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viernes, 8 de abril de 2016
martes, 5 de abril de 2016
Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible.
Al día de hoy y tal y como van
las cosas, no podemos saber si antes del próximo 2 de mayo habrá o no acuerdo
de gobierno de la mano del socialista Pedro Sánchez, pero una cosa es segura:
si finalmente hay fumata blanca no será porque hayan prevalecido los principios
políticos, sino más bien los cálculos electorales hechos sobre las previsiones
ante una nueva convocatoria electoral.
Sabemos que el valor de la
palabra de nuestros políticos, de la casta o de la nueva casta, es más bien
escaso. Siempre encuentran algo que justifique sus constantes rectificaciones.
Se han enfrascado en un juego de estrategias en el que lo que hoy se afirma con
aplomo, mañana mismo puede ser matizado o desmentido según reaccionen los otros
participantes en el juego. Basta recordar la evolución dialéctica del podemita
Pablo Iglesias que es capaz sin soltarse la coleta del “yo no formaré parte de un gobierno que yo no presida” al “quiero la vicepresidencia y seis carteras
con Pedro Sánchez de Presidente” y posteriormente al “si mi nombre es un obstáculo renuncio a la vicepresidencia”.
La cuadratura del círculo es uno
de los viejos problemas de las matemáticas y de la geometría sin resolver. Estos
días asistimos a un espectáculo esperpéntico ideado a mayor gloria de su
promotor, el perdedor de las últimas elecciones generales, el Sr. Pedro Sánchez
que pretende construir un gobierno triangular contando tan sólo con dos puntos
posibles sobre el plano del tablero político. El Sr. Sánchez sólo cuenta hasta
ahora con el acuerdo con Ciudadanos, un punto en el tablero. Y si renunciara a
ese acuerdo quizás podría contar con un acuerdo con Podemos, otro punto y
menudo punto del tablero político. Pero lo que le han dicho tanto Ciudadanos como
Podemos, por activa y por pasiva, es que el triángulo amoroso no puede ser, que
es imposible. Ciudadanos afirma de momento que un gobierno con Podemos es
imposible, que ellos no estarían y que, incluso, no estando se opondrían a tal
hipótesis. La negativa de Ciudadanos se irá fortaleciendo además en la medida
que las encuestas le sean favorables para el caso de unas nuevas elecciones.
Podemos, por su parte, le ha pedido al Sr. Sánchez dos cosas básicas: la
vicepresidencia y seis ministerios y que se divorcie de Ciudadanos. Y además
Podemos no va sólo, quiere un gobierno basado en el PSOE, en Podemos y en los
independentistas.
Así que el Sr. Sánchez lo tiene
francamente difícil para hacerse con la Presidencia del Gobierno. Un Gobierno triangular
es imposible de todo punto porque imposible es mezclar el aceite con el agua. Y
un Gobierno con Podemos, con el beneplácito de los independentistas está fuera
de su alcance porque le costaría una rebelión a bordo de su propio barco que ya
está bastante tocado después del batacazo histórico al que le ha conducido el
liderazgo de D. Pedro Sánchez.
Así las cosas, parece evidente
que sólo el miedo a que los ciudadanos volvamos a votar, como si fuese una
enfermedad, estos demócratas y patriotas de boquilla sólo alcanzaran un acuerdo
de gobierno forzados por las expectativas electorales, es decir, a golpe de
encuesta. No nos engañemos, no se trata de responsabilidad porque de serlo así
el Sr. Sánchez ya se habría reunido con el ganador de las elecciones, el Sr.
Rajoy, para explorar la posibilidad de formar un gobierno, aunque fuese a dos
años, que permitiese a España abordar con urgencia temas tan graves e
importantes como el relanzamiento de la recuperación económica, la situación de
los más de 4.100.000 parados, el terrorismo del DAESH, el déficit público o la
crisis de los refugiados por citar sólo algunos de los temas más candentes. El
Sr. Sánchez sigue empeñado en un imposible del mismo modo que el Sr. Rajoy
sigue enrocado en el “no, sin mi” sin querer asumir que él es el principal
responsable de los pésimos resultados electorales del PP el pasado 20 de
diciembre y que, en cualquier democracia avanzada de nuestro entorno, habría
supuesto su inmediata dimisión, al igual que habría ocurrido con el liderazgo
del Sr. Sánchez.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 31 de marzo de 2016
¿Comunidad Autónoma de Alicante? ¿Por qué no?
Cuando se menciona la posibilidad
de que la Provincia de Alicante se constituya en Comunidad Autónoma
uniprovincial no son pocos los que se rasgan las vestiduras y se oponen a esa
idea sin ofrecer argumentos de peso para descartarla. Pero lo más preocupante
es que, al mismo tiempo, son incapaces de presentar alternativas para acabar
con una realidad que es una situación injusta y discriminatoria para los
ciudadanos de la Provincia de Alicante. Plantear que nuestra provincia se
constituya como Comunidad Autónoma no es un acto de victimismo frente a esa
discriminación política, social y económica que, gobierne quien gobierne, se
practica desde Valencia y desde Madrid, sino que es el ejercicio de un derecho
constitucional para la plena autonomía de la gestión de los intereses de los
alicantinos. La autonomía uniprovincial no tiene por qué suponer la ruptura de
vínculos culturales o históricos con la Comunidad Valenciana, pero sí que puede
suponer la recuperación y potenciación de similares vínculos existentes con
otras comunidades vecinas que han sido hasta ahora ignorados desde Valencia.
La propuesta de una Comunidad
Autónoma uniprovincial para Alicante tiene su sustento en los propios
principios que inspiran la organización territorial del Estado en nuestra
Constitución. La descentralización, la autonomía en la gestión, el acercamiento
de los centros de toma de decisiones al ciudadano, la justicia distributiva y
la solidaridad territorial son principios constitucionales cuyo ejercicio no
puede estar constreñido a un modelo concreto que a lo largo de su corta
existencia ha demostrado, y las estadísticas están ahí para demostrarlo, que es
claramente perjudicial para los intereses de los ciudadanos de nuestra
Provincia. Esos mismos principios constitucionales son los que avalan y fundamentan
la legitimidad de la pretensión de constituir una nueva Comunidad Autónoma por
y para la Provincia de Alicante. ¿Por qué no pueden los alicantinos gestionar
sus propios intereses en el marco constitucional sin tener que pasar por
Valencia?
¡Menudo lío! Pensarán algunos.
Otros dirán que lo que sobran son autonomías. Y realmente lo que sobran son
competencias duplicadas o triplicadas, lo que sobra es el despilfarro de los
recursos públicos, lo que sobra es la sustitución del centralismo de Madrid por
el de Valencia. En estos días venimos escuchando cómo algunos partidos pactan
la desaparición de la Diputaciones Provinciales, una de las administraciones
más cercanas a los ciudadanos, lo que en el fondo no es otra cosa que una
involución política, una recentralización de carácter regional. Esa
desaparición de las Diputaciones sería la puntilla para la defensa de los
intereses de nuestra Provincia.
Imaginemos que Alicante se
transforma en Comunidad Autónoma. Los ciudadanos de nuestra Provincia
soportaríamos el peso de una administración menos sobre nuestras cabezas. La
Diputación pasaría a ser el Gobierno Autónomo y absorbería determinadas
competencias que hoy están en manos de la Generalidad Valenciana y podría devolver
al Estado aquellas competencias cuyo coste sea excesivamente gravoso para los
ciudadanos o que supongan un riesgo de quiebra del principio de igualdad entre
todos los españoles. Las decisiones que
nos afectan y que son de competencia autonómica no se tomarían en Valencia,
sino en Alicante. La cercanía política al ciudadano y la descentralización
administrativa serían mucho mayores de lo que son hoy en día. La
racionalización de la distribución de competencias entre el Estado, las
Comunidades Autónomas, las Diputaciones Provinciales y los Ayuntamientos no
puede ni debe pasar por una nueva recentralización en favor de las Comunidades
Autónomas sino por dos ejes básicos: una nueva redistribución de competencias
que favorezca el principio de igualdad de derechos y obligaciones de los
españoles y un fortalecimiento de las administraciones más cercanas al
ciudadano.
España no puede seguir soportando
por mucho tiempo un modelo territorial caro y disgregador como el actual. La
propuesta de constitución de una Comunidad Autónoma para nuestra Provincia
responde, aunque a algunos no les parezca, a la necesidad de dar solución a las
necesidades de los alicantinos desde una estructura más eficiente, más cercana
y más comprometida con la idea de una España moderna, fuerte y plural. La quinta provincia española en población y en PIB tiene la entidad histórica y la capacidad suficientes para asumir esa propuesta. Sólo falta la voluntad de los alicantinos. Y no debemos olvidar que más
Alicante es más España.
Santiago de Munck Loyola
jueves, 17 de marzo de 2016
A los dos jetas del PP de Alicante.
Lo siento. Habrá quien me
llame pesado o cansino por volver sobre el tema, pero cada vez que se publica
una noticia como la de hoy no puedo permanecer callado. La indignación supera a
veces a la prudencia. Hoy, el Diario Información publica una noticia bajo el
siguiente título “El PP de Alicante pide
mano dura con Rita”. Según este diario “los
populares de la provincia se alinean con el sector renovador del partido que
discrepó de Rajoy” y señala que “reclaman la renuncia de la senadora «para
que no perjudique» a la formación. «Los ciudadanos exigen cada vez más que
seamos ejemplares», sostienen. La noticia se acompaña con la foto de varios
dirigentes provinciales del PP entre los que se encuentran el Presidente Provincial
José Ciscar, José Juan Zaplana y Luis Barcala. Pero ¿cómo pueden tener tanta
cara dura? ¿cómo pueden tener tanta jeta política, tanta desfachatez?
Es indignante que precisamente
sujetos como José Ciscar o José Juan Zaplana se atrevan a abrir la boca para
pedir “mano dura” contra Rita Barberá, para apuntarse a la anhelada renovación
del Partido Popular o para hablar de ejemplaridad, cuando lo que tenían que
haber hecho hace tiempo es dimitir e irse a su casa tras haber dejado al PP de
Alicante hecho unos zorros, tras haberlo hundido electoralmente y haberlo
enfangado en el descrédito y la corrupción. ¿De qué ejemplaridad hablan estos
individuos? ¿Fue ejemplar participar en cenas de homenaje a Sonia Castedo
cuando la imputaron? ¿Fue ejemplar pagar con dinero negro a la trama Gürtel tal
y como dice que hizo el Sr. Ciscar el informe de la UDEF? ¿Fue ejemplar que el
PP en muchas localidades de la provincia de Alicante tuviera doble
contabilidad? ¿Es ejemplar que al día de hoy el PP se esté financiando ilegalmente
con el dinero de algunos grupos municipales? ¿Fue ejemplar disolver al PP de la
ciudad de Alicante para colocar en su cúpula a Sonia Castedo sorteando así la
inútil línea roja de Alberto Fabra? ¿Fue ejemplar expulsar a los militantes que
pedían honestidad y más democracia interna? ¿Fue ejemplar, Sr. Ciscar, negarse
a mostrar las cuentas de las campañas electorales a los militantes que por
escrito lo solicitaron? ¿Es ejemplar haber formado parte del equipo de Sonia
Castedo y no haber denunciado nunca ninguna de las actuaciones poco
ejemplarizantes del consistorio Alicantino?
Sr. Ciscar, Sr. Zaplana son
ustedes dos farsantes, dos oportunistas de la peor especie que no saben o no
quieren vivir de otra forma que no sea de la política y que para subsistir son
capaces de vestirse de lagarterana. No tienen ni vergüenza, ni escrúpulos, ni
decencia política. Ustedes no han creído nunca ni en la democracia interna, ni
en la regeneración política, ni en la ejemplaridad. Su trayectoria, sus hechos
lo confirman. Su credibilidad es tan grande como la del Barón de Münchhausen y
si alguien merece “mano dura” en el seno del Partido Popular, sin ninguna duda,
ustedes se llevan la palma. Dimitan, búsquense un curro y dejen de manchar la
política. A Alicante y a su partido le vendría muy bien.
Santiago de Munck Loyola
martes, 15 de marzo de 2016
En Génova lo olían y se taparon la nariz.
Ahora que en Génova parece que algunos se rasgan las vestiduras ante tanta noticia sobre irregularidades en el seno del PPCV, quiero denunciar públicamente que en octubre de 2012 varios militantes del Partido Popular de Alicante remitimos una carta a la Secretaria General, Mª Dolores de Cospedal, en la que denunciábamos lo que hoy es ya una triste realidad: corrupción, despilfarro, nepotismo, falta de democracia interna,... No pueden alegar los dirigentes nacionales sorpresa alguna o desconocimiento. Sencillamente miraron hacia otro lado y la Secretaria General especialmente.
Mª Dolores de Cospedal y su equipo son los principales responsables de lo que ha ocurrido con el PPCV por ignorar las denuncias internas que recibían. Y a poco que se investigue lo del PP de Alicante puede ser igual o peor que lo del PP de Valencia. A continuación reproduzco la carta remitida entonces a Dª Mª Dolores de Cospedal, Secretaria General del Partido Popular, que no tuvo la decencia de responder, al igual que sus colaboradores D. Juan Carlos Vera y D. José María Arribas. Su única preocupación entonces fue silenciar y expulsar a los críticos. He aquí la carta y que cada uno saque sus conclusiones:
A/a Dª Mª Dolores de Cospedal. Secretaria General de Partido Popular.
Estimada Secretaria General:
Los abajo firmantes, afiliados del Partido Popular de la Ciudad de Alicante, queremos a través de la presente trasladarte nuestra profunda preocupación sobre la grave situación del Partido Popular en nuestra Comunidad, nuestra Provincia y nuestra ciudad.
1º Como afiliados del Partido Popular sentimos vergüenza y rechazo ante la continua aparición en los medios de comunicación de noticias denunciando actitudes y hechos presuntamente delictivos protagonizados por muchos cargos públicos del Partido Popular, sin que se haga efectiva la separación de todos los imputados de las responsabilidades públicas que ostentan que sólo en el Grupo Popular de las Cortes Valencianas alcanzan once escaños.
2º Igualmente entendemos que es preciso adoptar de forma urgente medidas para terminar con el pluriempleo de muchos cargos políticos populares algunos de los cuales llegan simultanear hasta más de cuatro cargos públicos en detrimento de la atención que la ciudadanía exige especialmente en esta crisis. Creemos que la ejemplaridad pasa también por la exigencia del principio “una persona, un cargo, una función pública”. No es admisible seguir manteniendo la simultaneidad de tantas alcaldías con actas de diputados autonómicos. Los ciudadanos exigen una dedicación total que resulta incompatible con lo anterior.
3º Creemos que hay que poner límite a la utilización de las instituciones públicas en beneficio de los entornos próximos de los cargos electos (contrataciones, asesores, cargos de confianza,…) desterrando de una vez cualquier sospecha de nepotismo y favoritismo.
4º Reivindicamos la democracia interna y la participación, e igualmente rechazamos el continuo menosprecio a la desinteresada labor y a los derechos de los miles de militantes del Partido Popular de Alicante, utilizados únicamente para labores electorales, y sistemáticamente ignorados a la hora de participar en la política interna del partido. La Junta Local de Alicante ha sido durante años un claro ejemplo de coto cerrado, dominado por grupos y familias, que han hecho y desecho al margen de la militancia y cuyas consecuencias son hoy más que nunca visibles en el Ayuntamiento de la ciudad y en las causas judiciales abiertas.
5º Solicitamos el amparo de nuestros derechos de afiliados y el respeto a los Estatutos del Partido Popular por parte de todos los cargos orgánicos de la estructura territorial y, en especial, de la provincia de Alicante cuyo comité ejecutivo, con el fin de evitar las elecciones a la Presidencia Local de la Ciudad de Alicante, acordó el pasado día 11 del mes de octubre suprimir la Junta Local de la Ciudad y sustituirla por un número indeterminado de distritos. Dicha decisión fue inmediatamente impugnada por varios afiliados sin que, hasta el día de hoy, haya respondido ni el Comité Ejecutivo Provincial, ni el Secretario General del PPCV (se adjuntan copias de las impugnaciones). Más de 600 firmas de afiliados han sido ya recogidas en contra de esta arbitraria decisión que serán remitidas al Comité Nacional de Derechos y Garantías si fuere preciso incoar su intervención.
Por todo lo anterior, Secretaria General, solicitamos tu intervención con el fin de reconducir una situación gravemente perjudicial para la credibilidad y el futuro del proyecto popular en la Comunidad Valenciana y, en especial, para la Provincia de Alicante.
Atentamente, en Alicante a 27 de octubre de 2012.
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