Dicen
que a la tercera va la vencida, pero el tiempo dirá si por fin prospera la
moción de censura que el Partido Popular ha presentado en Orihuela. Y por lo
que se ve la desvergüenza de algunos líderes del Partido Popular no tiene
límite. Es el caso del D. José Ciscar “capitis diminutio” en el Gobierno
Valenciano, por la más que justificada desconfianza del Presidente Fabra, y que
puesto a justificar esta nueva moción de censura ha apelado, como no podía ser
menos, a la necesaria gobernabilidad del municipio y quien, además, no ha
tenido ningún reparo en avalar una moción de censura promovida con cinco
concejales del Partido Popular imputados en diversos casos de corrupción.
Parece que, una vez más, la línea roja del Sr. Fabra es una línea intermitente,
como en la ciudad de Alicante.
Por
su parte, el Secretario General del Partido Popular de la Comunidad Valenciana,
Serafín Castellano, que asistió a la presentación del acuerdo de la moción de
censura entre PP y el Centro Liberal Renovador de Orihuela, lo presentó como un
“ejercicio de responsabilidad por la ciudad de Orihuela”. Según explicó, el acuerdo
“tiene vocación de futuro” y posibilitará que Orihuela tenga una alcaldesa del
PP y que será la portavoz del partido, Pepa Ferrando. Como era de esperar, los
promotores de la moción de censura se justifican, como en todas las mociones de
censura, apelando a la situación de “ingobernabilidad y parálisis” que sufre el
Ayuntamiento y que en este caso está dirigido por un gobierno en minoría, con
tan solo nueve concejales, frente a los 15 del PP y CLR.
Parece
que el Sr. Ciscar y su escudero, el Sr. JJ Zaplana, están empeñados en engañar
a los alicantinos y en tomarnos poco menos que por tontos. Alguna explicación
deberían dar estos señores para justificar por qué ahora se han caído del
caballo y, súbitamente, avalan una moción de censura haciendo un “ejercicio de
responsabilidad”. ¿Por qué no lo han hecho antes? Habrá que deducir que la
cúpula alicantina popular ha estado instalada mucho tiempo en la
irresponsabilidad respecto a la situación de supuesta ingobernabilidad de
Orihuela o que quizás estaba muy ocupada montando una farsa de partido en
Alicante para que siga bajo el control de personas imputadas en casos de
corrupción. Y, hablando de corrupción, deberían también explicar muy claramente
a los ciudadanos cómo es posible que hace unos meses los dirigentes
provinciales populares impidieran al Partido Popular de Orihuela que presentase
una moción de censura encabezada por la ex alcaldesa Mónica Lorente, imputada
en el caso Brugal precisamente por estar imputada, y ahora no exista ninguna
reparo político o ético para formalizarla con cinco concejales imputados. Una
vez más está quedando claro como el agua la actitud de D. José Ciscar y D. José
Juan Zaplana respecto a la corrupción y sus consecuencias judiciales es
puramente instrumental, carente de cualquier atisbo de condena e
incompatibilidad. Usan las imputaciones según su conveniencia política y están
demostrando que son los últimos interesados en que se produzca una auténtica
regeneración democrática en la sociedad alicantina y en el PPCV. Algo falla
cuando el Presidente del PP de Alicante manifiesta públicamente que el mejor
activo del Partido Popular para las próximas elecciones municipales en la
ciudad de Alicante es una persona imputada por varios delitos.
No
es posible olvidar que el escándalo del caso Brugal nació a la sombra del
Partido Popular de Orihuela y del Centro Liberal y que todavía queda bastante
por conocer del mismo. Hay casualidades que pudiera ser que no lo son tanto. Y
tanto súbito ejercicio de responsabilidad, cuando menos, marea. Estas idas y
venidas populares, con mociones de censura fallidas, con pactos secretos y
públicos, con candidatos defenestrados, ahora sí, ahora no, termina por dar una
más que penosa impresión. Cuando hay tanta porquería detrás, pendiente de lo
que dictamine la justicia, lo menos que podrían hacer los dirigentes
provinciales del Partido Popular es actuar con una transparencia absoluta y con
un exquisito respeto a la inteligencia ciudadana, sin más mentiras, sin tapujos
y sin engaños. Una cosa es clara, de “ejercicio de responsabilidad” en Orihuela
a estas alturas, nada de nada.
Santiago
de Munck Loyola
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