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jueves, 19 de mayo de 2022

EL PAR LLEVA ANTE LA JUSTICIA UN ACUERDO PLENARIO DE MONFORTE DEL CID APROBADO ILEGALMENTE EN 2018 QUE SUPUSO UN QUEBRANTO DE 1.000.000 DE EUROS A LA GENERALITAT VALENCIANA.


COMUNICADO.

18-5-2022

El Partido Alicantino Regionalista ha presentado hoy una denuncia contra la Alcaldesa de Monforte del Cid, el Concejal de Urbanismo y demás concejales y funcionarios que participaron en la aprobación de un acuerdo de Pleno para endosar a la Generalitat Valenciana la ejecución de dos rotondas que contractualmente correspondía a la Agrupación de Interés Urbanístico Las Norias.

 

En 2017, el representante de la AIU Las Norias y a la vez Jefe del Servicio Territorial de Obras Públicas de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio de la Comunidad Valenciana solicitó al Ayuntamiento de Monforte del Cid que exonerase a la citada agrupación (Urbanizadora del Polígono Industrial Las Norias) de la obligación de construir dos rotondas de acceso sobre la carretera CV-825 (valoradas en más de 1 millón de euros) alegando un cambio sustancial de las circunstancias sobre las que se estableció dicho compromiso en 2005, cuando resultaron adjudicatarios para la ejecución del PAI de dicho sector urbanístico.

 

El 17 de julio de 2018 el Pleno del Ayuntamiento de Monforte del Cid aprobó sin el preceptivo informe jurídico de la Secretaría y prescindiendo del procedimiento previsto en la Ley 5/2014, de 25 de julio, de la Generalitat, de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje, de la Comunitat Valenciana,  que, entre otras cosas, obligaba a someter este trámite a un procedimiento de información pública y a obtener un informe del Servicio Jurídico previo.

 


A juicio del PAR resulta incomprensible la ausencia del preceptivo informe de secretaría para que el Pleno pudiese adoptar dicho acuerdo, que dicha ausencia fuese responsabilidad del Vicesecretario que preparó el expediente y del Secretario Accidental que lo llevó a Pleno, y que no fuese detectada, ni denunciada por ningún miembro de la Corporación, fuese del Gobierno o de la Oposición. En definitiva, este acuerdo plenario de 2018 del Ayuntamiento de Monforte del Cid impulsado por la Agrupación de Interés Urbanístico Las Norias y la Alcaldesa de Monforte del Cid se tradujo en un quebranto en las arcas de la Generalitat Valenciana, según la documentación obrante, que alcanzaría el millón de euros. Así, la AIU Las Norias se ahorró este millón de euros que sumados a los 400.000 euros ahorrados en el acceso del convenio de 2021 con el Ayuntamiento y la empresa UVASDOCE (convenio denunciado por el PAR el 18 de marzo de 2021 se instruye en el Juzgado N.º 3 de Novelda, Diligencias Previas 167/21, juzgado que el 7-4-2022 dictó auto pidiendo el auxilio judicial de la Agencia Valenciana de Prevención y Lucha contra el Fraude) supone una mejora de 1.400.00 euros para dicha agrupación empresarial en su cuenta de resultados, agrupación presidida entonces por el Jefe del Servicio Territorial de Obras Públicas de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio de la Comunidad Valenciana.

jueves, 5 de mayo de 2022

Un Gobierno “partío”.

Nunca antes un Gobierno de España había ofrecido un espectáculo tan bochornoso como el que está ofreciendo el Gobierno de Pedro Sánchez. El asunto de los espías es el último esperpento de una larga serie que protagonizan socialistas, comunistas, separatistas y proetarras. Y todo salta a raíz de un informe de “Citizen Lab”, un “laboratorio interdisciplinar” de la Universidad de Toronto, Canadá. Este laboratorio se financia a través de grandes fundaciones norteamericanas, como la “Open Society” de Soros. En dicho informe se afirma que 65 independentistas catalanes han sido espiados. Algo que, tras un intento de golpe de estado y tras toda clase de acciones delictivas vulnerando el estado de derecho y poniendo en peligro la convivencia ciudadana pacífica, cualquier demócrata entendería como algo absolutamente necesario siempre que se haga con las garantías legales necesarias. El Estado tiene que protegerse y protegernos. Es de cajón. Y para ello debe usar todos los medios necesarios para prevenir la comisión de delitos y más cuando los delincuentes están en la calle y no han renunciado a reincidir en sus propósitos ni en los medios. No, no se trata de un espionaje por motivos ideológicos, a nadie se le espía por pensar lo que le venga en gana.

 

El problema real para el conjunto de los ciudadanos es que tenemos un gobierno que tiene a los socios que tiene, un gobierno que depende para sobrevivir parlamentariamente de partidos cuyos dirigentes han delinquido tratando de pisotear la Constitución y las reglas de la democracia. Tiene su aquél escuchar al Demóstenes independentista Rufián rasgarse las investiduras y proclamar que "lo que está pasando no pone en riesgo la legislatura, pone en riesgo la democracia". Mira, payaso, lo que verdaderamente ha puesto en riesgo la democracia ha sido que tú y tus comparsas hayáis intentado romper las reglas de la democracia y os hayáis ciscado en la soberanía del pueblo español. A ver si lo entiendes, los españoles incluidos los catalanes tenemos derechos, entre ellos, el de decidir entre todos el futuro de nuestro país y va siendo hora de que todos los catanazis como tú lo asumáis. Es comprensible que toda la recua de catanazis trate de inflar el asunto del espionaje por dos razones, la primera porque el victimismo es consustancial a los independentistas, la segunda porque con ello apagarán cualquier mirada hacia sus amores pasados con el sátrapa de Putin cuya ayuda buscaron para armar su intento secesionista.

 

Y tan real como el problema anterior es el problema de la división interna del Gobierno. Es evidente que los podemitas-comunistas no han asumido aún que ellos mismos son parte del gobierno y que, por tanto, son parte de los problemas del mismo. No se puede ser gobierno y oposición a la vez. O estás dentro o estás fuera, pero las dos posiciones simultáneamente son absolutamente imposibles. No puedes estar en un gobierno que sin consultarlo con nadie se carga décadas de una posición internacional de España respecto al Sáhara y al mismo tiempo criticar y condenar ese cambio. Y cuando se trata de un asunto de tal relevancia no vale con desmarcarse de ese cambio radical con críticas más o menos indignadas, lo único que vale es presentar la dimisión y salir del gobierno. Eso es lo que haría cualquier político decente. Pero, claro, es duro renunciar a la moqueta, a los privilegios, a los coches oficiales, a los sueldos y a la corte de asesores podemitas colocados cómodamente en la administración pública. Ni por el pueblo saharaui, ¡faltaría más!

 

Pero ya en el colmo de la desfachatez los podemitas llegan a pedir la dimisión de compañeros de gobierno como la de la Ministra de Defensa, asumiendo, cómo no, las peticiones de los independentistas, pasándose por el arco del triunfo la presunción de inocencia. ¿Alguien se imagina a la ministra Belarra o a Irene Montero pidiendo en el Consejo de Ministros que dimita o sea cesada Margarita Robles? Francamente improbable.

 

Los españoles padecemos un gobierno dividido y enfrentado, un gobierno sostenido parcialmente por grupos políticos enemigos de la unidad del Estado y un gobierno torpe en sus reacciones y sin escrúpulos. Un gobierno que para aplacar a sus socios es capaz de poner en riesgo el prestigio internacional del Estado y la seguridad interna desvelando aspectos secretos de las estrategias contra la delincuencia institucional, capaz de incluir a los enemigos del estado en la Comisión de Secretos oficiales o capaz de condicionar la aprobación de importantes medidas económicas al acuerdo y al voto de los herederos de la ETA. Para llorar, de verdad.

 

Santiago de Munck Loyola

martes, 19 de abril de 2022

EL PAR HA SOLICITADO AL DEFENSOR DEL PUEBLO LA APERTURA DE UNA INVESTIGACIÓN A LOS SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO DE MONFORTE DEL CID.


                                    NOTA DE PRENSA.

19-4-2022


EL PARTIDO ALICANTINO REGIONALISTA HA SOLICITADO AL DEFENSOR DEL PUEBLO LA APERTURA DE UNA INVESTIGACIÓN A LOS SERVICIOS SOCIALES DEL AYUNTAMIENTO DE MONFORTE DEL CID.

 

El PAR ha presentado hoy una solicitud al Defensor del Pueblo para que inicie una investigación sobre el funcionamiento de los servicios sociales del Ayuntamiento de Monforte del Cid tras comprobar su papel en la vulneración de los derechos fundamentales de una anciana de la localidad, usuaria del servicio municipal de asistencia domiciliaria, cuyos bienes a su fallecimiento fueron a parar en su totalidad a manos de la Alcaldesa que dirigía el funcionamiento de estos servicios y de su hermano.

 

Según los numerosos testimonios recabados de vecinos y familiares de dicha usuaria, Dª Teresa Limiñana Boyer, no fue bien atendida y, además, fue coartada en el ejercicio de sus libertades al tener que soportar hasta su muerte la ocupación de su domicilio por parte de la madre, el padre y el hermano de la alcaldesa, perro incluido, y el mantenimiento económico de los mismos y limitadas y restringidas las visitas de familiares y allegados por imposición de la madre de la alcaldesa, sin que los servicios sociales del Ayuntamiento movieran un dedo para comprobar la situación de la anciana.

 

A juicio del Partido Alicantino Regionalista constituye un escandaloso funcionamiento de los servicios municipales de Asistencia Domiciliaria del Ayuntamiento de Monforte del Cid que derivó en una negligente actuación vulnerando derechos fundamentales de una persona anciana y desvalida tales como su libertad, su dignidad personal, su intimidad o su derecho al libre disfrute de sus bienes y que terminó, a la muerte de dicha anciana en 2017, con el enriquecimiento de la Alcaldesa de la localidad y de su hermano

quienes heredaron dos viviendas con un valor catastral superior a los 85.000 €, así como el saldo de la cuenta bancaria de la causante (más de 23.000 €), hecho que la alcaldesa ocultó a la Corporación Municipal al incumplir la obligación legal de declarar las variaciones en su patrimonio y que no cumplió hasta el 28 de mayo de 2019 tras haber sido denunciada públicamente por el Partido Alicantino Regionalista. Previamente, el 6 de octubre de 2015 la propia alcaldesa, Dª Mª Dolores Berenguer Belló, había conducido en su propio vehículo a Dª Teresa Limiñana Boyer ante la Notaría de D. Rafael Moreno Olivares de la localidad de Aspe, Alicante, para que anulase el testamento que había otorgado en 1999 en favor de sus sobrinos y otorgase otro nuevo en favor de ella misma y de su hermano.

 

Con el fin de corregir esta situación para evitar su repetición en el futuro y ante la pasividad de los concejales electos de la corporación es por lo que el PAR ha solicitado al Defensor del Pueblo que proceda a investigar las vulneraciones de derechos fundamentales por el irregular funcionamiento de los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Monforte del Cid y que promueva una reforma legislativa del Código Civil para extender a los cargos públicos y a sus familiares la incapacidad para suceder a usuarios de Servicios Públicos bajo cuya autoridad se encuentren.

miércoles, 6 de abril de 2022

¿Feijoy?

Tras la enorme decepción producida por Pablo Casado y su entorno no solo ya entre los votantes sino entre la propia militancia popular, este fin de semana los compromisarios del Partido Popular han elegido a Alberto Núñez Feijóo  como nuevo Presidente de dicha formación política casi por aclamación, “Presidente subito”. Todo parece indicar que Núñez Feijóo tiene claro cómo quiere dirigir el PP, cómo tiene qué marcar el territorio electoral de los populares y cuáles son sus prioridades para llegar a la Moncloa.

 

Sin embargo, da la sensación de que quiere hacer tabla rasa con el pasado y que ni tan siquiera se plantea corregir algunos errores de enorme calado. No habría que olvidar que en 2011 Mariano Rajoy logró una amplia mayoría electoral que se tradujo en 186 diputados en el Congreso, es decir, una holgada mayoría absoluta. Sin embargo, el PP pasó en cuatro años de 186 diputados a 123 en la siguiente cita electoral, es decir, que se dejó en el camino 63 escaños, casi un tercio. La era Rajoy fundó la fragmentación del centro derecha español. En 2015, buena parte de los votantes del PP votaron a Ciudadanos y a partir de 2019 la fuga de votantes populares se escindió en dos, hacia Ciudadanos y hacia Vox. En 2011, Rajoy heredó una España arruinada y su prioridad fue la recuperación económica. El Partido Popular centró sus esfuerzos en la economía y dejó a un lado muchos compromisos electorales y demandas políticas de su electorado tales como la regeneración democrática, el Plan Hidrológico Nacional, la derogación de la Ley de Memoria Histórica, de la de la Ley de Violencia de Género y de tantos y tantos asuntos de calado ideológico que imposibilitaban a muchos votantes tradicionales identificarse con la acción de su gobierno. A lo que hay que añadir una incompetente respuesta a la corrupción. Es más, cualquier discrepancia interna respecto a la política de su gobierno fue respondida con una amable invitación a salir del PP. Era como si para el PP existiese una imposibilidad de hacer política y de gestionar la crisis económica a la vez.

 

Los datos electorales están ahí:


ELECCIONES GENERALES.

 

 

2011

2015

2016

2019 Abril

2019 Nov.

PP

44,63 %

28,71 %

33,01 %

16,69 %

20,81 %

C’s

 

12,67 %

13,06 %

15,86 %

6,80 %

Vox

 

0,23 %

 

10,26 %

15,08 %

Total centro derecha

44,63 %

41,61 %

46,07 %

42,81 %

42,70 + 0,41 de NS = 43,10 %

 

En 2011 el PP aglutinaba todo el voto del centro derecha con el 44 % de los votos y en 4 años de gobierno perdió, a pesar de los buenos resultados económicos, un 16 % de los votos que fueron a parar en su mayoría a Ciudadanos, un partido que representaba una voluntad regeneradora y una voluntad clara y decidida de enfrentarse al desafío separatista catalán. En 2016 el centro derecha cosechó los mejores resultados de su historia con un 46 % de los votos y, sin embargo, la división del voto impidió que la suma de PP y C’s alcanzase la sobrada mayoría absoluta que habrían alcanzado de haber concurrido en coalición electoral. Y a partir de 2019 se inicia una nueva etapa con la división del centro derecha en tres opciones obteniendo el PP los peores resultados de su historia. No obstante, el voto del centro derecha sigue oscilando desde 2011 en una horquilla que va desde el 41,61 % al 46,07 %, es decir, que tiene a su alcance la posibilidad de lograr una mayoría suficiente para apartar del poder a la actual, compuesta por socialista, comunistas, separatistas y herederos de la ETA. Y para ello es imprescindible recuperar la unidad de acción electoral, es decir concurrir juntos a las elecciones generales. Esa debería ser la prioridad de los líderes del PP, Vox, y Ciudadanos. Es una cuestión de generosidad y, por supuesto, de patriotismo.

 

Sin embargo, parece que Feijóo está dispuesto a encarar su asalto a La Moncloa con la misma estrategia que Rajoy llevó a cabo con su gobierno: centrarse en la recuperación económica y olvidarse de los que el Congreso recientemente celebrado ha calificado como “política líquida” y “debates vacíos”, es lo que él mismo define como “política para adultos”. Señalan que el Partido Popular no va a perder en tiempo en cuestiones ideológicas de género, tipos de familia, "falso patriotismo" o sobre un modelo de Estado fijado por la Constitución lo que significa que este PP va a dejar ese terreno libre para Vox lo que constituye, a mi entender, un craso error. Un político de raza, un hombre de estado debe ser capaz de conjugar en su acción de gobierno la gestión de la crisis económica con la política ideológica, con la batalla cultural. De lo contrario, el PP no va a ser capaz de despegar electoralmente porque sus antiguos votantes no se van a identificar con un proyecto político carente de principios y valores ideológicos, aunque esté cargado de excelentes gestores. España es mucho más que una maltrecha economía. España es además razón, sentimiento y corazón.

 

Si el PP quiere volver al poder debe asumir que tiene que hacerlo acompañado mientras siga renunciando a hacer política de verdad. Gobernar no es solo gestionar, gobernar es liderar a la sociedad, es hacer política y guiarla hacia objetivos mucho más profundos y duraderos. Asumir la estrategia de Gobierno de Rajoy de 2011 es un tremendo error que solo puede augurar la consolidación de la fragmentación del centro derecha y, por tanto, la permanencia del sanchismo en la Moncloa.

 

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 9 de marzo de 2022

Los marcadores de territorio.

 

Muchas especies animales tienen la costumbre arraigada en su instinto de marcar su territorio con sus deposiciones. La finalidad es evidente, avisar a otros competidores de que ese espacio es suyo y de que, por tanto, no son bienvenidos. Pues bien, parece que  hay algunos políticos que son incapaces de sustraerse a ese instinto atávico y en cuanto son objeto de atención de los focos y de los micrófonos intentan marcar su territorio esparciendo declaraciones que son auténticas deposiciones. Mal ha empezado el amigo Esteban González Pons, diputado del PP en el Parlamento Europeo y presidente del comité organizador del PP, porque una de las primeras cosas que ha hecho ha sido intentar marcar territorio y lo ha hecho ocupándose en calificar a Vox como partido de extrema derecha. Tal cual. No es que haya marcado su territorio, el territorio del PP, proclamando lo que es y representa el Partido Popular, sus principios y propuestas, sino lo que es peor, lo ha hecho asumiendo, sin ningún tipo de rigor intelectual y de análisis, los tópicos de la progresía, lo que evidentemente no desvela nada bueno sobre la capacidad intelectual del susodicho, ni aporta nada interesante a su labor como presidente del comité organizador del próximo congreso de los populares. Quizás podría haber calificado de paso a Podemos como lo que es, extrema izquierda, pero ni aún así se entiende el objetivo de este señalamiento. ¿Piensa el Sr. González Pons que los ciudadanos no sabemos lo que la izquierda nos repite machaconamente sobre Vox? 

 

Si el Sr. González Pons cree que constituye una ineludible obligación de su “cargo” proceder a marcar el territorio electoral del Partido Popular no debería hacerlo mediante el uso de etiquetas adjudicadas a sus vecinos ideológicos, sino identificando claramente los principios y las líneas ideológicas de su propio partido para que luego, a la hora de votar, los ciudadanos no se sientan engañados, como ya ha ocurrido el pasado. Estaría muy bien que los populares señalizasen su territorio explicando a los votantes lo que podrán encontrar en el mismo; estaría francamente bien que nos dijesen si en el mismo vamos a encontrar de nuevo su rendición ante la Ley de Memoria Histórica o, por el contrario, su derogación; si su política fiscal va a ser una réplica de la llevada a cabo por el Sr. Rajoy con las mayores subidas de impuestos de la historia o si, por el contrario, van a volver a la desarrollada por los gobiernos de Aznar; si piensan devolver al hombre la presunción de inocencia o van a mantener intacta, como ya hicieron en el pasado reciente, la vigente Ley de Violencia de género; si tienen en mente adoptar alguna medida para garantizar la igualdad de derechos y obligaciones de los españoles en todo el territorio nacional; si van a hacer posible que en todo el territorio español se pueda elegir estudiar en español o si, por el contrario, van a extender el modelo gallego; podría también decirnos si el PP apuesta por homogeneizar los planes de estudio en España o no, o si va a hacer algo para acabar con el despilfarro autonómico y eliminar las duplicidades. En fin, son tantas las señales o mensajes para identificar de una vez clara y nítidamente el territorio electoral del Partido Popular que no se entiende esa obsesión por marcar el territorio con las etiquetas de sus vecinos.

 

Porque, una vez más, se olvida algo fundamental y es que los votantes de Vox lo eran antes del Partido Popular y, digo yo, que algo harían mal en el PP para que más de 4 millones de electores les dieran la espalda. Y cabe poca duda de que esos exvotantes del PP no se sienten de ultraderecha, ni sienten que el partido al que ahora votan, Vox, lo sea. La inmensa mayoría se siente demócrata, defiende la Constitución de 1978 y los valores constitucionales, pero también es verdad que la inmensa mayoría ya no se siente representada por el Partido Popular porque o bien les ha traicionado en cuestiones ideológicas o bien porque se ha plegado a lo políticamente correcto. Y si es así ¿a qué esperan los dirigentes populares para hacer una profunda autocrítica y a enmendar los errores que les han llevado a esta situación? ¿por qué no perfilan de una vez un mensaje claro, nítido y sinceramente comprometido con los valores que siempre han dicho defender?

 

Existe lo que Manuel Fraga denominaba una “mayoría natural” que puede y debe ser articulada bajo una misma oferta electoral porque así lo demanda nuestro sistema electoral si lo que se quiere es llegar al gobierno. Y para lograrlo la estrategia tiene que pasar por resaltar los muchos puntos de unión existentes entre las fuerzas de esa mayoría natural que son muchos más que los puntos de discrepancia. Descalificar a los antiguos votantes o resaltar las diferencias es simplemente suicida, es el mejor favor que se puede hacer a los sanchistas y a sus socios de la ultraizquierda.

 

No estamos ante el crepúsculo de las ideologías, sino ante su sustitución por otras fachadas de las mismas. La izquierda actual, revestida con nuevas banderas está logrando imponer una nueva visión social, utiliza todos los recursos públicos disponibles para ir penetrando poco a poco en todos los niveles sociales para imponer su visión y proyecto social que siempre empieza y termina por cercenar las libertades. Y parece mentira que mientras tanto la derecha liberal no se atreva a levantar sus banderas ideológicas y se dedique a hacer el ridículo una vez tras otra. Así nos va.

 

Fdo. Santiago de Munck Loyola

lunes, 21 de febrero de 2022

Qui cum infantibus pernoctat, excrementatus alboreat.

No resulta fácil comprender los motivos o las claves que puedan explicar algo tan absurdo, tan escandaloso, tan ridículo como es la guerra entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso, entre Génova y Sol, una guerra que, larvada durante meses, y pública ahora está dilapidando la herencia, buena o mala, recibida, el crédito y solvencia política de los protagonistas y la confianza de millones de votantes. La impúdica exhibición pública de las armas de los contendientes refleja sin ninguna duda una falta de empatía con sus propios votantes, con los gravísimos problemas de España y con la construcción de una propuesta del centro derecha alternativa al sanchismo y a la ultraizquierda con sus aliados filo etarras y separatistas.

 

Pablo Casado se hizo con la Presidencia del Partido Popular enarbolando la bandera de la regeneración y de la recuperación de los valores tradicionales del PP, asfixiados y sacrificados en la etapa de Rajoy en el altar de la gestión como si fueran incompatibles. Parecía que podía e iba a conectar con la “España de los balcones”, con los votantes populares de siempre que arrinconados y desencantados se estaban marchando hacia Ciudadanos y hacia Vox. Pero en muy poco tiempo se empezó a desmarcar de sus promesas. Olvidó muy pronto que debía prestar atención a la gran masa de votantes no socialistas que una vez lo fueron del PP. 


Se rodeó de un equipo sin gran experiencia profesional, de “chiquilicuatres” que siempre han abundado en el PP y en su factoría de aduladores y veletas que es las NNGG y se embarcó en un camino que a cada paso le alejaba de sus votantes y le acercaba al Ministerio de la Oposición. Mejor agradar a las terminales mediáticas de la izquierda que su potencial electorado.

 

Las mayorías se alcanzan construyendo una gran coalición, una gran alianza con los electores afines. El proceso consiste en detectar las verdaderas necesidades de los potenciales votantes y ofrecerles soluciones creíbles y establecer con ellos lazos afectivos y, para ello, es imprescindible conocerlos y sintonizar con ellos. Sin embargo, Casado y su equipo parece que desde un principio han olvidado quiénes son sus potenciales votantes y no se han preocupado de atender sus aspiraciones. Da la impresión de que han pensado que los potenciales votantes vendrían a ellos porque sí o que lograrían la mayoría electoral suficiente para gobernar por el simple desgaste del adversario político. Y da la casualidad de que la inmensa mayoría de los votantes de Vox o de Ciudadanos antes lo eran del Partido Popular. No se puede insultar constantemente a los votantes de estas formaciones como se ha venido haciendo, porque la ofensa es un obstáculo para recuperar a los antiguos votantes. Decir que el partido de Ortega Lara se mancha con la sangre de las víctimas de ETA es una grave y gratuita ofensa. Negarse a formar gobiernos autonómicos con Vox cuando sabes que tú solo no puedes gobernar es suicida por mucho que agrade a la izquierda mediática. Es decir, el PP de Casado se ha esforzado mucho más en señalar e incluso inventarse diferencias con Vox en lugar de buscar los puntos de unión que están, sobre todo, en la identidad sociológica de los votantes de ambos partidos. Pero es que, además, la práctica histórica avala la permanencia de una tendencia, cuando se gobierna en coalición el grande termina absorbiendo al chico porque es cuando el elector trata de recurrir al voto útil en la siguiente convocatoria.

 

Esta nefasta estrategia se ha visto rematada con una gestión suicida y absolutamente miserable en torno a la Presidente de Madrid, Isabel Díaz Ayuso. No hay una explicación lógica para lo ocurrido. Sería muy simple pensar de que se trata de un asunto de celos políticos por parte del entorno de Casado porque de ser así también lo sería de falta de inteligencia. El tirón electoral de Ayuso y su popularidad solo serían una baza a favor para un líder inteligente, sin complejos y seguro de si mismo. En Génova, el Secretario General, con el consentimiento de Casado, organizó una verdadera caza de brujas, mejor dicho, de la “bruja”, usando medios ilegales. Pero lo que es ya el colmo de la ignominia fue enviar mensajes en noviembre a Mas Madrid y al propio Errejón alertando de la existencia de un posible contrato sospechoso, intentar contratar a agencias de detectives o esgrimir públicamente en la COPE datos confidenciales obtenidos ilegalmente en el Ministerio de Hacienda.  

 

Casado y sobre todo su Secretario General son los responsables directos de una estrategia electoral equivocada y además han demostrado su incapacidad política para gestionar debidamente una crisis gravísima que está fracturando al Partido Popular y ayudando a encubrir los continuos errores del Gobierno de España que pagamos todos los ciudadanos cada vez que encendemos la luz, llenamos el depósito del coche o hacemos la compra. Deben pedir perdón a todos los votantes del PP y deben irse a su casa. El PP necesita una gestora solvente que conduzca al Partido hasta el próximo Congreso de julio, porque su actual directiva está moralmente inhabilitada para llegar a un Congreso con un mínimo de garantías de limpieza y de participación de los afiliados.

 

Santiago de Munck Loyola