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domingo, 30 de noviembre de 2014

Esperanza Ciudadana.


Ante las injusticias, la corrupción y ante todo aquello de la vida política que no nos gusta podemos resignarnos o dar un paso al frente y decidir implicarnos para cambiar las cosas. Hoy, afortunadamente, los ciudadanos podemos cambiar las cosas. El poder está ahí y es nuestro, pero tenemos que saber utilizarlo. Para transformar nuestra sociedad, para mejorar nuestro pueblo o nuestra ciudad no debemos seguir esperando cómodamente a que alguien venga a hacerlo, a que alguien nos ofrezca soluciones mágicas. Somos nosotros mismos los que podemos y debemos intentar elaborar las recetas necesarias, porque somos nosotros los que mejor conocemos los ingredientes que hay en nuestro entorno, en nuestra vida diaria. Nos han engañado, nos han traicionado y nos han vendido no se sabe muy bien por qué, porque aquí nadie da la cara y nadie explica nada.

No somos pocos los ciudadanos de Alicante que desde hace tiempo nos venimos sintiendo políticamente huérfanos ante tanta promesa incumplida, ante el triste y corrupto panorama político diario y ante las negras perspectivas que, como consecuencia de lo anterior, las encuestas anuncian. En una situación como ésta hay varias posibilidades de actuación. Uno puede conformarse con lamentarse y  criticar la situación en las redes sociales, en el bar o con los amigos y en las próximas elecciones municipales, que están a la vuelta de la esquina, abstenerse o taparse la nariz y volver a votar al candidato que, una vez más, vuelva a imponer la dirección provincial del PP, con tal de impedir el triunfo de cualquier aventura populista. Una segunda posibilidad es optar por alguno de los partidos regeneracionistas minoritarios, aunque son prácticamente inexistentes en el campo del centro derecha. Y otra opción, mucho más comprometida y difícil es dar un paso más y colaborar activamente en la construcción de un proyecto político nuevo y diferente con el que sentirse identificado y trabajar por su triunfo electoral.

La inexistencia de un partido de centro derecha con una auténtica vocación regeneradora y que defienda los intereses de nuestra provincia y de sus municipios es la razón que nos ha impulsado a un grupo de ciudadanos a fundar Esperanza Ciudadana. La regeneración política en su más amplio significado y la Provincia de Alicante son las notas que diferencian a este nuevo proyecto político de todos los demás. Nos hemos unido personas que compartimos muchos principios y valores, personas que se definen como liberales, centristas o conservadoras, que amamos a España y que, por ello, entendemos que hace falta un Alicante fuerte y políticas nacidas en las calles de los municipios alicantinos. No queremos que desde Madrid, Barcelona o Valencia nos digan quiénes tienen que representarnos. No necesitamos que desde Valencia, Barcelona o Madrid nos dicten los programas o las políticas que Alicante necesita porque llevan décadas haciéndolo y los resultados están a la vista, peores imposible. Nos hemos unido y estamos construyendo un proyecto político alicantino porque queremos que desde las calles de Denia, de Orihuela, de Alcoy, de Villena o de Alicante se decida quién ha de representarnos y se diga a Valencia y a Madrid qué necesitan nuestros municipios y qué exigimos para nuestra Provincia. Nos hemos unido porque queremos construir un proyecto político distinto, en el que el afiliado y el simpatizante tengan siempre voz y voto, en el que la participación y la transparencia sean constantes y en el que la conexión con la sociedad sea permanente. Un proyecto que se ocupe en primer lugar de buscar soluciones a los problemas inmediatos: paro, desahucios, derecho a la vivienda, pobreza, alimentación infantil, dependencia, libertades públicas, etc.

Los ciudadanos podemos, si queremos, cambiar las cosas. Y dentro de seis meses podremos intentarlo con el voto si somos capaces de presentar propuestas regeneradoras, programas creíbles y candidatos solventes. Esperanza Ciudadana está en ello. Esperanza Ciudadana es ya una realidad, pero también es un proyecto de cambio; un proyecto porque se está construyendo con el concurso y ayuda de ciudadanos comprometidos con la sociedad e ilusionados con el objetivo de legar un futuro mejor para sus hijos. Pero la consolidación y el éxito de una empresa como ésta dependen de la ayuda y del compromiso de mucha más gente, de la gente que ya nos conoce y nos sigue en las redes sociales y de la gente que aún no sabe de nuestra existencia.

No es tarea fácil. No tenemos prácticamente acceso a los medios de comunicación. No contamos financiación pública ni la queremos. Dispondremos de lo que los ciudadanos quieran, de lo que la gente aporte. En definitiva Esperanza Ciudadana llegará hasta donde los vecinos quieran que llegue. No, no es tarea fácil y los obstáculos son muchos pero defender a nuestra Provincia y trabajar por una sociedad mejor y más limpia merece la pena de verdad. Tú puedes hacerlo, no te resignes y ¡actúa!

Santiago de Munck Loyola


jueves, 27 de noviembre de 2014

Ana y Tania.


Dos mujeres están siendo noticia esta semana. Dos mujeres situadas en polos políticos opuestos. Dos mujeres que viven desde hace tiempo de y por la política y a las que las denuncias de conductas inapropiadas o sospechosas de escasa ejemplaridad han unido en los medios de comunicación. De una parte Ana Mato que, al parecer, ignoraba de dónde provenía el Jaguar que su marido tenía en el garaje o cómo pagaba viajes y festejos familiares. De otra Tania Sánchez cuyo padre, concejal de IU en el Ayuntamiento de Rivas-Vaciamadrid, la colocó digitalmente como asesora municipal (algunos malpensantes lo calificarían de nepotismo puro y duro) y le allanó el camino hacia más altas metas políticas. ¡Ay, la familia en ambos casos!

Vaya por delante que Ana Mato a la que conocí personalmente hace casi veinte años nunca ha sido santo de mi devoción ni como Diputada, ni como Ministra después. Siempre ha sido una verdadera incógnita la razón por la que con su capacidad y preparación ascendía en la escala orgánica del Partido Popular. El resultado de su gestión como Ministra de Sanidad o muchas de sus intervenciones públicas son buena prueba de ese misterio. Sin embargo, hoy no queda más remedio que elogiar su decisión de presentar su dimisión, voluntaria o forzada, como Ministra a las pocas horas de conocerse el Auto del juez Pablo Ruz en el que señala que Ana Mato fue "partícipe a título lucrativo" de los beneficios generados por los presuntos delitos cometidos en el caso Gürtel, es decir, que el juez se propone juzgarla por haber disfrutado y haberse beneficiado de servicios turísticos y de regalos pagados por la trama Gürtel y cuyo valor superaría los 55.000 euros. No se trata de que Ana mato haya cometido delito alguno sino de que, según el juez, se habría beneficiado del dinero delictivamente obtenido por otros y, por tanto, podría ser responsable civil de su devolución. Y hay que resaltar que se está hablando de una investigación judicial en curso, de un procedimiento al que aún le queda un largo camino hasta que se produzca una sentencia firme.

A pesar de ello y a pesar de la presunción de inocencia, en el comunicado que ha hecho público Ana Mato afirma que "no quiero, bajo ningún concepto, que mi permanencia en esta responsabilidad pueda ser utilizada para perjudicar al Gobierno de España, a su presidente ni tampoco al Partido Popular". Es decir, que estamos ante una dimisión por responsabilidad política, sin imputación penal alguna, y ante hechos muy anteriores a su gestión como Ministra, algo absolutamente excepcional en nuestro país y entre nuestra clase política en la que abundan los ejemplos contrarios como el de la inefable Alcaldesa de Alicante, Sonia Castedo, y su palmero número uno, el Vicealcalde Andrés Llorens. Pero, hay algo más que conviene subrayar en el Auto del Juez Ruz, no solo señala a Ana Mato como "partícipe a título lucrativo" en la trama Gürtel, sino que atribuye la misma condición al Partido Popular. ¿Responderá alguien como ha hecho Ana Mato?

El caso de Tania Sánchez es también de “rabiosa” actualidad aunque momentáneamente haya quedado eclipsado por la dimisión de Ana Mato. Tania Sánchez está en el candelero porque está siendo objeto de acusaciones sobre presuntas irregularidades en las contrataciones en el ayuntamiento ripense vinculadas a su etapa como asesora y posteriormente como concejala y sobre la venta de su vivienda de VPO a otro miembro de IU. La existencia de anomalías e irregularidades en muchas contrataciones del Ayuntamiento ripense no sería ninguna novedad como no lo ha sido nunca el fervor por la institución familiar puesto en práctica por los dirigentes de IU durante el largo califato de “los primos” que parece estar llegando a su fin, basta repasar la relación de parentescos entre cargos políticos, empleados públicos y adjudicatarios para darse cuenta de ello, pero es aventurado, hoy por hoy y a la vista de lo publicado, afirmar que dichas irregularidades se han vuelto a reproducir en este caso.


Es evidente que Tania Sánchez está siendo objeto de un concienzudo examen por dos razones: la primera, porque es la pareja de Pablo Iglesias y gracias a ello en parte, goza de un plus que le facilita el acceso a tertulias y debates en los que, con modales y técnicas dialécticas más que cuestionables, se dedica a repartir estopa ética como si ella estuviese libre de “pecado” y ya se sabe que donde las dan, las toman. La segunda, porque es la candidata a la Presidencia de IU de Madrid y tiene rivales. Y también es sabido que el primer enemigo en política está siempre cerca, entre los conmilitones. Y ha sido precisamente el compañero político de Tania, Gregorio Gordo, el que ha señalado que el asunto del piso le parece "poco presentable" y que cree que un hijo de un concejal no puede presentarse a un concurso de vivienda, "por mucho que sea un concurso", rematando sus apreciaciones sobre ella afirmando que "este tipo de cuestiones no favorece los discursos de transparencia, de ser distintos a los demás, sino que favorece otro tipo de discursos, por lo tanto, mi opinión no es nada favorable". ¿Otro tipo de discursos? ¿Cómo el de Podemos? ¡Acabáramos!

Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es