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viernes, 22 de mayo de 2015

La hora del cambio decente.



Hoy es el último día en que los candidatos podemos pedir el voto para las próximas elecciones municipales y autonómicas. Han sido días agotadores y llenos de tensión para muchos, sobre todo para quienes intentamos ofrecer alternativas desde modestas formaciones políticas como es el caso de “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante”. A veces, aparece cierto sentimiento de frustración al comprobar que nuestros esfuerzos por transmitir nuestras propuestas e ideas a los votantes no encuentra eco alguno en la mayoría de los medios de comunicación, más interesados en su cuenta de resultados que en la pluralidad política. Y quiero aprovechar la ocasión para agradecer a los compañeros, amigos y ciudadanos que se han volcado en esta campaña con tanta generosidad. 

Hemos asistido a una campaña electoral con un tono más nacional que local. A veces da la sensación de que quienes se presentan a candidatos a las alcaldías son más bien Rajoy, Sánchez, Díez o Rivera que los miles de candidatos anónimos que pueblan las listas electorales. No se ha hablado casi de los problemas que afectan a los municipios españoles, a su financiación, a su viabilidad o a sus imprescindibles reformas.

En Alicante, “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante” ha hecho un gran esfuerzo, dentro de sus limitadas posibilidades, para dar a conocer las propuestas de su Programa – Contrato. Propuestas muy realistas que afectan a todas las áreas de competencia de la vida de una gran ciudad como la nuestra. No hemos realizado promesas incumplibles, no hemos hecho “guiños” a nadie para “secuestrar” su voto. Hemos puesto sobre la mesa propuestas realizadas desde el sentido común, para solucionar los problemas más inmediatos y acuciantes de los vecinos y para construir una ciudad de prestigio, pujante, emprendedora, solidaria y más humana.

Es hora de pasar una negra página en la historia de Alicante escrita por el Partido Popular, una página que ha puesto en evidencia a Alicante ante toda España hasta el punto de convertirlo en un referente de corrupción. Es hora de exigir al Partido Popular, a sus máximos dirigentes provinciales y locales, que pidan perdón a los alicantinos. Es hora de que dejen sus responsabilidades de gobierno para dedicarse a sanear y a recomponer a un partido que debía haber estado defendiendo los intereses generales de los alicantinos y no los de un capo, que debía haber estado gobernando desde la fidelidad a un programa y a unos principios en vez de venderlos al mejor postor.

Es hora también de tirar de las orejas a una oposición que, salvo honrosas excepciones, ha sido incapaz de ejercer con firmeza y dignidad las funciones para las que fue elegida por los votantes y que, perdida en sus disputas internas, ha sido incapaz de construir una alternativa sólida y creíble para Alicante.

Es hora de ignorar a los oportunistas que al rebufo de tendencias electorales nacionales aparecen ahora ofreciendo mágicas soluciones mientras que durante los últimos cuatro años, ni estaban, ni se les esperaba.

Es hora, en definitiva, del cambio decente, de apostar por quienes estamos avalados por nuestro compromiso con la regeneración democrática, con la defensa a ultranza de los intereses de Alicante frente a la Generalidad Valenciana y el Estado, con la solución a los enormes problemas diarios que agobian a gran parte de los alicantinos. Es hora de iniciar una nueva etapa presidida por la ejemplaridad, la honradez y la eficiencia en la gestión de nuestras administraciones.

Por todo ello, desde esta humilde página, pido al lector una vez más su voto y su apoyo el próximo domingo día 24 de mayo para “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante”.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 21 de mayo de 2015

EL DEBATE MUNICIPAL EN ALICANTE QUE NO FUE.


Así son las cosas. Los medios de “comunicación” no nos han invitado a los partidos nuevos y pequeños a participar en los debates entre candidatos. Dejando al margen las razones crematísticas que se esconden detrás de esta apuesta contra la pluralidad informativa y política, lo cierto es que han hecho un flaco favor a la riqueza democrática de nuestra ciudad.

Yo me he quedado con las ganas no sólo de poder explicar las propuestas de mi formación política “Esperanza Ciudadana – Juntos por Alicante” sino también de hacer balance, que es lo que procede, cuando se cierran cuatro años de un determinado gobierno municipal. Y me he quedado con las ganas de decir a otros candidatos un par de cosas.

Aunque sirva de poco voy a darme el gusto de dejar aquí algunas consideraciones que habría dejado en un debate si hubiese sido invitado. A la representante del PP, el partido que ha gobernado los últimos años, la candidata Asunción Sánchez Zaplana, que se atreve en un alarde ignorancia política a ir diciendo que es antidemocrático que los demás partidos quieran apearle del poder, le habría preguntado que de qué guindo se ha caído o que si no sabe que las elecciones son precisamente para eso, para elegir a un gobernante y no necesariamente al mismo, que para eso ya está Cuba. Le habría dicho que lo antidemocrático es haber manchado el buen nombre de Alicante como lo ha hecho el Partido Popular y no pedir perdón por ello a los alicantinos, que lo antidemocrático es haber sido nombrada candidata a dedo desde Madrid y no por los afiliados populares alicantinos, que lo antidemocrático es encabezar una lista con gente como el Sr. Ciscar que no cree en la regeneración democrática, que ha protegido a los responsables de los escándalos en el Ayuntamiento, que figura en los informes de la Guardia Civil como uno de los que pagaba con dinero negro a la trama Gürtel y que va en la lista, sin vivir ni trabajar en Alicante, para saltar a la diputación porque, en realidad, los vecinos de esta ciudad le importamos un pimiento. Y, por último, le habría dicho que su programa, sus promesas, valen lo mismo que las que Rajoy hizo en 2011 a todos los españoles, es decir, que son papel mojado.

Al candidato socialista, Sr. Echávarri le habría preguntado sobre la inexistente labor de oposición del grupo socialista durante estos últimos cuatro años en los que, en vez de ocuparse de los problemas de la ciudad, se han dedicado a pelearse entre ellos y a dinamitar cualquier posibilidad de una alternativa al Gobierno de Sonia Castedo. ¿Han arreglado ya sus problemas internos los socialistas o se trata tan sólo de una tregua a ver si “pillan cacho”? Y, por supuesto, le habría recordado que sobre honestidad y regeneración poco tiene que decir porque su silencio sobre los desmanes socialistas en Andalucía ya lo dice todo sobre su honestidad intelectual. Ah y también le habría reiterado una pregunta que ya le he venido formulando infructuosamente en las redes sociales ¿Sigue el Sr. Echávarri apoyando la propuesta del PSOE de despojar de la propiedad de sus viviendas a las casi 1000 familias de Rocafel? ¿Sigue queriendo el Sr. Echávarri, como el PSOE, demoler estas viviendas?

Y al Sr. Candidato de Ciudadanos no le habría preguntado nada nuevo, bastaría haberle preguntado lo mismo que al candidato socialista porque no en balde hasta hace dos meses él era militante del PSOE. Bueno, sí, quizás podría haberle preguntado ¿dónde estaba mientras que nuestra ciudad era noticia por los escándalos de corrupción? ¿Por qué estaba de perfil y no defendía a nuestra ciudad?

En fin, el debate que no fue podría haber sido mucho más ilustrativo del que diseñaron los medios de comunicación, pero no lo han querido. Al menos me quedo a gusto dejando alguna de las cosas que me habría gustado expresar, aunque hay bastantes más. Otra vez será.

Santiago de Munck Loyola