Cuando de
pequeños nos enseñaban el catecismo nos decían que para hacer una buena
confesión, y por tanto para obtener el perdón de los pecados, era necesario y
por este orden empezar por hacer examen de conciencia, sentir dolor de los
pecados, hacer propósito de enmienda, confesarse y cumplir la penitencia.
El sábado
pasado, la alegría de la huerta, el Ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, se
personó por fin, tras seis meses de retraso, en un acto con empresarios de la Comunidad Valenciana
y líderes regionales y locales del Partido Popular. Los socialistas habían interpretado
este acto como una “contraprogramación” del PP al cónclave socialista que los
“barones”, excepción hecha de Susana Díaz, celebraban también en Valencia, pero
en el fondo la comparecencia del simpático Ministro de Hacienda les ha venido
bien, sobre todo a los socialistas valencianos.
Y es que parece
que Cristóbal Montoro ha debido decidir que es hora de obtener el perdón de los
ciudadanos de esta Comunidad que, dicho sea de paso, no están representados por
los empresarios, ni mucho menos. Ha debido hacer examen de conciencia y hasta
podría parecer que siente dolor por sus “pecados”. Por fin, se ha dignado a
reconocer tarde y mal que la Comunidad Valenciana está “infrafinanciada” con
el actual sistema de financiación autonómica. El ministro tras reconocer lo que
todos sabíamos menos él y sus subordinados ha señalado que la obligación de un
Gobierno es corregirlo y, a renglón seguido, no tuvo empacho alguno en admitir
que el Gobierno del Partido Popular, conociendo esta injusticia, no lo ha hecho
porque ha estado centrado en “salir de la crisis” y que, ahora, ya no hay
“tiempo” para reparar el daño que se está haciendo a los ciudadanos de la Comunidad Valenciana.
Ya se sabe, el Gobierno del Partido Popular no puede hacer dos cosas a la vez,
no puede trabajar por “salir de la crisis” y resolver las injusticias en la
financiación autonómica, no puede ocuparse de la economía y hacer política
simultáneamente y por ello ha aparcado promesas electorales como la de la
reforma de la Ley
del Aborto. No dan para más.
Es evidente que
el Ministro Montoro y sus silentes acompañantes Fabra, Ciscar, Bonig, etc.
quieren hacer trampa. Buscan el perdón de sus pecados pero sin propósito de
enmienda alguno y, por supuesto, sin cumplir ninguna penitencia. Con ellos, los
alicantinos no estamos de enhorabuena ni mucho menos. Porque a la
infrafinanciación de nuestra comunidad, discriminación pura y dura, sumamos la
infrafinanciación y discriminación que desde hace años recibimos desde
Valencia. Gobierne el PPCV o el PSPV, Alicante sigue siendo la provincia que
menos recursos recibe de la Generalidad
Valenciana. Es un hecho cierto y constatado por numerosos
informes que Alicante no percibe ni del Estado ni de la Generalidad
Valenciana lo que, por su población y economía, en justicia
le corresponde y es una realidad incontestable que nuestros paniaguados
representantes no levantan la voz contra ello, no sea que pierdan el asiento. En
Esperanza Ciudadana queremos acabar con ello y lo haremos si contamos con el
respaldo de los alicantinos.
Santiago de
Munck Loyola
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