Hay que ver, con lo movidita que
ha estado esta legislatura y ahora todos calladitos. No hace nada estábamos todos
alucinados con las jugosas grabaciones que La Sexta emitía, esas refinadas
conversaciones entre la Alcaldesa de Alicante y su amigo la “polla insaciable”,
el capo de la ciudad en las que se hablaba de lo divino (es un decir) y lo
humano, en las que se trataba sobre cómo apañar (¿o era amañar?) el Plan
General de la ciudad, que si pásame un plano, que si me arreglas lo del Rico
Pérez, que si los de Ikea por aquí, que si a ver si me ayudas a cargarme a
Pedro Gea, que si colócame a éste,… ¿Y las fotos? ¡Preciosas! ¡Nivelón el de la
casta política pepera y empresarial de Alicante! Ese bañador, esas gafas de buceo,
esos pijamas andorranos,… Pero ya nadie se acuerda de eso. Nadie quiere hablar.
Hay que ver, con la de titulares
en la prensa que nos hemos desayunado sobre las andanzas judiciales de nuestro
Ayuntamiento y ahora todos calladitos. La Alcaldesa que tiene que salir por la
puerta falsa con varias imputaciones judiciales a cuestas, el Vicealcalde
procesado por el caso Magallanes, el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de
Alicante, Juan Seva, inhabilitado por un juzgado en el marco del caso Lucentum,… ¿Nadie se acuerda ya de las mil filigranas
para que ni Rajoy ni el Rey fueran fotografiados junto a la Alcaldesa? Pues
parece que no, que ya nadie se acuerda de eso. Nadie quiere hablar.
Y hay que ver, con la de noticias
que ha generado la particular manera de “gestionar” el Partido Popular los
millonarios contratos del Ayuntamiento de Alicante y ahora todos calladitos.
Parece que fue hace mucho, mucho tiempo cuando se hablaba de las adjudicaciones
millonarias a las empresas participadas del amigote del PP, “la polla
Insaciable”, limpieza viaria, recogida de residuos, limpieza de colegios, el
cementerio, obras públicas, aparcamientos… y no, no fue hace tanto tiempo, ha
sido durante estos últimos años cuando el nombre de Alicante se ha asociado en
toda España a la palabra corrupción. Pero parece que ya nadie se acuerda de
eso. Nadie quiere hablar.
Toda esta montaña de suciedad y
podredumbre ha sido posible porque los concejales que estaban en el
Ayuntamiento lo han consentido, porque no han tenido ni la decencia, ni la
valentía de alzar su voz y decir ¡Basta! Y, ahora, hay que recordarlo y
recordar a los votantes que cinco de ellos siguen en las listas del Partido
Popular. Un partido cuyo Presidente y cuyo Secretario Provincial lo han
tolerado, consentido y propiciado. Baste recordar que cuando la Alcaldesa fue
imputada, el Secretario Provincial del PP, ese profesional de la política, el
Sr. JJ Zaplana, fue presto a presidir una cena de homenaje que dicha señora se
organizó. Y los vecinos, los votantes deben saber que ese Presidente
complaciente con estas políticas va ahora de número 3 en la lista municipal del
PP de Alicante.
Parece evidente que existe un
pacto de silencio entre el PP y el PSOE (los tentáculos de ciertos poderes
empresariales son muy largos) para que no se recuerde ni se hable de eso. Pacto
al que se han debido sumar encantados los recién llegados de Ciudadanos, bien
porque su candidato era militante del PSOE hasta hace dos meses, bien porque
traten de guardar la ropa para ver con quien pacta.
¿Y la prensa? Un misterio. Algo
pasa porque “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante” es la única opción
netamente alicantina que concurre a las próximas elecciones municipales y cuyos
miembros, además, han sido especialmente beligerantes contra la corrupción. Se
ignora precisamente a los que queremos que se hable de esto, a los que exigimos
debates para poner los puntos sobre las íes, debates para desenmascarar a los
farsantes que ahora se visten de lagarteranas y para poner encima de la mesa
medidas regeneradoras.
Todo parece indicar que hay un
pacto de silencio vergonzante y los votantes tienen que saberlo. Con este pacto
puede que consigan que no se vea, ni se oiga la corrupción, pero el hedor
persistirá.
Santiago de Munck Loyola