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viernes, 1 de febrero de 2013

Perplejidad e incertidumbre.



El ambiente general es desastroso, cada semana, cada día nos desayunamos con una nueva noticia: un día es CiU, otro el yerno del Rey, al siguiente el PSOE y su Fundación Ideas, hoy Bárcenas y los presuntos sobresueldos. Así no se puede seguir mucho tiempo. Parece que el sistema está colapsado y a ellos hay que añadir el naufragio económico y social heredado. El constante goteo de noticias sobre los papeles de Bárcenas, la financiación del Partido Popular o los pagos a miembros de la cúpula del PP durante los últimos años nos tiene completamente desorientados y asombrados a la inmensa mayoría de los votantes y miembros de esta formación política. A otros no, a otros todas estas noticias les alegran inmensamente porque confirman sus ancestrales prejuicios, sus condenas sin juicio previo y sus odios irracionales. Ellos ya lo sabían, siempre lo han sabido, “los del PP, todos unos chorizos  ¿lo véis?”. Son los que siempre han callado cuando se han desvalijado las cajas públicas con los EREs falsos, por ejemplo. Y ahora son los primeros en levantar la voz, en insultar y condenar a todos los que pertenecemos o hemos votado al Partido Popular. Da igual que no estén libres de pecado, son los primeros en tirar la piedra y en organizar asedios a la sede del PP, repitiendo mecanismos que recuerdan mucho a otros momentos muy tristes. Vuelve la agitación callejera e inundan las redes sociales con insultos y descalificaciones gratuitas a millones de españoles.

Hasta ahora sabemos que Bárcenas tenía cuentas millonarias en Suiza pero no sabemos con certeza el origen de esos fondos. Sabemos que a través de una sociedad interpuesta ha regularizado buena parte de ese dinero. Sabemos también que existen anotaciones contables atribuibles a Bárcenas en las que figuran pagos de distintas cantidades a dirigentes del partido Popular, pero no sabemos a qué corresponden dichos pagos (sobre sueldos, gastos de representación, etc.) como tampoco sabemos si dichos ingresos fueron declarados a Hacienda por los interesados en su día o si tenían o no la obligación de hacerlo.  Y sabemos que hay muchas posibilidades de que el Partido Popular haya recibido donaciones que podrían superar los límites establecidos en la Ley de Financiación de Partidos Políticos y que podrían motivar la apertura de una investigación de la Fiscalía General. Eso es, más o menos, lo que hay encima de la mesa. Pero es más que suficiente para que los de siempre nos condenen a todos, a los afiliados y a los votantes del PP, para que lleguen a pedir la dimisión del gobierno y elecciones anticipadas. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Y no, no es así. Que cada palo aguante su vela, que el que la haya hecho la pague, pero que no se meta en el mismo saco a millones de españoles. El Partido Popular, pese a los errores que sus dirigentes hayan podido cometer y que habrá que demostrar, es un gran partido compuesto por cientos de miles de ciudadanos y respaldado por millones de votantes. Es un gran Partido que representa unos determinados valores y principios que no son los que algunos se empeñan en identificar con lo peor de la corrupción. Es un gran Partido cuyos referentes públicos no son precisamente los que, como en otras organizaciones políticas se han saltado la Ley, sino los que durante estos treinta años últimos han pagado con su vida la defensa de la libertad y la democracia. Es un gran Partido del que me siento orgulloso de pertenecer aunque, como he denunciado muchas veces, tiene que corregir numerosos defectos de funcionamiento interno, muchos de los cuales precisamente están en la raíz de los problemas que hoy son más notorios. Y ahora más que nunca es cuando hay que dar la cara y pedir una vez más luz y taquígrafos, transparencia y asunción de responsabilidades si las hubiese.

Esta situación crea incertidumbre en cualquier afiliado o votante popular y duele. Eso es más que evidente. Como duele también que en medio de estas circunstancias tan complicadas, los de arriba, en la provincia de Alicante, destapen la caja de los truenos y nos acusen por escrito a los militantes que estamos intentando promover la regeneración, la honradez en la gestión pública, la democracia interna, la transparencia y la participación en el PP de la ciudad de Alicante, de dañar la imagen del Partido y de crear corrientes de opinión en el partido. ¿Qué temen? Vivir para ver.

Santiago de Munck Loyola


3 comentarios:

  1. Me alegra constatar que hay militantes del PP que quieren regenerar un partido tan desconchado y mugriento; espero que sean tantos como usted deja entrever aunque me parece que su optimismo es un tanto desmedido. Y, si me lo permite, quisiera que me respondiera a si votó usted al PP por Alicante en las generales de 2004, 2008 y 2011 en las que el cabeza de lista fue y siguió siendo el sr. Trillo.
    Agradecido por su respuesta.

    Fermín Solano

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    Respuestas
    1. Pues yo sí que voté al PP en esas elecciones. Y no tengo miedo a decirlo, faltaría más. Pues en esos comicios que usted menciona señor Solano, sin duda era la mejor opción para un Gobierno serio. La lástima es que quien ganó en 2004 y 2008 formó gobiernos que no supieron ni ver llegar la crisis, es más la negaron hasta la saciedad, ni supieron afrontarla y, tampoco siquiera fueron capaces de paliar los efectos. No sólo eso, esos gobiernos nos metieron en un pozo de deuda pública sin precedentes, y casi insalvable diría yo, y en un déficit en las cuentas públicas catastrófico.
      No creo que haga falta recordarle a nadie los casi 300 casos de corrupción abiertos que tiene el Psoe, o los archiconocidos de los fondos reservados, Rumasa, Filesa, el AVE, Cesid, Juan Guerra, Expo 92, Roldán, Gal, Eres falsos, el caso Campeón, etc., etc. todos en los dos ciclos de gobierno del Psoe y en los que normalmente se vió involucrado.
      Y no es de recibo pretender pasarle factura de responsabilidad a quienes votaron al partido que fuere y que luego se vieron decepcionados por algunos impostores políticos infiltrados en esos partidos para medrar económicamente.
      Usted sabe, tan bien como yo, que lo que está sucediendo es provocado por un problema estructural del actual sistema de partidos, en el que se diseñan los órganos de poder desde arriba, a dedo por parte de las élites del partido, y no desde abajo, desde las bases a las que les vienen impuestos sus representantes. De ahí, que por ejemplo Trillo repitiera en varias convocatorias, incluso en las últimas en que probablemente no gozaba del mismo tirón electoral que en las anteriores, aunque sólo fuera por aburrimiento.
      Lógicamente, para cambiar esto hace falta que madure nuestra democracia, y precisamente momentos como los que estamos viviendo ayudan bastante a eso, a la reflexión y al replanteamiento de muchas cosas.
      Por cierto, ¿a quién votó usted señor Solano? Creo que hay libertad suficiente para decirlo.

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  2. Dado que el voto es secreto y aqui estamos escribiendo en público, permítame que me reserve la respuesta. En todo caso, si desea conocer mi opinión sobre la candidatura del PP en las últimas elecciones generales, le dejo el siguiente enlace: http://santiagodemunck.blogspot.com.es/2011/10/manda-huevos-con-la-candidatura.html
    Un saludo.

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