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miércoles, 27 de febrero de 2013

Otro gatillazo: sin Pacto de Estado contra la corrupción.



Parece que, una vez más, la clase política en general no ha sabido estar a la altura de las circunstancias y del clamor social contra la corrupción y ha sido incapaz de alcanzar un gran Pacto de Estado contra la corrupción. A lo más que se ha llegado tras el debate sobre el estado de la Nación ha sido a un gran acuerdo, no respaldado ni por el PSOE ni por IU, aprobando una serie de Resoluciones promovidas en su mayoría por el Partido Popular instando a la adopción de un catálogo de reformas contra la corrupción. Así, el Congreso ha aprobado 16 Resoluciones al Debate sobre el Estado de la Nación, de las que 14 han sido impulsadas por el Grupo Popular, una por el PNV, y otra acordada sobre la base de tres propuestas del PP, CiU, UPyD y el Grupo Mixto (UPN).

Una de estas resoluciones expresa la necesidad de un acuerdo de las fuerzas políticas, con el fin de adoptar cuantas medidas de regeneración democrática, fortalecimiento institucional y lucha contra la corrupción sean precisas para que los ciudadanos aumenten su confianza en las instituciones, emplazando a elaborar un pacto ético entre los partidos respecto al tratamiento de los casos de corrupción y de los encausados. Igualmente, se pide la creación de una comisión independiente formada por personas de amplio reconocimiento y prestigio social que elabore un informe para su remisión al Parlamento sobre la regeneración de la democracia y se emplaza al Gobierno a aprobar una serie de proyectos de ley para su remisión al Parlamento: una Ley Orgánica de Control de la Actividad Económica y Financiera de los Partidos Políticos, la Reforma de la Ley Orgánica del Tribunal de Cuentas para articular más instrumentos de control, la reforma de la Ley de Contratos del Sector Público para fortalecer el régimen de las prohibiciones de contratación con el sector público a todas las personas físicas y jurídicas condenadas por corrupción, una Ley Reguladora del Ejercicio de las Funciones Políticas, como Estatuto del Cargo Público,  la reforma del Código Penal para endurecer la sanción de la corrupción, la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y, en su caso, de la Ley Orgánica del Poder Judicial, incorporar a la Ley  de Transparencia, Acceso a la Información y Buen Gobierno, a los partidos políticos, las organizaciones sindicales y empresariales y aquellas entidades e instituciones que se financian esencialmente a través de dinero público, regular las organizaciones de intereses o "lobbies" y otras medidas como modernizar las campañas electorales.

Del examen de esta batería de medidas se deduce claramente que, al margen de la imposibilidad de lograr la unanimidad entre la clase política para combatir la corrupción, no se ha abordado el problema, salvo en lo relativos a los Partidos políticos (y habrá que esperar para ver con qué alcance), desde la perspectiva de las causas que facilitan o propician la aparición de la corrupción. Los grupos políticos se han decantado más bien por aumentar los controles y endurecer las sanciones sobre la corrupción, pero no por atajar las causas que la facilitan.

La inmensa mayoría de los casos de corrupción que afloran en nuestro país tiene su origen en tres ámbitos concretos: en el urbanismo, en las contrataciones públicas y en el funcionamiento de los partidos políticos. Y en el trasfondo está la discrecionalidad, la capacidad de decisión discrecional de técnicos y políticos, a la hora de ejecutar el urbanismo y de contratar obras, servicios y suministros con las administraciones públicas. Curiosamente, en las resoluciones aprobadas no se contiene ninguna mención a la necesidad de reformar la legislación del suelo o de las contrataciones con las administraciones públicas que permiten el uso y el abuso de la discrecionalidad, y por tanto de la arbitrariedad, a la hora de aplicar las diferentes normas que desarrollan esas materias. La primacía de criterios subjetivos sobre los objetivos en materia de urbanismo y de contrataciones es la que facilita que políticos y técnicos en algunos casos hagan un mal uso de las facultades que tienen otorgadas y que, por tanto, basen sus decisiones en intereses personales y no en intereses puramente públicos.

Todo hace pensar que siendo estas resoluciones un importante avance para castigar la corrupción no lo son tanto para prevenirla y ello permite poner en duda la existencia de una auténtica voluntad o de capacidad de la clase política para acabar con la lacra de la corrupción. Y lo que desde luego ha quedado patente es la falta de altura política de algunos para intentar aunar voluntades en algo tan importante para el conjunto de los ciudadanos.

Santiago de Munck Loyola

domingo, 24 de febrero de 2013

¿Sentencias a la cubana en Alicante?



Hay noticias que no tienen desperdicio. El pasado 22 de febrero, la edición alicantina del Diario ABC (http://www.abc.es/comunidad-valencia/20130222/abcp-expulsara-afiliados-criticos-castedo-20130222.html) publicó el siguiente e ilustrativo titular El PP expulsará a dos afiliados críticos con Castedo y Císcar. Continuaba así: El comité de derechos y garantías del PPCV, que preside el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, ha iniciado el procedimiento para expulsar del partido a dos militantes de la agrupación alicantina: Santiago de Munck y Antonio Sobrino. La noticia, publicada por D. Martínez, se basaba en las informaciones ofrecidas por “fuentes próximas al comité de derechos y garantías”. Ya se sabe que cuando un periodista acude a la expresión de “fuentes próximas” se está refiriendo a alguien que no quiere dar la cara, a un cobarde, a un sujeto que o bien quiere esconder sus datos porque miente o porque no está autorizado a expresar lo que dice. Lo más preocupante de esta noticia es que seguramente el periodista no se ha inventado nada, sino que ha trasladado lo que la citada fuente, aunque dado el contenido debería ser calificada mejor de cloaca, le ha transmitido ya que nadie, con capacidad para ello, ha rectificado, ni ha puntualizado una sola coma.

Para ver el alcance y el calado de lo que esta noticia encierra, hagamos un ejercicio de ficción e imaginemos que un periódico traslada de fuentes próximas al juzgado el siguiente titular: El Juez condenará a la cárcel a la Alcaldesa de Alicante y todo ello sin que se haya iniciado procedimiento judicial alguno. Sería un escándalo de primeras proporciones. Sería una prueba evidente de que no se va a celebrar ningún juicio conforme a las garantías mínimas procesales que nuestra Constitución ampara, se estaría vulnerando clarísimamente la presunción de inocencia y todo el proceso judicial que se desarrollase después no sería más que una farsa. Estaríamos ante un proceso a la cubana, o a la soviética, donde el acusado, antes siquiera de serlo, ya estaría condenado. Pues es exactamente el mismo caso que el descrito por el corresponsal de ABC a instancias de las informaciones facilitadas por las fuentes próximas al llamado “Comité de Derechos y Garantías” (¿de quién?) que preside, al parecer, el Sr. Castelló.

Es más, según esas mismas turbias fuentes  la intención de Castelló es que ambos militantes reciban la notificación del inicio de su expediente de expulsión la próxima semana. Como puede ver cualquiera no se trata de un expediente para averiguar hechos, dar trámite de audiencia y decidir, en su caso, la imposición de una determinada pena, no, eso sería lo normal en una organización democrática propia de un estado de derecho, pero parece que lo normal, y lo legal, es algo que desconocen las fuentes próximas al Comité de Derechos y Garantías.

Si el redactor de esta noticia, la hubiese contrastado con los condenados sin juicio, perdón los afectados por el presunto “decreto” cubano de expulsión podría haber contribuido a clarificar las aguas sucias vertidas por su fuente informativa. Podría saber que las supuestas críticas deben de referirse a la impugnación del acuerdo de la Junta Provincial de sustituir a la Junta local de Alicante por Juntas de Distrito, impugnación que desde el 15 de enero está en manos de ese mismo Comité de Derechos y Garantías sin que, hasta el día de hoy, ni haya acusado recibo de la misma, ni se haya pronunciado sobre su fondo; acuerdo que se tomó de espaldas a los militantes de la ciudad de Alicante (no es una crítica, sino un hecho real), y que aún no se ha notificado a los mismos (eso sí se ha anunciado por la prensa de forma confusa y contradictoria como si cualquier afiliado tuviera la obligación de atender a la prensa para saber cuando se modifican o no sus derechos estatutarios); acuerdo que además, según nuestra opinión, podría vulnerar los Estatutos Nacionales del Partido Popular. Podría saber el periodista que las referencias filtradas sobre la Asamblea para la elección de compromisarios es incompleta; que falta mencionar que ser candidato a compromisario es un derecho de cualquier afiliado y que para ejercerlo las normas internas indican que todo afiliado  debe ser convocado por carta para que pueda presentarse y que ese requisito fue incumplido; que un servidor no obligó a realizar ninguna votación, sino que es obligatoria por Estatutos cuando hay más aspirantes que puestos y que en aquella ocasión un servidor y otra persona se negaron a retirar su candidatura pese a las presiones a las que fueron sometidos por J.J. Zaplana, actual Secretario Provincial, quien manifestaba que sobrábamos porque los puestos disponibles ya habían sido repartidos entre las diferentes “sensibilidades” o corrientes existentes en el partido y en cuyo nombre se expresaba. Podría haber completado su información sabiendo que varias personas del Partido Popular llamaron a mis superiores laborales para que me presionaran y renunciara a mis derechos de participación. Por cierto, ignoro la razón por la que en esta información, al igual que en otras, se incluyen los datos de mi puesto de trabajo. Soy funcionario público y no cargo político por lo que es evidente que existe un diferente e intencionado tratamiento cuando se ofrecen informaciones que me afectan en mi ámbito personal a las que se hacen sobre terceras personas. Suena cubano también ¿no? ¿O acaso mi centro de trabajo y mi ocupación profesional son relevantes a la hora de complementar las informaciones nacidas de fuentes o cloacas determinadas?

Y podría haber complementado su información el firmante de la misma con las supuestas críticas a la Alcaldesa de Alicante. Podría haber sabido que como vecino de esta ciudad tengo el mismo derecho que cualquier otro a criticar en público o en privado cualquier asunto de la gestión municipal que me afecte. En todo caso, lo relevante y parece ser lo determinante en este caso es que he pedido públicamente que los cargos públicos imputados dimitan, que dejen sus responsabilidades mientras la justicia actúa y que, de resultar inocentes, sean repuestos en sus responsabilidades. Es exactamente lo mismo que hace años pedían los dirigentes del Partido Popular. Y lo mantengo. Como también mantengo que hace falta ejemplaridad en la clase política en todos sus niveles, incluido el Ayuntamiento de Alicante.

Por último, contrastar las informaciones con los interesados, podría haber servido para aclarar que ni Antonio Sobrino ni un servidor hemos abierto ninguna Oficina Electoral porque cumplimos estrictamente con el único requerimiento recibido en ese sentido hecho por la Dirección Provincial. Esperanza Popular es, de momento, un foro que llevaba funcionando muchos meses en Internet y que desde el 15 de febrero cuenta con un local para seguir haciendo lo que venía haciendo en las redes sociales: facilitar el encuentro entre afiliados del Partido Popular y entre éstos y los vecinos de Alicante para informar, debatir e intercambiar ideas. Nosotros, a diferencia de la Dirección Provincial, no nos reunimos con nadie para “apuntalar” las elecciones internas (http://www.diarioinformacion.com/politica/2013/02/06/pp-pide-apoyo-castedo-apuntalar-nueva-estructura-partido-alicante/1340896.html). Esperanza Popular es un Foro del que forman parte afiliados y no afiliados del PP, todos ellos haciendo uso de sus derechos políticos constitucionales, para tratar temas políticos y sociales desde la perspectiva de la regeneración democrática, la libertad, la honradez, la participación, la democracia interna y la ejemplaridad de los cargos públicos ¿a quién molesta tanto y por qué? Somos lo que somos, lo que decimos que somos y no lo que otros quieran decir que somos para justificar sus decisiones antidemocráticas.

Aunque peque de iluso, me niego a creer que mi Partido, a pesar del silencio oficial sobre esta noticia, asuma y practique el matonismo, la arbitrariedad, la injusticia y la vulneración de la más mínima garantía procesal que se derivan de las informaciones ofrecidas por las anónimas “fuentes” próximas al Comité de Derechos y Garantías. No puede ser.

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 20 de febrero de 2013

El Debate del estado de la Nación 2013.



Tras el paréntesis del año 2012, hoy se ha iniciado el vigésimo tercer debate sobre el Estado de la Nación, continuando con una tradición parlamentaria que se remonta al año 1983. Mucho ha cambiado España en estas tres décadas y mucho ha cambiado también el nivel parlamentario si se compara con aquel primer debate protagonizado por Felipe González como Presidente del Gobierno y Manuel Fraga como líder de la oposición. Hoy, los principales adversarios se han estrenado en sus funciones. Por primera vez, Mariano Rajoy ha intervenido como Presidente del Gobierno y Alfredo Pérez como líder de la oposición. Uno y otro habrán gustado más o menos a los ciudadanos que hayan tenido las ganas y la paciencia de seguir el debate, pero seguramente cada uno habrá convencido a los miembros de su bancada y, por supuesto, a los tertulianos y comentaristas políticos afines que no suelen andarse con matices.

Y ¿cómo está la Nación? ¿Mejor o peor que hace un año y medio? Pues depende de los parámetros que usemos para medir ese estado. Si nos quedamos en los síntomas, la fiebre sigue subiendo. Si nos fijamos en las causas parece que la infección que causaba la fiebre ha empezado a tratarse adecuadamente y que los antibióticos administrados empiezan, lentamente, a hacer efecto. Es evidente que a muchos les molesta que se hable de la herencia y piensan que se trata de una excusa para justificar el actual estado económico y social de la Nación, pero un año en los ciclos económicos es muy poco tiempo aunque a los ciudadanos se nos haga eterno. Hoy estamos donde estamos porque hace 5 ó 6 años no se adoptaron las medidas ni las reformas que debían haberse tomado o, por el contrario, se adoptaron decisiones que sólo han servido para agravar la situación actual. Hay quien va más lejos y apunta que nuestros males actuales provienen de los gobiernos de Aznar. Si fuera así, si estaban convencidos de ello, no queda más remedio que preguntarse cómo es posible que durante los 7 años siguientes no se hiciese nada por corregir el rumbo de la economía ni se propiciase un cambio en el modelo productivo. Es más, resulta inexplicable que durante esos 7 años se incidiese en ese modelo y se exhibiese como propios los logros derivados del impulso de aquellas políticas. Sólo hay que recordar lo de la “Champion league” de las economías y otras simplezas similares.

La Nación sigue teniendo fiebre, tos y dolor de cabeza. Se han aplicado fármacos que parecen que pueden funcionar y no hay tratamientos alternativos creíbles a la vista. Y es evidente que estos fármacos tienen numerosos efectos secundarios que a nadie gustan.

Hoy, el Presidente del Gobierno ha reconocido la persistencia de los síntomas y ha anunciado una serie de medidas para tratar de fortalecer el debilitado cuerpo de la Nación: estímulos para la contratación de jóvenes, impulso a los emprendedores, nuevas inyecciones para el pago a proveedores, modificación del sistema de ingreso del IVA, etc. Ha ofrecido un pacto a todos los grupos para combatir la corrupción y ha anunciado igualmente medidas concretas para su erradicación. También hay que resaltar sus referencias al problema territorial originado por los independentistas y su compromiso con la defensa de la Constitución y al respeto a la soberanía del pueblo español. Su intervención ha sido paralela, en gran parte, a la escala de preocupaciones de los ciudadanos que recientemente subrayaba la encuesta del CIS. Sin embargo, siendo la corrupción una preocupación de los ciudadanos y que está vinculada a una preocupación aún más importante como lo es la actitud de la clase política no ha hecho un análisis, ni ha esbozado ninguna propuesta que pueda hacer cambiar esa negativa percepción ciudadana. Tampoco ha querido entrar en ese tema el líder de la oposición que no debe compartir esa percepción negativa que los ciudadanos tenemos sobre la clase política y se ha centrado en el problema colateral generado por parte de esa misma clase política para utilizarla como arma arrojadiza. Parece que el estado de la Nación no es bueno, pero el de la clase política es estupendo a juzgar por la falta de autocrítica evidenciada en el debate.

Ambos líderes están “tocados” en su credibilidad política. El Presidente del Gobierno ha tenido el gesto, poco habitual por cierto, de reconocer que no ha cumplido parte de sus compromisos electorales por culpa de la situación que se encontró al empezar a levantar las alfombras del poder. Pero no se puede olvidar que si el trabajo que el Partido Popular desarrolló en su última etapa de oposición hubiese sido distinto, habrían podido tener, pese a las reiteradas mentiras del anterior Gobierno, un análisis mucho más ajustado de la situación real y ello habría impedido realizar promesas electorales que, de momento, no se pueden cumplir.

Por otra parte, el líder de la oposición es co responsable de las acciones y omisiones del anterior gobierno causantes, en gran medida, de la situación actual. Por citar el mismo ejemplo escuchado esta tarde en el debate, si en el 2007 empezaron a crecer exponencialmente las ejecuciones hipotecarias y su Gobierno no adoptó ni una sola medida de reforma e incluso se opuso en 2010 a la consideración de la dación en pago ¿qué credibilidad pueden tener sus críticas a las medidas que hoy adopta el nuevo Gobierno? ¿Qué credibilidad puede tener el líder socialista cuando teniendo más de 120 causas abiertas por presuntos casos de corrupción en toda España su gobierno no propuso ni adoptó ninguna medida para su erradicación?

Habrá a quien le interese quién ha ganado o perdido este debate, quién ha estado mejor o peor. Pero lo relevante, lo importante es saber si este debate ha servido para que los ciudadanos ganemos algo o no, para que la Nación perciba o no que sus políticos están haciendo lo que deben para servir a los ciudadanos. España está para pocas peleas de gallos. Necesitamos soluciones a los problemas del día a día y esperanzas de un futuro próximo mejor. Lo demás, sinceramente, aburre bastante.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 18 de febrero de 2013

Los Premios Goya o la exhibición anual de la descortesía.



Uno pensaba que una regla de elemental cortesía y signo de buena educación era ser amable y considerado con el invitado que uno lleva a su casa. Sin embargo, a la vista del tratamiento que los actores y presuntos artistas dispensan a sus invitados debe ser un error o quizás sean ellos los que desconocen las elementales reglas de la buena educación y cortesía. Cada vez que tienen ocasión y siempre que sus invitados sean del Partido Popular, los promotores de la entrega de los premios Goya se comportan como el anfitrión que invita a cenar a un amigo musulmán y le ofrece un buen plato de jamón serrano, buen vino y se dedica a insultar y a criticar a Mahoma.

Y así ha vuelto a ser el pasado domingo en la gala de la entrega de los Premios Goya. El Ministro Wert aguantó como pudo la perorata de simplezas de algunos de los intervinientes, más preocupados de estampar su pose política que de realizar la más mínima autocrítica para conocer las causas de la razón por la cual los consumidores nos decantamos por los productos cinematográficos extranjeros que por las “obras maestras” de la farándula patria.

La propia presentadora del evento, Eva Hache, fue la primera en evidenciar su concepto sobre la buena educación con esa mezcla de humor escatológico y pretendida naturalidad que tanta gracia hace a algunos, eso sí, siempre que se trate de dar palos al PP. No se libraron tampoco de las simplezas de la presentadora ni el Rey, ni su familia. La verdad es que la presentadora fue poco original y bastante grosera.

El discurso del presidente de la Academia del Cine, Enrique González Macho, se centró en los recortes, en la subida del IVA y en la supuesta independencia del Cine Español. Podía haber hablado de los responsables últimos de los recortes de hoy, de los que durante años han despilfarrado el dinero público, pero no lo hizo y con ello perdían legitimidad y fuerza sus críticas. No obstante, cuando una actividad depende para su subsistencia de las subvenciones públicas parece que las reivindicaciones de independencia son más bien brindis al sol que un reflejo de la realidad.

Ahora bien la que se llevó la palma al mérito demagógico fue la ganadora del Goya a la mejor actriz, Candela Peña. La galardonada dijo: Hace tres años que no trabajaba. En estos tres años he visto morir a mi padre en un hospital público donde no había mantas para taparlo y le teníamos que llevar el agua. En estos tres años ha nacido un hijo de mis entrañas y no sé qué educación pública la espera. En estos tres años ha visto gente sin trabajo que se mata por no tener casas. Esta alegría no me la amarga nadie y os pido trabajo. Tengo un niño que alimentar. Muchos la criticarán por usar la plataforma del premio como atril político y de ser, por lo tanto, inoportuna, tal vez. Habrá a quien le parezca perfecto usar esta plataforma pública para pedir trabajo y de paso para hacer demagogia usando hasta la muerte del propio padre, a mi no. Hoy ha salido a la palestra el Director del Hospital público catalán, por cierto, en el que falleció el padre de la actriz negando que en dicho hospital no hubiese ni mantas ni agua para los enfermos, pero sobre todo poniendo en conocimiento de todo el mundo que ni la actriz, ni ningún allegado, presentó en su momento escrito o reclamación alguna denunciando algo tan grave. ¿Quién no presentaría una queja formal si a un enfermo en un hospital público no se le proporcionase manta y agua? Hay cosas que, por falsas y exageradas, no se deberían decir y menos aún cuando se usa la muerte de un ser querido simplemente para hacer política y de la mala. No cabe ninguna duda de que hay carencias en la sanidad y, sobre todo, en la sanidad catalana tras el paso del tripartito por la Generalidad de Cataluña, pero de ahí a lo que denuncia esta actriz hay un verdadero abismo.

Todos podemos ejercer la crítica política, pero cuando los miembros del mundo artístico se posicionan colectivamente y siempre en la misma dirección pierden credibilidad. Ni todos los artistas piensan igual ni están representados por las voces que siempre se arrogan la exclusividad de su representación. Pero, lamentablemente, ésa es la imagen que transmiten a la sociedad española. La beligerancia partidista de este colectivo es manifiesta, su sectarismo ideológico patente y su incapacidad para ganarse el favor del público en lo suyo, en la producción artística, también. Quizás necesitarían menos subvenciones y profundizar más en los males de fondo que atañen a su profesión en lugar de jugar a la política con minúscula y de hacer de palmeros de quienes no soportan perder las elecciones frente al Partido Popular.

Santiago de Munck Loyola

sábado, 16 de febrero de 2013

Inauguración del local del Foro Esperanza Popular.


Intervención de Santiago de Munck:

Buenas noches:

Gracias a todos los que os habéis animado a participar en este sencillo acto y gracias también a los que con vuestro desinteresado trabajo y vuestras aportaciones lo habéis hecho posible.

Con la inauguración y puesta en marcha de este local culminamos un largo proceso iniciado hace muchos meses en las redes sociales. El Foro Esperanza Popular no es ya sólo un lugar de encuentro virtual en Internet, sino un espacio físico y concreto en el centro de nuestra ciudad, un lugar en el que nos podemos dar cita los vecinos, los votantes y los “populares” para hablar, para debatir y para proponer soluciones a los problemas de nuestra ciudad.

Por primera vez en muchos años, los vecinos, los votantes, los simpatizantes y los afiliados populares tenemos un lugar de encuentro. Ya veis. No era tan difícil. Hoy es una realidad que demuestra que cuando hay voluntad política, que cuando se cree de verdad en la participación de la gente en la política se puede conseguir.

Y como también podéis apreciar, es un local sencillo y austero, sin moquetas ni lujos, pero que tiene mucho más valor político y moral que cualquier otro porque ha surgido desde abajo, desde la militancia, desde la voluntad de regenerar la desprestigiada política desde y por la calle.

“Esperanza Popular” no es, pese a lo que puedan decir, ni un nuevo partido político, ni una nueva familia o corriente dentro del Partido Popular. ¡Bastantes hay ya!  “Familias”, “sensibilidades”, “clanes”… las llaman de muchas maneras. Sabemos que existen en el PP de la ciudad de Alicante. Son las que lo han destrozado. Son las que lo controlan y las que impiden, año, tras año, que los afiliados puedan ejercer sus derechos de participación dentro del mismo. Son las que ha decidido por su cuenta que la Junta Local de Alicante deje de existir y en su lugar aparezcan la Junta de Benalúa o la Junta de la Albufereta privando con ello al Partido Popular de una única voz en la ciudad frente a los socialistas. “Esperanza Popular” es un foro de debate y reflexión para impulsar valores y principios básicos dentro del Partido Popular y en la política de la ciudad, valores como la libertad, la participación, la eficacia, la honradez, la austeridad y la ejemplaridad de los cargos públicos, el diálogo y la cercanía los problemas del ciudadano. Y si alguien encuentra en ello motivo para echarnos de nuestra casa que actúe en consecuencia. Quedará perfectamente retratado.

Hoy, habréis podido leer la noticia de que en la Dirección Provincial del PP tienen intención de expedientarnos por este acto de apertura del local. Hace unos días recibí esta carta amenazadora del Secretario Provincial requiriéndome para que no inaugurásemos una oficina electoral porque según él “estaríamos anticipándonos a un proceso electoral interno con actos que dañarían la imagen del Partido” y eso era vulnerar los Estatutos del Partido Popular. Pues bien, le obedecimos. Este local no es una oficina electoral. Sin embargo, la semana pasada pudimos leer en el Diario Información el siguiente titular: El PP pide apoyo a Castedo para apuntalar la nueva estructura del partido en Alicante. La cúpula provincial popular reúne a la alcaldesa y a los principales ediles para garantizar su respaldo el proceso  interno en la capital. Nadie desmintió la noticia. Y yo me pregunto ¿quién se está anticipando a un proceso electoral interno para “apuntalarlo”? ¿Reunirse con imputados para “apuntalar” o amañar una elecciones internas no es dañar la imagen del Partido? Una vez más ¿sólo los afiliados de base estamos obligados a cumplir los Estatutos y la Dirección Provincial no? Pues, expediente por expediente, si nos lo abren pediremos que abran otro paralelo a los que se anticipan a las elecciones internas para “apuntalarlas”. Por cierto, de paso, a ver si el Comité Regional de Derechos y Garantías resuelve antes la impugnación que hicimos sobre la supresión de la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Queridos amigos, quienes compartimos los valores y principios que antes he mencionado no somos el enemigo, ni el adversario de quienes rigen el Partido Provincial. Se equivocan. Si en vez de mirarse el ombligo y de vigilar sus privilegios mirasen de verdad a su alrededor lo comprobarían perfectamente. Antes de que estallase el montaje de Bárcenas, las encuestas señalaban que la intención de voto del Partido Popular en la Comunidad Valenciana había caído más 15 puntos, un 50 % más que a nivel nacional, y que en concreto, de celebrarse elecciones municipales en Alicante, el PP perdería la mayoría absoluta en el Ayuntamiento. Y eso significa que algo se está haciendo especialmente mal aquí. No puede justificarse apelando al desgaste de las necesarias medidas del Gobierno de España porque la pérdida de votos es muy superior aquí. Y ante esta grave situación sólo hay dos caminos:

El primero, intentar silenciar cualquier voz crítica interna y cualquier iniciativa regeneradora que propugne la extirpación de lo que se está haciendo mal con el silencio, la sumisión y la complicidad de las bases.

El segundo, rebelarse contra la pasividad, contra el cómodo estatus político de la organización y promover el debate, el análisis y la participación para encontrar entre todos soluciones que nos hagan acreedores otra vez de la confianza ciudadana. Yo apuesto por el segundo camino.

Y lo hago, al igual que los demás compañeros de “Esperanza Popular” porque me siento muy orgulloso de los principios y valores del Partido Popular, aunque en ocasiones, sienta una absoluta vergüenza por las noticias escandalosas que protagonizan algunos compañeros. Quiero a mi partido y por eso quiero que cambie lo que se esté haciendo mal.

Y lo hago también porque quiero a esta hermosa y acogedora ciudad que es mi hogar desde hace diez años y que se merece todos los esfuerzos necesarios para ofrecerle lo mejor y no los vergonzosos titulares que casi a diario manchan su nombre.

Queridos amigos, en política, como en la vida, hay que luchar, trabajar y apostar por lo que uno quiere de verdad. Es cierto que el éxito no depende sólo de uno mismo y que, a veces, la vida es injusta, pero solo se gana cuando se arriesga. Ánimo y a seguir trabajando. Gracias a todos una vez más.

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 13 de febrero de 2013

La clase política, la tercera preocupación de los españoles.



Durante las últimas semanas, la corrupción se ha situado en el primer plano de la agenda política y en titular permanente de los diferentes medios de comunicación. Este protagonismo, sin duda merecido, contrasta mucho con las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos según la última encuesta del CIS: el paro en primer lugar, la situación económica en segundo y la clase política en tercer lugar. A mucha distancia se sitúa la corrupción como principal preocupación para un 5 % de los ciudadanos. Es comprensible y saludable que los medios de comunicación conviertan a los diferentes casos de corrupción en titulares de sus portadas, pero no lo es tanto que los principales dirigentes de los partidos políticos, salvo excepciones, sigan el mismo camino. La corrupción no es un fenómeno exclusivo de los partidos políticos, sino que existe en muy diferentes ámbitos de la actividad económica y social. La corrupción es, además, un problema que forma parte inseparable de la tercera preocupación de los españoles: el comportamiento de la clase política. El desapego y el hartazgo de muchos ciudadanos de la política y de los políticos no se debe únicamente por los casos de corrupción existentes, sino por actitudes y comportamientos de una parte de la clase política. Hay un desprestigio generalizado de la política y, por ello, la actuación de la clase política se ha convertido en la tercera preocupación de los españoles.

Proponer a estas alturas medidas concretas para luchar contra la corrupción no solamente es insuficiente, sino que, además, demuestra cierta ceguera o falta de perspectiva a la hora de abordar el problema de fondo. Es aplicar un tratamiento a sólo una parte del problema que es mucho mayor según percibe una buena parte de la población. El catálogo de medidas que recientemente ha propuesto el líder de la oposición, Pérez Rubalcaba, son, además de oportunistas, poco sinceras y bastante ineficaces porque no entran en el fondo del problema. Estamos viendo casos de corrupción imputables a la codicia de determinadas personas y casos de corrupción que responden a la necesidad de aplacar las insaciables maquinarias de los partidos políticos. Para los primeros, el mejor antídoto es la modificación de la Ley que rige las contrataciones de las administraciones públicas acabando con los criterios subjetivos de adjudicación existentes que permiten el uso de la discrecionalidad de políticos o técnicos. Para los segundos, además de lo anterior, es preciso reformar profundamente la ley de financiación de los partidos políticos para establecer una clara y pública contabilidad de los mismos, para acabar con las donaciones anónima y que todos podamos saber quién financia a quién y para eliminar cualquier subvención para los mismos. Los partidos deberían ser capaces de funcionar con las cuotas de sus afiliados y con las donaciones públicas recibidas y consecuentemente ajustar sus maquinarias y sus gastos a su propia capacidad de financiación. A lo mejor así, tendrían que volver a apelar al trabajo desinteresado de su militancia, al voluntariado y, con ello, se verían obligados a sustentarse en la democracia interna y en la participación de las bases.

Ha habido también quien en estos días ha ido más lejos en el problema que afecta a la imagen de la clase política, como Esperanza Aguirre. La Presidenta de los populares madrileños ha venido haciendo públicas algunas reflexiones que sí permiten aportar parte de las soluciones que habrían de impulsarse sino queremos que el sistema político se colapse. Algunas de estas ideas son interesantes y merecen ser desarrolladas. Ha hablado sobre la necesidad de que quien vaya a ocupar un cargo público haya cotizado previamente a la seguridad social, es decir, que sepa lo que es ganarse la vida por su cuenta, sin el paraguas del partido. Y tiene mucha razón. Todos conocemos a muchos cargos públicos, alcaldesa, concejales o diputados, que nunca han trabajado salvo en la política, que no saben lo que significa ganarse la vida en esta sociedad tan competitiva. No son políticos profesionales, algunos ni siquiera han sido capaces de terminar sus estudios, sino que son profesionales de la política. Sus méritos suelen ser la docilidad, el amiguismo o el parentesco. Empiezan con 23 ó 25 años a asesorar a un Ministro, como si supieran algo, y terminan sentándose en un escaño o dirigiendo un Ayuntamiento. Ahora bien, daña a la credibilidad de la propuesta cuando se formula teniendo a su lado al sonriente ex alcalde de Alcalá de Henares y diputado autonómico jugador de iPad en sesiones plenarias, Bartolomé González, que desde que tenía poco más de 20 años ha vivido siempre de la política.

Otra de las reflexiones lanzada por Esperanza Aguirre se refiere a la necesidad de implantar las listas abiertas para que los ciudadanos puedan elegir a sus representantes con más libertad y no mediante listas impuestas por los partidos. Sin embargo, de llevarse a cabo esta propuesta sin más no se cumpliría el objetivo deseado. Hoy tenemos listas abiertas en el senado y, sin embargo, los votantes señalamos con una cruz a unos candidatos impuestos por las cúpulas de los partidos políticos sin contar con la voluntad de sus propios militantes. Parece incongruente proponer más libertad al votante a la hora de elegir y no hacerlo en el ámbito interno de los propios partidos políticos. Una organización política con cientos de miles de afiliados a los que no deja pronunciarse sobre quiénes han de representarles en las instituciones públicas padece evidentemente de un déficit democrático. Sin abrir los cauces internos de participación previamente resulta insuficiente plantear las listas abiertas. Y lo mismo vales en cuanto al sistema vigente en la mayoría de los partidos para autoorganizarse: los procedimientos internos electorales van de arriba abajo y no a la inversa. Se eligen primero a los líderes nacionales, éstos después influyen para que resulten elegidos los regionales de su agrado y así hasta los locales. Con ello, todo el proceso electoral interno queda viciado.

Hay más cuestiones sobre las que se podría seguir hablando y que afectan a la mala imagen de la clase política: los privilegios fiscales, los beneficios en materia de pensiones, la falta de transparencia en sus gastos, el abuso de las instituciones públicas para la colocación de amigos o familiares, la falta de ejemplaridad de muchos, etc. Falta, en definitiva, un análisis más profundo sobre las causas que originan el desapego ciudadano hacia los políticos y la política en general. Hoy, más que nunca, cuando los problemas agobian a los ciudadanos volvemos nuestras miradas hacia quienes tienen en su mano la solución de nuestros problemas y, en muchas ocasiones, nos sentimos huérfanos porque percibimos que estamos en dos mundos, en dos realidades diferentes. Lo malo es que si no se corrigen a fondo esas causas, esos dos mundos terminarán por colisionar.

Santiago de Munck Loyola

martes, 12 de febrero de 2013

Alicante: sin comentarios.

Diario Información 6-2-2013:
 El PP pide apoyo a Castedo para apuntalar la nueva estructura del partido en Alicante. Según el periódico la dirección provincial del PP ya ha solicitado a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, su "colaboración" para poner en marcha el nuevo organigrama interno de la agrupación popular en Alicante, que prevé "trocear" la ciudad en cinco ejecutivas de distrito. Hace unos días, Castedo visitó la nueva sede junto al "núcleo duro" de sus concejales. Acudieron a la cita con José Juan Zaplana, número dos de José Císcar en el PP, la propia Castedo junto al vicealcalde Andrés Llorens; el concejal Juan Seva y la portavoz municipal, Marta García-Romeu. Todo el que tiene algo que decir dentro del grupo del PP en el Ayuntamiento de Alicante estaba alrededor de la mesa, apuntan fuentes populares. ¿Objetivo del encuentro? Apuntalar la elección de las cinco nuevas ejecutivas locales con el respaldo explícito y claro del grupo de concejales alicantinos.

Diario El Mundo 10-2-2013:


miércoles, 6 de febrero de 2013

¿Apuntalando la elecciones internas del PP o de los PPs de Alicante?



El pasado domingo los afiliados del Partido Popular de la ciudad de Alicante nos sorprendíamos relativamente con una noticia recogida por el Diario El Mundo según la cual Sonia Castedo, Alcaldesa de Alicante, barajaba crear un partido propio para 2015 si rompía con el PP por el caso 'Brugal'. Según esta información “Nuevo Alicante pivotaría sobre sus asesores, el apoyo del mundo vecinal y de las Hogueras. Amaga su constitución al menos hasta marzo cuando se elegirá al nuevo presidente local.” La sorpresa era relativa porque en realidad el periódico no hacía otra cosa que confirmar lo que es “vox populi” entre la militancia popular alicantina.

Al elevar a nivel de noticia lo que hasta ahora no era más que un rumor o simples especulaciones había quien esperaba que desde la Dirección Provincial alicantina, ya que local ni está ni se la espera desde hace años, emitiese algún tipo de comunicado desmintiendo la citada información o que requiriese públicamente a la Alcaldesa para que desmintiese esa información y tranquilizase así al conjunto de los afiliados de la ciudad. Ni una cosa, ni la otra. La Alcaldesa calla al respecto y ya se sabe lo que dice el refranero sobre el que calla…Y es que algunos esperamos demasiado: una cosa es contar con los afiliados populares para que te llenen una cena y otra muy distinta es proporcionales la información a la que según los Estatutos del partido tienen derecho. Aquí que cada uno se busque la vida y que crea o no las informaciones que se publican, los bulos o los rumores. Aunque, volviendo al refranero, ya se sabe que cuando el río suena…

Sin embargo y para tranquilidad del personal hoy hemos conocido otra noticia publicada por el Diario Información bajo el siguiente titular: El PP pide apoyo a Castedo para apuntalar la nueva estructura del partido en Alicante. Según el periódico la dirección provincial del PP ya ha solicitado a la alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, su "colaboración" para poner en marcha el nuevo organigrama interno de la agrupación popular en Alicante, que prevé "trocear" la ciudad en cinco ejecutivas de distrito. Hace unos días, Castedo visitó la nueva sede junto al "núcleo duro" de sus concejales. Acudieron a la cita con José Juan Zaplana, número dos de José Císcar en el PP, la propia Castedo junto al vicealcalde Andrés Llorens; el concejal Juan Seva y la portavoz municipal, Marta García-Romeu. Todo el que tiene algo que decir dentro del grupo del PP en el Ayuntamiento de Alicante estaba alrededor de la mesa, apuntan fuentes populares. ¿Objetivo del encuentro? Apuntalar la elección de las cinco nuevas ejecutivas locales con el respaldo explícito y claro del grupo de concejales alicantinos.

El Secretario General, JJ Zaplana, en la mesa presidencial
junto a Sonia Castedo en la cena homenaje tras su imputación.
Los que creemos y propugnamos la Democracia Interna en el Partido Popular podemos estar tranquilos: la Dirección provincial está trabajando para apuntalar con la colaboración de los cargos públicos imputados (es decir, con los que no pueden concurrir a los procesos electorales internos según la línea roja trazada por el Presidente Fabra) el desarrollo de esos mismos procesos electorales internos para elegir las Juntas de Distrito creadas sin consultar con los militantes y mediante un acuerdo impugnado por vulnerar presuntamente los Estatutos Nacionales del partido Popular. ¿Alguien da más?

Es posible que algún mal pensado le suene feo eso de “apuntalar” la elección de las cinco nuevas ejecutivas locales, pero seguramente estará equivocado. Aquí no hay ni “familias”, ni “sensibilidades”, ni “grupitos” manejando el cotarro, no. Ya se sabe, será cosa de los periodistas que, a veces, no interpretan bien las cosas o no se enteran como cuando publicaron que la Dirección Provincial había disuelto la Junta Local de la ciudad de Alicante. En carta del propio Secretario General Provincial de 17 de diciembre de 2012 remitida a este servidor se decía que “ni se ha disuelto la actual Junta Local, ni se ha nombrado ninguna Gestora”, porque eso no se deduce del acuerdo del Comité Provincial de 11 del 10 de 2012 que decía “Alicante, respecto de la cual el Presidente propone el acuerdo, que es aprobado por unanimidad, de sustituir el actual sistema organizativo de Junta Local, por el de Juntas de Distrito,…”. Es más, según rumores, la Real Academia de la Lengua va a añadir una nueva acepción de la palabra sustituir que consistirá, básicamente, en “cambiar una cosa por otra pero dejando las dos a la vez”.

Todos tranquilos. Lo de apuntalar las elecciones internas entre la Dirección Provincial y algunos imputados no debe ser lo que parece, ni mucho menos. Son cosas de la prensa que ya se sabe como es. Nos lo van a aclarar muy pronto, como siempre.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 4 de febrero de 2013

Ataques irresponsables y defensas estúpidas.



Hay que lo que está dando de si todo el asunto de los supuestos papeles de Bárcenas tan aireados por el Grupo Prisa y tan aplaudidos los socialistas. Y lo que te rondaré, morena, como decía aquel. Acusaciones, desmentidos, pruebas caligráficas, contra pruebas caligráficas, ruedas de prensa, comparecencias, declaraciones, ruedas de prensa y lo que queda por venir. Hay que resaltar algunas cosas en medio de tanto lío, de esta ceremonia de la confusión y de este ensayo de deslegitimación y derribo callejero del Gobierno de España.

De una parte, la irresponsable actuación del principal partido de la oposición, el PSOE, y de su líder, con mando pero sin liderazgo, Sr. Pérez Rubalcaba. Hay lujos que se pueden permitir los líderes de los grupos minoritarios, siempre dispuestos a la algarada y a los exabruptos, como el Sr. Cayo Lara que no tiene sobre su formación excesivas acusaciones de corrupción por la sencilla razón de que no gobierna en muchos sitios pero que si lo hiciera le pasaría como en Rivas-Vaciamadrid, donde el dinero público se usa de forma poco escrupulosa y donde procesan a algún que otro concejal de su formación política por actitudes poco ejemplares y presuntamente ilegales, eso sí, con el silencio cómplice de la prensa local. Pero el Sr. Pérez Rubalcaba al que la presunta vacunación recibida con ocasión de Filesa no le ha debido hacer ningún efecto visto el caso de la Fundación Ideas y de los EREs andaluces (1.000 millones de euros saqueados por un entramado organizado en la Junta de Andalucía) no se puede permitir esos lujos, ni mucho menos. No se trata sólo de que no está libre de pecado, sino que, además, demuestra una baja catadura moral quien sobre la base de pruebas más que dudosas pone en cuestión la honorabilidad de muchas personas y, nada menos, del propio Presidente del Gobierno cuya trayectoria, en este campo, ha sido siempre ejemplar. La inocencia no hay de demostrarla. Al revés, quien acusa debe probar sus acusaciones y sin haberlo hecho no de puede ir pidiendo la dimisión de nadie cuando ni siquiera hay acusaciones o imputaciones sobre ninguna persona de la cúpula del Partido Popular. Hacerlo además cuando hay tanto en juego en el exterior, repito, sin indicios sólidos, es, además, una muestra del que “todo vale” con tal de volver a la Moncloa. Todo suena demasiado a lo ocurrido hace casi 9 años, fabricación de pruebas falsas, testimonios inverosímiles, agitación en las redes sociales, algarada callejera, asedio a las sedes de Partido Popular,… típico del “comando Rubalcaba”. Claro que quien no ha querido reabrir las investigaciones pendientes de aclaración, tampoco está ahora en condiciones de quejarse de que se repita, sin sangre esta vez, la historia. A lo mejor el Sr. Rubalcaba debería estar explicando ahora de donde proviene su fabuloso patrimonio ( 1.223.154.- €) amasado durante el mismo tiempo que Rajoy se ha dedicado a la política o cómo bajo su mandato algunos policías colaboraron con banda armada en el llamado caso “Faisan” o por qué bajo su mandato desaparecían cientos de kgs. de cocaína de la Comisaría de Sevilla o muchos otros interrogantes dejados sin responder tras su paso por la política y por diferentes Gobiernos.

De otra, hay que destacar que algunos estarían mejor calladitos en vez de decir estupideces a la hora de defender la actuación del Partido Popular. Si uno no sabe qué decir, mejor callarse, Si uno no sabe de qué se habla, mejor no abrir la boca. Y si uno tiene que mentir, mejor no hacerlo. Es el caso del Sr. Floriano. Hoy se ha cubierto de gloria y ha hecho un espantoso ridículo ante los medios de comunicación. Cuando le han preguntado por qué el ex marido de Ana Mato seguía estando contratado por el Partido Popular pese a estar imputado en el caso “Gürtel” no se le ha ocurrido otra cosa que decir que “es funcionario de esta casa” que tiene derecho a seguir cobrando un sueldo mientras no se le despida y que “a partir de ahí no podemos hacer más, los imputados no pueden ser despedidos legalmente”. Vamos a ver, Carlitos, ¿por qué mientes? El Partido Popular no es, por si no lo sabes, una administración pública y por tanto no tiene funcionarios, sino contratados laborales. Y como cualquier contratado puede ser despedido, esté o no imputado. Cuestión muy distinta es que dicho despido sea declarado procedente o improcedente y que en este último caso, y no readmitiéndole, se le hayan de abonar las cantidades que le Ley señala. Pero no cuentes películas, no tomes por idiotas a los ciudadanos. Si hay una cosa clara es que, en las actuales circunstancias, Jesús Sepúlveda debería haber sido despedido hace tiempo y si no lo ha sido es por puro amiguismo. Exactamente por la misma razón por la que fue promovido en 2003 a candidato a la Alcaldía de Pozuelo de Alarcón.

Haciendo memoria hay que recordar que Jesús Sepúlveda desplazó como candidato a Martín Crespo que llevaba 19 años como Alcalde de Pozuelo de Alarcón, mayoría absoluta tras mayoría absoluta, y que fue una imposición de las alturas de Génova pasándose, como suele ser habitual, la opinión de los militantes de Pozuelo de Alarcón  por el arco del triunfo. ¿Sus méritos? Ser el marido de Ana Mato, nepotismo puro, y pertenecer al llamado Clan de Valladolid, amiguismo puro. Los resultados de tan brillante elección a la vista están, imputado en el caso “Gürtel” y presunto beneficiario de pagos hechos por Bárcenas. Una vez más se demuestra que mientras no se abra paso la democracia interna en el seno del Partido Popular y en los demás partidos se seguirán repitiendo estos escándalos. Y si no que nos pregunten en Alicante qué militante pudo votar a los ediles que hoy nos representan en el Ayuntamiento de Alicante, cuya Alcaldesa también está imputada.

Lo dicho al principio, desgraciadamente ésto va para largo y cuando la tormenta pase, empezará otra porque nuestra clase política no parece estar por erradicar las verdaderas causas de la corrupción y porque para algunos todo vale cuando pierden el poder.

Santiago de Munck Loyola

viernes, 1 de febrero de 2013

Perplejidad e incertidumbre.



El ambiente general es desastroso, cada semana, cada día nos desayunamos con una nueva noticia: un día es CiU, otro el yerno del Rey, al siguiente el PSOE y su Fundación Ideas, hoy Bárcenas y los presuntos sobresueldos. Así no se puede seguir mucho tiempo. Parece que el sistema está colapsado y a ellos hay que añadir el naufragio económico y social heredado. El constante goteo de noticias sobre los papeles de Bárcenas, la financiación del Partido Popular o los pagos a miembros de la cúpula del PP durante los últimos años nos tiene completamente desorientados y asombrados a la inmensa mayoría de los votantes y miembros de esta formación política. A otros no, a otros todas estas noticias les alegran inmensamente porque confirman sus ancestrales prejuicios, sus condenas sin juicio previo y sus odios irracionales. Ellos ya lo sabían, siempre lo han sabido, “los del PP, todos unos chorizos  ¿lo véis?”. Son los que siempre han callado cuando se han desvalijado las cajas públicas con los EREs falsos, por ejemplo. Y ahora son los primeros en levantar la voz, en insultar y condenar a todos los que pertenecemos o hemos votado al Partido Popular. Da igual que no estén libres de pecado, son los primeros en tirar la piedra y en organizar asedios a la sede del PP, repitiendo mecanismos que recuerdan mucho a otros momentos muy tristes. Vuelve la agitación callejera e inundan las redes sociales con insultos y descalificaciones gratuitas a millones de españoles.

Hasta ahora sabemos que Bárcenas tenía cuentas millonarias en Suiza pero no sabemos con certeza el origen de esos fondos. Sabemos que a través de una sociedad interpuesta ha regularizado buena parte de ese dinero. Sabemos también que existen anotaciones contables atribuibles a Bárcenas en las que figuran pagos de distintas cantidades a dirigentes del partido Popular, pero no sabemos a qué corresponden dichos pagos (sobre sueldos, gastos de representación, etc.) como tampoco sabemos si dichos ingresos fueron declarados a Hacienda por los interesados en su día o si tenían o no la obligación de hacerlo.  Y sabemos que hay muchas posibilidades de que el Partido Popular haya recibido donaciones que podrían superar los límites establecidos en la Ley de Financiación de Partidos Políticos y que podrían motivar la apertura de una investigación de la Fiscalía General. Eso es, más o menos, lo que hay encima de la mesa. Pero es más que suficiente para que los de siempre nos condenen a todos, a los afiliados y a los votantes del PP, para que lleguen a pedir la dimisión del gobierno y elecciones anticipadas. A río revuelto, ganancia de pescadores.

Y no, no es así. Que cada palo aguante su vela, que el que la haya hecho la pague, pero que no se meta en el mismo saco a millones de españoles. El Partido Popular, pese a los errores que sus dirigentes hayan podido cometer y que habrá que demostrar, es un gran partido compuesto por cientos de miles de ciudadanos y respaldado por millones de votantes. Es un gran Partido que representa unos determinados valores y principios que no son los que algunos se empeñan en identificar con lo peor de la corrupción. Es un gran Partido cuyos referentes públicos no son precisamente los que, como en otras organizaciones políticas se han saltado la Ley, sino los que durante estos treinta años últimos han pagado con su vida la defensa de la libertad y la democracia. Es un gran Partido del que me siento orgulloso de pertenecer aunque, como he denunciado muchas veces, tiene que corregir numerosos defectos de funcionamiento interno, muchos de los cuales precisamente están en la raíz de los problemas que hoy son más notorios. Y ahora más que nunca es cuando hay que dar la cara y pedir una vez más luz y taquígrafos, transparencia y asunción de responsabilidades si las hubiese.

Esta situación crea incertidumbre en cualquier afiliado o votante popular y duele. Eso es más que evidente. Como duele también que en medio de estas circunstancias tan complicadas, los de arriba, en la provincia de Alicante, destapen la caja de los truenos y nos acusen por escrito a los militantes que estamos intentando promover la regeneración, la honradez en la gestión pública, la democracia interna, la transparencia y la participación en el PP de la ciudad de Alicante, de dañar la imagen del Partido y de crear corrientes de opinión en el partido. ¿Qué temen? Vivir para ver.

Santiago de Munck Loyola