El pasado mes de julio nos fue
notificada a Antonio Sobrino Ribes y a mi la decisión del Comité de Derechos y
Garantías del PPCV por la que, tras analizar el supuesto expediente
“informativo” que se nos había incoado meses antes, se acordaba suspendernos
cautelarmente de militancia en el PP, abrirnos un nuevo expediente
disciplinario por presuntas infracciones de varios Artículos de los Estatutos
del PP sancionables con la expulsión del mismo y concedernos 15 días para
presentar alegaciones. Esta decisión, no por esperada, deja de causar asombro
por muchos motivos. En primer lugar, porque la suspensión cautelar de
militancia tiene su miga. Es una decisión estatutariamente prevista para los
casos en los que están implicados cargos públicos o cargos orgánicos que
mientras se sustancia un expediente disciplinario podrían usar sus cargos para obstaculizarlo,
pero no para simples militantes. Es llamativo que ni siquiera Bárcenas fuera
suspendido de militancia en su día, pero los miembros del comité han debido
entender que somos sumamente peligrosos y que si conservamos nuestros derechos
de afiliados mientras nos “empapelan” podríamos, quizás, cometer algún
estropicio irreparable.
En segundo lugar, sorprende por
el desparpajo y por la presunta incapacidad de intentar cubrir las apariencias,
es decir, de intentar que parezca que se guardan y respetan las garantías
jurídicas procesales propias de una organización democrática en un país
democrático. No creo incurrir en una descalificación o en una falsedad si
afirmo que todo es una farsa. A nadie se le escapa que a los miembros del
ilustre comité les importa muchísimo lo que hayamos o dejado de hacer los
acusados y lo que podamos o no alegar en nuestra defensa. Les importa tanto que
antes de iniciarse el procedimiento ya anunciaron el veredicto: la expulsión. Así,
el 22 de enero el Diario ABC, en su edición de la Comunidad Valenciana, el
corresponsal David Martínez publicó bajo el titular “El PP
expulsará a dos afiliados críticos con Castedo y Císcar” lo
siguiente “El comité de derechos y garantías
del PPCV, que preside el alcalde de Sagunto, Alfredo Castelló, ha iniciado
el procedimiento para expulsar del partido a dos militantes de la
agrupación alicantina: Santiago de Munck y Antonio Sobrino”. Es
decir, antes de abrir el supuesto expediente informativo los responsables del
Comité de Derechos y Garantías del PPCV filtraron a la prensa que ya habían
dictado sentencia, que nos iban a expulsar del PP por ser críticos. Que nadie
piense que se trata del más puro estilo bananero, no. Un fallo lo tiene
cualquiera y el hecho de que se filtrara a la prensa la circunstancia de que sin
haber empezado juicio alguno ya hubiera sentencia, no quiere decir nada. Aquí
se guardan las formas y aunque ya haya sentencia sin conocer ni los hechos ni
las acusaciones, se tramita ahora un segundo expediente y hasta se nos ha
concedido un período de alegaciones y de prueba. ¿Es todo esto una farsa? ¿Alguien
duda de la ética o moral que anima a los miembros de tan selecto Comité?
En tercer lugar, sorprende aún
más el contenido del pliego de cargos redactado por el Diputado autonómico
Felipe del Baño. ¡Vaya papelón el suyo! Pero, en fin, cuando alguien se presta
a ello sus buenas razones tendrá. No se trata sólo de que en el pliego de
cargos se haya omitido cualquier referencia a las reiteradas infracciones de
los Estatutos Nacionales cometidas por dirigentes alicantinos y que en su día y
en el propio expediente informativo han vuelto a ser denunciadas por los
acusados, sino que se construye una fabulosa teoría para intentar justificar el
prejuicio establecido con unas frases y unos razonamientos que van a dar para
toda una serie de artículos. Parece que en el Partido Popular todos somos
iguales, pero unos más que otros y, por ello, algunos pueden infringir
continuamente los Estatutos del Partido con total impunidad ya que en el
ilustre Comité nunca se dan por enterados. Es más, parece que el Comité no
tiene tiempo para resolver los recursos o las denuncias de los afiliados pero
sí tiene tiempo para expulsarlos sin haber resuelto las anteriores. Que
denuncias una infracción de los Estatutos cometida por los dirigentes
alicantinos, pues a la calle. ¡Faltaría más! Eso sí, a la calle el denunciante
no el denunciado. Entre todas las perlas del pliego de cargos hoy sólo voy a mencionar
una. Señala D. Felipe del Baño y suscribe todo el Comité la siguiente frase: “el mero hecho de impulsar una campaña bajo
la regeneración, y apoyar el lema, en comentarios que inducen a pensar que la
corrupción campa a sus anchas en la organización del Partido, lejos de ser una
opinión admisible en el debate democrático, es una falsedad inadmisible en
cualquier foro. Está tachándose de forma injustificable y generalizada, de
comportamientos antidemocráticos y corruptos a la totalidad de la organización
del Partido”. Y se quedan tan anchos. Al parecer promover la regeneración
es tachar de forma injustificable y generalizada a la totalidad del Partido de
comportamientos antidemocráticos y corruptos.
Sinceramente, un servidor lo
ignoraba pero creo que hay más gente que lo ignora y no se imaginan la que les
puede caer encima. Según el ilustre Comité, poner el acento en determinados
valores es “dar a entender que no es esta
la forma de actuar del Partido Popular”. Esperanza
Aguirre debe desconocer estas innegables aportaciones a la teoría política de
D. Felipe del Baño y demás miembros del Comité y, por ello, el pasado 6 de
febrero de 2013 se atrevió a postular la regeneración democrática del Partido
Popular. Según los medios de comunicación la
presidenta del PP de Madrid, Esperanza Aguirre, ha insistido este miércoles en
que es necesaria una "regeneración
democrática" y, aunque ha explicado que se puede contar con ella
para llevarla a cabo, ha remarcado que no contempla volver a la primera línea
de la política pese a que ésta es su "vida". (http://www.elmundo.es/elmundo/2013/02/06/madrid/1360149271.html)
El 27 de julio de 2013, en una entrevista en la revista Yo Dona la Presidenta
del PP del País Vasco, Arantza Quiroga, abogaba por una “regeneración
política”. El Presidente Alberto Fabra, una vez más, el pasado 9 de junio
apelaba a la regeneración y a la honorabilidad del partido (http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2013/06/08/fabra-apela-regeneracion-honorabilidad-partido/1005217.html)
Y aún más, en la pasada Convención Regional del PPCV el Presidente Rajoy animó
al Presidente Fabra para que persistiera
en sus políticas de ajuste del déficit público y, al mismo tiempo, “para
que siga con la tarea de la regeneración interna del partido” (http://www.elconfidencial.com/espana/2013/06/08/rajoy-apoya-al-pp-de-fabra-y-le-anima-a-que-siga-con-la-regeneracion-del-partido-en-valencia-122644). ¿Qué quería decir con ello el
Presidente Rajoy? ¿Estaba insinuando acaso que hay comportamientos
antidemocráticos y corruptos generalizados en la totalidad del Partido? ¿A que
no? ¿Cómo es posible que tan altos responsables del Partido promuevan y animen
a la regeneración democrática del PP? ¿Acaso desconocen la doctrina “del Baño”?
¿No saben que sus palabras son inadmisibles en cualquier foro? Alguien debería
avisarles que la ignorancia de tan sesuda doctrina no es eximente de su
cumplimiento y que cualquier día de estos los van a empapelar. ¡Seguro!
Santiago de Munck Loyola