Aunque es muy habitual en el PSOE, el debate de ayer en el Congreso entre el Ministro Montoro y el Portavoz Socialista Alonso evidenció una vez más la técnica permanente de los socialistas de reescribir el pasado, aunque éste sea tan reciente que tal pretensión se exprese como lo que es en toda su extensión: una burda mentira.
“Miente que algo queda” debe ser la consigna impuesta en las filas socialistas y a ello se aplicó con fingido convencimiento el Sr. Alonso. Tiene lo suyo que los autores de la mayor estafa política de los últimos años se atrevan de acusar al Partido Popular y al actual Gobierno de haber cometido un tremendo engaño para llegar al poder a propósito de las medidas económicas de carácter de urgencia adoptadas el pasado 31 de diciembre.
Dijeron a finales de 2007 que no había crisis y era antipatriótico mencionarla. En 2008 afirmaban, cubriéndose de ridículo internacional, que España se encontraba en Champion League de las economías y que los franceses nos miraban con envidian y hasta con temor porque España iba a superar ya a Francia en los niveles de renta. Después, ya instalados en medio de una tremenda recesión, anunciaron la aparición de los famosos brotes verdes que, al menor un servidor, nunca ha visto. Y, mientras tanto, a gastar el dinero a manos llenas: Planes E, millonarias subvenciones repartidas a diestra y siniestra (más a siniestra que a diestra), etc. Y se fueron, diciendo a los españoles el pasado 18 de diciembre por boca de la Ministra Salgado que el déficit público no superaría el 6 % cumpliendo así los compromisos internacionales del Gobierno de España. Ya.
En el “modélico traspaso de poderes” los socialistas ocultaron al nuevo Gobierno la realidad del déficit y ésta no se conoció oficialmente hasta el pasado 27 de diciembre de mano de los técnicos del Ministerio de Economía.
A la luz de estas consideraciones parece evidente que la Sra. Salgado, o sea el Gobierno socialista, mintió con todo descaro a la opinión pública en plena campaña electoral al anunciar un déficit que sabía perfectamente que no era real. E igualmente parece evidente que ahora miente el Sr. Alonso al afirmar que el Partido Popular sabía en campaña electoral que el déficit era mayor y que engañó a los electores al no explicar que se iban a tomar, en caso de ganar las elecciones, las medidas presupuestarias y fiscales que se han adoptado el pasado mes de diciembre. Porque si fuera como dice el Portavoz socialista nos encontraríamos ante una situación surrealista: la Ministra comunicando un déficit falso a la opinión pública y simultáneamente dando el déficit correcto al PP en plena campaña quien, según esta descabellada tesis, se lo callaría para no explicar cómo afrontarlo en caso de ganar las elecciones.
El problema del Sr. Alonso es que ayer hizo un gran esfuerzo por dotar a sus palabras de una credibilidad imposible de sostener. Un cursillo de teatro no le vendría mal. Si además, hubiese esperado unos meses para hacer sus peregrinas afirmaciones quizás habría podido engañar a algún incauto, pero tan cerca de los hechos no cuela. Por mucho que se suban a la escalera para reescribir la historia reciente en las paredes de la granja, no cuela.
Y a esta afición o técnica basada en la mentira hay que añadir un posible desdoblamiento de personalidad o una sobredosis de cinismo: criticar unas medidas cuando ellos mismos impulsaron otras muy similares, aunque más injustas desde una perspectiva social, tiene su aquel. Que los que hace tan sólo unos meses subieron el IVA para todos, ricos o pobres, subrayen que un incremento de impuestos diseñado con criterios de progresividad sólo sirve para crear más paro es mencionar la soga en casa del ahorcado. Ahora va a resultar que los socialistas españoles están en contra de las subidas de impuestos progresivas y que el desempleo les quita el sueño. Vivir para ver.
Santiago de Munck Loyola
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