Una vez examinados los resultados
electorales de los casi 25 últimos años en Monforte del Cid, es posible
intentar encontrar una explicación con más fundamento para tratar de entender
cómo un electorado mayoritariamente de centro derecha abandona a sus partidos a
la hora de elegir la candidatura que habrá de gobernar el Ayuntamiento durante
los próximos cuatro años.
Para ello, además de los datos
electorales revisados en el artículo anterior, es necesario recordar los hechos
acaecidos tras las elecciones municipales de 2015 porque, quiérase o no, son
determinantes a la hora de explicar el arrollador triunfo de IU en 2019.
Los antecedentes.
Algunos pensábamos que el hecho
de que el PP presentase como cabeza de lista a Antonia Cervera tras tres
gobiernos con mayoría absoluta era un error porque hacía falta una renovación de
la candidatura que, hasta entonces, había monopolizado el voto del
centro-derecha.
Resultados autonómicas 2015 |
Sin embargo, a la vista del resultado en el que la candidatura
de Antonia Cervera superó en varios puntos a la autonómica del PP parece que
fue la decisión más acertada. La pérdida de 3 concejales, pasando de 8 a 5 que
podían haber sido 6 por unas pocas decenas de votos, era congruente con el
fuerte descenso generalizado del apoyo al PP. Esta pérdida de concejales no era
por tanto imputable en exclusiva a la candidatura local.
Resultados municipales 2015 |
La irrupción de Ciudadanos con dos concejales significaba la fractura por primera vez del voto del centro-derecha en el municipio. Aun así, entre PP y C’s el centro-derecha seguía conservando la mayoría absoluta en el Pleno. Sin embargo, los concejales de Ciudadanos, emulando al Conde Don Julián, facilitaron con su voto la entrada de la izquierda en el poder y su propia incorporación posterior al Gobierno Municipal con la elección como Alcaldesa de la candidata de IU, Mª Dolores Berenguer Bello, quien había perdido las elecciones frente a Antonia Cervera.
Y esta traición al
electorado del centro-derecha ocurrida en 2015 es determinante para que en 2019
IU haya obtenido la mayoría absoluta. Dos familias, con nombres y apellidos
concretos, que se decían de derechas son en puridad quienes dieron a los
comunistas los medios necesarios para construir la victoria de 2019.
Este pacto contra natura entre
los concejales de C’s y la izquierda sustentado exclusivamente en intereses
particulares fue la condición necesaria, pero no suficiente, para asegurar el
triunfo de IU 4 años después.
Para intentar encontrar
explicaciones a este triunfo electoral hay que tener en cuenta cómo se ha
desarrollado la legislatura, qué interacción ha existido entre gobierno y
oposición y cómo ha jugado cada uno sus cartas.
La legislatura 2015 – 2019.
Antes de entrar a valorar el
papel del gobierno y de la oposición, es necesario resaltar algo fundamental:
la percepción del votante sobre la bondad de una u otra parte al finalizar una
legislatura depende fundamentalmente de las estrategias de comunicación, no
durante la campaña electoral cuya incidencia es mínima en la intención de voto,
sino a lo largo de toda la legislatura. Y ahí es evidente que, no el gobierno
municipal, sino IU unida ha ganado por goleada a la oposición y a sus propios
socios de gobierno a los que ha barrido del mapa. Más adelante veremos cómo IU
se ha comido a sus socios.
La comunicación política se
articula través de distintos canales de comunicación: los medios de
comunicación y, en un municipio pequeño, a través de la calle con el contacto
directo y la red del tejido asociativo. IU ha sabido manejar muy bien los
medios de comunicación que llegan a los vecinos: el Diario Información,
Intercomarcal y Tele Monforte. La falta de objetividad informativa del Diario
Información es evidente, se trata de un medio claramente escorado a la
izquierda, y si a ello se suma el uso de los fondos públicos para insertar o no
publicidad, se consigue un campo abonado para que sólo se publiquen aquellas
noticias que son favorables al gobierno y para que se omitan las que no, condenando
con ello la posibilidad de que la oposición pueda hacer llegar sus posiciones
al electorado. Tele Monforte es un caso más que evidente del uso de los medios
en favor del gobierno cuya responsabilidad no es achacable en modo alguno a los
profesionales que trabajan en la misma (1).
Es evidente que la gestión del
tripartito no ha sido especialmente brillante como para poder justificar el
resultado electoral de IU: las limitaciones presupuestarias, las guerrillas
internas, la falta de dedicación de muchos concejales o la manifiesta
incompetencia intelectual y gestora de otros no han permitido exhibir un
brillante resultado de la legislatura. Sin embargo, un uso acertado de la
comunicación ha conducido a la mayoría de los votantes a elegir a IU para regir
el Ayuntamiento durante los próximos cuatro años.
La oposición.
Si hay algo evidente es que la
labor de la oposición durante esta legislatura ha conducido directamente a su
fracaso. Así ha sido el veredicto de las urnas. Dos son las funciones
esenciales de la oposición: controlar al gobierno y proponer alternativas. Sin
la labor de control, un gobierno puede andar a sus anchas, cometer tota clase
de errores o tropelías sin responsabilidad alguna. La labor de control de
fiscalización es esencial en el juego democrático. Pero no basta con ejercerla
mediante la denuncia en el Pleno o en
los tribunales, en su caso, sino que además hay que publicitarla. Y cuando los
medios de comunicación no son receptivos y se dispone de medios económicos hay
que crear y usar los propios. Lo importante es que la labor de control sea
comunicada a los ciudadanos, sea publicitada. Y lo mismo cabe decir de la
proposición de alternativas a las políticas de un gobierno. No hacerlo así es
permitir al gobierno marcar la agenda del debate y monopolizar el discurso
público de modo que el elector sólo conocerá una versión de la realidad, la del
gobierno.
Hay que distinguir entre
Ciudadanos y PP. C’s obtuvo representación con dos concejales en 2015 y se
quedó sin la misma cuando, pasado mucho tiempo, se decidió a expulsarlos,
pasando entonces de ser un partido de gobierno con representación municipal a ser
un partido de oposición sin representación. Sin embargo, desde que se produjo
la expulsión de los tránsfugas, Ciudadanos no sólo no pidió perdón a la
ciudadanía por lo ocurrido, sino que durante más de dos años no ejerció de
oposición extra municipal, sencillamente dejó de existir, no manifestó ni una
sola opinión sobre la marcha del Ayuntamiento, reapareciendo a tres meses de
las elecciones municipales para pedir el voto como si nada hubiera pasado.
“No se nota, no se mueve, no
traspasa” fue el eslogan publicitario de la marca de compresas Evax hace ya
unos cuantos años. Pues bien, este eslogan responde perfectamente a la
estrategia política que el único grupo de oposición municipal, el PP, ha
seguido en la reciente legislatura. …/…
Santiago de Munck Loyola
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