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lunes, 16 de mayo de 2016
miércoles, 11 de mayo de 2016
Denuncia de un ciudadano.
A CONTINUACIÓN REPRODUZCO, A PETICIÓN DEL INTERESADO, UN ESCRITO DE DENUNCIA. EL AUTOR DEL BLOG NO ASUME NECESARIAMENTE EL CONTENIDO DEL MISMO.
Mi nombre es D. Ramón Llopis Boyer.
Lo que a continuación expongo, es una queja por el trato que estoy recibiendo como ciudadano, por el gobierno municipal de Monforte del Cid formado por el tripartito Izquierda Unida (alcaldía), Partido Socialista Obrero Español y Ciudadanos.
El conflicto comienza en el año 2012, en el que comienzo a realizar la construcción de una vivienda en la C/ Padre Estanislao de Algimia, nº 10 de Orito (Monforte del Cid), con su correspondiente licencia de obras nº 4/2012 y pago de las tasas correspondientes.
Antes de iniciar las obras, se habla con los dos propietarios colindantes, se les explica lo que se va a hacer, indicándoles que se restaurará todo aquello que por motivos de las obras se dañe o se deteriore, quedando conforme ambos. Pues bien, una vez iniciadas las obras surge un conflicto con uno de ellos el cual alega daños en su vivienda y el cual interpone un interdicto, por lo que se paraliza la obra durante 2 años hasta que salga juicio y sentencia y una vez realizado el juicio, la sentencia falla en contra de este vecino D. Tomás de las Nieves López. No contento con esta sentencia, ahora alega que las mediciones de retranqueo no son correctas y que mi vivienda se ha comido terreno suyo, lo cual no es cierto, ya que en varias ocasiones han habido revisiones municipales y ha estado todo correcto. Ese es a grandes rasgos el problema que se me ha planteado con la edificación de esta vivienda.
Ahora quiero explicarles como este problema vecinal se ha llevado a la vida pública y política del municipio, con todos los perjuicios que ello me está ocasionado. El yerno de este señor trabaja en el Exmo. Ayuntamiento de Monforte del Cid como Ingeniero en el área de urbanismo D. José Ramón Vicente Boyer, el cual ha realizado todos los movimientos posibles dentro de su alcance para favorecer y dar información a sus suegros. Pero como todas sus quejas le han sido desestimadas, ya que no se han encontrado irregularidad alguna, decidieron que la hija de D. Tomás de las Nieves López y esposa de D. José Ramón Vicente Boyer se metiese en política y por tanto en el Exmo. Ayuntamiento de Monforte del Cid.
Dña. María Teresa de las Nieves Alberola, afiliada al Partido Popular de Monforte del Cid, la cual por este problema vecinal se enfada con el equipo de gobierno en ese momento y decide emprender su "carrera política" o su "carrera vengativa". Su primer actuación fue presentar una candidatura a la dirección del partido Popular de Alicante. Una vez que se designan a los cabezas de lista de la provincia, y su candidatura no ha sido la elegida se pone en contacto con el responsable de ciudadanos de Monforte del Cid, D. José Bravo. Éste le propone unas condiciones para poder formar parte del partido como no ser cabeza de lista a dedo, su marido trabaja en el ayuntamiento, etc... entonces ella decide organizar el partido por su cuenta, siendo ella la cabeza de lista, por supuesto.
En las elecciones municipales el partido Ciudadanos de Monforte del Cid, saca dos concejales y en el pleno de investidura apoya la candidatura de Izquierda Unida junto con el Partido Socialista. Le asignan una atribución de 8.500 euros anuales como persona de atención al público, debido a que no se les permite coger delegaciones "oficialmente", ya que en el día a día actuaban como concejales. Cierra su negocio de fotocopias y el pasado 22 de diciembre se realiza la reorganización de competencias delegadas por parte de la alcaldía dando las concejalías de Agricultura, Industria, Promoción Económica, Comercio, Sanidad y Consumo a Dña. María Teresa de las Nieves Alberola, y las concejalías de Turismo y Deportes a otro concejales de ciudadanos D. José Carlos Martínez Castro, que anteriormente ya había entrado en Juntas de Gobierno Local.
En el pacto de investidura de la alcaldesa de Monforte del Cid Dña María Dolores Berenguer Belló (Izquierda Unida), el asunto de la vengativa y acoso hacia mi persona y mi vivienda es una de las principales armas, ya que los padres de la concejala de ciudadanos ya han solicitado la anulación de la licencia de obras de mi vivienda. Otra de las cosas que han realizado, es denunciarme ya que estaba viviendo sin presentar el proyecto de fin de obra, por lo que me han cortado los suministros de agua y luz. El Ayuntamiento tienen constancia de varias centenas de casas sin licencias de obras, sin células de habitabilidad, con los suministros de agua y luz enganchados...pero sólo actúan con la mía, ya que se escudan en que debe haber una denuncia de un vecino para que ellos puedan actuar; y solicito un listado de viviendas sin células de habitabilidad y sin licencia de obras para denunciar y que todos los ciudadanos de Monforte del Cid estemos en las mismas condiciones y no me lo proporcionan.
Por lo cual expongo:
1.- Mi situación de indefensión y acoso frente al gobierno municipal - tripartito de Monforte del Cid.
2.- La falta de veracidad en las palabras del líder de ciudadanos Albert Rivera, dejando que gente así se escude en sus siglas para venganza personal.
3.- La utilización de la autoridad por parte de Dña María Dolores Berenguer Belló (Izquierda Unida y Alcaldesa) y Dña. María Teresa de las Nieves Alberola (Ciudadanos), para favorecer a sus familiares y hacerme daño personal, familiar y profesional, siendo una persona que siempre he cumplido con mis obligaciones como ciudadano.
Y solicito:
1.- Que se estudie mi caso y se tomen las medidas oportunas para que los gobernantes de Monforte del Cid, no utilicen la política y los puestos de mando para favorecer a sus familiares y que actúen igual con todos los ciudadanos de Monforte del Cid.
2.- Que remita este acoso que estoy sufriendo por parte de la administración local y sus gobernates.
martes, 10 de mayo de 2016
Los abusos de la grúa municipal.
Los vecinos que residimos en la
zona de Rocafel estamos acostumbrados a ver aparecer en torno a las 7 de la
mañana a la Grúa Municipal
y no hay día que no retiren algún vehículo estacionado en la zona. En cierta
ocasión hicieron el agosto llevándose más de 15 vehículos mal estacionados pero
que no obstaculizaban la circulación. Hay que señalar que esta zona, tras las últimas
actuaciones urbanísticas del Ayuntamiento en la
Av. De Villajoyosa ha perdido numerosas
plazas de aparcamiento, disminuyendo el ya de por si reducido espacio
habilitado para este fin. A lo largo de la vía que discurre paralela al mar y
que finaliza en una zona de aparcamiento público existe pintada en el suelo una
banda amarilla junto a las vallas de las instalaciones deportivas existentes que
prohíbe el estacionamiento a pesar de que el vial es suficientemente ancho como
para permitir el estacionamiento y el mantenimiento de doble circulación.
Si hay algo que resulta
indignante es la arbitrariedad y el abuso por parte de la Policía Local y del propio
Ayuntamiento. Un ayuntamiento que pese al cobro de impuestos y tasas a los
vecinos los mantiene en un estado de absoluto abandono. La limpieza brilla por
su ausencia, mobiliario urbano deteriorado, playas sucias, sin señalizar y como
ejemplo sangrante el hecho de que ha tardado más de tres años en barrer, y a
medias, el aparcamiento público que estaba inundado de arena y que aún no ha
sido del todo retirada. Eso sí, a las 7 de la mañana no falta nunca la grúa de
la policía municipal presta para castigar injusta e ilegalmente a algún
confiado vecino.
Y así fue, una vez más, el sábado
pasado a las 7,15 horas. Como puede observarse en las fotos adjuntas la Policía procedió a
sancionar y la grúa a retirar un vehículo estacionado junto al mar, en un lugar
donde no existe ninguna prohibición de estacionamiento y donde no estorbaba la
circulación tal y como puede apreciarse.
Ahora bien, si tienes la desgracia de
tener que llamar a la Policía Local
porque alguien monta un escándalo debajo de tu ventana a las dos de la
madrugada o porque un vehículo a las cuatro de la tarde obstruye el paso de vehículos
de emergencia, menos de una hora de espera no te la quita nadie.
Salvo opinión mejor fundada estas
actuaciones de la
Policía Municipal contravienen claramente el Artículo 105 del
Real Decreto Legislativo 6/2015, de 30 de octubre, por el que se aprueba el
texto refundido de la Ley
sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial y constituyen
un abuso que solo puede responder a un mero afán recaudatorio. Y si de lo que
se trata es simplemente de recaudar mejor, ya que de atender a los vecinos pasan, que se paseen por la zona los fines de
semana soleados y se pondrán las botas con decenas de vehículos no sólo mal
aparcados sino obstaculizando realmente la circulación. Empiecen a hacer las
cosas bien, pero por favor dejen de atosigar a los vecinos de la zona.
Santiago de Munck Loyola
martes, 3 de mayo de 2016
A las urnas.
Hoy 3 de mayo de 2016, con la firma del Rey Felipe VI del
decreto de disolución de las Cortes Generales y de convocatoria de elecciones
generales a celebrar el próximo 26 de junio se cierra una corta, pero intensa
etapa política, que ha puesto de manifiesto tanto la incapacidad de los
partidos políticos tradicionales como de los nuevos para sacrificar sus
intereses partidistas en beneficio del interés general, la falta de cultura de
diálogo y de pacto de esta clase política y la supervivencia de los peores
vicios de la partitocracia rápidamente asimilados por los nuevos partidos.
Empieza la cuenta atrás para que los ciudadanos podamos
volver a votar y decidir cómo queremos que sea nuestro nuevo Parlamento y, por
tanto, el próximo Gobierno. Hay opiniones para todos los gustos, aunque la
mayoría se decanta por unos resultados parecidos a los del pasado mes de
diciembre. Hay una gran sensación de decepción y de frustración ciudadana por
la demostración de incapacidad de nuestros políticos, pero es difícil que ello
se traduzca en un gran cambio en los resultados electorales del próximo 26 de
junio. Los programas y los candidatos se van a mover muy poco por lo que no van
influir gran cosa en la decisión de los votantes. Y tampoco es muy probable que
vaya a ser determinante la constatación de la mezquindad e incapacidad de esta
clase política por mucho que una gran parte de la opinión pública las censure.
Probablemente pesarán más en la decisión del voto ciudadano el miedo a los
resultados de posibles pactos, ensayados ya en estos meses, reforzando el
sentido del voto del 20 de diciembre o el tedio con el consiguiente peligro de
un aumento de la abstención.
Los partidos culpables de que haya que repetir las
elecciones andan ahora proponiendo reducir los gastos electorales, como
queriéndose hacer perdonar su culpa. Propuesta que parece razonable si no fuera
porque siempre incumplen los topes previstos. Pero en todo caso se trata de una
propuesta que a los pequeños partidos, como Esperanza Ciudadana, no nos afecta.
Los pequeños partidos que vamos a concurrir a esta cita electoral nos
encontramos con muchas dificultades para poder hacerlo. De una parte una
injusta Ley Electoral que nos obliga a emplear muchos esfuerzos en reunir los
avales necesarios para poder presentar candidaturas quebrando con ello el
principio de igualdad. De otra, una nula repercusión de nuestras propuestas en
los medios de comunicación que, sin cortarse un pelo, te dicen de antemano que
o pagas publicidad o informativamente no existes por muy interesentes o
novedosas que sean tus propuestas.
En Esperanza Ciudadana hemos decidido intentar participar
nuevamente en estas elecciones generales. Nos lo impidieron con toda clase de
tretas y argucias legales el pasado 20 de diciembre, pero en esta ocasión no
van a poder impedirlo. Y vamos a participar con especial intensidad porque
estamos convencidos de que Alicante, más que nunca, necesita tener voz propia
en el Parlamento, una voz independiente que no se someta a intereses ajenos a
los de nuestra Provincia. Frente a la permanente discriminación presupuestaria
de Madrid y de Valencia, frente a la agresión a las libertades básicas ejercida
desde el tripartito valenciano, frente a la falta de regeneración de la vida
política y frente al catalanismo excluyente impulsado por la propia Generalidad
Valenciana, Esperanza Ciudadana se va a presentar a las elecciones como un
proyecto español, alicantino, de progreso y de libertad.
Somos conscientes de las enormes dificultades existentes
no solo para trasladar nuestras propuestas a la sociedad alicantina, sino
nuestra propia existencia. Y somos igualmente conscientes del peso del voto del
miedo y del voto útil que hará que mucha gente vote con la nariz tapada con tal
de alejar el peligro de un gobierno frentepopulista, pero estamos más que
convencidos de que pocas cosas puede haber más satisfactorias y gratificantes en
política que poder votar con el corazón en absoluta libertad.
Santiago de Munck Loyola
domingo, 1 de mayo de 2016
Alicante no es Valencia y mucho menos Cataluña.
Desde hace décadas, gobernando la
izquierda o la derecha en el Estado o en la Generalidad valenciana, lo cierto,
y así lo indican todos los datos económicos, es que la Provincia de Alicante ha
sido discriminada en todos los presupuestos, recibiendo menos de lo que le
correspondía por su población y sus necesidades. La Provincia de Alicante ha
venido siendo tratada como una provincia de segunda clase y ello ha sido
especialmente significativo en el ámbito de las competencias de la Generalidad
Valenciana. En los últimos 20 años la diferencia entre la renta media de los
alicantinos y los valencianos se ha agrandado en perjuicio de los primeros. Hoy
los alicantinos son más pobres respecto a los valencianos que hace 20 años. Es
evidente que si una institución regional como la Generalidad Valenciana no
logra disminuir las diferencias del nivel de vida entre los habitantes de sus
territorios, sino que, al contrario, las agranda, es una institución fracasada.
Sin ir muy lejos, hace tan sólo unos días el Consejo de la Generalidad redujo a
la mitad el presupuesto del programa de Desarrollo Rural LEADER para la
agricultura destinado a la provincia de Alicante, un tijeretazo de tres
millones de euros menos para nuestra provincia.
A esta intolerable discriminación
a la que incomprensiblemente están acostumbrados los políticos alicantinos hay
que añadir ahora dos nuevas políticas de la Generalidad que ponen en peligro la
propia identidad de la Provincia de Alicante. El tripartito que gobierna la
Generalidad Valenciana compuesto por un partido socialista anémico e
ideológicamente desnortado, por los “nacionalistas” de Compromis y los
populistas-podemitas de València en Comú ha puesto en marcha, al amparo del
extraño Pacto del Botánico, dos procesos claramente perjudiciales para nuestra
Provincia que se suman a la discriminación económica de siempre.
De una parte, el tripartito de
Valencia ha iniciado un procedimiento de centralización política para despojar
de competencias a las Diputaciones Provinciales en determinadas áreas como se
ha visto recientemente en el ámbito de la política turística, uno de los
motores de nuestra provincia. Con ello, ponen claramente de manifiesto su
aversión a todo lo que suene descentralización y alejan de los alicantinos la
capacidad de toma de decisiones en sectores claves para nuestra provincia.
Quieren y lo están haciendo que determinadas decisiones se tomen en Valencia y
no en Alicante excusándose en la necesidad de coordinar ciertas políticas. Si eso
fuera cierto, si tan importante es coordinar las políticas sobre turismo, por
ejemplo, ¿Por qué no transfieren las competencias sobre turismo al Estado?
De otra parte, la nueva política
de la Generalidad que pone en peligro la propia identidad de la Provincia de
Alicante viene marcada por el sesgo catalanista que mantiene la propia
composición del tripartito y al que no son ajenas algunas decisiones. Este
sesgo catalanista no es sólo debido a Compromís o a la versión valenciana de
Podemos, sino al propio PSPV con el presidente Puig al frente, responsable en
última instancia del gobierno tripartito. Él es quien ha nombrado consejero de
Educación a Vicente Marzà defensor de los llamados Países Catalanes y para
quien “los Países Catalanes son una
realidad más allá de lo que pinta el Estado...no solo cultural sino
políticamente, y deberían serlo en un futuro todavía más” o para quien la
Costa Blanca no es otra cosa que las playas del sur de los países catalanes. Marzà, de la mano de los socialistas, está
poniendo en marcha la inmersión lingüística en valenciano de modo que en el
próximo curso alcanzará al 65% de las nuevas líneas. No es posible obviar que
Vicente Marzà pertenece a la entidad Escuela Valenciana, una entidad
subvencionada por la Generalidad de Cataluña, galardonada por su defensa del
catalán y por su apoyo al referéndum independentista de Mas. Al tiempo que impulsan la inmersión lingüística eliminan los
conciertos con la enseñanza privada sin ser capaces tan siquiera de ofertar las
correspondientes plazas públicas.
Y tenemos el caso del Consejero
de Transparencia Manuel Alcaraz para quien
“un País Valenciano aislado es una utopía y sería una traición a su propia
esencia. Si el País Valenciano quiere salvaguardar su personalidad ha de ser
preservándose fiel a su catalanidad básica”. Defiende la “catalanidad” de Valencia y califica a
España de “superestructura coercitiva”.
No hay que olvidar además que este tripartito que también gobierna la
Diputación de Valencia otorgó recientemente una subvención de 17.000 euros a la “Institució per al Foment de les Arts, Les
Ciències i la Cultura”, ACPV, una
entidad supuestamente cultural que promueve en la Comunidad Valenciana las tesis
de los “países catalanes”.
Este es el contexto en el que el
progreso, el bienestar y la propia identidad cultural de nuestra Provincia se
hacen insostenibles. El PP ni está ni se le espera salvo voces aisladas. Es
hora de plantar cara, de reclamar instrumentos legales de gobierno que
defiendan el derecho y la capacidad de los alicantinos de decidir por si mismos
en aquellas cuestiones que constitucionalmente les pueden competer. Alicante no
es Valencia y mucho menos Cataluña.
Santiago de Munck Loyola
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Ximo Puig
viernes, 22 de abril de 2016
TIC, TAC, TIC, TAC.
Las manecillas del reloj no se
detienen y siguen su inexorable avance. Pasan las horas y los días y cada vez
queda menos tiempo para que se agote el plazo para convocar nuevas elecciones
generales. Entre las muchas cosas que parece que han quedado claras es que el
sistema previsto en nuestra Constitución para la formación de un Gobierno tras
unas elecciones no es operativo, no responde a las necesidades de una Nación y
un Estado como el nuestro en medio de una sociedad y una economía tan volátil.
Hay que revisar el sistema y sus plazos porque es evidente que nuestro país no
puede y no debe permanecer sin Gobierno durante más de siete meses.
Y así las cosas, a punto de
expirar el plazo legal para poder formar un gobierno, los principales
protagonistas, los principales responsables de lograrlo siguen prácticamente
enrocados en sus posiciones iniciales. Mariano Rajoy atrincherado en su pírrica
victoria del 20 de diciembre quejándose inútilmente de las constantes negativas
del líder socialista Pedro Sánchez a negociar una gran coalición
constitucionalista, mientras que aguanta, semana tras semana, la aparición de
nuevos casos de corrupción que salpican al Partido Popular.
Por su parte, el encargado por el
Rey de formar Gobierno, Pedro Sánchez, sigue anclado a tres postes: su pacto
con Ciudadanos, su “no es no” al Partido Popular y sus patéticas e indignas
súplicas a los Podemitas para que le aúpen a la Moncloa. Y quién sabe, vista su
propia dignidad política, hasta donde habrá llegado en sus secretas
conversaciones con los independentistas catalanes.
Su socio, Alberto Rivera de
Ciudadanos se apresuró a firmar un pacto con los socialistas de Pedro Sánchez
que, al margen de una escasa rentabilidad electoral, puede suponer una pesada
carga ideológica y programática de cara a las nuevas elecciones del 26 de
junio. Se ha mantenido firme en su veto a Podemos al igual que éstos con su
veto a Ciudadanos. Y a última hora se ha descolgado con la peregrina propuesta
de que sea un “independiente” quien presida el próximo gobierno. Da la
sensación de que aquí lo único que cuenta es el “quien” y no el “cómo” y sobre
todo el “para qué”. ¿Un independiente? ¿Con qué programa de gobierno? ¿Con un
programa que no ha pasado por las urnas? ¿Con un refrito de programas? ¿Con qué
apoyos parlamentarios? Si la solución pasa por un independiente, por un
tecnócrata, es evidente que se reconoce abiertamente el fracaso de la política
y de la capacidad parlamentaria de sus señorías.
El cuarto principal protagonista
de este pesadisimo sainete, el Sr. Iglesias, junto con sus mareas y
confluencias mantiene desde el primer día varias propuestas destinadas en el
fondo a que no se pueda formar un gobierno, a pesar de que le una con PSOE y
Ciudadanos el objetivo de impedir que siga gobernando quien ganó las elecciones
pasadas. Desde su veto a Ciudadanos, a su exigencia de un referéndum
independentista pasando por su peculiar forma de marcarle el paso al PSOE con
reparto de sillones y ministrables incluidos, Iglesias, aunque se está dejando
plumas errejonistas por el camino, anhela unas nuevas elecciones para
sobrepasar al PSOE de la mano de IU que, de aceptar, firmará su sentencia de
muerte política.
A todo esto, cuentan los medios
de comunicación que los partidos políticos, en el más que probable caso de que
se repitan las elecciones generales, no van a modificar sus candidaturas y
volverán a presentar a los mismos candidatos. Ni PSOE, ni Podemos, ni
Ciudadanos celebrarán primarias para designar nuevos candidatos. Por supuesto
que en el PP seguirá funcionando la dedocracia en las listas y solo se verá
obligado a modificarlas para quitarse de encima a algún que otro imputado. O
sea que casi todos los 350 diputados que en cuatro meses han sido incapaces de
lograr un acuerdo para formar gobierno van a repetir candidatura como premio a
su incompetencia y falta de patriotismo. Una burla más de esta partitocracia y
de esta casta incompetente a los votantes. Mientras tanto, Tic, Tac, Tic, Tac
el reloj no se detiene.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 14 de abril de 2016
Entre todos la mataron y ella sola se murió.
Rajoy no debe ganar para sustos.
A uno o dos escándalos semanales de corrupción que salpican a políticos del PP
no es para menos. ¡Vaya semanita! Primero el Ministro Soria que aparece en los
papeles de Panamá con tres explicaciones distintas y después aparece con una
sociedad en Jersey; el Alcalde de
Granada y la concejala de urbanismo detenidos por la policía, el Ayuntamiento
patas arriba y todo ello con un despliegue y una escenografía como si se
tratara de la detención de un comando yihadista y con bronca por medio entre el
poder judicial y la policía que, al parecer, ha actuado por su cuenta; otro día
Hacienda poniéndole las pilas fiscales al ex Presidente Aznar, multa incluida,
por “haberse marcado un Monedero”; sin olvidar, claro, a Esperanza Aguirre
descolgándose con la idea de que Felipe González pudiera ser propuesto para la
Presidencia del Gobierno. Y la cosa no quedará seguramente ahí, porque con unas
elecciones generales en ciernes dentro de poco más de dos meses, siempre y
cuando el Sr. Pedro Sánchez no termine por entregarse abiertamente a podemitas
e independentistas, es muy probable que afloren nuevos escándalos. Y cuando no
se trate de escándalos siempre habrá algún notable del PP que se encargará de
remover las aguas con declaraciones más o menos pintorescas, bien presentando un libro o bien reclamando
cambios internos en cuanto vislumbre que se puede quedar sin poltrona.
Lo que está ocurriendo era de
esperar, es lo normal que tenía que ocurrir con un partido que funciona como
funciona y que aún no ha hecho los deberes internos. Presume el gobierno del PP
de haber aprobado en la anterior legislatura más medidas contra la corrupción
que ningún otro gobierno. Y es posible que sea así. Pero el partido del
Gobierno, el Partido Popular, no ha movido su estructura, sus estatutos y su
funcionamiento interno ni un centímetro desde hace muchos años, demasiados. Es difícil
aprobar un examen estudiando solo el día anterior. Hacen falta hábitos de
estudio, constancia, muchas horas de codos para superar con tranquilidad un
examen. Y eso no se ha hecho en el PP. Estamos asistiendo a la recolección de
toda una cosecha de corruptos, pero no es espontánea, no es casual. Hace muchos
años que sus semillas fueron sembradas gracias a unas estructuras internas que
promocionan a los cargos públicos a través del “dedazo” a amiguetes,
familiares, oportunistas o trepas y que han podido hacer lo que han hecho
gracias también a unas estructuras internas que impiden el control de la
militancia de esos cargos públicos. Los mismos Estatutos, las mismas
estructuras internas y los mismos hábitos políticos que instalaron en cargos
públicos a los Rus, los Granados, los Soria o los Matas, por citar solo
algunos, siguen vigentes en el Partido Popular. Y las nuevas caras jóvenes y
presuntamente regeneradoras del PP deben sus cargos y su protagonismo político
a esos mismos Estatutos, a esas mismas estructuras internas y a esos mismos
hábitos políticos que han propiciado el florecimiento escandaloso de los casos
de corrupción.
La inmensa mayoría de la gente
del PP es gente honesta, el PP cuenta con cientos de miles de afiliados
honrados y trabajadores, pero lamentablemente pintan muy poco en el seno del
partido. Y ello es así porque el PP lleva en su genética estatutaria todos los
ingredientes para que los casos de corrupción no sean simples casos aislados. Y
algo parecido le pasa al PSOE cuya distribución de poder territorial impone
unos equilibrios internos que le impiden afrontar, entre otros, los mayores
casos de corrupción de la historia de España: los Eres y los cursos de
formación de Andalucía.
El centro derecha español
necesita un partido limpio, democrático, fuerte, pegado a la calle y a las
necesidades de la gente. Y, hoy por hoy, el PP no responde a esa necesidad, el
PP ha aplazado cualquier reforma interna para el año que viene conformándose,
de momento, con ser el refugio del voto del miedo y renunciando a ser la
plataforma del voto de la esperanza, del cambio y de la solución de los graves
problemas económicos, sociales, territoriales y éticos que ensombrecen el
futuro de los españoles. Al PP lo están matando entre todos, sobre todo los de
dentro, y se morirá seguramente celebrando una pírrica victoria.
Santiago de Munck Loyola
viernes, 8 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
Al día de hoy y tal y como van
las cosas, no podemos saber si antes del próximo 2 de mayo habrá o no acuerdo
de gobierno de la mano del socialista Pedro Sánchez, pero una cosa es segura:
si finalmente hay fumata blanca no será porque hayan prevalecido los principios
políticos, sino más bien los cálculos electorales hechos sobre las previsiones
ante una nueva convocatoria electoral.
Sabemos que el valor de la
palabra de nuestros políticos, de la casta o de la nueva casta, es más bien
escaso. Siempre encuentran algo que justifique sus constantes rectificaciones.
Se han enfrascado en un juego de estrategias en el que lo que hoy se afirma con
aplomo, mañana mismo puede ser matizado o desmentido según reaccionen los otros
participantes en el juego. Basta recordar la evolución dialéctica del podemita
Pablo Iglesias que es capaz sin soltarse la coleta del “yo no formaré parte de un gobierno que yo no presida” al “quiero la vicepresidencia y seis carteras
con Pedro Sánchez de Presidente” y posteriormente al “si mi nombre es un obstáculo renuncio a la vicepresidencia”.
La cuadratura del círculo es uno
de los viejos problemas de las matemáticas y de la geometría sin resolver. Estos
días asistimos a un espectáculo esperpéntico ideado a mayor gloria de su
promotor, el perdedor de las últimas elecciones generales, el Sr. Pedro Sánchez
que pretende construir un gobierno triangular contando tan sólo con dos puntos
posibles sobre el plano del tablero político. El Sr. Sánchez sólo cuenta hasta
ahora con el acuerdo con Ciudadanos, un punto en el tablero. Y si renunciara a
ese acuerdo quizás podría contar con un acuerdo con Podemos, otro punto y
menudo punto del tablero político. Pero lo que le han dicho tanto Ciudadanos como
Podemos, por activa y por pasiva, es que el triángulo amoroso no puede ser, que
es imposible. Ciudadanos afirma de momento que un gobierno con Podemos es
imposible, que ellos no estarían y que, incluso, no estando se opondrían a tal
hipótesis. La negativa de Ciudadanos se irá fortaleciendo además en la medida
que las encuestas le sean favorables para el caso de unas nuevas elecciones.
Podemos, por su parte, le ha pedido al Sr. Sánchez dos cosas básicas: la
vicepresidencia y seis ministerios y que se divorcie de Ciudadanos. Y además
Podemos no va sólo, quiere un gobierno basado en el PSOE, en Podemos y en los
independentistas.
Así que el Sr. Sánchez lo tiene
francamente difícil para hacerse con la Presidencia del Gobierno. Un Gobierno triangular
es imposible de todo punto porque imposible es mezclar el aceite con el agua. Y
un Gobierno con Podemos, con el beneplácito de los independentistas está fuera
de su alcance porque le costaría una rebelión a bordo de su propio barco que ya
está bastante tocado después del batacazo histórico al que le ha conducido el
liderazgo de D. Pedro Sánchez.
Así las cosas, parece evidente
que sólo el miedo a que los ciudadanos volvamos a votar, como si fuese una
enfermedad, estos demócratas y patriotas de boquilla sólo alcanzaran un acuerdo
de gobierno forzados por las expectativas electorales, es decir, a golpe de
encuesta. No nos engañemos, no se trata de responsabilidad porque de serlo así
el Sr. Sánchez ya se habría reunido con el ganador de las elecciones, el Sr.
Rajoy, para explorar la posibilidad de formar un gobierno, aunque fuese a dos
años, que permitiese a España abordar con urgencia temas tan graves e
importantes como el relanzamiento de la recuperación económica, la situación de
los más de 4.100.000 parados, el terrorismo del DAESH, el déficit público o la
crisis de los refugiados por citar sólo algunos de los temas más candentes. El
Sr. Sánchez sigue empeñado en un imposible del mismo modo que el Sr. Rajoy
sigue enrocado en el “no, sin mi” sin querer asumir que él es el principal
responsable de los pésimos resultados electorales del PP el pasado 20 de
diciembre y que, en cualquier democracia avanzada de nuestro entorno, habría
supuesto su inmediata dimisión, al igual que habría ocurrido con el liderazgo
del Sr. Sánchez.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 31 de marzo de 2016
¿Comunidad Autónoma de Alicante? ¿Por qué no?
Cuando se menciona la posibilidad
de que la Provincia de Alicante se constituya en Comunidad Autónoma
uniprovincial no son pocos los que se rasgan las vestiduras y se oponen a esa
idea sin ofrecer argumentos de peso para descartarla. Pero lo más preocupante
es que, al mismo tiempo, son incapaces de presentar alternativas para acabar
con una realidad que es una situación injusta y discriminatoria para los
ciudadanos de la Provincia de Alicante. Plantear que nuestra provincia se
constituya como Comunidad Autónoma no es un acto de victimismo frente a esa
discriminación política, social y económica que, gobierne quien gobierne, se
practica desde Valencia y desde Madrid, sino que es el ejercicio de un derecho
constitucional para la plena autonomía de la gestión de los intereses de los
alicantinos. La autonomía uniprovincial no tiene por qué suponer la ruptura de
vínculos culturales o históricos con la Comunidad Valenciana, pero sí que puede
suponer la recuperación y potenciación de similares vínculos existentes con
otras comunidades vecinas que han sido hasta ahora ignorados desde Valencia.
La propuesta de una Comunidad
Autónoma uniprovincial para Alicante tiene su sustento en los propios
principios que inspiran la organización territorial del Estado en nuestra
Constitución. La descentralización, la autonomía en la gestión, el acercamiento
de los centros de toma de decisiones al ciudadano, la justicia distributiva y
la solidaridad territorial son principios constitucionales cuyo ejercicio no
puede estar constreñido a un modelo concreto que a lo largo de su corta
existencia ha demostrado, y las estadísticas están ahí para demostrarlo, que es
claramente perjudicial para los intereses de los ciudadanos de nuestra
Provincia. Esos mismos principios constitucionales son los que avalan y fundamentan
la legitimidad de la pretensión de constituir una nueva Comunidad Autónoma por
y para la Provincia de Alicante. ¿Por qué no pueden los alicantinos gestionar
sus propios intereses en el marco constitucional sin tener que pasar por
Valencia?
¡Menudo lío! Pensarán algunos.
Otros dirán que lo que sobran son autonomías. Y realmente lo que sobran son
competencias duplicadas o triplicadas, lo que sobra es el despilfarro de los
recursos públicos, lo que sobra es la sustitución del centralismo de Madrid por
el de Valencia. En estos días venimos escuchando cómo algunos partidos pactan
la desaparición de la Diputaciones Provinciales, una de las administraciones
más cercanas a los ciudadanos, lo que en el fondo no es otra cosa que una
involución política, una recentralización de carácter regional. Esa
desaparición de las Diputaciones sería la puntilla para la defensa de los
intereses de nuestra Provincia.
Imaginemos que Alicante se
transforma en Comunidad Autónoma. Los ciudadanos de nuestra Provincia
soportaríamos el peso de una administración menos sobre nuestras cabezas. La
Diputación pasaría a ser el Gobierno Autónomo y absorbería determinadas
competencias que hoy están en manos de la Generalidad Valenciana y podría devolver
al Estado aquellas competencias cuyo coste sea excesivamente gravoso para los
ciudadanos o que supongan un riesgo de quiebra del principio de igualdad entre
todos los españoles. Las decisiones que
nos afectan y que son de competencia autonómica no se tomarían en Valencia,
sino en Alicante. La cercanía política al ciudadano y la descentralización
administrativa serían mucho mayores de lo que son hoy en día. La
racionalización de la distribución de competencias entre el Estado, las
Comunidades Autónomas, las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos no
puede ni debe pasar por una nueva recentralización en favor de las Comunidades
Autónomas sino por dos ejes básicos: una nueva redistribución de competencias
que favorezca el principio de igualdad de derechos y obligaciones de los
españoles y un fortalecimiento de las administraciones más cercanas al
ciudadano.
España no puede seguir soportando
por mucho tiempo un modelo territorial caro y disgregador como el actual. La
propuesta de constitución de una Comunidad Autónoma para nuestra Provincia
responde, aunque a algunos no les parezca, a la necesidad de dar solución a las
necesidades de los alicantinos desde una estructura más eficiente, más cercana
y más comprometida con la idea de una España moderna, fuerte y plural. La quinta provincia española en población y en PIB tiene la entidad histórica y la capacidad suficientes para asumir esa propuesta. Sólo falta la voluntad de los alicantinos. Y no debemos olvidar que más
Alicante es más España.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 17 de marzo de 2016
A los dos jetas del PP de Alicante.
Lo siento. Habrá quien me
llame pesado o cansino por volver sobre el tema, pero cada vez que se publica
una noticia como la de hoy no puedo permanecer callado. La indignación supera a
veces a la prudencia. Hoy, el Diario Información publica una noticia bajo el
siguiente título “El PP de Alicante pide
mano dura con Rita”. Según este diario “los
populares de la provincia se alinean con el sector renovador del partido que
discrepó de Rajoy” y señala que “reclaman la renuncia de la senadora «para
que no perjudique» a la formación. «Los ciudadanos exigen cada vez más que
seamos ejemplares», sostienen. La noticia se acompaña con la foto de varios
dirigentes provinciales del PP entre los que se encuentran el Presidente Provincial
José Ciscar, José Juan Zaplana y Luis Barcala. Pero ¿cómo pueden tener tanta
cara dura? ¿cómo pueden tener tanta jeta política, tanta desfachatez?
Es indignante que precisamente
sujetos como José Ciscar o José Juan Zaplana se atrevan a abrir la boca para
pedir “mano dura” contra Rita Barberá, para apuntarse a la anhelada renovación
del Partido Popular o para hablar de ejemplaridad, cuando lo que tenían que
haber hecho hace tiempo es dimitir e irse a su casa tras haber dejado al PP de
Alicante hecho unos zorros, tras haberlo hundido electoralmente y haberlo
enfangado en el descrédito y la corrupción. ¿De qué ejemplaridad hablan estos
individuos? ¿Fue ejemplar participar en cenas de homenaje a Sonia Castedo
cuando la imputaron? ¿Fue ejemplar pagar con dinero negro a la trama Gürtel tal
y como dice que hizo el Sr. Ciscar el informe de la UDEF? ¿Fue ejemplar que el
PP en muchas localidades de la provincia de Alicante tuviera doble
contabilidad? ¿Es ejemplar que al día de hoy el PP se esté financiando ilegalmente
con el dinero de algunos grupos municipales? ¿Fue ejemplar disolver al PP de la
ciudad de Alicante para colocar en su cúpula a Sonia Castedo sorteando así la
inútil línea roja de Alberto Fabra? ¿Fue ejemplar expulsar a los militantes que
pedían honestidad y más democracia interna? ¿Fue ejemplar, Sr. Ciscar, negarse
a mostrar las cuentas de las campañas electorales a los militantes que por
escrito lo solicitaron? ¿Es ejemplar haber formado parte del equipo de Sonia
Castedo y no haber denunciado nunca ninguna de las actuaciones poco
ejemplarizantes del consistorio Alicantino?
Sr. Ciscar, Sr. Zaplana son
ustedes dos farsantes, dos oportunistas de la peor especie que no saben o no
quieren vivir de otra forma que no sea de la política y que para subsistir son
capaces de vestirse de lagarterana. No tienen ni vergüenza, ni escrúpulos, ni
decencia política. Ustedes no han creído nunca ni en la democracia interna, ni
en la regeneración política, ni en la ejemplaridad. Su trayectoria, sus hechos
lo confirman. Su credibilidad es tan grande como la del Barón de Münchhausen y
si alguien merece “mano dura” en el seno del Partido Popular, sin ninguna duda,
ustedes se llevan la palma. Dimitan, búsquense un curro y dejen de manchar la
política. A Alicante y a su partido le vendría muy bien.
Santiago de Munck Loyola
martes, 15 de marzo de 2016
En Génova lo olían y se taparon la nariz.
Ahora que en Génova parece que algunos se rasgan las vestiduras ante tanta noticia sobre irregularidades en el seno del PPCV, quiero denunciar públicamente que en octubre de 2012 varios militantes del Partido Popular de Alicante remitimos una carta a la Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal, en la que denunciábamos lo que hoy es ya una triste realidad: corrupción, despilfarro, nepotismo, falta de democracia interna,... No pueden alegar los dirigentes nacionales sorpresa alguna o desconocimiento. Sencillamente miraron hacia otro lado y la Secretaria General especialmente.
Mª Dolores de Cospedal y su equipo son los principales responsables de lo que ha ocurrido con el PPCV por ignorar las denuncias internas que recibían. Y a poco que se investigue lo del PP de Alicante puede ser igual o peor que lo del PP de Valencia. A continuación reproduzco la carta remitida entonces a Dª Mª Dolores de Cospedal, Secretaria General del Partido Popular, que no tuvo la decencia de responder, al igual que sus colaboradores D. Juan Carlos Vera y D. José María Arribas. Su única preocupación entonces fue silenciar y expulsar a los críticos. He aquí la carta y que cada uno saque sus conclusiones:
A/a Dª Mª Dolores de Cospedal. Secretaria General de Partido Popular.
Estimada Secretaria General:
Los abajo firmantes, afiliados del Partido Popular de la Ciudad de Alicante, queremos a través de la presente trasladarte nuestra profunda preocupación sobre la grave situación del Partido Popular en nuestra Comunidad, nuestra Provincia y nuestra ciudad.
1º Como afiliados del Partido Popular sentimos vergüenza y rechazo ante la continua aparición en los medios de comunicación de noticias denunciando actitudes y hechos presuntamente delictivos protagonizados por muchos cargos públicos del Partido Popular, sin que se haga efectiva la separación de todos los imputados de las responsabilidades públicas que ostentan que sólo en el Grupo Popular de las Cortes Valencianas alcanzan once escaños.
2º Igualmente entendemos que es preciso adoptar de forma urgente medidas para terminar con el pluriempleo de muchos cargos políticos populares algunos de los cuales llegan simultanear hasta más de cuatro cargos públicos en detrimento de la atención que la ciudadanía exige especialmente en esta crisis. Creemos que la ejemplaridad pasa también por la exigencia del principio “una persona, un cargo, una función pública”. No es admisible seguir manteniendo la simultaneidad de tantas alcaldías con actas de diputados autonómicos. Los ciudadanos exigen una dedicación total que resulta incompatible con lo anterior.
3º Creemos que hay que poner límite a la utilización de las instituciones públicas en beneficio de los entornos próximos de los cargos electos (contrataciones, asesores, cargos de confianza,…) desterrando de una vez cualquier sospecha de nepotismo y favoritismo.
4º Reivindicamos la democracia interna y la participación, e igualmente rechazamos el continuo menosprecio a la desinteresada labor y a los derechos de los miles de militantes del Partido Popular de Alicante, utilizados únicamente para labores electorales, y sistemáticamente ignorados a la hora de participar en la política interna del partido. La Junta Local de Alicante ha sido durante años un claro ejemplo de coto cerrado, dominado por grupos y familias, que han hecho y desecho al margen de la militancia y cuyas consecuencias son hoy más que nunca visibles en el Ayuntamiento de la ciudad y en las causas judiciales abiertas.
5º Solicitamos el amparo de nuestros derechos de afiliados y el respeto a los Estatutos del Partido Popular por parte de todos los cargos orgánicos de la estructura territorial y, en especial, de la provincia de Alicante cuyo comité ejecutivo, con el fin de evitar las elecciones a la Presidencia Local de la Ciudad de Alicante, acordó el pasado día 11 del mes de octubre suprimir la Junta Local de la Ciudad y sustituirla por un número indeterminado de distritos. Dicha decisión fue inmediatamente impugnada por varios afiliados sin que, hasta el día de hoy, haya respondido ni el Comité Ejecutivo Provincial, ni el Secretario General del PPCV (se adjuntan copias de las impugnaciones). Más de 600 firmas de afiliados han sido ya recogidas en contra de esta arbitraria decisión que serán remitidas al Comité Nacional de Derechos y Garantías si fuere preciso incoar su intervención.
Por todo lo anterior, Secretaria General, solicitamos tu intervención con el fin de reconducir una situación gravemente perjudicial para la credibilidad y el futuro del proyecto popular en la Comunidad Valenciana y, en especial, para la Provincia de Alicante.
Atentamente, en Alicante a 27 de octubre de 2012.
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