Para cualquier persona con un mínimo de sentido común y de la decencia, cualquiera que sea su ideología, conocer que la Ministra de Igualdad, Irene Montero, ha nombrado a la niñera de la familia como alto cargo de su Ministerio, costando a los contribuyentes la cifra de casi 52.000 euros anuales para que presuntamente siga cuidando de su niña Aitana, no puede sino mover a la indignación y a la rabia. Pero no queda ahí la cosa porque, pese al silencio de la mayoría de los medios de comunicación, la Sra. Ministra ha adaptado, con cargo a los contribuyentes, dependencias del Ministerio para hacer de guardería particular y también carga a la tesorería de dicho Ministerio los gastos de transporte de la presunta niñera y de su niña cuando realiza viajes oficiales.
Si todo ésto se confirma, no se puede tener más jeta ni ser más sinvergüenzas. Nadie discute que con su sueldo puedan comprarse un casoplón o un chaletazo, pueden hacer con su sueldo lo que les venga en gana, eso sí, con la misma libertad que tienen para decidir en qué se gastan su dinero los demás podemos subrayar su incoherencia con lo que antes de lograr los votos necesarios para llegar a donde han llegado proclamaban urbi et orbe, con la misma libertad podemos denunciar su hipocresía y su ausencia de principios éticos y hasta estéticos.
Se mire por donde se mire es todo un despropósito y un insulto a tantos y tantos trabajadores mileuristas que no pueden conciliar su vida laboral con la familiar. ¿Cuántas cajeras (y de ello algo sabrá la Sra. Ministra) pueden llevar a sus bebés a sus centros de trabajo con cargo a los contribuyentes?
La ejemplaridad tiene que ser una línea roja en el ejercicio del servicio público. Parece que una casta ha sido sustituida por otra casta diferente, una casta hipócrita, miserable, mezquina, acomplejada y casposa que, por autoproclamarse de izquierdas, se cree ungida del derecho de barra libre en el uso de los bienes públicos en su propio provecho. Es realmente de juzgado de guardia.
Santiago de Munck Loyola.
Que mierda de políticos que tenemos tendríamos que dar los sueldos a los españoles que no tienen nada
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