La
decisión del Gobierno de España de reducir las ayudas directas a la industria
del carbón ha puesto en pie a los mineros afectados y, de paso, ha resucitado a
la farándula progre y a algunos atrevidos portavoces socialistas. Es
compresible desde un punto de vista humano la lucha y las reivindicaciones de
los mineros y de sus familias y hay que reconocer su tesón aunque no se puedan
compartir el uso esporádico de medios violentos con que algunos han querido
subrayar sus reclamaciones. También resulta comprensible, aunque por otros
motivos, la resurrección de los zejateros que siempre andan a la caza de un
motivo para lucir sus resabios decimonónicos y trasnochados para cargar contra
el legítimo Gobierno de España siempre que éste lo ostente el Partido Popular.
Poco les importó no hace mucho que el Gobierno anterior destruyese empleo,
despilfarrase o mintiese impunemente, un día sí y otro también, a los
ciudadanos y si les importaba lo disimularon bien no fuera que su subvencionado
pesebre sufriese alguna merma. Lo que ya resulta menos comprensible es la
impúdica exhibición de cinismo de diferentes dirigentes socialistas exigiendo
en un tono bastante desabrido que el
Gobierno ponga para la minería el dinero que ellos se han “cepillado”.
El
anuncio gubernamental de un recorte de 200 millones de euros a las subvenciones
al carbón ha sido el detonante de estas movilizaciones. Según las cifras que
estos días se vienen manejando en los medios de comunicación, el carbón español
cuesta a los contribuyentes 620 millones de euros al año de los que 320
millones corresponden al pago de las prejubilaciones. ¿Por qué pagamos los
contribuyentes los otros 300 millones de euros año en subvenciones al carbón?
Porque el parecer la industria del carbón español no es rentable, hay que
subvencionarla para que sigan abiertas las empresas explotadoras de las minas.
Así que como estas empresas son deficitarias, los contribuyentes las sostenemos
con nuestros impuestos. Este carbón se emplea fundamentalmente para generar
electricidad en las centrales térmicas cuya producción supone el 7 % del
conjunto de la electricidad producida en España y, simultáneamente, constituye
la mayor fuente de emisión de gases tóxicos, de contaminación, de las
industrias generadoras de electricidad.
Pero
al mismo tiempo existe otra importante fuente generadora de electricidad que
también es deficitaria en mucha mayor medida que las sustentadas en el carbón.
Son las llamadas renovables. De ellas, la energía fotovoltaica, por ejemplo,
supone el 3 % del conjunto de la producción eléctrica española. Siendo las
energías renovables unas industrias también deficitarias, los contribuyentes,
nos guste o no, también las subvencionamos con nuestros impuestos. ¿La razón?
Pues que tenemos que cumplir con los compromisos internacionales de España
sobre la reducción de emisión de gases de efecto invernadero y, por tanto, hay
que subvencionar a las empresas eléctricas para que generen electricidad no
contaminante con unos sistemas que no son rentables y que sin dinero público
serían empresas inviables en el mercado. De cada 100 euros que pagamos en el
recibo de la luz, más de 22 euros son subvenciones a las energías renovables.
Más de 6.000 millones de euros al año se van así a los bolsillos de las grandes
empresas generadoras de electricidad.
No
existe pues ningún criterio económico que justifique racionalmente el
sostenimiento de empresas deficitarias. En una economía libre, en un mercado
normal, no intervenido, sólo pueden subsistir aquellas empresas que por si
mismas se sostienen, las que son rentables. Aquí no, aquí los contribuyentes
nos vemos obligados a consumir la electricidad más cara de Europa porque, en
primer lugar, no nos dejan comprarla a quien queramos, no podemos comprarla a
una empresa francesa o alemana porque el Gobierno no quiere liberalizar la
distribución y sostiene al oligopolio de las empresas eléctricas, y, en segundo
lugar, porque nos vemos forzados a subvencionar a empresas deficitarias, a
empresas ruinosas que sin la ayuda pública se hundirían rápidamente.
Este
es desolador panorama para el consumidor español que se ve obligado a
subvencionar anualmente de un lado a los productores de electricidad más
contaminantes y de otro a subvencionar a
los productores de electricidad menos contaminantes para reducir los efectos de
la contaminación de los primeros. ¿Usted lo entiende?
Partiendo
del principio de que no se debe utilizar el dinero del contribuyente para
subvencionar ninguna empresa ruinosa, pero aceptando desgraciadamente que
nuestra realidad es la que es, uno no puede por menos preguntarse ¿por qué hay
6.000 millones para subvencionar a las renovables (Endesa, Hidroeléctrica,
Unión Fenosa, etc.) y no hay 200 millones para subvencionar al carbón? O para
todos o para ninguno. Y puestos a ello, a subvencionar a empresas deficitarias,
con aumentarnos otro poco el recibo de la luz, la parte que se llevan las
renovables, se tendría resuelto el problema del carbón.
Santiago
de Munck Loyola
Hacía mucho tiempo que no leía algo tan mentiroso y alejado de la realidad. El nivel de información del autor es nulo. Mezcla subvenciones con primas, minas y renovables... en fin, un regalo a los millonarios ladrones de las eléctricas.
ResponderEliminarPuede que la información de la que dispongo sea errónea, pero en ningún caso es mi intención mentir, tal y como usted afirma tan desvergonzadamente. No ha debido entender muy bien lo que aqui se explica, pues mi opinión es absolutamente contraria a pagar un sólo euro de más a las empresas eléctricas, sea bajo la forma de primas, ayudas o subvenciones. Me gustaría que los consumidores podamos elegir de forma absolutamente libre con qué empresa eléctrica queremos contratar, que no paguemos un euro de más y que las empresas inviables cierren sin tener que costear entre todos sus pérdidas. Hágase un favor e intente comprender mejor lo que lee. Un saludo.
ResponderEliminar"Siendo las energías renovables unas industrias también deficitarias, los contribuyentes, nos guste o no, también las subvencionamos con nuestros impuestos." Hágase un favor usted y no mienta. Las renovables NO RECIBEN SUBVENCIONES, reciben PRIMAS, que pagan las eléctricas, y ya son bastante bajas, por cierto. A día de hoy la fotovoltaica no necesita de ninguna ayuda. ¿Por qué el gobierno no aprueba el balance neto, que ya funciona en muchos sitios? Para que las eléctricas no pierdan su trozo de pastel. Comprendo su intención, pero mintiendo solo ayuda a los multimillonarios agrupados en Unesa, que gracias al diabólico "déficit de tarifa" inventado por cierto por Aznar, nos estafan todos los días. Indague en eso, en los "beneficios caídos del cielo" que reciben, señalados por Bruselas y hasta por la propia CNE, ya verá toda la suciedad que descubre, si quiere. Pero no nos mienta, desvergonzadamente o no. Un saludo.
ResponderEliminarDe cada 100 euros del recibo de la luz que pagamos los consumidores, 22,2 euros corresponden a las primas y déficits tarifarios. Me da igual que me los cobre el Gobierno directamente y se lo dé a las eléctricas o que autorice a éstas a cobrarnoslos. El resultado es el mismo, que pagamos de más sobre el coste del producto para seguir engordando a las grandes compañías eléctricas gracias a Aznar y a ZP que no hizo sino empeorar un mal sistema.
ResponderEliminarPerdone usted, pero ni los cerdos vuelan, ni Papá Noel vive en Laponia. Todo mentira, y usted debería saberlo. El enemigo NO SON LAS RENOVABLES, eso es un error como un templo. El enemigo son las eléctricas de este país. Se lo explico: ¿Cómo se forman los precios del kilovatio-hora en el mercado de la electricidad o "pool"? Pues en principio como en todos los mercados de competencia perfecta, mediante la oferta de las empresas productoras y la demanda de los usuarios de electricidad. Pero sólo en principio, porque como verá hay muchas diferencias. Cuando nosotros recibimos la energía en nuestras casas, previamente transformada en electricidad, para nosotros es lo mismo, en principio no nos importa de qué fuente de generación venga, y todo es homogéneo. Sin embargo esta electricidad viene de diversas fuentes: la hidráulica e hidroeléctrica ( saltos de agua ), la nuclear, las energías renovables ( sol, viento ), los ciclos combinados, la energía térmica (a partir de la quema de un combustible fósil, carbón, petróleo, gas natural , etc ...Se hace una previsión de la demanda de electricidad que se va a producir durante una hora, en función de esa previsión, la oferta de las distintas fuentes va entrando por un orden preestablecido, ese orden depende del precio que cuesta generar cada kwh, entran primero las más baratas y así consecutivamente las más caras, con los siguientes precios indicativos:1º La Hidrúalica e hidroeléctrica a 3 centimos kwh. 2º La Energía nuclear a 4 centimos kwh. 3º Las energias renovables a 0 céntimos kwh ( no necesitan quemar nada). 4º Las de ciclos combinados a 7 céntimos kwh. 5º combustibles fósiles a 10 céntimos kwh. Si por ejemplo, con la demanda necesaria de electricidad a las 12 de la noche, nos basta con la producción de energía hidráulica, ésta es la única que entra en el mercado y el precio será 3 céntimos kwh. Si la energía demandada no puede ser cubierta sólo con la producción que da la hidraúlica, necesitamos de la energía nuclear para cubrir toda la demanda, pero OJO, al final el precio para esa hora será TODO A PRECIO DE NUCLEAR. Si con la nuclear no tenemos bastante para abastecer la demanda, entra la renovable, esta entra a precio 0, porque tiene una tarifa regulada y si con las energías renovables satisfacemos toda la demanda en esa hora, el precio final para toda es el de la Nuclear, que es la última con precio. Pero cuidado, en las horas punta de consumo, ni con la hdraúlica, ni con la nuclear ni con las renovables, tenemos suficiente energía para abastecer toda la demanda, por lo que necesitamos de los ciclos combinados y en muchas ocasiones, en horas punta, necesitamos de la proveniente de la combustión de las materias fósiles, y para esas horas de gran demanda TODA LA ENERGIA DEMANDADA, la que valía 3,4, y 7 nos la cobran AL PRECIO DE LA ÚLTIMA, ES DECIR A 10 CÉNTIMOS.Creo que ya podrá sacar una gran conclusión: EL REGALO QUE LAS ELÉCTRICAS SE LLEVAN DE NUESTROS BOLSILLOS ( sin saberlo nosotros ), DEBIDO A LA MALA REGULACION EN EL SISTEMA DE PRECIOS, PERMITIDA Y OCULTADA POR LOS GOBIERNOS, ES DE UNOS 3000 MILLONES DE EUROS AL AÑO. Ese es el verdadero motivo del desmadre en la factura de la luz, pero ningún gobierno se atreve a "meter mano". Le dejo un link:
ResponderEliminarhttp://jumanjisolar.com/comunicacion/la-verdad-sobre-el-mercado-electrico
Un saludo.
Le realizo una pregunta; ¿por qué Alemania, por poner un ejemplo, que tiene mucha más fotovoltaica que España, hasta cubrir algunos días de junio la mitad de la demanda eléctrica, tiene la luz más barata que nosotros? ¿Será que los alemanes, americanos, franceses y todo el mundo son tontos y nosotros somos los listos? ¿O será justo lo contrario?
ResponderEliminarLéase esto:
ResponderEliminarhttp://www.racmyp.es/intervenciones/intervenciones.cfm
Un saludo.