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miércoles, 6 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
El PPucherazo de Alicante.
Hace
poco más de un año, el 12 de octubre de 2012, periódicos como Las Provincias,
ABC, Información, El País, El Mundo o Crónica Digital se hicieron eco de las
siguientes informaciones:
Que el 11 de octubre de 2012 el Comité
Ejecutivo Provincial de Alicante acordaba disolver la Junta Local de Alicante y
constituir una Comisión Gestora Constituyente, presidida por el secretario
general provincial José Juan Zaplana, con Miguel Zaragoza, como vicepresidente
y con los siguientes vocales: Nino Llorens, Asunción Sánchez Zaplana, Marta
García Romeu, Pablo Sandoval, Mari Angeles Goitia, Arnaldo Martínez, Miguel
Cabeza, Lola Peña, Vicente García, Vicente Cutanda, Juan Manuel Galbis, Vicente
Buades, Diego Menor, José Parrón, Israel Cortés Francisco Sempere Buyolo, Tommy
Duarte, Francisco Maestre, Manuel Maldonado y Juani Maciá.
Y que, habiendo quedado disuelta la
Junta Local, su Presidente, Julio de España, pasaba a ser vocal por designación
directa del presidente provincial, José Císcar, iniciativa que fue aprobada además
por aclamación por los miembros del Comité Provincial..
Hay
que recordar, además, que dichas informaciones no fueron enmendadas o
rectificadas por ningún dirigente popular provincial por lo que todo parece
indicar que eran ciertas. Y a este hecho hay que sumar que la veracidad de las
mismas está ratificada por el testimonio de varios de los asistentes a aquel
Comité Ejecutivo en el que se disolvió, ilegalmente como algunos denunciamos y
por lo que terminamos siendo expulsados del PP, la Junta Local del Partido
Popular de la Ciudad de Alicante
Pero
¡sorpresa! Los afiliados del Partido Popular de Alicante acaban de recibir la
convocatoria para las elecciones de las Juntas de Distritos recientemente
creadas. ¿Y quién firma la convocatoria? Pues nada menos que el “dimitido o
“cesado” ex Presidente de la desaparecida Junta Local del PP de la ciudad de
Alicante, D. Julio de España Moya y lo hace firmando para colmo como Presidente
de la Junta Local de Alicante. Ni más, ni menos. Ilegalidad sobre ilegalidad,
chapuza sobre chapuza. ¿No había cesado D. Julio de España en sus funciones de
Presidente al disolver la Junta Local de Alicante? ¿No había sido sustituida la
Junta Local de Alicante por una Comisión Gestora Constituyente? ¿En qué
quedamos? ¿Se equivocaron todos los medios de comunicación? ¿O más bien se
trata de que quien transmitió los acuerdos de aquel Comité mintió a los medios
de comunicación? ¿No será que teníamos razón los que afirmábamos que el Comité
Provincial carecía de competencias para sustituir una Junta Local por una
gestora y que han rectificado sin reconocer su error? ¿Será ésa la razón por la
que el Secretario Provincial José Juan Zaplana se negaba a entregar copia del
acta de aquella sesión del Comité Provincial?
Sea
como fuere es evidente que todo este proceso huele francamente mal, huele a
podrido desde el primer día. Ya sabemos para qué se ha montado toda esta
comedia, para eludir la regeneración del PP, para sortear la línea roja del
Presidente Fabra y para que Alicante no cuente con un Partido Popular fuerte. La
vulneración de los Estatutos del Partido Popular está siendo sistemática y está
muy claro quiénes son los responsables. Alguien ha mentido y está mintiendo a
los medios de comunicación y a los propios afiliados. Si D. Julio de España
firma esta convocatoria electoral como Presidente de la Junta Local de Alicante,
porque milagrosamente esta Junta sigue existiendo, también está infringiendo
las normas del Partido Popular porque en ese caso determinan que deberían
celebrarse elecciones a la propia Junta Local y después a las Juntas de
Distrito. En el Partido Popular las elecciones internas se desarrollan de
arriba abajo, es decir, primero se renuevan los órganos superiores y en último
lugar los más pequeños. Y si, por el contrario, D. Julio de España ha firmado
la convocatoria electoral como Presidente de una Junta Local inexistente podría
estar incurriendo en algo mucho más grave, en un posible ilícito penal. No
obstante, en cualquiera de los dos casos serán ahora los Tribunales los
encargados de dilucidar la cuestión y de exigir las responsabilidades a que
hubiere lugar.
Al
hilo de todo esto se pueden plantear dos reflexiones. En primer lugar, la
incomprensible actitud de muchos miembros del Comité Provincial que son
plenamente conscientes de esta tremenda chapuza jurídica y electoral, y así lo
manifiestan en privado, pero que permanecen callados y sumisos, quizás a la
espera de alguna migaja de poder o quizás simplemente porque prefieren seguir
instalados en la comodidad. Y no es eso lo que se espera de personas con
conciencia, íntegras y con vocación política de auténtico servicio a unos
valores y a una sociedad. Y, en segundo lugar, lo que supone para los
ciudadanos en general el hecho de que quienes son capaces de cometer estas
chapuzas jurídicas y tropelías antidemocráticas, y quienes con su sumisión y
cómplice silencio las consienten, ostenten en muchos casos responsabilidades de
gobierno en diferentes administraciones públicas. No es posible dejar de
plantearse que si es así como gestionan su propia casa, qué no serán capaces de
hacer cuando gestionen otras. ¡Qué peligro!
Santiago
de Munck Loyola
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democracia interna,
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Jose Juan Zaplana,
Julio de España,
PP ciudad Alicante,
regeneración democrática
domingo, 3 de noviembre de 2013
Rivas: La izquierdona sigue cabalgando (sin carnet).
Todo sigue igual e
incluso peor. Con el paso del tiempo, los viejos hábitos, los vicios políticos
y las conductas cuasifeudales de los señoritos de la izquierdona ripense no
sólo no se suavizan, sino que se consolidan y acrecientan. El Ayuntamiento es
suyo y la calle es suya. A su histórico sentido patrimonialista de las
instituciones se ha sumado, con el paso del tiempo, una profunda confusión entre
lo público y lo privado. La macedonia rojiverde ripense no admite objeción o
enmienda. La “gauche divine” nunca se equivoca y ¡ay! de quien lo dude, lo
lleva claro y si se trata del líder de la oposición será sometido a
linchamiento plenario, como le acaba ocurrir, al actual portavoz popular por
atreverse a pedir la dimisión de un concejal comunista sorprendido conduciendo
el coche sin carnet que hace unos meses se le había retirado por conducir superando
las tasas de alcohol permitidas.
D. José Manuel Castro
Fernández, concejal de Izquierda Unida y secretario de organización del PCE
ripense, fue multado hace unos meses por conducir mientras superaba la tasa de
alcoholemia permitida. La sanción que se le impuso, además de la
correspondiente multa económica, fue la retirada del carné de conducir. Hace
unos días, fue sorprendido por la Policía Local circulando sin carnet, hecho
por el que deberá comparecer en juicio el 4 de noviembre, ya que ello podría
ser constitutivo de otro delito contra la seguridad vial (conducir ebrio ya lo
es), previsto y sancionado en el artículo 384 del Código Penal con penas de
entre 12 y 24 meses de cárcel. Parece que no era la primera vez que conducía
sin carnet según fuentes populares que aseguran que muchos vecinos denunciaron
esta circunstancia en Internet “haciendo una campaña de denuncia en Twitter con
el hashtag #PonleFreno”.
Pero, claro, estamos
hablando de Rivas-Vaciamadrid y de la conducta de un dirigente de la
izquierdona ripense. Si se tratase de otro municipio y de otra ideología no
habría duda alguna del camino a seguir: la dimisión de interesado y, en caso de
resistencia, un escrache, una marea burdeos o cualquier “manifa” al uso para
poner de patitas en la calle al antisocial edil. Pues no, en Rivas no. Según el
Portavoz de IU, Pedro del Cura, lo primer que hay que hacer es esperar a que se
celebre el juicio, a que haya una condena y que ésta sea firme. O sea que eso
de pedir la dimisión de cualquier político por hechos que están sub iudice solo
se puede hacer cuando se trata de políticos de derechas. Ya sabe que la presunción
de inocencia es relativa, sólo es aplicable cuando el sospechoso es de
izquierdas y que en los demás casos es una tontería. ¿Responsabilidad política?
Otra estupidez si el sospechoso es de izquierdas. En Rivas solo hay
responsabilidad política si hay responsabilidad penal previa o, en su caso, si
el acusado no es de los suyos. Y rizando el rizo, según los portavoces de la
izquierdona ripense, conducir bajos los efectos del alcohol o sin carnet es un
asunto privado que nada tiene que ver con la actividad política y, por tanto,
no se deben exigir responsabilidades políticas. Claro, como no habremos caído
en ello, la calle “es suya” también, ¿habrán privatizado las calles? ¿Poner en
peligro los bienes y la integridad física de terceros es un asunto privado?
Así las cosas ¿qué era
lo procedente? Pues lo de siempre en Rivas. Dar la vuelta a la tortilla y
“linchar” políticamente a quien se atreve a afearles una conducta que en
cualquier otro sitio sería inaceptable. Y es lo que hicieron en el Pleno del
Ayuntamiento en el que se debatía la moción popular reprobando al edil
comunista: centrar el debate en la poca ética de los populares por pedir la
reprobación del concejal comunista, por no esperar a que hubiese una sentencia
firme y por cuestionar una conducta “privada” de un cargo público comunista. Lo
de siempre. No es la primera vez. Que, como consecuencia de las llamadas de los
vecinos, se pilla a un médico de la izquierdona sustrayendo material médico a
altas horas de la madrugada del centro de salud, no pasa nada, desaparece el
informe policial y se lincha al portavoz del PP por cuestionar ese
comportamiento. Que se vulnera la Ley de incompatibilidades y se otorgan
contratos millonarios a la cónyuge de un ex cargo de confianza, no pasa nada,
se lincha al portavoz del pp que lo denuncia. Que se procesa a un Concejal de
IU por presuntos delitos de prevaricación y contra el Medio ambiente, no pasa
nada, se impone la omertà y la subvencionada y dócil prensa local la acata.
Hay cosas que no
cambian y tantos años de poder han ido perpetuando los peores hábitos políticos
imaginables. La ejemplaridad, la transparencia, la austeridad y la democracia
real son lejanos conceptos para una izquierdona convencida de estar en posesión
de la verdad absoluta y destinada a impartir credenciales democráticas en su
entorno. Si hay un sitio donde de verdad sea imprescindible una profunda
regeneración democrática es en Rivas – Vaciamadrid porque el mal olor, lejos de
extinguirse, se acrecienta año tras año.
Santiago de Munck Loyola
viernes, 1 de noviembre de 2013
Las "apuntaladas" elecciones del PP de la ciudad de Alicante.
Reproduzco aquí la información publicada el 31 de octubre de 2013 en el Diario El Mundo, edición de Alicante, en el que se pone de manifiesto lo que algunos veníamos vaticinando y denunciando: que las elecciones internas del PP de la ciudad de Alicante son un fraude político y democrático, un montaje para que en el fondo nada cambie, para que el partido en el ciudad siga controlado, es decir, muerto e inactivo, por la Alcaldesa, Sonia Castedo, y sus peones - concejales, bien directamente o a través de parientes. Una vez más, el nepotismo, el amiguismo y la sumisión servirán para que la regeneración democrática se una simple utopía. El Presidente Provincial, Ciscar, y su Secretario, Zaplana, han liquidado cualquier posibilidad de celebrar unas elecciones modélicas, limpias y transparente. No les interesa un Partido Popular en Alicante fuerte y renovado que pueda poner en evidencia sus sucios y caducos hábitos políticos. Al que sobra lo eliminan y punto.
jueves, 31 de octubre de 2013
Ciscar liquida la regeneración del PP.
La dirección provincial popular
de Alicante acaba de convocar las elecciones internas a la Presidencia de las recientemente
creadas cinco Juntas de Distrito de la ciudad de Alicante. Con ello se pretende
culminar un proceso electoral desarrollado de espaldas a los afiliados e
iniciado hace más de un año con la supresión ilegal de la Junta Local de la ciudad de
Alicante que se ha saldado, entre otras cosas, con la expulsión de quienes lo
hemos venido cuestionando. No se trata de un asunto menor, tras ese cambio de
estructura organizativa del Partido Popular de la ciudad de Alicante se
esconden importantes cuestiones de fondo que tienen que ver con la democracia
interna y con la regeneración democrática de un partido profundamente
necesitado de las mismas.
Los ilustres vecinos de Teulada y
San Vicente, Sres. Ciscar y Zaplana respectivamente, decidieron que los
afiliados de la ciudad de Alicante ni siquiera debían opinar sobre cómo se
debía organizar el partido en la ciudad y acordaron suprimir la Junta Local de la ciudad,
sustituirla por cinco Juntas de Distrito e inventarse un nuevo órgano, el
Consejo de Dirección, coordinado por la Alcaldesa de Alicante. Es decir, que los
afiliados alicantinos pasarían a ser afiliados de segunda comparados con los de
las demás localidades de la
Provincia. Y ¿por qué han retorcido de esta manera los
propios Estatutos del PP creando este engendro? ¿Por qué este fraude político y
electoral? Pues hay varias razones.
De todos es conocido que la Junta Local del PP no
funcionaba desde hace muchos años y que la democracia interna brillaba por su
ausencia como lo demuestra el hecho de que no se celebrasen elecciones internas
desde hace 8 años o que los afiliados careciesen de cauces de participación. La
inexistente organización local solo era unas siglas, un coto cerrado de reparto
de puestos y prebendas entre grupos y “familias”. La nueva dirección
provincial, en lugar de optar por abrir un proceso electoral limpio, abierto,
transparente y participativo, optó por cortar el paso a cualquier alternativa
interna regeneradora nacida de las bases con el fin de seguir controlando el
dinero de los militantes alicantinos, de impedir que el PP alicantino pudiera
resurgir fuerte y renovado haciendo sombra al provincial y, sobre todo, de
controlar a la militancia para perpetuar los viejos hábitos. Pero, conseguidos
estos objetivos, existe uno aún más importante y que tiene que ver con la
famosa línea roja trazada por el Presidente Fabra según la cual ningún político
imputado puede optar a cargos orgánicos del PP. Nada impide estatutariamente
que Sonia Castedo, pese a estar imputada por diversos delitos, pudiera optar a
presidir el PP de la ciudad. Hoy por hoy, ella goza de toda la presunción de
inocencia y no tiene limitados sus derechos políticos. Lo impide una directriz,
no una norma, del Presidente Fabra que pocos se atreven a cuestionar
públicamente, pero que José Ciscar y su equipo han decidido sortear para
conseguir que, sin ser elegida por los afiliados, Sonia Castedo se sitúe en la
cúpula de los PP’s de la ciudad de Alicante.
Para lograrlo se han inventado un
Consejo de Dirección de los cinco distritos que será coordinado casualmente por
quien ostente la Alcaldía
de Alicante, o sea, Sonia Castedo. Confunden así el partido con el Ayuntamiento,
resucitando prácticas totalitarias, sacrifican los derechos políticos de los
afiliados a la situación procesal de la Alcaldesa y propinan una sonora bofetada a las
directrices del Presidente Fabra, a la democracia interna y a la imprescindible
regeneración democrática de una organización cuyos sacrificados militantes no
se merecen tanto desprecio y manipulación como la que están haciendo gala
algunos dirigentes provinciales. Ahora se comprende que el Secretario
Provincial presidiera una cena de homenaje a la Alcaldesa tras ser
imputada, que se reuniera con ella para “apuntalar” el proceso electoral
interno, que se haya perseguido a los militantes que han reivindicado más
ejemplaridad, más honradez y más democracia y que el Presidente Provincial,
José Ciscar, declarase el 1 de octubre que Sonia Castedo seguía siendo la mejor
candidata popular a la
Alcaldía de Alicante. Con dirigentes así, el PP alicantino no
necesita adversarios. Algunos recogerán muy pronto lo que están sembrando y desgraciadamente
lo veremos en las urnas.
Santiago de Munck Loyola
Presidente del Foro Esperanza
Popular
– Movimiento de Bases de
Alicante.
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miércoles, 30 de octubre de 2013
martes, 29 de octubre de 2013
Admitida a trámite la demanda por incumplimiento de Estatutos contra el Comité Ejecutivo Provincial del PP de Alicante.
29-X-2013
NOTA DE PRENSA.
El
25 de octubre de 2013, el Juzgado de Instrucción nº 7 de Alicante ha dictado un
Decreto mediante el cual admite a trámite la demanda presentada por varios
afiliados del Partido Popular de Alicante, miembros todos de la Asociación Foro
Esperanza Popular – Movimiento de Bases, contra el Comité Ejecutivo Provincial
del Partido Popular de Alicante por la adopción del acuerdo de supresión del la Junta Local del PP de la ciudad
de Alicante y la creación de Juntas de Distrito vulnerando los Estatutos
Nacionales del Partido Popular. Igualmente, en la demanda presentada, cuya
documentación adjunta también ha sido admitida, los militantes populares
solicitan del juzgado que anule dichos acuerdos, que declara contraria a
derecho las actuaciones del Secretario Provincial usurpando funciones
estatutarias y que se suspenda cautelarmente la celebración de elecciones internas
hasta que no sea dilucidada la legalidad de las actuaciones del Comité
Ejecutivo Popular.
A
este respecto, Santiago de Munck, uno de los demandantes ha señalado que
“resulta lamentable que ante las continuas vulneraciones de los derechos de los
afiliados tutelados por la Ley
de Partidos Políticos y por los propios Estatutos del PP, los afiliados tengan
que acudir a la Justicia
a causa de la pasividad, cuando no complicidad, de los órganos internos que
deberían garantizar y tutelar esos derechos vulnerados por la Dirección Provincial
de Alicante. Seguramente no será ésta la última demanda porque otras
vulneraciones, como la negativa a de la Dirección Provincial
a rendir y a mostrar la contabilidad a los afiliados o a librar certificaciones
de los acuerdos que adopta también deberán ser depuradas ante la Justicia ”.
lunes, 28 de octubre de 2013
Va siendo hora de decir ¡ya está bien!
Hoy
nadie puede negar que el número de ciudadanos que considera a los políticos y a
los partidos políticos como un problema sigue creciendo. La desafección
ciudadana, la desconfianza hacia la clase política sigue creciendo día a día y
lamentablemente se traducirá, lo veremos pronto, en un incremento de la
abstención en la próxima convocatoria electoral. La profunda recesión a la que
nos ha conducido la clase dirigente española y los numerosos casos de
corrupción que inundan los titulares de los medios de comunicación se asocian
inevitablemente con los políticos, con los partidos políticos y con las propias
instituciones. Y del mismo modo que es peligroso e injusto generalizar estas
percepciones y meter a todos en el mismo saco también puede ser muy peligroso
ignorar estos síntomas, confiar en que una aún lejana recuperación económica
borrará estos recuerdos y no atajar las causas de fondo que originan este
malestar ciudadano. Nuestro sistema está enfermo y así lo indica la fiebre, la
desafección ciudadana, que poco a poco va aumentando. Si el paciente no obtiene
un diagnóstico certero y un tratamiento adecuado es imposible prever hacia
donde evolucionará.
Somos
los ciudadanos, cada uno de nosotros, los responsables de hacer que las cosas
cambien, de que la política recupere el noble sentido y la alta finalidad que
le corresponde y de que, en consecuencia, nuestra sociedad recupere el vigor y
la energía suficiente para ofrecer un futuro mejor a sus integrantes. Los ciudadanos
no podemos quedarnos con la sensación de que todo da igual, de que no hay nada
que hacer, de que todos son iguales y de que lo único que sirve es el “sálvese
el que pueda”. La resignación, la sensación de impotencia o la indiferencia
sólo sirven para que nada cambie, para avalar cualquier desmán, para que sigan
los mismos, bajo unas siglas u otras, usurpando el noble concepto de la
política y del servicio público como coartada de sus intereses particulares. La
desafección y la desconfianza hacia esta clase dirigente política, económica o
sindical no deben servir para alejarnos a los ciudadanos del objetivo de
trabajar para transformar y mejorar nuestra sociedad, nuestro entorno más
próximo. Todo lo contrario, podemos y debemos cambiar las cosas porque siempre
hay alternativas, hay muchas y distintas maneras de hacer las cosas. En muchas
ocasiones hemos escuchado de uno y otro lado que no había alternativas
económicas, que solo había un camino para salir de una u otra crisis y la
experiencia nos ha demostrado, una y otra vez, que era falso. Han terminado por
convertir a la Política en la esclava de la economía y de tanto señalarnos con
el dedo el PIB o la prima de riesgo no vemos la ruina de nuestro vecino o el
deterioro de nuestro Centro de Salud. La macroeconomía ha eclipsado a la
microeconomía y la contabilidad nacional a las personas.
Va
siendo hora de que los ciudadanos, además de indignarnos, además de desconfiar
de una clase dirigente que no ha sabido estar a la altura de las circunstancia
y que no está dispuesta a perder sus privilegios, digamos ¡ya está bien! y
actuemos. No bastan los lamentos, si queremos que las cosas cambien de verdad
tenemos que actuar y hacerlo de la única forma posible en democracia,
denunciando públicamente las injusticias, los abusos, los incumplimientos
electorales y promoviendo y apoyando toda iniciativa encaminada a regenerar un
sistema político que paulatinamente se ha ido alejando de los problemas de los
ciudadanos y poniéndose al servicio de una casta endogámica que vive instalada
en sus privilegios. Los ciudadanos debemos tener un papel protagonista
auténtico que suponga algo más que el simple hecho de depositar una papeleta en
la urna cada cuatro años y después, si te he visto no me acuerdo. Los
ciudadanos debemos estar para algo más que para pagar impuestos sin que nadie
responda del buen o mal uso que hagan de nuestro dinero. Los ciudadanos debemos
estar para algo más que para tragarnos unas listas electorales cerradas y
bloqueadas sin poder apartar de ellas a los enchufados, incompetentes o
corruptos. Los ciudadanos debemos estar para algo más que para subvencionar a
unos partidos políticos impermeables a la participación ciudadana y al diálogo
social.
Hoy
más que nunca el ciudadano no está sólo; podemos interactuar en las redes,
movilizarnos y exigir y promover la transformación de un sistema que, a todas
luces, no está sirviendo para mejorar la vida y solucionar los problemas que se
acumulan. Lamentablemente hoy la política, en muchos lugares, está secuestrada
por algunos profesionales de la política, que no por políticos profesionales,
por vividores sin principios ni ideales que han encontrado en ella un lugar
idóneo para sobrevivir pese a su incompetencia. Va siendo hora de decir ¡ya
está bien! de recuperar principios, valores e ideales, de situarlos al frente
de la actividad pública y de convertirlos en los motores de la transformación
social.
Santiago
de Munck Loyola.
viernes, 25 de octubre de 2013
Carta abierta a D. Felipe del Baño.
Sr. del Baño:
Pocas veces en mi vida política,
y mire que llevo años en esto, me he tropezado en el Partido Popular con un
individuo como usted. No alcanzo a comprender las razones ni las cualidades o
méritos que deben adornarle para que alguien así haya podido llegar a ser
Diputado en las Cortes Valencianas o a Presidente Local del Partido Popular. Ha
actuado usted como instructor (acusador) en el expediente disciplinario que se
me ha incoado por presuntas infracciones de los Estatutos del Partido Popular y
que ha desembocado con su propuesta para expulsarme, ratificada por el Comité
Regional de Derechos y Garantías del PPCV.
Como tantos otros militantes he
trabajado durante muchos años para contribuir al crecimiento de este Partido y
para hacer de él una gran organización al servicio de la sociedad española. Y
lo he hecho por un compromiso personal con unos principios y unos ideales que
lamentablemente gente como usted ensucian con su proceder. Tras 32 años de
militancia en el Partido Popular con lealtad absoluta y un enorme sacrificio personal
y familiar, resulta que aparece un tipo con su catadura moral a enjuiciarme y a
pedir mi expulsión. ¿El motivo? Pedir más democracia interna y más
participación de los militantes en el Partido, pedir más honradez y ejemplaridad
entre los cargos públicos, reivindicar la necesidad de impulsar la regeneración
democrática, tal y como lo hacen muchos de nuestros líderes. Y se lo voy a
decir claramente: usted no tiene ni vergüenza ni el más mínimo atisbo de
decencia política. Bueno, ni usted ni el resto de los miembros del citado
Comité. Hay que tener unas tragaderas muy, pero que muy grandes, y usted ha
dado buenas muestras de ello, para actuar como la ha hecho usted, como un
vulgar sicario presto a ejecutar cualquier orden por inmoral que sea con tal de
complacer a sus superiores a los que, al parecer, tanto debe. Eso sí, debo
reconocer que sintoniza usted perfectamente con algunos de los dirigentes
provinciales de Alicante, los que le han utilizado para tan repugnante encargo.
A pesar de que para actuar como
instructor en un procedimiento disciplinario es preciso ser licenciado o
graduado en derecho, de la tosquedad jurídica de sus escritos, Sr. del Baño, es
imposible deducir que reúna usted tal condición. El escrito de acusación por
usted perpetrado constituye un fantástico relato de hechos inconexos construido
con la única finalidad, no de averiguar la verdad que a usted le resbala, sino
de justificar y dar cumplimiento de una sentencia ya anunciada en los
periódicos antes, incluso, de iniciar el procedimiento: la expulsión. Fíjese,
Sr. del Baño, que hasta para cuidar las formas en la Cuba de Castro son más
diligentes que usted y sus conmilitones. Podría desgranar durante páginas cada
una de las falsedades, de las incoherencias o de las burdas manipulaciones de
su escrito de acusación, tal y como hice en mi escrito de alegaciones que, al
parecer, usted no ha leído o bien no ha entendido, pero no voy a perder el
tiempo con ello. Tiene usted la sensibilidad jurídica de un mejillón. Y que me
perdonen los mejillones.
Sr. del Baño, no sólo es usted un
indigno sicario político y el prototipo de los fiscales de la antigua Unión
Soviética, es, además, un gran hipócrita. Usted, que se permite el lujo de
atribuirme nada menos que el deseo de dañar intencionadamente a mi partido,
carece de la más mínima legitimidad moral y política para acusar a nadie de
incumplir los Estatutos del Partido Popular. Según una certificación expedida
por el Ayuntamiento de San Antonio de Benageber, usted el pasado 26 de
septiembre vulneró esos mismos Estatutos, cometiendo una infracción muy grave
de los mismos, al votar en su Ayuntamiento en contra de una Moción del Grupo
Popular, grupo al que se supone que usted pertenece, y lo hizo porque esa
Moción dejaba en evidencia que usted, a pesar de que se supone que posee
conocimientos jurídicos, realizó, a sabiendas, contrataciones innecesarias,
según el propio Ayuntamiento, por un importe cercano a los 50.000 euros y lo
hizo usando su sucio dedo y prescindiendo absolutamente del procedimiento
legalmente establecido, vulnerando de paso el Código Ético del Partido Popular.
¿Cómo puede alguien que actúa así tener la poca vergüenza y la mucha cara dura
de acusar a nadie de nada? Ahora se puede comprender su aversión e inquina
hacia quienes propugnamos la regeneración democrática y la honradez en el
Partido Popular.
Si tuviese la más mínima
vergüenza política usted habría dimitido ya. Y si los que han respaldado su repugnante
propuesta de expulsión en ese Comité, en el que no existen garantías jurídicas
para los derechos de los afiliados, la tuvieran ya le habrían expedientado. Me
alegro sinceramente de que ya le hayan denunciado ante la fiscalía
anticorrupción. Yo voy a hacerlo también.
Como ciudadano siento vergüenza
de que alguien como usted pueda ser el prototipo del político del PPCV, vista
su forma de proceder y del respaldo superior que la misma parece tener. Como
ciudadano de esta Comunidad siento vergüenza de que los dirigentes del PPCV
respalden actuaciones como la suya y simultáneamente persigan a quienes
reclamamos más honradez, más democracia interna y más ejemplaridad. Confío en
que al menos la Justicia
haga realidad el dicho popular sobre la festividad de San Martín.
Con mi más absoluto desprecio.
Santiago de Munck
Loyola
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