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viernes, 8 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
Al día de hoy y tal y como van
las cosas, no podemos saber si antes del próximo 2 de mayo habrá o no acuerdo
de gobierno de la mano del socialista Pedro Sánchez, pero una cosa es segura:
si finalmente hay fumata blanca no será porque hayan prevalecido los principios
políticos, sino más bien los cálculos electorales hechos sobre las previsiones
ante una nueva convocatoria electoral.
Sabemos que el valor de la
palabra de nuestros políticos, de la casta o de la nueva casta, es más bien
escaso. Siempre encuentran algo que justifique sus constantes rectificaciones.
Se han enfrascado en un juego de estrategias en el que lo que hoy se afirma con
aplomo, mañana mismo puede ser matizado o desmentido según reaccionen los otros
participantes en el juego. Basta recordar la evolución dialéctica del podemita
Pablo Iglesias que es capaz sin soltarse la coleta del “yo no formaré parte de un gobierno que yo no presida” al “quiero la vicepresidencia y seis carteras
con Pedro Sánchez de Presidente” y posteriormente al “si mi nombre es un obstáculo renuncio a la vicepresidencia”.
La cuadratura del círculo es uno
de los viejos problemas de las matemáticas y de la geometría sin resolver. Estos
días asistimos a un espectáculo esperpéntico ideado a mayor gloria de su
promotor, el perdedor de las últimas elecciones generales, el Sr. Pedro Sánchez
que pretende construir un gobierno triangular contando tan sólo con dos puntos
posibles sobre el plano del tablero político. El Sr. Sánchez sólo cuenta hasta
ahora con el acuerdo con Ciudadanos, un punto en el tablero. Y si renunciara a
ese acuerdo quizás podría contar con un acuerdo con Podemos, otro punto y
menudo punto del tablero político. Pero lo que le han dicho tanto Ciudadanos como
Podemos, por activa y por pasiva, es que el triángulo amoroso no puede ser, que
es imposible. Ciudadanos afirma de momento que un gobierno con Podemos es
imposible, que ellos no estarían y que, incluso, no estando se opondrían a tal
hipótesis. La negativa de Ciudadanos se irá fortaleciendo además en la medida
que las encuestas le sean favorables para el caso de unas nuevas elecciones.
Podemos, por su parte, le ha pedido al Sr. Sánchez dos cosas básicas: la
vicepresidencia y seis ministerios y que se divorcie de Ciudadanos. Y además
Podemos no va sólo, quiere un gobierno basado en el PSOE, en Podemos y en los
independentistas.
Así que el Sr. Sánchez lo tiene
francamente difícil para hacerse con la Presidencia del Gobierno. Un Gobierno triangular
es imposible de todo punto porque imposible es mezclar el aceite con el agua. Y
un Gobierno con Podemos, con el beneplácito de los independentistas está fuera
de su alcance porque le costaría una rebelión a bordo de su propio barco que ya
está bastante tocado después del batacazo histórico al que le ha conducido el
liderazgo de D. Pedro Sánchez.
Así las cosas, parece evidente
que sólo el miedo a que los ciudadanos volvamos a votar, como si fuese una
enfermedad, estos demócratas y patriotas de boquilla sólo alcanzaran un acuerdo
de gobierno forzados por las expectativas electorales, es decir, a golpe de
encuesta. No nos engañemos, no se trata de responsabilidad porque de serlo así
el Sr. Sánchez ya se habría reunido con el ganador de las elecciones, el Sr.
Rajoy, para explorar la posibilidad de formar un gobierno, aunque fuese a dos
años, que permitiese a España abordar con urgencia temas tan graves e
importantes como el relanzamiento de la recuperación económica, la situación de
los más de 4.100.000 parados, el terrorismo del DAESH, el déficit público o la
crisis de los refugiados por citar sólo algunos de los temas más candentes. El
Sr. Sánchez sigue empeñado en un imposible del mismo modo que el Sr. Rajoy
sigue enrocado en el “no, sin mi” sin querer asumir que él es el principal
responsable de los pésimos resultados electorales del PP el pasado 20 de
diciembre y que, en cualquier democracia avanzada de nuestro entorno, habría
supuesto su inmediata dimisión, al igual que habría ocurrido con el liderazgo
del Sr. Sánchez.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 31 de marzo de 2016
¿Comunidad Autónoma de Alicante? ¿Por qué no?
Cuando se menciona la posibilidad
de que la Provincia de Alicante se constituya en Comunidad Autónoma
uniprovincial no son pocos los que se rasgan las vestiduras y se oponen a esa
idea sin ofrecer argumentos de peso para descartarla. Pero lo más preocupante
es que, al mismo tiempo, son incapaces de presentar alternativas para acabar
con una realidad que es una situación injusta y discriminatoria para los
ciudadanos de la Provincia de Alicante. Plantear que nuestra provincia se
constituya como Comunidad Autónoma no es un acto de victimismo frente a esa
discriminación política, social y económica que, gobierne quien gobierne, se
practica desde Valencia y desde Madrid, sino que es el ejercicio de un derecho
constitucional para la plena autonomía de la gestión de los intereses de los
alicantinos. La autonomía uniprovincial no tiene por qué suponer la ruptura de
vínculos culturales o históricos con la Comunidad Valenciana, pero sí que puede
suponer la recuperación y potenciación de similares vínculos existentes con
otras comunidades vecinas que han sido hasta ahora ignorados desde Valencia.
La propuesta de una Comunidad
Autónoma uniprovincial para Alicante tiene su sustento en los propios
principios que inspiran la organización territorial del Estado en nuestra
Constitución. La descentralización, la autonomía en la gestión, el acercamiento
de los centros de toma de decisiones al ciudadano, la justicia distributiva y
la solidaridad territorial son principios constitucionales cuyo ejercicio no
puede estar constreñido a un modelo concreto que a lo largo de su corta
existencia ha demostrado, y las estadísticas están ahí para demostrarlo, que es
claramente perjudicial para los intereses de los ciudadanos de nuestra
Provincia. Esos mismos principios constitucionales son los que avalan y fundamentan
la legitimidad de la pretensión de constituir una nueva Comunidad Autónoma por
y para la Provincia de Alicante. ¿Por qué no pueden los alicantinos gestionar
sus propios intereses en el marco constitucional sin tener que pasar por
Valencia?
¡Menudo lío! Pensarán algunos.
Otros dirán que lo que sobran son autonomías. Y realmente lo que sobran son
competencias duplicadas o triplicadas, lo que sobra es el despilfarro de los
recursos públicos, lo que sobra es la sustitución del centralismo de Madrid por
el de Valencia. En estos días venimos escuchando cómo algunos partidos pactan
la desaparición de la Diputaciones Provinciales, una de las administraciones
más cercanas a los ciudadanos, lo que en el fondo no es otra cosa que una
involución política, una recentralización de carácter regional. Esa
desaparición de las Diputaciones sería la puntilla para la defensa de los
intereses de nuestra Provincia.
Imaginemos que Alicante se
transforma en Comunidad Autónoma. Los ciudadanos de nuestra Provincia
soportaríamos el peso de una administración menos sobre nuestras cabezas. La
Diputación pasaría a ser el Gobierno Autónomo y absorbería determinadas
competencias que hoy están en manos de la Generalidad Valenciana y podría devolver
al Estado aquellas competencias cuyo coste sea excesivamente gravoso para los
ciudadanos o que supongan un riesgo de quiebra del principio de igualdad entre
todos los españoles. Las decisiones que
nos afectan y que son de competencia autonómica no se tomarían en Valencia,
sino en Alicante. La cercanía política al ciudadano y la descentralización
administrativa serían mucho mayores de lo que son hoy en día. La
racionalización de la distribución de competencias entre el Estado, las
Comunidades Autónomas, las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos no
puede ni debe pasar por una nueva recentralización en favor de las Comunidades
Autónomas sino por dos ejes básicos: una nueva redistribución de competencias
que favorezca el principio de igualdad de derechos y obligaciones de los
españoles y un fortalecimiento de las administraciones más cercanas al
ciudadano.
España no puede seguir soportando
por mucho tiempo un modelo territorial caro y disgregador como el actual. La
propuesta de constitución de una Comunidad Autónoma para nuestra Provincia
responde, aunque a algunos no les parezca, a la necesidad de dar solución a las
necesidades de los alicantinos desde una estructura más eficiente, más cercana
y más comprometida con la idea de una España moderna, fuerte y plural. La quinta provincia española en población y en PIB tiene la entidad histórica y la capacidad suficientes para asumir esa propuesta. Sólo falta la voluntad de los alicantinos. Y no debemos olvidar que más
Alicante es más España.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 17 de marzo de 2016
A los dos jetas del PP de Alicante.
Lo siento. Habrá quien me
llame pesado o cansino por volver sobre el tema, pero cada vez que se publica
una noticia como la de hoy no puedo permanecer callado. La indignación supera a
veces a la prudencia. Hoy, el Diario Información publica una noticia bajo el
siguiente título “El PP de Alicante pide
mano dura con Rita”. Según este diario “los
populares de la provincia se alinean con el sector renovador del partido que
discrepó de Rajoy” y señala que “reclaman la renuncia de la senadora «para
que no perjudique» a la formación. «Los ciudadanos exigen cada vez más que
seamos ejemplares», sostienen. La noticia se acompaña con la foto de varios
dirigentes provinciales del PP entre los que se encuentran el Presidente Provincial
José Ciscar, José Juan Zaplana y Luis Barcala. Pero ¿cómo pueden tener tanta
cara dura? ¿cómo pueden tener tanta jeta política, tanta desfachatez?
Es indignante que precisamente
sujetos como José Ciscar o José Juan Zaplana se atrevan a abrir la boca para
pedir “mano dura” contra Rita Barberá, para apuntarse a la anhelada renovación
del Partido Popular o para hablar de ejemplaridad, cuando lo que tenían que
haber hecho hace tiempo es dimitir e irse a su casa tras haber dejado al PP de
Alicante hecho unos zorros, tras haberlo hundido electoralmente y haberlo
enfangado en el descrédito y la corrupción. ¿De qué ejemplaridad hablan estos
individuos? ¿Fue ejemplar participar en cenas de homenaje a Sonia Castedo
cuando la imputaron? ¿Fue ejemplar pagar con dinero negro a la trama Gürtel tal
y como dice que hizo el Sr. Ciscar el informe de la UDEF? ¿Fue ejemplar que el
PP en muchas localidades de la provincia de Alicante tuviera doble
contabilidad? ¿Es ejemplar que al día de hoy el PP se esté financiando ilegalmente
con el dinero de algunos grupos municipales? ¿Fue ejemplar disolver al PP de la
ciudad de Alicante para colocar en su cúpula a Sonia Castedo sorteando así la
inútil línea roja de Alberto Fabra? ¿Fue ejemplar expulsar a los militantes que
pedían honestidad y más democracia interna? ¿Fue ejemplar, Sr. Ciscar, negarse
a mostrar las cuentas de las campañas electorales a los militantes que por
escrito lo solicitaron? ¿Es ejemplar haber formado parte del equipo de Sonia
Castedo y no haber denunciado nunca ninguna de las actuaciones poco
ejemplarizantes del consistorio Alicantino?
Sr. Ciscar, Sr. Zaplana son
ustedes dos farsantes, dos oportunistas de la peor especie que no saben o no
quieren vivir de otra forma que no sea de la política y que para subsistir son
capaces de vestirse de lagarterana. No tienen ni vergüenza, ni escrúpulos, ni
decencia política. Ustedes no han creído nunca ni en la democracia interna, ni
en la regeneración política, ni en la ejemplaridad. Su trayectoria, sus hechos
lo confirman. Su credibilidad es tan grande como la del Barón de Münchhausen y
si alguien merece “mano dura” en el seno del Partido Popular, sin ninguna duda,
ustedes se llevan la palma. Dimitan, búsquense un curro y dejen de manchar la
política. A Alicante y a su partido le vendría muy bien.
Santiago de Munck Loyola
martes, 15 de marzo de 2016
En Génova lo olían y se taparon la nariz.
Ahora que en Génova parece que algunos se rasgan las vestiduras ante tanta noticia sobre irregularidades en el seno del PPCV, quiero denunciar públicamente que en octubre de 2012 varios militantes del Partido Popular de Alicante remitimos una carta a la Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal, en la que denunciábamos lo que hoy es ya una triste realidad: corrupción, despilfarro, nepotismo, falta de democracia interna,... No pueden alegar los dirigentes nacionales sorpresa alguna o desconocimiento. Sencillamente miraron hacia otro lado y la Secretaria General especialmente.
Mª Dolores de Cospedal y su equipo son los principales responsables de lo que ha ocurrido con el PPCV por ignorar las denuncias internas que recibían. Y a poco que se investigue lo del PP de Alicante puede ser igual o peor que lo del PP de Valencia. A continuación reproduzco la carta remitida entonces a Dª Mª Dolores de Cospedal, Secretaria General del Partido Popular, que no tuvo la decencia de responder, al igual que sus colaboradores D. Juan Carlos Vera y D. José María Arribas. Su única preocupación entonces fue silenciar y expulsar a los críticos. He aquí la carta y que cada uno saque sus conclusiones:
A/a Dª Mª Dolores de Cospedal. Secretaria General de Partido Popular.
Estimada Secretaria General:
Los abajo firmantes, afiliados del Partido Popular de la Ciudad de Alicante, queremos a través de la presente trasladarte nuestra profunda preocupación sobre la grave situación del Partido Popular en nuestra Comunidad, nuestra Provincia y nuestra ciudad.
1º Como afiliados del Partido Popular sentimos vergüenza y rechazo ante la continua aparición en los medios de comunicación de noticias denunciando actitudes y hechos presuntamente delictivos protagonizados por muchos cargos públicos del Partido Popular, sin que se haga efectiva la separación de todos los imputados de las responsabilidades públicas que ostentan que sólo en el Grupo Popular de las Cortes Valencianas alcanzan once escaños.
2º Igualmente entendemos que es preciso adoptar de forma urgente medidas para terminar con el pluriempleo de muchos cargos políticos populares algunos de los cuales llegan simultanear hasta más de cuatro cargos públicos en detrimento de la atención que la ciudadanía exige especialmente en esta crisis. Creemos que la ejemplaridad pasa también por la exigencia del principio “una persona, un cargo, una función pública”. No es admisible seguir manteniendo la simultaneidad de tantas alcaldías con actas de diputados autonómicos. Los ciudadanos exigen una dedicación total que resulta incompatible con lo anterior.
3º Creemos que hay que poner límite a la utilización de las instituciones públicas en beneficio de los entornos próximos de los cargos electos (contrataciones, asesores, cargos de confianza,…) desterrando de una vez cualquier sospecha de nepotismo y favoritismo.
4º Reivindicamos la democracia interna y la participación, e igualmente rechazamos el continuo menosprecio a la desinteresada labor y a los derechos de los miles de militantes del Partido Popular de Alicante, utilizados únicamente para labores electorales, y sistemáticamente ignorados a la hora de participar en la política interna del partido. La Junta Local de Alicante ha sido durante años un claro ejemplo de coto cerrado, dominado por grupos y familias, que han hecho y desecho al margen de la militancia y cuyas consecuencias son hoy más que nunca visibles en el Ayuntamiento de la ciudad y en las causas judiciales abiertas.
5º Solicitamos el amparo de nuestros derechos de afiliados y el respeto a los Estatutos del Partido Popular por parte de todos los cargos orgánicos de la estructura territorial y, en especial, de la provincia de Alicante cuyo comité ejecutivo, con el fin de evitar las elecciones a la Presidencia Local de la Ciudad de Alicante, acordó el pasado día 11 del mes de octubre suprimir la Junta Local de la Ciudad y sustituirla por un número indeterminado de distritos. Dicha decisión fue inmediatamente impugnada por varios afiliados sin que, hasta el día de hoy, haya respondido ni el Comité Ejecutivo Provincial, ni el Secretario General del PPCV (se adjuntan copias de las impugnaciones). Más de 600 firmas de afiliados han sido ya recogidas en contra de esta arbitraria decisión que serán remitidas al Comité Nacional de Derechos y Garantías si fuere preciso incoar su intervención.
Por todo lo anterior, Secretaria General, solicitamos tu intervención con el fin de reconducir una situación gravemente perjudicial para la credibilidad y el futuro del proyecto popular en la Comunidad Valenciana y, en especial, para la Provincia de Alicante.
Atentamente, en Alicante a 27 de octubre de 2012.
martes, 8 de marzo de 2016
sábado, 5 de marzo de 2016
Se inicia un nuevo movimiento de confluencia entre diferentes partidos políticos alicantinos.
Ayer 3 de marzo se celebró un la sede de Alicante del partido Esperanza Ciudadana un encuentro entre representantes de diversos partidos políticos y de movimientos vecinales con el fin de explorar la posibilidad de coordinar acciones políticas y de sentar las bases de un proyecto de cooperación política y electoral de ámbito local y provincial.
A este encuentro asistieron representantes de los Verdes Ecopacifistas, Verdes Ciudadanos, Centro Moderado, Foro Demócrata, independientes y de Esperanza Ciudadana. A esta primera reunión, calificada de positiva por todos los asistentes, le seguirán otras en fechas próximas con el fin de ir estableciendo los mecanismos de actuación y programáticos que permitan a los alicantinos poder contar en cada municipio con una nueva alternativa política.
martes, 1 de marzo de 2016
EL VALIENTE TIENE MIEDO DEL CONTRARIO; EL COBARDE DE SU PROPIO TEMOR" (Quevedo)
He recibido este escrito y lo reproduzco en el blog porque me parece muy ilustrativo.
Estas son las cifras de la odiada
Iglesia Católica:
5.141 Centros de enseñanza:
990.774 alumnos. Ahorran al Estado 3 millones de euros por centro al año.
107 Hospitales. Ahorran al Estado
50 millones de euros por hospital al año.
1.004 centros, entre
ambulatorios, dispensarios, asilos, centros de minusválidos, de transeúntes y
de enfermos terminales de Sida, un total de 51.312 camas. Ahorran al Estado 4
millones de euros por centro al año.
Gastos de Cáritas: 155 millones
de euros al año, salidos de los bolsillos de los católicos españoles y de
otros, no creyentes, que les ayudan.
Gastos de Manos Unidas: 43
millones de euros al año, salidos de los bolsillos de los católicos españoles y
de otros, no creyentes, que les ayudan...
Gastos de las Obras Misionales
Pontificias:
Domund: 21 millones de euros, que
también salen de los bolsillos de los católicos españoles y de otros, no
creyentes, que les ayudan...
365 Centros de reeducación para
marginados sociales: exprostitutas, expresidiarios y extoxicómanos; 53.140
personas. Ahorran al Estado medio millón de euros por centro al año.
El 80% del gasto de Conservación
y mantenimiento del Patrimonio Histórico Artístico. Se calcula un ahorro al
Estado entre 32.000 y 36.000 millones de euros al año.
A todo esto tenemos que sumar que
casi todas las personas que trabajan, colaboran, etc. con Cáritas, Acción
Católica, Manos Unidas, u otras
organizaciones de la
Iglesia Católica son voluntarias sin sueldo alguno.
Son personas que ayudan a los
demás sin pedir nada a cambio. ¿En que cifra se puede tasar esta colaboración
si el Estado tuviera que hacerse cargo de ella?...
Esta es la razón por la cual el
estado sigue dando una poca de ayuda a la Iglesia Católica ,
¡porque le sale muy barato!
Muy pocos conocen este
maravilloso trabajo hacia la ciudadanía española de la Iglesia Católica
que le sale tan provechoso al estado español y convendría difundirlo para que lo sepamos todos.
¿Cuantos comedores para indigentes ha abierto y mantiene CCOO?
¿Cuantos hospitales para enfermos
terminales ha abierto UGT?
¿A cuantos enfermos de SIDA
tratan los sindicatos o...los partidos políticos? ¿A dónde puede ir un
necesitado a pedir un bocadillo o comida para su familia, a la sede del PP, a
la del PSOE, a CCOO a UGT?
Y tampoco pagan I.B.I. las sedes
de partidos políticos, embajadas, sindicatos y otras religiones.
¡Pues todos estos y más
"esos" si que viven de nuestro dinero! ¡Y nadie lo denuncia!
Reenviamos este artículo para que
llegue a quienes injustamente critican a la Iglesia Católica
por cualquier motivo.
Nos sentimos orgullosos de ser
católicos y nos preguntamos:
¿Por qué esto no se difunde ni
por la prensa, la radio o la TV ?
Ahora tú decides si lo borras o lo reenvías.
http://santiagodemunck.blogspot.com.es
viernes, 26 de febrero de 2016
Hay que mover ficha.
Con todo lo que está cayendo, con
el desánimo y la decepción existente entre millones de votantes del PP, con la
cantidad de vías de agua abiertas en el buque popular y parece que construir
una alternativa nacional de centro derecha es prácticamente una misión
imposible. El PP ha expulsado de sus filas, por activa o por pasiva, a millones
de votantes y a miles de ciudadanos comprometidos con la vida política. El PP
se descompone y parece evidente que una regeneración, renovación o refundación
del mismo es imposible si se hace con los mismos cuadros dirigentes al mando
del mismo. En todo caso, lo intentarán y será un proceso interno, de ellos y
para ellos, en el que no tendrán cabida más que los miembros de su propia organización.
Se trata de una estructura endogámica que precisamente por ello ha sido incapaz
de reconocer los síntomas que señalaban que algo importante iba muy mal. Ahora,
esta organización, alertada de la enfermedad desde el exterior, sólo por un
elemental sentido de la supervivencia, no por una convicción ética, va a
impulsar ciertos cambios.
Sea más o menos grande, sea menor
o mayor que la de otros partidos políticos, la corrupción y, sobre todo, la
falta de reacción ante la misma han hecho mella en la conciencia de los
ciudadanos y eso es una losa muy difícil de levantar. La confianza tarda años
en construirse y minutos en desaparecer. Todo ello se venía venir desde hace
años.
Hoy, el centro derecha solo
cuenta con una potente maquinaria electoral gastada y desprestigiada a la que
se sigue votando más por necesidad que por convicción, más por inercia que por
voluntad, más por miedo al adversario que por libre elección. Pero, sobre todo,
el PP debe su supervivencia electoral a la ausencia de una alternativa creíble
en su mismo espacio electoral. A lo largo de los años no han faltado intentos
de construcción de una alternativa electoral al PP, pero todos han fracasado. ¿Cuál
es la causa? No hay una sola, sino muchas y no siempre concurrentes: los
personalismos, la financiación, el sistema electoral, los medios de
comunicación,… Quizás el último intento más serio de erigir un partido como
alternativa electoral al PP fue el protagonizado por Vox. Sin entrar en las
causas del fracaso de un proyecto que inicialmente a muchos ilusionó pero que
en un tiempo récord calcó los peores vicios del PP, es indudable que, hoy por
hoy, su ubicación ideológica no es la que ha venido ocupando el PP y, por tanto,
no es ni puede ser su alternativa electoral.
Existen algunas coincidencias en
los proyectos políticos que hasta ahora han fracasado a la hora de construir
una alternativa al PP. De una parte, todos estos proyectos se han intentado
organizar desde arriba: un partido de ámbito nacional, en algunas ocasiones
alguna figura conocida en la cúpula, un reparto de cargos y un intento de
expansión hacia abajo, orgánica y territorialmente. De otra, todos estos
proyectos han pecado de personalismos excesivos y de dogmatismos excluyentes.
Preferir ser cabeza de ratón y creerse en posesión de la verdad política son
los dos ingredientes que aseguran la multiplicación de proyectos políticos sin
futuro electoral alguno.
En la actualidad existen centenares
de partidos políticos locales, provinciales y nacionales afines
ideológicamente, todos encuadrables en el espacio del centro derecha, el
espacio que ha venido ocupando el PP y cada por su lado, en un viaje a ninguna
parte. ¿Tan difícil es ponerse de acuerdo aunque sea tan sólo para formar una
coalición? Hay valores y principios compartidos, hay personas muy formadas y
capacitadas políticamente, hay gente firmemente comprometida con la mejora de nuestra
sociedad y, sin embargo, no somos capaces de aprovechar esos activos. Ni
siquiera se intenta. El patriotismo se demuestra con hechos, no con soflamas.
No, no lo estamos haciendo bien. La falta de generosidad, la cortedad de miras
y la ausencia de inteligencia táctica no otorgan la credibilidad ciudadana,
requisito indispensable para la viabilidad de cualquier proyecto político a
largo plazo.
Pertenezco a uno de esos pequeños
partidos, un partido provincial, un partido muy joven promovido para defender a
la provincia de Alicante y para contribuir a la regeneración de la vida
política y social desde los principios y valores que el PP abandonó hace
tiempo. Pero de poco sirve nuestra acción política si no podemos contar con un
proyecto nacional con el que colaborar y al que apoyar. Somos conscientes de
que Alicante irá bien si España va bien. Por ello, estamos dispuestos a ayudar
y a trabajar sin condiciones previas para que tenga éxito un proyecto político
nuevo, de carácter nacional. Hay muchas fórmulas para lograrlo. No dejemos una
vez más pasar el tren.
Santiago de Munck Loyola
miércoles, 24 de febrero de 2016
Obras son amores, que no buenas razones.
La
vida está llena de estereotipos, etiquetas, clichés o tópicos que muchas veces
no se corresponden con la realidad. Con una simple imagen o una palabra
pretendemos resumir muchas cosas o identificar realidades muy complejas,
demasiado como para que quepan en tan pequeño espacio. Esta tendencia a la
etiqueta o al estereotipo es especialmente usada en el terreno de la política.
No se trata sólo de que con una simple palabra identifiquemos los valores o los
ideales de los demás, sino que casi todo el mundo es capaz de resumir su
compleja y variada tabla de principios y valores con una o dos palabras.
Enseguida nos autoetiquetamos para que los demás perciban cual es nuestra
tendencia política, dónde nos adscribimos ideológicamente. Y si por cualquier
causa uno es reacio a ponerse una determinada etiqueta ideológica, no hay
problema, los demás te la ponen y seguramente dirán que eres de derechas.
Lo
cierto, para bien o para mal, es que casi todos esperamos de los demás, en el
ámbito político, unos determinados comportamientos y actitudes en función de su
posición ideológica. Y cuanto más se identifica una persona con un determinado
color político más previsible deberían ser sus conductas políticas. Sin
embargo, suele ocurrir lo contrario, dime de qué presumes y te diré lo que te
falta.
Lamentablemente,
la incoherencia entre lo que se predica públicamente y lo que se practica
después no es infrecuente. En estos casos, la incoherencia entre la bandera
levantada y las acciones diarias abarca no sólo al ámbito de la vida privada,
algo que en teoría sólo es recriminable por los que forman parte de ella, sino
que se extiende a la vida pública, a las acciones políticas que están sujetas,
por tanto, al examen, a la crítica y a la censura, en su caso, del votante.
Seguramente,
a todos nos vendrán a la cabeza numerosos ejemplos de incoherencia más que de
lo contrario. Es realmente difícil convertir en práctica diaria lo que
predicamos, pero hay un escalón más de exigencia cuando se trata de políticos
porque su credibilidad radica precisamente en el cumplimiento de la palabra
dada, en la coherencia entre los dichos y los hechos. Nos mueve a escándalo que
un señor de “derechas”, conservador, tradicional, supuestamente firme defensor de
la familia, organice y participe en orgías sexuales con menores o que se
proclame defensor del derecho a la vida mientras que posee participaciones en
clínicas abortistas. Y nos indigna, por ejemplo, que un señor de “izquierdas”
se pegue la vida padre a costa del dinero público que iba destinado a la
formación de los desempleados o al fondo para los huérfanos de la Guardia Civil.
Y
cuanto más cerca tenemos al presunto político, cuanto más conocemos de sus
banderías y de su trayectoria personal siempre es más fácil evidenciar las
contradicciones y la incoherencia entre su bandera y su ejecutoria diaria. El
poder transforma a la gente y sea bien por una necesidad de adaptación a la
realidad que suele ser diferente a la imaginada en la oposición o bien por una
ausencia de principios reales, es decir, por enarbolarlos sin creer en ellos
con la única finalidad de alcanzar una poltrona, lo cierto es que esa
“transformación” canta mucho. El izquierdista, el sindicalista convertido en
patrono temporal a veces asume a la perfección su nuevo papel y olvida su
compromiso con el más débil, se convierte en cacique al que rendir pleitesía.
El derechista, defensor de grandilocuentes palabras, ferviente adalid de nobles
principios a veces no tarda en relegarlos en el cajón del olvido para convertirse en un
pragmático gestor, sin tener nociones técnicas para ello, y en un ávido
defensor de lo políticamente correcto y lo particularmente lucrativo.
No
se puede servir a Dios y al dinero al mismo tiempo, no se puede servir al
interés general y al bolsillo particular simultáneamente, no es posible
reivindicarse gris y actuar como azul, es imposible sostener indefinidamente
una máscara porque siempre termina por caer. La vida en general y la política
en particular exigen actitudes más nobles, más sinceras, más coherentes. Todos
seremos juzgados al final por nuestras acciones, no por nuestras palabras y en
política el juicio se sustancia en las urnas, que no se olvide.
Santiago
de Munck Loyola
lunes, 15 de febrero de 2016
Hora de Ppasar Ppágina.
No es difícil imaginar cómo se
deben de sentir estos días millones de votantes del Partido Popular y miles de
sus abnegados y honestos militantes con la lluvia incesante de noticias
relacionadas con la corrupción que salpica a diferentes dirigentes del partido.
Junto a cierta indignación, por lo que a todas luces es un tratamiento
informativo sesgado y comparativamente injusto ante la sordina mediática a los
escándalos socialistas tan graves o más que los del PP, la mayoría sentirá
desencanto, impotencia y rabia, se sentirán engañados y defraudados por tanto
comportamiento político miserable y delictivo.
He sido del Partido Popular durante
31 años hasta que la cuadrilla que dirige el PP de Alicante promovió que me
expulsaran en octubre de 2013 por denunciar la corrupción y pedir la
regeneración del partido. Fundé el PP en Rivas-Vaciamadrid en 1989 y fui su
Presidente Local hasta 2003. He sido concejal del Partido Popular durante 12
años en tiempos muy difíciles. He sufrido insultos, desprecios,
descalificaciones y amenazas por ser representante electo del Partido Popular.

No pertenezco al Partido Popular
y, sin embargo, siento mucha pena e indignación ante cada una de las noticias
que le salpican. Creía y sigo creyendo en unos principios y unos valores que
enarbolaba el Partido Popular y es evidente que muchos dirigentes del mismo
nunca han creído en ellos. Más bien los han usado y manipulado para alcanzar el
poder en beneficio propio. Pensaba y pienso que todos los sacrificios y
esfuerzos de tanta gente honesta y trabajadora merecían la pena para ayudar a
transformar nuestra sociedad y es evidente que muchos dirigentes los han
empleado para su enriquecimiento personal.
Me duele y me indigna cuando
algunos aprovechan para pedir la ilegalización del Partido Popular a causa de
todos los casos de corrupción que vamos conociendo día a día porque el Partido
Popular no es su cúpula pusilánime, el Partido Popular no es el conjunto de
cargos públicos corruptos o presuntamente corruptos que se van destapando, el
Partido Popular es otra cosa. Son los cientos de miles de afiliados honestos y
los miles de cargos públicos decentes a los que unos cuantos han denigrado con
sus comportamientos. La corrupción no tiene un ADN político concreto, no tiene
ideología. Pero si de algo adolece el Partido Popular, si hay algo que ha
facilitado esta escandalosa situación, es precisamente la falta de democracia
interna, unos estatutos que impiden al afiliado elegir y controlar a sus
representantes. En definitiva, la ausencia de mecanismos internos de elección y
de control.
Hoy por hoy, la gente de derechas
o de centro derecha está más huérfana que nunca. Muchos votaron al PP el 20D
con la nariz tapada. Muchos lo hicieron por miedo a los podemitas y a sus
aliados y pocos con una profunda convicción moral y ética. ¿Cuántos votantes
del PP el 20D pensaron que su voto iba a servir para situar, por ejemplo, a
Celia Villalobos en la Vicepresidencia del Congreso?
Y frente a tanta voz oportunista
dentro del propio PP, hay que decir claro que esto no se arregla con una
refundación teledirigida del Partido Popular. Muchos de los dirigentes del PP
tienen que seguir el ejemplo de Esperanza Aguirre y hacerse a un lado. Hoy más
que nunca, España necesita un nuevo proyecto reformista, liberal y conservador
que aúne voluntades, que promueva la confluencia de tantos y tantos ciudadanos
comprometidos con la defensa de los principios que el PP abandonó y que hoy se
encuentran muy lejos de los dictados de Génova 13. Con la pena, con los
lamentos o con la decepción el centro derecha no va a ir a ningún sitio. Es
hora de ”ppasar ppágina”. Hace falta ya una reacción colectiva para reconstruir
un proyecto que sea capaz, desde las bases, de hacer frente a esta izquierda
demagoga, revanchista y profundamente sectaria que amenaza el futuro y la
propia unidad de España.
Santiago de Munck Loyola
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Santiago de Munck
martes, 9 de febrero de 2016
José Juan Zaplana ¿exponente de un nuevo PP?
De piedra, hoy me he quedado de piedra al leer un
artículo en el Diario Información de Alicante titulado “La nueva hornada de políticos del PP siente «asco» por la corrupción y
reclama primarias” (http://www.diarioinformacion.com/politica/2016/02/08/nueva-hornada-politicos-pp-siente/1725202.html). La sorpresa no obedece al titular del artículo, porque
es evidente que cualquier político, nuevo o menos nuevo, tiene que sentir
“asco” por la corrupción, como lo es también que cualquier demócrata apueste
por la democracia interna en su organización política, sino que la mayúscula
sorpresa obedece a que se califique de “nueva hornada de políticos” a algunos
que llevan viviendo lustros de la política y a la inclusión entre esta supuesta
nueva hornada de políticos “asqueada” y ferviente partidaria de las primarias a
sujetos como José Juan Zaplana López.
Ahora que tanto se habla de “refundar” el Partido
Popular de la
Comunidad Valenciana e incluso de cambiar su nombre es
preciso aclarar las cosas, porque da la sensación de que los promotores de
estas ideas tratan de engañar, una vez más, a la gente. El PPCV no puede ni
refundarse, ni cambiar de nombre si no lo hace el propio Partido Popular de
España. Los promotores de estos globos sonda, los mismos que se ofrecen para
hacer este supuesto cambio, mienten y lo saben. Los mismos políticos que con su pasividad
y complicidad han conducido al Partido Popular a su naufragio ético y electoral
no pueden ahora presentarse como sus salvadores.
Pero, volviendo al sorprendente artículo, hay que
subrayar una obviedad y es que ninguno de los diez políticos citados ha llegado
al puesto que ocupa por haber sido elegido por las bases del Partido Popular.
Todos fueron incluidos en su día en las listas electorales gracias al “dedazo”
superior, unas veces por ser “hijo de…”, otras por ser dóciles y obedientes,
otras en agradecimiento a servicios prestados, alguno por su auténtica valía… pero todos tienen en común su
falta de legitimidad del voto de los afiliados.
Ahora bien, hay que ser muy inocente para incluir
en la categoría de “nueva hornada de políticos” a un viejo conocido como José
Juan Zaplana López. Para quien no lo conozca hay que señalar que este joven de
41 años lleva en política desde los años 90. Es el prototipo de trepador de
Nuevas Generaciones que, sin casi experiencia en el mundo laboral y sin
titulación superior, lleva lustros viviendo de la política. Como Secretario
general del PP de la
Provincia de Alicante y como concejal de San Vicente del
Raspeig se ha ganado a pulso fama de prepotente, de intolerante y de incompetente. Fue
el promotor e impulsor de la expulsión del PP de Antonio Sobrino Ribes y de un
servidor acusándonos del grave delito de promover la regeneración del Partido
Popular, de pedir la dimisión de imputados y de denunciar públicamente los
escándalos de corrupción que, al parecer, a él entonces no le daban ningún
asco. En 2015 tuvo sus más y sus menos con Esquerra Unida que le denunció por contratar por 26.000 euros para la prestación de servicios informáticos al Ayuntamiento de San Vicente del Raspeig a la empresa EICO, propiedad del valenciano
Alejandro De Pedro, un amiguete suyo e imputado en la operación Púnica. José Juan Zaplana López, en un alarde de transparencia, llegó a enviar al
despacho de EU a la policía para recuperar los justificantes de facturas que en
el ejercicio de sus funciones como concejales de la oposición habían recabado.
¡Estilazo el de Zaplana!
Tiene su miga que se incluya a este cuarentón, a
este profesional de la política, a este arribista (hoy con Luisa Pastor, mañana con su
rival), entre la nueva hornada de políticos del PP supuestamente asqueados por la corrupción y
que apuestan por la regeneración. Su sola inclusión no sólo provoca risa sino que es un auténtico baldón para la
credibilidad de las declaraciones del resto de la llamada “nueva hornada”.
Pero, vamos a ver, Zaplana, alma de cántaro, ¿A
quién pretendes engañar? ¿No te das cuenta de que con tus antecedentes
políticos no puedes ir por ahí dándotelas de regenerador, ni rasgándote las
vestiduras por los casos de corrupción? ¿Cómo puedes ir ahora de regenerador
si, como Secretario General del PP alicantino no has asumido responsabilidad
alguna en el desastre electoral al que tú y tu jefe inmediato, José Ciscar,
habéis llevado al PP de la
Provincia de Alicante? ¿Cómo tienes la cara dura de apuntarte
a la democracia interna y a las primarias si perseguiste con saña a los
afiliados que en Alicante promovíamos el pluralismo y una candidatura
regeneradora? ¿Te has olvidado de que te oponías a las elecciones a
compromisarios para los congresos y defendías el reparto de los puestos entre
las “familias” del PP? ¿Has olvidado tus declaraciones a la prensa apuntándote
a la coartada del consenso para evitar la pluralidad de candidaturas en las
elecciones de las juntas locales? ¿Has olvidado tus presiones sobre tantos y tantos
posibles candidatos para que no concurrieran a las elecciones internas apelando a un falso consenso? ¿Te has olvidado, por ejemplo, de Torrevieja?
La hemeroteca te delata. No es posible olvidar que
fuiste uno de los artífices de la división del PP de la ciudad de Alicante en
distritos para poder poner al frente de ellos, como coordinadora de los mismos,
a la Alcaldesa ,
Sonia Castedo, saltándote la línea roja de Fabra, sin elecciones internas ni
gaitas. Recordemos: Diario Información "El PP pide apoyo a Castedo para apuntalar la nueva estructura del partido en Alicante". Según el periódico, 6-2-2013, la dirección provincial del PP solicitó a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, su “colaboración” para poner en marcha el nuevo organigrama interno del PP de Alicante, que prevé “trocear” la ciudad en cinco ejecutivas de distrito. Hace unos días, Castedo visitó la nueva sede junto al “núcleo duro” de sus concejales. Acudieron a la cita con José Juan Zaplana, número dos de José Císcar en el PP, la propia Castedo junto al vicealcalde Andrés Llorens; el concejal Juan Seva y la portavoz municipal, Marta García-Romeu. Todo el que tiene algo que decir dentro del grupo del PP en el Ayuntamiento de Alicante estaba alrededor de la mesa, apuntan fuentes populares. ¿Objetivo del encuentro? Apuntalar la elección de las cinco nuevas ejecutivas locales con el respaldo explícito y claro del grupo de concejales alicantinos.
¿Pero de qué vas ahora? ¿Que te sientes asqueado y decepcionado? ¡Vamos, anda! ¡A otro perro con ese hueso! No se te veía tan asqueado cuando corriste a sentarte en la mesa presidencial de la cena de homenaje a Sonia Castedo cuando fue imputada por primera vez. Se te veía muy sonriente en la foto. Tampoco se te notó perturbado en tus principios cuando el instructor de nuestro expediente de expulsión (imputado posteriormente por corrupción, por cierto) señalaba por escrito y bajo el logo del PP que no se podía criticar públicamente a Sonia Castedo porque la política de Sonia Castedo era la política del PP. ¿Lo recuerdas? ¿O acaso la caída del caballo de tu súbita conversión te ha provocado amnesia? Hay que tener mucho cuajo y muy pocos principios para intentar pasar de sicario de la peor “casta” política a adalid de la renovación y la regeneración. No cuela.
¿Pero de qué vas ahora? ¿Que te sientes asqueado y decepcionado? ¡Vamos, anda! ¡A otro perro con ese hueso! No se te veía tan asqueado cuando corriste a sentarte en la mesa presidencial de la cena de homenaje a Sonia Castedo cuando fue imputada por primera vez. Se te veía muy sonriente en la foto. Tampoco se te notó perturbado en tus principios cuando el instructor de nuestro expediente de expulsión (imputado posteriormente por corrupción, por cierto) señalaba por escrito y bajo el logo del PP que no se podía criticar públicamente a Sonia Castedo porque la política de Sonia Castedo era la política del PP. ¿Lo recuerdas? ¿O acaso la caída del caballo de tu súbita conversión te ha provocado amnesia? Hay que tener mucho cuajo y muy pocos principios para intentar pasar de sicario de la peor “casta” política a adalid de la renovación y la regeneración. No cuela.
Puedes disfrazarte de lo que quieras, puedes contar
las milongas que te gusten, puedes mentirte y tratar de engañar a los demás,
pero aunque la mona se vista de seda, mona se queda. No se puede ser pirómano y
a la vez bombero. Hay trayectorias políticas difíciles de borrar e imposibles
de justificar salvo por la existencia de una ambición desmedida y la ausencia de otro "modus vivendi". No todo vale en política y las
hemerotecas y los que aún tenemos algo de memoria siempre estaremos para
recordarlo.
Santiago de Munck Loyola
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