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lunes, 25 de agosto de 2014

“Los putos españoles tarados” D. Arturo Balaguer dixit.


Dicen que un día malo lo tiene cualquiera. Y es evidente que el 17 de agosto de 2014, D. Arturo Balaguer, asesor y miembro del Gabinete de Prensa del Ayuntamiento de Orihuela merced al “dedazo” de la Alcaldía, no tuvo un día especialmente bueno o inspirado. Varios medios de comunicación se han hecho eco del tuit que el periodista, o “agroperiodista” como él mismo se denomina, publicó y en el que llamaba “putos españoles tarados” a los madrileños que veranean en nuestras tierras con “niños maleducados”. Un día malo lo tiene cualquiera, dicen, pero hay personas que por razón de su cargo o de su profesión no pueden permitírselo. Es muy significativo el uso de los insultos concretos que el “agroperiodista” emplea: “putos españoles tarados”. El odio a lo español es evidente, amén de su fobia a los madrileños y a sus niños. Lo extraño es que alguien con tan mala educación y sin complejo alguno en hacer pública exhibición de la misma sea capaz de distinguir a un niño maleducado de otro.

Un día malo lo puede tener cualquiera, pero cuando, como en el caso que nos ocupa, no se procede a borrar ese tuit, ni a pedir disculpas por ello, es que no se trata de un día malo, sino de una determinada forma de ser y proceder, de una actuación consciente y deliberadamente ofensiva lanzada contra los cientos de miles de madrileños que veranean en nuestras tierras y que, en muchos casos, tienen una segunda vivienda aquí. El Gobierno Municipal de Orihuela debería haber despedido ya a este “maestro del agroperiodismo” y si no lo hace habrá que deducir que suscribe sus palabras y sus insultos a esas decenas de miles de madrileños que veranean en Orihuela, muchos de ellos propietarios de viviendas, que también pagan allí sus impuestos al Ayuntamiento y no, precisamente, para que desde el consistorio se les insulte.

Un día malo lo puede tener cualquiera y alguien podría pensar que también ha sido ése el caso de José Juan Zaplana, Secretario General del PP Alicantino, quien tampoco ha estado demasiado afortunado a la hora de exigir el cese del D. Arturo Balaguer. Lo cierto es que lo raro es que el Secretario Provincial de los Populares tenga un buen día. Pero bien, centrándonos en el asunto, tras pedir correctamente el cese del asesor y las públicas disculpas de la Alcaldía de Orihuela por los insultos a los madrileños, el Sr. Zaplana ha aprovechado que el Pisuerga pasa por Valladolid para meter una cuña en defensa de la impresentable propuesta del PP para reformar deprisa y corriendo el sistema de elección de los Alcaldes. Así, el Sr. Zaplana ha señalado que "El problema de fondo es que en Orihuela decidieron la Alcaldía quienes perdieron las elecciones [los Verdes apoyados por el PSPV]. Si quien gobernara fuera el más votado, el PP, este individuo no habría tenido sitio en el Ayuntamiento y nos hubiéramos ahorrado este sofoco. Si estas son las formas que utilizan quienes llegan al abrigo de un gobierno de izquierdas, no las queremos". Disciplinado mensajero, el Sr. Zaplana repite el argumentario oficial allí donde tiene ocasión. No en balde, ante las negras expectativas electorales el PP se ha lanzado a una carrera suicida para reformar la Ley Electoral y evitar así la pérdida de muchas alcaldías, algo que motiva especialmente a cuantos no habiéndose ganado nunca la vida fuera del paraguas de la política ven peligrar su sustento.

No está de más recordar que el problema de fondo es que en Orihuela hubo una mayoría de votantes que no querían que gobernase el Partido Popular y que por eso el Partido Popular no sumó más votos que el resto. El problema de fondo es que el Partido Popular no ha podido ni tan siquiera promover una moción de censura en Orihuela porque tiene a algunos de sus dirigentes locales imputados en presuntos casos de corrupción. El problema de fondo es que 5 de los 12 concejales del PP están siendo investigados, que la ex alcaldesa y actual portavoz del PP en el Ayuntamiento, Mónica Lorente, está doblemente imputada, por el caso Brugal y por adjudicar el contrato de una obra en una plaza cuando ya estaba inaugurada y que otros cuatro ediles más también tienen cuentas pendientes con la justicia. El problema de fondo es que éstas son las consecuencias de elaborar las listas a “dedazo” y de practicar una política contraria a la idea de regeneración democrática. El problema de fondo, en fin, es que hay más vecinos de Orihuela que no querían que volviera a gobernar este PP que los que sí querían.

Mucho habría que volver a hablar sobre la elección directa de los Alcaldes, sobre cómo hacerlo, sobre si es bueno o no que el PP incentive con ello el “frentepopulismo” o facilite que BILDU pueda lograr más alcaldías, por ejemplo, pero traer a colación este tema a propósito del impresentable comentario del asesor digital del Alcalde de Orihuela es una simpleza oportunista que denota otro mal día.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 21 de agosto de 2014

La elección directa de los alcaldes.


Una de las consecuencias de los resultados de las últimas elecciones europeas ha sido el encendido de alarmas en el Partido Popular ante la previsible pérdida de numerosas alcaldías en las elecciones municipales que habrán de celebrarse en mayo del 2015. Lamentablemente estas alarmas no han activado un proceso interno de autocrítica para analizar las causas de la pérdida de apoyo electoral sufrida y corregir los errores cometidos. Lo que han activado las alarmas es la búsqueda de mecanismos legales para garantizar poder conservar las alcaldías en riesgo de pérdida a pesar de la sangría de votos. ¿Tanto miedo provoca a los populares la irrupción de Podemos o el declive del bipartidismo? ¿Tan poca confianza tienen en sus propias políticas?

En el Partido Popular han encontrado la solución para poder seguir gobernando los ayuntamientos a pesar de obtener menos votos: reformar las reglas de juego, reformar la ley para que resulte automáticamente elegido Alcalde el candidato más votado siempre que supere el 40 % de los votos. Esto de cambiar las reglas de juego en medio de un partido es propio de trileros y tramposos, pero ésta es, al parecer, el tipo de regeneración que algunos dirigentes populares quieren vendernos a los ciudadanos para “fortalecer” la democracia. La experiencia demuestra, una y otra vez, que las reformas legislativas hechas deprisa y corriendo, respondiendo a fenómenos coyunturales y sin contar con un amplio consenso suelen ser contraproducentes y esta lleva todo el camino de serlo. Y no se trata de una simple reforma de la Ley electoral, sino que se trata de todo un cambio que afecta directamente a la Ley de Bases de Régimen Local y a procedimientos relativos a la distribución de competencias en las corporaciones o a la figura de la moción de censura, por ejemplo.

Los defensores de esta idea, la elección directa de los alcaldes en estos supuestos, lo hacen alegando que así se facilitaría que gobernase la lista más votada. Dicen que no es democrático que pueda ser elegido alcalde alguien que se ha quedado en segundo o tercer lugar merced a los pactos postelectorales. Sin embargo, estos argumentos que a primera vista podrían parecer lógicos no se ajustan a la realidad.

Hay que empezar por aclarar que en España los ciudadanos no elegimos directamente ni al Presidente del Gobierno, ni a los Presidente autonómicos ni a los Alcaldes. Los ciudadanos elegimos a representantes, diputados y concejales, para que sean ellos los que elijan en su ámbito, Congreso, Parlamentos Autonómicos o Plenos Municipales, al Presidente del Gobierno, a los Regionales o a los Alcaldes. Se trata de un sistema fundamentalmente parlamentarista recogido en la propia Constitución. Es el Parlamento, el Congreso en concreto, el que elige al Presidente del Gobierno y este principio parlamentarista es el que se ha implantado de arriba abajo hasta llegar a los Ayuntamientos. Si nadie cuestiona este principio y, por tanto, no se cuestiona la legitimidad democrática de un Presidente de Gobierno elegido merced a las alianzas parlamentarias que sean precisas ¿a qué viene cuestionar ahora, a pocos meses de la celebración de unas elecciones municipales, la legitimidad y la calidad democrática de los alcaldes elegidos por los concejales?

Para los defensores de esta reforma unilateral y arbitraria del sistema de elección de los alcaldes es poco democrático que no pueda gobernar la lista, que no el candidato, más votada. Entonces ¿es más democrático que alguien con un 40 % de los votos pueda gobernar aplicando políticas no votadas y contrarias a la mayoría social?

Es cierto que nuestros sistemas de representación adolecen de muchos defectos y que es preciso realizar reformas para mejorar la calidad democrática de nuestras instituciones. Tenemos una Constitución que hasta ahora ha funcionado razonablemente bien y que es perfeccionable. Pero esta Constitución contiene principios y reglas de participación que inspiran el conjunto del sistema político. Abordar apresuradamente, de forma partidista y sin visión de estado algo tan importante como la reforma de las reglas de juego y de participación ciudadana de unas instituciones tan importantes y cercanas a los ciudadanos como son los Ayuntamientos no es admisible. Debemos mejorar la calidad de nuestra representación de modo que el voto de un ciudadano de Soria valga lo mismo que el voto de un ciudadano de Madrid, por ejemplo, algo que ahora no existe. Debemos mejorar la capacidad de elección de los ciudadanos que se ven obligados a votar listas cerradas impuestas por los partidos sin procesos previos de democracia interna. Debemos mejorar la vinculación y la responsabilidad de los cargos electos ante los electores de modo que votar no sea otorgar un cheque en blanco por cuatro años. Debemos buscar nuevas fórmulas que permitan al ciudadano intervenir directamente a través de las nuevas tecnologías en los procesos de toma de decisiones. En fin, que hay muchas tareas pendientes por delante para mejorar la calidad democrática de nuestro sistema político sin necesidad de acudir a reformas improvisadas y sin consenso que solo buscan un satisfacer un interés egoísta coyuntural.

Santiago de Munck Loyola




sábado, 19 de julio de 2014

Ppandilla de mentirosos.


Para cualquier persona decente y medianamente informada, la catarata de declaraciones de distintos cargos del Partido Popular de la Comunidad Valenciana sobre la corrupción, sobre la regeneración o sobre la ridícula línea roja del Sr. Fabra son sencillamente vomitivas. Tras el varapalo sufrido por el PPCV en las elecciones europeas, toda una pandilla de colocados, desinformados, embusteros o hipócritas se está dedicando a realizar manifestaciones de distinta índole, tomado de paso a los ciudadanos por idiotas, a ver si consiguen lavar la cara de un partido que ellos mismos han ensuciado con su actitud, con su cobardía o con su complicidad.

Hace unos días era la Sra. Bonig la encargada de mentir a la ciudadanía. Ayer mismo, le tocaba el turno a la portavoz del Consell y titular de Educación, Cultura y Deporte, María José Català, quien, a propósito de las duras críticas realizadas por empresarios alicantinos a la alcaldesa de la ciudad, Sonia Castedo,  se apresuraba a señalar que el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, ha aplicado la línea roja en los cargos que dependen orgánicamente de él. Es decir, que ha aplicado la estrambótica línea roja a los cargos que él mismo, con el Diario Oficial en la mano, ha nombrado. Y, claro, como él no ha nombrado a Sonia Castedo no puede hacer nada ya que su trata un cargo municipal cuya acta de concejal le pertenece. Para remachar su engaño añadía que respecto a los cargos que no dependen orgánicamente del jefe del Consell es una circunstancia distinta, porque compete al ámbito del partido. Y uno se pregunta ¿acaso no es el mismo el Jefe del Consell que el jefe del partido (el PPCV) en este caso? Y sin pestañear terminó afirmando que “el Ejecutivo valenciano es el más comprometido con la tolerancia cero contra la corrupción”. Un ejecutivo que llega incluso a cargar la factura de “los arreglos del cocido” a los contribuyentes.

Fabra es el Presidente de la Generalidad Valenciana y simultáneamente Presidente del PPCV al igual que el Sr. Ciscar es vicepresidente de la Generalidad y Presidente Provincial del PP de Alicante. Así que mejor que no nos vengan con cuentos de desdoblamientos de personalidad según el cargo de que se trate. Y la actitud de uno y otro ante la corrupción es igual de falsa, complaciente y tolerante. No nos engañemos. En Alicante lo han demostrado y lo siguen demostrando con creces. Solo hay que remitirse a “la prueba del algodón” y no la pasan ni en sueños. ¿De qué nos sirve a los alicantinos que al Sr. Fabra le gusten o no las grabaciones entre Sonia Castedo y el Sr. Ortiz, “la polla insaciable”, si no hace nada al respecto? Porque hacer, claro que puede hacer. ¡Ya está bien de mentir a los alicantinos! Es cierto que no puede obligar a la Sra. Castedo a dejar la Alcaldía o a dejar su acta. Pero el Sr. Fabra sí que puede, en tanto que Presidente del PPCV, abrir un expediente disciplinario a la afiliada Castedo por conductas contrarias a los Estatutos del PP, puede ordenar a los concejales populares del consistorio alicantino que la expulsen, en compañía del vicealcalde procesado, del Grupo Municipal Popular del Ayuntamiento de Alicante y puede, además, destituirla como Coordinadora de los distritos del PP en Alicante, ese cargo que los Sres Ciscar y JJ Zaplana se inventaron para sortear la famosa línea roja del propio Fabra. Y al margen de grabaciones tiene sobrados motivos para intervenir de forma contundente: un gobierno municipal en Alicante bajo sospecha judicial y al servicio de un empresario, concursos millonarios fraudulentos, pelotazos por doquier, amaños en las contratas públicas y en el PGOU, destituciones ilegales de funcionarios, arbitrariedades por doquier, abandono de los intereses generales, facturas de campaña electoral pagadas con dinero negro por el Sr. Ciscar según la Guardia Civil, financiación paralela de las sedes populares, contabilidad opaca a la militancia, nepotismo, despilfarro,… ¿Qué más necesita?

Con ello, sí que podría empezar a tener cierta credibilidad esa supuesta tolerancia cero con estas conductas absolutamente deleznables. Y para reforzar su credibilidad podría destituir o promover la destitución de los cargos orgánicos del PP de Alicante, al Presidente Provincial, Sr. Ciscar, y al Secretario general, Sr. Zaplana, por haber permitido y favorecido esta situación tan poco edificante hasta el punto de haber destruido al PP de la Ciudad, para dividirlo en distritos y poder finalmente situar en la cúspide a la alcaldesa plurimputada.

Pero ni lo ha hecho, ni lo va a hacer. El Sr. Fabra, sin liderazgo político y sin credibilidad ciudadana, responsable de la expulsión de los afiliados populares que hace tiempo empezaron a denunciar la deriva pestilente de la corrupción, no va a ser capaz de dar un golpe de timón semejante. Hay demasiado en juego y su debilidad política no le va a permitir reflejar con hechos contundentes su presunta apuesta por la honradez y por la ejemplaridad ante los ciudadanos. D. Alberto Fabra se va a seguir conformando con las continuas y patéticas declaraciones de sus voceros. Pero las palabras, sin hechos que las avalen ya no sirven. Los ciudadanos no quieren seguir creyendo a quienes no son capaces de poner orden en su propia casa que, cada día que pasa, huele peor.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 18 de julio de 2014

José Luis González Quirós en Alicante.

17-7-2014








Nota de prensa.

Éxito de la Conferencia sobre la Regeneración Democrática organizada por Esperanza Popular de Alicante.

Cerca de un centenar de personas se dieron cita ayer, 17 de julio, en la Biblioteca del Real Liceo Casino de Alicante para participar en la Conferencia que, bajo el título “Problemas y perspectivas de la Regeneración Democrática”, desarrolló el profesor de filosofía y Presidente en funciones de VOX España, D. José Luis González Quirós.

El acto se inició con la presentación del conferenciante por parte de D. Santiago de Munck Loyola, Presidente de la Asociación Esperanza Popular de Alicante, organizadora de la Conferencia, quien destacó la apuesta de la Asociación por la promoción de los valores regeneracionistas y la necesidad impulsar de la regeneración política dentro de los propios partidos políticos. Agradeció a D. José Luis González Quirós, como dirigente nacional de un partido que defiende y comparte dichos valores, por haberse desplazado a Alicante para cerrar el curso de las actividades de la Asociación con esta conferencia.


D. José Luis González Quirós, tras agradecer esta invitación, desarrolló su intervención matizando su discrepancia con la utilización del término “regeneración” por cuanto puede implicar para algunos cierta noción de reproche a los principales predecesores en el protagonismo de la vida política. A lo largo de su exposición hizo un repaso de los principales males que afectan al desarrollo de la democracia subrayando la imperiosa necesidad de volver a una clara delimitación de la separación de los tres poderes, el legislativo, el ejecutivo y el judicial. 

Subrayó igualmente la necesidad de desarrollar y cultivar una actitud diferente, más comprometida y exigente del ciudadano ante los políticos e hizo una comparación sobre la cultura ciudadana y las costumbres políticas en diferentes países. Concluyó animando a los participantes en el acto a adoptar una actitud exigente y activa ante los políticos y las instituciones. Tras su intervención, se abrió un turno de preguntas en el que varios asistentes plantearon al Sr. Quirós distintas cuestiones sobre la regeneración democrática en España.

domingo, 13 de julio de 2014

Ingredientes para una alternativa real en el centro derecha.


La irrupción mediática y electoral del fenómeno político de “Podemos” parece que trae de cabeza a más de uno. Periodistas, comentaristas, tertulianos, políticos y ciudadanos de a pie llevan semanas hablando de este movimiento y, en especial, de su líder, el Sr. Iglesias. Unos andan asustados, otros desorientados y los más sorprendidos por su irrupción en la escena política y sobre todo por sus posibilidades futuras. ¿Será flor de primavera? ¿Representará un cambio de ciclo y de estructura en la configuración de la izquierda? ¿Llegará a ser un peligro para la estabilidad del sistema democrático?  Hay opiniones para todos los gustos y en todos los niveles.

Es muy probable que los resultados electorales de las pasadas elecciones de mayo representen un anticipo de profundos cambios en la distribución de las fuerzas políticas que hasta hora han venido dominando el terreno político. En el campo de la izquierda parece que es indudable que ese anticipo de cambios se va a consolidar porque, de una parte, Izquierda Unida ya está moviéndose para tratar de acomodarse a la presencia política de “Podemos” y, de otra, el PSOE, instalado en un proceso de renovación de liderazgos, parece que no se sustrae a su influencia y tampoco termina de enderezar una tendencia electoral a la baja.

Distinto es el panorama en el campo del centro y de la derecha española en el que sigue la preponderancia electoral del Partido Popular aunque significativamente mermada como consecuencia del desencanto, traducido en abstención, de una buena parte de sus tradicionales votantes. Pero el hecho de que varios millones de votantes populares se hayan quedado en su casa puede significar también que en este territorio se produzcan importantes cambios en los próximos meses. Es evidente que alternativas regeneracionistas como Ciudadanos o VOX aún no han conseguido captar a los abstencionistas a la vista de los resultados electorales de mayo, pero ello no significa que no puedan conseguirlo en los próximos meses y más aún cuando se acercan unos procesos electorales como los del año que viene. Es evidente que el PP va a levantar la bandera del miedo, del voto útil, del supuesto bastión frente a la llegada al poder, que no nos engañemos va a llegar en muchos sitios, de una izquierda fragmentada pero radicalizada por la influencia de “Podemos”.

En medio de este panorama y ante estas poco halagüeñas perspectivas, generadas por la política y los incumplimientos del propio Partido Popular, no es infrecuente escuchar entre quienes se han sentido defraudados voces con cierta resignación ante la ausencia de un líder o líderes, fuera del campo popular, que puedan levantar la resistencia y generar una alternativa de centro derecha decente, capaz de frenar el previsible avance de esta izquierda radicalizada y de movilizar a un electorado desencantado. Esas voces, en no pocas ocasiones, se resignan a volver a votar al PP aunque sea con la nariz tapada, como un mal menor siempre preferible a la caja de Pandora de la izquierda ante la ausencia de un líder carismático.

Sin embargo, hay que destacar dos consideraciones: un líder carismático suele atraer sobre si la atención del votante y no sobre los principios, los programas y los equipos y la segunda consideración a tener en cuenta es que los líderes carismáticos construyen imágenes y mensajes sugestivos que terminan por asfixiar la racionalidad, la adhesión a las ideas y la crítica alrededor de ellos mismos. El votante de centro derecha no ha necesitado de esos liderazgos para construir una mayoría electoral, sino que lo ha hecho habitualmente en torno a un proyecto político concreto. Nadie en su sano juicio puede calificar a Mariano Rajoy de líder carismático y, sin embargo, el PP goza, hoy por hoy, de las mayores cotas de poder territorial de su historia.

Pues bien, vista la traición del PP a su electorado, el centro derecha lo último que necesita son salvadores de la Patria, soflamas grandilocuentes o divisiones partidarias tras jefecillos tan huecos como “sobrados”. La alternativa a un partido hegemónico en pleno proceso de descomposición cuya práctica diaria se opone sistemáticamente a sus principios debería pasar seguramente por un proyecto regenerador, fiel a sus raíces ideológicas, moderno, democrático y que se ocupe fundamentalmente de los problemas de la gente y no del “coco” de la izquierda ofreciendo ante todo soluciones concretas y medidas racionales para la vida diaria del ciudadano. La alternativa pasa seguramente por un proyecto político liderado por personas coherentes con lo que propugnan, tanto en su esfera profesional como familiar, por equipos cualificados con experiencia contrastada en la vida “civil” y no por mini caudillos “rebotados” y ávidos del culto a la personalidad. La alternativa pasa por un proyecto que se ocupe de los problemas y de sus soluciones para los barrios o los municipios, para los jóvenes, los desempleados o los jubilados, en definitiva para todos los que han perdido la confianza, no sólo en un determinado partido, sino en un sistema que los ha dejado tirados sin misericordia.

No parece que sea la hora ni de los grandilocuentes discursos, ni de los alardes patrióticos, ni de las banderías personales, sino más bien de arremangarse y de ponerse a trabajar en la solución de los problemas más básicos de los ciudadanos. Y, además, hay que hacerlo con grandeza de miras y con generosidad, abriendo puertas, sumando voluntades y no restando, construyendo una gran coalición de ciudadanos, colectivos y grupos dispuestos a regenerar el sistema para volverlo a poner donde debe estar, en su sitio que no puede ser otro que el de servir al conjunto de la ciudadanía y no a los poderosos. Principios, proyecto, equipos y cercanía son, con toda seguridad, los únicos ingredientes necesarios para que una alternativa de centro derecha sea viable. El votante de centro derecha nunca ha necesitado un “coletas” de turno, un líder prefabricado ni mediático para generar un proyecto político sólido porque ha sabido apostar por los contenidos y no por el continente, por las ideas y no por las soflamas, por los equipos y no por los ídolos.


Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es

jueves, 10 de julio de 2014

D. José Luis González Quirós, Vicepresidente de VOX España, en Alicante.


Nació en Grado (Asturias) el 2 de septiembre de 1947, ha sido profesor de Filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, en el Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y catedrático de instituto. En la actualidad es profesor de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid y forma parte del seminario de investigación de la Escuela Contemporánea de Humanidades (ECH) en Madrid. Es miembro de los consejos de redacción de Nueva revista, de Revista Hispano Cubana, de Ars medica y de la Revista de libros. Ha dado cursos y conferencias en la mayoría de las Universidades españolas y en las de Wyoming (EEUU), Lund (Suecia), Loyola (Chicago, EEUU) y Veracruz (México). Es autor de más de una docena de libros y de cerca de 200 artículos en diversas revistas de investigación o divulgación. Ha recibido el premio de ensayo de la Fundación DMR Consulting (actualmente Fundación Everis) en 20052 y fue finalista del Premio Nacional de Ensayo en 2004. Ha sido vicedirector de los cursos de verano de la Universidad Complutense y secretario general del Colegio Universitario Domingo de Soto. Ha desempeñado los cargos de secretario general del Instituto Español de Emigración, subdirector de estudios e investigación del Instituto Oficial de Radio y Televisión y secretario general de Fundesco.

Los libros que ha publicado se refieren a temas muy variados, desde la historia de la filosofía y la filosofía de la mente (Mente y cerebro), hasta la filosofía de la tecnología (El porvenir de la razón en la era digital o El Templo del saber, publicado con Karim Gherab Martín y cuya versión inglesa se publicó en 2009), con algunas incursiones en temas de filosofía política (Una apología del patriotismo) muy ligados a la circunstancia contemporánea.3 4 Junto con Wenceslao Castañares es coautor de un Diccionario de citas del que se han publicado tres ediciones y que ha sido traducido al portugués.

Desde la transición a la democracia en España ha desarrollado una actividad política bastante continuada: formó parte del Consejo Político de UCD hasta 1981 y del Comité Ejecutivo Nacional del CDS entre 1982 y 1987. Desde 1991 hasta 2003 formó parte del consejo asesor de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales. En 1995 editó los discursos políticos de José María Aznar (La España en que yo creo, Editorial Noesis) y ha sido fundador (2004) y primer director de la revista Cuadernos de pensamiento político que edita la citada fundación.

Es comentarista del diario Gaceta de los Negocios y colabora habitualmente en los medios digitales elconfidencial.com y elestadodelderecho.com. Mantiene un blog sobre temas de actualidad pormiquenoquede.com y colabora con frecuencia en otro dedicado a temas de la cultura digital adiosgutenberg.com.

Obra
2009: Arguments for an Open Model of e-Science en colaboración con Karim Gherab Martín, en Bill Cope & Philip Angus, Eds., The Future of the Academic Journal, Chandos Publishing, London, 2009, ISBN 978-18-433-4416-2, pp. 63-83.
2009: The New Temple of Knowledge: Towards a Universal Digital Library, Common Ground Publishing.
2006: El templo del saber: hacia la biblioteca digital universal. Deusto, Barcelona. ISBN: 84-234-2419-7 (en colaboración de Karim Gherab Martín). Esta obra fue ganadora del Premio de Ensayo 2005 de la Fundación Everis.
2006: Los rascacielos de marfil. Lengua de Trapo, Madrid. ISBN: 84-96080-67-6 (editor en colaboración con la Escuela Contemporánea de Humanidades).
2005: El Quijote y el pensamiento moderno. Sociedad estatal de conmemoraciones culturales, Madrid. ISBN: 84-96411-19-2 (co-editor junto a José María Paz Gago).
2003: Repensar la cultura. Ediciones Internacionales Universitarias, Madrid. ISBN: 84-8469-092-X.
2003: Ciudades posibles. Lengua de Trapo, Madrid. ISBN: 84-96080-11-0 (editor en colaboración con la Escuela Contemporánea de Humanidades).
2003: Una apología del patriotismo. Taurus, Madrid. ISBN: 84-306-0462-6. Esta obra fue finalista del Premio Nacional de Ensayo en 2003.
2002: Diccionario de citas. Noesis, Madrid. ISBN: 84-87462-51-0 (en colaboración con Wenceslao Castañares).
2002: El buscador de oro. Lengua de Trapo, Madrid. ISBN: 84-896118-88-7 (editor en colaboración con la Escuela Contemporánea de Humanidades).
1998: El porvenir de la razón en la era digital. Síntesis, Madrid. ISBN: 84-7738-566-1.
1994: Mente y cerebro. Parteluz, Madrid. ISBN: 84-7916-026-8.
1994: Curso superior de Mus. Filosofía del juego y tácticas avanzadas. Noesis, Madrid. ISBN: 84-87462-05-7 (en colaboración con Ramón Pi)

domingo, 6 de julio de 2014

La pasividad de muchos son las alas de los corruptos.


Es tal el aire a podrido y a corrupción pura y dura que destila el Ayuntamiento de Alicante y ha sido tal el batacazo recibido por ello en las elecciones europeas que algunos, tanto en los medios de comunicación como en el PP,  han empezado a inquietarse y a moverse para tratar de evitar lo que ya es inevitable. Hoy domingo, dos importantes periódicos se ocupan del tema y uno de ellos, pionero en las denuncias sobre la corrupción del PP en el Ayuntamiento alicantino, publica un artículo sobre la existencia de “vientos de regeneración en el PP” y analiza algunos movimientos en las filas populares en valencia y Alicante. Si entrar a valorar estos movimientos en Valencia, sí que se puede afirmar respecto a la provincia de Alicante que no hay nada nuevo bajo el sol, de regeneración nada de nada.

Los protagonistas de los movimientos supuestamente regeneracionistas de Alicante son los mismos de siempre, los que con su actitud sumisa, complaciente y colaboracionista han facilitado que el Ayuntamiento de Alicante, y algunos otros gobernados por el Partido Popular, sea un referente nacional de corrupción. Nótese que estos presuntos regeneracionistas se reúnen en el Casino de Alicante con la previa autorización del Presidente Provincial Popular, José Ciscar, principal responsable de esta escandalosa situación, protector de la Alcaldesa y enemigo declarado de quienes hace casi dos años denunciábamos la corrupción. Y nótese también que estos afiliados del PP, pertenecientes a ese grupo conocido como los ibéricos, fueron en su mayoría los colaboradores en el fraude político que constituyó el desguace y troceado del PP de Alicante para dividirlo en Distritos y entregárselo en bandeja, como coordinadora de los mismos a Sonia Castedo, con la bendición de José Ciscar y la colaboración de su mamporrero político, José Juan Zaplana, Secretario General Provincial. Poco, por tanto, pueden aportar a un proyecto de regeneración del PP quienes han contribuido de forma decisiva a su deriva corrupta, unas veces con su silencio cómplice, otras con su colaboración activa y en la mayoría de los casos con su irresponsable pasividad. Joaquin Galant, Salvador Fornes, Eloy Sentaña, Francisco Martín Irles, María Teresa Revenga, José Ramón Baró, José Albadalejo, José María Rodríguez Galant, José Rincón, Francisco Maestre, Ignacio Segura, Manuel Marcos o María José Santana no han expresado nunca públicamente ni en el seno del PP su rechazo a la política popular en el Ayuntamiento alicantino, ni su defensa de la necesidad de una regeneración interna ni su solidaridad, salvo una honrosa excepción, con los afiliados expulsados por promover esa regeneración y por pedir la separación de los imputados y procesados. No existe pues ningún antecedente político de los miembros de este grupo que permita pensar otra cosa que no sea que estamos ante un estratégico movimiento para intentar conseguir un salvavidas en el naufragio popular que se avecina.

Y por si fuera poco lo anterior, hoy hemos conocido la brillante ocurrencia de UPyD. Los seguidores alicantinos de Rosa Díez se han ofrecido al Partido Popular para votar conjuntamente una moción de censura contra Sonia Castedo y sustituirla por un concejal del PP que no esté imputado, ni procesado, claro está. Es decir, el Sr. Llopis de UPyD está dispuesto a promover y votar esta moción que exigiría en primer lugar que los concejales del PP expulsasen del Grupo Popular a Sonia Castedo. O sea que pretende que los mismos concejales que hace tan sólo unos días se han negado a reprobar en Pleno a la Alcaldesa por el repugnante contenido de sus conversaciones con “la polla insaciable”, Enrique Ortiz, sean ahora los encargados nada menos que de expulsarla del Grupo Popular, para después nombrar a uno de ellos, es decir, a uno de los cómplices políticos de la Alcaldesa, nuevo Alcalde o Alcaldesa. ¡Menudo papelón el de UPyD!

Tras la publicación de las grabaciones entre la Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y el empresario Enrique Ortiz y entre éste y el sobrino de Cotino, tras la fulgurante decisión del Gobierno de la Generalitat de allanar el camino de los negocios de Ortiz con IKEA, tras los rumores sobre la posibilidad de que Bankia “regale” suelos a Ortiz para que complete su control sobre este pelotazo de más de 90 millones de euros, tras las noticias relativas a los concursos municipales, a las técnicas mafiosas empleadas contra los representantes de los comerciantes o asociaciones vecinales o al cese del interventor municipal es más fuerte que nunca el hedor que destila nuestra Casa Consistorial y el partido que la gobierna. Y la solución no puede pasar por una moción de censura para que sigan los mismos, porque aunque se cambie el titular de la Alcaldía seguirá uno de sus colaboradores necesarios, uno de sus cómplices políticos, un miembro del Partido Popular que ha tolerado, facilitado y consentido esta situación. Hoy por hoy, no hay regeneración que valga sin una profunda regeneración del Partido Popular de Alicante previa entonación de un sincero “mea culpa”.

Y como eso está aún por venir y para que ocurra deberían irse previamente a su casa el Sr. Ciscar y el Sr. JJ Zaplana, responsables políticos de este repugnante clima, la única solución política y éticamente aceptable pasa por la disolución del Ayuntamiento de Alicante y por el nombramiento de una gestora. La izquierda, incluida UPyD, fue derrotada ampliamente en las últimas elecciones municipales. El Partido Popular tiene la legitimidad legal que otorgan las urnas para regir nuestro Ayuntamiento pero carece de la más mínima legitimidad moral, de ejercicio, para seguir al frente de la Alcaldía de Alicante. El presupuesto municipal no puede seguir en manos de este equipo de gobierno, solidariamente responsable del clima de corrupción que asola a nuestro Ayuntamiento. ¡Disolución ya!

Santiago de Munck Loyola



miércoles, 2 de julio de 2014

El “neuronazo” de Rajoy.


¿Se imagina alguien, sin que le de un ataque de risa, a Berlusconi anunciando propuestas para promover una mayor moralidad en la vida de los políticos? Impensable. Pues algo parecido ocurre cuando se escucha a Mariano Rajoy y a Mª Dolores de Cospedal anunciar, como acaban de hacer, la puesta en marcha en septiembre una serie de medidas de “regeneración democrática”. Rajoy acaba de  pedir el "esfuerzo de todos" para "intentar corregir los errores en el sistema" y ha citado entre sus objetivos la elección directa de los alcaldes, la revisión del número de aforados, cambios en el régimen económico de los partidos y en el estatuto de los altos cargos. Según el Presidente Rajoy, la "regeneración democrática" es una de las prioridades del país, junto con la "consolidación de la recuperación económica". En febrero de 2013 ya hizo Mariano Rajoy un anuncio similar sin que hasta el día de hoy se haya vuelto a tener noticias de la pretendida regeneración democrática. Ya se sabe que el líder popular es más bien lento tomando decisiones, pero dado el tiempo transcurrido y a la luz de los últimos resultados electorales parece que la resurrección de estas medidas regeneradoras obedece más a cierto susto por las recientes decisiones de los electores que a un impulso de conciencia política.

El anuncio de Mariano Rajoy no es creíble por varias razones. Está claro que Rajoy no entiende bien la idea y el alcance de la regeneración democrática o, si la entiende, quiere colarnos en realidad un simple maquillado del sistema. Rajoy anuncia una serie de medidas, muy limitadas e interesadas por cierto, que responden a una iniciativa personal o de su círculo inmediato de asesores. No se trata, ni muchos menos, de medidas propuestas por el Partido Popular como consecuencia de un debate ideológico abierto en su seno, entre los afiliados populares, no. Se trata de un “neuronazo” presidencial, de una ocurrencia particular y que todos acatarán disciplinadamente en la casa, como acatan siempre el “dedazo” presidencial. Quiebra, por tanto, el espíritu regenerador de estas medidas por su propio origen y es que sin democracia interna, sin debate y participación interna en los partidos, no hay regeneración democrática posible. Los tiempos del despotismo ilustrado hace tiempo que pasaron.

Otra razón que resta credibilidad al “neuronazo” presidencial es que una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo. Para proponer medidas de regeneración democrática como respuesta a las preocupaciones de los ciudadanos hay que empezar por ponerlas en práctica la propia casa de uno. El sistema político necesita medidas de regeneración o se derrumbará. Y las medidas regeneradoras las tienen que poner en práctica los partidos políticos, únicos agentes legitimados en una democracia para hacerlo. Son los partidos políticos los primeros que han de regenerarse y, antes de proponer medidas a los demás partidos, Rajoy debería empezar por ponerlas en práctica en su propia casa. Según el propio Partido Popular en la Comunidad Valenciana “proponer medidas de regeneración democrática es inadmisible” y constituye causa de expulsión de los afiliados. Que se lo pregunte el Sr. Rajoy a sus subordinados Alberto Fabra, José Ciscar, José Juan Zaplana o Felipe del Baño, por citar sólo a algunos de los liquidadores de afiliados molestos. Un partido político que no practica la democracia interna, que tiene doble contabilidad, que paga sobresueldos aunque sean legales, que vulnera los derechos de sus militantes a los que oculta sus cuentas, que ampara y protege a los corruptos como en la Provincia de Alicante, por citar solo una, no tiene autoridad moral o política alguna para ir proponiendo medidas regeneradoras. Debe empezar por limpiar su propia casa. Y no hace falta pactar con la oposición, por ejemplo, para que el propio Rajoy o Montoro renuncien al cobro de la dieta del congreso por vivienda, cuando tienen varias en Madrid, o para renunciar a pensiones superiores a las máximas permitidas al resto de los ciudadanos o para renunciar a los privilegios fiscales de los diputados o para establecer incompatibilidades y prohibir pluriempleos públicos de sus compañeros de partido.

Tampoco da credibilidad al “neuronazo” regenerador rajoyano el hecho de que se haya apresurado a proponer la elección directa de los alcaldes, designando al más votado, a menos de un año de las próximas elecciones municipales. Es evidente que esta propuesta renace a la vista de los pésimos resultados electorales de las elecciones europeas y responde no a una voluntad regeneradora sino al miedo de perder muchísimas alcaldías en los próximos comicios municipales, ante la posibilidad cierta de que los grupos municipales minoritarios que se formen lleguen a acuerdos para desalojar al PP de ciertos sillones consistoriales y poder limpiar los Ayuntamientos, como bien podría pasar en la ciudad de Alicante. En todo caso, esta propuesta requerirá el consenso, como mínimo, con el PSOE que posiblemente la asumirá, aunque sea con matices, ante sus negras perspectivas electorales.

Es hora de la regeneración democrática, a pesar de algunos, y el que no quiera entenderlo y asumirlo con sinceridad y honestidad terminará cavando su propia tumba política. Pero mientras los partidos no cambien internamente y dejen que las propuestas regeneradoras nazcan desde sus propias bases estaremos hablando de simples “neuronazos” de los “capos”, de maquillajes del sistema que terminarán embadurnando el rostro de nuestra democracia. Financiación de los partidos políticos, eliminación de aforamientos, democracia interna, primarias, eliminación de subvenciones a partidos, patronales y sindicatos, fin de los privilegios fiscales y sociales de los políticos, incompatibilidades rígidas, independencia judicial real, reforma de la ley electoral, de la ley de contratos de las administraciones públicas, estatutos de los cargos políticos, … son algunos de los temas que deben necesariamente figurar en una agenda auténticamente regeneracionista. Lo demás son brindis al sol o simples fuegos artificiales.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 27 de junio de 2014

El PP de Alicante con “la polla insaciable”.


Bochorno, vergüenza o indignación son seguramente las sensaciones que tendrán muchos ciudadanos al leer estos días las informaciones relativas a las conversaciones que mantenían nuestros representantes políticos alicantinos, todos ellos del Partido Popular, con el empresario Enrique Ortiz, autodenominado en las mismas como “la polla insaciable”. Y a esa sensación se sumará el convencimiento de que los gobernantes de nuestro Ayuntamiento lo han puesto a los pies de los intereses de un particular. Una banda de políticos y empresarios han manejado a esta ciudad, a los colectivos ciudadanos y a su Ayuntamiento a su antojo amañando o apañando desde el Plan general de Ordenación Urbana hasta las contratas de los servicios públicos, logrando incluso que en tiempos de crisis sólo acudiera una empresa a la mayor licitación pública, 420 millones de euros, de la historia de nuestra ciudad. Y ya adivinará el lector a quién le tocó. Los jueces dirán en su momento si en todo ello hay o no delito, pero no hay quien pueda evitar que los ciudadanos digamos que todo lo visto y oído es cutre, repugnante y seudomafioso y que esta banda organizada, amparada en las siglas del PP y protegida por la dirección popular alicantina ha hecho un daño enorme al prestigio de nuestra ciudad y de nuestro Ayuntamiento.

Estamos ante un escándalo de enormes proporciones que refleja claramente la gran extensión de la podredumbre de parte de los actores del sistema político y que de haber sido conocido por la mayoría de los vecinos de Alicante habría supuesto un castigo electoral aún mayor que el recibido por el Partido Popular en las pasadas elecciones. Y los vecinos deben saber que los responsables de esta situación no son sólo los que aparecen en las grabaciones policiales, no, son muchos más y deben ser denunciados públicamente.

Hay que denunciar públicamente a la Alcaldesa Sonia Castedo y a su antecesor en el cargo Luis Díaz Alperi por poner el Ayuntamiento al servicio de los intereses del Sr. Oriz, “la polla insaciable”, y no al servicio de los intereses de los alicantinos que fueron quienes con su voto los encumbraron al sillón municipal.

Hay que denunciar públicamente a los concejales del Partido Popular, y que seún declaraciones del Sr. Barcala estarán con la Alcaldesa hasta el final, que han sido y son cómplices con su silencio y pasividad y que siguen apoyando a una Alcaldesa deslegitimada moral y políticamente, no sólo ya por su imputación en los procedimientos judiciales, sino también por la evidencia de sus  impresentables conversaciones publicadas con el Sr. Ortiz y de cuya veracidad nadie duda: apaños en el PGOU para el Estadio Rico Pérez, para IKEA, abuso sobre el Hércules para intentar colocar al Sr. De Gea y poder descabezar así a los comerciantes, etc.

Hay que denunciar públicamente a la Dirección Provincial del Partido Popular que se ha dedicado a perseguir y a expulsar a los afiliados que denunciábamos esta situación y que promovíamos el concepto para ella maldito, de la regeneración democrática, mientras toleraba y protegía a los responsables de este impresionante escándalo. Hay que denunciar públicamente al Presidente Provincial, José Ciscar, y al Secretario General Provincial, José Juan Zaplana, que desde el primer momento se han alineado con la Alcaldesa y en lugar de pedirle que abandonase el Grupo Municipal Popular al ser imputada, el segundo acudió raudo y veloz a presidir una cena de homenaje a la misma al conocerse su múltiple imputación y que, en vez de aplicar la línea roja de Alberto Fabra en virtud de la cual los imputados no podrían ostentar responsabilidades orgánicas en el PP, decidieron suprimir fraudulentamente el PP de la ciudad, trocearlo en distritos y nombrar a Sonia Castedo, nada menos, coordinadora de los mismos. Han preferido convivir con semejante panorama a correr el más mínimo riesgo ante una eventual pérdida de la Alcaldía. Han sacrificado los principios al materialismo y al más espurio pragmatismo.

Hay que denunciar públicamente a los militantes populares que, conocedores de toda esta situación, han preferido mirar para otro lado o han callado como siempre o han colaborado con su pasividad ante las maniobras de unos indignos dirigentes populares siempre encaminadas a mantener la red clientelar en la ciudad y a asegurarse el control del partido para que nada cambie y sigan ganado los mismos.

Y hay que denunciar públicamente a algunos medios de comunicación que han venido sacrificando la objetividad, imparcialidad e independencia periodística a la connivencia con el poder político y económico de la ciudad.

No nos engañemos, “la política de Sonia Castedo es la política del Partido Popular y por ello no puede ser criticada públicamente por los afiliados del PP”. Eso es lo que literalmente dice el Comité de Derechos y Garantías del PPCV y eso es lo que avala Madrid. Seguramente, en los próximos meses los dirigentes populares intentarán lavarse la cara. Podrán cambiar el nombre y los rostros de los carteles electorales pero eso no significará un cambio de política. La podredumbre actual es fruto del sistema de funcionamiento interno del PP. No se olvide que los alcaldes y concejales del PP en la ciudad de Alicante no fueron designados candidatos por las bases, sino impuestos desde arriba para ajustar los repartos de poder entre los clanes del PP. Y, por ello, los próximos candidatos populares al Ayuntamiento serán fruto también del dedazo, el mejor sistema para propiciar la corrupción.

Por higiene democrática este PP debe irse a su casa. Tras conocer todas las maniobras especulativas que se han llevado a cabo, este PP no está en condiciones de adoptar ni una sola decisión municipal sin que sea sospechosa. Y dado que este PP no tiene la más mínima intención de rectificar, de pedir perdón y de regenerarse es evidente que no debe volver al Ayuntamiento de Alicante en una buena temporada. Pero ello no significa que la solución esté en la izquierda ni que el votante de centroderecha se vaya a quedar huérfano porque hay opciones políticas dispuestas a no renunciar y a defender los principios éticos que el PP de Alicante hace tiempo que abandonó.

Santiago de Munck Loyola


lunes, 23 de junio de 2014

El PP alicantino ensuciando el prestigio de Alicante.

Durante los últimos días, diversos medios de comunicación están publicando las escuchas policiales o la transcripción de las mismas efectuadas a varios de los implicados en los casos de corrupción que afectan a políticos municipales y a empresarios de la ciudad de Alicante. Los principales protagonistas de estas grabaciones son la Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, (Partido Popular) y el empresario Enrique Ortiz. Es sencillamente vergonzoso tanto en el tono como en el contenido lo que se está publicando. El nombre de la ciudad de Alicante y su representación institucional quedan por los suelos. Hoy por hoy, la Alcaldesa está imputada por cuatro graves delitos y salvando su presunción de inocencia lo que sí se puede afirmar con absoluta rotundidad es que su grado de compadreo con el Sr. Ortiz, la sumisión al mismo de la representación municipal y el estilo cutre y tabernario de las conversaciones son inadmisibles e incompatibles con la más alta representación municipal. Ni la ciudad de Alicante, ni los vecinos se merecen tanta y tan cara basura.

Según el Comité de Derechos y Garantías del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, "la política de la Alcaldesa de Alicante es la política del Partido Popular y por ello no puede ser criticada públicamente por los afiliados del PP". Será por ello que al ser imputada se organizó una cena de homenaje que presidió nada menos que el Secretario General del PP de Alicante José Juan Zaplana, en claro y chulesco desafío a la justicia y a los ciudadanos decentes. Pero es indudable que el Partido Popular de Alicante es cómplice y encubridor de esta situación, al menos por su actitud pasiva y por su acoso a los que pidieron públicamente más honradez expulsándolos finalmente del PP.




Sea o no finalmente culpable o inocente la Alcaldesa, alguien debería pedir perdón a los alicantinos por la deplorable imagen que se está transmitiendo de nuestra ciudad en toda España y por el desprestigio de la institución municipal y de la clase política que han fomentado con estas peculiares formas de entender la gestión municipal.







Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es

jueves, 19 de junio de 2014

Felipe VI, nuevo Rey de España.


Tras unas semanas de polémicas e intensos debates públicos desencadenados por el anuncio de abdicación del Rey Juan Carlos I, hoy se han cumplido las previsiones constitucionales y D. Felipe de Borbón y Grecia ha prestado juramento ante las Cortes Generales y ha sido proclamado Rey de España. Durante estos últimos días se han cruzado toda clase de argumentos tanto en el Parlamento como en los medios de comunicación entre los partidarios del cumplimiento de la Constitución y de los favorables a su quebrantamiento para promover un cambio de régimen, entre los defensores de la Monarquía y los republicanos. Hoy, sin embargo, todo ese ruido político ha quedado eclipsado, pese a los intentos de la izquierda radical, por la ceremonia de juramento y proclamación de Felipe VI.

Había mucha expectación entre los comentaristas políticos por el contenido del mensaje que iba a pronunciar en las Cortes el nuevo Rey y es evidente que, a la luz de algunas reacciones, el primer discurso de Felipe VI ha sido, ante todo, impecablemente constitucional. Se equivocan quienes esperaban un discurso cargado de novedades políticas que pudieran suponer un cambio de rumbo en la política española porque el Rey, con la Constitución, en la mano no puede anunciar en público lo que políticamente no le compete. La Constitución define perfectamente cuales son las tareas y el papel que el Rey como Jefe del Estado tiene y Felipe VI, como no podía ser de otra forma, se ha atenido a ello. Las supuestas decepciones que las palabras del nuevo Rey han provocado en algunos periodistas e incluso entre algunos políticos solo denotan su ignorancia sobre el papel constitucional de la Corona y de quien la encarna.

Felipe VI ha iniciado su reinado con un discurso constitucional en el que ha querido transmitir y recordar algunas ideas. De una parte ha hecho algo más que un protocolario agradecimiento y reconocimiento a la labor de su padre, su predecesor en la Corona, de quien ha subrayado que bajo su liderazgo fue posible la construcción de un modelo de convivencia para todos y un largo período de progreso, al ampliar este agradecimiento de forma emocionada al papel jugado por su madre, la Reina Sofía, cuyo prestigio entre los ciudadanos españoles, por cierto, está a la cabeza de la institución monárquica. 

De otra parte, ha recordado el papel que en nuestra Constitución se otorga a la Corona, sus funciones y las ventajas que su independencia partidista puede otorgar a la hora de desempeñar las labores de mediación y arbitraje entre los poderes del estado y las fuerzas parlamentarias. En este campo, además, ha hecho mención al sentido y a la orientación que quiere imprimir al estilo de su reinado apelando acertadamente a la transparencia de la institución y a la ejemplaridad que debe presidir la actuación de la Corona. Ha sido un acierto que hable de ejemplaridad, no sólo como referencia al descrédito generalizado de la política, sino especialmente como contrapunto de algunas actuaciones de su propio padre y de otros miembros de la Familia Real que han provocado la indignación de buena parte de la ciudadanía y una considerable pérdida de apoyo a la Institución. 

El nuevo Rey ha dejado claras dos cosas: que sabe que sin ejemplaridad la Monarquía pierde buena parte de su razón de ser y que sabe que tiene que ganarse día a día el puesto que la sangre y la legitimidad constitucional le han entregado. Felipe VI sabe que a la legitimidad histórica y a la legitimidad constitucional debe sumar la legitimidad de ejercicio. Por último, en su discurso el Rey no ha querido dejar de mencionar los problemas más candentes de nuestra sociedad: el desempleo, especialmente el de los jóvenes, la crisis y sus consecuencias, la necesidad de promover la investigación, el papel de la mujer en nuestra sociedad o las tensiones que sobre la unidad de España estamos viviendo, aunque lo haya hecho de una forma quizás excesivamente velada. Y, en este repaso a la actualidad general, posiblemente ha sido un olvido no mencionar a un importante sector de nuestra sociedad, los nueve millones de jubilados que tras una larga y muchas veces dura vida, están siendo imprescindibles para que muchas familias puedan sobrevivir en esta dura crisis.

Hoy a diferencia de lo que ocurrió hace 39 años no se abre una nueva etapa desde la ilusión y la esperanza colectiva, sino desde la desconfianza y el escepticismo de millones de ciudadanos a los que el sistema ha defraudado profundamente. Ojalá que la sucesión en la Corona sea sinónimo de regeneración de la misma y que su ejemplo sirva de impulso para promover también la regeneración en los demás ámbitos de las instituciones y en el propio sistema político. Ojalá Felipe VI acierte porque el éxito de su reinado supondrá un éxito colectivo.

Santiago de Munck Loyola