medios de comunicación posible las circunstancias
relativas al Congreso Provincial de Alicante: fechas, lugar, orden del día,
derechos de los afiliados, posibilidad de presentación de candidaturas,
posibilidad de concurrir como compromisarios, plazos para hacerlo, etc.
- Que se adopten los mecanismos necesarios para
garantizar la neutralidad de las sedes locales cuando hayan de celebrarse
votaciones para la elección de compromisarios de modo que el personal y los
medios pagados con las cuotas de todos los afiliados no estén sólo al servicio
de una parte de los compromisarios, tal y como ha ocurrido recientemente en la
ciudad de Alicante.
- Que en el caso de la celebración de votaciones
para la elección de compromisarios se prohíba el reparto de papeletas marcadas
en las puertas de las sedes con la consiguiente coacción al votante que ello
supone, que se garantice el voto secreto en las sedes y que se garantice la
actuación de los interventores en caso de existir.
Se trata en todo caso de que por
parte de la Comisión Organizadora
se promueva la participación activa y real de los afiliados y que se adopten
las garantías necesarias para el libre ejercicio de esa participación. No
parece que sea mucho pedir. Son cuestiones elementales y básicas cuya ausencia
o no determina perfectamente la calidad de la democracia interna de una
organización política. Es muy posible que hasta ahora la mediocridad de algunos
les haya hecho temer una amplia y masiva participación de los afiliados, pero
eso debe cambiar. No hay razones para desconfiar de una militancia que siempre
sabe estar a las duras y a las maduras, de una militancia desinteresada y con
un compromiso político mucho mayor del de muchos arribistas que sólo ven y usan
al partido como un instrumento al servicio de sus intereses personales y, por
lo que últimamente se lee en la prensa, no muy edificantes al parecer. La
militancia no está sólo para rellenar actos políticos, pagar las cuotas o hacer
de interventores o apoderados. La militancia es y debe ser la protagonista en
un partido político serio y democrático. Y el que no lo crea así que lo diga
bien claro.
Santiago de Munck Loyola