Anuncian los medios de
comunicación que nuestra Alcaldesa y Diputada Autonómica, Sonia Castedo, ha
firmado ante notario su renuncia al escaño en las cortes valencianas que ocupaba
en representación de la provincia de Alicante y que dicha renuncia podría ser
presentada en el registro de las cortes el viernes día 2 de mayo. Esta decisión
no obedece a una repentina conversión de índole ética que le haya convencido de
lo políticamente inconveniente que es ocupar dos cargos de responsabilidad sin
poder atenderlos adecuadamente, no. Tampoco obedece esta decisión a una cesión
ante la propagandística e ineficaz línea roja del Presidente Fabra en virtud de
la cual ningún imputado del PP debe ostentar responsabilidades políticas o
cargos políticos en el PP, pues de todos es conocido que los Sres. Ciscar,
presidente provincial popular, su mano derecha, el incompetente JJ Zaplana,
secretario provincial popular, y la propia Sonia Castedo se pasan esa famosa línea
por donde todos sabemos. No en balde Sonia Castedo es ahora la Coordinadora
popular de los mini PPs de la ciudad de Alicante, los “pepelitos” de distrito
en claro desafío a las directrices del Presidente Regional Popular. Esta
decisión obedece más bien a una clara estrategia para dilatar al máximo el
procedimiento judicial en el que está incursa la Alcaldesa de Alicante. La
pluriempleada alcaldesa y plurimputada por el caso Brugal que se está
sustanciando en el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana
conseguirá con su renuncia al escaño que el sumario tenga que retornar a los
juzgados ordinarios de Alicante al quedar más aforados en la causa.
Ya en su día, desde estas mismas
páginas, se denunció la forma de elaborar las listas de los candidatos que el
Partido Popular presentaba para la Provincia de Alicante. Al margen del hecho
incuestionable de que el procedimiento de elaboración es profundamente antidemocrático
pues los afiliados populares, como siempre, nada pueden decidir u opinar
respecto a la misma, resaltaba también los criterios utilizados por el “dedazo”
popular entre los que la defensa de los intereses de los ciudadanos alicantinos
brillaba por su ausencia. Del examen de los componentes de aquella lista
resaltaba, en primer lugar, la presencia de alcaldes y alcaldables, es decir,
de personas que deberían simultanear dos cargos públicos, el de su municipio y
el del escaño, con lo que a todas luces no podrían desempeñar con dedicación
plena ninguno de los dos cargos y obviando cualquier referencia a las
incompatibilidades. Destacaba también la presencia en dicha lista de parientes
de políticos populares aportando así una curiosa interpretación del significado
de la defensa de la familia como signo distintivo de la ideología popular,
vamos, puro nepotismo. Y finalmente resaltaba también la presencia en dicha
lista de personas que estaban siendo objeto de investigaciones judiciales, como
el Sr. Alperi o la propia Sonia Castedo, con lo que parecía evidente que se les
quería dotar de cierto blindaje con el aforamiento que su elección
parlamentaria les habría de otorgar. Amiguismo, nepotismo, arbitrariedad,
ausencia de democracia interna y búsqueda de blindajes judiciales primaron
frente a la defensa y representación de los derechos y las necesidades de los
ciudadanos de la Provincia de Alicante. Es tan evidente que sólo la ceguera
partidista puede negar esta realidad: el PP una vez más ha sacrificado los
intereses de Alicante a los intereses de su camarilla dirigente.
De los 55 diputados en las Cortes
Valencianas que obtuvo el Partido Popular en las elecciones autonómicas quedan
54 porque el Sr. Blasco se ha convertido en tránsfuga largándose con su acta de
diputado al grupo mixto generosamente subvencionado gracias al propio grupo
popular. De los 55 diputados iniciales del Partido Popular 18, que se dice
pronto, han tenido que renunciar a su escaño en la mayoría de los casos por
estar salpicados por asuntos judiciales. Y de los 55 diputados populares
iniciales, cinco están procesados o imputados y conservan aún su escaño. ¿No es
esto la constatación de un sonoro fracaso? ¿No es un auténtico fraude a los
votantes?
Esta situación no ha nacido de la
casualidad, no se trata de un simple accidente político. Es el resultado de una
determinada forma de entender la vida política dentro del Partido Popular que
se caracteriza por desarrollarla al margen y de espaldas a la voluntad de sus
afiliados y, por supuesto, de los votantes. Los responsables, los miembros del
Comité Electoral que aprobó estas listas autonómicas, no darán la cara por
supuesto, no dimitirán que es lo que haría cualquier político responsable y
decente. Se pondrán de perfil y esperarán a su oportunidad para obtener su
correspondiente premio si es que aún no lo han recibido por semejante tropelía.
Una vez más, los votantes
alicantinos del centro derecha han sido estafados por el partido mayoritario.
Estos días, andan los populares movilizando a sus cargos públicos y a algunos
militantes para difundir las supuestas bondades de su gestión y las nuevas
promesas electorales de cara a los comicios europeos. Una vez más se acuerdan
de los afiliados, cuyo voto a la hora de hacer las listas ignoran y desprecian
sistemáticamente, para que “vendan” lo buena que es la lista europea impuesta
por el “dedazo” de Rajoy y lo malo que es todo lo demás. Ojalá que mucha gente
no se vuelva a dejar engañar o que el miedo al cambio no les impulse a repetir el
voto aunque sea tapándose la nariz. Ojalá que el votante alicantino de centro
derecha sepa que hay alternativas, que se puede cambiar de siglas sin necesidad
de traicionar ideales y principios.
Santiago de Munck Loyola
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