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jueves, 22 de junio de 2017

Rocafel: estopa para todos.

Sres. políticos del Ayuntamiento de Alicante (PSOE, Compromís y Guaynar Alicante) y de Costas (PP): 
Nos tienes ustedes hartos a los vecinos que vivimos en la zona de Rocafel. Nos tienen cansados de sus mentiras, de sus promesas y, sobre todo, de su incompetencia. Nos tratan como a ciudadanos de tercera o, simplemente, nos ignoran, no nos tratan excepto para enviarnos todos los días la grúa municipal para hacer caja y para cobrarnos puntualmente los impuestos.

Sr. Alcalde de Alicante usted vino a nuestro barrio hace unos meses y comprobó de primera mano el lamentable y asqueroso estado de abandono en el que su administración nos tiene. Sirvan estas imágenes para recordarle algunas cosas que usted vió y olió en nuestro barrio. No estamos hablando ya de imagen y aspecto (tercermundista, por cierto) sino de limpieza, de higiene y de salubridad. 

Su Ayuntamiento sabe bien cobrar impuestos y multas de la grúa, pero a la vista está que ustedes no saben gestionar con justicia ese dinero. Hay que decirlo aunque no le guste, con Sonia Castedo y el PP este barrio estaba mucho más limpio y mejor cuidado. 

Tenemos un enorme aparcamiento que hace años no ha sido barrido en el que permanece la arena arrastrada por el mar que tapa la escasa señalización horizontal hasta el punto de que hay que adivinar donde empieza y acaban las lineas delimitadoras de las plazas de aparcamiento y acertar, por supuesto, so pena de retirada del vehículo y multa porque, eso sí, la grúa hace caja todos los días a las 7 de la mañana. 

La arena acumulada se ha convertido en el perfecto retrete de las decenas de gatos que deambulan por aquí sin control alguno, infestando la zona de pulgas y esparciendo un repugnante olor especialmente reseñable en las épocas de calor. Aqui nadie viene a controlar la enorme colonia de gatos que se encuentra tiñosa, aunque bien alimentada gracias a algunos "amantes de los gatos" que de llevárselos a su casa y proporcionarles cuidados veterinarios, nada de nada. Por cierto ¿no prohiben las ordenanzas municipales alimentar a los gatos en la calle? ¿No dice la ley que los gatos deben estar censados como los perros? Pues nada, en Rocafel la ley de la selva. 

El Ayuntamiento no barre, no limpia, no mantiene la señalización horizontal, no cuida las escasas plantas que sobreviven milagrosamente, no cuida las playas de las calitas, no las señaliza de ninguna forma, no las hace accesibles para los mayores y discapacitados... pero eso sí, nos cobra impuestos como a todos, nos envía a diario la grúa, y se ha preocupado mucho de hacer una playa de lujo para los perros. Pero a nosotros que nos den.

La Policía municipal brilla por su ausencia. En la época estival esta zona se convierte en zona de "guerra". Hay gente que monta tenderetes tipo mercadillo sobre la calzada, junto a la playa, para pasar el día ¿A que no se consiente éso en el Postiguet? Otros toman al asalto la minúscula zona de juegos infantiles, se instalan, comen dentro, se echan la siesta en los bancos o en el propio suelo, se dejan los desperdicios y para casa. Da igual que se llame a la Policía Municipal, no vienen. 

Pero aquí cada uno tiene su responsabilidad. ¿Qué decir de la Dirección Provincial de Costas dirigida por el PP? Lo más suave es que es el perro del hortelano. Estos señores no sólo incumplen sus obligaciones, sino que, además, como algún vecino intente arreglar por su cuenta lo que Costas no arregla se lleva una multa, normalmente de 6.000 euritos. Año tras año, los espigones se van deteriorando, se van acortando y con ello, en cada temporal, el agua entra con más fuerza y se va llevando la arena de las calitas. Cada año hay menos playa, menos espigones, menos camino de acceso para los servicios de emergencia y más mierda por todas partes.

Hay jardineras destrozadas que constituyen un peligro en la zona de Costas. No sólo no las arreglan, sino que además impiden que las comunidades de vecinos puedan hacerlo multando a cualquiera que pretenda suplir la indiferencia, desidia e incompetencia de este organismo parasitario.

Y luego, unos y otros, nos venden periódicamente que quieren y van a hacer un paseo por el litoral que llegue hasta la Albufereta. ¿Un paseo para qué? ¿Para contemplar el abandono y la mierda que la incumpetencia de unos y otros provoca en esta zona habitada por miles de personas? ¡Venga ya! Es suficiente con la imagen que se llevan los más de 50.000 turistas que cada año pernoctan en el Hotel Albahía, en el centro de esta zona de guerra.

Póngase de una vez las pilas, señores políticos. Gánense el sueldo. Y hagan lo que tienen que hacer, servir a los ciudadanos y no servirse de ellos.

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com.es

miércoles, 21 de junio de 2017

La jeta de Pablito.


https://youtu.be/A0RcbgnsYb4
Se te veía venir Pablito. Lo tuyo es mucho discurso tranquilo y mucho odio en guante de terciopelo, muchas palabras y poco curro, mucha moralina de todo a un euro y pocos principios, mucha exhibición mediática con besito en los morros incluido a tu colega Javier Domenech, mucho aplauso a la causa LGTB y ningún escrúpulo en llevártelo crudo del régimen homofóbico iraní, mucho “hay que echar al PP” pero sólo si tú vas en cabeza, mucho feminismo de propaganda barata y rancia pero poco respeto a las mujeres, mucho rasgarte las vestiduras si te mentan la condición de pareja de tu portavoz pero ningún recato a la hora de mentar la condición de pareja de mujeres del PP, mucho pacifismo de panderete y ningún recato para exaltar la violencia contra ¿cómo lo llamabas? ah, sí, un lumpen, pero, vamos, con lo de hoy te has salido, Pablito.

Debes pensar que los ciudadanos somos tontos ¿verdad? O que vale cualquier gilipollez que digas porque te han bendecido los dioses del paraíso comunista bolivariano. Pues no Pablito, la gente merece un mínimo de respeto intelectual y no se puede soltar cualquier majadería esperando, además, recibir un aplauso. Hay que tener una jeta como un piano o ser un sinvergüenza de tomo y lomo, o ambas cosas a la vez para defender en los términos que lo has hecho  a los concejales de Ahora Madrid, de Podemos, imputados por los presuntos delitos de prevaricación y malversación.

Mira Pablito, decir que los dos concejales imputados, Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato, han tenido un “comportamiento ejemplar” y que no deben dimitir, a pesar delo que señala el propio código ético de Podemos, porque “ lo que han hecho Celia y Carlos ha sido investigar la corrupción y precisamente les atacan y denuncian por investigar la corrupción", no es de recibo. Es un ejercicio de cinismo, de hipocresía y de mendacidad de primera clase. Una cosa es segura, no tiene ni puñetera idea de lo que es un “comportamiento ejemplar”. No lo has mamado.

Eres un mentiroso compulsivo: nadie les ha denunciado ni perseguido por “investigar la corrupción”. Chaval, a ver si te enteras. Bueno, lo sabes de sobra. Un juez les ha imputado porque, como no les satisfacían los informes jurídicos de los letrados municipales, pillaron 100.000 euros de los madrileños para encargar a dedo, contraviniendo la ley, dos informes a medida a unos amiguetes que les dieran la razón. Les han imputado, y lo sabes, por pillar la pasta saltándose la Ley para destinarla a fines no legales. Los madrileños ya pagan con sus impuestos los sueldos de los letrados del Ayuntamiento y los sueldos de los órganos de fiscalización municipal que por tres veces les habían dicho por escrito que no existían irregularidades en el Open Madrid. Y, si no estaban satisfechos con esos informes, lo que debían haber hecho es usar el dinero de Podemos para encargar cuantos informes quisieran, pero no hacer que los madrileños pagasen dos veces lo mismo. ¿Te enteras? Claro que sí. Lo sabes de sobra.

Pablito, no nos tomes más por tontos. Aunque ahora seas pura casta ten un mínimo de decencia intelectual con los ciudadanos. No busques excusas tan estúpidas como lo del “comportamiento ejemplar” para justificar que cuando se trata de los tuyos os pasáis por el arco del triunfo las dimisiones que con tanta vehemencia exigís a los demás e, incluso, vuestro propio código ético que, visto lo visto, no vale no como papel higiénico. Los tuyos no dimiten porque no y punto. Anda y que te den.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 18 de junio de 2017

El PSOE constitucionalista ha muerto.


En la misma semana que hemos celebrado el 40 aniversario de las primeras elecciones democráticas en España tras la muerte de Franco que darían lugar a la Constitución de 1978, el PSOE  ha celebrado su 39 Congreso cuyo principal resultado ha sido el de sumarse a los que dan por liquidada a la transición y con ello a la esencia de la propia Constitución. Pedro Sánchez, el candidato socialista con los peores resultados electorales socialistas desde 1977, reelegido por la militancia como Secretario General ha escogido el rumbo que más convenía a su estrategia cortoplacista, construir una alternativa sustentada en los podemitas e independentistas para echar al PP del Gobierno. Y para lograrlo no ha dudado ni un minuto en renunciar a que dicha alternativa vuelva a serlo en solitario el PSOE, ni en renunciar a la herencia constitucionalista del PSOE de la transición ni en asumir el papel de comparsa de una tropa que abarca desde los herederos de los terroristas etarras, pasando por los residuos comunistas hasta los independentistas de toda clase.

Para lograrlo el PSOE de Pedro Sánchez ha asumido las tesis independentistas refrendadas por los podemitas al convertir la estulta definición de España como “Nación de Naciones” o como “Estado plurinacional” en la principal propuesta programática del 39 Congreso Socialista. Tratan de encubrir esta traición a la Constitución y a la Nación española señalando que la soberanía nacional sigue residiendo en el conjunto del pueblo español, pero a ver cómo se puede explicar semejante contradicción. Si hay una Nación, la española, la soberanía nacional reside en el pueblo español. Pero si ya no existe la Nación española, según Pedro Sánchez y su partido, sino un ente plurinacional, es decir, un ente compuesto de varias naciones se deduce que tampoco habrá una única soberanía nacional sino varias soberanías nacionales. La alternativa es clara: o existe la Nación española con su soberanía nacional o existen varias naciones con sus consiguientes soberanías nacionales. Habrá quien piense que el asunto no es importante, que en el fondo da igual, que es una simple cuestión semántica, pero se equivoca.

Y se equivocaron nuestros padres constitucionales al incluir el concepto de “nacionalidad” en el Artículo 2: “La Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles, y reconoce y garantiza el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran y la solidaridad entre todas ellas”. No se puede olvidar que la indisoluble unidad de la Nación española es previa a la Constitución y que ésta es papel mojado si aquella es rota. Al margen de que los constituyentes tuvieron que inventarse un significado nuevo para la palabra nacionalidad concibiéndola como “nación cultural” (Peces Barba o Miguel Roca) lo cierto es que no sirvió para cerrar las vías independentistas, sino todo lo contrario, porque no les satisfizo. Los independentistas, durante décadas disfrazados de nacionalistas más o menos codiciosos, son insaciables y si Pedro Sánchez y su nuevo PSOE piensan que con la España plurinacional van a mitigar sus ambiciones van listos.

Esta frivolidad, por ser suave, socialista es una auténtica traición a la soberanía del pueblo español y supone más munición para la causa independentista en su empeño de destruir España. Es una propuesta innecesaria, peligrosa e irresponsable que de llevarse a cabo, algo realmente difícil si cada Institución del Estado cumple con sus obligaciones, supondría una invitación a la ruptura de la pacífica convivencia entre los españoles. Cuando un partido como el socialista pone en peligro todo el sistema democrático por mezquinos cálculos y estrategias electorales significa que ha tocado fondo porque no se puede caer más bajo.

Hoy se ha publicado un interesante artículo (http://www.esdiario.com/elsemanaldigital/783055703/Espana-nunca-ha-sido-una-Nacion-de-naciones.html ) de Eligio Hernández, ex fiscal General del Estado y militante socialista, y no puedo, por menos, que reproducir sus párrafos finales:


“…Don Juan Negrin, presidente del Gobierno, en noviembre de 1938, con ocasión del Consejo de Ministros celebrado en Pedralbes, que afirmó, según refiere Julián Zugazagoitia: "No estoy haciendo la Guerra contra Franco para que nos retoñe en Barcelona un separatismo estúpido y pueblerino. Estoy haciendo la guerra por España y para España, por su grandeza y para su grandeza. No hay más que una nación: ¡España!. No se puede consentir esta sórdida y persistente campaña separatista y tiene que ser cortada de raíz si se quiere que yo siga dirigiendo la política del Gobierno, que es una política nacional. En punto a la integridad de España soy irreductible y la defenderé de los desafueros de los de adentro”.

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com.es

jueves, 15 de junio de 2017

40 años de una lección histórica.

Hoy, 15 de junio, se cumplen 40 años, ni más ni menos, de las primeras elecciones democráticas tras la muerte de Franco. ¡Cómo pasa el tiempo! Yo tenía entonces 18 años y viví aquella campaña electoral y la jornada de votaciones con una intensidad y emoción increíbles. 

Hice campaña en favor de Alianza Popular, pero fui en compañía de algunos amigos a todos los mítines que pude de otros partidos políticos, del PSOE, UCD, ORT, PT, PSP,... No pude votar por dos razones, por mi edad y por no tener aún la nacionalidad española, pero acudí al Colegio Electoral instalado en el Colegio Padre Poveda de Madrid, junto a mi casa, y observé cómo lo hacía la gente. Alguien me llamó la atención para que me quitase de la camiseta una pegatina de AP.

Nunca olvidaré la ilusión, la curiosidad y la pasión de aquellos días. Al recordarlos ahora siento cierta nostalgia pero también un gran orgullo por haber formado parte y de haber vivido en primera persona un proceso de concordia y reconciliación que muchos ahora desprecian. 

Creo no equivocarme si afirmo que la clase política de entonces tenía mayor altura de miras, más generosidad, más preparación intelectual y patriotismo que la actual. Ojalá que tantos mediocres como hay ahora instalados en las instituciones fueran capaces de aprender algo de aquella generación política. 

Santiago de Munck Loyola
https://santiagodemunck.blogspot.com.es

jueves, 8 de junio de 2017

Occidente morirá de éxito (1).

Nos han declarado la guerra y parece que no hemos terminado de enterarnos. Cada atentado terrorista que se produce en nuestras ciudades es un acto de guerra y, sin embargo, nuestra respuesta como sociedad, como cultura y modo de vida, ni es unánime, ni es eficaz. Ésta no es una guerra convencional, una lucha entre ejércitos y entre estados. Es una guerra declarada expresamente por musulmanes radicales contra cualquier ciudadano inocente. El objetivo de los terroristas no es necesariamente las fuerzas armadas o de seguridad de un estado concreto, sino el ciudadano de a pie, usted o yo, que somos culpables por el simple hecho de estar en un momento dado en el lugar inadecuado. No importa la profesión, la religión, el sexo o la edad de las víctimas.


Después de cada atentado próximo geográfica o culturalmente, porque parece que los que a diario se producen en Irak, Irán o Afganistán nos afectan menos, se enciende una momentánea indignación casi generalizada que se adormece al cabo de una o dos semanas. Indignación, rabia y dolor que nos impulsan a realizar gestos de solidaridad con las víctimas o que provocan que se alcen voces con propuestas radicales para acabar con el terrorismo y poco más. A más dolor más radicalidad.

Imposición de la Sharia en Londres.


Da igual la justificación que los terroristas utilicen en cada caso. No deberíamos ni molestarnos en escucharlas ni en difundirlas porque solo encubren un fanatismo de carácter religioso y cultural. Hoy dicen que nos castigan por Siria, pero antes fue por Afganistán, por Irak, por caricaturizar a su profeta, por ser infieles o por lo que se les antoje en el momento. Y, de igual modo que sus justificaciones deberían ser pasadas por alto, tampoco habría que dar pábulo a quienes entre nosotros tratan de justificar o de encontrar explicaciones sociológicas o políticas detrás de cada atentado terrorista. Nos dicen que en una gran parte de los casos, los terroristas que en estos tiempos siembran el terror pertenecen a la segunda generación de emigrantes musulmanes, criada en guetos, entre falta de oportunidades y marginación, que se han radicalizado y que cargan su odio y frustración contra la sociedad que acogió a sus padres. De los cientos de miles de Españoles hijos de nuestros emigrantes, nacidos en Francia, Bélgica o Alemania, ¿Cuántos se han criado en guetos? ¿Cuántos no se han integrado en la cultura del país de acogida? ¿Cuántos se dedican a cometer atentados? Ninguno ¿por qué? Porque nuestras raíces culturales eran comunes y no necesitaban autoexcluirse en guetos para preservar identidades incompatibles con las sociedades de acogida.

El problema del terrorismo actual es extremadamente complejo y ni hay explicaciones absolutas ni soluciones fáciles. El principal caldo de cultivo del terrorista no está en las condiciones socioeconómicas de su entorno, como se nos quiere hacer creer desde una interpretación materialista, sino en el poso cultural y religioso que les convierte en potenciales receptores de la radicalidad y del fanatismo. La multiculturalidad en las sociedades occidentales es un mito inalcanzable cuando no se sustenta en principios y valores compartidos.

Las sociedades occidentales, abiertas y tolerantes, son el resultado de una larga y dura evolución que atravesó dos momentos cruciales, el renacimiento y la ilustración. Ambos fenómenos supusieron un cambio de los principios y valores que nos permitieron gradualmente construir sociedades y Estados sustentados en un común denominador ideológico aglutinador de la mayoría de los ciudadanos. De la religión común impuesta pasamos a la tolerancia, a la libertad religiosa y desembocamos en la primacía de la Ley civil, inspirada en gran medida en los valores cristianos, sobre la conciencia religiosa. Del soberano ungido por Dios pasamos a la soberanía nacional. De los privilegios de los estamentos pasamos a la igualdad de derechos. De la primacía del varón a la igualdad de sexos. Y así sucesivamente hasta conformar un sustrato común que nos permite nuestro actual modo de vida. Sin embargo, el mayor obstáculo con el mundo musulmán es que éste no ha evolucionado como el mundo de origen judeocristiano. Ni han pasado por un período como el Renacimiento, ni mucho menos como el de la Ilustración. No hay un sustrato común compartido con las sociedades occidentales y, por ello, es francamente difícil que puedan aceptar y, menos aún, defender nuestro modo de vida abierto y tolerante.




Si hay algo que tenemos que tener claro los occidentales es que con la actual evolución demográfica en nuestros países y con la defensa a ultranza del principio democrático, nuestra apertura y tolerancia van a acabar con nuestra sociedad. Nuestros valores y principios pronto serán minoritarios y consiguientemente erradicados por la mayoría que impondrá a sangre y fuego los suyos. Vamos a morir de éxito si no somos capaces de afrontar con decisión soluciones, para algunos, políticamente incorrectas.

Santiago de Munck Loyola

https://santiagodemunck.blogspot.com.es