El Partido Popular siempre ha aspirado a consolidar una posición centrista y reformista que poco a poco ha ido avanzando en cada uno de sus Congresos nacionales y que es percibida como tal por una gran parte del electorado, aunque no por todo. Dicen que desde el centro es desde donde se ganan las elecciones en España. El centrismo no es una ideología sino más bien una posición electoral estratégica modulada por determinados mensajes, programa y estilo de hacer política. La búsqueda y permanencia en la centralidad política no depende sólo de la voluntad propia, sino que también influye como un factor determinante el posicionamiento del conjunto de las fuerzas políticas que participan en la contienda electoral.
El talante centrista no está reñido con el mantenimiento de unos principios y valores que conforman la ideología de un partido. El Partido Popular se define a si mismo a través del Art. 2 de sus Estatutos Nacionales que proclama lo siguiente: El Partido Popular se define como una formación política de centro reformista al servicio de los intereses generales de España, que tiene a la persona como eje de su acción política y el progreso social como uno de sus objetivos. Con clara vocación europea e inspirado en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental, defiende la dignidad del ser humano y los derechos y libertades que le son inherentes; propugna la democracia y el Estado de Derecho…
La carga ideológica del Partido Popular está recogida en este artículo. Se trata de un Partido interclasista, aconfesional, de ámbito nacional, europeista y en el que, entre otras cosas, tienen cabida liberales, demócrata cristianos, agnósticos o ateos. La inspiración en los valores propios del humanismo cristiano no supone, en modo alguno, un signo de exclusión de carácter religioso. Se anteponen a éstos valores los de la libertad, la democracia y la tolerancia.
Ya en los años setenta, la Conferencia Episcopal Española señaló su rechazo a su identificación con cualquier partido demócrata cristiano. La fórmula de los Partidos demócrata cristianos, nacida a finales del S. XIX y fortalecida con la encíclica Rerum Novarum, hoy no tiene mucha vigencia en las democracias occidentales.
Sin embargo, desde el aterrizaje de la PParaca Dª Inmaculada Sánchez Ramos en Rivas-Vaciamadrid, detractora habitual de Mariano Rajoy, parece que se está produciendo un progresivo abandono de las posiciones centristas y liberales de la organización local hacia posiciones claramente confesionales y excluyentes. Desde entonces, los foros de Internet están plagados de intervenciones “estelares” que evidencian posicionamientos políticos radicalizados y cargados de connotaciones y referencias religiosas, sin que la Dirección Local haya hecho nada por desmarcarse públicamente de las mismas. Y, lo que es peor, dichas intervenciones se realizan mezclando política y religión y con un estilo francamente reprobable. Referencias constantes a la situación de la Iglesia católica, acusaciones injuriosas y calumniosas hacia los rivales políticos y ofensas a todo aquél que se atreva a llevar la contraria están proyectando una imagen de intolerancia, de prepotencia y soberbia muy alejada de lo que significa hoy militar en el partido Popular y, desde luego, del espíritu Evangélico.
“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22, 21), no debería ser muy difícil de entender y de practicar por parte de estos fustigadores de los foros que, incluso, se permiten escribir mensajes del estilo “rezo por ti” o “que Dios te perdone” por tener el atrevimiento de discrepar de sus dogmas políticos caseros. Incluso, en estos casos, si rezan por alguien, también deberían aplicarse lo de que “no sepa tu mano izquierda la que hace tu mano derecha, para que sea tu limosna un secreto; y tu padre que te ve en lo secreto te recompensara en publico" (Mateo 6. 3-4).
Estos nuevos inquisidores del Partido Popular de Rivas en las redes sociales se equivocan si creen que con estas actitudes, con esta saturación de mala propaganda político-religiosa van a conseguir “evangelizar” al electorado ripense. Sencillamente, producen vergüenza ajena y hasta náuseas. De no ser porque se sabe que son un simple y esporádico grano en el conjunto de una gran organización como el Partido Popular, uno se avergonzaría de compartir siglas.
Santiago de Munck Loyola
No hay comentarios:
Publicar un comentario