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martes, 27 de mayo de 2014

Elecciones europeas: un varapalo especial en el Levante.


El varapalo que los resultados electorales han supuesto para la clase política española y, en especial, para los dirigentes de los dos grandes partidos políticos empieza a tener consecuencias. Los primeros en reaccionar y en asumir las responsabilidades por los resultados electorales han sido los socialistas cuyo líder, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha convocado un congreso extraordinario de su partido y ha adelantado el proceso de primarias. Lo ha hecho incluso reconociendo, por primera vez y en contra del discurso que ha venido manteniendo, que el fracaso socialista como alternativa es consecuencia en gran parte de los daños producidos a muchos españoles durante la etapa de gobierno de su partido. Y esta actitud es, sin lugar a dudas, un buen comienzo para intentar reconstruir una alternativa política sólida y creíble de cara al futuro.

Muy diferente es, sin embargo, la actitud del otro gran castigado por los resultados electorales, el Partido Popular. Da la sensación de que el hecho de haber ganado es más que suficiente para intentar minimizar la realidad de una victoria que ha supuesto la pérdida de 8 escaños sobre 24 y la fuga de 2.500.000 votos. Salvo alguna llamada a la reflexión interna, como si fuese tan difícil entender por qué se ha producido este fuerte castigo, y salvo alguna autocrítica más seria como la de la Presidenta popular madrileña, Esperanza Aguirre, que ha estado una vez más absolutamente certera en su análisis y en sus propuestas para enderezar la situación, lo cierto es que poco más se ha podido escuchar de interés de los dirigentes populares. Es más, algunos de ellos parecen empeñados en no querer enterarse de lo que pasa y de culpar el empedrado. Es el caso, nada menos, de la propia Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal, que su supuesta llamada a la reflexión ante lo que es mucho más que un simple toque de atención de los votantes se limitaba a hacer autocrítica sobre la “forma de comunicar” del partido a los ciudadanos las actuaciones del Gobierno. Es decir, que a su juicio, el principal problema del PP es que no comunica bien con el ciudadano y que por eso éste no entiende bien lo que hace el gobierno. ¡Acabáramos! La culpa, en el fondo, es del votante que no termina de sintonizar. Pues bien, se equivoca una vez más la Sra. De Cospedal y todos los demás dirigentes populares que no son capaces de asumir y expresar públicamente lo que es una realidad incontestable: buena parte de los votantes populares se han quedado en casa precisamente porque entienden bien, perfectamente bien, lo que está haciendo el Partido Popular en el gobierno. Se han quedado en casa o han elegido otras opciones políticas porque entienden que el PP no sólo no está cumpliendo el programa electoral, que hasta hace muy poco era “vendido” como un contrato entre el candidato y el votante, sino que, además, está traicionando los propios principios que siempre han inspirado al Partido Popular. Así de claro y de sencillo.

Y la misma falta de reacción y de autocrítica que se aprecia en el PP nacional se observa en la Comunidad Valenciana, en el PPCV, donde el varapalo ha sido aún mayor. La desafección ciudadana y en especial la del votante popular que algunos, por cierto, veníamos anunciando hace tiempo como consecuencia de la escandalosa tolerancia de los dirigentes del PPCV ante los innumerables casos de corrupción que le salpican se ha puesto de manifiesto con especial fuerza en nuestra tierra. Así, mientras el PP ha perdido una media del 16 % de sus votos en toda España, en la Comunidad Valenciana esa pérdida de votos se ha elevado hasta el 23 %. Este castigo electoral no es casual. Su origen está en la política de un PPCV escasamente democrático, controlado por rancias camarillas, en el que el afiliado no cuenta para nada y en el que la democracia interna no existe lo que ha producido, como era de esperar, una delirante política que ha arruinado a la Comunidad Valenciana y un cúmulo de casos de corrupción a los que nadie ha sido capaz de poner freno. 

Cerca de 500.000 ciudadanos de la Comunidad Valenciana han decidido no volver a depositar en estas elecciones su confianza en este PPCV y no vale achacarlo exclusivamente al desgaste provocado por las medidas del Gobierno de Rajoy porque la pérdida de votos es casi un tercio más a la media nacional. La fuga de estos 500.000 votantes es mérito también y ganado a pulso por Alberto Fabra, un líder artificial y sin palabra, por Serafín Castellano, por Javier Moliner, por Alfonso Rus, la personificación de la sutileza política y el pluriempleo, por José Ciscar y su acólito, JJ Zaplana, el dúo protector de imputados, y por la larga ristra, hasta 127, de cargos públicos populares imputados en diferentes casos de corrupción. Esos son los responsables del varapalo electoral levantino y, con seguridad, ninguno de ellos tendrá la decencia de dimitir. 

Lo más sorprendente es la capacidad de resignación y de lealtad hacia unas nobles siglas secuestradas por semejante tropa que no se merecen los 507.000 votos recibidos. Sin autocrítica, sin reacción positiva, sin regeneración política terminarán esfumándose estos votos también. Han dejado el campo del centro derecha alicantino, que es lo que nos toca más de cerca, hecho unos zorros y todavía no se ha estructurado una nueva opción política, a la vista de los resultados del pasado domingo, capaz de resucitar la confianza ciudadana en unos principios e ideales que siguen siendo sociológicamente mayoritarios en la provincia. Pero pronto van a cambiar las cosas.

Santiago de Munck Loyola


domingo, 11 de mayo de 2014

El PP de Alicante nos sube los impuestos para poder pagar a los amigotes.


Si hay una ciudad y una provincia en las que se pueden ejemplificar el sistemático incumplimiento de un programa electoral, la traición a unos determinados principios políticos y la institucionalización de las prácticas corruptas son la ciudad y la Provincia de Alicante. Y si hay un partido al que se le puede imputar la autoría de ese rechazable proceder es al Partido Popular de Alicante. Viene esta reflexión al hilo de tres coincidencias producidas en la última semana: la recepción postal en nuestras casas del aviso de cobro de los tributos y tasas municipales enviado, por primera vez, por SUMA (por cierto, algo que nos va a costar más caro que antes), la publicación de informaciones hasta ahora no desmentidas en las que se afirma textualmente que “el PP de Alicante dio orden de no rebajar más las basuras de Ortiz” y el anuncio de nuevos incrementos fiscales para los alicantinos que serán aprobados por el Partido Popular el próximo lunes día 12 de mayo de 2014.

Para ser Partido Popular la fuerza política abanderada de la disminución fiscal, de la austeridad, de la eficiencia y del ahorro no está mal. Si esa es la buena dirección mejor cambiar de conductor o mejor cambiarse de autobús. En los próximos días, los contribuyentes tendremos que pagar el Impuesto de Bienes Inmuebles que no ha experimentado disminución alguna tras ser incrementado un 10 % en 2012 y 2013. Pagaremos también la tasa de la basura que va a ser subida otro 3% el próximo lunes con lo que acumulará un incremento del 9 %. Nuestro querido Ayuntamiento no solo no nos descuenta los días que como consecuencia de la huelga no nos prestó el servicio por el que pagamos, sino que, además, nos lo sube a partir del lunes otro 3 % junto a otros tributos, tasas y precios públicos. Así a partir del lunes se incrementarán también la tasa por la prestación de servicios de los bomberos municipales, las tasas de la grúa municipal, de Mercados, de Cementerio, la tasa por la obtención de licencias urbanísticas y de ocupación, por el uso de instalaciones deportivas, del ascensor del Castillo de Santa Bárbara, las Escuelas Deportivas Municipales y Escuelas Infantiles Municipales. En conjunto, el PP de Alicante va a incrementar en tan sólo 2 años entre un 6 y un 10 % los diferentes tributos, tasa y precios públicos municipales lo que es un ataque directo al poder adquisitivo de los alicantinos. Y, si a ello sumamos, el incremento de la presión fiscal del Gobierno de la Nación es un hecho incontestable que la política del PP, en contra de su programa y sus principios, lesiona y perjudica al bolsillo de los alicantinos y supone un freno al consumo y a la recuperación económica. Si exceptuamos a ciertos políticos ¿alguien ha tenido un incremento salarial o en su pensión entre el 6 y el 10 % en los dos últimos años? Pues eso.

Pero con ser desolador este panorama para los bolsillos de los alicantinos gracias a la desastrosa gestión de Sonia Castedo, Andrés Llorens, Juan Seva y demás miembros del Gobierno municipal, eso sí, con el apoyo y complicidad de la dirección provincial popular capitaneada por ese irrepetible dúo, José Ciscar y José Juan Zaplana, lo es aún más cuando se tiene presente la incalificable gestión de las contratas municipales que obliga a aumentar la presión fiscal para hacer frente a unos compromisos contractuales incomprensibles desde su gestación, pasando por su tramitación hasta su propio contenido. Según ha revelado un Diario a raíz del seguimiento de las declaraciones judiciales que se están produciendo estos días en torno a la adjudicación del servicio de basuras a una empresa participada por el empresario Enrique Ortiz, amigo de la Alcaldesa e imputado en el caso Brugal, “el PP de Alicante dio orden de no rebajar más las basuras de Ortiz”, es decir, que el PP de Alicante ordenó que esta contrata no pudiera ser adjudicada más barata para así beneficiar al adjudicatario en claro perjuicio de los contribuyentes, como estamos viendo ahora con los recibos y las subidas fiscales. Y no queda más remedio que preguntarse ¿por qué? o ¿a cambio de qué? La recogida, transporte y tratamiento de los residuos urbanos es un impresionante negocio en el que se mueven toda clase de intereses económicos pero en el que desgraciadamente vemos y comprobamos que lo que está ausente es el interés por un tratamiento sostenible y por la eficiencia y el ahorro de los recursos. Durante los últimos diez años, los ciudadanos de Alicante no hemos percibido ninguna mejora del servicio encaminada a implantar una política medioambientalmente sostenible, sólo hemos percibido escándalos, corrupción y pagar más por la tasa correspondiente. Y esta falta de ambición medioambiental es perfectamente imputable también a la Diputación Provincial aunque no es ahora el momento para extenderse en ello.

Y metidos en plena campaña electoral parece toda una burla que quienes encerrados en sus torres de marfil abandonen ahora sus cómodas moquetas para dignarse a acercarse a los ciudadanos a pedirnos el voto. No sólo no han sido capaces de cumplir con sus promesas electorales, no sólo no han sido capaces ni tan siquiera de cumplir con los principios éticos y morales que se suponen animan sus siglas que, encima, vienen a contarnos lo bien que lo están haciendo y lo mejor que lo van a hacer en Europa. Nos vienen con el cuento del miedo ¡que viene el tripartito! o con la estupidez del voto útil ¡no tirar el voto con partidos minoritarios! Dicen que vamos en la buena dirección. Pues, por parte de un servidor, esta vez que vayan solos porque por más que uno se repasa programas e idearios, lo de esquilmar el bolsillo de los alicantinos, lo de favorecer a los “amigotes” y lo de ser complacientes con la corrupción no aparece por sitio alguno.

Santiago de Munck Loyola



jueves, 8 de mayo de 2014

Felipe del Baño, el "sicario político" de Ciscar y cía, en apuros judiciales.

Según anuncian los medios de comunicación Felipe del Baño, el "sicario" de Alberto Fabra y José Ciscar para "liquidar" a los afiliados alicantinos del PP, Santiago de Munck Loyola y Antonio Sobrino Ribes, culpables de la grave infracción estatutaria consistente en defender la regeneración democrática y en pedir públicamente la dimisión de los cargos públicos imputados, podría ser imputado por un posible caso de corrupción. ¡Dios los cría y ellos se juntan! Este sujeto, Felipe del Baño, fue el encargado por Fabra, Ciscar y JJ Zaplana de instruir el expediente de expulsión de estos afiliados y lo hizo mediante un pliego de cargos inconsistente, jurídicamente erróneo, plagado de falsedades y repleto de estúpidas argumentaciones con el fin de justificar una cacicada propia del impresentable liderazgo de unos sujetos que son protectores y complacientes con la corrupción que inunda la Comunidad Valenciana. Parece que pronto le toca su especial San Martin a unos de estos individuos.
La Fiscalía de Valencia ha pedido la imputación del alcalde de San Antonio de Benagéber, el 'popular' Eugenio Cañizares, y del concejal y presidente del PP local, Felipe del Baño, tras una denuncia de la Plataforma SAB por el pago, en el primer caso, de 50.000 euros a una empresa por 5.000 libros inexistentes, y en el segundo además por la contratación verbal de unos "supuestos" trabajos de jardinería, según ha informado la formación denunciante en un comunicado.
En un escrito del pasado 14 de abril, la Fiscalía remite al juzgado decano de Paterna las diligencias de investigación penal incoadas en relación con la denuncia para que el órgano judicial que por turno corresponda inicie un procedimiento penal y tome declaración como imputados al alcalde, al concejal y al administrador único de la empresa editora y como testigos a los responsables de la compañía de jardinería.
Según subraya esta formación que presentó la denuncia, la petición de imputación del alcalde obedece a "los 5.000 libros conmemorativos de San Antonio de Benagéber supuestamente encargados en 2007" a una empresa por los que el Ayuntamiento pagó en 2012 un total de 49.880 euros. De acuerdo con esta denuncia, además, el consistorio "recibió una subvención equivalente de la Conselleria por esos libros, a pesar de que nunca han existido".
Sobre Felipe del Baño, la solicitud de imputación se produce en relación a esta cuestión y por la "contratación verbal" a una empresa de "supuestos trabajos de jardinería de desbroce, tala y mantenimiento entre marzo y noviembre de 2010", cuando se ocupaba de este área. La Plataforma señala que la empresa reclama al consistorio el pago de 50.770 euros.
En el escrito de Fiscalía se indica que se pide la imputación de Cañizares ya que ha sido citado como "directo interviniente" en el "encargo, cuyo procedimiento de adjudicación deberá aclararse, de 5.000 libros, facturados indiciariamente a instancias suyas y/o del señor del Baño como responsables del Ayuntamiento, sabiendo que no se habían editado esos libros, y se pagaron íntegramente y que, a fecha actual, aún no se han editado". Sobre Felipe del Baño, afirma que "al parecer, tuvo intervención relevante con relación del Ayuntamiento" con ambas mercantiles. PIDE LA DIMISION DE AMBOS
La Plataforma SAB ha reclamado la dimisión de ambos cargos públicos y que ofrezcan las "oportunas explicaciones a la ciudadanía y grupos de la oposición".
http://www.lasprovincias.es/20140507/mas-actualidad/politica/alcalde-antonio-benageber-libros-201405071118.html

jueves, 1 de mayo de 2014

El Grupo Popular en las Cortes Valencianas: un fracaso anunciado.


Anuncian los medios de comunicación que nuestra Alcaldesa y Diputada Autonómica, Sonia Castedo, ha firmado ante notario su renuncia al escaño en las cortes valencianas que ocupaba en representación de la provincia de Alicante y que dicha renuncia podría ser presentada en el registro de las cortes el viernes día 2 de mayo. Esta decisión no obedece a una repentina conversión de índole ética que le haya convencido de lo políticamente inconveniente que es ocupar dos cargos de responsabilidad sin poder atenderlos adecuadamente, no. Tampoco obedece esta decisión a una cesión ante la propagandística e ineficaz línea roja del Presidente Fabra en virtud de la cual ningún imputado del PP debe ostentar responsabilidades políticas o cargos políticos en el PP, pues de todos es conocido que los Sres. Ciscar, presidente provincial popular, su mano derecha, el incompetente JJ Zaplana, secretario provincial popular, y la propia Sonia Castedo se pasan esa famosa línea por donde todos sabemos. No en balde Sonia Castedo es ahora la Coordinadora popular de los mini PPs de la ciudad de Alicante, los “pepelitos” de distrito en claro desafío a las directrices del Presidente Regional Popular. Esta decisión obedece más bien a una clara estrategia para dilatar al máximo el procedimiento judicial en el que está incursa la Alcaldesa de Alicante. La pluriempleada alcaldesa y plurimputada por el caso Brugal que se está sustanciando en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana conseguirá con su renuncia al escaño que el sumario tenga que retornar a los juzgados ordinarios de Alicante al quedar más aforados en la causa.

Ya en su día, desde estas mismas páginas, se denunció la forma de elaborar las listas de los candidatos que el Partido Popular presentaba para la Provincia de Alicante. Al margen del hecho incuestionable de que el procedimiento de elaboración es profundamente antidemocrático pues los afiliados populares, como siempre, nada pueden decidir u opinar respecto a la misma, resaltaba también los criterios utilizados por el “dedazo” popular entre los que la defensa de los intereses de los ciudadanos alicantinos brillaba por su ausencia. Del examen de los componentes de aquella lista resaltaba, en primer lugar, la presencia de alcaldes y alcaldables, es decir, de personas que deberían simultanear dos cargos públicos, el de su municipio y el del escaño, con lo que a todas luces no podrían desempeñar con dedicación plena ninguno de los dos cargos y obviando cualquier referencia a las incompatibilidades. Destacaba también la presencia en dicha lista de parientes de políticos populares aportando así una curiosa interpretación del significado de la defensa de la familia como signo distintivo de la ideología popular, vamos, puro nepotismo. Y finalmente resaltaba también la presencia en dicha lista de personas que estaban siendo objeto de investigaciones judiciales, como el Sr. Alperi o la propia Sonia Castedo, con lo que parecía evidente que se les quería dotar de cierto blindaje con el aforamiento que su elección parlamentaria les habría de otorgar. Amiguismo, nepotismo, arbitrariedad, ausencia de democracia interna y búsqueda de blindajes judiciales primaron frente a la defensa y representación de los derechos y las necesidades de los ciudadanos de la Provincia de Alicante. Es tan evidente que sólo la ceguera partidista puede negar esta realidad: el PP una vez más ha sacrificado los intereses de Alicante a los intereses de su camarilla dirigente.

De los 55 diputados en las Cortes Valencianas que obtuvo el Partido Popular en las elecciones autonómicas quedan 54 porque el Sr. Blasco se ha convertido en tránsfuga largándose con su acta de diputado al grupo mixto generosamente subvencionado gracias al propio grupo popular. De los 55 diputados iniciales del Partido Popular 18, que se dice pronto, han tenido que renunciar a su escaño en la mayoría de los casos por estar salpicados por asuntos judiciales. Y de los 55 diputados populares iniciales, cinco están procesados o imputados y conservan aún su escaño. ¿No es esto la constatación de un sonoro fracaso? ¿No es un auténtico fraude a los votantes?

Esta situación no ha nacido de la casualidad, no se trata de un simple accidente político. Es el resultado de una determinada forma de entender la vida política dentro del Partido Popular que se caracteriza por desarrollarla al margen y de espaldas a la voluntad de sus afiliados y, por supuesto, de los votantes. Los responsables, los miembros del Comité Electoral que aprobó estas listas autonómicas, no darán la cara por supuesto, no dimitirán que es lo que haría cualquier político responsable y decente. Se pondrán de perfil y esperarán a su oportunidad para obtener su correspondiente premio si es que aún no lo han recibido por semejante tropelía.

Una vez más, los votantes alicantinos del centro derecha han sido estafados por el partido mayoritario. Estos días, andan los populares movilizando a sus cargos públicos y a algunos militantes para difundir las supuestas bondades de su gestión y las nuevas promesas electorales de cara a los comicios europeos. Una vez más se acuerdan de los afiliados, cuyo voto a la hora de hacer las listas ignoran y desprecian sistemáticamente, para que “vendan” lo buena que es la lista europea impuesta por el “dedazo” de Rajoy y lo malo que es todo lo demás. Ojalá que mucha gente no se vuelva a dejar engañar o que el miedo al cambio no les impulse a repetir el voto aunque sea tapándose la nariz. Ojalá que el votante alicantino de centro derecha sepa que hay alternativas, que se puede cambiar de siglas sin necesidad de traicionar ideales y principios.

Santiago de Munck Loyola



martes, 25 de febrero de 2014

Alberto Fabra ¿un mentiroso compulsivo?


Si hace unos días era José Ciscar el que se veía obligado, a instancias de los periodistas, a pronunciarse sobre la corrupción y los imputados y entonaba, una vez más, su falso discurso sobre lo que le preocupaban estos temas, procupación debida más al desgaste electoral que a una cuestión de principios éticos, ahora ha sido el Presidente del PPCV y de la Generalitat Valenciana el que ha entonado su peculiar lamento al respecto. Mal deben andar las encuestas y peor deben ser las relaciones con la C/ Génova, no en balde, merced a la actuación de estos dos personajes, el PPCV se ha convertido en motivo de preocupación y de escándalo en la sede de los populares.

Y aunque a algunos pueda parecerles que la insistencia desde estas páginas por denunciar los inmorales comportamientos de algunos dirigentes populares resulta cansina, no por ello hay que renunciar a ello. Si lo de José Císcar eran lágrimas de cocodrilo, lo de Alberto Fabra en el Club Siglo XXI ya es de nota. Dicen que se puede mentir por omisión, ocultando parte de la verdad, o por acción, es decir, faltando o falseando deliberada e intencionadamente a la verdad. D. Alberto Fabra ha hecho en su comparecencia las dos cosas a la vez. No se trata ya de que algunos hechos sean más o menos ciertos o que puedan ser susceptibles de interpretaciones. De lo que se trata aquí es que el Sr. Fabra es un auténtico embustero, un descarado mentiroso que no ha tenido empacho alguno, no ya en ocultar algunos hechos que desmontan su supuesto repudio a la corrupción, sino de afirmar cosas que son absolutamente falsas y que son muy fácilmente demostrables.

Este inconsistente, pusilánime y melifluo Presidente autonómico no se ha limitado en su intervención a lanzar propuestas como la peregrina idea de resucitar el famoso “tercio” familiar de los procuradores de las Cortes franquistas, sino que, además, y hablando de la corrupción en la política de nuestra Comunidad ha intentado sacar pecho, presentándose como el Mr. Proper levantino de la lucha contra la corrupción. Ha vuelto a exhibir su permanentemente incumplida, especialmente en Alicante de la mano de Císcar y JJ Zaplana, línea roja en virtud de la cual los imputados no ostentarán cargos públicos en la Generalitat ni cargos orgánicos en el seno de la estructura organizativa del Partido Popular. Y todo ello bajo la mirada complaciente, nada menos, del otro Zaplana, el ex presidente de la Generalitat.

Se le olvidan, oculta, esconde y falsea muchas cosas Alberto Fabra. Para empezar se le olvida que el problema de la corrupción y del descrédito de la política va mucho más allá de dónde estén y qué se haga con los imputados, al fin y al cabo, inocentes mientras no se demuestre lo contrario. La falta de principios, de criterios y de formación política y jurídica le ha llevado a adoptar una medida, la de la línea roja, bastante incoherente e incumplida permanentemente. La corrupción tiene muchas causas, pero una de peso es la falta de democracia interna en los partidos, entre ellos el PPCV, que propicia la ascensión de los amiguetes, de los arribistas, de los aprovechados y de los incompetentes a puestos de responsabilidad que escapan de la elección de las bases y, por supuesto, de su posterior control. Forma parte de la corrupción financiar al PPCV a través de asociaciones paralelas como ha venido ocurriendo hasta hace dos días en Alicante o que las campañas electorales se financien oscuramente a través de ciertas empresas, como en el 2007 en Alicante, y que se niegue a los afiliados, como han hecho el Sr. Ciscar y su ayudante JJ Zaplana, el control y la información de la contabilidad a los afiliados. Forma parte de la corrupción no cumplir los programas electorales, llenar de personal una RTV autonómica y tener que cerrarla de malas maneras, construir infraestructuras innecesarias e inútiles como el aeropuerto de Castellón, hacer licitaciones de 420 millones de euros de tal manera que sólo se presente un licitador, etc.

Y forma parte de la corrupción meter en el gobierno, como mano derecha, a la novia que además está denunciada por "malversación de caudales públicos"  por el uso de habitaciones de hotel a precios mucho más elevados de los previstos por la ley de austeridad que dictó el propio presidente Fabra y, presuntamente, en fechas sin agenda oficial de la Generalitat en aquellas localidades. Y para qué mencionar las facturas de la compra por 3.000 euros cargadas a la Generalitat.

Pero si hay una afirmación del Sr. Fabra que permite sin ningún género de dudas poder calificarle de mentiroso es la de que ningún imputado ostenta con él cargo orgánico alguno dentro del PP. ¿Cómo se puede tener tanta cara dura? En estas páginas se ha denunciado repetidamente: en Alicante el Sr. Fabra, de la mano de Ciscar y Zaplana, ha sustituido la Junta Local del PP de la ciudad a cuya presidencia no podía aspirar formalmente la Alcaldesa Sonia Castedo por estar imputada y lo ha hecho por cinco distritos, ahora encabezados por los concejales de confianza de la Alcaldesa, y se ha inventado un Consejo de Dirección (que no existe en los Estatutos) para que lo presida Sonia Castedo. Por tanto, Fabra miente y lo sabe. Y, además, su mentira, su falta de compromiso con la regeneración y con la honestidad se compadece perfectamente con lo que ha hecho con los afiliados que reclamábamos precisamente eso, más honradez pública, regeneración y más democracia interna. Y no se trata de una suposición, sino que, para colmo, el PPCV así lo ha escrito en el documento de expulsión de los militantes que propugnábamos unos valores bastante ausentes en las actuaciones del PPCV. D. Alberto Fabra no es el campeón de la higiene política, ni mucho menos. Es cómplice, cuando menos, del profundo descrédito de la política en nuestra comunidad y de la mala imagen que los votantes perciben del PP. Alguien cuyos actos son los que son, alguien que miente tan descaradamente, alguien que se deshace de la gente que propugna la regeneración no puede, de ninguna manera, encabezar ningún proyecto regenerador. No se puede poner a la zorra a cuidar de las gallinas.

Santiago de Munck Loyola



domingo, 23 de febrero de 2014

Ciscar y sus lágrimas de cocodrilo.


Desde hace tiempo, las encuestan indican que entre las preocupaciones que más importan a los ciudadanos españoles se encuentran la corrupción y los comportamientos de una buena parte de la clase política. Parece que en la C/ Génova empiezan a darse cuenta y por ello se van anunciando algunas medidas, a todas luces necesarias pero insuficientes, encaminadas a tratar de frenar esos comportamientos y, por tanto, a mejorar la percepción ciudadana sobre estos problemas. No parece sin embargo que en la rama popular valenciana se esté percibiendo de igual manera la gravedad y el alcance de la indignación de los ciudadanos. Hace tan sólo dos días, el vicepresidente del Consell y Presidente del PP alicantino, José Císcar, a preguntas de los periodistas llegó a reconocer que los imputados del PP sentados en su escaño de Las Cortes “perjudican” la imagen del partido, pero que les corresponde a ellos decidir si entregar el acta o si, por el contrario, prefieren aferrarse a ella. El Sr. Ciscar añadió que la permanencia de imputados y procesados “perjudica a la imagen pública del conjunto de políticos en general, y por supuesto también” del PP, algo que “preocupa” al partido. Y con ello, con expresar su supuesta preocupación da por zanjado el asunto y da a entender a los ciudadanos que ni él ni el PP pueden hacer otra cosa que preocuparse por la mala imagen que se proyecta ya que no pueden obligar a nadie a que deje su escaño o su acta de concejal.

Sin embargo, semejante obviedad no significa que no se pueda hacer algo más que preocuparse. El Sr. Ciscar lo sabe, pero lo oculta. Si estas personas dañan según él la imagen del PP, lo hacen porque están imputadas o procesadas y siguen permaneciendo en el Grupo Parlamentario Popular o en los Grupos Municipales Populares de los distintos Ayuntamiento y ahí sí que puede actuar el Sr. Ciscar y el PPCV. ¿Y Cómo? Pues excluyéndolas de dichos Grupos institucionales que con los reglamentos en la mano es factible. ¿Y por qué si está tan preocupado el Sr. Ciscar no lo hace o no pide que se haga? Por varias razones. En primer lugar porque peligrarían las votaciones en dichas instituciones ya que los así excluidos podrán revolverse y tumbar con su voto las propuestas populares. Los actuales dirigentes del PPCV no se mueven por principios éticos sino por pragmatismo. Yen segundo lugar, porque dicha preocupación no se corresponde con la realidad. Hay que recordar que hace pocos meses, estando imputada por tres presuntos delitos la Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, el Sr. Ciscar manifestó públicamente que seguía siendo el mejor activo electoral del PP de la ciudad de Alicante, lo que da una idea del nivel de los activos electorales populares.

Pero es que, además, la falta de principios y, por tanto, de preocupación sincera y honesta de algunos dirigentes populares se pone perfectamente de manifiesto en el documento del PPCV por el que se expulsa a varios militantes del PP. En dicho documento redactado por el exdiputado Felipe del Baño, acusado por cierto de corrupción y promovido por el Sr. José Ciscar y su ayudante el Sr. José Juan Zaplana, se dice que no se pueden criticar públicamente las actuaciones de la alcaldesa imputada, Sonia Castedo, porque sus actuaciones son las del Partido Popular y que no se puede pedir públicamente honestidad y regeneración democrática porque eso es tanto como dar a entender que todo el PPCV es corrupto. Es, por tanto, más que evidente que el Sr. Ciscar y todos los demás dirigentes del PPCV, al avalar y apoyar esta tesis, actúan en connivencia con la corrupción y son, por consiguiente, corresponsables del daño que la imagen pública del PP sufre.

Y, por si fuera poco, la connivencia del Sr. Ciscar y de su equipo con el daño a la imagen del PP que ocasiona la corrupción se puso no hace mucho de manifiesto con la antidemocrática maniobra orquestada para que la alcaldesa imputada pudiera seguir controlando la organización popular de la ciudad de Alicante, sorteando con descaro la inexistente línea roja de Fabra. Para ello suprimieron la Junta local de la ciudad, la dividieron en distritos y sin elecciones democráticas situaron en la cúspide a la alcaldesa como directora de un órgano de coordinación recién inventado. ¿Qué credibilidad puede tener por tanto el Sr. Ciscar y todos cuantos participan y consienten silenciosamente estas sucias maniobras? Ninguna. La corrupción y la desafección ciudadana les trae al pairo. Sólo les preocupan los efectos electorales y no mucho porque para lo que les queda en el convento…

Y, a todo esto, vuelve a surgir con fuerza el rumor de que la Alcaldesa, Sonia Castedo, podría estar organizando su propio partido para concurrir a las próximas elecciones municipales. No es nuevo el rumor pero hoy en el Diario El Mundo, en la Sección de Alicante, se publica un interesante artículo al respecto (http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2014/02/23/5309d86bca47415d108b4572.html). Hay que decirlo: hoy por hoy, Sonia Castedo, Alcaldesa de Alicante es inocente. Está imputada por varios delitos, pero es inocente y es normal que intente actuar como tal. Otra cosa es que a la luz de las grabaciones publicadas y de los distintos testimonios conocidos hasta la fecha pueda afirmarse con rotundidad que su comportamiento con algún proveedor municipal diste mucho del que debería haber tenido quien representaba la dignidad de esta ciudad y de los alicantinos. Y otra cosa muy distinta, también, es que siendo inocente, por el momento, las acusaciones existentes contra ella dañan y mucho a la imagen del PP, de la clase política en general y de la propia ciudad que regenta. Considerándose inocente es lógico que no dimita, pero siendo consciente del daño que su situación procesal causa, no es tan lógico que no haya tenido un gesto de generosidad o de grandeza personal y haya suspendido voluntariamente su militancia o haya abandonado temporalmente el Grupo Popular.

Si es cierto que está “montando” su propio partido, y algo debe haber cuando el río suena, no es posible creer que en la Dirección Provincial del PP no sepan nada o que la estén dejando actuar con toda libertad. Organizar un partido desde la Alcaldía de Alicante, con los inmensos recursos a su disposición para hacerlo, es relativamente sencillo y, desde luego, no se puede llevar en secreto. Lo que sí es evidente es que si se consuma será gracias a la pasividad, cuando no complicidad, de muchos ediles que hoy son del PP y de la funesta dirección provincial popular encarnada en ese tétrico dúo compuesto por los Sres. Ciscar y Zaplana.

Santiago de Munck Loyola


martes, 18 de febrero de 2014

¡Cuánta porquería!


A veces ciertas noticias que son importantes pasan bastante desapercibidas en medio de la vorágine informativa en la que los ciudadanos nos vemos inmersos. Estos últimos días por ejemplo hemos presenciado, una vez más, el funcionamiento implacable de la digitocracia de los grandes partidos. Por la banda derecha, el divino dedo de Mariano Rajoy ha ungido a su preferido para presidir el PP andaluz, Juan Manuel Moreno, un señor que por lo visto, como tantos otros, ha ido maquillando conveniente su curriculum vitae y por la banda izquierda, Pérez Rubalcaba, con mismo mecanismo digital ha designado a Elena Valenciano, muy aficionada a hacer novillos cuando era europarlamentaria, para encabezar la candidatura socialista a Estrasburgo ya que con los años es posible que haya superado su adición a cobrar sin trabajarse el escaño. Estamos asistiendo igualmente al cruce de acusaciones entre gobierno y oposición en torno a la tragedia de los inmigrantes ilegales africanos fallecidos cuando intentaban entrar a nado en territorio español y a la más que miserable utilización partidista de los muertos por parte del PSOE aunque esta repugnante técnica socialista no es nada nueva. Y también es objetos de portadas la falta de escrúpulos éticos y morales de los socialistas navarros dispuestos a auparse en el Gobierno Foral gracias a los votos de los herederos de ETA. Nada nuevo bajo el sol, en realidad.

Pero entro estas noticias y algunas otras, está pasando bastante desapercibida la noticia del creciente malestar de muchos dirigentes populares de la Comunidad Valenciana por la actuación de Alberto Fabra al frente de la Generalidad Valenciana. Según informan varios medios de comunicación, entre ellos el confidencial.com, el malestar viene motivado por el nombramiento de Esther Pastor como Secretaria Autonómica de Organización, Coordinación y Relaciones Institucionales. ¿Y quién es esta señora cuyo nombramiento tanto molesta a algunos? Pues según dichos medios es la pareja sentimental de Alberto Fabra, su colaboradora cuando era Alcalde de Castellón y después Directora General de la Generalidad. No se trata de una afiliada del Partido Popular y, según parece, sus méritos profesionales para alcanzar tan alto cargo radican en su especial relación con el Presidente Fabra y la confianza que en ella tiene ante su falta de liderazgo y de colaboradores leales en el seno del PPCV. Estas cosas suelen ocurrir cuando se hereda una organización política, cuando el liderazgo político es inexistente y cuando la mediocridad política es encubierta por los cantos de sirena de toda una panda de aduladores y oportunistas tan prestos al aplauso como a la puñalada trapera.

Los asuntos sentimentales de nuestros políticos siempre se han mantenido bastante lejos de los focos periodísticos e incluso han sido analizados con bastante benevolencia por la mayoría de la opinión pública. Pero cuando el político, como en este caso ha hecho el Sr. Fabra, confunde su dormitorio con los despachos oficiales y utiliza la administración pública para colocar a su “amiga” la cosa cambia. Alberto Fabra ha roto la frontera entre lo público y lo privado y, por tanto, puede y debe someterse a la crítica de la opinión pública. De todos es sabido que cuando Fabra habla de líneas rojas carece de credibilidad porque las aplica según le conviene y lo ha demostrado claramente en Alicante al consentir que los Sres. Ciscar y JJ Zaplana retorciesen los Estatutos del PP para inventarse un Consejo de Dirección en el que poder situar a la Alcaldesa imputada Sonia Castedo y así saltarse la famosa e inexistente línea roja fabriana. Por cierto, vaya “pasada” de fotos de nuestra Alcaldesa y de su amigote Enrique Ortiz  publicadas por La Sexta. ¡Qué manera de arrastrar por los suelos la dignidad de nuestra ciudad!

El nombramiento de Esther Pastor es impresentable, indigno y humillante para la inmensa mayoría de los militantes populares. No vamos a hablar ya de señas de identidad de un partido como el Popular cuyos valores no encuentran mucho acomodo en determinado tipo de conductas personales sino de principios y valores éticos básicos e irrenunciables en la actuación de cualquier representante político y en el uso que se pueda o no hacer de los bienes y recursos públicos. No son pocos los dirigentes populares en nuestra comunidad que confundieron la hacienda pública con su bolsillo particular como podemos ver en las crónicas de los tribunales que ahora los ciudadanos tenemos que asistir estupefactos a la confusión del colchón con el despacho. No es de extrañar pues que Alberto Fabra, en su condición de Presidente del PPCV, tolere o promueva la expulsión de los militantes populares que reclaman ejemplaridad o la regeneración democrática del partido, tal y como han ejecutado los Sres. Ciscar y JJ Zaplana, dos personajes cuya palabra vale lo que un duro falso. Una vez más, la falta de democracia interna del PPCV está en la raíz de estos escandalosos y repugnantes comportamientos. El nepotismo, la corrupción, el oportunismo, el despilfarro y la ausencia de ejemplaridad están a la orden del día y ni los ciudadanos de esta Comunidad ni los militantes populares se merecen tanta porquería.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 2 de enero de 2014

Ciscar ya se ha puesto la venda, por si acaso.



Recién apagados los ecos de las campanadas de fin de año, se ha reiniciado el curso político, a pesar de las largas vacaciones parlamentarias de sus señorías, con encuestas y declaraciones varias. Hay que tener en cuenta que iniciamos un año electoral que tendrá su momento culminante con las elecciones europeas que servirán, sin duda, como termómetro no sólo de las preferencias electorales de los ciudadanos, sino también del grado de afección al sistema político y a las instituciones europeas. Y entre las diferentes declaraciones de responsables políticos cabe destacar y comentar las del Presidente del PP de Alicante y Vicepresidente del Consell Valenciano, José Ciscar, que ha sido difundidas por casi todos los medios de comunicación regionales.

A la frase “en el PP no tenemos miedo al crecimiento de UPyD y Ciudadanos” le ha sucedido la afirmación de José Ciscar, destacada por la prensa, de que el Partido Popular estaría dispuesto a pactar con cualquier formación siempre y cuando “acepte los postulados que pasan por defender siempre el interés general de la Comunitat Valenciana”. Eso es ponerse la venda antes de la pedrada, porque pedrada la habrá con toda seguridad y merecida, por cierto, según vaticinan casi todas las encuestas. Parece poco coherente afirmar que no se teme la irrupción de esos dos partidos y a renglón seguido mostrar la predisposición al pacto con los mismos. Si uno no teme el crecimiento de otros partidos es porque cree que va a ser irrelevante así que carece de sentido estar planteándose la necesidad de formalizar pactos con ellos. Hay que deducir que el Sr. Ciscar da por perdidas las amplias mayorías que hasta ahora venía disfrutando el Partido Popular en una gran parte de las instituciones valencianas.

Según Ciscar a los votantes populares que están hoy en la abstención hay que convencerles de que la alternativa del PP es “la más importante para el futuro de la Comunitat” añadiendo que si se tiene en cuenta que la máxima alternativa posible al PP sería “un tripartito radical y de izquierdas”. Si sólo contempla como alternativa al PP un tripartido “radical y de izquierdas” ¿por qué se plantea pactar con partidos irrelevantes según él?

Más adelante, el Presidente Popular alicantino señala que lo que los ciudadanos quieren es “salir de la crisis, que se genere empleo y se mantengan las políticas sociales” y para ello, aseguró, “no quieren inventos de ningún tipo, solo que se gestione de forma razonada y con sentido común”. Parece que tiene claro lo que quieren los ciudadanos pero lo que no parece tener claro es que el PPCV no ha sabido ni mantener las políticas sociales, ni gestionar de forma razonada ni con sentido común. Si el Sr. Ciscar en lugar de mantenerse en su torre de marfil y de rodearse de aduladores y mercenarios de partido pisase un poco más la calle y palpase lo que a diario viven los ciudadanos no se pondría en evidencia con declaraciones como éstas.

Y para terminar de redondear sus declaraciones, el Sr. Ciscar no ha tenido inconveniente alguno en hacer gala, una vez más, del cinismo e hipocresía que viene caracterizando su gestión política al frente del PP de Alicante al que está conduciendo a un desastre electoral con su autoritarismo y falta de principios éticos. Así ha asegurado que en las listas electorales del PP valenciano “no va a haber personas imputadas por supuestos delitos que tengan que ver con la corrupción”, algo que, según ha dicho, lo dijo el presidente del Partido y de la Generalitat, Alberto Fabra, “y lo mantiene. A lo mejor podría explicar cómo se puede conciliar esa posición que además incluía la exclusión de imputados en los cargos orgánicos del PP con la fraudulenta maniobra que con la inestimable ayuda de su lacayo, el Sr. Zaplana, ha organizado en la ciudad de Alicante con el fin de poner lo que queda del PP alicantino en manos de los imputados del Ayuntamiento. Como sea tan creíble la promesa de que no habría imputados en los cargos orgánicos del PP como la de que no habrá imputados en las listas electorales, los ciudadanos pueden tener la seguridad de que, salvo milagro de última hora, sí los habrá.

Es evidente que estas declaraciones del Sr. Ciscar ponen de manifiesto una tremenda falta de realismo y de sensatez política. El PP está sufriendo un enorme desgaste electoral como consecuencia no sólo de las políticas impuestas por el Gobierno de la Nación, sino también como consecuencia de los resultados de la mala gestión popular en la Comunidad Valenciana, malos resultados debidos a los sistemáticos incumplimientos de los programas y principios del PP en la gestión de la Generalitat. Y a ello hay que añadir la estela de casos de corrupción y la incapacidad de la dirección popular para frenar y atajar en seco esta situación. Si a ello se añade la incapacidad de los actuales dirigentes populares para reconocer y asumir que es imprescindible abordar un proceso de regeneración democrática del Partido Popular y de muchas de las instituciones está completándose el cóctel necesario para cosechar malos resultados electorales. Y especial responsabilidad tiene en ello el Sr. Ciscar y su equipo, enemigos acérrimos de cualquier regeneración y de cualquier proceso democrático que permita al PP volver a conectar con las necesidades reales de los ciudadanos y de convertirse en un referente de participación, de debate, de transparencia, de libertad, de honestidad y de confianza ciudadana. Pero lamentablemente esas suelen ser las consecuencias de una determinada forma de hacer política que termina entregando toda una gran y noble organización al primer chaquetero y arribista que llega, es decir, consecuencia de la ausencia de democracia interna.

Finalmente hay un dato que parece obviar el Sr. Ciscar y es que el previsible crecimiento electoral de UPyD y Ciudadanos se basará, sobre todo, en el voto de los ciudadanos descontentos con el Partido Popular. Pensar que estos partidos traicionarían a la primera de cambio a sus electores para que haya “más de lo mismo” es cuando menos ingenuo. No somos pocos los antiguos votantes del PP los que pensamos que mientras el PP siga en manos de personajes como las actuales, enemigos declarados de la honestidad, de la transparencia y de la regeneración democrática, lo mejor que le puede pasar al PP y a la ciudadanía es que el Partido Popular se marche una temporada a la oposición a ver si, lejos de las moquetas, de los asesores y de los privilegios políticos, inicia una tan profunda como imprescindible renovación y regeneración interna.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 22 de diciembre de 2013

¿Otro “gatillazo” popular en Orihuela?


Dicen que a la tercera va la vencida, pero el tiempo dirá si por fin prospera la moción de censura que el Partido Popular ha presentado en Orihuela. Y por lo que se ve la desvergüenza de algunos líderes del Partido Popular no tiene límite. Es el caso del D. José Ciscar “capitis diminutio” en el Gobierno Valenciano, por la más que justificada desconfianza del Presidente Fabra, y que puesto a justificar esta nueva moción de censura ha apelado, como no podía ser menos, a la necesaria gobernabilidad del municipio y quien, además, no ha tenido ningún reparo en avalar una moción de censura promovida con cinco concejales del Partido Popular imputados en diversos casos de corrupción. Parece que, una vez más, la línea roja del Sr. Fabra es una línea intermitente, como en la ciudad de Alicante.

Por su parte, el Secretario General del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, Serafín Castellano, que asistió a la presentación del acuerdo de la moción de censura entre PP y el Centro Liberal Renovador de Orihuela, lo presentó como un “ejercicio de responsabilidad por la ciudad de Orihuela”. Según explicó, el acuerdo “tiene vocación de futuro” y posibilitará que Orihuela tenga una alcaldesa del PP y que será la portavoz del partido, Pepa Ferrando. Como era de esperar, los promotores de la moción de censura se justifican, como en todas las mociones de censura, apelando a la situación de “ingobernabilidad y parálisis” que sufre el Ayuntamiento y que en este caso está dirigido por un gobierno en minoría, con tan solo nueve concejales, frente a los 15 del PP y CLR.

Parece que el Sr. Ciscar y su escudero, el Sr. JJ Zaplana, están empeñados en engañar a los alicantinos y en tomarnos poco menos que por tontos. Alguna explicación deberían dar estos señores para justificar por qué ahora se han caído del caballo y, súbitamente, avalan una moción de censura haciendo un “ejercicio de responsabilidad”. ¿Por qué no lo han hecho antes? Habrá que deducir que la cúpula alicantina popular ha estado instalada mucho tiempo en la irresponsabilidad respecto a la situación de supuesta ingobernabilidad de Orihuela o que quizás estaba muy ocupada montando una farsa de partido en Alicante para que siga bajo el control de personas imputadas en casos de corrupción. Y, hablando de corrupción, deberían también explicar muy claramente a los ciudadanos cómo es posible que hace unos meses los dirigentes provinciales populares impidieran al Partido Popular de Orihuela que presentase una moción de censura encabezada por la ex alcaldesa Mónica Lorente, imputada en el caso Brugal precisamente por estar imputada, y ahora no exista ninguna reparo político o ético para formalizarla con cinco concejales imputados. Una vez más está quedando claro como el agua la actitud de D. José Ciscar y D. José Juan Zaplana respecto a la corrupción y sus consecuencias judiciales es puramente instrumental, carente de cualquier atisbo de condena e incompatibilidad. Usan las imputaciones según su conveniencia política y están demostrando que son los últimos interesados en que se produzca una auténtica regeneración democrática en la sociedad alicantina y en el PPCV. Algo falla cuando el Presidente del PP de Alicante manifiesta públicamente que el mejor activo del Partido Popular para las próximas elecciones municipales en la ciudad de Alicante es una persona imputada por varios delitos.

No es posible olvidar que el escándalo del caso Brugal nació a la sombra del Partido Popular de Orihuela y del Centro Liberal y que todavía queda bastante por conocer del mismo. Hay casualidades que pudiera ser que no lo son tanto. Y tanto súbito ejercicio de responsabilidad, cuando menos, marea. Estas idas y venidas populares, con mociones de censura fallidas, con pactos secretos y públicos, con candidatos defenestrados, ahora sí, ahora no, termina por dar una más que penosa impresión. Cuando hay tanta porquería detrás, pendiente de lo que dictamine la justicia, lo menos que podrían hacer los dirigentes provinciales del Partido Popular es actuar con una transparencia absoluta y con un exquisito respeto a la inteligencia ciudadana, sin más mentiras, sin tapujos y sin engaños. Una cosa es clara, de “ejercicio de responsabilidad” en Orihuela a estas alturas, nada de nada.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 15 de noviembre de 2013

El PP de Alicante ahora en pijama.




Si alguien pensaba que en el fraccionado Partido Popular de Alicante sus militantes iban a poder acudir a las urnas para elegir a los dirigentes de las Juntas de Distrito ilegalmente creadas por José Ciscar y se equipo, se ha equivocado. José Ciscar y su sicario político, José Juan Zaplana, padecen una profunda alergia a las urnas, a la libre y democrática concurrencia de alternativas y candidaturas en las organizaciones locales. Siempre han expresado públicamente su preferencia por eso que, en un alarde de ignorancia política, denominan “consenso” sobre la libre elección de los cargos orgánicos del PP mediante votaciones en las que los afiliados puedan con absoluta libertad elegir a sus líderes. Con ese profundo talante antidemocrático que les caracteriza, cada vez que se abre un proceso electoral interno intentan por todos los medios, incluidos los menos éticos, que no haya más de una candidatura y presionan y coaccionan a los posibles candidatos a presidentes locales para que renuncien a presentarse o a que se integren como segundones en las listas oficialistas. 

Ya el simple hecho de que se hable de candidatos o de listas oficialistas, afines por tanto a José Ciscar, es un síntoma evidente de la baja calidad democrática de la organización popular en la Provincia de Alicante. Confunden libre concurrencia con división y consenso con pasteleo. Es evidente que no se podía esperar otra cosa de alguien que carece de raíces en el Partido Popular y que hace poco más de diez años militaba en otra formación política en contra de su actual partido; ni se puede esperar tampoco otra cosa de alguien que sin oficio ni beneficio ignora lo que es ganarse la vida fuera de las moquetas y despachos oficiales.

Es muy decepcionante comprobar cómo los arribistas, los chaqueteros y los mercenarios de la política pueden hacerse con el control de una importante organización política y la mansedumbre, sumisión y cobardía de muchos honestos e históricos militantes populares con que lo aceptan.

Hace poco más de un año que los dirigentes provinciales decidieron impedir que el Partido Popular de Alicante pudiera resurgir como una organización local fuerte y renovada y que pudiese adquirir el protagonismo y la importancia que le corresponde en la Provincia. Y para lograrlo no dudaron en violentar los Estatutos del Partido Popular, en ocultar sus maniobras a los militantes populares, en perseguir, coaccionar y finalmente expulsar a quienes denunciaban sus enredos y en mentir con absoluto descaro a los medios de comunicación, a los militantes y a la propia sociedad alicantina. Baste recordar que el 12 de octubre de 2012, el Secretario Provincial compareció ante los medios de comunicación para anunciar que la Junta de Alicante había sido disuelta, que su Presidente Julio de España había cesado y por ello se le nombraba vocal del Comité Ejecutivo, que se creaba una Gestora y que se sustituía dicha junta por Juntas de Distrito. Y alguien debió mentir cuando Julio de España ha convocado hace unas semanas por escrito las elecciones a dichas juntas firmando en su calidad de “Presidente de la Junta de Alicante”. O bien el Sr. Zaplana mintió a los medios de comunicación el 12 de octubre del año pasado o bien D. Julio de España ha usurpado funciones o ha enviado un documento falso a los afiliados. Pronto se sabrá en los Tribunales de Justicia. Sea como fuere el talante democrático de los personajes queda perfectamente retratado con estas maniobras.

Ayer, tras forzar la retirada de los candidatos a presidir cuatro de las Juntas de Distrito del PP de Alicante han quedado proclamados los candidatos oficiales que no son otros que los de la Alcaldesa, Sonia Castedo, que por estar imputada por diversos delitos no podía aspirar a presidir ningún cargo orgánico popular. Estos presidentes de Juntas de Distrito, sin someterse a votación alguna, formarán parte del ilegal Consejo de Dirección del PP que estará presidido por Sonia Castedo sin tampoco pasar por las urnas populares. Con ello se cierra la operación diseñada por José Ciscar: el PP de la ciudad de Alicante queda dividido, cautivo y desarmado una vez que las tropas castedistas han alcanzado sus últimos objetivos. Cualquier posibilidad de una regeneración democrática en el PP de Alicante queda definitivamente alejada y el Sr. Ortiz podrá, además de ejercer su influencia sobre el Ayuntamiento de Alicante, extenderla sobre los anestesiados restos del Partido Popular alicantino. Los alicantinos contamos ahora con un PP en pijama. ¡Chapeau!

Santiago de Munck Loyola


viernes, 1 de noviembre de 2013

Las "apuntaladas" elecciones del PP de la ciudad de Alicante.

Reproduzco aquí la información publicada el 31 de octubre de 2013 en el Diario El Mundo, edición de Alicante, en el que se pone de manifiesto lo que algunos veníamos vaticinando y denunciando: que las elecciones internas del PP de la ciudad de Alicante son un fraude político y democrático, un montaje para que en el fondo nada cambie, para que el partido en el ciudad siga controlado, es decir, muerto e inactivo, por la Alcaldesa, Sonia Castedo, y sus peones - concejales, bien directamente o a través de parientes. Una vez más, el nepotismo, el amiguismo y la sumisión servirán para que la regeneración democrática se una simple utopía. El Presidente Provincial, Ciscar, y su Secretario, Zaplana, han liquidado cualquier posibilidad de celebrar unas elecciones modélicas, limpias y transparente. No les interesa un Partido Popular en Alicante fuerte y renovado que pueda poner en evidencia sus sucios y caducos hábitos políticos. Al que sobra lo eliminan y punto.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Demandado el Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante por presunta vulneración de los Estatutos del PP.


2-X-2013

NOTA DE PRENSA.

Demandado el Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante por presunta vulneración de los Estatutos del PP.

Ante la absoluta falta de talante dialogante de la dirección provincial del PP de Alicante, varios afiliados del Partido Popular de Alicante y miembros de la Asociación Foro Esperanza Popular – Movimiento de Bases han presentado hoy en los juzgados de Alicante una demanda contra el Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante por haber adoptado acuerdos presumiblemente contrarios a los Estatutos Nacionales del Partido Popular.

Los demandantes, acogiéndose a la tutela judicial de los derechos políticos recogida en la Ley de Partidos políticos, entienden que la decisión de suprimir la Junta Local de la Ciudad de Alicante es contraria a los Estatutos del Partido Popular al igual que la decisión de nombrar “un coordinador” de la ciudad, figura no prevista tampoco en el ordenamiento interno de la formación Popular. Igualmente, la demanda pretende que se declare contraria a derecho la actuación del Secretario Provincial, José Juan Zaplana, que por escrito se negó a entregar las actas y demás documentación solicitada sobre los acuerdos adoptados por el Comité Ejecutivo provincial de Alicante y que se suspenda de forma cautelar la celebración de elecciones internas a las nuevas Juntas de Distrito del PP de Alicante. En concreto, los demandantes solicitan del Juzgado lo siguiente:

“Primero.- Anular los acuerdos del Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante por los que se aprueba la sustitución de la Junta Local de Alicante por Juntas de Distrito y la división de la ciudad de Alicante en cinco distritos por suponer una vulneración de lo dispuesto en los Artículos 20.3 y 21.5 de los Estatutos Nacionales del Partido Popular y por crear un órgano unipersonal, la figura de un “coordinador” de la ciudad de Alicante, no prevista en los Estatutos del Partido Popular.

Segundo.- Que sea declarada contraria a derecho la negativa a entregar las actas o certificaciones de los órganos colegiados efectuada por el Secretario Provincial del Partido Popular de Alicante en su escrito de 17 de diciembre de 2012, obligando al Partido Popular de la Provincia de Alicante a entregar toda la documentación solicitada.

Tercero.- Que sea condenado la demandada a las costas devengadas en el presente proceso.

PRIMER OTROSI DIGO.- Que se proceda a suspender cautelarmente la convocatoria de elecciones internas a las Juntas de Distrito hasta que se haya dilucidado su legalidad y la de la supresión de la Junta Local de la ciudad de Alicante, ya que de no ajustarse a derecho deberían ser convocadas primero las elecciones de esta última de conformidad a las normas internas del Partido Popular y su celebración constituiría un fraude electoral y una vulneración de los derechos de los afiliados de la ciudad de Alicante de imposible reparación. La medida de suspensión cautelar debe exigirse sobre la base de que la celebración de las meritadas elecciones puede dar lugar a la consolidación de perjuicios de difícil reparación y, por el contrario, no genera tal conflicto el aplazamiento de las mismas.

AL JUZGADO SUPLICO.- Que tenga por formulada la anterior manifestación a los efectos oportunos y, en su consecuencia proceda a acordar la suspensión cautelar del acuerdo impugnado.”


En los próximos días, está previsto que más afiliados de la ciudad de Alicante y de otras localidades se sumen a esta actuación judicial.