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jueves, 10 de febrero de 2011

No hay viento favorable para el que no sabe a dónde va. Séneca.

Aunque a estas alturas y tras casi siete años de gobierno del Sr. Rodríguez Zapatero uno ya debería estar acostumbrado a las rectificaciones constantes, a la descoordinación gubernamental y a la improvisación permanente, lo cierto es que no deja de sorprender tanta irresponsabilidad y falta de rigor del gobierno en Pleno. No es de extrañar que de acuerdo con la última encuesta del CIS todos sus miembros, excepto Rubalcaba, suspendan en opinión de los ciudadanos y hay que subrayar que la Ministra que peor nota obtiene es precisamente Dª Leyre Pajin, aunque los ciudadanos de Alicante eso ya nos lo esperábamos.

Un día se hace exhibición de rigor y ortodoxía económica y ninguna Comunidad Autónoma puede refinanciar su deuda ni aumentar su endeudamiento. Al día siguiente Cataluña sí puede. Al otro todas pueden en las mismas condiciones que Cataluña.

A propósito del aumento de la contaminación en ciudades como Madrid y Barcelona a causa de las especiales condiciones metereológicas de las últimas semanas hemos podido asistir a una magnífica demostración, una vez más, de cómo no se debe gobernar.

Por la mañana, comparece ante los medios de comunicación la Ministra de Medio Ambiente Rosa Aguilar (la tránsfuga según Julio Anguita) cuyo Departamento ya estudiaba un aumento de impuestos (http://www.canalsur.es/portal_rtva/web/noticia/id/139395/noticias/medio_ambiente_estudia_aumentar_los_impuestos_a_los_vehiculos_mas_contaminantes), para decir que habría que estudiar gravar con más impuestos a los vehículos que más contaminen para así forzar su retirada de la circulación, aunque matiza que las medidas fiscales no son las más efectivas. Es decir, apretar las tuercas a los más débiles económicamente. Son los coches más antiguos los que, en principio, más contaminan. ¿Y quiénes son los propietarios de los coches más viejos? ¿Quiénes son los que no conducen los últimos modelos del mercado? Pues, sencillamente, quienes no disponen de dinero para hacerse con un coche nuevo. No, Sra. Ministra, no se trata de un capricho de algunos desaprensivos que han decidido contaminar con sus viejos cacharros. Se trata de gente que no puede comprarse un coche nuevo que contamine menos. No están las cosas como para tirar cohetes, pero si a la Ministra excomunista se le hubiese ocurrido incentivar la sustitución de los coches más viejos y contaminantes con nuevas ayudas públicas habría sido más coherente y, desde luego, más justo. Pero parece que pedir coherencia a un miembro de este gobierno es pedir peras al olmo.

Por la tarde, en perfecta “sintonía” con la anterior, comparece la Ministra de Economía, Sra. Salgado, y afirma que no es el momento de pensar en nuevos impuestos y que, en todo caso, habría que estudiarlo en el marco de la homologación fiscal europea. Es decir que, a su juicio, un impuesto sobre los vehículos más contaminantes debería aprobarse de forma conjunta en la Unión Europea. O sea que de lo dicho por su compañera de Medio Ambiente nada de nada.

En fin, lo dicho. Un Gobierno sin timón, sin rumbo y con un capitán sin titulación. Y así nos va.

Santiago de Munck Loyola

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