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miércoles, 28 de junio de 2017

Unidos Podemos, objetivo: liquidar la transición española a la Democracia.


Si en la segunda mitad del siglo XVIII se extendió en gran parte de Europa el despotismo ilustrado como concepto político que asociaba la Monarquía absoluta con las ideas filosóficas de la Ilustración, hoy en muchos países padecemos el despotismo sin ilustrar. Los neopopulistas esconden como pueden su carácter despótico y su vocación autoritaria pero difícilmente pueden ocultar su falta de ilustración, su ignorancia.
Pueden ser más o menos toscos como el Presidente Maduro de Venezuela o un poco más pulidos con aires profesorales como los cabecillas de Unidos Podemos, pero en cuanto rascas un poco aparecen sus lagunas intelectuales, eso sí, convertidas en dogmas. Son la nueva versión del “todo para el pueblo, pero sin el pueblo”. Su paternalismo llega a ser vomitivo.

Una buena muestra de ello, acaban de ofrecerla los dirigentes el Grupo Parlamentario Confederal Unidos Podemos - En Comú Podem - En Marea (nombre largo donde los haya para disfrazar al comunismo de toda la vida) con el escrito que han dirigido hoy, 27 de junio de 2017, a la Presidenta del Congreso en el que piden básicamente que se excluya del homenaje a los parlamentarios de la transición que se celebra el 28 de este mes a Rodolfo Martín Villa y que de paso el Gobierno atienda la orden de búsqueda y captura contra Martin Villa dictada por una jueza pirada argentina para investigar los crímenes del franquismo.

En el escrito presentada por los confederados podemitas se dice que “Sin duda alguna, el caso más recordado, por dramático y sangriento, de las actuaciones acaecidas bajo el ejercicio de Martín Villa como ministro, es la carnicería que ocasionó la muerte de 5 obreros y heridas a otros 150 en la Iglesia de San Francisco de Asís de Vitoria el 3 de marzo de 1976. Es decir, apenas un año antes de las elecciones de 1977 ahora conmemoradas. Tanto es así que, como es bien sabido, la jueza argentina María Servini emitió por este caso en 2014 una orden internacional de busca y captura contra Martín Villa, en el marco de un proceso general por crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura franquista. En este sentido, Rodolfo Martín Villa no solamente no debe ser homenajeado como “constituyente” sino que, al contrario, el Estado español debería atender la petición de que Martín Villa, o  bien sea extraditado, o bien rinda declaración ante la justicia internacional en territorio español. No hay democracia sin justicia. Y a la inversa, el principio de universalización de la justicia para crímenes políticos de masas especialmente atroces, viene siendo desde el siglo pasado un indicador de la madurez democrática de las sociedades avanzadas”.

Hay que recordar a esta pandilla que:
- El Ministro de Gobernación en aquellas fechas era Manuel Fraga Iribarne.
- Fraga estaba de viaje oficial en Alemania el 3 de marzo del 76 y regresó a España el 6 del mismo mes por lo que no estaba al mando de las Fuerzas de Orden Público.
- Rodolfo Martín Villa era a la sazón Ministro de Relaciones Sindicales y no recibió delegación alguna para sustituir a Fraga.
- El sustituto del Ministro de Gobernación en aquel trágico día fue el Ministro Secretario General del Movimiento que se llamaba Adolfo Suárez González.
- La idea de la universalización de la justicia no es un concepto pacífico en la doctrina jurídica, no es un principio absoluto y se encuentra limitado en nuestro ordenamiento jurídico. Pero, por sentido común, ¿por qué va a juzgar una jueza argentina a un ciudadano español cuando los tribunales españoles no lo han hecho ni lo van a hacer? ¿Qué co… tiene que ver Martín Villa con “crímenes políticos de masa especialmente atroces”? ¿Qué pasa con la prescripción de los delitos, aunque tales delitos no existan en este caso? Nada de nada de nada. Si los podemitas no lo saben que estudien, que aprendan o que apliquen el sentido común pero que no se empeñen en exhibir su ignorancia como dogma político. Sólo faltaba eso.

El hecho de que el Ayuntamiento de Barcelona el pasado 31 de marzo de 2017 retirase a Martín Villa la medalla de oro de la ciudad gracias a los votos de BComú y PSC, grupo Demòcrata, ERC, CUP y Demòcrates y la abstención de Ciudadanos no puede servir de antecedente para justificar, como lo hacen, esta absurda y malparida petición.

No hay que engañarse, detrás de la misma solo existen enormes deseos de liquidar la transición democrática española y la reconciliación entre las dos España que supuso. Hombres como Rodolfo Martín Villa,  Adolfo Suárez y muchos otros, como el propio Rey Juan Carlos, criados políticamente en y por el franquismo fueron los artífices del mayor éxito político de la historia moderna de España. 

Hay que recordar, además, que si el 15 de junio de 1977 se celebraron las primeras elecciones democráticas en España desde hacía décadas fue gracias a la última Ley Fundamental aprobada por las Cortes franquistas, aprobada en Referéndum Nacional en el que la gran mayoría de la izquierda española propugnó la abstención. Unidos Podemos, y parece que el PSOE empieza a estar en ello también, quieren jugar al revisionismo histórico, quieren desenterrar antiguos fantasmas y abrir viejas heridas borrando los méritos de quienes protagonizaron la transición y, de paso, su principal creación, la Constitución de 1978 gracias a la cual semejantes individuos podrían llegar a gobernar España. ¡Ojo! La combinación de la ignorancia con el fanatismo, con el odio, con el revanchismo y con la vocación totalitaria constituye un peligroso cóctel y es prólogo de la violencia.

Santiago de Munck Loyola


miércoles, 21 de junio de 2017

La jeta de Pablito.


https://youtu.be/A0RcbgnsYb4
Se te veía venir Pablito. Lo tuyo es mucho discurso tranquilo y mucho odio en guante de terciopelo, muchas palabras y poco curro, mucha moralina de todo a un euro y pocos principios, mucha exhibición mediática con besito en los morros incluido a tu colega Javier Domenech, mucho aplauso a la causa LGTB y ningún escrúpulo en llevártelo crudo del régimen homofóbico iraní, mucho “hay que echar al PP” pero sólo si tú vas en cabeza, mucho feminismo de propaganda barata y rancia pero poco respeto a las mujeres, mucho rasgarte las vestiduras si te mentan la condición de pareja de tu portavoz pero ningún recato a la hora de mentar la condición de pareja de mujeres del PP, mucho pacifismo de panderete y ningún recato para exaltar la violencia contra ¿cómo lo llamabas? ah, sí, un lumpen, pero, vamos, con lo de hoy te has salido, Pablito.

Debes pensar que los ciudadanos somos tontos ¿verdad? O que vale cualquier gilipollez que digas porque te han bendecido los dioses del paraíso comunista bolivariano. Pues no Pablito, la gente merece un mínimo de respeto intelectual y no se puede soltar cualquier majadería esperando, además, recibir un aplauso. Hay que tener una jeta como un piano o ser un sinvergüenza de tomo y lomo, o ambas cosas a la vez para defender en los términos que lo has hecho  a los concejales de Ahora Madrid, de Podemos, imputados por los presuntos delitos de prevaricación y malversación.

Mira Pablito, decir que los dos concejales imputados, Celia Mayer y Carlos Sánchez Mato, han tenido un “comportamiento ejemplar” y que no deben dimitir, a pesar delo que señala el propio código ético de Podemos, porque “ lo que han hecho Celia y Carlos ha sido investigar la corrupción y precisamente les atacan y denuncian por investigar la corrupción", no es de recibo. Es un ejercicio de cinismo, de hipocresía y de mendacidad de primera clase. Una cosa es segura, no tiene ni puñetera idea de lo que es un “comportamiento ejemplar”. No lo has mamado.

Eres un mentiroso compulsivo: nadie les ha denunciado ni perseguido por “investigar la corrupción”. Chaval, a ver si te enteras. Bueno, lo sabes de sobra. Un juez les ha imputado porque, como no les satisfacían los informes jurídicos de los letrados municipales, pillaron 100.000 euros de los madrileños para encargar a dedo, contraviniendo la ley, dos informes a medida a unos amiguetes que les dieran la razón. Les han imputado, y lo sabes, por pillar la pasta saltándose la Ley para destinarla a fines no legales. Los madrileños ya pagan con sus impuestos los sueldos de los letrados del Ayuntamiento y los sueldos de los órganos de fiscalización municipal que por tres veces les habían dicho por escrito que no existían irregularidades en el Open Madrid. Y, si no estaban satisfechos con esos informes, lo que debían haber hecho es usar el dinero de Podemos para encargar cuantos informes quisieran, pero no hacer que los madrileños pagasen dos veces lo mismo. ¿Te enteras? Claro que sí. Lo sabes de sobra.

Pablito, no nos tomes más por tontos. Aunque ahora seas pura casta ten un mínimo de decencia intelectual con los ciudadanos. No busques excusas tan estúpidas como lo del “comportamiento ejemplar” para justificar que cuando se trata de los tuyos os pasáis por el arco del triunfo las dimisiones que con tanta vehemencia exigís a los demás e, incluso, vuestro propio código ético que, visto lo visto, no vale no como papel higiénico. Los tuyos no dimiten porque no y punto. Anda y que te den.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 5 de septiembre de 2016

Y llegan las “fuerzas del cambio”.


Tal y como estaba anunciado la investidura del candidato Mariano Rajoy fracasó. 170 votos a favor (PP y sus coaligados Foro Asturias y UPN + C’s + CC) frente a 180 votos contrarios. ¿Y ahora qué? Pues difícil está la cosa. El partido más votado, el Partido Popular, tiene muy difícil intentar una segunda investidura con o sin Mariano Rajoy de candidato. Su pacto con Ciudadanos tenía fecha de caducidad, algo realmente extraño cuando tanto se apela desde esta formación al diálogo y al consenso. Aunque tampoco importa mucho, visto lo que entiende el PP por regeneración al proponer al ex ministro Soria para ocupar un puesto representando a España en el Banco Mundial. Como el Sr. Soria no "valía" para seguir siendo Ministro se lo endosamos a los extranjeros. Y por otra parte, el Partido Popular se reafirma en la candidatura de Mariano Rajoy y frente a quienes desde otros partidos, con toda la hipocresía del mundo pues en el fondo “no es no” sea quien sea el candidato del PP, señala, no sin razón, que si el candidato más votado en las últimas elecciones ha de renunciar o dimitir ¿por qué no lo hacen quienes han perdido votos y escaños en las últimas elecciones?

El líder socialista, Mister “Noesno”, fracasada la investidura de Rajoy, se apresuró a hacer un llamamiento a lo que denomina “las fuerzas del cambio” para que esos 180 votos negativos se conviertan ahora en positivos para investir a un presidente del llamado cambio. La verdad es que queda hasta bonito, lo de las fuerzas del cambio, encarnadas en los 180 votos del no frente a los 170 de las fuerzas del inmovilismo o del “no cambio”. Pero, seamos serios, a parte del no en común ¿hay algún otro elemento aglutinador que permita hablar de un grupo homogéneo de “fuerzas del cambio”? Parece que no y es que entre los 180 votos negativos hay de todo, hasta de lo peorcito. Vamos a intentar aclarar lo que significan las llamadas “fuerzas del cambio”.

Podría pensarse a primera vista que el Sr. Sánchez intenta sumar a los 180 votos de las “fuerzas del cambio” a Ciudadanos. Es decir que para intentar arreglarlo, el Sr. Sánchez tendría en cuenta a parte de los 170 votos favorables a la investidura de Rajoy, es decir, a los 32 diputados de Ciudadanos que ya no serían considerados inmovilistas, ni marca blanca del PP, ni cómplices de Rajoy. ¡Faltaría más! Y así, los socialistas vuelven a su proyecto fracasado de hace unos meses, PSOE + PODEMOS +CIUDADANOS, y Pedrito Presidente. Pero, hete aquí, que al líder de Ciudadanos, Sr. Rivera, le ha faltado tiempo para decir que con Unidos Podemos, que propugna el derecho de autodeterminación entre sus filas, ni a la vuelta de la esquina. Nuevo portazo para el Sr. Sánchez cuyas desmesuradas ansias de “tocar pelo” al precio que sea ya son más evidentes que nunca.

Y vuelta a empezar. Los 180 votos de las “fuerzas del cambio” se componen de lo siguiente:

-       85 diputados de lo que queda del PSOE, socialdemócratas confusos.
-       71 diputados de Unidos Podemos, comunistas, populistas, aspirantes a socialdemócratas, separatistas y talibanes variopintos.
-       9 diputados de ERC, separatistas enemigos de la soberanía popular y de España.
-       8 diputados de CDC, iguales que los anteriores pero menos izquierdistas.
-       5 diputados del PNV, iguales que los anteriores pero derechistas.
-       2 diputados de EH BILDU, iguales que los anteriores pero izquierdistas y brazo político de los asesinos etarras.

Et voilà! Ya tenemos a las “fuerzas del cambio”, ese maravilloso cóctel que tanto fascina al Señor Sánchez y a muchos españoles que de buena fe creen en que en realidad existe una auténtica alternativa de gobierno bajo la falaz denominación de las “fuerzas del cambio”. Algunos de los que forman parte de este heterogéneo grupo de los 180, de las “fuerzas del cambio”, ya han anunciado que estarían dispuestos a apoyar al Sr. Sánchez o a cualquier otro de los 180 con ciertas condiciones. A saber: para empezar derecho a la autodeterminación, con o sin referéndum, para Cataluña y País Vasco (si me apuran para Galicia y el resto de los Países Catalanes como dicen los de Compromis, también) y los presos etarras bajo la tutela del PNV o, para el caso amnistiados, que ya está bien de “venganzas” según la impresentable portavoz de BILDU. Y para continuar ya se sabe: ministerios sociales como Defensa o Justicia para IU Podemos, amén del control sobre el CNI, los medios públicos de Comunicación, etc. Pero, con todo, ya tendríamos a D. Pedro Sánchez Pérez Castejón (de los Castejón sublevados contra la II República) como Presidente del Gobierno de lo que pueda quedar de España. Y ya está. ¡Fácil! ¿Verdad? Nunca más volvería hacer falta votar en Navidad, es más, sería imposible porque seguramente sería borrada del calendario, por reaccionaria y por heteropatriarcal que diría Garzón.

Santiago de Munck Loyola






domingo, 10 de julio de 2016

El 26-J sin autocríticas.


Transcurridos quince días desde la celebración de las elecciones generales ha pasado suficiente tiempo como para que los ciudadanos hayamos podido escuchar y asimilar las distintas valoraciones de los líderes políticos sobre el resultado y, sobre todo, hayamos podido apreciar la no autocrítica de ninguno de ellos. Y llueve sobre mojado a pesar de las fechas veraniegas en las que nos encontramos. Se quiera o no, se haya subido o bajado en escaños, lo cierto es que todos los partidos deberían realizar una profunda y seria autocrítica porque los resultados finales no permiten esta vez tampoco vislumbrar un período de estabilidad gubernamental imprescindible para acometer las profundas reformas políticas que necesita nuestro sistema, ni las económicas para garantizar un futuro de progreso social para todos.

El Partido Popular ha vuelto a ser el partido más votado lo que no significa necesariamente haber ganado las elecciones, aunque sí a sus rivales, porque no ha llegado a la meta al igual que todos los demás. El aumento de 14 diputados respecto a diciembre de 2015 no debería ser motivo de autocomplacencia. Cuando en seis meses se pasa de 187 diputados a 137 sigue siendo imprescindible un profundo ejercicio de autocrítica y de corrección de todos los factores que han podido influir en semejante pérdida: incumplimiento del programa electoral, déficit de democracia interna, represión de las críticas internas, tibieza frente a la corrupción y pésima política de comunicación pueden ser algunos de ellos. Rajoy y su equipo son los responsables de la voladura de la unidad del centro derecha por su incapacidad de adaptación a las exigencias de sus votantes y a las nuevas formas de hacer política. Ha funcionado el voto del miedo, no del convencimiento, la estrategia del mal menor. Muchos votantes han apostado por apuntalar un dique de contención que está muy agrietado frente a la inundación populista. Y nada más.

El líder socialista, Pedro Sánchez, está haciendo historia: está hundiendo electoralmente al PSOE. Los 85 diputados obtenidos sitúan al PSOE en una posición de extrema fragilidad que si ya constituye una lacra para el ejercicio de una oposición parlamentaria más lo es para articular un gobierno alternativo. En ningún país de nuestro entorno, un líder democrático que cosechase tan malos resultados seguiría al frente de su partido por dignidad y ética política. Sin embargo, aquí no ocurre nada parecido. Pedro Sánchez y su equipo se aferran a sus cargos como lapas, sacan pecho porque los Podemitas no les han adelantado y, encima, se ofrecen para intentar formar gobierno si fracasa Rajoy, algo a lo que están dispuestos a ayudar de forma entusiasta. Eso sí, lo han dejado claro, sus pésimos resultados son culpa de Podemos.

Si repasamos las declaraciones de los líderes podemitas y comunistas encontramos, poco más o menos, lo mismo. Se las prometían muy felices y finalmente, la suma de Izquierda Unida y Podemos, ha perdido más de un millón de votos en seis meses. Han pasado del sorpasso a la sorpresa y estupor. Izquierda Unida se ha difuminado y Podemos se está fracturando. ¿Por qué? Pues parece ser que según algunos de los líderes de esta coalición la culpa ha sido de los votantes que carecen de ética, según el ex JEMAD Julio Rodríguez, de los votantes cómplices de la corrupción, según la “demócrata” Mónica Oltra, o de los votantes de la “España profunda”, según el Sr. Julio Anguita. La culpa de sus resultados, en definitiva, es de cualquier ciudadano que no les haya votado pero no de ellos. Algún descerebrado militante comunista-podemita ha llegado a afirmar que habría que acabar “políticamente” con cualquier votante mayor de 50 años. Tienen muy mal perder estos chicos. Mejor no imaginar lo que harían si ganasen con los que no nos plegamos a su demagogia totalitaria.

Y Ciudadanos se ha llevado un notable revolcón electoral. Esta formación que creció gracias al voto descontento del PP se queja e indigna porque casi una cuarta parte de sus votantes hayan preferido volver al redil popular, aunque sea con la nariz tapada, antes que volverles a dar el voto para que los naranjitos se lo vuelvan a regalar al PSOE. Llegan incluso a acusar al PP de robarles escaños. ¿No entienden nada? ¿De dónde sacaron ellos sus 40 escaños en diciembre?

Lo dicho, con tan poca autocrítica, no es de extrañar que se repitan las mismas tácticas y estrategias a la hora de establecer pactos o alianzas que permitan la formación de un nuevo gobierno en España. Los diagnósticos electorales erróneos, fabricados a mayor gloria de los respectivos líderes, terminarán por llevarles a prescribir recetas equivocadas. Se volverán a equivocar si no ponen los pies en el suelo, si no anteponen el interés de España a los personales y, sobre todo, si no entienden que con su actitud pueden terminar achicharrando las urnas.

Santiago de Munck Loyola


sábado, 25 de junio de 2016

A reflexionar y a votar.


Terminan por fin los 15 días de campaña electoral. Lo cierto es que no hemos oído hablar mucho de las soluciones que los distintos partidos políticos ofrecen para acabar con los principales problemas que nos afectan a los ciudadanos. Y, sin embargo, nos han hartado con sus líneas rojas, con los posibles pactos de unos con otros, con sus vetos y sus “sorpassos”. Hemos visto un poco de todo, como casi siempre, aunque con algo más de participación de los candidatos en diferentes programas televisivos. Y como era de esperar, a dos días del cierre de la campaña un supuesto escándalo que afecta, como no, al PP con las grabaciones ilegales efectuadas al Ministro del Interior y al jefe de la Oficina contra el Fraude de la Generalidad Catalana. ¡Hala! A rasgarse las vestiduras los adversarios, a competir por quien se indigna más y quien pide responsabilidades por unos hechos que, la verdad sea dicha, no parecen ni graves, ni delictivos. Pero quien se ha llevado la palma ha sido el independentista Junqueras llegando a hablar de “Gal mediático” y lo ha llegado a comparar con los atentados del 11-M.

¿Pero de qué va este tipejo? Este sujeto ha llegado a afirmar que “Tenemos que protegernos contra estos criminales contra la ética y la moral. Unos ataques que no apelan a un partido, ni siquiera a una opción política, como el independentismo, sino a todos los demócratas. Y estamos a días de poder cambiar esta situación en las urnas”, añadiendo que los independentistas tienen que “acabar con este Estado y dotarnos de uno nuevo, limpio y donde esto no ocurra”. Pero ¡qué jeta!

Para criminales, Sr. Junqueras, los que se saltan continuamente la ley, el orden constitucional, para reventar el Estado; los que durante décadas al grito de “España nos roba” han estado saqueando las arcas públicas y extorsionando a los empresarios y a quien se pusiera por delante con su famoso 3%; los que han venido viviendo en ese famoso “oasis catalán”, oasis mediático comprado con el dinero de los contribuyentes que les ha venido garantizando la impunidad informativa mientras al amparo de comisiones y latrocinios alimentaban al monstruo independentista; los que falsean la historia y los que han venido cultivando hasta en el último rincón de Cataluña el odio a España y a los españoles, abonando el enfrentamiento y la fractura de la convivencia; los que conociendo la existencia de la extorsión institucionalizada del 3% o más han callado y consentido; los que se envuelven en la bandera catalana cada vez que son objeto de críticas o de denuncias por la corrupción generalizada en su región. La obligación de un Ministro de interior pasa, entre otras cosas, por perseguir el delito y a los delincuentes y la de su interlocutor grabado también. Somos los demás, los que creemos en la soberanía del pueblo español, los que repudiamos la corrupción los primeros que tenemos que protegernos de gente como Junqueras, los Pujoles y demás pandilla.

Pero además de este falso escándalo la campaña nos ha deparado algunas anécdotas que bien pueden servir para intuir por dónde van algunos personajes y lo que podría pasar si ganasen. Anecdótico ha sido el incidente montado por VOX con la colocación de una bandera de España en el peñón de Gibraltar y la detención de su autor, el presidente madrileño de esa formación política. Bien es cierto que la reivindicación de la soberanía española sobre la roca ha sido un simple reclamo publicitario para llamar la atención sobre la existencia misma de VOX, proyecto político frustrado por la ambición personal de su hiperlíder, Santiago Abascal, que lo ha convertido en su modus vivendi y que ha sido incapaz de dar la cara ante la denuncia contra su formación política por haber usado avales con la firma falsificada de vecinos de Alicante para presentar su candidatura en nuestra Provincia.

Y, hablando de Alicante, la campaña ha servido para que la izquierda radical enseñe “la patita” y sepamos los alicantinos que, si ganan, nos van a catalanizar. La coalición “A la Valenciana” (Compromis, Izquierda Unida y Podemos), ya el nombre de la coalición expresa el ninguneo de estos partidos hacia Alicante, se suma a las tesis imperialistas y expansionistas de los catalanes independentistas, no ocultan su intención de arrinconar a los hispanoparlantes ni su deseo de acabar con la libertad educativa.

Hemos podido ver en campaña cómo se puede evolucionar ideológicamente sin soltarse la coleta. Toda una lección de ciencia política. El Sr. Iglesias nos ha enseñado cómo se puede pasar de bolivariano a filodanés y de comunista a socialdemócrata y su colega Monedero como se puede soñar con una judicatura y una policía al servicio del gobierno para detener a cualquier que ellos consideren sospechoso de desafección a sus dictados.

Y para cerrar la campaña los británicos también han terminado por influir en la misma. No habían terminado de entrar en Europa y se salen. Es decir, estaban en el club pero con condiciones de privilegio. Pues bien, que se vayan. Es verdad que nos van a hacer bastante daño económicamente pero, al final, el lastre que venían suponiendo para la construcción de una Europa más integrada y solidaria desaparece y los actuales daños se repararán con mayores ventajas para el resto. Eso sí, ya ha dicho Pablo Iglesias que si PP, PSOE y Ciudadanos le hubiesen ayudado el Brexit no habría ganado. ¡Ahí queda eso!

En fin, que se ha acabado el postureo electoral. Toca reflexionar, meditar y, sobre todo, votar. Que hablen las urnas, que hablemos los ciudadanos a ver si esta vez somos capaces de enmendar la plana a unos políticos que han demostrado su incapacidad para escuchar y sintonizar con nuestras necesidades y con nuestros mandatos. Solo hay una cosas segura: cuando nuestros líderes hagan sus primeras valoraciones sobre los resultados seguro que todos han ganado.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 10 de junio de 2016

Los podemitas al asalto del Palacio de la Moncloa.





Es verdad que las encuestas hay que tomarlas con cautela porque no siempre aciertan. Pero, aún tomando todas las prevenciones posibles, lo cierto es que el último estudio demoscópico del CIS pone los pelos de punta. Por primera vez se apunta la posibilidad de que Pablo Iglesias, al frente de comunistas, populistas e independentistas, agrupados en torno a la coalición Unidos Podemos pueda llegar a ser Presidente del Gobierno. Claro que para ello necesitaría el voto de los diputados socialistas pero, vista la poca solvencia política de la dirección del PSOE y el previsible derrumbe de este partido, todo es posible.
Pero ¿cómo hemos llegado hasta aquí? Es indudable que el PP está siendo castigado por muchos de sus votantes por la gestión política y económica en la pasada legislatura, por su falta de reacción ante la corrupción y por los sistemáticos incumplimientos del programa electoral que le llevó al poder en 2011. En estas circunstancias, lo lógico es que el PSOE, como alternativa natural, hubiese rentabilizado el desgaste del gobierno, pero no solo no ha sido así, sino que además también está siendo más castigado aún. El PSOE rompió su suelo electoral en diciembre de 2015 y lleva camino de volverlo a hacer en 2016.

Hay que recordar que en 1996, en el peor momento del felipismo, dos fuerzas políticas rentabilizaron el desgaste gubernamental, el PP e Izquierda Unida que alcanzó sus mejores resultados históricos con 2 millones de votos y 21 diputados. Sin embargo, en diciembre de 2015 ni el PSOE, ni IU que quedó al borde de la desaparición rentabilizaron el desgaste del gobierno del Partido Popular. En la izquierda, los grandes beneficiarios fueron Podemos y sus apéndices que en gran medida eran los herederos de los movimientos surgidos el 15-M, en medio de la agonía política del Zapaterismo.



Es evidente que el PP ganó en 2011 por la desastrosa gestión económica y social de Rodríguez Zapatero cuyos equipos se mostraron incapaces de prever primero y de corregir después el nefasto rumbo económico que seguía la economía española. Los votantes castigaron al PSOE, premiaron al PP pero no lo hicieron con Izquierda Unida a la que gran parte del electorado identifica claramente con el comunismo. Y el 20 de diciembre de 2015, el electorado volvió a castigar y con más fuerza aún a PSOE y a Izquierda Unida. ¿Por qué? Probablemente porque pesaba mucho en el recuerdo la desastrosa gestión de Zapatero con la consiguiente falta de autocrítica de los socialistas y su identificación aún con el mismo. Otra causa probable es que el PSOE, tras las elecciones municipales, facilitó en todas las ciudades y comunidades en las que pudo la llegada al poder de los podemitas defraudando con ello a bastantes votantes suyos y otorgando nuevas plataformas políticas a Podemos para ensanchar su base electoral. En todo proceso de conjunción de poder entre fuerzas políticas ideológicamente afines, la más débil termina por desaparecer, véase lo que ocurrió con el CDS cuando se alió con el PP. Y, por último, es muy probable que la estrategia socialista basada en la oposición destructiva y revanchista, más que en la difusión de alternativas creíbles y constructivas también le pasara y le siga pasando factura. En el caso de Izquierda Unida sus genes comunistas le impiden ser percibida como una alternativa democrática con credibilidad y de ahí su incapacidad de rentabilizar el desgaste del gobierno y el de sus propios compañeros de oposición.

Podemos y sus satélites, Izquierda Unida incluida, sí han sabido rentabilizar el desgaste de sus, más o menos afines, compañeros de oposición. Se ha merendado a Izquierda Unida que es ya un cadáver político y cuya absorción no ha sido fruto de convicciones políticas sino de necesidad de supervivencia económica y se encuentran ahora con unas expectativas electorales inmejorables según las encuestas. Podemos o “Unidos Podemos” ha sabido aprovechar la incompetencia socialista, el suelo electoral de IU, los millones de euros de Venezuela, el desencanto de las plazas del 15-M, la desesperación de mucha gente, las alfombras rojas televisivas extendidas por los magnates de muchos medios de comunicación, la infravaloración de sus adversarios políticos y la demagogia y populismo derrochados a raudales.

Es muy, pero que muy difícil, que los millones de españoles que van a dar su voto dentro de 15 días a “Unidos Podemos” sepan con exactitud las consecuencias que para la economía y para las libertades públicas tendrá esa decisión. Todavía es pronto para que la mayoría de la gente pueda percibir con precisión lo que ya está ocurriendo en muchos municipios en los que a la sombra de gobiernos podemitas o comunistas, tanto monta, monta tanto, las libertades políticas y sindicales están siendo puestas en cuestión y la economía está siendo maltratada. El camuflaje de los neocomunistas bolivarianos de “Unidos Podemos” está siendo muy eficaz. Vestidos de socialdemócratas acabarán con el socialismo y con la democracia, como siempre han hecho. El sectarismo más radical, el revanchismo más peligroso, la demagogia sin límites y la prepotencia política más pura están a las puertas de la Moncloa, lo que recuerda mucho a lo ocurrido en otro país europeo hace más de 80 años. Lo dicho, los pelos de punta.



Santiago de Munck Loyola