El próximo fin de semana,
el PPCV celebrará en Castellón una Convención Política con el fin de relanzar
el impulso político del mismo. El Secretario General del PPCV, Serafín
Castellano ha señalado que esta Convención “será la de las ideas y los
proyectos para seguir avanzando por el futuro de los ciudadanos de la Comunitat Valenciana ”.
Hay que señalar, en primer lugar, que la Convención Política
es una reunión de cargos públicos del PPCV a la que no tienen derecho a
participar los afiliados del mismo. De hecho, los afiliados conocemos de su
celebración a través de los medios de comunicación y no por cartas o correos
electrónicos del Partido.
Este hecho contrasta
mucho con las declaraciones del Secretario general que ha indicado que “en la
redacción de las tres ponencias el PPCV ha tenido muy presente la voz de los
ciudadanos, de los militantes y simpatizantes, porque nosotros trabajamos
pensando en nuestros ciudadanos y sus necesidades, de ahí que se hayan celebrado
más de medio centenar de reuniones en las tres provincias en las que han
participado alrededor de 500 personas para conocer sus inquietudes y
reivindicaciones y poder reflejarlas en las ponencias”.
Supongo que alguien le ha
debido endosar esta declaración porque es lo políticamente correcto y es lo que
debería haberse producido para que la Convención fuera, de verdad, lo que tendría que
haber sido: una actualización de los mensajes del PPCV y de sus políticas, una
vez oídos los ciudadanos y los propios afiliados del partido. Pero no es así,
esta afirmación no es correcta y la Convención y sus ponencias serán fruto, nada más,
de los cargos públicos que hayan querido o podido participar y se convertirá en
un altavoz propagandístico, no del estrecho contacto con la ciudadanía y las
bases del partido, sino del aparato del partido y de sus mensajes precocinados.
Más de 100.000 afiliados del PPCV han sido absolutamente marginados de esta
Convención.
Ni los afiliados, ni los
militantes, ni los simpatizantes del Partido Popular de Alicante, y mucho menos
los ciudadanos en general, han tenido la oportunidad de conocer esas ponencias
y, mucho menos, de debatirlas con nadie. Las más de medio centenar de reuniones
que se han podido celebrar lo han sido, en Alicante al menos, a puerta cerrada
y con la presencia exclusiva de cargos públicos. No se ha producido ninguna
invitación ni ninguna convocatoria a los afiliados para preparar esta
Convención.
Y, sinceramente, no es
para presumir de participación en el proceso preparatorio de la Convención Política
el hecho de que en estas reuniones previas hayan podido participar unas 500
personas, tal y como señala el Secretario General, si se tiene en cuenta que en
la Comunidad
Valenciana el Partido Popular cuenta con 2.958 concejales,
con 29 parlamentarios nacionales y 55 autonómicos, además de varios centenares
de cargos de confianza en la inmensa mayoría de las instituciones de la Comunidad. Quiere
esto decir que ni el 17 % de los cargos electos del Partido Popular han participado
en las reuniones preparatorias de la Convención. ¿No es preocupante? ¿Están muy
ocupados? ¿No les interesa?
Una vez más algo falla.
Puede que sea la comunicación, las estrategias, los objetivos o las
convicciones políticas, no de quienes ostentan las máximas responsabilidades
dentro del PPCV, sino de quienes apoltronados en su estructura burocrática se
empeñan en mantener cerradas las ventanas evitando que el aire fresco inunde
sus estancias políticas. Se ha perdido una gran ocasión para promover desde
abajo, desde las bases, un auténtico revulsivo para reorientar una trayectoria
política que, según todas las encuestas, cae progresivamente.
Santiago de Munck Loyola