Hoy,
todos los medios de comunicación se hacen eco de la ofensiva anticlerical del
PSOE emprendida bajo la excusa de que la Iglesia debe pagar el Impuesto sobre
Bienes Inmuebles. La dirección socialista ha cursado las instrucciones precisas
para que sus grupos municipales debatan en los Plenos una moción tipo exigiendo
dicho pago. D. Gaspar Zarrías, ese pulpo tramposo a la hora de votar, ha sido
el encargado de remitir a sus grupos municipales esa moción tipo. Se trata de
una antigua técnica socialista: usar los Plenos municipales como caja de
resonancia de asuntos cuya resolución no corresponde a los Ayuntamientos, sino
a instancias superiores. Saben de sobra que los Plenos municipales no pueden
modificar la Ley de Haciendas Locales, ni la Ley de Bases del Régimen Local, ni la Ley del Mecenazgo y Fundaciones, ni los
Acuerdos con la Santa Sede, requisitos previos e indispensables para que pueda
prosperar esta propuesta, pero a la dirección socialista eso no le importa. Su
intención evidentemente es volver a convertir los Plenos de los Ayuntamientos
en caja de resonancia de sus iniciativas, en provocar debates que fracturan y
enfrentan a los vecinos sin que de ello pueda derivarse la efectividad de sus
propuestas. Esta técnica de usar los Plenos municipales ya la desarrollaron en
tiempos de los gobiernos de Aznar. Cada vez que una mujer era asesinada
presentaban mociones a los Plenos culpando al Gobierno de España y
criminalizándolo por desarrollar unas políticas cuyos frutos, según ellos, eran
esas muertes. Parecía que era Aznar el asesino. Se trataba de una miserable
utilización de las víctimas de la violencia machista como se puso en evidencia
con el hecho de que durante los Gobiernos de Zapatero no se repitieran mociones
similares, a pesar de los cientos de mujeres asesinadas en este período.
Se
plantean muchos interrogantes sobre las razones y la oportunidad de esta
iniciativa socialista. La primera es ¿por qué no lo han regulado los
socialistas durante sus casi ocho años de gobierno? ¿No ha tenido tiempo el
PSOE para hacerlo bajo los mandatos del Sr. Zapatero? Y no será porque el PSOE
no tuvo tiempo, ni porque el PSOE no abordase la cuestión de la financiación de
la Iglesia ante otras prioridades, porque sí lo hizo. Es más, la regulación
actual es la que la Vicepresidenta Fernández de la Vega negoció y acordó con la
jerarquía eclesiástica. Por tanto ¿a qué viene ahora esta campaña? Todo parece
indicar que se trata de poner en apuros al Gobierno al introducir en la agenda
política un asunto que distraiga la atención sobre la grave situación económica
que han legado y que, a pesar de que apesta a rancio anticlericalismo, debe ser
considerado electoralmente rentable por los estrategas electorales socialistas.
Claro que en esta ceremonia de la confusión, no han faltado a la cita algunos
alcaldes del PP bastante indocumentados como D. Bartolomé González de Alcalá de
Henares.
Sin
ir más lejos, hoy el secretario de Organización del PSOE, D. Óscar López, ese
brillante candidato que un mitin no recordaba que tres razones iba a esgrimir
para votar al PSOE, ha pedido a la Iglesia que "haga un esfuerzo" como "hace todo el mundo en épocas" de crisis como ésta y que
pague el IBI. La duda es ¿por qué mencionan sólo a la Iglesia? ¿Por qué se
centran en la Iglesia cuando no se trata de la más beneficiada de la exención
de este impuesto? Es verdad que la moción tipo habla de las diversas
confesiones religiosas, pero en sus discursos y declaraciones los socialistas
centran su mirada en la Iglesia Católica. ¿Y qué pasa con las Fundaciones de
los Partidos Políticos y de los Sindicatos? ¿No tienen también que hacer ese
esfuerzo fiscal? ¿Y la Cruz Roja y las demás instituciones y fundaciones
deportivas o culturales que no pagan el IBI? De esas ni palabra. No queda más
remedio que deducir lo dicho anteriormente que estamos ante una campaña
anticlerical y anticatólica, ante una campaña oportunista e ineficaz.
No
se discute que todos debamos hacer un esfuerzo superior en tiempos de crisis,
no. Pero resulta francamente impresentable que el Sr. Óscar López pida ese
esfuerzo fiscal mientras él disfruta de unos privilegios fiscales que no
tenemos el resto de los españoles. ¿Cómo se puede tener tanta cara dura? ¿Van a
hacer también ese esfuerzo nuestros parlamentarios y se van a someter al
régimen fiscal general y al Régimen general de la Seguridad Social? El Sr.
Óscar López, el Sr. Zarrías y todos lo demás parlamentarios viven a costa de
los impuestos de todos los ciudadanos y amparados en un paraíso fiscal: las
Cortes Españolas. Estos señores que piden esfuerzos fiscales y sacrificios a
todos son los primeros que se benefician de un régimen fiscal escandaloso.
Pagan a Hacienda, independientemente de sus retribuciones, como si fueran
mileuristas y dejan la mayor parte de sus ingresos exentos de tributación,
además de beneficiarse de toda clase de prebendas como las relativas a los
períodos de cotización para cobrar la pensión de jubilación máxima. Pues así no
se tiene legitimidad alguna para pedir esfuerzos ni a la Iglesia ni a nadie. El
día que la clase política no tenga esos privilegios fiscales, el día que
nuestra clase política tenga un comportamiento ejemplar en cuanto al uso y
destino de los fondos públicos que ponemos en sus manos para que nos
representen, ese día podrán tener alguna credibilidad sus propuestas. Mientras
tanto, que nos dejen en paz y que no nos traten de engañar con fuegos de
artificio.
Santiago
de Munck Loyola