La verdad es que el fotógrafo que captó esta imagen en la pasada Convención del Partido Popular estuvo oportuno. “Puedes confiar” era el lema de este cónclave popular. Un notable esfuerzo de imagen y propaganda para transmitir una idea muy concreta y necesaria para un próximo triunfo electoral: la confianza. Idea clave de esa especie de contrato que debe existir entre el votante y el candidato, sin confianza no hay mandato en las urnas. Y en ese sentido se orientó buena parte del discurso de los intervinientes a lo largo de la convención.
Acaba de hacerse público el resultado del último barómetro del CIS. De acuerdo con el mismo, el Partido Popular lograría un 44,1% de los votos frente a un 34% que conseguiría el PSOE en el caso de que ahora se celebrasen unas elecciones generales, lo que supondría una mayoría absoluta del PP similar a la del año 2000 y posiblemente los peores resultados electorales de la historia reciente del PSOE. Sin embargo, tanto Rodríguez Zapatero como Mariano Rajoy caen en la valoración que hacen de ellos los ciudadanos, aunque el candidato conservador (con 3,25 puntos) no consigue remontar al presidente del Gobierno (con un 3,30). Es decir, Mariano Rajoy genera menos confianza en el electorado que Zapatero, mientras que el PP logra mucha más confianza que el PSOE.
Parece que entre los que no confían en Mariano Rajoy se encuentra la recientemente nombrada candidata paraca a la Alcaldía de Rivas-Vaciamadrid, D. ª Inmaculada Sánchez Ramos. Cuando un candidato reside o trabaja en el municipio por el que se presenta es más o menos fácil seguirle “la pista” y saber un poco más sobre cuales son sus proyectos y su trayectoria vecinal y profesional. Siempre hay alguien de su entorno vecinal que puede ofrecer alguna referencia que termina siendo de utilidad para tratar de encuadrar a un candidato. No es éste el caso de de D. ª Inmaculada, no. Ni conoce el municipio, ni es conocida por el electorado. Y eso es un inconveniente. No tanto para ella que le da igual que la envíen a Rivas-Vaciamadrid o a cualquier otro destino de aterrizaje, pero sí lo es para quien ha de otorgarle su confianza.
Menos mal que D. ª Inmaculada Sánchez Ramos se ha prodigado por Internet y ha dejado voluntariamente algunas perlas (también hay otras perlas que le han dejado, supongo que muy a su pesar) y que nos permiten orientarnos algo en torno a sus ideas.
Así, en uno de sus escritos, D. ª Inmaculada, refiriéndose a Rajoy al que llama “el gallego” escribe lo siguiente:
“Tibia ha sido la oposición del gallego. Muchos pensábamos que aplicaba estrategias erróneas pero, la verdad, no creíamos que en su mente -o, quizá… en la de otros- se estuviera pergeñando un camino de claudicación de principios para conseguir ser él Presidente del Gobierno, a costa de las razones últimas por las que le han votado la mayoría de los 10 millones de españoles que depositaron la confianza en el Partido Popular. La duda que nos cabe es si es él el utilizado, o bien haya sido él el que nos ha utilizado a todos. Ya se sabe, guárdeme Dios de los mansos que de los bravos ya me guardo yo.”
Se intuye cierta desconfianza ¿no? O a lo mejor ya confía en el Jefe. Todo es posible ante la perspectiva de un sillón consistorial a costa de las siglas del PP. Y los profesionales por la ética sin enterarse.
Santiago de Munck Loyola
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