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martes, 24 de abril de 2012

Injusticias de la Administración de Justicia en Novelda.

Señala el dicho popular que en ocasiones la realidad supera la ficción y es cierto. Nuestra Constitución recoge un amplio catálogo de derechos fundamentales y lo hace de manera especial al otorgarles una especial protección que se pone de manifiesto, incluso, en los propios mecanismos de reforma constitucional. Sin embargo, la realidad diaria evidencia que, no sólo muchos de estos derechos fundamentales no pasan de ser un simple deseo u objetivo a cumplir sino que, además, otros derechos, más fáciles de tutelar y proteger, son sencillamente ignorados o directamente vulnerados por algunas administraciones públicas.
Dentro del Capítulo II, sobre los derechos y libertades” de la Constitución española el Artículo 17 señala, por ejemplo, que todas las personas tienen derecho a la seguridad y el Artículo 24.1 dice textualmente que “todas las personas tienen derecho a obtener la tutela efectiva de los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos, sin que, en ningún caso, pueda producirse indefensión.” Por su parte, el Artículo 53 establece que: 1. Los derechos y libertades reconocidos en el Capítulo II del presente Título vinculan a todos los poderes públicos. 2. Cualquier ciudadano podrá recabar la tutela de las libertades y derechos reconocidos en el artículo 14 y la Sección primera del Capítulo II ante los Tribunales ordinarios por un procedimiento basado en los principios de preferencia y sumariedad y, en su caso, a través del recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional.”
 
 
Parece que estos Artículos ofrecen pocas dudas sobre su contenido y alcance al lector. El ejercicio de los derechos recogidos en el Capítulo II, incluido el derecho a la seguridad y al honor, deben ser protegidos, vinculan a los poderes públicos y deben ser tutelados por los Tribunales. Pues algo tan meridianamente claro parece que se lo pasa por el “arco del triunfo” el Juzgado de Instrucción nº 1 de Novelda. Esta apariencia se sustenta en los siguientes hechos.
 
 
El 18 de noviembre de 2009, D.ª M.ª José Romero Murias, Juez del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 1 de Novelda, dictó la sentencia nº 159/09 en la que condenó a J.A.V. como autor criminalmente responsable de una falta de amenazas (Art. 620.2 del C.P.) contra un funcionario público. El condenado recurrió dicha sentencia y más de dos años después, el 3 de abril de 2012, la Audiencia Provincial de Alicante dicta la sentencia 000167/2012 en la que dice lo siguiente: “En el presente supuesto dictada sentencia con fecha 18 de noviembre de 2009 e interpuesto recurso de apelación en tiempo y forma, tras dar traslado a la parte contraria, con fecha 28 de enero de 2010 se dictó providencia acordando la remisión a esta Audiencia Provincial, quedando la causa paralizada sin remisión efectiva… Es claro y evidente que la causa ha estado paralizada por período superior a seis meses, y por ello debe revocarse la sentencia de instancia y absolver al denunciado por prescripción de los hechos”. ¡Toma ya!
Es decir, que como el Juzgado de Instrucción de Novelda, deliberada o accidentalmente, no cumple con su deber procesal de enviar la documentación a la Audiencia y han pasado más de seis meses, ésta, de oficio, en vez de desestimar el recurso del condenado, lo estima y sin discutir los hechos por los que fue condenado, que quedan como probados, le absuelve y deja sin tutela judicial efectiva al ofendido y amenazado, es decir, a la víctima. Eso sí, será cosa del corporativismo, pero ni una palabra en esta sentencia de la Audiencia sobre las responsabilidades que pudieran corresponder a los funcionarios del Juzgado de Novelda por no haber cumplido con sus obligaciones legales y por haber vulnerado los derechos fundamentales de la víctima y provocar con ello la indefensión de la misma.
 
 
¿Qué pensar de todo ello? ¿Que el condenado tenía amigos en el juzgado de Novelda que han retrasado intencionadamente el envío de la causa a la Audiencia para que prescribieran los hechos, que están tan saturados de trabajo en Novelda que no les ha dado tiempo a enviarlo en plazo, que los expedientes se pierden en el Juzgado o algo mucho peor? El responsable o la responsable del envío a la Audiencia que ha incumplido su deber ¿tendrá nombre y apellidos, no? ¿Se podrán exigir responsabilidades, no?
 
 
Muchos de nuestros derechos fundamentales (derecho al trabajo, a la vivienda,…) son desgraciadamente papel mojado ante una realidad como la que nos toca vivir, pero si a ello sumamos que incluso los derechos fundamentales fáciles de proteger y tutelar son ignorados por la administración de justicia en los escalones más primarios, vulnerando con ello de forma evidente la propia Constitución, vamos listos. Así nos luce el pelo.
 
 
Santiago de Munck Loyola

domingo, 22 de abril de 2012

Un día de abuelo en el Safari Aitana.

Hoy he pasado un estupendo y típico día de abuelo, aunque la verdad ejerzo de tal todos los días y sobre todo desde que nació Blanca. Pronto va a cumplir dos años y he de reconocer que, desde el primer día, hizo honor a su nombre pues entró en nuestras vidas en la peor y más triste época de las mismas y desde entonces las ha alegrado e iluminado, suavizando los momentos más duros y borrando los trances más dolorosos.

Pues éso, que tocaba salir de excursión y nos hemos acercado a la Sierra de Alicante para visitar el Safari de Aitana. Ya conocíamos muchos de los pequeños y hermosos pueblos de esta zona, Sella, Guadalest, Relleu, etc., y en no pocas ocasiones hemos disfrutado de estas montañas cubiertas de pinos y jalonadas de ancestrales terrazas de plantaciones. Sorprende siempre el contraste entre esta verde sierra, tan próxima al mar, con la aridez y sequedad de muchos otros parajes alicantinos, también muy próximos. Parece mentira que en tan cortas distancias exista tanta variedad y tan diferentes bellezas. Sin embargo, nunca nos habíamos decidido a entrar en el Safari de Aitana y hoy lo hemos hecho.

Nunca me han apasionado los lugares donde los animales salvajes se encuentran recluidos, pero hay que reconocer que estas instalaciones ofrecen una agradable sensación y una oportunidad distinta y gratificante para observar a la fauna: leones, tigres, elefantes, camellos, búfalos, burros y una larga lista de animales deambulan por el parque con relativa naturalidad y, desde luego, en unas condiciones muy aceptables.

Limpieza, personal amable, precios razonables y un buen servicio son características de estas instalaciones. Tras una comida sencilla en el restaurante del Safari hemos realizado la visita guiada de más de dos horas recibiendo toda clase de explicaciones, con tranquilidad y con una temperatura muy agradable. Blanca, al igual que la mayoría de los niños, ha descubierto con asombro a los animales que hasta ahora solo conocía por los libros y la televisión. En algunos casos los ha podido acariciar y tocar. Su emoción e interés ha sido constante y sólo ha decaído a última hora cuando ha visto los columpios de un parque infantil.

En fin, un agradable día de abuelo, una experiencia gratificante en todos los sentidos muy recomendable para todos los que quieran descubrir estos hermosos rincones de la Provincia de Alicante y hacer un paréntesis rejuvenecedor en medio de esta vorágine de problemas, recortes y controversias que amenaza la estabilidad emocional del más pintado.

Santiago de Munck Loyola

sábado, 21 de abril de 2012

A vueltas con los recortes y la organización del estado.

Las nuevas medidas que está adoptando el Gobierno con el fin de reducir el gasto público están desatando muy variadas reacciones en distintos sectores sociales y propiciando críticas en los diferentes agentes sociales y políticos. Parece que, tal y como están las cosas, no hay dinero suficiente para poder seguir manteniendo intocables las prestaciones públicas. Si no hay dinero no queda más remedio que gastar menos y tratar de ingresar más. Es evidente que durante los últimos años, nuestras administraciones públicas han gastado más de lo que ingresaban, es decir, han ido acumulando, año tras año, déficits. Esos desfases entre los ingresos y los gastos se fueron cubriendo con préstamos, es decir, nuestras distintas administraciones se fueron endeudando y ahora, en medio de una crisis internacional, no sólo seguimos gastando más de lo que ingresamos, sino que además tenemos que pagar los intereses de las deudas acumuladas en los últimos años. Estos intereses anuales que hay que pagar se elevan a más 29.000 millones de euros anuales. Para hacerse una idea de lo que esta cifra significa basta considerar que los salarios de un año de los funcionarios suponen menos de esa cantidad.

Por tanto, parece razonable pensar que hay que acabar con el déficit para impedir que siga creciendo la cantidad anual que los intereses suponen. De no hacerlo pronto, los 29.000 millones de euros seguirán creciendo y llegará un momento en que sea de todo punto imposible pagarlos, colapsando el sistema. Es un poco absurdo pensar que no es tan importante reducir el déficit público, pero un debate muy distinto es cómo hacerlo, dónde priorizar la reducción de los gastos y cómo articular el imprescindible incremento de ingresos públicos.

En el amplio debate generado estos días, distintos dirigentes políticos han puesto en cuestión el modelo de funcionamiento de las Comunidades Autónomas, responsables en gran parte del déficit de las cuentas públicas. De una parte, Esperanza Aguirre ha manifestado que si es conveniente para el interés nacional, la Comunidad de Madrid está dispuesta a devolver las competencias de Sanidad y Educación al Estado y transferir otras competencias a los Municipios.

De otra, José Bono ha criticado duramente el gasto que supone el mantenimiento de 17 parlamentos autonómicos, 17 defensores del pueblo, 17 tribunales de cuentas, decenas de canales de televisión autonómicos. Ante estas declaraciones, responsables de los dos grandes partidos se han apresurado a manifestar su satisfacción por la evolución del estado de las autonomías y su pleno respaldo al diseño constitucional del mismo. Por su parte, algunos politólogos también han manifestado en distintos medios de comunicación la irreversibilidad del estado autonómico.

De todo ello, se desprende una sensación de miedo a formular públicamente críticas que puedan cuestionar la actual organización territorial del estado. Se cierran los ojos ante las evidencias:

-          El estado de las autonomías es un modelo caro que, hoy por hoy, es difícil de sostener. Si no hay dinero para mantener las actuales prestaciones sanitarias o educativas ¿por qué hay que mantener un modelo de estado caro y plagado de duplicidades e ineficiencias? ¿Por qué la prioridad en la reducción del gasto público no aborda en primer lugar la corrección de una de las principales causas del déficit público?

-          El funcionamiento actual del estado de las autonomías incumple sistemáticamente el Art. 138.2 de la C.E. “Las diferencias entre los Estatutos de las distintas Comunidades Autónomas no podrán implicar, en ningún caso, privilegios económicos o sociales” y el Art. 139.1 “Todos los españoles tienen los mismos derechos y obligaciones en cualquier parte del territorio del Estado.” Basta con comparar los distintos Estatutos de Autonomía o palpar la realidad de la calle para comprobarlo.

-          Las autonomías han generado una inflación legislativa sin precedentes en los países occidentales que supone una verdadera losa para la libre circulación en el territorio nacional de los flujos económicos y sociales que sustentan el progreso de una sociedad.

-          La devolución de competencias al Estado no es imposible y, si con ella se gana eficiencia en algunas materias, es, además, necesaria. El proceso autonómico no es como algunos pretenden constitucionalmente irreversible porque la propia constitución de las CCAA no es obligatoria, sino opcional, a tenor de la redacción del Art. 143 de la propia C.E.

En todo caso, tan constitucional es propugnar la reforma de la propia Constitución para reclamar, por ejemplo, la República como para reivindicar la reforma de la estructura territorial del estado si se considera que ello puede favorecer el interés general y el bienestar de los ciudadanos. Por tanto, no son muy comprensibles esos recelos instalados en amplios sectores de la clase política y ese cierre de filas ante cualquier propuesta de racionalización de nuestras instituciones y del gasto público generado por las mismas.

Meter la tijera en el gasto público hay que meterla, pero es mucho más sensato, aunque sea más costoso políticamente, hacerlo por las raíces de los problemas. La saturación de plantas en una jardinera pequeña puede terminar por matar a la mayoría.

Santiago de Munck Loyola

jueves, 19 de abril de 2012

La efímera fama de los rivales de Dumbo y Yogui.

Parece que nuestro Rey, Presidente de honor de la asociación ecologista WMF, está haciendo, sin habérselo propuesto, que los animales víctimas de sus aficiones cinegéticas eclipsen a famosos personajes del mundo de la ficción. En 2006 el pobre oso rumano Mitrofán, al parecer en estado de grave intoxicación etílica, se topó con la escopeta de Su Majestad e hizo palidecer la fama del oso Yogui quien, en décadas de aventuras animadas en los parajes de Yellostowne, nunca tuvo tropiezo de tan funestas consecuencias como las de su colega rumano. En estos días, la fama del pobre Dumbo podría peligrar si trascendiesen, en caso de tenerlo, los nombres de los paquidermos africanos objeto de las atenciones regias. La vida es así, la fama en ocasiones depende de estar en el momento preciso en el lugar adecuado. Bueno, en estos luctuosos casos y vistos los fatales desenlaces, sería más apropiado hablar de estar en el momento inoportuno en el lugar equivocado.

Es muy posible, casi seguro, que si su Majestad no hubiese tenido mala pata, cayéndose y lesionándose la cadera hasta el punto de requerir un traslado urgente a España para ser intervenido quirúrgicamente, los españoles no habríamos conocido nada de su desafortunada aventura africana. Afortunado en el juego, desgraciado en amores dice el refrán popular. Bien puede decirse lo contrario: Desafortunado en el juego, agraciado en amores. Y como la caza no resulta ajena al riesgo y al azar, es evidente que tiene bastante de juego. Ni que decir tiene que estos dos eventos cinegéticos antes citados apuntan indicios de poca fortuna regia en estos menesteres que, además, han servido para sacar a la palestra la buena fortuna del monarca en el campo de los amoríos, al parecer teutones.

El incidente, además de servir para mermar la fama de insignes y entrañables animales de ficción, ha valido para que todos en este país y allende sus fronteras dediquemos un tiempo a especular sobre el asunto y sus consecuencias y sobre todo para que exhiban sus mejores galas desde los aduladores cortesanos hasta los furibundos republicanos, pasando hasta por los especialistas en alcantarillas mediáticas, salvadores “de luxe”. Hemos escuchado de todo, desde reivindicaciones de referendum sobre la forma del Estado, hasta peticiones de abdicación. Incluso, algunos personajes han transformado lo que ha sido una auténtica torpeza, dicho esto en todos los sentidos, en una falta del pueblo español por ingrato, nada menos.

Unos olvidan que, les guste o no, la Monarquía está legitimada en las urnas mediante un referendum constitucional. Otros olvidan que el Rey en 1981 sólo hizo lo que constitucionalmente tenía que hacer, aunque algo tarde en opinión de algunos, y que, por tanto, su actuación no debería ser esgrimida como una permanente hipoteca de gratitud incondicional. Y mucho menos aún se puede esgrimir esa presunta deuda de gratitud como un aval para su sucesor.

Que el Rey se ha equivocado es más que evidente y hasta él mismo lo ha reconocido con más o menos sinceridad y más o menos espontaneidad. España tiene hoy en día problemas mucho más importantes que los derivados de un incidente como éste o que la forma de la Jefatura del Estado. Lo que sí ha quedado de manifiesto y conviene anotarlo para el momento oportuno es que la Monarquía si no es ejemplar no sirve y que la legitimidad de origen debe estar siempre seguida de la legitimidad de ejercicio. Si algo de positivo ha podido tener este asunto es que, probablemente, los colegas de carne y hueso de Yogui, de Dumbo, de Bambi, del Lobo feroz y demás tendrán en el futuro en frente un Elmer coronado menos.

Santiago de Munck Loyola

miércoles, 18 de abril de 2012

¿Resignación o esperanza ante el cáncer?

El cáncer, en sus diferentes versiones, es una dura y terrible enfermedad que no sólo cuenta, de forma bastante justificada, con una mala prensa, a pesar de los notables avances en su tratamiento conseguidos en los últimos años, sino que además provoca en mucha gente extrañas reacciones ante la presencia de quienes tienen la desgracia de desarrollarla. Ante el enfermo hay quien sabe mantener las mismas relaciones personales existentes antes del diagnóstico, hay quien sabe o al menos intenta sintonizar mejor con él, hay quien no sabe o no puede y, en ocasiones, hay quien simplemente desaparece de la vida y de las relaciones del paciente. Cada persona es un mundo diferente de sentimientos y capacidades y consecuentemente no hay una reacción igual ante la declaración de la enfermedad en un familiar o conocido. Del mismo modo, cada paciente recibe el diagnóstico de una forma distinta y diferentes son las reacciones que provoca y las formas de encarar el nuevo ciclo vital que se abre tras la irrupción de la enfermedad. Cuando el cáncer hace su aparición se produce un antes y un después en la trayectoria vital, desaparecen unos esquemas, cambian las prioridades y se inicia un camino lleno de incertidumbre pero que siempre ha de estar iluminado por un mínimo de esperanza.

El servicio de oncología del Hospital de San Juan en Alicante está lleno de profesionales de la medicina y de voluntarios excelentes en sus diferentes especialidades pero que comparten una gran capacidad de generación de esperanza. En el hospital de día o en las consultas, las enfermeras tratan a los pacientes con una delicadeza, con un cariño y unas sonrisas ejemplares. Siempre tienen una palabra amable, un gesto afectuoso y una actitud de entrega para con todos los pacientes. No les falta ni paciencia, muy necesaria en ocasiones, ni dedicación personalizada. Saben perfectamente cómo tratar a los enfermos. Lo mismo puede decirse de los médicos de oncología que hablan y explican con detalle todos los pasos y procedimientos médicos a los que son sometidos los pacientes sin escatimar tiempo o esfuerzos. Y a los profesionales hay que sumar a los voluntarios o mejor dicho a las voluntarias de la Asociación Española contra el Cáncer que realizan una excelente y desinteresada labor de apoyo y auxilio tanto físico como psicológico a los enfermos y a sus familiares. Recorren los pasillos atendiendo a todo el mundo y siempre están ahí aunque sólo sea para prestar un brazo en el que apoyarse. Del mismo modo que cuando los servicios públicos no funcionan bien se denuncia, es de justicia resaltar públicamente la labor y, sobre todo, el talante y la dedicación con que esta área hospitalaria tan delicada funciona en este centro.

Sin embargo, hay un pequeño “pero” a subrayar con el fin de que pueda desaparecer cuanto antes. El 15 de noviembre de 2010, empezó a funcionar en este Hospital una Unidad del Duelo para ofrecer un entorno de comprensión a pacientes y familiares. Esta Unidad de apoyo tiene como lema "el sendero de la despedida" y los pacientes, previa cita, pueden participar en grupos terapéuticos de apoyo psicológico y emocional. El problema es que, en algunos lugares de oncología como por ejemplo en la antesala de las consultas, hay pegados unos carteles de la asociación de voluntarios Humaniza, colaboradora de esta Unidad, que, con toda la buena voluntad del mundo, no son precisamente los más recomendables para ser expuestos en un servicio de oncología. Dichos carteles están encabezados por el siguiente título: “Unidad del duelo. El sendero de la despedida”. A continuación explica que se trata de acciones de apoyo destinadas a enfermos de cáncer, a sus familiares y profesionales sanitarios con el fin de ayudar a afrontar la enfermedad y la muerte del paciente. Así, mientras el enfermo o sus familiares esperan casi siempre con nerviosismo o angustia a ser atendidos por el médico pueden leer esta invitación para prepararse para la muerte. La lectura de estos carteles conduce inevitablemente a una profunda tristeza y desesperanza. No hay otra reacción ante el contenido de los mismos.

Y sinceramente, el enfermo de cáncer y sus familiares lo que necesitan en todo momento es un rayo de esperanza, no una invitación a la resignación ante la enfermedad, el sufrimiento y la muerte. El enfermo de cáncer no necesita prioritariamente que le enseñen a despedirse de la vida y de su gente, sino que en último caso se le vuelva a enseñar a decir todos los días “hola otra vez”. Es el sendero de la vida, el del renacer cotidiano, el del reencuentro diario el que hay que recorrer hasta el último minuto. Aprender a despedirse es conducir a la resignación y al abandono de la esperanza. Y eso no es bueno.

Por ello, a quien corresponda, le pido que quiten esos carteles y que evite en el futuro que vuelvan a aparecer en esos pasillos motivos de tristeza o desesperanza.

Santiago de Munck Loyola

lunes, 16 de abril de 2012

La lucha contra España de la “abogada trucha”.

La Presidenta de la República argentina Dª Cristina Fernández de Kirchner siempre ha tenido un concepto muy particular sobre la forma de abordar los problemas políticos y sobre las soluciones posibles a los mismos. Este particular concepto ya se puso de manifiesto cuando su difunto marido, el “Dioni” de la Pampa según algunos medios, era Gobernador de la Provincia de Santa Cruz y ella senadora de la misma Provincia y se plasmaba en la política social que, al parecer, consistía en ir repartiendo limosnas, acompañada de periodistas gráficos, en las zonas más humildes y deprimidas de su circunscripción electoral.

No hace mucho, José Brechner, ex diputado y embajador boliviano en Argentina, dijo sobre ella: “La mujer no tiene un solo mérito o virtud, ni capacidad alguna para manejar un país. Su parodia de Evita, saca a relucir su agresivo estilo de piquetera populista cada vez que pronuncia una palabra. Si además es cierto que es maníaca depresiva, puede llevar a su país a una hecatombe peor a todas las que sufrió el pueblo argentino.
Cristina llegó al poder repartiendo dinero enviado de Venezuela por su buen amigo Hugo Chávez, y aprovechando de la maquinaria gubernamental manipulada por su marido. Está rodeada de individuos siniestros. Ex guerrilleros, terroristas y secuestradores, ahora convertidos en cleptómanos burgueses socialistas. Desde que inició su mandato no hizo nada positivo, ni podrá hacerlo”.

El retrato del personaje que estos días está poniendo en jaque a las inversiones españolas en Argentina se puede completar con las dudas, nunca despejadas desde el entorno presidencial, sobre la autenticidad del título de abogada que la Presidenta dice poseer hechas públicas por periodistas argentinos que la califican de “abogada trucha”. De sobra sabemos en España lo que dan de si los políticos que se atribuyen títulos universitarios inexistentes o que adornan su curriculum vitae con tanta imaginación como poca honestidad. Parece que la “Reina Cristina” podría pertenecer a este gremio de acomplejados intelectuales y mentirosos compulsivos.

Y, claro, como los resultados de la gestión económica de la Presidenta argentina no son precisamente buenos ha acudido al recurso de todos los sátrapas de opereta política: agitar el fantasma del enemigo exterior al que culpar de los males generados por la propia incompetencia, en este caso, el fantasma del enemigo español. Según la ilustre dama argentina los malos económicos que padece Argentina se deben en gran parte a que los españoles, las empresas españolas, están robando a los pobres argentinos. ¿Solución? Cargarse a las empresas españolas empezando por Repsol YPF. Las multimillonarias inversiones realizadas por las empresas españolas no cuentan. Las transferencias de conocimientos ejecutas tampoco. La riqueza generada en estos últimos años en Argentina ni se valora. Nada importa, lo único que cuenta para esta señora es que ha encontrado un culpable y vale ya, que diría cierta fiscal.

Es muy probable que el gobierno argentino se salga con la suya consumando un auténtico expolio, pisoteando la seguridad jurídica y la mínima confianza que las relaciones comerciales internacionales exigen pero, tal y como ha anunciado el Gobierno español, esa decisión puede y debe tener consecuencias inmediatas para los intereses argentinos en España que, muchos o pocos, también los hay. El principio de reciprocidad en las relaciones internacionales debe ser aplicado de forma inmediata si no se quiere que el ejemplo de la Sra. Kirchner cunda en otras naciones en los que los intereses españoles también pueden ser puestos en peligro.

Dice nuestro sabio refranero que “donde las dan, las toman” y, en este caso, es evidente que en Argentina también deben empezar a “tomarlas”.

Santiago de Munck Loyola.

sábado, 7 de abril de 2012

Sarkozy excita al PSOE.

Algunos no hemos olvidado aún las imágenes del Primer Ministro sueco Olof Palme, en 1975, recaudando fondos en las calles con una hucha a favor de la democracia en España poco después de las últimas ejecuciones del franquismo. Aquella campaña fue interpretada por los dirigentes franquistas, como no podía ser menos, como una campaña insultante en contra de España, identificando, una vez más, al régimen con el conjunto del país. Es inevitable en todos los regímenes totalitarios identificar el régimen o el partido dominante con la propia nación o con el estado. Criticar las políticas del régimen era criticar o insultar, nada menos, que a España. En definitiva, o se estaba con ellos o se estaba contra España.

Esta técnica fue muy bien asumida por algunos políticos nacionalistas. En cuanto se discrepaba de las políticas nacionalistas, en cuanto se criticaba su gestión, la discrepancia o la crítica se transformaban en descalificaciones a la región. A lo largo de la historia de nuestro régimen democrático, los políticos nacionalistas han desarrollado una identificación de sus personas y sus políticas con su respectiva región elaborando un discurso no sólo excluyente sino con características similares a las totalitarias. En definitiva, se envuelven en la bandera regional para eludir las críticas.

Y, de repente, el Presidente francés, en el contexto de un mitin, se le ha ocurrido afirmar que un gobierno socialista en Francia conduciría al país galo "a una deriva económica similar a la de España y, sobre todo, de Grecia". En su discurso, con el que aludía a la crisis española y a la gestión de Zapatero para atacar a su rival, ha llegado a decir que el socialismo ha puesto a nuestro país de rodillas. ¡Anatema! ¡Intolerable! Los socialistas españoles han levantado el grito y se han rasgado las vestiduras ante las palabras del “pequeño Napoleón” del vecino país. La portavoz del PSOE en el Congreso de los Diputados, Soraya Rodríguez, ha exigido, nada menos, al presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, que desautorice al presidente francés, Nicolas Sarkozy, por sus palabras.

Parece que lo de la libertad de expresión no cuenta, aunque estemos hablando de Francia y que el Presidente francés no puede decir en un mitin lo que piensa. Ya se sabe que aquí se puede llamar a la Canciller alemana “fracasada” o al premier británico “gilipollas” y que no pasa nada, pero que el Presidente francés utilice como ejemplo de lo que no se debe hacer a las políticas de Zapatero eso es inadmisible. Los socialistas españoles se han apresurado a imitar a los políticos que se envuelven en banderas y se han envuelto, a su vez, en la bandera de España para identificar la crítica a su desastrosa gestión con la crítica o la ofensa a la nación española. Y no, no es éso. Puede que sea desafortunado que Sarkozy cite a España en el mismo lugar que a Grecia, pero de ahí a afirmar que ha ofendido a España existe un abismo. El Presidente galo no ha hecho otra cosa que expresar en un mitin lo que muchos piensan en España, que no desea para su país la aplicación de las mismas políticas que han llevado a España a la desastrosa situación actual y cuyo responsable se llama Zapatero. Expresar ese deseo no es descalificar, ni agraviar a España, es descalificar la gestión de un partido, el PSOE, y de un Presidente, Rodríguez Zapatero. Y afortunadamente ni uno ni otro son España.

Santiago de Munck Loyola




martes, 3 de abril de 2012

¡Qué morro tienen!

A continuación voy a reproducir un artículo que circula por Internet. Es posible que no sea conocido por mucha gente, pero lo cierto es que los que lo conocen, en su inmensa mayoría, lo suscriben. De su lectura pueden sacarse muchas conclusiones pero hay una indudable que debería hacernos reflexionar a los ciudadanos y, en consecuencia, movernos a actuar: nuestros políticos, sean del color que sean, no tienen ninguna legitimidad moral para seguir pidiéndonos sacrificios, ni para imponernos más recortes mientras ellos mismos no den ejemplo. Así de claro. Se valen de nuestra pasividad y tolerancia hacia unas prácticas abusivas y hacia unos privilegios inadmisibles para mantener su estatus. Ellos no se van a aplicar recortes, pero los ciudadanos sí que podemos poniendo en marcha una iniciativa legislativa popular. Mientras la inmensa mayoría de los ciudadanos no reaccionemos, seguiremos teniendo lo que nos merecemos.

Santiago de Munck Loyola

¡Qué morro tienen!

Los RECORTES son NECESARIOS, no creas que no.

Así­ que si recortan la sanidad, educación, servicios en general es porque es muy necesario y no se puede gastar dinero en frivolidades. Sino, ahí­ tenéis a los diputados que se dedican a la política por su gran vocación de servicio a su país, a pesar de que les supone grandes sacrificios.

"Estamos pidiendo un sacrificio a todos los ciudadanos"
 (Alfredo Pérez Rubalcaba)   

Y si alguien no me cree, se lo explico:

¿Qué recibió un diputado tras resultar elegido el 20N?        


- Un iPhone 4S. Si ya tenía el iPhone de la anterior legislatura, se lo queda gratis.
- Un iPad. Si ya tenía el portátil de blablabla, se lo queda por 100 €.
- Un PC en el despacho.
- Modem 3G.
- Voz y datos pagados.
- ADSL en casa pagado.
- Si eres del PP o PSOE, un asistente para cada dos diputados. Si eres de otro partido, uno propio.

- Un despacho propio.  

Ah ¿Y para moverse?   
    
"Tendremos el Estado de bienestar que podamos"
(Mariano Rajoy Brey) 
      - Si usa su propio coche recibe 0.25€‚ por Km., o sea, 25 €‚ cada 100 Km. y
se te pagan los peajes.
- Si no tienes un coche oficial asignado, 3.000 €‚¬ anuales para taxis
(250€‚/mes).
- Billetes de primera clase para avión, tren y barco.     






Ah ¿Y el sueldo?                               
"Los sacrificios de hoy son la puerta al bienestar del mañana"
(José Luis Rodríguez Zapatero) 


- Sueldo base de 3.126,52 €‚ mensuales y dos pagas extras.
- Si formas parte de alguna comisión, recibes entre 775,15 €‚ y 1.590,34 €‚ más al mes.
- Si tienes algún cargo (Portavoz, Secretario, etc.) en el peor de los casos recibes 2.318,96 €, más al mes.  
- Los sueldos que cobres de tu partido, tampoco afectan en nada.

- Puedes tener trabajos y cargos fuera del congreso sin lí­mite ni perjuicio en el sueldo/ayuda.


Ah ¿Y las ayudas?   
                      
"Los españoles pueden estar seguros de que
 no habrá sacrificio ni esfuerzo que no estemos
 dispuestos a hacer" (María Dolores de Cospedal) 

- Si fuiste elegido fuera de Madrid, recibes 1.823,86 €‚ mensuales más para alojamiento y manutención.
- Si fuiste elegido en Madrid, recibes 870,56 €‚ mensuales más para alojamiento y manutención.
- Si viajas dentro de España, 120 €, diarios.

- Si viajas fuera de España, 150 €‚ diarios.    




Ah ¿Y los beneficios fiscales?                 
"La salida de la crisis, con el esfuerzo de todos"
(José Blanco)

- Las dietas relacionadas con transporte no tributan, no se declaran a Hacienda, vamos.
- Las dietas relacionadas con alojamiento y manutención no tributan.
- Los sueldos/dietas por tener un cargo en el Congreso, no tributan.

- Si dejas de ser diputado, percibes una paga mensual de 2.813,87 € hasta un máximo de dos años. No importa si tienes un sueldo privado.  


"Todos tenemos que hacer sacrificios"
(Esperanza Aguirre)

Ah ¿Y si se disuelven las cortes porque va a haber elecciones?                   

  
- Derecho a una indemnización consistente en el sueldo de los días
transcurridos hasta que se forma el nuevo Congreso (el sueldo de dos
meses aproximadamente), vuelvas al Congreso o no.          
- El Congreso te paga las cuotas de la Seguridad Social, Derecho pasivo y otras cosas durante ese tiempo. 
- El Congreso mantendrá tu póliza de accidentes durante ese tiempo.    
- El Congreso sigue pagando el ADSL, voz y datos durante ese tiempo. 
- La mudanza de tu despacho corre a cargo del Congreso. 

Ah ¿Y la jubilación?          

Si tienes 55 años y...         

- Has sido diputado once años: 100% de la pensión máxima (2.466,20 €,).        
- Has sido diputado entre nueve y once años: 90% de la pensión máxima.        
- Has sido diputado entre siete y nueve años: 80% de la pensión máxima.         
- Por el 10% del salario base, derecho a pensión privada a cargo del BBVA.

Como veis, son unas condiciones lamentables. Por eso los políticos son los más adecuados a la hora de hablar de recortes y sacrificios. Ellos ya se están apretando el cinturón y pasándolo muy mal.     

Por eso cuando un político hable de sacrificios ¡Aplaude! Cuando hable de recortes ¡Vitoréale! Sabe muy bien de lo que habla porque es
un drama que conoce de primera mano.

lunes, 2 de abril de 2012

Mal arranca el Congreso regional del PPCV.

Tiene bemoles que los afiliados del Partido Popular se tengan que enterar por la prensa de cómo y cuando se va desarrollar el próximo Congreso Regional de su partido. Hay algunos dirigentes populares, como el Secretario General, D. Antonio Clemente, que tienen un concepto muy particular sobre lo que supone el respeto a los militantes y sobre el significado del concepto de democracia interna. Los populares de la Comunidad Valenciana están de enhorabuena. Pueden enterarse por los medios de comunicación de los procedimientos que el Comité organizador está regulando para que puedan ejercer sus derechos políticos en el próximo Congreso Regional. ¿Tanto trabajo cuesta enviar un correo electrónico a los militantes? ¿O una simple carta? Concepto, por cierto, tan particular el del Sr. Clemente como el del actual Presidente local de la ciudad de Alicante, bajo cuya presidencia se vulneraron los estatutos del partido a la hora de designar a los compromisarios al Congreso Nacional, evitando que los afiliados tuvieran conocimiento por escrito de los plazos y procedimientos, y que, además, no tiene ni la decencia, ni la vergüenza suficiente para contestar a las reclamaciones que por escrito se le presentaron el pasado mes de febrero. Sr. Presidente Local de Alicante, ya que no responde por los cauces internos, habrá que planteárselo en público ¿se respetaron los estatutos del partido? ¿Sí o no? ¿Se remitió la preceptiva carta a los afiliados para que pudieran ejercer su derecho? ¿Sí o no? No es tan difícil ofrecer una respuesta, Sr. Presidente local de Alicante. Y los afiliados no están sólo para rellenar mítines, acudir a cenas y eventos varios en campaña o para ejercer de apoderados e interventores el día de las elecciones. No, los afiliados están para algo más y así lo dicen los Estatutos del Partido. ¿Le suena de algo la democracia internan o la participación?

Los populares de la Comunidad Valenciana tenemos un Presidente Regional no elegido por nosotros, sino impuesto. Es un Presidente que, independientemente de sus aptitudes y valía, carece de la legitimidad interna necesaria y que, por tanto, no ostenta liderazgo alguno. Tiene mando en plaza, sí, pero no liderazgo y seguirá siendo así hasta que no se lo gane en el próximo Congreso Regional y, siempre y cuando, no se lo arrebate otro posible candidato. Flaco favor al surgimiento de ese liderazgo democrático hacen quienes se están ocupando estos días de despejar la aparición de posibles candidatos alternativos. Es muy posible que no se presente ningún otro candidato a la Presidencia del Partido tal y como están las cosas y considerando la estructura interna de poder y el delicado equilibrio existente. Pero de esa constatación a empezar a enviar avisos al navegante hay un abismo. Se trata de elegir a un Presidente Regional, no de ratificar en plan referendum al único candidato posible. Flaco favor se hace a la construcción de un verdadero liderazgo cuando desde la cúpula del Partido se empieza a vigilar cualquier movimiento que pueda suponer un debate interno rico y profundo y una pluralidad entre la que los afiliados puedan libremente elegir.

Ya sabemos por la prensa cuantos compromisarios podrán asistir al Congreso regional. Ahora falta que no se repita lo de la ciudad de Alicante respecto a los compromisarios para el Congreso nacional del PP. Ahora falta que se envíen cartas a todos los afiliados y que no se coarte la libertad de nadie para presentar su candidatura de modo que no vuelvan a repartir los puestos entre cuatro amiguetes. Y si se vuelve a hacer que alguien tenga la vergüenza torera de dar las explicaciones pertinentes antes de dimitir e irse a su casa. ¡Qué utópico!

Santiago de Munck Loyola

domingo, 1 de abril de 2012

Nunca digas de esta agua no beberé…

Hace unos días, un amigo, Valentín, comentaba un enlace relacionado con el nuevo presupuesto y recordaba lo que decía la Vicepresidenta a propósito de la reforma laboral del PSOE de 2010 para concluir subrayando lo falsos que son los políticos. Sin llegar a generalizar sobre todos los políticos, hay que admitir que no es ociosa esta afirmación sobre una buena parte de la clase política.

No cabe duda que los políticos no tienen una buena imagen entre la mayoría de los ciudadanos y que la causa de ello se encuentra, con toda seguridad, en sus propios comportamientos y actitudes. El desprestigio de la clase política es responsabilidad casi exclusiva de la propia clase política y, quizás, de parte de los medios de comunicación. Por cierto, digan lo que digan algunos tertulianos políticos, denunciar los comportamientos inmorales de algunos políticos no supone ni desprestigiar al sistema democrático, ni poner en peligros la vigencia de los valores sobre los que se asienta. Todo lo contrario, es y debería ser un deber inexcusable para lograr la regeneración del sistema democrático. La vitalidad y enraizamiento de un sistema político entre los ciudadanos depende se su capacidad de regeneración permanente.

El éxito de cualquier profesional depende, en gran medida, del crédito que tenga, de la credibilidad sobre su capacidad que pueda ofrecer a quienes, en un momento dado, deseen usar sus servicios. Y los políticos no son excepciones, es más, su éxito depende fundamentalmente de su credibilidad. Y esas credibilidad se extiende a muchas facetas de su vida, incluso, a las que deberían pertenecer a la esfera privada. La armonía entre lo que dijeron y lo que ahora dicen, entre lo que dicen y lo que hacen es fundamental. Sin embargo, no nos tienen acostumbrados a eso. Parece que todo vale con tal de justificar sus cambios y sus contradicciones.

Parte del problema radica en esa necesidad que algunos tienen de pronunciarse siempre sobre cualquier tema de debate político y de hacerlo, además, sobre posiciones perfectamente previsibles en función de dónde se encuentren, de si están en el Gobierno o en la Oposición. Y, además, lo hacen trasladándonos a los ciudadanos mensajes simplistas y maniqueos como si no fuésemos capaces de distinguir matices o precisiones que puedan modular los análisis que realizan. Nos suelen tratar como a niños a los que no hay que dar demasiadas explicaciones. Lo vemos cada vez que hay una campaña electoral o cada vez que les ponen un micrófono delante. Ni es necesario que opinen sobre todo, ni es preciso que lo hagan en términos de blanco o negro.

Lo acabamos de ver respecto al debate sobre la reforma laboral y lo volvemos a ver sobre el debate de la mal llamada “amnistía fiscal” (legalmente prohibidas) incluida en el proyecto de presupuesto. Resulta inconcebible que una regularización fiscal fuera absolutamente inaceptable en 2010 cuando la propuso el PSOE y que ahora resulte que es el único camino encontrado para ingresar 2.500 millones de euros y poder así eludir una subida del IVA. Es cierto que las circunstancias económicas han empeorado desde entonces pero ¿tanto? Si política y moralmente era inaceptable en 2010 ¿no lo será ahora también? Y si ahora, para el PSOE, esta nueva regularización fiscal resulta inaceptable porque significa “premiar a los defraudadores” ¿no lo era también en 1984, en 1991 y en 2010? ¿Cómo es posible que el Sr. Rubalcaba descalifique tan rotundamente una medida que él mismo aprobó en el pasado? ¿Son malas las regularizaciones fiscales cuando las propone el PSOE y buenas cuando lo hace el PP? ¿Son una maravilla, hasta el punto de hacer tres, cuando las impulsa el PSOE y un pecado cuando lo hace el PP?

Son situaciones como éstas las que ponen en evidencia la inteligencia de algunos políticos y el escaso respeto que manifiestan hacia los votantes que nos inducen a generalizar sobre la mala imagen de la clase política. La aplicación de la Ley del embudo como norma transversal, las descalificaciones simplistas y categóricas y la ausencia absoluta de autocrítica no contribuyen a mejorar la credibilidad de la mayoría de los políticos. Deberían recordar aquello de “nunca digas de este agua no beberé y este cura no es mi padre”.

Santiago de Munck Loyola

jueves, 29 de marzo de 2012

Y España no se ha parado.

Ni ríos de huelguistas inundando las calles de los pueblos y ciudades de España, ni mareas democráticas, ni gaitas… La huelga general del 29 de marzo ha tenido la respuesta que todos hemos podido ver en nuestro entorno y en los medios de comunicación, no la que nos quieran o pretendan hacernos ver los líderes sindicales. No sólo se trata de la percepción que cada cual ha tenido sobre el impacto y alcance de la huelga general, sino de la valoración de los datos objetivos que sirven para apreciar con cierto rigor el éxito o fracaso de la una convocatoria de este tipo.

España no se ha parado. El país ha seguido funcionando con más o menos normalidad salvo excepciones perfectamente localizadas en tramos horarios, en zonas geográficas y en sectores productivos. El paro no ha sido general ni uniforme a lo largo del día, variando según la mayor o menor presencia de los piquetes coactivos que han venido circulando por el país. Es evidente que sin la presencia de los piquetes coactivos la incidencia de la huelga general habría sido aún menor que la que los datos objetivos nos indican. Tanto el transporte público, como el comercio, los centros sanitarios, las administraciones públicas, los sectores agrícolas y ganaderos, la hostelería, los servicios profesionales o, en menor medida, los centros educativos han venido funcionando con normalidad en la inmensa mayoría del país. Parece que sólo en los sectores industriales la incidencia de la huelga ha sido mayor. En todo caso, a estas horas, todos los datos apuntan que la incidencia de esta jornada de huelga ha sido inferior a la producida en la huelga general de 2010.

La convocatoria de una huelga general fracasa cuando no consigue paralizar un país ni consigue mover las posiciones del adversario, en este caso el Gobierno de la Nación. Y en esta huelga general los sindicatos no han conseguido ni paralizar el país ni doblegar la postura del Gobierno en torno a la reforma laboral. Por tanto, no es aventurado afirmar que la huelga general ha fracasado. Y el fracaso de la huelga no se debe tanto a las razones que la han motivado, el rechazo al contenido de la reforma laboral, sino, con toda seguridad, a otros factores diferentes. Es muy posible que a una gran parte de los ciudadanos no nos guste esta reforma laboral pero nos gustan menos las alternativas a la misma o, mejor dicho, la ausencia de alternativas. A ello hay que añadir el rechazo a los convocantes cuya actitud servil durante los últimos años, su pasividad frente a las políticas destructoras de empleo, su complicidad frente al despilfarro y la corrupción o su carácter de “apéndices del Estado, en palabras de Julio Anguita, aleja a muchos ciudadanos de la posibilidad de secundar sus llamamientos a la huelga.

Del mismo modo que muy pocos secundarían una manifestación convocada, por ejemplo, por Julián Muñoz en contra de la corrupción, muchos no queremos secundar los llamamientos de unos sindicatos como éstos. Su pasado reciente les resta credibilidad y legitimidad. Y del mismo modo que no secundar un llamamiento de Julián Muñoz contra la corrupción no significa estar a favor de la misma, no secundar un llamamiento de estos sindicatos contra la reforma laboral no significa estar de acuerdo con todo el contenido de la misma. Socialistas y comunistas han perdido las últimas elecciones generales y de ello no hace tanto tiempo, por lo que no debe sorprender que el sindicato socialista y el comunista tampoco hayan ganado esta jornada para su causa. Y si a ello se suma el rechazo a la desconfianza que estos tienen en las libertades de los ciudadanos representada por el uso de los piquetes coactivos, se explica mejor el fracaso de esta huelga.

Santiago de Munck Loyola

29 M Huelga general.

Guste o no, se apoye o no la huelga general, lo cierto es que hoy, 29 de marzo, es un día de “fiesta democrática” o debería serlo para todos los que creemos y defendemos el libre ejercicio de los derechos y libertades reconocidos en nuestra vigente Constitución. El derecho a la huelga que hoy sentimos como algo natural, fuera de discusión y en muchas ocasiones insuficientemente valorado fue conquistado y constitucionalmente protegido tras largas y duras luchas.

Y conviene recordarlo y valorarlo con independencia de que se esté a favor o en contra de los motivos de esta convocatoria de huelga general, de la oportunidad de la misma o, incluso, de los propios convocantes. Lo importante y verdaderamente trascendente es que cualquier ciudadano pueda decidir libremente y sin miedo a la más mínima represalia ejercer su derecho a no acudir a su puesto de trabajo. Se trata de una decisión individual que merece no sólo el máximo respeto, sino, también, la máxima protección posible de los poderes públicos.

Y del mismo modo el derecho a no secundar la huelga pertenece a la esfera de los derechos y libertades individuales amparado por las leyes. Cada ciudadano tiene o debería tener el mismo derecho a poder acudir a su puesto de trabajo, si esa es su decisión, sin ser objeto de ninguna coacción o represalia por hacerlo. El respeto y la protección del libre ejercicio de los derechos individuales deben estar por encima de cualquier tipo de consideración. Sin embargo, en muchas ocasiones, ambos derechos, el de hacer huelga y el de no hacerla, no son respetados ni protegidos con la debida fuerza. Es una realidad fácilmente constatable cada vez que se produce una huelga: empresarios que amenazan, coaccionan o toman represalias con los huelguistas y sindicalistas que hacen exactamente lo mismo con aquellos que en uso de su libertad deciden no secundar el llamamiento a la huelga.

En toda convocatoria de huelga se producen conflictos en torno a los llamados “servicios mínimos” y se desatan polémicas en torno a la necesidad o no de regular el derecho constitucional a la huelga. Las Administraciones Públicas han venido siempre demostrando una propensión a agrandar y extender los servicios mínimos y los sindicatos a incumplirlos cuando los consideran abusivos. Las patronales por su parte se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena y enseguida invocan la necesidad de una Ley reguladora que, en realidad, no es otra cosa que la pretensión de encorsetar el derecho a la huelga. Y después de una ley vendría un reglamento y con ello más restricciones.
Camionera quemado vivo en 2008 en Alicante.
Los piquetes incendiaron su camión mientras él dormía dentro.

Los servicios mínimos deberían limitarse a los servicios básicos y esenciales y, hoy por hoy, no parece necesaria una regulación de la Ley de huelga, pero ambas posibilidades pasan por una tutela efectiva del derecho al trabajo y una actitud respetuosa de los sindicatos a la libertad individual de quienes no desean secundar su llamamiento. De ahí que, si se admite la innecesariedad de una legislación sobre la huelga y la delimitación restrictiva de los servicios mínimos, debería admitirse la eliminación de los llamados piquetes “informativos”, sobre todo en una huelga general. Hoy todo el mundo sabe que ha sido convocada una huelga general y los motivos por lo que se ha convocado, por tanto ningún ciudadano tiene la más mínima necesidad de que un piquete “informativo” se lo cuente y menos aún en el tono en que se suele contar. Todos sabemos que estos piquetes son simplemente coactivos, no informativos, y que constituyen un instrumento sindical imprescindible para contribuir al éxito de una movilización. Y la razón no es otra que la desconfianza de los sindicatos en el uso que cada ciudadano pueda hacer de su libertad, de hacer o no huelga. Los piquetes son un instrumento arcaico para cercenar el derecho a la libertad de elección, al derecho a poder trabajar y, por tanto, constituyen un factor antidemocrático que desequilibra el binomio de facultades que configuran el derecho a la huelga. Su uso es un ataque sistemático a las libertades y ello pone en riesgo el conjunto de las mismas.

En todo caso, hoy, lo importante es que los ciudadanos, si queremos, podemos hacer huelga sin temor alguno y eso es motivo suficiente de celebración. Y ojala quienes decidamos no hacerla, también podamos celebrar nuestro derecho.

Santiago de Munck Loyola