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jueves, 1 de marzo de 2018

La Constitución, el independentismo y Alicante (tercera parte).




Hay que repetirlo porque se trata de un hecho incontestable que, sin embargo, no es percibido por mucha gente: el balance de la pertenencia de la Provincia de Alicante a la Comunidad Valenciana es negativo. Las cifras no engañan. Hoy la provincia de Alicante es más pobre respecto a la Provincia de Valencia que hace 36 años por lo que sin ningún género de dudas se puede afirmar que la Generalidad Valenciana es, como administración pública, un fracaso. Y mientras los ciudadanos de Alicante no tengamos conciencia de ello seguiremos condenados a padecer una administración regional centralista y discriminatoria.

Pero es que, además, a esta sumisión de Alicante a los intereses socioeconómicos de la Generalidad hay que añadir ahora una peculiar situación política que está poniendo en riesgo la propia identidad libre y plural de la sociedad alicantina. La Generalidad Valenciana está presidida por un socialista, el Sr. Puig, que carece de un proyecto político propio y gobierna de la mano de otros grupos de izquierdas cuyas señas de identidad son pancatalanistas. Es el eterno problema del PSOE allí donde no alcanza la mayoría suficiente para gobernar, que se vende a cualquier grupo político por muy antiespañol que sea.

La Generalidad Valenciana, con el Pacto del Botánico, está desarrollando políticas impregnadas de pancatalanismo, contrarias a la identidad propia valenciana y más aún alicantina y de carácter excluyente. No hay más que repasar las hemerotecas para comprobar el origen ideológico de muchos altos cargos del Gobierno de la Generalidad que consideran a la Comunidad Valenciana como parte integrante de los imaginarios países catalanes y a la Provincia de Alicante como las playas del sur de Cataluña. Paso a paso, la Generalidad Valenciana está sembrando las semillas del odio hacia lo español, desde la lengua, pasando por las tradiciones hasta los símbolos, en un calco perfecto del proceso que se inició hace décadas en Cataluña y cuyas funestas consecuencias estamos viviendo estos meses. La nueva televisión autonómica ya está en manos de filoindependentistas catalanes, y la inmersión lingüística ya está en marcha para barrer la lengua materna de la mayoría de los alicantinos, el español. Todo está ya inventado. Usan la lengua y la educación como elementos de segregación y de neutralización ideológica, no es nada nuevo.

Ante todo ello, la discriminación económica permanente de nuestra provincia que se plasma en una deuda histórica de la Generalidad de más de 1200 millones de euros, la progresiva catalanización de las instituciones autonómicas y los permanentes y progresivos ataques a la escasa autonomía de la Diputación Provincial junto con una evidente voluntad de diluir las señas de identidad propias de nuestra Provincia es necesario ofrecer una respuesta, una solución para frenar este proceso. ¿Realmente queremos que dentro de unos años ningún alicantino pueda optar a un empleo público si no sabe el catalán? ¿Estamos dispuestos a que dentro de unos años los sanitarios tengan que marcharse por no saber catalán como está ocurriendo ahora mismo en las Baleares? ¿Queremos que se impida a los padres elegir el idioma en el que quieren que estudien sus hijos? ¿Nos resignamos sin más a que desde Valencia se señale cuándo deben abrir o no los centros comerciales de nuestra Provincia? ¿Nos conformamos con que se siga invirtiendo más en Valencia y Castellón que en Alicante? La respuesta es clara. Si no estamos dispuestos a todo ello, si creemos en la singularidad de Alicante, en sus propias señas de identidad, en su historia singular, en su pluralidad social, en su capacidad de gestión y en su absoluta lealtad e identificación con España es imprescindible reivindicar sus derechos y, llegado el caso, su autonomía en el marco de la Constitución.

Y no, no se trata de crear un nuevo monstruo autonómico. Se trata de transformar a la Diputación Provincial en gobierno autonómico, democratizándola, dotándola de aquellas competencias autonómicas que sirvan de verdad al progreso de nuestra tierra y devolviendo al Estado competencias cuya gestión quiebran la igualdad entre los españoles, como la sanidad, la educación o la justicia. Dos serían las consecuencias prácticas inmediatas: que los alicantinos tendríamos que sostener una administración menos y que el poder de decisión en muchos ámbitos se quedaría en Alicante.

Es un reto muy difícil, quizás un ideal de difícil consecución, pero el simple crecimiento y expansión de esta propuesta y su materialización en poder político servirá, sin duda, de acicate para que la voz de Alicante sea tenida en cuenta y para que sus justas reivindicaciones no sigan cayendo en saco roto. Si no nos respetan que al menos nos teman.

Santiago de Munck Loyola

2 comentarios:

  1. Todo esto es cierto como la copa de un pino, lo cual hay más que de sobra razones como para que los alicantinos tomen la mejor decisión para su tierra e incluso para ellos mismos en su propio beneficio, y esa decisión es votar al Partido Alicantino Regionalista Esperanza Ciudadana por ser el partido político que sí se preocupa de verdad de favorecer a Alicante a todos los alicantinos y a nuestros intereses, no como el resto de los partidos políticos incluyendo los que gobiernan en Alicante que nunca han mostrado interés ni han hecho nada por nuestra tierra Alicante y todos nosotros los alicantinos, que tiene para ello como una de sus decisiones principales en beneficio útil para Alicante y todos nosotros los alicantinos pedir la segregación de Alicante de la Comunidad Valenciana. Yo en todo caso al final por todo ello votaré al Partido Alicantino Regionalista Esperanza Ciudadana, por todo lo que dice este artículo y en beneficio mío y de todos los alicantinos y de Alicante, ya que Alicante al ser mi tierra y donde vivo es donde los problemas que hay que solucionar aquí son los que más me afectan directamente por residir justo aquí, ya que los problemas en otras provincias o regiones a mí no me afectan directamente y es por todo ello que me tengo que preocupar de que Alicante sea mucho más beneficiada, considerada, comprometerse a mejorarla y más el centro de atención no sólo en España sino que también en el resto del mundo a nivel internacional y universal en beneficio de todos sus habitantes entre ellos yo mismo, y todo esto lo hará mucho más posible la segregación de Alicante de la Comunidad Valenciana y es por eso que y sin ninguna duda votaré a ese partido.

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  2. En principio y entendiendo que sería independizarse solo de la Com.Val.y no de España me parece una posición correcta.Solo decir que se deberia anular la diputación de Alicante y no se debería crear ningún parlamento autonómico como el de Murcia o Cartagena.Se gobernaría con un alcalde y concejales y luego directamente desde el gobierno central.Tambien para que fuera válido esto , se debería pasar una consulta a las personas residentes aquí desde hace un tiempo..����

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