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miércoles, 23 de mayo de 2012

Devolver el voto a los exiliados vascos: una reparación histórica.

Estos días estamos asistiendo al debate abierto por la posibilidad de que los vascos exiliados por culpa de ETA, entre 150.000 y 300.000 según las distintas fuentes, pudieran participar en los procesos electorales que se celebren en su tierra. El anuncio efectuado por el Ministro del interior de que el Gobierno está estudiando esta reforma legislativa, propuesta por el Presidente de los Populares vascos Antonio Basagoiti, ha provocado diferentes reacciones, algunas de ellas muy significativas que han retratado a sus autores, una vez más, a la perfección.

Lo que nadie admite en voz alta es el fondo del asunto y que va mucho más allá de que los exiliados por culpa del terrorismo puedan o no votar. Será seguramente políticamente incorrecto pero el fondo de la cuestión es que la presencia ininterrumpida de la violencia etarra ha generado, entre otras cosas, un déficit de legitimidad de las instituciones vascas. Para que unas instituciones democráticas gocen de legitimidad de origen plena es imprescindible, y en ello coinciden todos los politólogos como Duverger, que se den una serie de requisitos básicos y esenciales de modo que el voto ciudadano pueda ejercerse con total y absoluta normalidad. En las últimas décadas, en el País Vasco, las libertades y derechos fundamentales consustanciales a un estado democrático pleno no se han desplegado con total y absoluta normalidad. Empezando por el derecho a la vida y a la integridad física y moral y siguiendo por el derecho de reunión, la libertad de asociación o de prensa, la libertad para elegir o ser elegido no han sido plenos en los territorios vascos. Las elecciones que se han venido celebrando allí siempre han estado bajo la amenaza de la violencia y la coacción permanente de los etarras y su entorno por lo que las instituciones surgidas de las mismas se han constituido mediante unos resultados electorales que de no haber mediado la violencia hubieran sido distintos. Es un hecho y una evidencia incuestionable, guste o no.

Y a esa situación perturbadora de la vida democrática hay que añadir que los resultados electorales y las instituciones nacidas de los mismos se han realizado con la exclusión de miles de ciudadanos que tuvieron que marcharse por miedo.

Ahora parece que existe en el Partido Popular cierta voluntad de reparar esa injusticia histórica. No obstante, al anuncio del Ministro, ha seguido la rápida matización del portavoz Popular en el Congreso, Alfonso Alonso, aclarando que la propuesta tiene “dificultades técnicas” y que debe ser analizada jurídicamente, por lo que se han convocado unas jornadas de estudio en el Centro de Estudios Políticos y Constitucionales. Por su parte, desde UPyD, Carlos Martínez Gorriarán ha interpretado la iniciativa como una "cortina de humo" del Ejecutivo y ve esta propuesta "de difícil solución constitucional" porque, según él, en propiedad en España no existen exiliados y la disminución del censo electoral en Euskadi puede obedecer a muchos otros factores que no tengan nada ver con la presión de ETA.

Pero, como siempre, los que se han vuelto a retratar con precisión son los del PNV. El PNV ha trasladado a Europa este debate. Los nacionalistas quieren que la Comisión Europea dictamine si esta propuesta es factible dentro de los estándares de la UE. Consideran que esta medida daría “lugar a un votante con doble derecho a voto inédita en el panorama jurídico europeo”, e indican que la reforma propuesta por Fernández Díaz “se basa en un concepto, como el de las personas que han abandonado el País Vasco por la presión terrorista, imposible de objetivar desde una perspectiva material y en consecuencia jurídica”.       

Claro que al considerar el recelo de los nacionalistas vascos a que se devuelvan los derechos políticos y civiles a los vascos expulsados de su territorio por la violencia etarra, no queda más remedio que recordar la frase de Arzalluz: “Unos sacuden el árbol, pero sin romperlo, para que caigan las nueces, y otros las recogen para repartirlas”. Y no es difícil adivinar quién ha estado sacudiendo el árbol y quién ha estado recogiendo las nueces para repartirlas, reparto que con el voto de los exiliados podría variar sustancialmente.

Por muchas dificultades técnicas y jurídicas que pudieran plantearse, lo cierto es que son perfectamente salvables. Hoy se puede devolver el voto a quienes se han visto injustamente privados de ello y hay mecanismos legales y técnicos para hacerlo, además con absolutas garantías para su ejercicio libre y secreto. Es una cuestión de justicia y de voluntad política. Lo que no puede el Partido Popular es esperar el más mínimo respaldo de quienes han estado repartiendo las nueces durante todos estos años.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 13 de enero de 2012

Otegui y Hitler en la misma categoría.

El Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua ofrece sobre la palabra absurdo, da las siguientes definiciones:
(Del lat. absurdus).
1. adj. Contrario y opuesto a la razón; que no tiene sentido. (Usado también como sustantivo).
2. adj. Extravagante, irregular.
3. adj. Chocante, contradictorio.
4. m. Dicho o hecho irracional, arbitrario o disparatado.

Y es ésta la palabra que me viene a la mente al enterarme de algunos acontecimientos o al escuchar algunas de las noticias de actualidad difundidas por los medios de comunicación. Vivimos en una sociedad y en un mundo plagado de absurdos, de situaciones contrarias y opuestas a la razón, que no tienen sentido, que son extravagantes, irregulares, chocantes y contradictorias.

Durante décadas el mundo ha estado dividido en dos grandes bloques enfrentados y en el seno de la confrontación subyacía, como causa última justificativa de la misma, diferentes concepciones sobre la forma de organizar las relaciones económicas y el alcance de las libertades públicas. Dicho de otra forma y simplificando, en un bloque se defendían las libertades incluida la de explotar económicamente a los semejantes y, en el otro, primaba la defensa de los explotados quienes teóricamente administraban también las libertades públicas. Millones de seres humanos murieron en este período a causa de este enfrentamiento. Cada bloque intentaba imponer sus posiciones a lo largo y ancho del mundo.

Hoy, del segundo bloque, el comunista, sobreviven poco más de tres estados y uno de ellos es el estado chino. Y lo absurdo es que la República Popular China, con un 1.333.000.000 de habitantes, último gran exponente del comunismo es uno de los mayores bastiones de la explotación económica entre seres humanos. Conviven allí ejemplos de inmensas fortunas con niveles de extrema pobreza ampliamente extendida. Es decir, que en nombre de la igualdad, de la justicia proletaria y del anticapitalismo, 1.333 millones de seres humanos sufren las consecuencias de un sistema económico explotador, capitalista, y sin los más esenciales derechos políticos y libertades públicas. Absurdo ¿no?

Y qué decir ya del régimen de Corea del Norte, otro de los supervivientes del mundo comunista. Allí, la economía sigue fiel a los cánones estalinistas con la consecuencia de hambrunas y miseria. Pero el régimen coreano se identifica además por ser una “monarquía semidivina” comunista. En este reducto del materialismo histórico, “los cielos” se alegraron el día que nació su actual líder y presidente, Kim Jong-un, uno de los pocos “gorditos” que habita en aquellas lejanas tierras. La proletaria igualdad entre los seres humanos tiene una excepción, la jefatura del estado, que se hereda de padre a hijo en este paraíso comunista. Absurdo ¿no?

Sin ir tan lejos uno puede toparse con muchos otros absurdos, algunos más relevantes y significativos que otros. Circula por ahí la iniciativa de unos cuantos descerebrados, con no sé qué RH, para solicitar la concesión del Premio Nobel de la Paz al terrorista Arnaldo Otegui.

Para los promotores de semejante idea, el hecho de que este individuos forme parte de una organización responsable del asesinato de cientos de ciudadanos españoles no es “óbice, obstáculo o valladar infranqueable” para elevarle a la misma categoría que a la de la Madre Teresa de Calcuta o de Martin Luther King. Claro que puestos a recordar absurdos ya hubo en 1934 un diputado sueco al que se le ocurrió proponer para el mismo galardón a Adolf Hitler, iniciativa que evidentemente no prosperó.

Para no caer en lo absurdo, bueno será que la iniciativa a favor de Otegui también se quede en una propuesta frustrada, como la de Hitler, y permanezcan los dos consecuentemente en la misma categoría.

La verdad es que este mundo está lleno de absurdos y no tenemos que irnos muy lejos para observarlos.

Santiago de Munck Loyola.

jueves, 3 de noviembre de 2011

¿Por qué ofende a los cabrones, Sra. Juez?

"¡Pobre mujer! ¡Y encima se ríen estos cabrones!". Esta frase se le ha escapado a la juez de la Audiencia Nacional Ángela Murillo durante el juicio contra el exjefe de ETA, Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', acusado del asesinato el 14 de julio de 2001, después de que le colocaran una bomba lapa en su furgoneta, del concejal de UPN en Leitza (Navarra), José Javier Múgica. Parece que la Sra. Juez no se ha enterado de las últimas noticias sobre la ETA. ¡Muy mal, Sra. Juez! Casi todo el mundillo político y social anda festejando el último comunicado de la banda y usted en Babia.

¿Acaso no ha escuchado al insigne experto en política y fogones, Sr. Arguillano? Pero, si está muy clarito, mujer, que los de ETA ya no van a matar ¡palabrita del Niño Jesús! Y cada pueblo tiene derecho a decidir su destino. Sí, cada pueblo, como lo oye. Lo dicen los de ETA también en su comunicado. Hay algún problemilla para delimitar qué se entiende por cada pueblo porque no está claro si hay que incluir a los que se han tenido que marchar del País Vasco o se puede prescindir de ellos, al igual que se prescinde de los que han sufrido en carne propia y de modo irreversible los efectos colaterales del “conflicto armado”. Pero, en fin, si Arguiñano lo tiene claro y con fundamento para qué molestarse en hacer análisis sobre las soluciones a este tema. Él tiene la receta y la comparte con los ilustres mediadores internacionales que nos han visitado y nos han dicho lo que hay que hacer. No, no se preocupe Sra. Juez, que lo tienen muy clarito: lo de las voluntad emanada de las urnas no cuenta, no. Cuenta mucho más la voluntad humeante surgida de los 9 mm parabellum y de las bombas lapa. ¿Cómo se va a comparar a la hora de decidir el futuro la autoridad y prestigio moral de los asesinos de inocentes que las de las víctimas y el resto de los ciudadanos?

Y si se ha perdido las magistrales declaraciones del indocumentado cocinero, ahí tiene las del nacionalista Durán y Lérida que dirigiéndose a las víctimas les ha dicho que no es hora de venganza, sino de generosidad. Es normal que este señor confunda venganza con justicia que para eso milita donde milita, pero que su opinión sea secretamente compartida por muchos debería ser preocupante.

En fin, Sra. Juez, que debería haberse enterado de que ahora las cosas son diferentes, que hay que situar en el mismo plano a víctimas y verdugos. ¿Acaso tampoco ha escuchado al Sr. Urkullu? Vaya por Dios. Dése cuenta que los familiares de los etarras sufren muchísimo porque a veces tienen que recorrer muchos kilómetros para visitar en las prisiones a sus angelitos y se han dado casos, fíjese, de que se han producido accidentes en los desplazamientos. ¿Y de quién es culpa, eh? Pues del “conflicto armado” que el represor estado español se obstina en mantener. Ni más, ni menos. Los familiares y amigos de los angelitos etarras son víctimas por culpa del estado represor que encierra a sus criaturitas, esas que se suelen mear encima cuando las detienen, por haberse visto obligadas a matar niños en casas cuartel, a funcionarios, a periodistas, a jubilados o a cualquiera que se haya hecho acreedor de la justicia de los valientes gudaris.

¿Cómo ha podido Sra. Juez llamar cabrón a este angelito “Txapote”? Este “valiente” gudari que descerrajó un tiro en la nuca a un indefenso y maniatado Miguel Ángel Blanco o a Gregorio Ordóñez, Fernando Múgica, José Antonio Santamaría, José Manuel Olarte, Alfonso Morcillo, Enrique Nieto, Francisco Arratibel, Juan José Baeza, Tomás Caballero, José Luis Caso, José Ignacio Iruretagoyena, Francisco Javier Gómez Elosegi o Manuel Zamarreño entre otros, no es un cabrón, no. Es algo mucho peor e incalificable al igual que los que le apoyen y jalean con sus votos. Sinceramente, Sra. Juez, no comprendo su actitud. ¿Qué le han hecho a usted todos los cabrones de este país para que usted les ofenda de esta manera tan cruel situándoles al mismo nivel que esta alimaña?

Santiago de Munck Loyola

jueves, 20 de octubre de 2011

La ETA sigue.

Ojalá se pudiera decir otra cosa del comunicado de hoy de la banda terrorista, pero a la vista del mismo no es posible hacerlo. Ojalá pudiera decirse que la ETA ha desaparecido pero no es éso lo que anuncia este comunicado. El anuncio de un “cese definitivo de la actividad armada” está siendo interpretado como el final de la ETA confundiendo un anhelo generalizado con la realidad textual de dicho anuncio. El 22 de marzo de 2006, la ETA anunció un “alto el fuego permanente” y después del mismo volvió a matar. Del “alto el fuego permanente” se pasa ahora al “cese definitivo de la actividad armada” y no es una variedad al azar o casual de los términos empleados. La banda asesina siempre ha medido muy bien las palabras empleadas en cada uno de sus comunicados. En el comunicado de hoy lo que se anuncia no significa que ETA vaya o quiera desaparecer porque, si se tratase de comunicar ese hecho, la organización terrorista habría anunciado simple y llanamente su disolución y la entrega de las armas. Es evidente que si la ETA no anuncia su disolución es porque desea seguir existiendo y si la ETA no anuncia la entrega de las armas es porque las guarda para poder a volver a usarlas si ello conviene a sus intereses. Tampoco puede pasarse por alto la dosificación estratégica que la ETA hace de sus comunicados y, vista la coincidencia con la proximidad de un proceso electoral, parece deducirse que la finalidad del mismo es volver a allanar el camino político a sus ramas políticas para su acceso a un nuevo nivel de las instituciones del Estado. Relacionar como hace la organización terrorista en su comunicado el “cese definitivo de su actividad armada” con exigencias tales como el reconocimiento a Euskal Herría o el llamamiento a que los gobiernos español y francés negocien la agenda que ETA exige plantea serias dudas sobre la auténtica finalidad y el verdadero alcance de dicho comunicado.

Es tan sencillo y tan claro que resulta preocupante la alegría de muchos dirigentes políticos a la hora de valorar este comunicado. Se equivoca el Presidente del Gobierno al hablar de un “triunfo definitivo y sin condiciones” sobre los terroristas. Tiene razones el Presidente para ser optimista pues posiblemente la banda esté más débil que nunca gracias a la actuación de las Fuerzas de Seguridad del Estado, pero de ahí a hablar de un triunfo definitivo sobre los terroristas hay todavía un largo trecho.

El triunfo definitivo sólo llegará cuando la ETA sea disuelta o aniquilada. Cuando la organización terrorista anuncie su disolución y entregue las armas. Y mientras eso no ocurra no habrá triunfo definitivo de los demócratas. Y no hay que olvidar que, si se habla de triunfo, hay que hablar de vencedores y de vencidos y que éstos últimos no pueden ser equiparados, en modo alguno, con los primeros. Las víctimas del terrorismo merecen el reconocimiento general, la solidaridad del conjunto de la sociedad, dignidad y justicia. No podemos olvidar que nuestro régimen de libertades está en deuda con todas las víctimas de los etarras.

Santiago de Munck Loyola




martes, 18 de octubre de 2011

La “conferencia” de paz: quid prodest?

Resulta asombroso comprobar la disparidad de criterios existentes entre las fuerzas democráticas a la hora de valorar la iniciativa y los resultados de esa llamada “conferencia” de paz celebrada este fin de semana en San Sebastián. Que existan criterios contrapuestos entre demócratas y el entorno etarra sobre la misma sería lo normal y lo saludable; que existan valoraciones contrapuestas entre partidos nacionalistas y partidos nacionales también lo sería (no hay que olvidar la frase de Arzallus “ETA sacude las ramas y nosotros recogemos los frutos”); pero que estas valoraciones totalmente contrapuestas se produzcan entre los partidos parlamentarios nacionales ya no lo es tanto.

Hay quien ve en este acto propagandístico del entorno etarra indicios de una solución al impropiamente denominado “conflicto”, es decir, del terrorismo. Puede que se trate de una visión “buenista” que desea, más que otra cosa, creer que algo ha cambiado y que se puede llegar a una paz negociada. O puede que se trate, simplemente, de una identificación con los planteamientos de los etarras que, en definitiva, legitima el uso de la violencia para alcanzar objetivos políticos prescindiendo, por tanto, del alcance y significado del estado de derecho. Sea cual sea la causa lo cierto es que produce una coincidencia con el entorno etarra y con sus fines que debería, al margen de estrategias partidistas, promover una reflexión profunda sobre el acierto o error de esa actitud para conseguir la paz.

Se diga lo que se diga nada ha cambiado en el panorama político vasco. Bueno, algo sí ha cambiado; la ETA ha conseguido un triunfo propagandístico de proporciones internacionales y las víctimas de los terroristas y los demócratas una humillación más.

Los cinco puntos de ETA, debidamente filtrados y edulcorados por la conferencia y sus invitados estelares, no contienen novedad alguna respecto a lo que ya se conocía sobre los objetivos de la organización terrorista. No se condena la violencia, no se anuncia una disolución de la banda armada y no se pide perdón a las víctimas. En el comunicado leído se requiere a dos estados democráticos para que se sienten a negociar lo que los asesinos quieren que se negocie. Y en un alarde delirante de cinismo se equipara a las víctimas de los terroristas con los propios terroristas y sus familiares. Las víctimas de los terroristas y sus familias han sufrido y sufren porque unos desalmados así lo han decidido para imponer unos objetivos al margen de la ley. Los terroristas y su entorno sufren, si es que han sido condenados por la justicia, porque voluntariamente han decidido quebrantar la ley asesinando, mutilando, robando o extorsionando. La diferencia moral y ética ante ambos sufrimientos es clara y evidente y los intentos de equiparación emanados de esta declaración son repugnantes.

Habrá quien no lo vea así por convencimiento o por interés, pero se trata de una posición irreconciliable desde principios éticos mínimos. La paz no se puede conseguir desde la abdicación de los principios básicos de un estado de derecho o desde la renuncia a su defensa. La paz no se puede conseguir a cualquier precio y menos aún cuando los objetivos políticos de los terroristas y sus cómplices o beneficiarios se pueden alcanzar a través de las instituciones democráticas.

Quid prodest? ¿A quién beneficia esta conferencia? ¿A las víctimas? ¿Al estado de derecho? ¿A la democracia? No, a ninguna de estas partes. Beneficia a la ETA y a su entorno, no nos engañemos. No beneficia a nadie más. El diálogo con los terroristas sólo sirve para legitimar su violencia porque demuestra que a más dolor y daño causado más fácil es obtener del estado lo que se quiere. El diálogo con la ETA y su entorno es abrir la puerta a que nuevas manifestaciones de violencia puedan producirse. Si unos pueden ¿por qué no cualquiera?

Santiago de Munck Loyola


jueves, 13 de octubre de 2011

Negociación política con la ETA = traición.

España goza de un régimen de libertades como nunca ha tenido. Nuestro sistema democrático, con sus defectos que indudablemente los tiene, es uno de los más avanzados del mundo. Los derechos humanos y las libertades públicas están garantizados como nunca lo han estado a lo largo de la historia española. Todas las libertades políticas tienen su amparo en nuestra Constitución. Cualquier posición política, incluso aquellas que buscan de destrucción de la propia Constitución o de la Nación española, puede ser públicamente defendida y puede concurrir en las elecciones democráticas que se celebran. Los independentistas participan en las convocatorias electorales y reciben el respaldo electoral que todos conocemos. Bien es cierto que estas afirmaciones pueden aplicarse al conjunto de la sociedad española sin reservas y que en el País Vasco, al menos sobre el papel, también lo son. Subrayo lo de “sobre el papel” porque teóricamente y con la Ley en la mano en las provincias vascas rigen los mismos principios y normas democráticas que en el resto de España, pero, lo cierto, es que la democracia en el País Vasco no es del todo real pues, como todo el mundo conoce, la realidad diaria es que allí las libertades públicas están condicionadas por el clima de temor que la existencia de los pistoleros y asesinos de la ETA impone a determinados ciudadanos. Sería absurdo proclamar sin matices que en el País vasco hay plenas libertades públicas cuando más de 200.000 ciudadanos vascos han tenido que exiliarse por miedo a perder la vida, cuando la libertad de prensa está limitada o cuando la gente no puede expresar públicamente sus simpatías políticas. Son los etarras y su red de simpatizantes, la izquierda abertzale, los que precisamente pisotean las libertades públicas. Hay un déficit de legitimidad en las instituciones vascas y eso es un hecho más que evidente.

Y, en este contexto, esta izquierda nacionalista y antidemocrática ha convocado esa farsa  denominada pomposamente como la "Conferencia Internacional para promover la resolución del conflicto en el País Vasco" que se reunirá el próximo lunes en la Casa de la Paz de San Sebastián. Esta farsa contará con la presencia de mediadores internacionales elegidos por la ETA, con políticos vascos y lo que es más sorprendente con la presencia de representantes del PSOE. Este bodrio teatral tiene dos objetivos claros: lavar la cara al mundo proetarra de cara a las elecciones generales y, en su caso, poder diseñar una especie de final pactado entre víctimas y sicarios, todo ello sin que los asesinos se apeen ni un milímetro de sus reivindicaciones políticas, sin rendirse entregando las armas y sin pedir perdón a los centenares de víctimas inocentes que han causado en estos años.

Hay quien piensa que hay que negociar con los asesinos para que dejen de matar y parece que la única razón para ello es que estos tipos han asesinado a mucha gente durante mucho tiempo. Es decir, que se trata de una cuestión de cantidad. Negociar con ellos supone legitimar el uso de la fuerza y de la violencia asesina. Es reconocer que cuanta más violencia se ejerza contra la sociedad democrática más oportunidades hay de que el estado se siente a negociar con los asesinos. Ni más, ni menos. Si el Grapo hubiese seguido operativo matando, torturando, robando y secuestrando ¿también habría que negociar con ellos?

En un país como el nuestro, donde cualquier opción política goza de todas las libertades públicas posibles para captar el apoyo popular en las urnas, resulta inadmisible aceptar que, quienes han escogido la vía de las armas en lugar de la de las urnas para reivindicar sus ideas políticas, pueden negociar con el Estado esas mismas ideas. Si éste va a ser el resultado final de la estrategia de ETA ¿para qué y por qué ha muerto tanta gente?

Aquí no puede haber un empate entre los asesinos y la sociedad española. Resultaría indecente de todo punto. Aquí sólo puede ganar la democracia, el estado de derecho y las víctimas. Y lo que no sea así huele a traición.

Santiago de Munck Loyola.

domingo, 2 de octubre de 2011

El acuerdo de Guernica: un documento firmado con manos manchadas de sangre inocente.

Hace una semana, los presos de la ETA, se adhirieron al llamado Acuerdo de Guernica, un documento suscrito hace ya un año por la Izquierda Abertzale, EA, Aralar, AB, Alternatiba, LAB... y así hasta treinta agentes políticos, sindicales y sociales del País Vasco. El documento es más de lo mismo, las viejas reivindicaciones etarras aderezadas con frases grandilocuentes. La visión paranoica de unos colectivos que reivindican derechos políticos, ya existentes, y beneficios para los asesinos y sus cómplices.

El domingo pasado, los presos de la ETA suscribieron este documento que entre otras cosas reclama la amnistía para ellos, como si aquí no hubiese pasado nada, como si se tratase de hacer “borrón y cuenta nueva” aún por encima de los centenares de víctimas que su paranoia ha generado estos años.

Y, he aquí, que el colectivo de presos etarras no ha encontrado representante más digno para firmar en su nombre este panfleto que el infanticida Jon Aguirre Aguiriano, el asesino en 1981 del niño de 13 años José María Piris. Este tipejo, excelente representante de lo que la ETA significa, como bien recuerda hoy el Diario El Mundo, observó desde una ventana próxima como aquel niño, junto con dos amigos, se acercaron a la bomba que había dejado para un Guardia Civil y no hizo absolutamente nada para impedirlo, no avisó a los niños y dejó que les explotara. Este valiente “gudari” de alcantarilla ni siquiera ha pedido perdón por su hazaña a la familia del niño asesinado ni a los otros niños heridos. Hoy se pasea libremente, recibe una pensión del estado, es objeto de felicitaciones y homenajes y firma pomposas y huecas declaraciones en nombre de los presos de la mafia etarra. Y tan execrable es él como quienes le jalean. Ésa es la verdadera naturaleza de este mundo de paranoicos y bandoleros independentistas.

Para que no se olvide, para que todo aquel que tenga la desgracia de encontrarse con este sujeto pueda reconocerlo, aquí dejo la foto de este individuo.























Santiago de Munck Loyola

lunes, 27 de junio de 2011

Eta en los Ayuntamientos Vascos.

Los primeros pasos que la coalición Bildu está dando en los Ayuntamientos en los que ha logrado hacerse con las alcaldías están demostrando, como muchos nos temíamos, que se trata de un simple disfraz de la organización terrorista Batasuna. Las primeras medidas que los bildubatasunos están tomando son una excelente representación de que nada ha cambiado, de que se trata de los mismos perros con diferente collar. Están escenificando con escrupulosa exactitud todos los gestos, símbolos y guiños propios de la izquierda terrorista vasca. Han empezado por incumplir sin pudor alguno la legislación vigente al retirar los retratos del Jefe del Estado de los salones de Plenos y al arriar la bandera de España de las casas consistoriales. Por cierto, ¿a qué esperan los fiscales para actuar? Igualmente y como aviso para navegantes han prohibido la entrada en los Ayuntamientos de los escoltas de los concejales amenazados por ETA  y han retirado los arcos de seguridad para detección de metales. Cualquiera puede entrar ahora en esos Ayuntamientos con una pistola bajo la chaqueta o con una granada en el bolso. Claro que habrá quien piense que de nada valen esas medidas de seguridad estando ya ETA dentro de los edificios. A ello hay que añadir la petición del acercamiento de los presos terroristas y la retirada de las Fuerzas de Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas españolas del territorio vasco, al mismo tiempo que el candidato Rubalcaba se plantea la posibilidad de reducir el tamaño del ya exiguo ejército español. Y en medio de este negro y sombrío panorama se alzan voces reclamando una “solución” para el “problema” de los presos de ETA. ¿Una solución? ¿Una solución para unos asesinos que ni siquiera están arrepentidos? ¿Una solución para estos chulos de barrio y cobardes asesinos que se hacen sus necesidades encima cuando los detienen? ¿Y qué “solución” hay para el “problema” de sus víctimas?

Por si no fuera poco con todo lo anterior, además hay que añadir el problema generado con la Presidencia de Bildu de la Diputación Foral de Guipúzcoa. Gracias a la obtención de esa Diputación, Bildu – Batasuna – ETA dispone ahora de los datos fiscales de todos los españoles, incluidos los 250.000 exiliados vascos por las amenazas de ETA.

¡Sí señor! A esto se le llama hacer las cosas bien. La hoja de ruta trazada en las negociaciones con ETA que con tanta vehemencia negaron los dirigentes socialistas casualmente se ha cumplido. El Sr. Zapatero, su gobierno y su partido son los responsables de que los etarras hayan vuelto a las instituciones seudodemocráticas del País Vasco. Ellos y los miembros del Tribunal constitucional Pascual Sala, Eugeni Gay, Pablo Pérez Tremps, Elisa Pérez Vera, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega, presuntos autores de un delito de prevaricación según la querella presentada contra ellos por varias organizaciones sociales.

Hoy el Ministro de Justicia advierte públicamente que si Bildu no cumple la Ley, la justicia deberá actuar. ¿Por qué se hace el tonto el Ministro? ¿Acaso no ha visto ya cómo están incumpliendo la Ley los bildubatasunos? ¿O es que no le han dado permiso para verlo?

Un poco de seriedad, por favor.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 9 de mayo de 2011

EL PARTIDO POPULAR ADEMÁS DE CORNUDO, APALEADO.

La decisión del Tribunal Constitucional de revocar la sentencia del Tribunal Supremo por la que se impedía a Bildu (la nueva marca electoral de ETA) participar en las elecciones ha constituido un auténtico mazazo para quienes se oponen rotundamente a ceder un milímetro ante la banda terrorista.

El Tribunal Constitucional ha terminado por perder cualquier atisbo de credibilidad como institución encargada de garantizar la supremacía de la Constitución española. Su composición, establecida mediante reparto entre los dos grandes partidos, obedece a la lógica partidista más que a una estructura democrática de la justicia, es decir, a una decisión democrática de los componentes del poder judicial. Su funcionamiento obedece igualmente a razones de oportunidad política más que a una estricta aplicación de criterios y valoraciones de índole jurídica, habiéndose finalmente convertido en una cuarta instancia del poder judicial que no guarda relación con los principios de profesionalidad imperantes en la totalidad de los órganos jurisdiccionales.

Su decisión de primar el derecho de los terroristas y de sus amigos a presentarse a unas elecciones municipales sobre el derecho de los ciudadanos a la vida y a su integridad física y moral supone, sin ninguna duda, poner en peligro a miles de potenciales objetivos de la banda asesina ETA.

La pasividad del Partido Popular, cómplice del anormal funcionamiento de esta Institución, ante esta repugnante sentencia no puede ser dejada pasar por alto. Las encomiables palabras al respecto del ex Presidente Aznar o de Esperanza Aguirre no son suficientes. Hace falta una actuación concreta y contundente de la dirección nacional del Partido Popular para responder a esta infamia y dar así satisfacción a los demócratas y a las víctimas.

Porque no se ha tratado de una decisión jurídica e independiente de un Tribunal, no. Se ha tratado de una decisión política adoptada exclusivamente por los magistrados nombrados por el PSOE. Es evidente que cuando el Sr. Zapatero pedía hace unos días al Sr. Urkullu tranquilidad hasta que el Tribunal Constitucional se pronunciase es porque ya estaban dictadas las instrucciones pertinentes a los dóciles magistrados socialistas. Y el que quiera pensar o decir otra cosa que lo haga, pero a nadie va a engañar. El guión pactado con ETA se ha cumplido.

El Partido Popular debe mover ficha y debería romper el pacto que en el País Vasco mantiene con quienes deseaban y han apoyado e impulsado esta decisión, los socialistas. Ya que era tan aficionado el Sr. Basagoiti a las metáforas matrimoniales cuando negociaba con los socialistas debería recordar el dicho “además de cornudos apaleados”. Y eso es exactamente como está quedando el Partido Popular. Mantener un pacto portando semejantes “cuernos” sería una indignidad política igual o mayor que la de apoyar esta sentencia.

Santiago de Munck Loyola


sábado, 7 de mayo de 2011

UNA SENTENCIA HISTÓRICAMENTE VOMITIVA.

Ocurrió lo que tenía que ocurrir en un país en el que la justicia, en su más alta instancia, está politizada o más bien podrida por la partitocracia. El guión que al parecer había pactado el gobierno socialista con ETA se ha cumplido, tal y como predijo hace meses Jaime Mayor Oreja y tal y como se deducía de las famosas actas de ETA, cuya veracidad, es de suponer, no será nuevamente puesta en duda.
Demostrado ha quedado que ETA había diseñado una estrategia para estar presente en las instituciones municipales. Demostrado ha quedado que los batasunos son etarras en labores de activismo político y social. Demostrado está también que en las listas de Bildu, junto a personas no terroristas, se han situado muchos batasunos, muchos etarras. Demostrado está entonces que en las listas de Bildu hay etarras.

La infame decisión del Tribunal Constitucional no es comprensible desde una óptica de estricta observancia jurídica ni desde una perspectiva ética o moral. En el fondo el Tribunal Constitucional ha optado por la supremacía del Art. 23.2 de la Constitución “…tienen derecho a acceder en condiciones de igualdad a las funciones y cargos públicos, con los requisitos que señalen las Leyes” sobre el Art. 15 del mismo cuerpo legal “todos tienen derecho a la vida y a la integridad física y moral, sin que, en ningún caso, puedan ser sometidos a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes. Queda abolida la pena de muerte, salvo lo que puedan disponer las Leyes penales militares para tiempos de guerra”. El derecho de los asesinos y sus cómplices a presentarse a las elecciones frente el derecho de todos a la vida y a la integridad física y moral. Ni más, ni menos. Y el Tribunal Constitucional ha elegido proteger el derecho de los primeros.

A partir de hoy, los asesinos y sus cómplices dispondrán de los censos electorales con los nombres y domicilios de todos los ciudadanos, recibirán dinero público por presentarse y, en caso de resultar elegidos, podrán gestionar unos 225 millones de euros con lo que ello implica.

Los “buenistas” llevan días diciendo que es bueno que se presenten a las elecciones, que hay que integrar a esta gente en las instituciones, que hay que dar una oportunidad a la paz y más simplezas del mismo calibre. ¡Qué flaca memoria la suya! Deberían repasar las hemerotecas y comprobar que cuando Batasuna ha estado en los Ayuntamientos, ETA ha matado, robado y extorsionado más. Y que cuando Batasuna ha salido de los mismos, la actividad de ETA ha decrecido radicalmente. Ahí están los datos, compruébenlos y si después de hacerlo siguen pensando lo mismo es que son necios o algo peor.

La paz no puede llegar por la vía de los acuerdos y concesiones a los asesinos. La paz sólo puede llegar con la victoria de las víctimas y del Estado. Aquí debe haber vencedores y vencidos y entre éstos todos los terroristas y sus cómplices.
                
Sabemos los nombres de los autores de esta vomitiva sentencia: Pascual Sala, Eugeni Gay, Pablo Pérez Tremps, Elisa Pérez Vera, Adela Asúa y Luis Ignacio Ortega. Sabemos el nombre del partido impulsor de esta decisión: PSOE. Aún no sabemos el nombre de la próxima víctima de ETA y ojala tardemos mucho en saberlo pero, sin duda, sabemos quienes están ayudando, voluntaria o involuntariamente, a la organización terrorista.
Santiago de Munck Loyola


martes, 3 de mayo de 2011

BILDU FUERA DE JUEGO, DE MOMENTO.

Finalmente, el Tribunal Supremo, la Sala del 61, ha dictado una sentencia respaldada por 9 de los 16 magistrados que la componen por la que se impide la presencia de Bildu en las próximas elecciones municipales del 22 de mayo.

En dicha resolución se pone de manifiesto que se considera probado que la coalición de Eusko Alkartasuna y Alternatiba "se ha erigido como un cauce simulado y fraudulento para soslayar la ilegalización judicial del brazo político de ETA y así permitir el acceso de Batasuna/ETA a las instituciones representativas". Igualmente se resalta en la misma que se trata de evitar que los “meros testaferros de ETA” puedan acceder a información como los censos electorales y luego, en condición de electos, tomar posesión de sus cargos y "establecer una línea de gobierno favorecedora de los fines terroristas de ETA".

En definitiva, puro sentido común y absoluta sensatez. Los detractores de esta sentencia esgrimen la posible vulneración de los derechos políticos de Eusko Alkartasuna, un partido legal, pero como bien señala la sentencia:

“Ciertamente, esta anulación se proyecta asimismo sobre la actividad de partidos políticos no ilegalizados, como Eusko alkartasuna y Alternatiba; ahora bien, si así acaece no será más que consecuencia de los propios actos y decisiones de dichos partidos y de la jurídicamente errónea determinación de su estrategia, pues si fueron estos partidos –a través de sus órganos de gobierno- quienes optaron por acudir al proceso electoral junto con Batasuna aun conociendo su ilegalización judicial, e incluso cedieron a Batasuna la mayor parte de las candidaturas y los primeros puestos en ellas, habrán de cargar con las consecuencias de una opción como esa, que no puede encontrar amparo en Derecho.” Es decir, Eusko Alkartasuna, sabía perfectamente a lo que se arriesgaba al coalicionarse con los etarras/batasunos y ha perdido.

Ahora, si los etarras de Bildu recurren, que lo harán, será el Tribunal Constitucional el que deba decir la última palabra, pero deberá hacerlo sobre supuestos jurídicos diferentes al los del Tribunal Supremo.

Con esta sentencia se pone de manifiesto que en nuestra democracia caben todas las opciones políticas democráticas, pueden concurrir a los comicios opciones incluso separatistas pero no pueden hacerlo quienes forman parte de una organización terrorista que, tal y como ya ha sido demostrado, usan las instituciones municipales y sus presupuestos públicos (más de 225 millones de euros anuales) al servicio de esa misma organización terrorista. Durante años los pro-etarras, o etarras a secas, han estado en los ayuntamientos y los han puesto al servicio de la banda terrorista financiando actividades y ejerciendo un estalinista control sobre la población poniendo la diana sobre cualquier vecino no afín.

Diga lo que diga el Sr. Elorza y demás individuos de similar catadura lo cierto es que la presencia de los batasunos en las instituciones democráticas no ha servido para avanzar ni un solo paso hacia la paz en el País Vasco. Y defender el derecho de los batasunos a participar en las elecciones es avalar la estrategia de ETA. Es posible que quienes así piensen no se identifiquen con la violencia etarra pero sí que lo hacen con su estrategia dejando a la democracia desarmada. A los terroristas, ni agua. Y a sus seguidores tampoco. Con la Ley en la mano y con la fortaleza de la superioridad moral que confiere ser el objetivo permanente e indiscriminado de los terroristas. Si quieren participar en las elecciones que entreguen las armas y se disuelvan porque su objetivo, la independencia del País Vasco pueden defenderla y propugnarla perfectamente en las urnas, sin amenazar, sin coaccionar, sin asesinar, sin robar y sin extorsionar a nadie.

Es cierto que en el País Vasco hay un déficit de legitimidad democrática de todas sus instituciones pero sólo es imputable a los violentos que impiden que allí se den las condiciones objetivas que garantizan la existencia de una verdadera democracia.

Sólo toca esperar que el Tribunal Constitucional lo haga bien y defienda nuestra democracia frente a los terroristas y sus jaleadores.

Santiago de Munck Loyola


domingo, 1 de mayo de 2011

NO A BILDU EN LAS ELECCIONES MUNICIPALES.

Batasuna es ETA. Batasuna apoya las candidaturas de Bildu. En las candidaturas de Bildu se han situado candidatos de Batasuna, es decir, de ETA. Si Batasuna volviese a los Ayuntamientos recibiría 400.00.- € aproximadamente en concepto de subvenciones y manejaría presupuestos públicos por un importe aproximado de 225 millones de euros. Resulta incomprensible que gente que se dice demócratas apoyen la vuelta de Batasuna, a través de Bildu, a las instituciones municipales. Además de lo anterior, hay otros motivos para impedir que los batasunos infiltrados en Bildu lleguen a los Ayuntamientos. He aquí algunos motivos:






























Y quedan aún cientos de motivos más.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 10 de enero de 2011

ETA CUMPLE EL GUIÓN.

Estaba cantado y los pronósticos se han cumplido. Ante la proximidad de un nuevo proceso electoral, la organización terrorista ETA anuncia un nuevo alto el fuego, una nueva tregua, de carácter permanente, general y verificable por la comunidad internacional. Que los asesinos dejen de matar, aunque sea temporalmente, siempre es una buena noticia. Otra cosa es la credibilidad que pueda merecer la maniobra de estos mal nacidos y el alcance real de esta tregua.

La autodenominada organización socialista revolucionaria vasca responsable de 948 asesinatos a sangre fría de hombres, mujeres y niños, de decenas de heridos y mutilados, de decenas de secuestros, de extorsiones permanentes a pequeños empresarios, de destrozos callejeros incalculables, de haber extendido el miedo y el terror por todo el tejido de la sociedad vasca, de atentar de forma permanente contra los más elementales derechos humanos dice ahora en su comunicado que hay que dar una solución democrática y justa al secular conflicto político.

La ETA que al igual que la mafia ha hecho de la violencia su única razón de ser, que ha construido un medio de vida perfectamente adecuado para individuos perturbados que se regocijan en el sufrimiento y el dolor ajeno dice ahora que la solución llegará ahora a través de un proceso democrático que tenga la voluntad del pueblo vasco como máxima referencia y el diálogo y la negociación como instrumentos.

“Democrático”, “diálogo” y “negociación” en boca de esos repugnantes asesinos. ¡Qué asco! Es imposible que estos tipos puedan llegar a entender que mientras alguien postule una idea política con un arma en la mano es imposible que haya democracia alguna. Es radicalmente imposible que estos sujetos entiendan que ellos mismos con sus armas, bombas, extorsiones y violencia son el único obstáculo para la supervivencia de la democracia y, por tanto, para la realización plena de la voluntad popular. De hecho, hoy, en el País Vasco no existe una democracia plena debido al ejercicio continuado y sistemático de la violencia de estos “marxistas revolucionarios”. En el País Vasco no se dan desde hace años los requisitos básicos e imprescindibles para que la soberanía popular pueda ser ejercida plenamente por lo que, nos guste o no, las instituciones vascas tienen un déficit de legitimidad a causa de la violencia etarra. Derechos básicos y elementales para la formación de la voluntad popular no pueden ser plenamente ejercidos en las provincias vascas: ni la libertad de expresión, ni la de asociación, ni la de reunión, ni la de residencia, ni el sufragio pasivo, por citar algunos derechos básicos, están plenamente garantizados allí.

Siempre he considerado un tremendo error las diferentes negociaciones iniciadas por los gobiernos españoles con los etarras. Negociar con una banda de delincuentes es otorgar carta de naturaleza a sus actividades delictivas. Por una parte, existen cauces legales y democráticos para que los objetivos políticos de los etarras y quienes les apoyan se desarrollen de forma pacífica y sin violencia. Por otra, negociar es admitir que el ejercicio continuado y sistemático de la violencia sirve para que a uno le atiendan y se negocien propuestas fuera de las instituciones democráticas y es señalar el camino a seguir por quienes deseen imponer sus tesis políticas cuando las urnas no les respalden. Por último, negociar es olvidar a las víctimas y a sus familias en un acto de cobardía absolutamente despreciable.

Hoy sólo puede haber un comunicado aceptable, el de su rendición definitiva, y un gesto incuestionable, la entrega de las armas. Mientras eso no se produzca hay que seguir cerrándoles el paso en las instituciones.

Santiago de Munck Loyola