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jueves, 21 de enero de 2016

El hemicirco y los escaños giratorios.


Las consecuencias de los resultados de las pasadas elecciones generales no pueden ser más desalentadoras a la luz de los comportamientos políticos que estamos viendo estos días, ni las perspectivas de gobierno menos halagüeñas. Es tal el cúmulo de disparates y de dislates de los partidos políticos que conviene hacer una pequeña recapitulación para situarnos en este tragicómico escenario político. No hay que olvidar que en la misma noche electoral casi todos los dirigentes políticos se apresuraron, entre otras cosas, a señalar que habían entendido el mensaje de cambio que el electorado había transmitido con su voto. Y ¡hay que ver cómo lo han hecho!

El Partido Popular, tras perder 60 diputados, ya ha hecho gestos muy significativos. Se nota que entiende el mensaje del electorado y por ello, para empezar, nada de más democracia interna, ni de autocrítica. Ahora no es el momento, como tampoco lo era hace uno o dos años. Y para que se note el cambio, sus deseos de regeneración y renovación, Rajoy ha vuelto a situar en la Mesa del Congreso a una joven “promesa”, Celia Villalobos, la pro-abortista y especialista en el Candy Crush, como vicepresidenta de la cámara. Por cierto, mucho más preocupada por la estética ajena que por la ética propia. Y en la Mesa del Senado, además del sempiterno y anodino Pío García Escudero como Presidente, a una imputada, la senadora alicantina sin estudios pero experta en simultanear cargos públicos, Adela Pedrosa.

Los socialistas también se han estrenado bien. Han situado en una vicepresidencia de la Mesa del Congreso a su Presidenta del partido, Micaela Navarro, acusada por la prensa de falsear su declaración de bienes. Y como son más generosos que nadie y han detectado que era un anhelo de todos los españoles, según su secretario de organización, han decidido ceder dos senadores a los independentistas de ERC y otros dos a los independentistas de la antigua Convergencia para que así tengan grupo propio, cobren más subvenciones y dispongan de más tiempo en el Senado para continuar con sus machacona soflamas independentistas.

Y siguiendo por la banda izquierda del circo político ha habido y hay de todo y para todos los gustos. Nadie podrá negar que supone un verdadero cambio político, y de una trascendencia histórica indudable, el hecho de acudir a la sesión constitutiva del Congreso acompañados por una banda de música, como hicieron los diputados de Compromis, los podemitas levantinos. Como lo es también prestar promesa o juramento de la Constitución usando fórmulas ridículas y hasta infantiles. Dar la nota, alguno la da, aunque sea usando a su propio bebé para ello. Luego unas lagrimitas en la calle de Pablito, el amigo de los carniceros iraníes, y fotos al canto. Desde luego que estos nuevos parlamentarios van a dar mucho juego en el “hemicirco” del Congreso. Y qué decir del ciudadano Garzón dando cuenta a la prensa de su entrevista con el Rey. ¿Acaso el hecho de ser republicano exige para referirse al Rey usar hasta la saciedad “el ciudadano D. Felipe de Borbón? Si la palabra Rey le produce urticaria puede usar “Jefe del Estado” y así sus comparecencias serían algo menos tediosas.

Pero si ha habido algo especialmente llamativo estos días, en los primeros pasos de esta nueva izquierda ha sido su peculiar forma de entender la regeneración política. Los que clamaban, y con razón, contra la existencia de las llamadas “puertas giratorias” en la política han inventado algo mucho más “democrático”, los “escaños giratorios”. La técnica consiste en usar el escaño que te han dado los electores bajo unas siglas para “girarlo”, adscribirte a un determinado grupo parlamentario, pillar la pasta de las subvenciones parlamentarias y volver a “girarlo” para abandonar ese grupo y volver donde te pusieron los votantes. Que lo haga el PSOE con sus senadores por cortesía parlamentaria, por estulticia o por falta de respeto al votante es normal, al fin y al cabo pertenece a la “vieja” política. Pero que lo hagan o lo intenten hacer los supuestos adalides de la “nueva” política, comunistas, podemitas y demás mareantes es, cuando menos, llamativo. Sin embargo, no hay que extrañarse demasiado, la falta de principios y el saqueo de las arcas públicas siempre van de la mano, sea con la vieja o con la nueva política. La que nos espera.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 18 de diciembre de 2015

No votar a Adela Pedrosa, candidata del PP al Senado por Alicante, cuestión de higiene democrática.


En la mayor parte de las ocasiones, a la hora de votar, una gran parte de los ciudadanos eligen la papeleta de la candidatura que presenta el partido de sus preferencias sin conocer a los candidatos que forman parte de la misma. Por ello, muchos partidos y, en especial el Partido Popular, nos proponen listas elaboradas e impuestas desde Madrid sin contar con sus bases e incluyen en las mismas incluso a personas sin vinculación en la provincia por la que se presentan. Tienen que colocar a alguien y lo colocan sin cortarse situándolo en cualquier Provincia tenga o no vinculación con ella. Después no hay que extrañarse cuando esos diputados electos pasan olímpicamente de las necesidades de su circunscripción electoral. Al fin y al cabo su compromiso no está con los electores, sino con el partido y con quienes a base de “dedazo” les han situados en las listas.

Buen ejemplo de ello han venido siendo las sucesivas candidaturas que el PP ha venido presentando por la Provincia de Alicante. La presencia de “cuneros”, candidatos que se presentan a las elecciones por un distrito electoral al que no pertenecen, ha sido una constante en las candidaturas del Partido Popular de Alicante. Así, la candidatura popular al Congreso por Alicante estará de nuevo encabezada por un cunero, José Manuel García-Margallo y Marfil, que lo mismo vale para ser diputado por Valencia que por Alicante, y en la misma se incluye a personas como Julieta de Micheo Carrillo-Albornoz, amiga y colaboradora de otro ilustre cunero por Alicante, Federico Trillo, y cuyo paso por el Congreso en esta legislatura como diputada por Alicante se ha caracterizado por sus ausencias parlamentarias (tenía que ayudar a D. Federico en la embajada en Londres) y por no haber presentado ni una sola iniciativa sobre Alicante. Y es que la larga mano del Sr. Trillo aún llega lejos.

Y llega tan lejos la “opusina” mano de D. Federico Trillo que ha conseguido situar como nº 1 al Senado por Alicante a otra protegida suya, a Dª Adela Pedrosa, prototipo del pluriempleo político, del oportunismo y de la incompetencia. Tras perder la Alcaldía de Elda en mayo pasado, el “regenerador” del PP, Sr. Ciscar, la colocó rápidamente (no fuera que tuviese que buscar un trabajo fuera de la política) a través de la Diputación en un cargo de confianza. Todo ello con el inestimable apoyo de Ciudadanos de Alicante, otros presuntos regeneradores de la política. 

Hay que recordar que Dª Adela Pedrosa, ahora candidata al Senado por el PP, inició su vida política en 1995 como concejala de fiestas y participación ciudadana en Elda. En 1999 CC OO denunció en los tribunales que el Hospital de Elda había contratado de forma irregular a la edil, Adela Pedrosa, como auxiliar administrativa y tras varias sentencias Adela Pedrosa tuvo que dejar el trabajo que había conseguido de forma irregular. El PP la premió entonces con el puesto de Asesora de Medio Ambiente de la Diputación de Alicante, colaborando con el diputado provincial José María Rubio. No es que fuera una especialista en medio ambiente, pero eso no importa.

Sin estudios superiores ni especialidad técnica alguna Dª Adela Pedrosa ha sabido moverse, trepar, medrar y acaparar cargos a costa de las siglas del PP. Y fue capaz de simultanear los siguientes cargos públicos sin despeinarse:

-          Diputada en el Congreso por la Provincia de Alicante.
-          Vicepresidenta Segunda de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio.
-          Alcaldesa del Ayuntamiento de Elda.
-          Vicepresidenta de la Mancomunidad intermunicipal del Valle del Vinalopó.
-          Presidenta de la “Fundación Museo del Calzado”.
-          Presidenta de la Empresa Pública IDELSA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMUDESA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMIDESA.
-          Diputada Provincial de Alicante.
-          Vicepresidenta Primera de la Diputación de Alicante.
-          Diputada Responsable del Área de Recursos Humanos de la Diputación de Alicante.

El pasado mes de junio, Pedrosa tuvo que declarar como imputada por un presunto delito de injurias y calumnias. Es una de las personas citadas en los informes de la UDEF como pagadora en dinero negro a la trama Gürtel, pero todo ello no ha sido obstáculo alguno para que siga en política activa y ahora pretenda, y lo conseguirá lamentablemente, representar a nuestra Provincia en el Senado (una razón más para promover su cierre).

Si esta es la regeneración política que el Sr. Ciscar, Presidente Provincial del PP, y los demás líderes populares pretenden vender a los ciudadanos, que venga Dios y lo vea. Sólo por decencia e higiene democrática, los alicantinos que no somos de izquierdas tenemos que tener especial cuidado a la hora de elegir a los senadores y no olvidar que lo mejor que podemos hacer es, desde luego, no votar a la candidata nº 1 al Senado por el Partido Popular, Dª Adela Pedrosa Roldán. Se merece un buen descanso en su casa y los alicantinos también.

Santiago de Munck Loyola


viernes, 11 de diciembre de 2015

Votar nulo, una opción razonada y razonable.


Una reciente encuesta realizada por el Instituto DYM arroja unos curiosos resultados sobre la intención de voto considerando la ideología de los entrevistados.  A nueve días de las elecciones generales parte del electorado sigue dudando, sin saber qué hacer o por quién optar.

Según esta encuesta la mayor parte de los indecisos se encuentra entre quienes se consideran de centro. El 53,6% de ellos todavía no manifiesta su voto frente a un 46,4% que sí lo tiene decidido. De éstos, los que ya lo tienen decidido, el 15,2% apuesta por Ciudadanos y el 10,2%, por el PSOE.

Entre los que se definen como de centro-derecha un 66,4 % ya tiene decidido su voto. Parece que lo tienen más claro: un 30,8% para el PP y casi un 20% para Ciudadanos. Y de los que se etiquetan como votantes de derechas, el 65,3% ya tiene claro su próximo voto: el 42,5% se inclina por el PP y un escaso 6,6% por Ciudadanos. Resulta cuando menos llamativo que un partido que se autodefine como de centro izquierda coseche tan buenas expectativas entre los votantes, sobre todo, de centro-derecha. O bien el partido naranja es muy camaleónico o bien buena parte de su electorado carece de escrúpulos ideológicos o programáticos.

Pero, si uno se identifica con posiciones políticas de centro, de centro-derecha o de derechas, si vive en la Provincia de Alicante, si cree en la regeneración política y si además quiere ejercer su voto el próximo 20 de diciembre con coherencia y con responsabilidad, la verdad es que lo tiene bastante difícil porque las ofertas electorales que finalmente concurren son bastante limitadas y adolecen de bastantes defectos y carencias como para poder elegir una de ellas con plena satisfacción. Eliminada de forma arbitraria e injusta la candidatura de Esperanza Ciudadana, la única candidatura alicantinista y regeneradora, algunos nos tenemos que plantear a quién votar en las elecciones generales. No se trata de elegir a unos para evitar que otros ganen, sino de elegir la opción política que por su trayectoria y sus propuestas pueda defender mejor los intereses de los alicantinos desde unos principios ideológicos concretos, los que no comparte la rancia izquierda que ahora gobierna nuestras tierras.

Desde esta perspectiva, es decir, desde la coherencia con determinados principios y valores, la opción de Ciudadanos es plenamente descartable. Su posicionamiento ideológico, sus propuestas fiscales, su intervencionismo, sus tics autoritarios internos y su compadreo con el Gobierno Socialista en una de las Comunidades Autónomas más castigada por la corrupción no son elementos suficientes como para poder compensar los aspectos positivos de su programa, que los tiene. Y este descarte se reafirma, además, si se tiene en cuenta el posicionamiento de los concejales de Ciudadanos a lo largo y ancho de la Provincia de Alicante en la que desgraciadamente este partido se ha nutrido en muchos casos de un aluvión de oportunistas sin escrúpulos.

Por el lado derecho, tampoco parece que VOX sea una opción válida para los ciudadanos comprometidos con Alicante, con la regeneración y con los valores del centro-derecha. En un tiempo record, lo que nació como un proyecto ilusionante al servicio de unos determinados valores se ha convertido en un instrumento de supervivencia personal del prototipo de la casta política, en un experimento fallido en el que la democracia interna agoniza y en un proyecto escorado cada vez más hacia posiciones ultraconservadoras. Un partido en el que sus máximos dirigentes no predican con el ejemplo personal.

Y la última opción a valorar es la que representa el Partido Popular. Dejando al margen consideraciones personales hay una serie de hechos objetivos que no invitan precisamente a votarle. Hacer un repaso de los sistemáticos incumplimientos del programa del año 2011 y de sus propios principios llevaría páginas enteras: el Plan Hidrológico Nacional, la Ley de Memoria Histórica, la regulación del aborto, la bajada de impuestos, la lucha contra el endeudamiento público, la independencia de la Justicia, los recortes de prestaciones públicas, la hoja de ruta de ZP respecto a ETA, etc. La lista de incumplimientos sería tan larga como la lista de casos de corrupción que salpican a cargos públicos del PP. A ello se podría añadir la falta de democracia interna cuyo mejor reflejo es la propia candidatura popular al congreso por la Provincia de Alicante, impuesta desde Madrid y con un paraca a la cabeza, o la candidatura al Senado encabezada por una acaparadora de empleos públicos, como Adela Pedrosa, prototipo de los profesionales de la política en el peor sentido de la expresión. Nada pues invita a otorgar el voto al PP que en nuestra provincia sigue siendo dirigido por los responsables de su hundimiento electoral, por los protectores de los comportamientos políticos más indignos y por los enemigos declarados de la regeneración democrática como son el Sr. Ciscar y su acólito el Sr. JJ Zaplana. Un partido que utiliza los escaños de nuestra provincia, no para defenderla, sino para colocar a sus dirigentes sin sitio en su propia circunscripción electoral, no merece la confianza de los ciudadanos alicantinos ni de centro, ni de centro-derecha, ni de derechas.

Ante este triste panorama, abstenerse no es una solución. Votar en blanco supone que el voto terminará sumando como resto a alguno de los partidos mayoritarios gracias a la denostada ley electoral. No queda, por tanto, otra salida responsable que la del voto nulo para la gente que no es de izquierdas, para los ciudadanos que quieren que nuestra provincia recupere el protagonismo y la importancia que le han robado durante tantos años y para todos cuantos quieren una regeneración profunda del sistema político. Una regeneración desde los valores de la libertad, la democracia, la transparencia, la ejemplaridad, la defensa de la familia, la vida, la defensa del medio ambiente, la solidaridad, la igualdad de derechos entre los españoles y la unidad de España. No queda otra opción sensata y responsable que la del voto nulo. Y un servidor lo hará el próximo 20 de diciembre. No me van a engañar más.

Santiago de Munck Loyola


martes, 14 de octubre de 2014

Todos tranquilos: No hay corrupción generalizada.


¡Menudo peso nos hemos quitado de encima los ciudadanos! El Ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, es decir, el Ministro responsable de que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado persigan los delitos, corrupción incluida,  no ve que haya corrupción generalizada, sino muchos casos simultáneos. Según ha declarado ayer el Ministro los casos de corrupción que están apareciendo son "del pasado",  pero que al salir "todos en el mismo momento da la sensación de un estado de corrupción generalizada que no se corresponde con la realidad del país". Y ha remachado estas declaraciones, efectuadas en los Desayunos de TVE, afirmando que se está viendo que "había mucha" corrupción y que "el estado de moralidad pública en el pasado no es el que debería haber existido". O sea, que podemos estar tranquilos porque la corrupción es y era cosa del pasado (seguramente por culpa de Zapatero) y lo único que pasa es que la coincidencia del descubrimiento simultáneo de diferentes casos hace que parezca que hay una corrupción generalizada, pero que no, que no es así: casos aislados, del pasado y ¡Oh coincidencia! que afloran a la vez.

O sea, a ver si se puede entender lo que dice o quiere decir el Ministro encargado de perseguir la corrupción. Casos de corrupción del futuro no pueden ser. Todavía nuestro ministerio del interior no ha llegado a la detección precoz de la corrupción. Casos de corrupción del presente parece que los obvia el Sr. Ministro. Es "el estado de moralidad pública en el pasado” (en estado comatoso al parecer) la causa de que se produjesen tantos casos de corrupción, en el pasado, y que ahora, en el presente, afloren y los conozcamos, causándonos una impresión de corrupción generalizada equivocada.

¡Menudo respiro! A lo que se ve la “moralidad pública” del presente debe ser impecable. ¿Será que los responsables de casos de corrupción del pasado han asumido una nueva moralidad y se están confesando públicamente, están haciendo propósito de enmienda y están realizando penitencia? ¿Será que bajo la “moralidad pública” recuperada están cantando de plano sus pecadillos y devolviendo la pasta trincada? Parece que el Sr. Ministro opina que sí.

El expolio del dinero de la Junta de Andalucía destinado a la formación de los parados con 33 cargos públicos socialistas imputados, la financiación ilegal de los partidos (por ejemplo de las campañas electorales del PPCV), la trama Gürtel, la fortuna de origen dudoso del clan Pujol en Cataluña, el caso Palau, la financiación ilegal de Convergencia Democrática de Cataluña, el caso Brugal en Alicante, las imputaciones a la Alcaldesa de Alicante Sonia Castedo, los pagos con dinero negro a la trama Gürtel realizados por José Ciscar, Mercedes Alonso, César Augusto Asencio, Miguel Peralta, Alfredo Castelló o Adela Pedrosa por citar sólo algunos de los que aparecen en el informe de la UDEF, el escándalo de las tarjetas negras de Bankia, los sobresueldos del Partido Popular, el caso Cooperación, el caso Palma Arena, el caso Rabasa en Alicante, el caso Emarsa y el largo etcétera que inunda los informativos es cosa del pasado y su conocimiento público, pura coincidencia.

Y por analogía ministerial, alguien debería explicar a la Organización Mundial para la Salud que en algunos países africanos no existe ninguna epidemia de Ébola, sino que se trata de la aparición de muchos casos simultáneos de la enfermedad. Así que todos tranquilos.

Santiago de Munck Loyola


jueves, 6 de febrero de 2014

El olor a podrido.


Un nuevo informe de la policía judicial ha vuelto a poner de manifiesto la existencia de graves irregularidades en la financiación del PPCV. No se trata de ninguna novedad. Llueve sobre mojado y sorprende mucho la lentitud de la justicia a la hora de enjuiciar y depurar responsabilidades de toda una trama corrupta de la que ha formado parte el PPCV. El último informe de la policía judicial sobre el caso Gürtel añade más acusaciones sobre las irregulares transacciones entre la trama corrupta y la contabilidad del Partido Popular de la Comunidad Valenciana. Según el informe policial el Partido Popular ha manejado abundante dinero negro y con él pagó a las empresas de la trama Gürtel numerosos actos electorales. Este informe saca a la luz también varios regalos efectuados por los responsables de la trama corrupta a muchos políticos que no eran ajenos, desde luego, a la formalización de contratos con las empresas de esta trama. Es cierto que muchos de los hechos denunciados quedan ya lejos en el tiempo como los relativos al Congreso Regional de 2002 que costó  240.582 euros y por el que el PPCV abonó a la empresa Special Events más 150.000 euros en negro, que se dice pronto, o como los 17.429 euros también pagados en negro en 2002 por la Convención Regional celebrada en el Palau de la Música de Valencia. Pero no es menos cierto que la posible prescripción de hechos delictivos o simplemente irregulares no puede en modo alguno esgrimirse como excusa para no depurar las responsabilidades políticas a que hubiere lugar.


Pero sin irnos tan lejos en el tiempo todavía quedan muchas cuestiones que aclarar y es muy importante hacerlo, no ya por la cantidades económicas manejadas, sino porque muchos de los que han manejado dinero negro para pagar actos electorales del Partido Popular ostentan hoy importantes responsabilidades de gobierno. Ya en el informe de la UDEF de 2008 se realizaban importantes y graves acusaciones que, al día de hoy, no han sido respondidas adecuadamente ante la opinión pública. En aquel informe se mencionaban a una serie de personas como pagadores, como personas de contacto para las empresas de la trama corrupta, para los gastos de las campañas de las elecciones de 2007 y las generales de 2008. Entre ellos hay que destacar a los siguientes y por las cantidades en dinero negro que se relacionan:

Adela Pedrosa, Alcaldesa de Elda y Vicepresidenta 1ª de la Diputación: 13.997.- €.
Alfredo Castelló, Alcalde de Sagunto y Presidente del Comité de Derechos y Garantías del PPCV (¡Qué ironía!): 14.554.- €.
Miguel Peralta 5.067.- €.
Mercedes Alonso, Alcaldesa de Elche: 42.131.- €.
César Augusto Asencio, Alcalde de Crevillente y Vicepresidente 2º de la Diputación de Alicante: 39.900.- €.
José Ciscar, Presidente del PP de Alicante y Vicepresidente, Consejero de Presidencia y Hacienda y Portavoz del Consejo de la Comunidad Valenciana: 4.472.- €.
Y respecto a la ciudad de Alicante a la que se asignan en el informe 62.495.- € pagados en negro no figura el nombre del “pagador” de los gastos de la campaña de 2007, aunque todos conocemos quién era la coordinadora de la campaña electoral.

Desde luego tiene lo suyo que el actual Vicepresidente de la Generalitat Valenciana y Consejero de Hacienda, el Sr. Ciscar, pudiera haber manejado alegremente dinero negro para pagar actos electorales. Pues bien, como puede apreciarse del examen de los nombre de esta lista de políticos que manejaron dinero negro destaca el hecho de que la mayoría ostenta en la actualidad cargos de enorme relevancia. Se trata de personas que hoy en día manejan presupuestos públicos y el dinero de los contribuyentes, sin que hasta la fecha se sepa si es o no cierto lo que de ellos dice la policía. Son, en todo caso, políticos bajo sospecha y esa sospecha no despejada debería inhabilitarles, mientras no ofrezcan a la opinión pública una explicación plausible sobre la misma, para seguir ejerciendo responsabilidades públicas y, desde luego, les incapacita para exigir nada a los ciudadanos. ¿Cómo van a combatir estos señores por ejemplo la economía sumergida y el consiguiente tráfico de dinero negro si están acusados de manejarlo? Aquí sólo hay una alternativa: o la policía judicial miente o mienten los políticos.

Es cierto que la inmensa mayoría de los partidos políticos tiene sus “pecadillos” en cuanto a su financiación. Pero también es cierto que si los ciudadanos somos permisivos o tolerantes con estas prácticas la espiral de la corrupción será inacabable. Hace no mucho, algunos afiliados del PP de Alicante tuvimos conocimiento de denuncias de irregularidades en la campaña de las municipales de 2007: actos pagados por empresas, deudas impagadas al día de hoy, etc. Y como en el PP nunca se da cuenta a los militantes de la contabilidad, tuvimos el “atrevimiento” de pedir por escrito información al respecto. ¿Respuesta? Silencio sepulcral. Bueno, silencio del todo, no, algunos fuimos rápidamente expulsados mediante un procedimiento ilegal y leninista.

Mientras los partidos políticos no respondan ante sus afiliados y ante los contribuyentes que son los que ponen el 80 % del presupuesto oficial de los partidos políticos, las prácticas corruptas seguirán siendo el pan nuestro de cada día. Y mientras los partidos políticos sigan funcionando gracias al dinero público y no de las cuotas de sus afiliados seguirán viviendo por encima de sus posibilidades sin tener que responder ante nadie. Siempre vendrán con el cuento chino de que sus cuentas están fiscalizadas por el Tribunal de Cuentas. ¡Claro! ¡Faltaría más! Y se quedan tan anchos. ¿Fiscaliza el Tribunal de Cuentas la contabilidad B, el dinero negro con el que, al parecer y según la Policía Judicial, el Sr. Ciscar y sus conmilitones pagaban a la trama Gürtel?

Una democracia sana necesita instituciones sanas y unas instituciones sanas necesitan partidos políticos sanos, partidos políticos democráticos, limpios y transparentes. Y desgraciadamente el PPCV hoy por hoy y con estos dirigentes no lo es. Un partido que hace trampa en las elecciones es como un deportista que se dopa. Su triunfo está viciado y cualquier análisis terminará por demostrarlo. Los ciudadanos no debemos mirar para otro lado, ni admitir prácticas semejantes bajo la excusa del mal menor. O somos firmes contra estas prácticas o seguirán arruinando nuestra democracia. Mirar para otro lado, minimizar estos problemas, colaborar con estas personas bajo sospecha o votarles es amparar y proteger la corrupción. Y viendo a dónde nos han conducido no nos lo podemos permitir. Va siendo hora de abrir las ventanas para que el olor a podrido desaparezca.


Santiago de Munck Loyola
http://santiagodemunck.blogspot.com.es/

domingo, 13 de mayo de 2012

XIII Congreso del PPCV: una enmienda para acabar con el fraude a los electores.

El próximo fin de semana se celebrará el XIII Congreso del PPCV en Alicante. En dicho Congreso, amén de la renovación de cargos, se debatirán tres ponencias que teóricamente tendrán una importante repercusión en la vida política del partido y en sus políticas públicas. Los afiliados del Partido Popular, a diferencia de lo que ocurre en otros partidos, no tienen estatutariamente el derecho a presentar enmiendas a las ponencias congresuales, algo que desde una perspectiva de la participación y la democracia interna chirría bastante. Pueden ser apoderados o interventores cuando hay elecciones, pueden pagar sus cuotas de afiliación o acudir a rellenar los actos del partido cuando son convocados, pero no pueden enviar enmiendas a las ponencias que se discuten en los diferentes congresos territoriales, algo que en la era de las comunicaciones, de las redes sociales y de la información carece de sentido.

Sólo los afiliados que resultan “elegidos” compromisarios tienen el derecho a presentar enmiendas a las ponencias a discutir en un Congreso del Partido Popular. Y ya se sabe que para poder ser compromisario en la ciudad de Alicante hay que ser miembro de alguna “familia” o participar de alguna “sensibilidad” dentro del partido. Dicho de otro modo: o tienes etiqueta o no tienes nada que hacer. Lo de las “familias” suena bastante mal, la verdad, más que nada por las connotaciones peyorativas de la expresión cuando se aplica ciertos colectivos. Lo de las “sensibilidades” recuerda bastante a aquel “contraste ordenado de pareceres” del tardofranquismo. En todo caso, por más que uno repase los estatutos del partido Popular ni las familias ni las sensibilidades aparecen por ningún sitio, sólo se menciona al afiliado como sujeto de derecho y obligaciones. Por tanto, cuando se cierran listas a compromisarios por “consenso” entre las distintas “familias y sensibilidades” existentes en el partido parece evidente que se está hurtando el protagonismo a los únicos que pueden establecer consensos, los sujetos de los derechos y obligaciones, es decir, a los afiliados.

Adela Pedrosa, Alcaldesa de Elda.
Ejemplo de político pluriempleado.
Según recoge el Diario Información en su edición de hoy (http://www.diarioinformacion.com/alicante/2012/05/13/enmienda-plantea-castedo-barbera-rus-tengan-renunciar-escano-cortes/1253137.html) se ha presentado una enmienda a la ponencia de estatutos del próximo Congreso del PPCV por parte de D. José María Rodríguez Galán, exdirector general de Ciudad de la Luz, con el fin de que los alcaldes y portavoces populares en municipios de más de 5.000 habitantes no puedan compatibilizar ese cargo con otros. Concretamente, con un escaño en las instituciones provinciales y las cámaras autonómicas. Se trata de una excelente iniciativa, ya propuesta desde estas páginas haces meses (http://santiagodemunck.blogspot.com.es/2011/09/el-pluriempleo-de-los-politicos-un.html), para evitar el pluriempleo de los políticos, aunque sólo sea parcialmente. Lamentablemente y tal como se señala el periódico en esa misma información y tras consultar con fuentes del Partido Popular es muy posible que no prospere o que, de hacerlo, sea muy adulterada. Es más que sintomático que con casi 900 compromisarios el número de aportaciones, de enmiendas, no llegue ni a las 500. Tan elevado grado de conformidad es algo decepcionante.

Esta enmienda, que podría ser mejorada y ampliada, participa de lleno del sentido común y de una exigencia ética que debería ser insoslayable para quienes habrán de votarla. Los puestos de alcaldes o de diputados están pensados y retribuidos para que los desempeñe una persona con absoluta dedicación. Ser alcalde de Alicante o diputado por la provincia es lo suficientemente relevante e importante como para que no se deba ni se pueda simultanear con otra dedicación. Hacer lo contrario, simultanear una alcaldía con un escaño, es sencillamente no hacer bien ninguna de las dos cosas. Y si se pretende afirmar lo contrario se deja en evidencia a los que sólo se dedican a su escaño o a su Alcaldía.

Las incompatibilidades deben ser hoy más rigurosas y claras que nunca. Los vecinos, los contribuyentes, los electores se merecen que los cargos electos se dediquen al cien por cien al puesto para el que han sido elegidos. Es preciso acabar con las prácticas de acaparamiento de puestos públicos por algunos insaciables coleccionistas de cargos y no sólo por la exigible dedicación y eficacia en el desempeño de los mismos, sino como medida ejemplarizante de la regeneración y la ética políticas. La norma debería ser igual para todos: una persona, un cargo, una sola retribución proveniente de las arcas públicas. Y ya está bien de acudir a subterfugios: cobrar un solo suelo público pero ampliarlo con dietas, asignaciones u otros pagos provenientes también del erario público. Y al que no le convenga que se vaya a su casa que esto de la política no es obligatorio y que a nadie se le pide que se sacrifique abnegadamente por la colectividad. Lo más probable es que muchos, si se tuviesen que buscar la vida en el sector privado, nunca alcanzarían ni de lejos los sueldos que cobran del erario público. Lo dicho, el pluriempleo de los cargos públicos es un fraude a los votantes y hay que acabar con él.

Santiago de Munck Loyola

sábado, 3 de septiembre de 2011

El pluriempleo de los políticos: un fraude a los electores.

La organización de todo estado y de las diferentes administraciones que lo componen conlleva la existencia de numerosos cargos públicos. Estos cargos van siendo ocupados por personas designadas por los partidos políticos en función de los resultados electorales. Cada puesto público de carácter electivo tiene asignadas de forma reglada una serie de funciones y competencias a desarrollar durante el mandato conferido por los ciudadanos. Por regla general, la inmensa mayoría de estos puestos tiene asignada una retribución para quien los desempeñe. Cuando elegimos a un alcalde, a un diputado regional o a un congresista o senador lo hacemos para que se dedique a ese cargo y, considerando las retribuciones generalmente asignadas, para que lo haga con plena dedicación. Sin embargo, las cúpulas de los partidos políticos españoles, a pesar de determinadas limitaciones estatutarias, no solamente consienten y toleran que muchos de sus cargos públicos simultaneen dichos cargos con actividades privadas, sino que además promueven que muchos puestos públicos electivos no estén siendo desempeñados con diligencia y dedicación al imponer que determinadas personas ocupen dos o más cargos públicos a la vez. La Ley Orgánica de Régimen Electoral General (LOREG) es taxativa. En su artículo 157.2 establece que “el mandato de diputados y senadores será incompatible con el desempeño, por sí o mediante sustitución, de cualquier otro puesto, profesión o actividad, públicos o privados, por cuenta propia o ajena, retribuidos mediante sueldo, salario, arancel, honorarios o cualquier otra forma”. El espíritu de la norma es evidente. No se trata sólo de que no se pueda percibir más de un ingreso público (que se percibe usando variadas artimañas legales), sino de que los diputados y senadores se dediquen a aquello para lo que han resultado elegidos.
El sentido común señala que un diputado nacional debe dedicarse a su labor parlamentaria con exclusividad para poder ejercer sus funciones legislativas y poder representar a los ciudadanos de su provincia con eficacia y dignidad. Y lo mismo puede decirse de cualquier diputado regional o de cualquier alcalde. Sus puestos tienen asignadas retribuciones pensadas para una dedicación absoluta a las tareas encomendadas. Pero no parece que sea el sentido común lo que impera en las cúpulas de los partidos a la hora de fijar los criterios por los que se elaboran las diferentes candidaturas, ni tan siquiera parece imperar la búsqueda de la profesionalidad o de la excelencia. Lo que prima, sin ningún género de dudas, es el amiguismo, el tráfico de amistades y, sobre todo, la docilidad permanente. Por ello, no es raro ver cómo determinadas personas son alcaldes y diputados o senadores a la vez, cómo ocupan de forma simultánea varios cargos públicos, cada uno de los cuales requeriría una dedicación absoluta, como si en sus organizaciones no hubiese más gente capacitada para ello.
A la tendencia de la cúpula de los partidos a rodearse de peones dóciles se corresponde la existencia de “políticos orquesta”, personas ávidas de tocar muchos instrumentos a la vez, incapaces de especializarse en ninguno y con una gaseosa propensión a ocupar cualquier espacio libre a la menor indicación de arriba.
Examinemos un caso concreto de Alicante que no es, ni mucho menos, excepcional. D. ª María Adelaida Pedrosa Roldán, sin estudios superiores, ocupa los siguientes cargos públicos:
-          Diputada en el Congreso por la Provincia de Alicante.
-          Vicepresidenta Segunda de la Comisión de Industria, Turismo y Comercio.
-          Alcaldesa del Ayuntamiento de Elda.
-          Vicepresidenta de la Mancomunidad intermunicipal del Valle del Vinalopó.
-          Presidenta de la “Fundación Museo del Calzado”.
-          Presidenta de la Empresa Pública IDELSA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMUDESA.
-          Presidenta de la Empresa Pública EMIDESA.
-          Diputada Provincial de Alicante.
-          Vicepresidenta Primera de la Diputación de Alicante.
-      Diputada Responsable del Área de Recursos Humanos de la Diputación de Alicante.
Y, además, participante en tertulias y programas en medios públicos y privados de televisión o radiodifusión según el registro de intereses del Congreso.
Nadie, con el más mínimo sentido común y sin faltar a la verdad, puede afirmar que estos puestos públicos están siendo desempeñados con dedicación absoluta. Es materialmente imposible. ¿No se merecen los alicantinos que sus representantes en el Congreso los representen con eficacia? ¿No se merecen los vecinos de Elda que su alcaldesa tenga una dedicación absoluta para su ciudad? No nos engañemos, no estamos ante la presencia de una”super woman political” capaz de cumplir con todas las obligaciones de tan larga lista de cargos. Es un ejemplo más de “político orquesta”, de acaparamiento avaricioso de cargos promovido y consentido por los dirigentes del Partido Popular.
Casos como éste constituyen un grave fraude a la ciudadanía y una demostración de que los discursos sobre regeneración democrática, en muchos casos, no se traducen en hechos concretos, simples y ejemplificadores de lo que debería ser una sana dedicación a la res publica, a servir a los ciudadanos. Los hombres orquesta suelen terminar desafinando y los glotones reventando.
Santiago de Munck Loyola