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miércoles, 13 de octubre de 2010

ABUCHEOS.

Vaya por delante que no me gustan los abucheos y los insultos contra nadie y menos aún contra el Presidente del Gobierno en una ceremonia institucional que debería servir de vínculo de unión entre todos los ciudadanos. La Fiesta Nacional, la Fiesta de la Hispanidad no creo que sea el momento idóneo para expresar el justificado hartazgo ciudadano hacia una desastrosa política desarrollada por el actual Presidente del Gobierno. Como tampoco creo que la forma en que se festeja este día sea la más adecuada cuando ya en mayo se realiza un desfile y se rinde homenaje a las Fuerzas Armadas y a los caídos en el cumplimiento de su deber. Quizás un desfile ciudadano u otro tipo de actos servirían mejor al propósito de rendir homenaje a la Fiesta de la Hispanidad, pero ése es otro debate.

Pero lo que verdaderamente llama la atención es que los dirigentes socialistas se rasguen ahora las vestiduras porque unos cuantos ciudadanos expresen ruidosamente y en el legítimo ejercicio de sus derechos su repulsa y desagrado hacia el Sr. Rodríguez Zapatero. Que el Sr. Blanco esté indignado y salga ahora hablando de actuaciones planificadas de la “derecha extrema” resulta gracioso y un auténtico ejercicio de hipocresía. Que la Sra. Chacón plantee ahora medidas para impedir que los ciudadanos vuelvan a expresar su opinión de esta forma también resulta, cuando menos, curioso. Porque hay que recordar que hasta el día de hoy el Sr. Zapatero se ha negado a condenar no ya los constantes abucheos e insultos que recibió su antecesor y sus ministros, sino las docenas de ataques físicos sufridos en las sedes del Partido Popular. Hay que recordar igualmente que muy pocos dirigentes socialistas, por no decir ninguno, han condenado los abucheos, insultos o agresiones que con frecuencia los militantes de izquierdas regalan a los dirigentes del Partido Popular en cuanto encuentran la más mínima ocasión para ello. Y ejemplos de ello hay para aburrir. Ejemplos que ponen de manifiesto un ambiente de radicalismo e intolerancia que deberían permitirnos hablar también de “la izquierda extrema”. En la campaña electoral de 2006, militantes del PSC participaron en una agresión a Acebes y Piqué. La esposa de Carod Rovira animaba el patio tildando de "hijos de puta" a los populares e ICV alentaba a su militancia juvenil con el eslogan "fóllate a la derecha". Mariano Rajoy en El Mercat de Collblanc de L'Hospitalet de Llobregat fue recibido en junio de 2006 con gritos, abucheos y una estruendosa 'cacerolada'. Rajoy, que entró al mercado por la puerta trasera, no pudo acabar su visita y se vio obligado a salir por un lateral.

En las Universidades que deberían ser santuarios de la libertad y la tolerancia se han venido sucediendo las agresiones de la izquierda durante los últimos años. En diciembre de 2008, Piqué fue abucheado e intentaron impedir que pudiera ejercer su derecho a la libertad de expresión. Lo mismo que hicieron con Aznar en Oviedo hace unos meses. Y qué decir de los constantes insultos y agresiones que ha tenido que soportar durante meses la Presidente de la Comunidad de Madrid o sus Consejeros cada vez que acudían a un centro hospitalario. Insultos, abucheos y agresiones que siempre han contado con el silencio cómplice de la izquierda española. Parece que lo que funciona es, como siempre, la Ley del Embudo. Y creo que ése no es el camino correcto. Libertad para todos. Respeto para todos. Y las urnas para decidir cuando toque.



Santiago de Munck Loyola

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