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viernes, 27 de abril de 2012

No es ésto, no es ésto.

Si la política hace a veces extraños compañeros de cama, parece que el ejercicio del poder convierte a algunos políticos, en ocasiones, en extraños travestis. El caso es que los no somos socialdemócratas, los que creemos más en las libertades y en las capacidades del individuo asistimos atónitos al desarrollo de unas políticas para combatir la crisis que son exactamente iguales o muy parecidas en algunos casos a las que veníamos denunciando y combatiendo hace tan sólo poco más de cuatro meses. Durante años y años hemos venido sosteniendo que recurrir a subir los impuestos no era la solución para aumentar los ingresos del Estado, que el incremento de la presión fiscal sólo servía para aliviar temporalmente las necesidades de la tesorería pública pero que, a la larga, se producía más paro y menos recaudación. Esta convicción estaba, además, avalada por la cercana experiencia de los primeros años de Gobierno del Partido Popular.

A nadie se le escapa la gravedad de la situación de nuestra economía y de nuestras cuentas públicas. Es evidente que, si no se gasta menos y se ingresa más, no será posible atender al pago de los intereses de la deuda, casi 30.0000 millones, el equivalente al salario anual de todos los funcionarios, y mucho menos amortizar la deuda que genera esos intereses anuales. Para gastar menos se han empezado a adoptar importantes medidas, los llamados recortes, que afectan a todos los sectores de la actividad pública. Sin embargo, hay mucho que cuestionar sobre las prioridades consideradas a la hora de recortar. Es moralmente inadmisible que se prefiera recortar en la factura de los medicamentos y que no se supriman las televisiones autonómicas que generan anualmente una deuda cercana a los 1.000 millones de euros, como lo es el hecho de que se prefiera recortar los fondos destinados a la investigación antes que suprimir los más de 300 millones de euros anuales destinados a los partidos políticos, a los sindicatos y a las organizaciones empresariales, por citar sólo dos ejemplos de prioridades en el ahorro perfectamente cuestionables. Bien está que se pongan a acabar con el abuso del llamado turismo sanitario que nos cuesta más de 1.000 millones de euros al año, bien está que se supriman las duplicidades en las administraciones públicas o que se racionalicen y controlen las subvenciones y ayudas que se otorgan en todos los campos, pero el Gobierno no está acertando a la hora de priorizar todos los recortes. Que hay que gastar menos es evidente, pero ¡ojo! Austeridad para todos y más austeridad para los que más tienen.

Y junto a la reducción del gasto resulta inevitable aumentar los ingresos para poder pagar las deudas existentes. El Gobierno se ha encontrado con que tenía que recaudar más de lo previsto, entre otras cosas, porque las cifras que nos ofreció el Gobierno anterior el pasado 18 de noviembre eran falsas. Y el Gobierno ha apostado por la vía fácil: subir los impuestos, es decir, apretar las tuercas a los que ya veníamos cumpliendo con hacienda. Los de siempre. Pues bien, volviendo al principio de estas líneas, no somos pocos y por eso, entre otras razones, quizás ganó el PP las elecciones, los que creíamos y creemos que subir los impuestos a los contribuyentes supone automáticamente que el consumo caiga y si se consume menos se produce menos y si se produce menos se requieren menos empleados y si se necesitan menos empleados aumenta el desempleo y si el paro aumenta crecen las cargas sociales públicas y, en consecuencia, el estado necesita más dinero y ¿qué hacer entonces? ¿Otra vuelta de tuerca? Es la pescadilla que se muerde la cola. La experiencia demostró que bajando los impuestos, los particulares disponemos de más dinero para consumir y, por tanto, se reactiva la economía, aparecen más empresas que empiezan a tributar, más asalariados que también tributan y menos desempleados lo que provoca una disminución de los gastos sociales.  Sólo se puede generar empleo si el dinero circula, si hay actividad económica. Los bancos siguen ganando pero no sueltan un duro para dar fluidez al mercado, el Estado no sólo no tiene dinero sino que además se lo retira a los ciudadanos a través de los impuestos y, mientras, el paro llega a los 5.600.000 desempleados. Y hay que recordar que en España la inmensa mayoría de los puestos de trabajo los crean las pequeñas y medianas empresas, pero sin dinero circulante no tienen nada que hacer.

Hoy de Guindos, este extraño ministro importado de Lehman Brothers, nos acaba anunciar una nueva subida de impuestos, es decir, menos dinero en el bolsillo de los ciudadanos, menos consumo, más paro, etc. Una vez más, los que nos creíamos un determinado modelo para salir de la crisis y nos lo seguimos creyendo no nos podemos identificar con estas medidas. Nos empezamos a sentir huérfanos ante unos anuncios fiscales de claro tinte socialdemócrata y ajenos a toda una trayectoria ideológica. El Gobierno está apostando por medidas miopes, a muy corto plazo, medidas contrarias a su programa y a su ideología que quizás puedan servir para tranquilizar a los mercados pero que, desde luego, intranquilizan, irritan y ponen los pelos de punta a sus votantes y a los militantes que sostienen su partido. Sólo podemos decir: No es ésto, no es ésto. Y para este viaje no se necesitan alforjas.

Santiago de Munck Loyola

3 comentarios:

  1. Sí, eso predicaba Rajoy, bajar impuestos para activar la economía. Pero tan pronto subió al podium se le olvidó e hizo lo contrario.
    Así como tampoco iba a haber copago y lo hay.
    No iba a dar beneficios a ETA y se los está dando.
    Y como eso mucho más. Ya, ya, las palabras... se las lleva el viento.
    Pero eso sí, sus prebendas y las de los sindicatos y patronal... ni tocarlas, que esas duelen.

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  2. EL PROBLEMA SON LAS AUTONOMIAS. NO más recortes sociales, NO más impuestos, que quiten o recorten las autonomías

    Dato: tienen 1.740000 empleados para lo que el estado hacía con 800000. Sobran enchufados y duplicidades


    A ver si el gobierno se da cuenta que aparte de la crisis, NO PODEMOS SOSTENER ESTE ESTADO AUTONÓMICO MÁS TIEMPO. Ya no volverán los generosos ingresos inmobiliarios y las cuentas públicas tienen que cuadrar, el dinero tiene que ir donde realmente produzca... LAS ATUONOMÍAS SON UN AGUJERO no sólo por los 520.000 enchufados sino por otros dos motivos más:

    - La gran cantidad de competencias impropias (las que deberían hacer el Estado o los Aytos... quién mejor y más barato las gestione pues hay competencias que se gestionan mejor y más barato centralizadas [como las tienen incluso los países federales] y otras que se gestionan mejor desde Aytos. Tenemos la administración local (Aytos y Diputaciones) con menos competencias y menos porcentaje de gasto público... las diputaciones son necesarias aunque haya que reformarlas, los aytos pequeños tienen que fusionarse y habrá competencias delegadas en las diputaciones.... PERO EL PROBLEMA, LO QUE SOBRA, LO QUE NO PODEMOS COSTEAR... SON LAS AUTONOMÍAS.

    Ya está bien de tanto recorte social, de tanto impuesto con la que estamos pasando... PRIMERO QUE QUITEN LO QUE SOBRA, LAS AUTONOMÍAS. Nos ahorraríamos 800.000 empleados públicos improductivos, 4.000 empresas públicas, fundaciones, agencias.... varias decenas de miles de políticos. Mínimo 60.000 millones de euros que seguramente serían más.

    Ya vale de no querer coger el toro por los cuernos por pensar en las próximas elecciones dentro de 4 años. Ya vale de demagogia por parte de muchos partidos políticos de los sindicatos, especialmente de los dos grandes y politizados sindicatos. SOBRAN LAS AUTONOMÍAS, ASÍ DE CLARO. NO más recortes, no más impuestos... QUE EMPIECEN POR LAS AUTONOMÍAS.

    http://elproblemasonlasautonomias.wordpress.com

    twitter.com/FueraAutonomias

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  3. Este Gallegazo tan centrado en el centro "arriolero"

    Que conste primero, que por narices debemos contar con este gallegazo de Rajoy.Aunque no es santo de mi devoción.
    No me gusta Rajoy. Me duelen las tripas de haberle votado, pero hay que darle caña.
    El puesto de Presidente le queda muy grande para momentos dificilísimos, como los que han dejado los malditos "kinkis del Psoe".

    Rajoy es un "Balsamista". No solo vale en esta vida tener buena memoria de opositor.Lo que necesitaba el poder para calmar las tragedias que se avecinan; "pomadas y bálsamos" para la población.
    Fuera de la oficialidad de su seria y opositora vida, a Rajoy, le regatea una mosca.
    La culpa la tiene su extracción política democristiana en años de juventud.

    Cristianismo erróneo, modelo "Kaká", que marca para siempre y hace no dar la talla en momentos cruciales.Rajoy nunca fué de la "Derecha Sana".

    pd/ La mosca es Arriola... "la mosca arriolista", expulsada del Concilio de Trento.Arriola es la mosca del "regateo", dribla bien, pero siempre cerca de la mierda.

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