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sábado, 17 de noviembre de 2012

Impugnación contra la supresión de la Junta Local del PP de Alicante.


El jueves, día 15 de noviembre, los miembros del Foro Plataforma Popular de Alicante presentaron el Manifiesto por la Regeneración Interna del PP de la ciudad de Alicante. Entre los asistentes a dicho acto, se encontraba un compañero de Partido, Francisco Mestre, que tomó la palabra al finalizar el acto para expresar su sentimiento de pena por muchas cosas que se habían dicho. Dijo que era cierto que en 21 años de militancia en la ciudad sólo había recibido dos cartas de la organización popular alicantina, pero que éso nunca le había impedido participar en la vida interna del partido. Como prueba de su afirmación señaló no sólo que había podido participar en las reuniones previas en las que se discutieron los textos de las ponencias del último Congreso Provincial, sino que además formaba parte de la nueva Comisión Jurídica que se había constituido pocas semanas atrás. Preguntado entonces por qué no se había contestado a la impugnación que varios militantes habían presentado en octubre contra de decisión del Comité Provincial de suprimir la Junta Local de Alicante, contestó que no tenía conocimiento de ninguna impugnación y que nadie les había dado traslado de la misma, pero que exigiría de inmediato que se trasladase dicho documento. 

¿A éso le llaman participación? ¿Éso es transparencia? Bueno, pues aquí tienen el texto de la impugnación, por si se lo siguen ocultando a los miembros de la Comisión Jurídica.

Santiago de Munck Loyola.

A/a Sr. Presidente Provincial de Alicante.
A/a Comité Ejecutivo Provincial.

Los abajo firmantes, afiliados del Partido Popular, con domicilio a efectos de notificaciones en la C/ __________ de Alicante,

EXPONEN

Que han tenido conocimiento a través de los medios de comunicación de la decisión del Comité Ejecutivo Provincial del Partido Popular de Alicante, adoptada el jueves 11 de octubre de 2012, de cesar a la Junta Local de la Ciudad de Alicante, de nombrar una Gestora, de suprimir la Junta Local de la Ciudad, no convocando por tanto las preceptivas elecciones internas a la Presidencia de la misma, y de crear entre diez o doce Juntas de Distrito.

Que, al parecer y según se desprende también de declaraciones de los dirigentes Provinciales, la desaparición de la Junta Local de la ciudad de Alicante y su sustitución por Juntas de Distrito se haría siguiendo el modelo de la ciudad de Madrid y no el de Valencia donde sí existe una Junta Local.

Que, considerando esta decisión contraria al espíritu y la letra de los Estatutos Nacionales del Partido Popular y a los principios de democracia interna, participación e información, es por lo que solicitamos su anulación sobre la base de las siguientes

CONSIDERACIONES

El Art. 18 “Principios de organización interna” señala lo siguiente:

La organización y estructura general del Partido Popular se configura en orden a los siguientes principios básicos:
b) La promoción de cauces para el debate en el seno del Partido, como expresión de su democracia interna.
c) La participación, en igualdad de oportunidades,  de todos y cada uno de los afiliados, como eje fundamental de vertebración del Partido.

Es evidente que la decisión de la Junta Provincial, legitimada por una interpretación literal del Art. 14.3 de los Estatutos Provinciales, afecta de forma directa a la organización y estructura del Partido Popular de la ciudad de Alicante que inexorablemente debe estar configurada por la promoción del debate en el seno del partido como expresión de la democracia interna y, además, con la participación de todos los afiliados en igualdad de condiciones. Suprimir la Junta Local de la ciudad de Alicante supone modificar la estructura y la organización local e, ignorando los principios de organización interna, la dirección provincial ha adoptado esa decisión sin debate de los afiliados afectados, sin la más mínima consulta a los mismos y, por supuesto, sin participación de los afiliados de la ciudad de Alicante. Esta decisión, por tanto, ha prescindido de la democracia interna como eje fundamental de la vertebración del partido y además, con ello, quiebra la igualdad de oportunidades de los afiliados de Alicante que no han gozado, ni gozarán de los mismos derechos que ostentan los afiliados de las organizaciones locales vecinas.

Además, tomar una decisión de tanta trascendencia a pocos meses de la celebración del Congreso Provincial en el que el entonces candidato y hoy Presidente Provincial no anunció su intención de suprimir la Junta Local más importante de la Provincia es absolutamente injustificable: o bien entonces se tenía decidido tomar una decisión como ésta y se ocultó deliberadamente a los compromisarios o bien se está improvisando ahora. En cualquier caso no es admisible desde una perspectiva democrática y transparente y exige una explicación formal a los miles de afiliados de la ciudad de Alicante.

El Artículo 19.3 de los Estatutos Nacionales del Partido Popular señala que “el Partido Popular, a través de sus estructuras territoriales, procurará su presencia permanente en todos los municipios mediante la creación y potenciación de las Juntas Locales”.

Por su parte, el Artículo 20.5 de los Estatutos nacionales, al igual que el Artículo 14.3 de los Provinciales, señala que “en los municipios cuyo número de habitantes o afiliados así lo exija, podrán constituirse Juntas de Distrito por acuerdo del Comité Ejecutivo Provincial, insular o Regional, en el caso de las demás Comunidades Autónomas Uniprovinciales, correspondiente”.

Es evidente que el principio de jerarquía normativa lleva a poner de relevancia, en primer lugar, el contenido del Artículo 19.3 de los Estatutos Nacionales. Del mismo se deduce que las estructuras territoriales, en este caso, la dirección de la Provincia de Alicante, debe procurar la presencia permanente del Partido Popular en todos los municipios mediante la creación de Juntas Locales en aquellos en los que no exista y mediante la potenciación de las Juntas Locales que ya existen, como es el caso de la Ciudad de Alicante. Y, como cualquiera puede entender, potenciar una Junta Local no es precisamente suprimirla, ni sustituirla por Juntas de Distrito. Éstas, las Juntas de Distrito, son órganos auxiliares y descentralizados de las Juntas Locales, pero no órganos sutitutorios. Si ésa fuese la finalidad prevista en los Estatutos Nacionales, es más que evidente que sobraría, en su actual redacción, el Artículo 19.3. Y, además, si ésa fuese la finalidad del Artículo 20.5 de los Estatutos Nacionales lo que establecería sería la posibilidad de sustituir las Juntas Locales por Juntas de Distrito. Por tanto, no cabe más remedio que deducir que la decisión de la dirección provincial de Alicante se sustenta en una interpretación forzada de los Estatutos del Partido Popular, contraria al espíritu y la letra de los mismos que, además, no se basa en motivos objetivos, ni mucho menos, en principios democráticos de participación de los afiliados afectados.

No cabe alegar, por otra parte, que la decisión obedece al número de habitantes o de afiliados porque de ser así habría que plantear los mismos motivos y aplicar la misma decisión a la ciudad de Elche, si no se quiere seguir profundizando en agravios comparativos para los afiliados de Alicante a los que se relega a una categoría inferior en sus derechos políticos.

Y tampoco es de recibo tratar de importar el modelo de la ciudad de Madrid que, ni por habitantes, ni por número de afiliados, es comparable a la ciudad de Alicante. Madrid cuenta con 3.200.000 habitantes (10 veces la población de Alicante) y el Partido cuenta con 21 Juntas de Distrito que se corresponden prácticamente con las Juntas Municipales del Ayuntamiento de Madrid. Es decir, que al partido está estructurado en torno a las Juntas Municipales, algunas de las cuales hasta hace unas décadas eran municipios independientes y, como tales, conservan ciertas particularidades. Existe pues una lógica administrativa y política en la estructuración del Partido Popular en la ciudad de Madrid que no se da, ni por casualidad, en la ciudad de Alicante. Por tanto, es evidente que tras la decisión de suprimir la Junta Local de la ciudad y de sustituirla por Juntas de Distrito no hay una razón políticamente lógica y coherente y que obedece a otras causas y razones públicamente injustificables.

La Junta de la Ciudad de Alicante ha estado prácticamente inactiva durante los últimos años, tal y como ha venido denunciando los medios de comunicación, y los afiliados de la misma han sido ignorados políticamente, sin participación en la vida del partido salvo para ejercer de apoderados e interventores, asistir a mítines o cenas del partido.

Sin embargo, existencia de la Junta Local de Alicante es imprescindible para que el Partido Popular tenga una presencia única en la vida política y social de la ciudad. La sociedad alicantina necesita un interlocutor popular, no diez, que aborde de forma global y con visión de conjunto los problemas y las necesidades de la ciudad. Y esa interlocución sólo puede constituirse y nacer desde la voluntad democráticamente expresada por los afiliados de la ciudad, únicos depositarios y titulares de derechos políticos en el Partido Popular.  Y eso sólo se puede alcanzar a través de un proceso interno limpio, transparente y democrático.

Resulta incomprensible el objetivo y los esfuerzos de la dirección provincial por impedir que el PP de la ciudad de Alicante exista y funcione como el instrumento político y territorial que los Estatutos Nacionales configuran y que no vuelque sus esfuerzos en el requisito previo y fundamental en todo proceso democrático: la depuración del censo de afiliados de la ciudad. De todos es sabido que dicho censo está enormemente inflado, que contiene muchas anomalías e irregularidades y que debe ser puesto al día de forma inmediata y urgente.

Por último, es preciso considerar que, al parecer, la decisión de suprimir la Junta Local de Alicante no estaba incluida en el orden del Día del pasado jueves 11 de octubre por lo que dicha decisión está además viciada en cuanto a su tramitación.

Por todas estas consideraciones, es por lo que

SOLICITAMOS

Que sea anulada la decisión del Comité Ejecutivo Provincial de Alicante de suprimir la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Que sea anulado el nombramiento de la Gestora y que sean repuestos en sus cargos, hasta la celebración de elecciones locales, aquellos que fueron elegidos por los afiliados de la Ciudad de Alicante, salvo que hayan cometido infracción estatutaria penada con la destitución.

Que se abandone la decisión de crear Juntas de Distrito y que dicha posibilidad quede en manos de los afiliados a través del debate interno y, en su caso, que dicha posibilidad sea respaldada mediante la elección de una Junta Local que la incluya en su programa electoral.

Que se proceda a constituir urgentemente una Comisión técnica que en el plazo de dos meses proceda a la depuración del censo de afiliados de Alicante o que, en su caso, se remita esta tarea a los órganos nacionales del partido habida cuenta la gravedad de las posibles irregularidades existentes.

Que, depurado el censo de afiliados, se proceda a convocar las elecciones a la Junta Local de la Ciudad de Alicante.

Que se entregue copia del Orden del Día del Comité Ejecutivo del día 11 de octubre de 2012 en el que se aprobó esta decisión así como copia certificada del acta de dicha reunión.

En Alicante, a dieciocho de octubre de 2012.

viernes, 16 de noviembre de 2012

Manifiesto "Esperanza Popular" de Alicante.



Alicante, 16-11-2012.
NOTA DE PRENSA.

Presentado el Manifiesto por la regeneración interna del PP de Alicante ante cerca de un centenar de afiliados alicantinos.

Cerca de un centenar de afiliados alicantinos se dieron cita ayer, a las 20 horas, en el Hotel Abba Centrum de Alicante en el acto de presentación del Manifiesto por la Regeneración interna promovido por el Foro Plataforma Popular de Alicante. El acto se inició con la lectura del Manifiesto que fue seguida por la intervención de cuatro miembros de la Plataforma que, además, están impulsando una candidatura de militantes denominada “Esperanza Popular” y que tiene por finalidad reconstruir y regenerar el Partido Popular de la ciudad de Alicante.

El afiliado Pascual Martínez explicó las razones que, tras años de desencanto ante la inexistencia de cauces de participación interna, le han llevado a recuperar la ilusión y a apoyar este Manifiesto. Puso de relieve su rechazo y hartazgo por los abusos de los “políticos profesionales” cuyas caras son omnipresentes, unas veces en unos puestos y otras en otros, y por la falta de reacción del Partido Popular ante los casos de corrupción.

A continuación intervino el afiliado Lisardo Gabarre, dirigente de una importante Asociación Gitana, quien expresó su apoyo al Manifiesto y su deseo de un cambio profundo en el Partido Popular de Alicante.

En tercer lugar, intervino Antonio Sobrino, ex concejal de Comercio y Pedanías del Ayuntamiento de Alicante, quien manifestó su apoyo al Manifiesto y a la Candidatura Esperanza Popular por la necesidad de vincular la actuación de los representantes institucionales a la militancia para evitar una pérdida de contacto con los problemas reales de la ciudad de Alicante.

Por último, tomó la palabra el afiliado Santiago de Munck para desarrollar el contenido del Manifiesto. Destacó la impugnación presentada hace un mes por muchos militantes, aún no resuelta, contra del decisión del Comité Ejecutivo Provincial de Alicante suprimiendo la Junta Local del PP de la ciudad de Alicante y sustituyéndola por diez distritos. Destacó que esa decisión es ilegal por ser contraria a los Estatutos del PP, que es arbitraria pues sólo responde al deseo de evitar unas elecciones internas democráticas y que va contra los intereses de los alicantinos en cuya ciudad es necesaria una única voz del PP para afrontar muchos problemas que son transversales y que afectan por igual a todos los barrios de la misma. Santiago de Munck subrayó que este movimiento no va contra nadie, sino a favor de todos los militantes populares de la ciudad que deben ser los únicos protagonistas en el partido y que “reclamar honestidad, ejemplaridad, democracia interna, participación y transparencia no tendría por qué molestar a nadie. A quien le molesten estos principios es que tiene un problema y su sitio no está en el Partido Popular”.

El Acto finalizó con un turno de preguntas por parte de los asistentes.

viernes, 26 de octubre de 2012

¿Miedo o alergia a las urnas en Alicante?




Durante años la mayor parte de los afiliados y simpatizantes del Partido Popular de la Ciudad de Alicante hemos asistido atónitos a las peleas entre diferentes grupos y clanes del partido agrupados en torno a determinadas personalidades. No se trataba de rivalidades o diferencias en torno a unas u otras ideas políticas, a debates ideológicos sino a personalismos egoístas con todas las consecuencias que ello conlleva. ¡Quítate tú para ponerme yo y, de paso, a los míos! Y “los que no están conmigo están contra mí”, obligando con ello a muchos afiliados a tomar partido, a ponerse una etiqueta con tal de tener cobijo en una determinada facción. El espectáculo indigno y bochornoso se completó, no hace mucho, con espectaculares cambios de chaqueta y de lealtades de algunos dirigentes locales. Es cierto que un árbol fuerte y grande puede ser arrancado por un vendaval y por eso algunos han preferido siempre ser simples juncos para inclinarse en la dirección del viento dominante.


Ni una palabra, ni una idea, ni un solo debate ideológico durante años. En muchos lugares, al alcanzar el poder, el Partido Popular se ha ido transformando paulatinamente pasando de ser un Partido de fuerte y abnegada militancia a un partido dominado por los cuadros, por el cuerpo de “profesionales” de la política. A ello hay que añadir un curioso y significativo proceso de absorción de “medradores”, de gente que no habiendo nunca militado en el Partido, y habiéndolo hecho a veces en otros, se ha ido incorporando o ha sido invitada a incorporarse y la generosidad del Partido ha sido tal que han terminado ocupando cargos públicos pasando por delante de la vieja militancia, e incluso dando lecciones sobre lo que debería ser el PP, a pesar de una evidente carencia de capacitación profesional y política. Y todos conocemos muchos casos con nombres y apellidos.

Lo cierto es que estos procesos han sido posibles porque mientras se han venido sucediendo los triunfos electorales pocos se han atrevido a cuestionar unos métodos bastantes alejados de lo que se supone debe ser un partido en el que impere la democracia interna real, no sólo la formal, un partido basado en la voluntad exclusiva del afiliado, y no de los cuadros, y un partido sustentado en el debate interno, la participación y la información. En cualquier partido político, los mediocres, los inseguros, los líderes apadrinados desde arriba y los “medradores” siempre temen a la democracia interna y al debate porque sus vergüenzas podrían quedar al descubierto.

El Partido Popular de la ciudad de Alicante ha sido durante los últimos años un claro ejemplo de lo que no debe ser un partido político realmente democrático y al servicio del afiliado y de los ciudadanos. Ha sido un partido con una existencia nominal, sobre el papel, con muchos supuestos afiliados que le otorgaban un teórico peso que se compadecía poco con la realidad pero que servía perfectamente al reparto de cuotas de poder entre las distintas familias y clanes que lo dominaban, mejor dicho, que lo dominan. Los afiliados no eran convocados salvo para votar, en pocas ocasiones, listas en papeletas previamente marcadas, para cubrir las mesas electorales como apoderados o interventores o para asistir a cenas o mítines. En años no han sido convocados a una sola reunión ni para participar en el programa electoral, ni para hablar del PGOU, ni para tratar cualquier tema sobre la ciudad. Participación nula, información nula, debate nada de nada. El Partido gobernante de la ciudad no tiene ni sede propia ni, tan siquiera, una mísera página web para comunicarse con los ciudadanos o los afiliados. Algo increíble, pero absolutamente cierto.

Muchos pensábamos que con el cambio producido con la elección de José Ciscar como Presidente Provincial el panorama iba a cambiar. De sus palabras en el Congreso Provincial se desprendía un deseo de cambio profundo que, entre otras cosas, iba a suponer la devolución de la palabra a los únicos depositarios de la soberanía dentro del partido, los afiliados. Y le votamos. Sin embargo, parece que aquello fue un espejismo. La decisión de su Equipo de suprimir la Junta Local del PP de la ciudad de Alicante es una vuelta al pasado, a unos hábitos que pensábamos que iban a ser desterrados. Pese a algunas declaraciones a los medios de comunicación intentando suavizar el alcance de esta decisión lo cierto es que:

1º Se suprime la Junta Local del PP de Alicante, es decir, que el PP de la ciudad deja de existir como tal  al copiar el modelo de la ciudad de Madrid.
2º Se crean diez o doce Juntas de Distrito del PP con lo que el Partido Popular de la Ciudad no tendrá una única voz frente a la sociedad alicantina.
3º Se baja de categoría a los afiliados de la ciudad en comparación con localidades como la de Elche en la que incluso sería más adecuada la división en distritos dada su configuración territorial.
4º Se hace sin contar, una vez más, con la opinión de los afiliados.

Y ¿por qué han tomado semejante decisión? ¿Porque hay muchos afiliados? ¿Porque hay muchos habitantes? No, no es por eso y lo sabemos todos. Se toma esta decisión porque el Presidente Provincial no ha encontrado el candidato a Presidente de la Junta Local del PP de Alicante a su medida o si lo ha encontrado no tiene la seguridad de que pueda ganar. Y éso es escandaloso por la sencilla razón de que desde una perspectiva democrática a los únicos que debe preocupar encontrar al candidato idóneo es a los afiliados, no al Comité Ejecutivo Provincial. La democracia va de abajo a arriba, no a la inversa y eso lo sabemos los que militamos en el PP de toda la vida. Son los afiliados los que deben elegir un Presidente para el PP de la ciudad de Alicante y no el Presidente Provincial. ¿Tan difícil es de entender? Creo que para cualquier demócrata no lo es.

https://www.facebook.com/pages/Foro-Plataforma-Popular-de-Alicante/142778659189545?fref=ts
La supresión del PP de la ciudad de Alicante y su sustitución por Juntas de Distrito es una burda maniobra para controlar, una vez más, al PP de Alicante que estaba empezando a despertar. Que no intenten engañarnos. En los Estatutos Provinciales aprobados en el último Congreso se aprobó un artículos que preveía la posibilidad, no la obligación de crear distritos pero ese artículo es una simple transcripción de los Estatutos Nacionales del PP y, desde luego, nadie en aquel Congreso anunció su intención de “cepillarse” al PP de Alicante. O se mintió entonces o se improvisa ahora. En Política nunca hay nada definitivo y cuando se comete un error es mejor rectificar cuanto antes. ¿Por qué no dejan que los afiliados de la ciudad decidamos lo que queremos para nuestro partido? ¿Por qué tienen tanto miedo a las urnas? Sinceramente, un servidor no lo entiende.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 9 de julio de 2012

Enmiendas al XIII Congreso del PP de Alicante: más participación, medio ambiente y Ley de Costas.

El próximo fin de semana se celebrará el XIII Congreso del Partido Popular de la Provincia de Alicante convocado bajo el lema “comprometidos con la Provincia de Alicante”. Una vez más y como viene siendo habitual bajo la Presidencia Local de D. Julio de España los afiliados de la Ciudad de Alicante no han recibido ni una sola comunicación sobre la celebración de este cónclave Provincial. Las únicas noticias que los militantes populares sobre este Congreso provienen de los medios de comunicación. Los populares de la ciudad de Alicante ni han recibido una carta anunciándoles la celebración del Congreso, ni recordándoles su derecho a ser compromisarios para participar en el mismo. Es así como algunos entienden la participación de la militancia en un partido que no sólo debería proclamar su adhesión a los principios democráticos, sino que debería ejercerlos de abajo a arriba en su estructura interna.

Un servidor parece que va a participar gracias a que recibió la documentación precisa para ejercer sus derechos de afiliado de otra sede local y a que, esta vez, no ha sido preciso realizar una asamblea local.

El Congreso provincial servirá, tal y como determinan los Estatutos del PP, para elegir al Presidente Provincial que será, sin duda alguna, el candidato oficial José Císcar. Con ser ello relevante no es lo único que se va a hacer en el Congreso. Tanta importancia como la elección del Presidente y de la nueva dirección Provincial tienen las dos ponencias que se van a debatir y a aprobar: una ponencia política y una ponencia con el Reglamento del Partido provincial.

Sobre el contenido de estas ponencias hay que destacar una evidente contradicción entre ambas. De una parte, la ponencia política subraya en muchas ocasiones la voluntad del Partido Popular de Alicante de potenciar la participación de los ciudadanos en la vida política poniendo al servicio de este objetivo todos los cauces tecnológicos existentes. De otra parte, el proyecto de Reglamento, los estatutos provinciales, realizan una interpretación restrictiva de los Estatutos nacionales y de los Regionales de modo que la participación de los militantes populares en la vida interna del partido queda reducida a la mínima expresión. Hay una evidente contradicción entre el espíritu de la ponencia política y la ponencia de Reglamento que se salda con una retórica políticamente correcta hacia el conjunto de los alicantinos y una realidad estatutaria absolutamente cerrada a la participación interna. Así, no se deja ningún margen de actuación para que los militantes puedan ni tan siquiera opinar internamente sobre las candidaturas del partido en su ámbito territorial, ni para que los cargos electos rindan cuenta ante la militancia o para que ésta pueda trasladar a los mismos opiniones o sugerencias. Si no prosperan las enmiendas encaminadas a fomentar la participación interna y la corresponsabilidad de la militancia no se avanzará lo más mínimo en la consolidación y crecimiento de un proyecto político firmemente arraigado en la sociedad sino que se seguirá profundizando en un modelo de partido de cuadros, en una simple maquinaria electoral fuerte y eficaz, de momento.

En cuanto a la ponencia política hay tres aspectos muy importantes que se han omitido. Se trata del papel del voluntariado social en la crisis y las relaciones del PP con el mismo, el tratamiento de los residuos y su impacto provincial y el impacto de la vigente Ley de Costas en los bienes y derechos de miles de ciudadanos alicantinos afectados por su aplicación. Destaca especialmente este tercer “olvido” por tres circunstancias concretas: la anunciada revisión de la vigente Ley de Costas anunciada por el Ministro Arias Cañete, el tono reivindicativo frente a otras necesidades de la Provincia como son el AVE o los trasvases mientras se silencia esta reivindicación y las constantes y bien fundamentadas menciones a la política turística y al desarrollo de esta industria clave para la Provincia en la que tiene una especial incidencia a niveles europeos los “desaguisados” que la actual ley de Costas ha generado en la Provincia afectando a muchos residentes comunitarios. No se entiende que con 244 km. de costa en la Provincia no se haga mención al asunto.

Por ello, sería deseable que la Ponencia política incluyera el compromiso del Partido popular de Alicante también con los miles de afectados por la Ley de Costas que han visto como una norma aplicada con efectos retroactivos ha transformado su derecho de propiedad en una simple concesión administrativa con plazo de caducidad. Se trata de una reivindicación justa que debería ser asumida por el Partido Popular de Alicante para ser defendida en el Congreso de los Diputados buscando una solución justa con los propietarios expoliados y equilibrada con la defensa del medio ambiente.

Fdo. Santiago de Munck Loyola

viernes, 25 de mayo de 2012

El Congreso Provincial del PP de Alicante.




Estos días, los medios de comunicación ya dan por hecho quién será el próximo Presidente Provincial del PP de Alicante, D. José Ciscar, aunque al día de hoy no sea más que el único aspirante que ha hecho público su deseo de alcanzar dicho puesto. Dar por sentado que esto va a ser así es perfectamente coherente con la trayectoria seguida últimamente en algunos cónclaves del Partido Popular pero en modo alguno puede ser visto como un síntoma de salud democrática de esta organización. Como tampoco es muy positivo para esa salud la convocatoria de los Congresos Provinciales los días 14 y 15 de julio, es decir, en medio de un mes de vacaciones por excelencia en el que muchos afiliados estarán posiblemente de vacaciones y no podrán participar en dicho proceso, salvo que se trate precisamente de eso, de no incentivar la participación de la militancia para que el Congreso se convierta en el tranquilo, en un paseo triunfal. ¿Qué es eso de que D. José Ciscar presenta su candidatura en un “Congreso pactado”? ¿Pactado entre quién? Entre los afiliados no, desde luego. http://www.diarioinformacion.com/alicante/2012/05/24/ciscar-anuncia-candidatura-presidir-pp-alicante-congreso-pactado/1257030.html


Los más de 70.000 afiliados del Partido Popular de Alicante no podrán elegir de forma directa a su Presidente Provincial como tampoco pueden formular enmiendas a las ponencias congresuales porque así lo establecen los Estatutos de la organización. Su participación en el Congreso Provincial se hará de forma indirecta, es decir, a través de los compromisarios previamente elegidos en las Asambleas locales. Establecido y aceptado así el sistema, no estaría de más, si se cree de verdad en la democracia interna y en la participación y protagonismo del militante, que la Comisión organizadora del Congreso Provincial, presidida por D. Pascual Díaz, adopte en esta ocasión todas las medidas necesarias y reglamentarias para incentivar una posición activa de la militancia y una verdadera libertad interna sin que nadie se vea sometido a las intolerables presiones de las “familias y sensibilidades” que, al parecer, dominan la vida interna del partido. En los Estatutos del Partido Popular el único sujeto de derechos y obligaciones que figura es el afiliado, el militante. Por más que uno busque no aparece mención alguna a “familias, clanes o sensibilidades” como protagonistas de la acción política interna como es lógico. “Familias, clanes o sensibilidades” son entes más propios de otro tipo de organizaciones dedicadas a fines menos respetables que los que se supone integran la actividad de una organización política.

En cualquier caso y a modo de humilde sugerencia para la Comisión Organizadora, una vez asumida esta fecha de celebración tan disuasoria de la participación interna, no estaría de más que, entre otras cosas, adoptasen las siguientes:

- En el caso de aprobar un Reglamento para el Congreso Provincial que se haga público y no se oculte a los afiliados como ocurrió en el XIII Congreso Regional del PPCV.
- Que se comunique de forma fehaciente a los afiliados y por todos los medios de comunicación posible las circunstancias relativas al Congreso Provincial de Alicante: fechas, lugar, orden del día, derechos de los afiliados, posibilidad de presentación de candidaturas, posibilidad de concurrir como compromisarios, plazos para hacerlo, etc.
- Que se adopten los mecanismos necesarios para garantizar la neutralidad de las sedes locales cuando hayan de celebrarse votaciones para la elección de compromisarios de modo que el personal y los medios pagados con las cuotas de todos los afiliados no estén sólo al servicio de una parte de los compromisarios, tal y como ha ocurrido recientemente en la ciudad de Alicante.
- Que en el caso de la celebración de votaciones para la elección de compromisarios se prohíba el reparto de papeletas marcadas en las puertas de las sedes con la consiguiente coacción al votante que ello supone, que se garantice el voto secreto en las sedes y que se garantice la actuación de los interventores en caso de existir.

Se trata en todo caso de que por parte de la Comisión Organizadora se promueva la participación activa y real de los afiliados y que se adopten las garantías necesarias para el libre ejercicio de esa participación. No parece que sea mucho pedir. Son cuestiones elementales y básicas cuya ausencia o no determina perfectamente la calidad de la democracia interna de una organización política. Es muy posible que hasta ahora la mediocridad de algunos les haya hecho temer una amplia y masiva participación de los afiliados, pero eso debe cambiar. No hay razones para desconfiar de una militancia que siempre sabe estar a las duras y a las maduras, de una militancia desinteresada y con un compromiso político mucho mayor del de muchos arribistas que sólo ven y usan al partido como un instrumento al servicio de sus intereses personales y, por lo que últimamente se lee en la prensa, no muy edificantes al parecer. La militancia no está sólo para rellenar actos políticos, pagar las cuotas o hacer de interventores o apoderados. La militancia es y debe ser la protagonista en un partido político serio y democrático. Y el que no lo crea así que lo diga bien claro.

Santiago de Munck Loyola


domingo, 20 de mayo de 2012

Apuntes sobre el XIII Congreso del PPCV.

Si alguien esperaba del Congreso del PPCV que acaba de finalizar en Alicante un profundo cambio de hábitos, estilo, modelo de Partido o de políticas sectoriales seguramente habrá quedado defraudado. Este Congreso, imprescindible para la legitimación de un liderazgo regional, ha estado marcado por los desencuentros con Rus y Barberá, motivados más por cuestiones de reparto de poder que por discrepancias ideológicas, las ausencias de los predecesores de Alberto Fabra al frente del PPCV, el camuflaje de la inmensa mayoría de los, hasta hace muy poco tiempo, súper campistas, el vacío de la dirección nacional del Partido Popular presente en el Congreso a través de videos protocolarios, la inexistencia de una profunda autocrítica y la pérdida de una inmejorable oportunidad para poner los medios necesarios para hacer realidad la apuesta del nuevo Presidente por la regeneración del Partido.

Como era de esperar se han producido muchas intervenciones y, como es habitual en estos casos, se han deslizado afirmaciones que son, cuando menos, cuestionables. Baste citar, de una parte, a Esteban González Pons, vicesecretario nacional de Estudios y Programas del PP, que intentando, quizás, limpiar la imagen del PP valenciano, ha llegado a afirmar lo siguiente: "Que se identifique la Comunidad Valenciana con el fraude y el despilfarro no se puede consentir". Esta frase participa plenamente de la técnica empleada por los nacionalistas consistente en transformar las críticas a su gestión partidista con críticas a su región. Y no, no parece que sea ése el sentir de la calle. Parece más bien que cuando se alude al “fraude o al despilfarro” no se alude a la Comunidad Valenciana, sino a algunos gestores de las instituciones de la Comunidad Valenciana. Mal se pueden corregir las enfermedades cuando no se es capaz de acertar en el diagnóstico y, en este caso, el error parte de no haber querido o sabido realizar una autocrítica seria y profunda.

De otra parte, la Alcaldesa de Alicante y Diputada Autonómica por la Provincia, Sonia Castedo, afirmó que "la ciudadanía no está para bromas, ni para debates estériles, los ciudadanos no quieren saber nada de cuotas, ni de pulsos de poder interno, ni siquiera quieren saber nada de nombres y apellidos”. Y tiene toda la razón, pero debería aplicarse el cuento y no haber impuesto su correspondiente cuota en el reparto de los 51 compromisarios al Congreso que le correspondían a la ciudad de Alicante. Una cosa es predicar y otra muy distinta dar trigo.

En contraste con la pretensión de regeneración del Presidente Fabra no ha prosperado la enmienda a la ponencia de estatutos del PPCV presentada por D. José María Rodríguez Galán, exdirector general de Ciudad de la Luz, con el fin de que los alcaldes y portavoces populares en municipios de más de 5.000 habitantes no pudiesen compatibilizar ese cargo con otros. Lo más sorprendente es que ni siquiera ha llegado a ser debatida argumentando que se trata de un tema propio de los Estatutos Nacionales del Partido Popular. Dejando al margen la validez o no de ese argumento, lo cierto es que la insuficiente regulación establecida en el Art. 7.2 Estatutos Partido Popular no cierra la puerta al establecimiento de criterios más restrictivos en los Estatutos Regionales si se adecuan al objetivo y pretensión de la norma nacional. Pero aún admitiendo la validez del argumento de que se trata de una materia propia de la regulación nacional, nada habría impedido al Congreso aprobar una Carta de Compromisos de los cargos públicos del PP en la que, entre otras cosas, se recogiese la dedicación exclusiva de los cargos públicos electos impidiendo simultanear dos puestos e, incluso, la incompatibilidad con el desarrollo de actividades privadas. Los electores, los vecinos de una ciudad como Alicante, por ejemplo, merecen que sus cargos electos se dediquen al cien por cien a la actividad para la que han sido elegidos y no que la simultaneen con otros puestos que para ser bien desempeñados, también exigen una dedicación completa. De lo contrario se está trasladando un mensaje perverso a los ciudadanos: el de que ser diputado o Alcalde de una ciudad no requiere una dedicación completa a pesar de que se cobra como si tal dedicación se produjese.

Y tampoco habría estado de más que en ese deseo de regeneración se hubiesen adoptado medidas para impulsar y facilitar la participación de los 142.000 afiliados del PPCV, para garantizar la pluralidad y la concurrencia en los próximos procesos electorales internos así como la neutralidad en los mismos de los “aparatos locales y provinciales” que, hasta ahora, ha brillado por su ausencia.

En todo caso, los mejores deseos para el nuevo Presidente y para su equipo que tienen una difícil y complicada tarea por delante.
Santiago de Munck Loyola

viernes, 18 de mayo de 2012

Un Congreso huérfano.

Este fin de semana se celebra en Alicante el XIII Congreso del partido Popular de la Comunidad Valenciana. Todo parece indicar, si no se producen novedades de última hora, que va a tratarse de un Congreso muy descafeinado en el que posiblemente la mayor noticia va a ser la ausencia de líderes nacionales del Partido Popular. Tan sólo ha anunciado su presencia el Sr. González Pons, como Secretario de Estudios y Programas del partido Popular, y los Presidente autonómicos de Galicia, Sr. Feijó, y de Baleares, Sr. Bauzá. Nada que ver con la habitual presencia de altos cargos populares, Ministros incluidos, en los demás Congresos regionales que se han venido celebrando hasta la fecha. Algo debe estar pasando y no parece que sea nada bueno para el peso de la organización regional que tradicionalmente se le venía atribuyendo en el seno del Partido Popular. Si no se producen cambios de última hora, parece que la legitimación de Alberto Fabra como Presidente Regional electo no va a estar apadrinada ni subrayada con la presencia ni de la Secretaria general ni del Presidente del PP, algo que no se comprende teniendo en cuenta el enorme peso del PPCV en el conjunto del Partido Popular, tanto por su número de afiliados, como por sus resultados electorales. Da la impresión de que en Madrid están poniendo distancia ya sea por las secuelas de determinados escándalos que han salpicado al PPCV o por los resultados económicos de su gestión al frente de la Generalitat Valenciana.

Sea como fuere, este Congreso se presenta bastante tranquilo para satisfacción de quienes identifican la falta de alternativas y de debate interno como algo tremendamente positivo. No resulta muy comprensible ese empeño de algunos en afianzar el liderazgo de Alberto Fabra sobre la inexistencia de opciones diferentes y que en ello hayan puesto todo su empeño a lo largo de los últimos meses. La pluralidad enriquece, les guste o no, y un liderazgo surgido de la pluralidad fortalece. Lo demás sueno un poco a “la búlgara”.

Los rígidos cauces de participación que estatutariamente tienen los afiliados del Partido Popular y el incumplimiento de las normas internas de participación por parte de algunos dirigentes locales impiden que al Congreso Regional puedan llegar ideas o propuestas nacidas en las bases del Partido. Las bases de un partido político no las conforman los “cuadros” del mismo, los cargos electos o los cargos de confianza que inundan las administraciones públicas. Las bases las conforman los 142.000 afiliados del PPCV y que en su inmensa mayoría no pertenecen a los “cuadros” del Partido, ni son cargos públicos, ni de confianza. Son en su inmensa mayoría estudiantes, amas de casa, jubilados, empleados públicos, profesionales, comerciantes, desempleados, autónomos, agricultores, etc. y si se realiza un perfil medio de los compromisarios se podrá comprobar que no se corresponde con el perfil medio de los afiliados del Partido. Es muy difícil que quienes su medio de vida depende de sus superiores jerárquicos del partido puedan proponer, deliberar o elegir sin ningún condicionante.

Abrir las puertas a la comunicación y a la participación no es malo, todo lo contrario. Sólo pueden rechazarlo quienes tienen algún temor a que su estatus político pueda verse mermado con la apertura y el aire fresco. Es casi imposible que los 142.000 afiliados puedan estar adecuadamente representados en un Congreso, pero hoy en día y con los medios informáticos y las redes sociales existentes es muy fácil, sano y enriquecedor facilitar que los 142.000 afiliados del PPCV puedan opinar y proponer directamente sobre las ponencias de un Congreso regional. Que al día de hoy sólo los compromisarios puedan presentar enmiendas a las ponencias y no los afiliados constituye un anacronismo y un filtro antidemocrático. Es muy posible que nadie lo proponga en este XIII Congreso, pero bueno sería que fueran tomando nota de esa posibilidad: que los afiliados del PP, además de pagar sus cuotas, tengan derecho, como en otros partidos, a presentar enmiendas en los Congresos. No es mucho pedir ¿no?

Santiago de Munck Loyola

jueves, 26 de abril de 2012

El PP local de Alicante: un coto cerrado y antidemocrático.

Dicen que los trapos sucios hay que lavarlos en casa. Es un buen consejo pero los problemas surgen cuando la lavadora no funciona y cuando ni siquiera hay agua para realizar esa tarea. Y éso es lo que parece que pasa en la casa Popular: o no hay agua corriente, o la lavadora está rota o el encargado de la tarea ni está, ni se le espera. Así que no queda otra que sacar la colada fuera, a la lavandería.

En el pasado mes de febrero, los dirigentes del Partido Popular de la ciudad de Alicante se saltaron olímpicamente los estatutos del Partido y el Reglamento del Congreso Nacional al no remitir a los afiliados las normas y documentos necesarios para que pudieran presentarse como compromisarios al Congreso Nacional. Es decir, actuaron antidemocráticamente para evitar unas elecciones internas que se habrían producido en el caso que se hubiesen postulado más candidatos a compromisarios que el número de puestos asignados a Alicante y, con ello, se aseguraron dichos puestos para la camarilla dirigente. Se presentó una reclamación al Presidente local y éste no ha tenido aún ni la decencia y cortesía de responderla. Se denunció esta grave vulneración de la democracia interna a la Secretaria General del Partido, María Dolores de Cospedal, y al día de hoy ni ha respondido. Se comprende que la Presidencia de Castilla la Mancha absorba la mayor parte de su tiempo, pero si ello le impide cumplir con sus obligaciones y responsabilidades como Secretaria General debería ir planteándose su continuidad en las labores internas del Partido, porque los afiliados merecen un mínimo de respeto y la democracia interna es lo suficientemente importante como para que dedique un mínimo de atención.

Pues bien, ahora toca el Congreso regional del PPCV y los dirigentes alicantinos han vuelto a repetir la operación. Las Bases para la elección de compromisarios para el XIII Congreso Regional señalan:

c) La convocatoria para la elección de las Asambleas que han de elegir los compromisarios será realizada por escrito, por los Presidentes Provinciales con una antelación mínima de 10 días, es decir, que dicha convocatoria tendrá que estar en correos el día 20 de abril.

d) Las convocatorias se dirigirán a cada uno de los afiliados sin excepción, y deberán indicar lugar, fecha y hora del comienzo de la Asamblea, duración del período de votación, que no será superior a 6 horas, número de compromisarios a elegir y bases para presentación de candidatos.

Parece que estas normas están bastante claras y que ofrecen pocas dudas sobre su contenido. Sería bueno saber qué parte de las mismas no han entendido los dirigentes del PP alicantino porque, al día de hoy, los afiliados no han recibido carta alguna y el plazo para presentar candidaturas concluye el día 27 de abril a las 12 horas. Es evidente que se trata nuevamente de una grave irregularidad, de una clara vulneración de la democracia interna, y van dos, perpetrada por los dirigentes populares de la Ciudad de Alicante.

Pero esta vez la cosa no va a quedar así. Se ha impugnado el procedimiento y si no se invalida y se repite se va a abrir la vía jurisdiccional hasta sus últimas consecuencias. No son pocos los afiliados populares cansados de estas prácticas caciquiles y se va a constituir en breve una plataforma para la regeneración del partido, desde las bases, como debe ser. El PP de la ciudad de Alicante no puede seguir siendo un coto cerrado a los afiliados y a la sociedad alicantina. Unos dirigentes locales que no respetan a sus afiliados seguramente tampoco respetarán al resto de los ciudadanos. Eso tiene que acabar ya. Y a ver si arreglan la lavadora.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 2 de abril de 2012

Mal arranca el Congreso regional del PPCV.

Tiene bemoles que los afiliados del Partido Popular se tengan que enterar por la prensa de cómo y cuando se va desarrollar el próximo Congreso Regional de su partido. Hay algunos dirigentes populares, como el Secretario General, D. Antonio Clemente, que tienen un concepto muy particular sobre lo que supone el respeto a los militantes y sobre el significado del concepto de democracia interna. Los populares de la Comunidad Valenciana están de enhorabuena. Pueden enterarse por los medios de comunicación de los procedimientos que el Comité organizador está regulando para que puedan ejercer sus derechos políticos en el próximo Congreso Regional. ¿Tanto trabajo cuesta enviar un correo electrónico a los militantes? ¿O una simple carta? Concepto, por cierto, tan particular el del Sr. Clemente como el del actual Presidente local de la ciudad de Alicante, bajo cuya presidencia se vulneraron los estatutos del partido a la hora de designar a los compromisarios al Congreso Nacional, evitando que los afiliados tuvieran conocimiento por escrito de los plazos y procedimientos, y que, además, no tiene ni la decencia, ni la vergüenza suficiente para contestar a las reclamaciones que por escrito se le presentaron el pasado mes de febrero. Sr. Presidente Local de Alicante, ya que no responde por los cauces internos, habrá que planteárselo en público ¿se respetaron los estatutos del partido? ¿Sí o no? ¿Se remitió la preceptiva carta a los afiliados para que pudieran ejercer su derecho? ¿Sí o no? No es tan difícil ofrecer una respuesta, Sr. Presidente local de Alicante. Y los afiliados no están sólo para rellenar mítines, acudir a cenas y eventos varios en campaña o para ejercer de apoderados e interventores el día de las elecciones. No, los afiliados están para algo más y así lo dicen los Estatutos del Partido. ¿Le suena de algo la democracia internan o la participación?

Los populares de la Comunidad Valenciana tenemos un Presidente Regional no elegido por nosotros, sino impuesto. Es un Presidente que, independientemente de sus aptitudes y valía, carece de la legitimidad interna necesaria y que, por tanto, no ostenta liderazgo alguno. Tiene mando en plaza, sí, pero no liderazgo y seguirá siendo así hasta que no se lo gane en el próximo Congreso Regional y, siempre y cuando, no se lo arrebate otro posible candidato. Flaco favor al surgimiento de ese liderazgo democrático hacen quienes se están ocupando estos días de despejar la aparición de posibles candidatos alternativos. Es muy posible que no se presente ningún otro candidato a la Presidencia del Partido tal y como están las cosas y considerando la estructura interna de poder y el delicado equilibrio existente. Pero de esa constatación a empezar a enviar avisos al navegante hay un abismo. Se trata de elegir a un Presidente Regional, no de ratificar en plan referendum al único candidato posible. Flaco favor se hace a la construcción de un verdadero liderazgo cuando desde la cúpula del Partido se empieza a vigilar cualquier movimiento que pueda suponer un debate interno rico y profundo y una pluralidad entre la que los afiliados puedan libremente elegir.

Ya sabemos por la prensa cuantos compromisarios podrán asistir al Congreso regional. Ahora falta que no se repita lo de la ciudad de Alicante respecto a los compromisarios para el Congreso nacional del PP. Ahora falta que se envíen cartas a todos los afiliados y que no se coarte la libertad de nadie para presentar su candidatura de modo que no vuelvan a repartir los puestos entre cuatro amiguetes. Y si se vuelve a hacer que alguien tenga la vergüenza torera de dar las explicaciones pertinentes antes de dimitir e irse a su casa. ¡Qué utópico!

Santiago de Munck Loyola

lunes, 29 de agosto de 2011

Rivas: Un grano integrista en el Partido Popular.

El Partido Popular siempre ha aspirado a consolidar una posición centrista y reformista que poco a poco ha ido avanzando en cada uno de sus Congresos nacionales y que es percibida como tal por una gran parte del electorado, aunque no por todo. Dicen que desde el centro es desde donde se ganan las elecciones en España. El centrismo no es una ideología sino más bien una posición electoral estratégica modulada por determinados mensajes, programa y estilo de hacer política. La búsqueda y permanencia en la centralidad política no depende sólo de la voluntad propia, sino que también influye como un factor determinante el posicionamiento del conjunto de las fuerzas políticas que participan en la contienda electoral.

El talante centrista no está reñido con el mantenimiento de unos principios y valores que conforman la ideología de un partido. El Partido Popular se define a si mismo a través del Art. 2 de sus Estatutos Nacionales que proclama lo siguiente: El Partido Popular se define como una formación política de centro reformista al servicio de los intereses generales de España, que tiene a la persona como eje de su acción política y el progreso social como uno de sus objetivos. Con clara vocación europea e inspirado en los valores de la libertad, la democracia, la tolerancia y el humanismo cristiano de tradición occidental, defiende la dignidad del ser humano y los derechos y libertades que le son inherentes; propugna la democracia y el Estado de Derecho…

La carga ideológica del Partido Popular está recogida en este artículo. Se trata de un Partido interclasista, aconfesional, de ámbito nacional, europeista y en el que, entre otras cosas, tienen cabida liberales, demócrata cristianos, agnósticos o ateos. La inspiración en los valores propios del humanismo cristiano no supone, en modo alguno, un signo de exclusión de carácter religioso. Se anteponen a éstos valores los de la libertad, la democracia y la tolerancia.

Ya en los años setenta, la Conferencia Episcopal Española señaló su rechazo a su identificación con cualquier partido demócrata cristiano. La fórmula de los Partidos demócrata cristianos, nacida a finales del S. XIX y fortalecida con la encíclica Rerum Novarum, hoy no tiene mucha vigencia en las democracias occidentales.

Sin embargo, desde el aterrizaje de la PParaca Dª Inmaculada Sánchez Ramos en Rivas-Vaciamadrid, detractora habitual de Mariano Rajoy, parece que se está produciendo un progresivo abandono de las posiciones centristas y liberales de la organización local hacia posiciones claramente confesionales y excluyentes. Desde entonces, los foros de Internet están plagados de intervenciones “estelares” que evidencian posicionamientos políticos radicalizados y cargados de connotaciones y referencias religiosas, sin que la Dirección Local haya hecho nada por desmarcarse públicamente de las mismas. Y, lo que es peor, dichas intervenciones se realizan mezclando política y religión y con un estilo francamente reprobable. Referencias constantes a la situación de la Iglesia católica, acusaciones injuriosas y calumniosas hacia los rivales políticos y ofensas a todo aquél que se atreva a llevar la contraria están proyectando una imagen de intolerancia, de prepotencia y soberbia muy alejada de lo que significa hoy militar en el partido Popular y, desde luego, del espíritu Evangélico.

“Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” (Mt. 22, 21), no debería ser muy difícil de entender y de practicar por parte de estos fustigadores de los foros que, incluso, se permiten escribir mensajes del estilo “rezo por ti” o “que Dios te perdone” por tener el atrevimiento de discrepar de sus dogmas políticos caseros. Incluso, en estos casos, si rezan por alguien, también deberían aplicarse lo de que “no sepa tu mano izquierda la que hace tu mano derecha, para que sea tu limosna un secreto; y tu padre que te ve en lo secreto te recompensara en publico" (Mateo 6. 3-4).

Estos nuevos inquisidores del Partido Popular de Rivas en las redes sociales se equivocan si creen que con estas actitudes, con esta saturación de mala propaganda político-religiosa van a conseguir “evangelizar” al electorado ripense. Sencillamente, producen vergüenza ajena y hasta náuseas. De no ser porque se sabe que son un simple y esporádico grano en el conjunto de una gran organización como el Partido Popular, uno se avergonzaría de compartir siglas.

Santiago de Munck Loyola